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Pequeña historia de un bar-café, un hotel y su edificio
from Haro Fiestas 2018
by editorialmic
PEQUEÑA HISTORIA
DE UN BAR-CAFÉ, UN HOTEL Y SU EDIFICIO
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Por Mendigorría
EL EDIFICIO
Todo comenzaría el 19 de julio de 1883 cuando el Maestro de Obras Juan García Ros denunciaría el estado ruinoso, con peligro de derrumbamiento, de los inmuebles números 19, 20 y 21 de la Plaza de la Paz, propiedad de Saturnina García Cid .
Unos días más tarde, en sesión celebrada en el Ayuntamiento, bajo la presidencia del Alcalde Jacinto Mendavia, se ordenaría su inminente derribo, como máximo en el término de 20 días, con el fin de evitar las desgracias que podría ocasionar su hundimiento, además de salvar de cualquier responsabilidad al Consistorio . Denuncia y acuerdo que sería notificado mediante certificado a su propietaria .
Pero para el 20 de septiembre de 1883 las ruinosas casas seguían en pie, por lo que el edil Valentín Negueruela interpelaría sobre el asunto al Alcalde que, tras el abandono del salón de sesiones, de José Garate, edil y representante de Doña Saturnina, daría lectura a una instancia por él presentada, diciendo:
1º/ Que se depurase suficientemente el hecho de si eran denunciables los edificios antes de llevar a ejecución el acuerdo del Ayuntamiento .
2º/ Que se tuviese por alzado el acuerdo ante el Gobierno civil de la provincia . 3º/ Que en el caso de que se declarasen ruinosas se autorizase su reedificación .
4º/ Que se reservaba el derecho de recurrir ante los Tribunales ordinarios .
Tras esta petición, varios ediles solicitarían el inmediato derribo de las casas, ya que el pretendido recurso de alzada llegaría fuera de tiempo y forma según determinaba el artículo 171 de la Ley municipal . Pero el Alcalde Jorge García, parece ser que ante las presiones de la mayor contribuyente de la villa, intentaría retrasar el derribo, aduciendo no estar bien informado del asunto, logrando el plazo de 8 días para que volviera a discutirse sobre el particular, pero haciéndose constar en el Acta por los ediles Valentín Negueruela, Pío Medrano y Arturo Marcelino, que el Alcalde se negaba a cumplir los acuerdos municipales .
Reunidos en sesión extraordinaria el 1 de octubre de 1883, bajo la presidencia del Primer Teniente de Alcalde Juan María Gómez, por sospechosa ausencia del titular, el concejal Ernesto Salinas de Medinilla, acaudalado propietario, sería de la opinión de conceder un breve plazo a la solicitante para que un perito, por ella designado, dictaminase sobre el estado de las casas . Solicitud que sería denegada en votación secreta por cinco votos a cuatro, dándose una demora de 40 día a la propietaria para que llevase a efecto el derribo, plazo amplio, según se diría, para no causar ningún perjuicio a los vecinos que ocupaban los ruinosos inmuebles, y transcurridos sin haberlo efectuado el Ayuntamiento los derruiría por cuenta de Doña Saturnina . A la sesión acudieron los ediles Juan María Gómez, Ernesto Salinas de Medinilla, Leandro Ardanza, Trifón Murga, Pio Medrano, Valentín Negueruela, Jacinto Mendavia, Manuel Montoya y Arturo Marcelino .
Tras esta decisión Doña Saturnina recurriría en alzada ante el Gobernador civil de la provincia, dándose lectura de su resolución el 29 de diciembre de 1883, decidiendo que, de acuerdo con la Comisión provincial: “Se concediese a la reclamante un término suficiente dentro del cual pueda presentar la certificación declarativa del perito de quien se valga sobre la situación de los referidos edificios y en caso de discordia con el del municipio, se designe por el Juez de 1ª Instancia un tercero que dirima la cuestión y seguirse después el expediente en todos sus trámites legales, considerando que el recurso no se ha interpuesto en la forma legal, que tampoco se ha interpuesto en el tiempo que marca la Ley o sea, dentro del término de treinta días contados desde la notificación administrativa, porque si bien aparece fechada en tres de Agosto no se presentó hasta el 29” .
Ante tal dictamen, el Ayuntamiento acordaría abrir una investigación para depurar la verdad de los hechos y recurrir en alzada ante quien correspondiese, contra la resolución del Gobernador .
Todo cambiaría el 16 de enero de 1884, cuando el Ayuntamiento, en vista de que Doña Saturnina accedería al derribo siempre que se modificase el plano de alineación de la manzana en beneficio del edificio de próxima construcción, delegaría en los señores Medrano y Marcelino, para llegar a un acuerdo definitivo .
La respuesta llegaría el 24 de enero de 1884, solicitando Doña Saturnina la cesión de un pequeño terreno municipal que daba a la Plaza del Carbón, hoy García Gato, y una indemnización de veinte mil pesetas por el trozo de terreno que ella cedería, tras la nueva alineación, para el ensanche de la calle del Puente a la entrada de la Plaza de la Paz . Propuesta que sería aceptada por el Consistorio, pero rebajando la indemnización a quince mil pesetas, pagaderas en tres años .
Ya de acuerdo, el 19 de marzo de 1885, surgiría un nuevo problema, en esta ocasión con Mariano Salamanca, que según se diría era el dueño de todo el terreno de la Plaza del Carbón, por lo que Doña Saturnina no podría levantar el pretendido edificio, delegándose en el Alcalde, ahora José Garate, como administrador de dicho señor, para comprobar la veracidad de lo comentado . Algo que no resultaría cierto o no afectaría a la construcción del nuevo edificio, ya que el 7 de mayo de 1885, Pedro Fernández, administrador de Doña Saturnina, solicitaría la venta de un pequeño terreno ubicado en la Plaza del Carbón, que según el arquitecto que había confeccionado el plano del nuevo edificio, Jacinto Arregui, era necesario para la perfecta alineación del inmueble .
Ya con todo en regla y el visto bueno del arquitecto municipal Fernando Coello, en sesión celebrada el 16 de mayo de 1885, se concedería la licencia para iniciar la edificación .
Su construcción, así como la adosada de Manuel Madrazo, cuyas iniciales M . M . se aprecian en la balconada que da a la Plaza de la Paz, llamaría la atención hasta el punto que el arquitecto municipal reclamaría la atención del Consistorio, el 25 de noviembre de 1885, sobre la falta de uniformidad de los edificios . Hecho que no se tendría en cuenta, según se acordaría en sesión celebrada el 7 de diciembre del mismo año, al no afectar al ornato público, dejando, el 11 de enero de 1886, plena libertad para la realización de sus fachadas, que finalmente serían muy parecidas .
En octubre de 1886, el día 13, se ordenaría al arquitecto municipal, señor Coello, que realizase el estudio de las rasantes del nuevo edificio, con la anchura que deberían tener las aceras .
Pero, el 21 de julio de 1887, hubo que denunciarse a Doña Saturnina por no haberse ajustado a la rasante marcada por el municipio, además de no querer sufragar la mitad del coste del muro de contención de la calle del Puente en la Plaza del Carbón, por lo que el 1 de agosto se le oficiaría dándole de plazo hasta el día 20 del mismo mes, para que cumpliese con ambas obligaciones .
Como pequeño dato histórico todavía se pueden ver las iniciales S . C . (Saturnina Cid) en las ya desgastadas puertas del portal de acceso a las viviendas por la Plaza de la Paz, en la entrada al Suizo por la calle del Puente, hoy Navarra, y en la Balconada que da a la Plaza de la Paz .
Edificios propiedad de Manuel Madrazo y Saturnina García Cid levantados a partir de 1885, poco después de su construcción, en el que se aprecia las medidas originales del café Suizo .
Las dos Casas separadas virtualmente en una fotografía de la década de los años cincuenta del pasado siglo XX
EL BAR-CAFÉ Y EL HOTEL SUIZO
Finalizada la obra parte del edificio se destinaría a viviendas particulares, otra a Hotel, con el nombre de Europa y en el que los médicos especialistas no residentes, en la toda-
vía villa, pasarían consulta, siendo el primero, según figura en El postillón de la Rioja, edición del 23 de enero 1888 el doctor Eugenio Favette, especialista francés en hernias que atendería las tardes del día 9 y las mañanas del 10 de todos los meses . Y los bajos se destinarían al Bar-Café denominado Suizo, en un principio más recogido, que regiría Francisco Groh Abarrategui, navarro propietario de otros dos cafés del mismo nombre en Vitoria y Pamplona, y que desde un principio lo tendría muy bien surtido, puesto que para la celebración de la concesión de la Estación enológica, suministraría dos cajas de puros habanos para los asistentes a la recepción ofrecida por el Ayuntamiento la noche del 30 de enero de 1892 .
La Fecha exacta de su inauguración, de momento, está por encontrarse, situándose entre fines del año 1887 y comienzos de 1888, muy posiblemente el 1 de enero . Año éste en el que el café suizo es citado por El Postillón de la Rioja al comentar: Que una señora, que se había mareado, el día de Viernes Santo, había sido atendida en el portal de al lado del Café Suizo .
Fallecido Francisco Groh, el 12 de mayo de 1905, se haría cargo de la regencia su hijo Alfonso Groh Vergara, que ampliaría el café hasta tal como hoy conocemos, siendo lugar de actuaciones, sobre todo musicales, anunciándose en Tierra Riojana, en 1922, como sala de conciertos de orquestal, presentándose en numerosas ocasiones el organista Basilio Miranda, o, más tarde, la célebre orquesta harense Ideal Jazz, a la vez que ofertaba a sus clientes diversos productos como Botes de café Yauco en grano, por 1´15 pesetas; molido, por 1´45; abonando por la devolución del bote, 0´15 pesetas y anunciarse como Fábrica de Gaseosas, Agua de seltz y Sinalcos . Siendo su Sotanillo lugar de cita y sede del Haro Sport Club dos años después de su fundación, ondeando su bandera a la altura del primer piso del edificio el sábado 9 de junio de 1923 . particulares, en sus inicios sería regido por Trifón Díaz Iturbe, anunciándose como Suizo pocos años después, tras una primera reforma, que le do-
taría de luz eléctrica, ya que la instalación de ésta había sido finiquitada en enero de 1891 . Tras su fallecimiento, el 9 de mayo de 1922, sería administrado por su viuda, Cándida Rojas que lo traspasaría a Máximo del Val, quien realizaría una profunda adecuación a la época potenciando los servicios que ya disfrutaba la clientela, como cuarto de baño, calefacción, agua fría y caliente en todas las habitaciones y punto de salida del bus a las estaciones de ferrocarril . Su existencia finalizaría avanzada la década de 1930, tras arruinarse el señor Del Val, siendo destinado a incrementar el número de viviendas particulares .
Fechas en las que el café Suizo seguiría su andadura, pasando, tras el fallecimiento de Alfonso Groh el 11 de octubre de 1937, y tras corta regencia de su viuda Hortensia Medina Almuza-
Café y Hotel Suizo hacia 1920 . ra, a la familia Terrazas, en 1938, que colocaría a Manuel Luco como encargado de su explotación, tomando las riendas, en 1946, Elisita Terrazas .
En el año 2001 accedería como arrendatario Julio Gallo, acabando su contrato el 1 de enero de 2015, que disfrutaría de un año de prórroga, a la espera de la designación de un nuevo regente, que además debería encargarse de su restauración .