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Machichas o la pasión por el fútbol. Por Nicolás de Elías Vegas

Machichas o la pasión por el fútbol

Nicolás de Elías Vegas

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La vida de nuestro protagonista ha transcurrido siempre entorno al fútbol, su verdadera pasión. Resiliente por naturaleza, ha sido jugador, entrenador y encargado del campo; el Ciudad Rodrigo C.F. es una parte fundamental de su vida “El momento de mayor alegría de mi vida fue cuando me llamaron del Ciudad Rodrigo C.F. para jugar en el primer equipo. Mi primer viaje fue a León, sin ficha y el día de Año Nuevo, no jugué pero la ilusión fue enorme”. A Machichas, apodo que le puso Toñete porque había un jugador con sus mismas características futbolísticas en el Cádiz C.F. Hombre claro en sus ideas, que no duda en expresar con total y absoluta claridad, el deporte rey le ha dado muchas satisfacciones, algún sobresalto, muchas anécdotas y mejores amigos con los que aún sigue manteniendo relación, incluso le dio la oportunidad de saludar a los actuales reyes de España, entonces príncipes, cuando visitaron nuestra ciudad con motivo de las Edades del Hombre, “fue un orgullo para mi darles la mano, cuando salieron del helicóptero que aterrizó en el campo de fútbol”. El fútbol sala vino casi como una necesidad que descubrió otra faceta distinta como fue la del arbitraje. Pero no solo de fútbol ha vivido Machichas, la familia ha sido un pilar fundamental en su vida; casado con Consuelo Sánchez Sánchez, aficionada al deporte que llegó a ser la presidenta del III Columnas, disfrutan de dos hijos, Angel y Marta, “de los que estoy muy orgulloso porque siempre han sido muy trabajadores y sensatos” y dos nietas, Vega y Julia, con las que ejerce como buen abuelo que además le encantan los niños “son una alegría y además me dan poca guerra”. > > Hombre claro en sus ideas, que no duda en expresar con total y absoluta claridad, el deporte rey le ha dado muchas satisfacciones, algún sobresalto, muchas anécdotas y mejores amigos.

Con los Príncipes de España en su visita a las Edades del Hombre.

Murga Los Charros.

Muy integrado en la vida de nuestra ciudad, ha sido partícipe muy activo en el Carnaval farinato protagonizando numerosos disfraces a lo largo de los años junto a su mujer formando parte de la peña Verbenera y corriendo los toros en los encierros en primera línea. Y por si fuera poco el farinatismo que rezuma por los cuatro costados, Machichas formó parte de las murgas mirobrigenses Los Charros y Rondalla Las Tres Colunmas como pandereta “de los que se tiraban por el suelo y saltaba, asegura”.

Ahora disfruta de su jubilación después de muchos años de trabajo como mecánico, montando en bici casi todos los días para mantener el tono físico y paseando con su mujer, entre otras cosas.

Pero no todo ha sido un camino de rosas, Manuel López Sánchez vino al mundo en la calle José María del Hierro el 1 de enero de 1947; fue a la Escuela San Francisco adquiriendo sus primeros conocimientos de la mano de don Nicasio hasta los 14 años “fíjate como eran aquellos tiempos, comenta, que cuando hacía frío cada uno llevábamos al colegio una lata con lumbre y un día un compañero jugando con ella me quemó en el cuello”, para posteriormente formarse en forja en la Escuela de Aprendizaje Industrial, entonces ubicada en la actual Casa Municipal de Cultura. Los estudios no eran lo suyo y “mis padres decidieron que lo mejor era aprender un oficio, me hice mecánico y ha sido con lo que me he ganado

Machichas y la Rondalla Las Tres Columnas con el alcalde en El Porvenir.

la vida. Mi primer trabajo fue en el taller de los tractores LAN, cuyo representante era Baldomero Benito en la Casa de las Velas, luego trabajé con Juan José Alfonso, una gran persona, en el concesionario de la Barreiro y la Talbot, con César Vegas, con el que estuve 20 años, y finalmente en el Uranio tres años”.

Como a todo varón le tocó pasar la mili “una pérdida de tiempo de 18 meses que había que pasar sin remedio”, asegura. “Fui con Manolo el panadero y Amador el de la Electra, primero estuvimos en El Ferral aprendiendo la instrucción y luego en Salamanca. Menos mal que había un capitán, hermano de Dani Castilla, que le gustaba el fútbol y me dejaba salir a jugar los fines de semana”.

El fútbol ha sido una máxima en la vida de Machichas a pesar de las dificultades “primero mis padres se opusieron a que jugara y segundo el no tener medios imprescindibles como una botas, pero a pesar de ello la ilusión siempre me animó a seguir y me escapaba de casa para poder jugar, fíjate que mis primeras botas recuerdo que me las regaló Chuchi Cuesta”. >

Equipo del Telefunken. De pie: San Máximo, Manolo Dorado, Cartagena, Peporro, José, Tonino, Tato y José Manuel. Agachados: Machichas, Collado, Lampi, Juanjo y Lemus.

C.D. Los Charros: Lucas, Satur, Chaneli, Mota, Corrales, Paquito Cordobés, Torino, Soriano, Machichas y Ayala.

> Comenzó, como todos los chavales, jugando en la calle, luego en los Juegos

Escolares con el colegio

San Francisco y el primer equipo del que formó parte fue el Telefunken.

El equipo mirobrigense en una visita al Helmántico. De pie: Vaquero, Julio, Vale, Julián, Prieto, Manolo y Resti. Agachados: Machichas, Guti, Pedro, Reyes y Juanma.

Comenzó, como todos los chavales, jugando en la calle, luego en los Juegos Escolares con el colegio San Francisco y el primer equipo del que formó parte fue el Telefunken, durante dos temporadas, con 15 años “jugábamos en los barrios los campeonatos locales los domingos y siempre había mucha gente animándonos en el foso.” Con 17 años se enroló en Los Charros “jugábamos el campeonato provincial y en el equipo estaban, San Máximo, Etreros…”. Pero el momento más importante en la vida deportiva del ya casi formado extremo derecha fue cuando cumplió los 18 años y fue llamado por el Ciudad Rodrigo CF, para forma parte del primer equipo. Tanto fue así que estuvo defendiendo los colores del equipo farinato hasta los 32 años. Lo hizo de la mano de Oliveira que fue su primer entrenador y posteriormente de Toñete y Coli, como segundo entrenador “fue la mayor alegría de mi vida y disfruté muchísimo defendiendo al equipo de mi pueblo al que defendí al máximo con total entrega y estoy muy agradecido a los aficionados en general que siempre nos apoyaron en los buenos y en los malos momentos, tanto en Regional Preferente como en Tercera División, pero también me sirvió para hacer buenos amigos como Boliche, Magdalena, Isidro, Vaquero, Pedro “el gordo”, San Máximo, Toñete, Juanma, Buscalíos, Cullera, José Luis, Siso, Julio, Guti, Reyes, Juan Pedro… entre otros muchos”. Fueron catorce temporadas defendiendo el escudo del equipo farinato en las que en una de ellas, él era el único jugador nacido en nuestra ciudad.

Mientras jugó en el equipo blanquinegro pasaron por la presidencia del club Francisco Mateos, Benjamín Silva y Constantino Bárez, con los que mantuvo buenas relaciones. Como cabe imaginar, son innumerables las anécdotas que ha vivido nuestro protagonista a lo largo de su longeva vida deportiva en la que pudo fichar por La Ponferradina “pero mis padres no quisieron y no pude irme. Precisamente este equipo, que era el único imbatido de la temporada y habían sacado la noticia en TV, vino a jugar a Ciudad Rodrigo y yo le marqué dos goles”.

La rivalidad provincial con el eterno rival Béjar Industrial no pasaba desapercibida con la presencia de Machichas “en el Mario Emilio desde que salía al campo hasta que se acababa el partido no paraban de silbarme cada vez que cogía el balón. Tuvimos momentos delicados en algún campo pero nunca fue a más a pesar de que no había los medios de seguridad que hay ahora, además de ser campos de tierra, algunos muy malos, pero ya había algunos con hierba”.

En su faceta como entrenador de fútbol, en el año 1982 entrenó al equipo juvenil del Ciudad Rodrigo CF durante dos años, sacándose el carnet de entrenador al año siguiente, “durante un año, Juan el del Pibe (entrenador del Atenas) y yo fuimos todos los jueves a Salamanca para sacarnos el título examinándonos en la Federación de Castilla y León en Valladolid”. En la temporada 84-85, pasaron al primer equipo, que militaba en regional, 10 jugadores del juvenil y con ellos Machichas y pese a su juventud consiguieron mantenerse en la categoría.

> Como buen farinato el Carnaval lo ha vivido siempre con toda la intensidad.

Pero no solo la fiesta grande sino también el preCarnaval con las murgas de

Los Charros y La

Rondalla Las Tres

Columnas.

FÚTBOL SALA

El fútbol sala también ha sido una parte importante en su vida deportiva, tanto es así, que en el Club Deportivo Tres Columnas, del que fuera presidenta su mujer Consuelo y Miguel Matías Rubio, además de Juan Sánchez como fundador, junto a Félix Boliche, Abdón Gutierrez, Lucio Curto, César Vegas, Jerónimo (ENUSA), Juan Martín y Chema, le llamó para entrenar al primer equipo en primera división provincial “ estuve siete temporadas entrenando al equipo de 1ª división provincial contando con muy buenos jugadores, muy responsables y disciplinados lo que sirvió para que siempre acabáramos la temporada de la mitad de la tabla para arriba, incluso en la 90-91 quedamos subcampeones. Fueron unos años que los recuerdo con mucho cariño al igual que a los jugadores que pasaron por mis manos que muchos de ellos ahora son entrenadores en distintas categorías de un club que siempre ha funcionado con mucha seriedad”.

CARNAVAL

Machichas recibiendo la Medalla al Mérito Deportivo de la mano de Joaquín Sánchez, Tato.

Como buen farinato el Carnaval lo ha vivido siempre con toda la intensidad. Pero no solo la fiesta grande sino también el preCarnaval con las murgas de Los Charros y La Rondalla Las Tres Columnas “me gustaba el cante, tocar la armónica y la pandereta, empecé en Los Charros y luego en las Tres Columnas. Dedicábamos mucho tiempo en preparar las coplas en La Bodega y como las noches se hacían muy largas mi mujer se enfadaba mucho y lo tuve que dejar”.

En cuanto al Carnaval se refiere “lo he disfrutado siempre a tope, desde el viernes hasta el martes. >

Machichas en su época como entrenador del equipo juvenil del Ciudad Rodrigo C.F. De pie: Gabri, Boliche, Juán José, Manuel, Campero, Recar, Guti, Alemán, Quico y Machichas. Agachados: Pepe Carpio, Toño, Juan Domingo, Toño, Zamarreño, Chemi y Tamames.

Machichas y Coli como entrenador del primer equipo del Ciudad Rodrigo. De pie: Coli, Álvaro, Pedro, Raúl, Camacho, Luciano y Machichas. Agachados: Pichoga, Dioni, Fran, Julián, José y David Vicente. Entrenador del primer equipo de fútbol sala del C.D. Tres Columnas. De pie: Machichas, Juan, Chema, Valentín, Toño, Gero y Boliche. Agachados: Beli, Miguel, Simón y Candy.

Me gustaba correr en los encierros y desencierros en la subida al Registro, salía de casa por la mañana y no volvía hasta la noche. Pertenecía a la peña Verbenera, una de las más antiguas de Ciudad Rodrigo que al final por la edad terminó por desaparecer cuando teníamos la sede en la plaza del Buen Alcalde, donde todas las mañanas almorzábamos huevos con farinato y después del desencierro quedaba con Nano Marta y nuestras mujeres para seguir con la fiesta”.

Los disfraces también han sido muy importantes en el Carnaval para Machichas “me gustaba mucho disfrazarme y participábamos en la carrozas de la plaza todos los de la peña, un año ganamos el segundo premio con “Los Ciento Un Dálmatas”, al año siguiente nos disfrazamos del “Flautista de Hamelín”.

Pero no solo participaba en la carrozas también “los sábados por la noche íbamos al baile de disfraces del Teatro, cada año con un disfraz distinto con Nano Marta y nuestras mujeres y unos amigos que venían de Francia. Primero traían ellos los disfraces y luego ya nos los hacíamos nosotros. También los lunes por la noche participábamos en el baile de disfraces que había en el Conde Rodrigo”.

En definitiva, toda una vida dedicada al deporte que la delegación provincial de Educación Física y Deportes supo reconocer en el año 1976, premiando los méritos deportivos de Manuel López Sánchez, Machichas.

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