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Saluda de la Subdelegada del Gobierno en León

Un hervidero de gentes y de afectos

Queda apenas una luna, como decían nuestros mayores, para celebrar la Pasión Muerte y Resurrección de Cristo Nuestro Señor y está todo preparado para celebrar la Semana Grande, repleta de símbolos, de ilusiones, de esperanzas de tantos. Ya viene, ya están ahí nuestras procesiones, ya están a punto nuestros papones y manolas, nuestros pasos, que llenan de color nuestras calles y de emoción nuestros corazones; todo el año esperando y, de nuevo, León ciudad de Semana Santa.

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Una Semana Santa que empapa la capital leonesa de una riqueza espiritual y patrimonial que todos sentimos como propia e inigualable, y no solo quienes en estos días visten la túnica- nuestros queridos papones- verdaderos protagonistas de la conmemoración católica sino también del resto, que participamos y vivimos la Semana Santa desde calles y plazas, apostados en las aceras para contemplar y disfrutar nuestras procesiones.

Las campanas de la Iglesia del Mercado que resuenan con insistencia desde Puerta Moneda anuncian la vespertina procesión de la Dolorosa, nuestra querida Virgen del Mercado, pórtico de la Semana Mayor en el afecto de los leoneses y comienzo necesario de la misma. Cuántos leoneses acompañamos a la Virgen de las Tristezas en una procesión que, al margen de las Cofradías pero con el amor de todas ellas, se ha convertido en el prólogo de la conmemoración sagrada.

Y con ese punto de partida, la ciudad de León se convierte en un hervidero de gentes y de afectos, donde se recuperan los amigos que vuelven en estas fechas, y donde familias enteras se reencuentran y se echan a la calle a vivir una Semana Santa plena, auténtica, nuestra, muy nuestra, y de todos aquellos que quieran compartirla con nosotros.

La sobriedad, el respeto y la devoción que priman en todas las manifestaciones procesionales son seña de identidad que han convertido estas fechas en un lujo para la vista y en una necesidad para el alma de los que somos creyentes.

Desde estas líneas, quiero aprovechar para transmitir mis mejores deseos a las dieciséis Cofradías y Hermandades de la ciudad y, sobre todo, a los miles de cofrades que, con su presencia y esfuerzo, la hacen posible. También, para que este año 2018 disfrutemos de una Semana Santa aparentemente igual pero siempre diferente, renovada y auténtica.

Me enorgullece revelar que soy esposa y madre de “papones” y “paponas” que también son manolas cuando toca, con los que me siento partícipe y, en pequeña medida, artífice de esta bella realidad que tanto define nuestra tierra, y digo nuestra porque el amor a ella, después de 25 años, me hace sentirme, si me lo permitís, como una leonesa de derecho pero, sobre todo, de corazón.

Como años anteriores quiero terminar mi saluda deseando que nuestra querida Semana Santa sea un año más nuestro mejor escaparate para que cuantos nos visiten estos días se impregnen de lo que somos y representamos. Y, de manera fundamental, para que continúen apostando por León. •

María Teresa Mata Sierra

Subdelegada del Gobierno de España en León > Una Semana Santa que empapa la capital leonesa de una riqueza espiritual y patrimonial que todos sentimos como propia e inigualable, y no solo quienes en estos días visten la túnica- nuestros queridos papones- verdaderos protagonistas de la conmemoración católica sino también del resto, que participamos y vivimos la Semana Santa desde calles y plazas “

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