8 minute read

La fuerza del blanco y negro: Pazos. Por Adoración Hernández García

La fuerza del blanco y negro: Pazos

Adoración Hernández García

Advertisement

Vuelven las clásicas fotos, después de superada aquella novedad de fotos en color. Y luego de éstas, un nuevo modelo de fotografía basada en códigos binarios que no necesitan de laboratorio analógico (como se dice ahora al proceso químico del antiguo revelado). En especial, seguidamente de implantarse la comunicación mediante redes sociales, la fotografía en blanco y negro, en particular la antigua, está tomando posiciones con fuerza. De ahí este homenaje a la saga de fotógrafos Pazos, en cuyos respectivos estudios posaron muy variados mirobrigenses y por distintas razones; bien gratas por cierto y entrañables de recordar.

El iniciador de esta saga fue Agustín Pazos Pérez, quien nació en Ciudad Rodrigo un 4 de diciembre de 1879, hijo de Juan Lucio Pazos (militar destinado a nuestra plaza fuerte) quien casó con Isidora Pérez. Sus cuatro hermanos marcharon a Filipinas junto con sus padres, y Agustín quedó con un tío suyo, médico en Saelices El Chico. En aquel tiempo la familia Sánchez Arjona era aficionada a la fotografía, e introducen a Agustín en las técnicas del revelado y positivado cuando contaba quince años de edad, aproximadamente. Se casó con Luz Íñigo Hernández, instalándose como fotógrafo profesional en la ciudad amurallada. Funda así lo que con el tiempo > > El iniciador de esta saga fue Agustín Pazos

Pérez, quien nació en

Ciudad Rodrigo un 4 de diciembre de 1879, hijo de

Juan Lucio Pazos (militar destinado a nuestra plaza fuerte) quien casó con

Isidora Pérez.

Foto Pazos. El hojalatero.

sería una prestigiosa firma de foto local: “Fotografía Pazos”. En el discurrir de su vida se dedicó a las fotos de estudios y hacer instantáneas por las comarcas de Ciudad Rodrigo y las Hurdes, captando en ellas vida y costumbres de diferentes épocas. Falleció en su pueblo natal en el año 1949.

Buscando esta información en la red de redes, me encontré con una de sus fotos cuyo protagonista, un sencillo hojalatero, bien podía pasar a formar parte de un museo etnológico donde se cataloga y estudia la raza humana por nuestras latitudes. Es una pieza gráfica que dejó plasmada con la inmensa fuerza de un hombre diestro en oficio de características tan antiguas: leñador, paragüero, parcheador de ollas y sartenes, etc.

Hablando de aquella época, donde Ciudad Rodrigo contaba con guarnición propia, también debía ser constante el trabajo de estudio que le debieron solicitar distintos militares o clase de tropa.

Foto Pazos. Fuente: Todocolección.Net

He conseguido verdaderas joyas, de los primeros años del siglo XX. Dos van con sus respectivas dedicatorias de grata caligrafía. La primera dice: “A mi querido profesor, su buen amigo y subordinado José Roldán”, lleva fecha del 25 de agosto de 1910. En la segunda fotografía (hoy también anunciada en una web de subastas por internet) luce un sello hueco, o marchamo de calidad, con la firma Pazos, donde el protagonista escribió: “A mi primer profesor y a mi querida madrina”, Pepe; esta foto parece estar fechada un 25 de marzo en un año aproximado al anterior.

Asimismo hay buenas muestras de fotos, anunciada su venta en la citada web de subastas por vía telemática, donde son protagonistas los niños. Detalles estos que voy a obviar dada la protección informativa

que disfruta hoy la infancia; aunque sus respectivas datas corresponden también a los primeros años del pasado siglo XX. Y me decido más en concreto a resaltar las fotos que hiciera el primer “Pazos” con tal de fotografiar, merced idéntica fuerza del blanco y negro, a la dama salmantina ataviada con su rico vestido del estilo charro que hizo difundir la belleza de nuestras paisanas por todos los rincones del mundo.

Foto Pazos. Fuente: Todocolección.Net

Un elemento de decoración, como vemos en la foto donde una bella mujer arreglada de charra se refleja en el cristal, podía ser ese elegante espejo. Está fechada un 28 de febrero de 1915, y su autor obtuvo la doble función de retratar el rostro completo de aquella mujer, más el añadido de los bordados y joyas que lucía sobre su pecho. Una sencilla planta se sumaba al conjunto, como detalle de naturaleza, ante el telón de fondo con un paisaje indefinido. La información del archivo dice: “Solita, de Vicente Méndez”.

La siguiente foto corresponde al año 1935, donde su información de archivo dice: “Lola de charra”. Aquí el autor se dedicó al “retrato” de estudio, cuando el juego de la luz tomaba un papel protagonista importante. Como se puede ver, el fondo es monocromo, sin resaltar ningún detalle de reflejos eléctricos, mientras que todo el protagonismo recae sobre la persona. Y muy en especial en el tocado de su cabeza, su clásico peinado, más la elegancia de un rostro que siempre ha dado fama a la mujer salmantina. Por supuesto, la orfebrería de los trabajos en filigrana charra que se podían lucir, declaraban un estatus social, desde las horquillas o agujones que sujetaban sus clásicos moños, o el collar de varias vueltas alrededor del cuello, más todos los otros collares que lucían las damas sobre su pecho. >

Respecto a estos detalles no me quiero extender, toda vez que, afortunadamente, hay suficiente información dedicada al vestido clásico de la mujer charra. Verdaderos estudios o tesis supervisadas en cátedras universitarias, como bien merece un detalle tan nuestro en la clásica vestimenta femenina salmantina. Y muy características estas fotos, en una época tan determinante como era el estado de ser soltera. Por tanto, y en base a los grandes sacrificios que podía hacer una familia, cada foto era un auténtico regalo de mocedad por parte de sus progenitores.

Dando un gran salto en el tiempo, llegamos a la siguiente generación Pazos, para citar a Julio Bravo Contreras, quien nació en Salamanca el año 1928, siendo el penúltimo de una familia de seis hermanos. Cursó estudios en los Salesianos de San Benito, hasta la edad de 14 años en que empezó a trabajar en casas de fotografía; en ellas tomo experiencia en todas las ramas de su profesión: retoque, laboratorio, estudio y reportaje.

Es en 1956 cuando se hace cargo de la acreditada Fotografía Pazos, ya en Ciudad Rodrigo, siguiendo con la firma que fundó su suegro a finales del siglo XIX. Llevó la misma hasta el año 1994 en que se jubiló. A lo largo de su maestría realizó fotos prácticamente de toda la comarca mirobrigense. Aunque trabajó con frecuencia el color, confesaba sentirse mucho más cómodo en el blanco y negro, “donde realmente se sentía como un verdadero artista”.

Amó su profesión, mediante la cual se dedicó en dar a conocer las obras de belleza y arte siempre observadas en Ciudad Rodrigo, localidad a la cual se sentía muy vinculado, pues la quería y adoraba como el mejor de sus hijos farinatos. Aquí pasó toda su vida y aquí dio a conocer todo cuando de artista llevaba dentro. Tuvo estudio fotográfico en la calle Muralla, número 4, colaborando en distintos medios de comunicación y muy activamente participó con exposiciones tanto en el Centro Cultural “El Porvenir” como en la Casa Municipal de Cultura. Falleció en Salamanca en 2001.

En estas últimas fotos de Julio “Pazos”, llegamos a los años 60 del pasado siglo XX. Un ejemplo de trabajo fotográfico de estudio más moderno, razonablemente, que el de su predecesor. Nótese cómo se destaca el vestido completo de la mujer, sin llegar a lucir los elegantes zapatos que también solían llevar.

> Es en 1956 cuando se hace cargo de la acreditada Fotografía

Pazos, ya en Ciudad

Rodrigo, siguiendo con la firma que fundó su suegro a finales del siglo

XIX.

Julio Bravo Contreras

Fotos: Pazos.

Las fotografías no llevan marca de la casa donde se hicieron, y el fondo no se hizo mediante un clásico telón toda vez que vemos perfectamente el suelo del estudio. Pero sin embargo, su autor buscó realzar la belleza en ambas damas mediante un proyector que iluminaba la pared del fondo. La segunda dama se distingue de la anterior, porque lleva en sus manos las castañuelas que marcan y acompañan también los ritmos del baile, según dirige el tamborilero.

Mis últimas fotos comentadas, no llevan, como queda dicho, sello en seco o marca de la casa Pazos. Se trata de una colección muy particular, con un motivo familiar de cuando sus protagonistas habían alcanzado la mocedad. Resalto que su técnica de estudio es igual para mis cuatro últimas fotos, porque así lo solicitaron quienes encargaron este trabajo al fotógrafo.

Afortunadamente cualquier labor de esta consideración, bien por la rama de etnografía o bien por etnología, son muy considerados en la Junta de Castilla y León. Ejemplo fiel fue el detalle de María Jesús Bravo, hija de Julio, “Pazos” quien tuvo a bien donar 151.682 imágenes (1906 - 1957) a la Filmoteca de Castilla y León: 149.517 retratos individuales o de grupo, en estudio o exterior, más 2.165 negativos >

Fotos: Pazos.

en cristal con diversas vistas de Ciudad Rodrigo y alrededores, acontecimientos destacados, escenas cotidianas o romerías. En 2006 se celebró una exposición y editaron un libro: Ciudad Rodrigo en el archivo de Foto Pazos, con texto de María Jesús Bravo Pazos.

Confirmo así lo dicho en un principio: mi particular homenaje a la saga Pazos de fotografía en Ciudad Rodrigo. Y enhorabuena por el retorno, muy apreciado, de las fotos que hicieron en blanco y negro. Fueron verdaderos artistas adelantados a su época. > En 2006 se celebró una exposición y editaron un libro: Ciudad Rodrigo en el archivo de Foto Pazos, con texto de María Jesús Bravo Pazos.

Webgrafía:

- https://www.arteinformado.com/agenda/f/ciudad-rodrigo-y-su-entorno-en-el-archivo-de-fotopazos-26356 - http://www.ciudadrodrigo.net/hemeroteca/?id_noticia=442&accion=ateneo - http://www.ciudadrodrigo.net/hemeroteca/?id_noticia=441&accion=ateneo - http://www.filmotecadecastillayleon.es/fototecaext.php?i=5&p=1 - http://pares.mcu.es/ParesBusquedas20/catalogo/autoridad/109290 - https://www.todocoleccion.net/

This article is from: