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Saluda del Delegado Territorial de la Junta de Castilla y León
Pasión sin barreras
El Viernes de Dolores se acerca con paso irremediable. Los vientos fríos de este invierno van dejando paso a una de las festividades favoritas de los leoneses; su Semana Santa. Las 16 cofradías, que entregan cuerpo y alma cada año para acercar la pasión y la emoción de tan señaladas fechas, calientan ya motores para su semana grande. Todo el esfuerzo de meses de duro trabajo cuidando las tallas, confeccionando los ropajes, preparando las túnicas, creando los ramos, sacando lustro a los tronos y ensayando con los instrumentos hasta horas intempestivas tendrán, por fin, su recompensa condensada en apenas unas pocas jornadas.
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Puede que, para el visitante extranjero, la Semana Santa Leonesa, declarada de Interés Turístico Internacional hace ya 17 años, sea solo una mera curiosidad. Los ojos ajenos pueden ver en las procesiones la belleza de los pasos o apreciar la emoción contenida de los papones que se adivina incluso debajo de las túnicas y los capirotes. Los platos típicos de estas fechas también hacen las delicias de los paladares de quienes deciden pasar estas fechas en la capital leonesa. Pero, lo que une a turistas y locales, es esa sensación que inunda las calles. Y no solo es el incienso dulzón o los aplausos ante un paso bien bailado. Tampoco es el solo de trompeta que rompe el silencio y pone los pelos de punta a quien la oye. Ni es la ternura que despierta ver a un pequeño papón que todavía recorre la procesión en brazos de sus padres. Es esa sensación de recogimiento y emotividad, similar al aroma en el aire que anuncia la llegada de la primavera. La sensibilidad especial que aflora en todos nosotros durante esta época y que nos une un poco más. Porque, ante todo, la Semana Santa Leonesa se caracteriza por unir a las personas, por diferentes que sean.
Deseo que este año, una vez más, sigamos dejando a un lado lo que nos separa para construir entre todos una Semana Santa Leonesa que siga emocionando y transmitiendo como lo ha hecho hasta ahora. Deseo también que nos atrevamos a descubrir un aspecto nuevo de esta festividad; una procesión que nunca hayamos visto, un plato diferente o iniciar una tradición distinta. Como Delegado Territorial de la Junta de Castilla y León os invito a que apreciemos la Semana Santa y a que crezcamos con ella permitiendo que sea en nosotros un reflejo del renacer que simboliza.
Guillermo García Martín
Delegado Territorial de la Junta de Castilla y León > Los ojos ajenos pueden ver en las procesiones la belleza de los pasos o apreciar la emoción contenida de los papones que se adivina incluso debajo de las túnicas y los capirotes. Los platos típicos de estas fechas también hacen las delicias de los paladares de quienes deciden pasar estas fechas en la capital leonesa. Pero, lo que une a turistas y locales, es esa sensación que inunda las calles.