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y su tierra. Por Miguel Ángel Largo Martín • La sociedad de jóvenes de la Tersicore [Terpsícore]. Una particular asociación.

200 aniversario de la muerte de Napoleón.

La huella del emperador en Ciudad Rodrigo y su tierra

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Miguel Ángel Largo Martín

Este año 2021, concretamente el 5 de mayo, se cumplen doscientos años del fallecimiento de Napoleón Bonaparte. Aunque este personaje histórico no llegó a pisar nunca Ciudad Rodrigo ni su comarca, la huella del emperador es profunda por estas tierras. A todos se nos viene a la cabeza los hechos de la Guerra de la Independencia, ocurrida entre 1807 y 1814. Pero estos no fueron los primeros sucesos ocurridos en tierras mirobrigenses que tuvieron relación con las ansias expansionistas y de control de Napoleón Bonaparte.

Tras la ejecución de Robespierre en 1794, el poder ejecutivo de la Primera República Francesa había recaído en un directorio, formado por cinco directores, elegidos por el Consejo de Ancianos. Dicho directorio tuvo que hacer frente a una permanente situación de inestabilidad durante los últimos años del siglo XVIII, y al final fue derrocado por el golpe de estado del 18 de brumario (9 de noviembre) de 1799, encabezado por un incipiente general corso llamado Napoleón Bonaparte, que había sobresalido en las campañas de Italia y Egipto. Bonaparte sustituyó el directorio por un Consulado, en el que él fue el primer Cónsul, convirtiéndose en la persona más poderosa de Francia.

Desde el inicio al frente de la Primera República Francesa, Napoleón desafió a Gran Bretaña para hacerse con la supremacía europea, lo cual ya había comenzado en la campaña de Egipto. Una de sus primeras acciones para anular a Gran Bretaña fue conminar a Portugal a romper su alianza tradicional con los británicos y cerrar los puertos lusos a los barcos de la Pérfida Albión. >

El primer Cónsul francés, Napoleón Bonaparte, franquea los Alpes en 1800. Autor: Jacques Louis David.

1. FUGIER, A. La Guerra de las Naranjas, Luciano Bonaparte en Badajoz. Diputación de Badajoz. Badajoz, 2007, p. 205.

En este objetivo inmiscuyó a España, a la que había enviado como embajador a su hermano Luciano, y que estaba gobernada por un ambicioso Manuel Godoy, Príncipe de la Paz. Luciano Bonaparte firmó con España el 29 de enero el Tratado de Madrid, por el cual se exigía a Portugal que rompiese su alianza con Gran Bretaña, y no dejase atracar a los barcos de ésta en sus puertos. Si el reino luso rechazaba esta imposición, España le declararía la guerra e invadiría Portugal, usando sus ejércitos, más uno que Napoleón ponía a su disposición. Portugal se negó a claudicar ante las exigencias hispano-francesas y España le declaró la guerra a finales de febrero de ese año de 1801.

El primer Cónsul puso a disposición española un ejército que estaba al mando del general Leclerc, cuñado de Napoleón y Luciano Bonaparte. Este ejército de Leclerc estaba compuesto por tropas procedentes de Italia y del Rhin, y lo componían unos 18.000 hombres y cerca de 3.000 caballos. El primer Cónsul recomendó respetar las costumbres y prejuicios de los españoles, y su cuñado explicó a cada uno de los cuerpos que integraban su ejército, que convenía observar absoluta moderación en lo tocante a las prácticas religiosas1. La vanguardia de este ejército de Leclerc, compuesta por unos 4.000 hombres, al mando del general Monnet, se internó en España a primeros de mayo, llegando a Ciudad Rodrigo el día 20, donde el también general francés Saint-Cyr pasó solemnemente revista a esta vanguardia2 . A su llegada a la ciudad rodericense, el comandante de la plaza, Escalante, no había preparado su acantonamiento3. En los días siguientes arribaron más tropas francesas a Ciudad Rodrigo, repartiéndose en diferentes localidades cercanas a la frontera. Otras unidades del ejército de Leclerc llegaron a otros puntos españoles fronterizos con Portugal, aunque su comandante en jefe aún estaba en tierras francesas cuando todas sus unidades estaban ya desplegadas frente a tierras lusas.

También el 20 de mayo comenzó la invasión española de Portugal, pero sólo en la frontera pacense. Al llegar a Elvas, los soldados españoles cogieron ramos de naranjas en el glacis de esta ciudad, y se los enviaron al Príncipe de la Paz, lo cual dió el mote a este conflicto, Guerra de las Naranjas. Cuando llegó el día 11 de junio a Badajoz el general Leclerc, comandante de las tropas francesas en España, las hostilidades hispano-lusas ya habían terminado4, habiéndose firmado entre España y Portugal el Tratado de Badajoz el día 6 de ese mes.

En las tierras mirobrigenses, la vanguardia de las tropas francesas situó la derecha en el Fuerte de la Concepción, la izquierda en la sierra de Francia, y el cuartel general de la misma se ubicó en Gallegos de Argañán, que según los franceses “era una miserable aldea situada en medio de la frontera”5. Aunque estas tropas de Leclerc eran aliadas, al mismísimo Godoy el comportamiento de las mismas, y el de sus jefes, en Ciudad Rodrigo le molestó, ya que los de Leclerc creían estar en un país conquistado, saqueando, requisando y ocupando6. Pero también estas tropas galas destacadas en tierras mirobrigenses tuvieron comportamientos no tan negativos. Uno de ellos fue el acaecido el 4 de junio en Fuenteguinaldo. Ese jueves se celebraba la festividad del Corpus

> En las tierras mirobrigenses, la vanguardia de las tropas francesas situó la derecha en el Fuerte de la Concepción, la izquierda en la sierra de Francia, y el cuartel general de la misma se ubicó en Gallegos de

Argañán.

2. PIETRI, F. Lucien Bonaparte a Madrid. Bernard Grasset Editeur. París, 1951, p. 231. 3. PIETRI, F. Lucien Bonaparte... op. cit., p. 247. 4. FUGIER, A. La Guerra de las Naranjas… op. Cit, p. 206. 5. ROBLEDO, R. & MARTÏN MAS, M.A. Memorias del general Thiébault en España (1801-1812). Universidad de Salamanca. Salamanca, 2015, p. 142. 6. PIETRI, F. Lucien Bonaparte... op. Cit, p. 253. 7. AHDCR. Libro de Cuentas Cofradia del Santisimo de Fuenteguinaldo (1745-1838). Sig 23.2 . Cuentas Año 1801.

Manuel Godoy. Autor: Francisco de Goya.

Christi y según los libros parroquiales guinaldeses, se dieron 100 reales a la “tropa francesa, que acompañó en la Procesión solemne del Corpus, y hizo todos los honores militares”7. Nos llama la atención que las tropas francesas presentes en Guinaldo escoltasen la custodia con la sagrada hostia porque no nos olvidemos que eran soldados de la República Francesa nacida tras la Revolución de 1789, que propugnaba el ateísmo. Pero como ya hemos comentado anteriormente, el ejército de Leclerc estaba formado por tropas de Italia y del Rhin, es decir católicos, y el primer Cónsul Napoleón les había recomendado respetar las costumbres y prejuicios de los españoles.

La reina María Luisa de Parma, esposa de Carlos IV, tuvo la intención de desplazarse a Ciudad Rodrigo para visitar a las tropas de Leclerc, cuya fama embargaba la curiosidad de la soberana. Y es que no nos olvidemos, las tropas de Napoleón ya empezaban a tener notoriedad debido a batallas como Marengo o >

> La reina María Luisa de

Parma, esposa de Carlos

IV, tuvo la intención de desplazarse a Ciudad

Rodrigo para visitar a las tropas de Leclerc, cuya fama embargaba la curiosidad de la soberana.

8. PIETRI, F. Lucien Bonaparte... op. cit, p. 254.

General Leclerc Charles-Victorie-Emmanuel Leclerc. Autor: François-Joseph Kinson.

Mausoleo de Napoleón en la Iglesia de los Inválidos de París.

la de las Pirámides, ocurridas en 1800 y 1798, respectivamente. Pero el Príncipe de la Paz quitó a la reina las intenciones de desplazarse a Ciudad Rodrigo, debido a los calores de la estación y a la grosería de la soldadesca8 .

Aunque el Tratado de Badajoz, que puso fin a la Guerra de las Naranjas, se había firmado el 6 de junio, las tropas francesas no abandonaron sus posiciones frente a la frontera portuguesa. La razón es que el acuerdo firmado por las autoridades portuguesas y españolas no cumplía las expectativas del primer Cónsul Napoleón, por ello había ordenado a las tropas de Leclerc seguir en sus posiciones. Ejemplo de que las tropas francesas permanecieron en tierras mirobrigenes es que el 25 de junio en la iglesia parroquial de Gallegos de Argañán se dio sepultura a un “Carabinier au 3ª Bataillon des Francs. de Lovest, el qe murió el dia antecedente aogado, estando bañándose en la ribera de la Azaba, en el termino de este Lugar, y antes de darle Sepultura Eclesiastica, dio Palabra su Comandante y otros Oficiales, era Catholico Christiano”9. También por esas fechas de finales de junio, el general Thiébault llegó a Ciudad Rodrigo para hacerse cargo de la vanguardia del ejército de Leclerc, y coincidió con la estancia del mismo >

9. AHDCR. Libro de Defunciones de Gallegos de Argañán (1763-1815), p. 143. 10. ROBLEDO, R. & MARTÍN MAS, M.A. Memorias del general Thiébault… op. cit, pp. 141-148.

cuñado de Napoleón en Ciudad Rodrigo10. Incluso Leclerc encargó a Thiébault presidir en Ciudad Rodrigo varios tribunales de revisión que habían condenado a muerte en primera instancia a soldados franceses. La revisión de Thiébault libró a los soldados de la máxima pena, cosa que no gustó a Leclerc, por lo que relevó a Thiébault del mando de la vanguardia de su ejército.

A finales de julio, las relaciones entre Francia y España se habían vuelto hostiles a cuenta de la posición de Napoleón sobre el Tratado de Badajoz, e incluso las tropas galas presentes en España temían un ataque de las tropas españolas. Por ello, a primeros de agosto, las huestes de Leclerc destinas en Ciudad Rodrigo y su comarca se empezaron a retirar hacia Salamanca. Durante ese repliegue, en el libro de defunciones de San Muñoz se señala que el 8 de agosto “falleció socorrido con el Sacramento de la Extremauncion (por no haver dado lugar a otro socorro la enfermedad), Dn Alejandro Annee, Capitan del Segundo Batallon de la Diez y Seis Media Brigada de Ynfanteria Ligera de las Tropas Francesas auxiliares de la España en la guerra declarada a Portugal e Ynglaterra”11 . > El papel que jugó en 1801 Finalmente el 29 de septiembre de ese mismo año de 1801,

Ciudad Rodrigo en el tablero de ajedrez de la mente de Luciano Bonaparte firmaba en Madrid un nuevo tratado que está vez si satisfacía a su hermano el primer Cónsul.

Napoleón Bonaparte, era un El papel que jugó en 1801 Ciudad Rodrigo en el tablero de preludio de lo que ocurriría ajedrez de la mente de Napoleón Bonaparte, era un preludio durante la Guerra de la de lo que ocurriría durante la Guerra de la Independencia

Independencia (1807-1814). (1807-1814), cuando ya era emperador, de lo cual se ha escrito muchísimo más que del papel que tuvo la ciudad en la Guerra de las Naranjas. Y es que Ciudad Rodrigo y sus tierras eran la puerta de entrada para doblegar a Portugal en su relación tradicional con Gran Bretaña, con la cual estaba disputando la hegemonía europea, que era en esa época como decir hegemonía mundial. Durante la Guerra de la Independencia, Ciudad Rodrigo y su comarca quitaron muchas veces el sueño a Napoleón, como en 1810 cuando el mariscal Masséna se eternizaba en tomar Ciudad Rodrigo antes de poder entrar en Portugal para invadirla por tercera vez y expulsar a los británicos del reino luso. Por cierto, Napoleón no dirigió esta campaña ya que sus asuntos en centro Europa le parecían más prioritarios, pero intención tuvo de hacerlo. Igualmente la llegada a Ciudad Rodrigo de Masséna en abril de 1811, después de estar a las puertas de Lisboa, trastocó el sueño del emperador. Y lo que realmente le causó insomnio al emperador, fue la toma de Ciudad Rodrigo en enero de 1812, lo que suponía que sus sueños por dominar España se desvanecían.

Napoleón Bonaparte nunca estuvo en Ciudad Rodrigo, lo más cerca que estuvo fue a 200 kilómetros en enero de 1809, pero el nombre de Ciudad Rodrigo ocupó mucho la mente del emperador. Porque Ciudad Rodrigo era la cabeza de puente de España a Portugal o de Portugal a España, y tenerla bajo mando napoleónico significaba que se podían lanzar ataques contra los portugueses y sus aliados, mientras si la ciudad estaba en manos enemigas, significa que éste podía hacer a los de Napoleón la vida imposible.

11. AHDCR. Libro de Defunciones de San Muñoz (1797-1809), p. 16v.

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