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La Raya. Nexo de unión, espacio común. Por Ángel Centeno Cabezas

La Raya. Nexo de unión, espacio común

Ángel Centeno Cabezas

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Según una de las definiciones de la Real Academia Española de la Lengua, Raya, es un término, confín o límite de una nación, provincia, región o distrito; aunque a mí personalmente, me sugiere todo lo contrario, no nos separa, sino que nos une, siendo ésto una característica común de la Raya Hispano Lusa, desde Ayamonte hasta Tuy, y más concretamente, en los más de cien kilómetros que hay desde Villarino hasta Navasfrías, desde los Parques Naturales Arribes del Duero y Douro Internacional, hasta la Sierra de Malcata y El Rebollar, con las Beiras portuguesas y las comarcas de Vitigudino y Ciudad Rodrigo, a uno y otro lado. Este espacio colindante, antaño fronterizo, comparte condiciones morfológicas y geográficas similares, pero nacionalidades, idiomas y jurisdicciones diferentes, lo > Una tierra muy castigada que hace aún más meritoria la convivencia, y, más necesaria la por la falta de recursos confraternidad, entre estos dos pueblos. económicos, la indiferencia de los gobernantes, la Una tierra muy castigada por la falta de recursos económicos, la indiferencia de los gobernantes, la emigración, la emigración, la centralización centralización de servicios, y una población muy envejecida. de servicios, y una población A esto, hay que añadir, que este territorio nuestro rayano, muy envejecida. es de roca dura, y terrenos pobres, características que han acrecentado las dificultades en la labor de labradores y ganaderos, y sus sistemas de producción. La falta de trabajo, la escasez de productos y la diferencia de precios entre los dos países, da lugar entonces, a una actividad cotidiana en la frontera, con mayor peso que la agricultura y el comercio,>

el contrabando; un tráfico ilícito de mercancías, que sería durante décadas, una de las principales bazas económicas de las gentes de La Raya, y sin ninguna duda, un gran fenómeno etnográfico y cultural. El estraperlo fue una alternativa real al hambre, en medio de persecuciones, decomisos, tratos, sobornos y beneplácito, entre contrabandistas, guardinhas, alcaldes y guardias civiles. La apertura de fronteras en 1995, ocasionó graves daños al comercio tradicional, y el globalismo posterior, que nos sacude actualmente con las nuevas costumbres comerciales, ha dado al traste con los inventos de supervivencia de esta zona; si bien es cierto, que se han creado otras formas de vida, otros recursos nuevos y muy interesantes, turísticos, naturales, culturales, gastronómicos y patrimoniales.

La Ruta de Las Fortificaciones de Frontera, tiene que contribuir al desarrollo de estas tierras, de la misma manera que las Aldeias Históricas Portuguesas, los Conjuntos Históricos, y las Estaciones de Arte Rupestre de Foz Côa y Siega Verde, como también han de ser importantes en este sentido, las ferias medievales y las recreaciones históricas, que tienen lugar en estos puntos.

Otro motivo de atracción turística, son las fiestas populares; los pueblos muestran sus raíces, con celebraciones de carácter cristiano la mayoría de las veces, en honor a cristos, vírgenes y santos, y otras, de índole profano. Las de raigambre religiosa están presentes en todos los puntos de La Raya, destacando sobre todas, la Semana Santa, Santa Cruz, los Corpus, y la Vírgen de agosto en esta parte de España, y la Pascua, Corpo de Deus, Nossa Senhora de Póvoa y Santo António, en la de Portugal. Las de costumbres paganas, en menor cantidad, pero igualmente multitudinarias y cargadas de colorido, belleza, y diversión callejera; ejemplo de ello son, el Carnaval del Toro, La Charrada, el Martes Mayor, y, la Feria de Teatro de Castilla y León, en Ciudad Rodrigo, El Entrudo Gordo de Sabugal, O Carnaval da Neve en Covilhã, O Farandulo y la Festa dos Gorazes en Mogadouro, O Chocalleiro en Bemposta, A Festa dos Velhos en Bruçó, O Julgamento do Galo y el Ciclo Jazz en Guarda, la Fiesta del Pandero Cuadrado en Peñaparda, o la Bufa de San Antón en Aldeadávila.

De los cañones del Duero a las sierras de Gata y Malcata, las procesiones, ofertorios, ferias, romerías, y otros eventos, tienen al toro como invitado especial en la mayoría de los casos. Desde antes de Pascua y hasta octubre, las manifestaciones taurinas en el ámbito rural, con encierros y capeas, se multiplican, comenzando en los Carnavales de Ciudad Rodrigo, en las fiestas del Cristo de Gallegos de Argañán, El Noveno, en San Felices de los Gallegos, Los Corpus de Sancti-Spiritus, Vitigudino y Ledesma, San Juan en Robleda, El Payo y Navasfrías, San Silverio en Peñaparda, Santiago Apóstol en Sobradillo, San Roque en Villarino, San Lorenzo en El Bodón y Saucelle, La Asunción en Casillas de Flores y Lumbrales, San Ceferino en Villasrubias, Nossa Senhora de Fátima en Vale da Mula, San Bartolomé en Aldeadávila y Fuenteguinaldo, Fiestas del Toro en Vilvestre, La Vírgen del Árbol en Mieza, y San Lino en Espeja. Además de estas localidades, en agosto quince freguesias del distrito de Sabugal, celebran encierros a caballo, largadas y las peculiares capeias arraianas, éstas de indudable magnetismo debido a su típico forcão. Al mismo tiempo, se bailan los paleos, la rosca, los fandangos, la Bandera, a vira y o corridinho, se escuchan gaitas, castañuelas y tamboriles, acordeones, reque-reques, y pandeiretas, panderos y adufes, todo esto, adornado con los trajes típicos tradicionales. >

Los productos agroalimentarios de la zona, tienen un denominador común, su gran calidad; los quesos de la Marofa, Arribes, Abadengo y Ciudad Rodrigo, viñedos y bodegas en Pinhel, Castelo Rodrigo, Vermiosa, Villarino, Pereña, Aldeadávila y Ahigal; olivos, almendras, y unos productos hortofrutícolas magníficos en toda La Raya y en época de setas, níscalos y boletus, en la comarca de Sabugal, Arribes y El Rebollar. Se celebran ferias de queso en Hinojosa de Duero y Celorico da Beira, feiras de almendoeiras en Freixo de Espada à Cinta, Figueira de Castelo Rodrigo, Saucelle y La Fregeneda, Feira da Castanha en Trancoso, Feria del Aceite y el Olivar en Vilvestre, Festival de Cogumelos del Côa en Foios y ferias de ganado en Lumbrales, Barruecopardo y Ciudad Rodrigo.

Después de las vendimias, los días se acortan progresivamente y llega el tiempo de los magostos, el recuerdo a los difuntos y las matanzas; la chacina del cerdo está presente a ambos lados, ya sea en chouriço, morcela, salpicão o farinheiras, o, en lomo, salchichón, farinatos o jamones. El embutido, es la base primordial en los folares y hornazos de Pascua y Lunes de Aguas, así como complemento indispensable en la dieta rural. Aquí, la cocina es de tierra adentro, de cuchara y guisos, y con abundante presencia de carnes; el caldo verde, el de panela, los cocidos, las patatas, as feijoadas, el cabrito asado, el cordero, o frango grelhado, el tostón, os torreznos da Beira, o leitão, o la ternera, y de los ríos del sur las truchas fritas o asadas con jamón y as trutas de escabeche. Mención especial a las sardinhas asadas, el sempiterno bacalhau hecho de mil maneras, y la espectacular repostería, que son referentes de identidad, en Portugal. En definitiva, todo un compendio de platos y recetas, que hacen que La Raya disponga de una gastronomía envidiable, digna de comprobar. >

Desde la catedral de Guarda, a la de Ciudad Rodrigo, iglesias y conventos de todo tipo, villas medievales, dólmenes, verracos, castillos y fortalezas, amén de otro legado más humilde, como puentes, molinos, lagares, chozos, aceñas y fuentes, perfectamente integrados, sin alterar un ápice el bello paisaje histórico, cultural, y antropológico.

Todo esto, son fundamentos importantes para creer en el futuro de La Raya, pero aún, hay mucho por hacer, empezando por conocer mejor a nuestros vecinos porque somos complementarios y hemos de beneficiarnos mutuamente tanto en lo cultural, como en lo económico y para eso, tendríamos que tener la posibilidad de ver las televisiones portuguesas, al igual que desde siempre, están presentes las televisiones españolas en Portugal; potenciar los intercambios comerciales y culturales entre las dos partes; apoyar al sector agrario y ganadero en este medio rural, permitiendo que puedan vender sus productos directamente, para obtener precios justos y evitar el cierre de las explotaciones que todavía sobreviven; valorar los excelentes productos locales, promocionarlos y consumirlos; creación de un centro de transportes y logística, en el que es el principal paso de mercancías a Europa; que el tren de la nueva línea electrificada haga varias paradas estratégicas entre Ciudad Rodrigo y Guarda; que los políticos den solución, de una vez, al tramo de ferrocarril de La Fregeneda a Barca d´Alva con fines turísticos; y volver a descentralizar servicios básicos para facilitar la vida rural. Para que esta zona, que es referencia histórica para ambos países y una de las más bellas de la Península, sea conocida y visitada, es necesario que las grandes empresas y ambos estados se impliquen en su desarrollo para ayudar en la preocupante situación socioeconómica de este territorio, frenar la despoblación y favorecer el arraigo y la regeneración de los pueblos. Si esto fuera así, sería motivo de satisfacción y subsistencia, para los habitantes rayanos y para nosotros mismos.

Ahora, que no nos faltan razones para pensar y dar valor a las pequeñas cosas, tenemos la oportunidad de visitar La Raya y conocer la personalidad de sus gentes, con su rico patrimonio cultural e inmaterial. Una propuesta atractiva y completa, para todos los gustos, un espacio fronterizo que nos une, con muchas cosas en común, donde la vida se comparte, ensalzando las semejanzas y disfrutando las diferencias. > Hay mucho por hacer, empezando por conocer mejor a nuestros vecinos porque somos complementarios y hemos de beneficiarnos mutuamente tanto en lo cultural, como en lo económico.

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