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Curiosidades de la Semana Santa de León de 1948

La Semana Santa de León guarda o encierra ciertas curiosidades, alguna de ellas tan insólita como infrecuente. Las que vamos a referir a continuación acontecieron en el año 1948 y como veremos seguidamente ponen de manifiesto determinadas situaciones surgidas en el devenir de aquella Semana Santa casi familiar donde únicamente existían las cofradías de “Angustias y Soledad”, “Dulce Nombre de Jesús Nazareno”, “Minerva y Vera Cruz”, y la hermandad de “Santa Marta”. Los casos que vamos a comentar están recogidos en una página que no firma nadie de la revista “Semana Santa Leonesa”, relativa al año que nos ocupa, editada con la modestia propia de aquellos tiempos de penurias socia-

les y de limitaciones materiales en todos los órdenes, que muy directamente afectaban también a las penitenciales leonesas. En primer lugar comenzaremos por recordar que la cofradía de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad había encargado la restauración del “Santo Cristo de la Agonía” y de la “Virgen de “Las imágenes las Angustias”, al excelente imaginero deterioradas con el Víctor de los Ríos, trabajos que el artisultraje de los siglos han recobrado su prístino estado, porque D. Víctor ha sabido interpretar acertadamente la técnica de los imagineros castellanos que supieron plasmar en sus efigies toda la austeridad de estas tierras”.

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ta cántabro realizó a plena satisfacción, como pudo comprobarse en la procesión del “Santo Entierro” que aquel año, por ser par, organizó “Angustias y Soledad”. Ya lo anunciaba la citada revista con expresiones de esta índole: “La restauración ha sido magnífica. Las imágenes deterioradas con el ultraje de los siglos han recobrado su prístino estado, porque D. Víctor ha sabido interpretar acertadamente la técnica de los imagineros castellanos que supieron plasmar en sus efigies toda la austeridad de estas tierras”.

En la misma página se da cuenta también de la progresión que comenzaba a tener la recién creada Hermandad de Santa Marta. Y lo hacía, primero en relación con el ‘paso’ de la “Sagrada Cena” y después con el Guión de la Hermandad, con estas palabras: “D. Víctor de los Ríos ha hecho ya la maqueta del Paso, que en Madrid estuvo expuesta y que mereció muchos elogios de la crítica. La maqueta es portentosa, y el Paso, llamará justamente la atención por ser uno de los mejores de España lo que magnificará nuestras procesiones. Este año sólo aporta el guión, pieza soberbia cuyo dibujo se debe a D. Santiago Eguiagaray, realizada sobre telas de los siglos XVI y XVII en los talleres del Sr. Escudero. Una peregrina obra de arte que tiene además el mérito de haberse realizado en León y por artistas leoneses, lo que constituye para todos un legítimo orgullo”.

El tercer caso, a nuestro juicio calificable de extraordinario, tiene como protagonistas a dos hermanos de la cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno. Por su peculiaridad en cuanto a nombramientos dentro del seno de las cofradías y hermandades leonesas y por su interés reproducimos a continuación íntegramente el texto que se insertaba en la citada revista, en relación con este tema. Dice allí literalmente:

“La Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno, acordó que en el año actual y para rendirles un merecido homenaje, fueran Abad y Secretario de honor respectivamente los veteranos hermanos D. Melchor Martínez Fidalgo y D. Julio Daura Ramos. Ambos constituían la evocación de cincuenta años, sin los que no se puede concebir la historia de la cofradía sin su presencia. Año tras año, impávidos, sin dejarse vencer por el desánimo que produce la incomprensión, ni por el cansancio con que la edad abate los entusiasmos, con su conducta, eran el más vivo ejemplo y la más admirable lección de constancia para todos los cofrades. Con la misma religiosa compostura, con idéntica emoción formaron en el cortejo, en los tiempos adversos, que en los triunfales; lo mismo cuando las reuniones en solitarios parajes y escondidos rincones, tenían la traza y el peligro de las conspiraciones, que cuando en años de bienandanza para la Fe y para la tradición ningún temor existía, y eran muchos los «llamados» que pretendían hacerse ver. Desgraciadamente la satisfacción de la cofradía no ha podido ser completa, porque súbitamente, y cuando su entusiasmo no podía hacerlo ni siquiera presagiar tan funesto desenlace, Julio Daura Ramos, Secretario de honor falleció. Sus hermanos en cofradía en una apacible mañana de febrero acompañaron su cadáver al cementerio, escoltándole portando aquellas cruces e insignias, la sombra de cuyo boscaje tan grata le fue en vida. Pero queda para recibir el homenaje como Abad honorario y Seise Perpetuo D. Melchor Martínez Fidalgo, que representa más de medio siglo de tradición leonesa. El presidirá la procesión de los Pasos como Abad honorario recibiendo así la cordial y afectuosa expresión del sentimiento de toda la cofradía”.

Y como se anunciaba, así aconteció. Si se consulta la página web de la citada penitencial radicada en la iglesia de Santa Nonia, Julio Daura Ramos, que fue secretario de esta penitencial, figura como “Secretario Honorario” en el listado de los “Cargos Honorarios”. Melchor Martínez Fidalgo, que había sido abad en 1920 y volvió a desempeñar el cargo, como hemos apuntado, en calidad de “Honorario” en 1948, aparece, como es de razón, en dos ocasiones en el listado de “Abades que han servido a la Cofradía en el siglo XX”.

Según nuestras indagaciones, los señores Martínez Fidalgo y Daura Ramos eran muy conocidos y apreciados por la sociedad leonesa de aquellos mediados del siglo pasado. Martínez Fidalgo era propietario de un comercio de hierros, maquinaria y ferretería al por mayor y dedicado a la industria de construcciones metálicas y mecánicas. Isaac Martín Granizo en un folleto realizado en la imprenta Alonso y Fernández de nuestra ciudad y salido >

Fotografía: Mª Edén Fernández Suárez

de su pluma en 1954 acerca de la cofradía de Jesús Nazareno, cuando se refiere a los últimos años del siglo XIX dice lo siguiente: “Sigue la Cofradía su marcha ascendente por ser la más popular y por lo tanto, la más criticada por este querido León, muy dado a la crítica y chismografía, y son altas como hermanos los señores siguientes: Baldomero Matute, Melchor Martínez, Camilo de Blas, Joaquín Manceñido, Eloy Díez Giménez, Gabriel Balbuena, Lisandro Alonso Llamazares, Miguel F . Bandiella, Ignacio Lázaro y José Díaz Monar, todos ellos muy conocidos y apreciados, por ser de pura solera leonesa”.

Daura Ramos, ‘el inolvidable Julio Daura, siempre pendiente del barómetro y del Encargo‘, según cuenta el citado Martín Granizo en la mencionada publicación, era hombre de una amplia cultura y una acreditada sensibilidad, que escribía incluso ‘versos con más sal que salero”, como se dice en el obituario que le dedicó ‘Diario de León‘. Falleció el 15 de febrero de 1948. Había entrado como hermano en la cofradía de Jesús Nazareno en 1901.

Al margen de estos tres casos que hemos recordado, como colofón a las iniciativas comentadas, digamos también que en 1948 se instituyó la desaparecida “Procesión del Pregón”. El 22 de marzo de aquel año, Lunes Santo, a las siete y media de la tarde, organizada por la Junta Mayor Pro-Fomento de Procesiones de Semana Santa, “como pregón religioso”, y coincidiendo con el triduo que la cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno organizaba en la iglesia de Nuestra Señora del Mercado, de este templo partió el cortejo procesional donde figuraba sólo la efigie del titular de dicha Cofradía con destino a la Santa Iglesia Catedral. Allí se celebró el ejercicio del Triduo de ese día. Predicó el M. I. Sr. Magistral, siendo a continuación trasladada la sagrada efigie de Jesús Nazareno procesionalmente al Mercado, donde continuó el oficio religioso el martes y el miércoles siguientes. El itinerario, según el programa oficial, fue el siguiente: calles de Herreros, Fernández Cadórniga, Zapaterías, Plaza de San Martín, Plegaria, Nueva, Plaza de la Catedral, Generalísimo Franco, (actual calle Ancha), Plaza San Marcelo, Rúa y Herreros.

Con la gozosa sencillez con que se expresan los maestros de la palabra, el desarrollo de esta procesión está registrado por Máximo Cayón Waldaliso, años más tarde Cronista Oficial de la ciudad de León, en su obra “La Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno”, publicada en 1982. He aquí algunas descripciones de cómo discurrió aquel cortejo pasional, tomadas de la citada obra: “En primer lugar iban las insignias parroquiales y por orden de antigüedad seguían la Hermandad de Santa Marta y las cofradías de Minerva y Vera Cruz, Dulce Nombre de Jesús Nazareno y la de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad, que por ser la más veterana de todas ellas cerraba la procesión llevando detrás la Banda de Música Municipal […] En la presidencia eclesiástica figuraba el Ilmo. Sr. Vicario General de la Diócesis, don Fernando Álvarez Rodríguez, acompañado de los respectivos abades cofraderos [… ] La imagen de Jesús Nazareno, que entonces se veneraba en la iglesia de Nuestra Señora del Mercado y que sale en la procesión de los “Pasos”, iba portada por sus braceros titulares, dándole escolta una escuadra de soldados del Regimiento de Infantería Burgos número 36, cuya banda de cornetas y tambores formaba en delantera procesional […] Por la calle Nueva, [hoy Mariano Domínguez Berrueta], llegó a la Catedral, donde se encontraba el obispo don Luis Almarcha Hernández, teniendo a su lado a los ilustres señores Deán y Chantre don Agustín Prior y don Tomás Herrero. En nuestro primer templo se hizo el ejercicio del triduo, predicando el sermón el muy ilustre señor don Clodoaldo Velasco Gómez, canónigo Magistral de la S.I. Catedral, de también muy grata memoria en las cofradías de Semana Santa. La elocuente oratoria de este inolvidable Magistral fue escuchada cómodamente por una infinidad de fieles mediante un sistema de altavoces […] En aquella primera ‘Procesión del Pregón” de 1948, en el itinerario de ida hacia la Santa Iglesia Catedral, los ‘hermanos’ de las cofradías fueron sin capillo, es decir, descubiertos; el regreso hasta la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Mercado se hizo con el capillo bajado”.

Como curiosidad final poner de relieve que la Junta Mayor cursó invitación para que asistiera a la “Procesión el Pregón”, a la Muy Ilustre, Real e Imperial Cofradía del Milagroso Pendón de San Isidoro, según recoge “Diario de León”, en su edición del 20 de marzo del año que nos ocupa.

La evocación ha impregnado nuestra pluma. Y con efectos testimoniales, nos ha llevado setenta años atrás para repasar algunas iniciativas y curiosidades relativas a la Semana Santa de León de 1948. •

Enrique A. VAL CAYÓN

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