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Feria de Teatro: la cultura segura y necesaria. Por Manuel J. González Fernández • Fundación Ciudad Rodrigo: el año de la alfabetización digital. Por Departamento
Feria de Teatro: la cultura segura y necesaria
Manuel J. González Fernández | Director Feria de Teatro de Castilla y León/Ciudad Rodrigo.
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La 23ª edición de la Feria de Teatro de Ciudad Rodrigo ha sido capaz de rediseñarse y adaptarse a las exigencias organizativas en tiempos de la covid19, desarrollándose del 25 al 29 de agosto de 2020 en sus fechas previstas. Ha sido un año difícil, duro, igual de complicado que para otros muchos sectores de la sociedad, pero desde el equipo de gestión de Civitas y las instituciones que amparan la Feria de Teatro se ha demostrado que es posible mantener la actividad cultural. Desde que comenzó la pandemia, las ferias de artes escénicas han sufrido, > La 23ª edición de la especialmente, las consecuencias de readaptar sus proyectos a los Feria de Teatro de protocolos y medidas de prevención de la covid que en la mayor parte Ciudad Rodrigo ha sido de los casos han imposibilitado la celebración del evento, siendo la capaz de rediseñarse Feria de Ciudad Rodrigo la única de toda España que ha podido, y ha sabido, rediseñarse para mantener sus esencias. No ha sido una feria y adaptarse a las testimonial, el esfuerzo económico de las instituciones y el esfuerzo exigencias organizativas de trabajo organizativo es muy importante y no se trataba de hacer en tiempos de la covid19. una feria para salir del paso, por lo que cumpliendo con la función de servicio público que cumple la Feria se consiguió hacer una edición con fuerza, atractiva y de calidad. Y, sobre todo, útil para los profesionales pues ante todo no podemos olvidar que la Feria de Teatro es un mercado de artes escénicas y el perfil profesional debe ser prioritario. >
Desde las primeras semanas de la pandemia, aunque faltaba medio año para la celebración de la Feria de Teatro, ya se atisbaba que sería imposible realizar una edición “normal”, por lo que se inició un largo camino de estudio y reflexión para valorar cómo ajustarse a las nuevas circunstancias. La incertidumbre ha sido compañera de viaje constante obligando a repensar la Feria en muchas ocasiones previendo diferentes escenarios. En el mes de abril la vigésimo tercera edición ya estaba planificada con vistas a acoger 44 compañías en sintonía con las programaciones de los últimos años, pero ya desde el principio se temía que no fuera posible mantener una programación de gran impacto en la población; por lo que se empezó a trabajar en diferentes escenarios y a repensar el proyecto, lo que propició el manejar varios planes diferentes de trabajo que se fueron repensando junto con la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo. Fruto de todo ello, en la primera semana del mes de junio ya se disponía de un plan de rediseño de la Feria de Teatro que trabajaba en dos líneas, una encaminada a realizar una “feria concentrada”, en sintonía con la programación que se realiza todos los años a finales de agosto, y otra “feria expandida” que propiciaba la realización de diferentes acciones de promoción de las artes escénicas tanto para profesionales como para la población en otros momentos del año, que se concentraron fundamentalmente en el mes previo de la feria en función de la evolución de la situación sociosanitaria.
Otros proyectos similares se han reconvertido en programaciones virtuales, online, o directamente se han aplazado un año; pero en Ciudad Rodrigo se ha podido comprobar qué con capacidad de trabajo,
coordinación institucional, implicación del sector y la población, es posible sacar adelante un proyecto de envergadura como lo es la Feria de Teatro, con una importante programación presencial, pues no podemos olvidar que es el evento cultural de artes escénicas más importante de Castilla y León y uno de los más influyentes de España. Trabajando con rigurosidad, profesionalidad, cautela y mucha precaución se consiguió diseñar una programación que ha mantenido el mismo número de funciones que en las últimas ediciones, pese a reducir un veinticinco por ciento el número de compañías seleccionadas; además de conseguir ser un punto de encuentro profesional que, un año más, atrajo a un importante número de profesionales, pese a acreditar un treinta por ciento menos de profesionales que en otras ocasiones. Aún así, los datos respaldan el éxito de la Feria de Teatro de Castila y León/Ciudad Rodrigo dadas las circunstancias que afrontaba
La Feria de Teatro tenía que enfrentarse a la incertidumbre de cómo sería la movilidad de los profesionales que cada año se desplazan a Ciudad Rodrigo, a las dudas sobre cuales serían las restricciones sanitarias para poder aplicar los protocolos de prevención y a la indecisión de los públicos. La primera decisión que se tomó fue la de suprimir todos aquellos espectáculos en los que no se pudiera garantizar el adecuado control del público, manteniendo el distanciamiento social, la trazabilidad y la buena visibilidad del espectáculo, por lo que se optó por suprimir los espectáculos itinerantes y pasacalles, que tanta animación aportan cada año a la localidad. Este año más que nunca había que limitar la movilidad y reducir los riesgos minimizando el flujo de públicos y profesionales. No podía ser una edición en la que ofrecer impactantes números de asistencia de público como otros años, sino todo lo contrario, una edición en la que primase el control y la calidad por encima de todo. Se ha trabajado por mostrar a los ciudadanos que asistir al teatro es seguro, además de fundamental para sostener la dinámica social, cultural y económica. Ha sido el año en el que “menos es más”, menos programación y menos público era más seguridad, más tranquilidad, más calidad de la experiencia y más confianza.
Aun así, como prueba de la relevancia que tiene la Feria de Teatro, la vigésima edición ha movilizado más de cinco mil trescientos espectadores, datos inimaginables en los tiempos que corren, como consecuencia del respaldo fiel que tanto los profesionales como el público han demostrado que agotaban las entradas en la mayor parte de las cincuenta y dos funciones realizadas.
Además, la Feria ha reforzado su impacto mediático lo que proporciona una importante proyección de Ciudad Rodrigo, ya que este año no era posible movilizar a millares de personas como en otras ocasiones, se ha podido invertir en futuro, en promoción y distinción de nuestro territorio. >
Distanciamiento social, acercamiento humano
Las circunstancias actuales obligan a cambiar a corto y medio plazo nuestra forma de relacionarnos, tanto en nuestra vida cotidiana, como estamos comprobando, como en nuestra vida laboral y social. Y, por tanto, de forma directa afecta a todo lo que concierne a la actividad cultural en general y las artes escénicas en particular, que son una actividad esencialmente “social”, que requiere el contacto físico de sus artistas, del público y del personal de la cultura. Son una actividad en vivo que necesita de la concurrencia del público, y donde la comunicación con el espectador es fundamental para que se produzca el hecho escénico. Es una actividad de carga emocional, y por tanto requiere de cercanía y confianza. Además, es indisociable de la actividad escénica, el contacto físico también entre los artistas en escena. Por ello, esta naturaleza propia de la actividad escénica dificulta especialmente la aplicación de medidas de protección de la covid19 basadas en la “distancia de seguridad” o “distanciamiento social”. Todo ello se revelaba como tremendos obstáculos a la hora de planificar la programación de la Feria de Teatro, que han traído nuevos hábitos a los que ahora estamos acostumbrados; la Feria de Teatro ha sido pionera en nuestro país en implantar los protocolos de prevención y contención de la covid con medidas de protección para los trabajadores, artistas y públicos. Sin duda, las medidas implementadas en la Feria de Teatro de Ciudad Rodrigo en agosto, han marcado el camino para otros muchos eventos y programaciones escénicas de nuestro país y han sido un modelo a imitar.
En ningún momento el equipo de gestión flaqueó y contempló seriamente la posibilidad de suspender la vigésimo tercera edición, sino que en todo momento se trabajó por repensar el modelo y buscar soluciones, trabajando por mantener la Feria siempre que las autoridades sanitarias lo permitiesen. Era de capital importancia hacer la Feria de Teatro por compromiso con el sector de las artes escénicas, que lo necesitaba más que nunca; por responsabilidad e implicación con el territorio, muy afectado socioeconómicamente;
y por el valor emocional colectivo que desprende la Feria de Teatro permitiendo recuperar el valor humanista de esta iniciativa que comenzara hace ya más de dos décadas y era fundamental mandar a los ciudadanos el mensaje de que la cultura no desaparece, sino que la cultura es esencial.
Un camino en difícil equilibrio
Desde el equipo de gestión se apostó de forma valiente por no perder el valor de la Feria de Teatro, trabajando contra viento y marea por adaptar el proyecto a las exigencias de los nuevos tiempos, llenos de incertidumbres, en un camino en el que constantemente se modificaban los protocolos y las restricciones por parte de las autoridades sanitarias. El trabajo ha sido intenso para minimizar los impactos de la pandemia que paraliza la actividad económica y social, procurando desarrollar una edición sensata, coherente y acorde a las circunstancias. Pese a que el apoyo e implicación de la Junta de Castilla y León, Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo y la Diputación Provincial ha sido firme y no solo han mantenido el mismo presupuesto que en los últimos años sino que han reforzado su confianza en el equipo de gestión; la organización de la Feria de Teatro este año se ha afrontado con una sensible reducción del presupuesto, con sesenta mil euros menos que en la última edición, teniendo que afrontar, sin embargo, gastos extraordinarios como consecuencia de las nuevas medidas y aforos, contratando a más personal a la par que se ha aumentado el gasto en adaptación de espacios, seguridad e higiene.
Pese a haber sido una edición extraordinaria y muy complicada, con una notable reducción de público al realizarse todos los espectáculos en recintos cerrados y no ser posible mantener las acciones de animación en calles y plazas, desde la organización se ha intentado minimizar el impacto para el tejido local, por lo que se ha mantenido el mismo número de proveedores locales que en años pasados, la implicación juvenil y colaboración ciudadana, y, como ejemplo, este año tan difícil en el que se han perdido tantos eventos y campañas turísticas de importancia como la propia Semana Santa, la facturación de la Feria de Teatro en alojamientos se ha mantenido como media en un setenta por ciento de lo habitual, con lo que se ha logrado amortiguar las pérdidas para el sector.
El reajuste de la Feria de Teatro se ha producido fundamentalmente en la reducción de los aforos de los espacios escénicos para poder cumplir con la normativa vigente en cada momento y respetar además las recomendaciones de las autoridades sanitarias. De este modo, se han reducido el número de espacios, si bien se han mantenido con un treinta por ciento del aforo los tres principales espacios de sala como son el Teatro Nuevo Fernando Arrabal, el Espacio AFECIR y la Sala Tierra de Ciudad Rodrigo, en los que todos los días se doblaba función con representaciones por la mañana y por la tarde, >
asumiendo un importante esfuerzo en las tareas de desinfección y limpieza entre función y función. Por otra parte, la programación de artes de calle se ha realizado en recintos acotados, cerrados, para garantizar el control y trazabilidad del aforo, para un máximo de doscientas personas, y apostando por revalorizar el patrimonio local. De este modo, la programación a cielo abierto se ha realizado con notable éxito en el patio de Los Sitios, el patio de colegio Misioneras de la Providencia/Santa Teresa, el patio Mayor del Seminario Diocesano, el patio del palacio Episcopal y en los Jardines de Bolonia. Además, la reducción de aforos se ha intentado también compensar con el hecho de que muchas compañías hayan realizado dos funciones, ofreciendo a los espectadores y a los profesionales una doble oportunidad de ver el espectáculo.
Finalmente se programaron 33 compañías, la mitad de las mismas procedentes de Castilla y León en lo que se ha configurado como una apuesta decidida por reforzar la escena local. Se han exhibido producciones de diez comunidades autónomas diferentes y de Portugal, destacando en esta edición la implicación de instituciones que vertebran la Vía de la Plata, con acuerdos de colaboración con la Junta de Extremadura, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Gijón. En total se han presentado 16 espectáculos en calidad de estreno, y Ciudad Rodrigo se ha convertido un año más en el centro de atención para el sector escénicos de nuestro país reivindicado un año > > Finalmente se programaron 33 compañías, la mitad de las mismas procedentes de Castilla y León en lo que se ha configurado como una apuesta decidida por reforzar la escena local.
más como la feria de occidente. Toda la programación se ha completado con acciones online, como cursos, un espectáculo online y la generación de herramientas digitales al servicio de los profesionales, ligadas fundamentalmente a la web de la Feria de Teatro. Por otra parte, las actividades complementarias han contado nuevamente con una participación activa de los jóvenes mirobrigenses, así como es destacable la exposición dedicada al público en la Casa Municipal de Cultura.
La vocación de servicio público para el sector escénico que atesora la Feria de Teatro como mecanismo de acelerador de mercado y generador de puntos de encuentro, se ha consolidado con la incentivación de nuevas iniciativas para el sector como la creación del primer Catálogo Virtual de Compañías de Castilla y León que la organización ha creado y está integrado por casi ochenta compañías profesionales; o la puesta en marcha de las residencias técnicas que el Teatro Nuevo acogió en el mes de julio para que las compañías seleccionadas pudieran cuajar sus espectáculos.
Para conseguir un éxito organizativo en circunstancias tan difíciles como se están viviendo en todo el país, ha sido muy importante el aliento de todas las entidades e instituciones colaboradoras, que no han cejado en su empeño de apoyar la Feria de Teatro más que nunca en estos momentos complicados; encabezados por Afecir que ha actuado de manera comprometida y responsable defendiendo los intereses mirobrigenses nuevamente con su implicación y apoyo fiel a la Feria de Teatro.
El mayor de los retos que se ha afrontado ha sido el saber adaptar e implantar todos los protocolos y medidas de seguridad, aspecto que ha absorbido muchas horas de trabajo duplicando la intervención del personal, pero consiguiendo ofrecer los espectáculos en las mejores condiciones posibles aportando seguridad y tranquilidad tanto para los trabajadores escénicos como para el público; aspecto que se ha visto gratamente recompensado con el reconocimiento de los profesionales asistentes, los medios de comunicación y los espectadores. La aplicación sobresaliente de las medidas covid ha sido un estímulo para muchos responsables de programación, así como han marcado el camino sobre algunos procedimientos que se han convertido en indispensables en los últimos meses.
El Divierteatro y la participación juvenil
La reducción de aforos y por tanto de la participación del público durante los días de la Feria, se ha contrarrestado con el aumento de actividades de dinamización de la población, fundamentalmente aquellas destinadas a los jóvenes, con varias iniciativas participativas y de teatro comunitario. De este modo, se han extendido las acciones de la Feria a los meses de julio y agosto, con proyectos de formación y creación para jóvenes, de la mano de profesionales de reconocido prestigio. Al habitual curso de formación en animación teatral en el que participan medio centenar de jóvenes todos los veranos, este año se ha sumado una formación especializada en Teatro de Clown, con la implicación de la compañía de Eugenia Manzanera y la compañía palentina Garrapete.
También se han puesto en marcha otras experiencias de formación-acción, como la propuesta de creación de una instalación teatral sonora que se configura como una iniciativa única en España, y que ha permitido convertir el parque de la Florida en un teatro al aire libre y gratuito, abierto las veinticuatro horas del día dado que se trata de un recorrido interactivo en el que los paseantes se encuentran una decena de señales con códigos QR en los que pueden escuchar narraciones realizadas por jóvenes después de un proceso de formación guiado por Félix Albo. Bajo el nombre de “Arbolaire: historias a la sombra”, se ha realizado esta instalación teatral que nace con vocación de permanecer estable en el parque de La Florida como un atractivo adicional. Otra de las actividades
destacables en este ámbito, ha sido el curso de formación multimedia y performance que, bajo la dirección de Nina Reglero y Carlos Nuevo, permitió la creación de una pieza escénica multimedia de gran contenido social y contemporánea que atrajo el interés de TVE que ofreció un reportaje sobre la misma en el telediario del 28 de agosto. Se trata de Reset 20/20, donde los jóvenes reflexionan sobre los videojuegos y su influencia en nuestra sociedad, osmotizando la realidad con la ficción. Por último, otro grupo de jóvenes participó activamente en el espectáculo de teatro foro “La Chica que soñaba” de la compañía The Cross Border Project, invitando a reflexionar sobre la participación de las mujeres en los estudios científicos y de ingeniería.
Un año más, una de las actividades más identificativas de la Feria de Teatro ha sido el Divierteatro, dedicado en esta ocasión al Teatro del Clown. El programa de animación infantil es una de las señas de identidad de la Feria de Teatro, y pese a todas las adversidades este año ha sido también capaz de adaptarse a las nuevas circunstancias afrontando una reducción drástica de aforos, que ha propiciado que el número total de participantes en esta ocasión haya sido en los cuatro días el mismo que sería en un solo día en años anteriores. Velando por garantizar la seguridad y por evitar el efecto llamada, el Divierteatro se ha realizado con severas medidas de seguridad y modificando su organización habitual, con una implantación modélica de los protocolos recomendados por las autoridades sanitarias que >
> Un año más, una de implicaba el reducir el número de niños y niñas participantes, el las actividades más habilitar una entrada y salida diferente, el aumentar el horario de las actividades, el garantizar el distanciamiento mínimo de un metro y identificativas de la medio en todo momento, el uso de materiales individuales y el limitar
Feria de Teatro ha sido el tiempo de participación en las actividades a una hora de duración el Divierteatro, dedicado en esta ocasión al Teatro pero facilitando que todos los participantes disfrutasen de todas las actividades. Se suprimió la carpa de la plaza del Buen Alcalde para los niños y niñas de 3 a 6 años, ofreciendo en su lugar actuaciones de del Clown. clown musical en los jardines del palacio de Montarco; y en la plaza del Buen Alcalde se articularon tres centros de interés diferenciados y cuadruplicados para poder acoger una mayor participación, destinados a realizar actividades de juego dramático (clown), talleres plásticos de animación teatral y representaciones de pequeño formato.
En definitiva, la 23ª edición ha sido singular, difícil, pero muy satisfactoria por ser capaces de sobreponerse a todas las adversidades y adaptarse a las nuevas circunstancias con profesionalidad y responsabilidad, mostrando que la cultura es segura, además de ser necesaria, como acaba de declararse en el Senado de la nación de forma unánime por parte de todos los grupos políticos.