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• Entrevista a María Teresa Liébana González, Juez de Penas de la Real Hermandad de Jesús Divino Obrero

María Teresa Liébana González Juez de Penas de la Real Hermandad de Jesús Divino Obrero

“Me gustaría que Jesús Divino Obrero siga siendo una Hermandad de barrio”

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No se puede hablar de Jesús Divino Obrero sin hablar de El Ejido y tampoco del barrio sin hablar de esta Hermandad.

Manuel Fernández dice que somos la única hermandad que ha creado un barrio y una parroquia. Empezamos en Renueva pero después cuando la cooperativa de viviendas dio sus primeros pasos, cuando este barrio nuevo necesitaba una parroquia, el obispo nos dijo que qué mejor que venirnos aquí. Yo me enorgullezco de ser de una cofradía de Barrio. Muchos, por problemas de trabajo, se van fuera pero en Semana Santa El Ejido es el barrio de todos.

sales a la calle a poner el punto final para que todo vuelva a empezar. Es el día de felicidad y todo se pone en marcha de nuevo. Somos distintos.

¿Cuál es su personalidad como Hermandad?

“Creo Somos cercanos, no que hay que olvidamos que seacompañar las guimos siendo un tradiciones al presente barrio. Aspiro a y volver la mirada a la que mi barrio juventud. Enseñarles que sea feliz. Sales una Hermandad no es de procesión y una moda sino algo veo los recibique siempre está mientos que tiene ahí.” la Hermandad en el barrio. Cuando sale el barrio entero a recibirte tienes una gran sensación de cercanía que tiene que seguir.

¿Qué espera de la Hermandad en los próximos años?

¡La pregunta del millón! Es difícil porque no estamos en una época buena para ninguna cofradía. Quisiera que durase muchos años… pero me gustaría que Jesús Divino Obrero siga siendo una Hermandad de barrio. Que te conozca todo el mundo y que todo el mundo participe en la vida de la entidad.

¿De qué manera la Hermandad le da alma al barrio?

Eso depende de las personas que estén arriba y las ganas que tengan de hacer cosas. Hemos intentado ayudar a la Parroquia en todas sus necesidades. Por ejemplo Caritas Parroquial Jesús Divino Obrero nace gracias a la bolsa de caridad de la Hermandad. Jesús Divino Obrero se comprometió a recoger alimentos una vez al mes y a gestionarlo. Esa fue la semilla. Nosotros siempre estamos aquí para echar una mano. Es una cosa de siempre.

También son una Hermandad que la gente aprecia ¿Qué encuentran los leoneses en Jesús Divino Obrero?

¡Hombre! El Domingo de Resurrección tienes la Procesión del Encuentro, y

¿Y qué dificultades se encuentra en ese camino?

El Ejido es un barrio cada vez más envejecido. La población inmigrante del barrio, a veces, no tiene el arraigo para sentir la Semana Santa de la misma manera que los que han vivido siempre aquí. Además nosotros también tenemos culpa. La juventud es el presente y si no les enganchamos ahora, no van a estar ahí. Tengo miedo a que en el futuro haya vacíos generacionales. Creo que hay que acompañar las tradiciones al presente y volver la mirada a la juventud. Enseñarles que una Hermandad no es una moda sino algo que siempre está ahí.

> “Hemos intentado ayudar a la Parroquia en todas sus necesidades. Por ejemplo Caritas Parroquial Jesús Divino Obrero nace gracias a la bolsa de caridad de la Hermandad. Jesús Divino Obrero se comprometió a recoger alimentos una vez al mes y a gestionarlo. Esa fue la semilla. Nosotros siempre estamos aquí para echar una mano”.

¿Y por qué cuesta enganchar a los jóvenes?

Hay que tener paciencia con ellos. Escuchar, a veces, muchas locuras para sacar tres ideas buenísimas. Hay personas que piensan que si escuchas mucho a los jóvenes eres una loca. Pienso que no debes olvidarte de los que estuvieron antes, que dan buenísimos consejos, ni de los que llegan. Precisamente estos jóvenes son los que engancharán a los demás.

Con lo poco que queda para la Semana Santa ¿En qué piensa estos días?

Después de haber pasado por una abadía, todo te parece muy liviano. De repente yo he pasado, de la Semana Santa de 201718 que estaba al doscientos por cien, a esperar a que me soliciten cosas. Esta espera es muy distinta. Tengo muchísimas ganas de que llegue la Semana Santa. Aunque ves las dificultades sabes, por tu experiencia en el cargo, que de ahí se va a salir.

Después en todo el vértigo de acontecimientos propios de Semana Santa ¿Le da tiempo a ser consciente de lo que pasa ante usted?

No te da tiempo. Eres consciente la semana posterior, en el Lunes de Pascua. Te das cuenta de las cosas que en el momento de la vorágine de esos días, no te diste cuenta. Como estás pendiente de tu Hermandad, después en cuando reflexionas sobre todos los actos a los que asististe. El primer año como abadesa no me enteré de nada, solo sabía que todo había salido bien. Ya fue después cuando tuve sensaciones más claras. Cuando hacemos el acto del Encuentro, según el cargo que tengas lo disfrutas más o menos pero el que más disfrutamos es la Salve y el tramo de la Calle Ancha cuando volvemos al barrio. Te da tiempo a percibir más detalles. > El primer año como abadesa no me enteré de nada, solo sabía que todo había salido bien. Ya fue después cuando tuve sensaciones más claras. Cuando hacemos el acto del Encuentro, según el cargo que tengas lo disfrutas más o menos pero el que más disfrutamos es la Salve y el tramo de la Calle

Ancha cuando volvemos al barrio.

> Nunca debieras estar plenamente satisfecho. Puedes estar contento pero siempre hay cosas que mejorar.

¿Cómo recuerda la primera vez que vio el Encuentro de una manera consciente y reflexionada?

Mi recuerdo más auténtico es de la primera vez que salí como bracera. Íbamos con el San Juan y participar del Encuentro fue algo que no olvidaré. Era la Semana Santa de 1994.

¿Y después de digerir todo esto, se puede estar plenamente satisfecho?

Nunca debieras estar plenamente satisfecho. Puedes estar contento pero siempre hay cosas que mejorar. Además somos un montón de humanos que salimos a la calle y siempre habrá alguien que encuentre un fallo. Por muy bien que salga hay que mejorar para no estancarse.

¿Cómo entró usted en la Hermandad?

¡Porque era muy cabezona! Mi padre era de la del barrio, mis tíos eran de los negros y mi hermano con tres años les dice a mis padres que o le hacen de la Hermandad o se enfada muchísimo. La primera cruz que se le hizo fue con palos de escoba. Salió a la calle y volvió encantado, pero se molestó con un compañero que pidió a su madre que le sacara de la procesión. Después de verle en la procesión yo le dije a mi madre que quería ser papona, no manola. En cuanto nos dejan salir de túnica, me puse la túnica blanca y salí.

¿Cuál es su perspectiva de la Semana Santa? ¿Podemos ser optimistas?

Tenemos razones para ser optimistas pero nos las creemos, como buenos leoneses. Para muchos es mejor buscar algo bueno fuera antes que en nosotros mismos. Yo soy solo de una Hermandad, Jesús Divino Obrero, y soy pro Junta de la Semana Santa. Se trata de potenciar que la gente no venga solo a ver una procesión sino que se quede el mayor tiempo posible. El problema es nuestro que no acabamos de creer que tenemos algo bueno que potenciar. No es preciso tener cien mil actos sino hacer bien lo que se haga, de manera participativa. •••

Cofradía de las Siete Palabras de Jesús en la Cruz

HISTORIA

La Cofradía de las Siete Palabras de Jesús en la Cruz fue erigida el 22 de septiembre de 1962 por el entonces Obispo de León, D. Luis Almarcha Hernández.

El principal impulsor y auténtico fundador de la Cofradía fue Eduardo de Paz Díez que se convirtió en el primer abad de la misma al ser confirmado en este cargo por la Junta General de la Cofradía celebrada el 26 de septiembre del mismo año.

Como ocurre siempre, los primeros años fueron duros. La disponibilidad económica era mínima y sólo gracias a las muchas horas de esfuerzo y dedicación y, por qué no decirlo, a varios préstamos avalados personalmente por la Junta de Seises, se consiguió que en tres años la cofradía tuviese dos pasos en la calle, ambos de talla excepcional. La titularidad del primero fue concedida por el Obispado. Esta talla no es otra que la imagen del Cristo de los Balderas, obra de Gregorio Fernández. Esta obra recibe culto en la Iglesia Parroquial de San Marcelo.

IMAGINERÍA

• Primera Palabra. “Señor, perdónalos porque no saben lo que hacen”

(Lc 23, 34). No se dispone de paso en la actualidad.

• Segunda Palabra. “En verdad te digo que hoy estarás conmigo

en el Paraíso” (Lc 23, 39-43).

Ángel Estrada. 1964.

• Tercera Palabra. “Mujer, ahí tienes a tu hijo… ahí tienes a tu madre”

(Jn 19, 25-27). Hipólito Pérez Calvo. 1994.

• Cuarta Palabra. “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado”.

(Mt 27, 46-47) (Mc 15, 34-35).

Jesús Iglesias. 1996.

• Quinta Palabra. “Tengo Sed”

(Jn 19, 25). Manuel Martín Nieto. 2003. • Sexta Palabra. “Todo se ha consumado” (Jn 19, 30). Manuel Martín Nieto 2008.

Fotografía: Mª Edén Fernández Suárez

• Séptima palabra. “Padre, en tus manos

encomiendo mi espíritu”. (Lc 23, 46). El original fue realizado por Gregorio Fernández en 1631 y no se procesiona por ser de enorme valor artístico. Se procesiona una copia de

Amado Fernández, realizada en 1969.

ACTOS PECULIARES

• Jueves Santo: 12:30 horas.

Pregón a caballo de las Siete Palabras. • Promesa de Silencio: Todos los hermanos la realizan antes del Via Crucis y de la procesión de las Siete Palabras, siendo la primera Cofradía leonesa que lo contempla a nivel estatutario. • La Carraca: Empleada en su tiempo para marcar las paradas y la reanudación de la procesión sin tener que recurrir a la voz. Hoy se utiliza como efecto sobrecogedor en el Vía Crucis del Miércoles Santo. La cruz de Difuntos:

Es tradición que quien siendo hermano haya sufrido la pérdida de algún familiar, solicite y obtenga la gracia de portar dicha cruz en los desfiles procesionales, adquiriendo así un hondo sentido testimonial y reparador. •••

Año de fundación:

1962

Abad:

Óscar Javier Ampudia Tascón

Templo:

Parroquia de San Marcelo

Hermanos: 1.350

Indumentaria:

Túnica de terciopelo de color rojo sangre, con cíngulo negro, capa negra de raso con vueltas blancas, capillo y guantes blancos y zapatos negros. El rojo simboliza la sangre martirial del Señor derramada en la Pasión; el negro, el luto de su muerte, mientras que el blanco es símbolo de la esperanza en la Resurrección, que rasga las tinieblas y transforma la muerte en vida.

Emblema: Bordado en oro sobre raso negro, de grandes dimensiones. Contiene las tres cruces del Calvario, la corona de espinas y los tres clavos, enmarcado todo ello por un óvalo.

PROCESIONES

• Miércoles Santo:

Solemne Vía Crucis

Procesional.

• Viernes Santo:

Procesión de las Siete

Palabras.

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