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Saludo del Alcalde

Marcos Iglesias Caridad. Alcalde de Ciudad Rodrigo.

Amigos,

Confieso que cuando escribo estas líneas dirigiéndome a todos los mirobrigenses me invade un profundo sentimiento de dolor y de tristeza. La dura y triste situación sanitaria que vive el mundo y, por ende, nuestra ciudad, como consecuencia de la pandemia de la COVID-19, ha llevado a la Corporación que presido a adoptar una de las decisiones más difíciles: la suspensión del Carnaval del Toro. Dicha decisión, como alcalde, ha sido dura pero como mirobrigense, como farinato, todavía ha resultado más dolorosa. Desde pequeños se nos ha inculcado un interés especial por nuestra fiesta grande. Hemos crecido pensando y soñando en el Carnaval, pues para nosotros no es sólo un evento festivo, es nuestro principal escaparate.

En pocas ocasiones se han suspendido los encierros de los toros en nuestra ciudad a lo largo de su historia, desde que los conocemos. Como se sabe, las dataciones escritas más antiguas son de 1418 cuando se habla de la construcción de las talanqueras de la plaza, aunque los encierros y el Carnaval se ligan al menos desde 1732, según los acuerdos de nuestro Consistorio. Paradójicamente, el Carnaval resistió ante los avatares de la anterior pandemia conocida, de 1918, la de la mal llamada “gripe española”, aunque no a algunos años de la Guerra Civil española, por reflejar algunas citas.

Pero, aun con toda la dureza, la decisión ha sido justa y aceptada. No nos podíamos permitir, bajo ningún concepto, poner en riesgo a la población con un evento de masas de la categoría del Carnaval del Toro, que viene acogiendo a miles de personas en nuestras calles. Durante los últimos meses, al menos desde marzo, han sido muchas las personas que en todo el panorama mundial y nacional han fallecido y la perspectiva es que buena parte de 2021 el contexto sanitario siga siendo adverso. Las autoridades competentes siguen insistiendo en extremar las medidas de distanciamiento social y de responsabilidad individual y colectiva. Efectivamente, gran parte del año 2020 y buena parte del 2021 pasarán como una pesadilla que jamás podíamos imaginar, y que nos costará olvidar... > > En pocas ocasiones se han suspendido los encierros de los toros en nuestra ciudad a lo largo de su historia, desde que los conocemos.

Algunos pensarán sobre qué sentido tiene publicar el Libro del Carnaval si no se va a celebrar. La explicación es sencilla: el Libro del Carnaval es ya un relato de las vivencias y acontecimientos de nuestra ciudad en el último año. Se ha convertido en una crónica de los principales momentos y sucesos, por lo que es un libro de consulta obligada para los historiadores, los investigadores y los aficionados, especialmente cuando la memoria comienza a desdibujarse por el trascurso del tiempo. Que no haya Carnaval no significa que no haya algo que contar. Lo hay y mucho. Tenemos la obligación de contarlo para que las generaciones futuras conozcan lo vivido en este tiempo y puedan enmendar nuestros errores, si llegara el caso.

Todavía hoy queda el sabor de la pasada edición del Carnaval del Toro, de 2020. Un evento que salió a la perfección y que fue calificado por muchas de las personas más aficionadas a la fiesta como uno de los mejores Carnavales conocidos. Lo fue por las novedades en el ámbito taurino, pero también por el reforzamiento de su entidad tradicional. Lo fue porque hacía años que no venían las figuras del toreo, los maestros de la tauromaquia como Morante de la Puebla, Julián López, El Juli, José María Manzanares o David Fandila, El Fandi. Fue muy emocionante ver entre algunos de ellos a nuestras promesas más próximas, como a Juan Antonio Pérez Pinto. Ciudad Rodrigo, en la pasada edición del Carnaval, se convirtió en el epicentro de la mejor tauromaquia. Junto a ello, no pudimos tener mejor pregonero, de la mano del conocido ganadero Victorino Martín, quien nos hizo una gran disertación del toro y del campo, desde el corazón y desde sus vivencias. Como digo, fue un Carnaval inolvidable. Gracias a todos los que lo hicieron posible.

Obviamente, buena parte de la crónica de este último año está marcada por la crisis sanitaria y económica. Desde el Ayuntamiento hemos querido estar a la altura de las circunstancias, permaneciendo todos los días con nuestras puertas abiertas, para atender a todo aquel que lo necesitara. Seguro que en algo nos habremos equivocado, pero también es cierto que la lucha contra esta pandemia ha sido nuestra principal preocupación y ocupación en los últimos meses, tratando de solventar decenas de situaciones, algunas de ellas conocidas, pero otras muchas, no. Han sido meses de dolor y de sufrimiento y tristemente hay quienes nos han dejado en el camino. Quede aquí mi sentido recuerdo, manifestando el ánimo a sus familias que sufren. Éstas, en muchos casos, no pudieron despedirles ante el período de confinamiento sufrido. Para hacer frente a la pandemia, el Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo, como administración más próxima al ciudadano, se ha valido junto al personal municipal de otros colectivos, como las ONGs, la Policía Local, la Guardia Civil, el personal de limpieza viaria o de algunos voluntarios para ayudar a muchos ciudadanos en un momento de dificultad. Quede constancia de nuestro agradecimiento a quienes han arriesgado su salud y su tiempo en beneficio del resto.

Ligada a la crisis sanitaria ha surgido una compleja crisis económica que nos costará remontar. Desde el Ayuntamiento hemos querido ser un motor en este momento de dificultad, ayudando a los sectores con más necesidades y, particularmente, a la hostelería o al comercio, con iniciativas ya conocidas que, en ocasiones, han sido modelo para otros municipios.

La decisión de la suspensión del Carnaval del Toro de 2021, aunque lógica por el contexto, no deja de ser dolorosa también en lo económico. El Carnaval es una fuerte inyección económica especialmente

> Buena parte de la crónica de este último año está marcada por la crisis sanitaria y económica. Desde el

Ayuntamiento hemos querido estar a la altura de las circunstancias, permaneciendo todos los días con nuestras puertas abiertas, para atender a todo aquel que lo necesitara.

para el sector turístico y el taurino. Ellos merecen ser destacados en esta introducción, pues están soportando gran parte de las consecuencias económicas en pro de la salud de todos. Gracias por vuestro esfuerzo y comprensión.

Poco más que decir. No por tener la sensación de tristeza podemos caer en la resignación y el desánimo. Este tiempo de crisis sanitaria pasará. Espero y deseo que en el año próximo podamos celebrar con toda la solemnidad nuestra fiesta grande, el Carnaval del Toro de Ciudad Rodrigo, y que su protagonista, el toro bravo, vuelva a hacerse presente en nuestras patrimoniales calles y en nuestro particular coso taurino.

Cada día más es un día menos para que esta pandemia pase. Ya está más cerca el instante en que podamos darnos un gran abrazo con nuestros familiares y amigos. Escribiendo estas líneas, pienso en los mirobrigenses que viven fuera de nuestra ciudad y que por las restricciones de movilidad no pueden acercarse a su patria chica, a su casa, a la querida Miróbriga, tal y como lo hacían en otros años, particularmente por las fechas del Carnaval.

La adversidad nos tiene que hacer más fuertes y nos tiene que llevar a reflexionar en las prioridades de la humanidad, que no pueden ser otras que la salud y la vida. Todo lo demás será cuestión de tiempo.Hoy más que nunca, y a pesar de todo, quiero finalizar aclamando: ¡viva el Carnaval del Toro! ¡Viva Ciudad Rodrigo!

Un fuerte abrazo

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