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Venados. Pautas para una repoblación
Pautas para una repoblación
Hace no demasiados años, el motivo fundamental para realizar un cambio genético, o como se conoce más coloquialmente “refrescar la sangre”, era evitar la consanguinidad en las ncas cerradas.
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Hoy en día, aunque sigue habiendo gente que reclama este servicio, la causa por la que la mayoría de propietarios se deciden a hacerlo es bien distinta. Las monterías cada vez tienen un mayor componente comercial, y muchas de las fincas que antes se monteaban de invitación, ahora venden la montería. El número de monteros va disminuyendo, la calidad de los venados que demandan es cada vez es mayor, y la oferta de fincas con venados buenos, cada vez mayor. Con este panorama, si quieres ser competitivo, solo hay un camino: ofrecer la mejor calidad al mejor precio. Para ello, es imprescindible profesionalizar la gestión de la finca. Para obtener un rendimiento económico, es necesario que los ciervos desarrollen trofeos de calidad lo antes posible, o si queremos enfocar la finca a recechos, que alcancen puntuaciones fuera de lo habitual para así desmarcarnos de la competencia. Si la genética de la que dispone la finca no permite alcanzar estos objetivos o necesita demasiado tiempo, la única forma, y a la larga la más económica, de dar ese salto cualitativo es recurriendo a genética de muy alta calidad
¿A QUIÉN RECURRIR?
En estos momentos, en los que realizar una inversión de este tipo solamente es justificable si se obtiene un retorno rápido y seguro, la elección del origen de la nueva genética que vamos a incorporar a la finca cobra vital importancia. Las premisas que debemos tener en cuenta son las siguientes:
• Poseer una calidad de trofeos extraordinaria. Es evidente que invertir un dinero en algo que ya hay en la finca solo tiene sentido si lo que incorporamos es mucho mejor. Esto nos permitirá montear animales muy jóvenes pero con una calidad media aceptable, o bien obtener trofeos en mucho menor tiempo del que hubiésemos necesitado anteriormente. Además, si se tiene la suficiente paciencia, sobre todo con los animales con mayor proyección, nos permite ofertar trofeos fuera de lo común y con precios de mercado muy elevados. Por poner una referencia, los animales de extraordinaria genética, alcanzan la medalla de plata, y en ocasiones la de oro de segunda cabeza, estando la media entre 150 y 165 puntos. Esto nos da una idea del tiempo que se puede ganar invirtiendo en una buena genética.
• Garantía de pureza genética. Es imprescindible asegurarse que los animales que se introduzcan en la finca sean ciervo ibérico. Y esto es así, porque es muy desagradable que un cliente que haya cazado un venado excepcional, por el que ha pagado una suculenta suma de dinero, y la Junta Nacional de Homologación de Trofeos no permita homologarlo al tener cierto grado de hibridación con otras subespecies europeas. Por supuesto, sin perjuicio de las responsabilidades que pudieran depurarse por parte de las Autoridades de Medio Ambiente por liberar en un espacio natural subespecies alóctonas.
• Garantía sanitaria. Como no podía ser de otro modo, es imprescindible someter a todos los animales a un chequeo que garantice que no se pone en peligro la salud de los animales de la finca de destino. Una repoblación sin garantías sanitarias puede comprometer la viabilidad de la finca, en ocasiones, de por vida.
• Adaptabilidad. Tan importante como adquirir una genética de primer nivel, es que los animales tengan capacidad de demostrar esa genética que atesoran cuando sean liberados al campo.
De poco sirve adquirir una partida de varetos con unas varas impresionantes, si se han criado semi-estabulados, en una cerca de reducidas dimensiones, y con abundante alimentación suplementaria. Invariablemente, cuando esos animales sean liberados al campo, su limitada capacidad de adaptación a un entorno que les resulta hostil, impedirá que desarrollen un trofeo de calidad a no ser que se les aporten alimentos de calidad y en abundancia.
• Fijación de caracteres. A la hora de obtener una homogeneidad, el factor tiempo es clave para que los caracteres de la cuerna se hayan fijado en la población. Cuanto más fijados estén esos caracteres, más eficiente va a ser la trasmisión a su descendencia. Si es posible, es preferible recurrir a una granja que cumpla las premisas anteriores que a una finca.
En las primeras, la monta suele ser dirigida, de manera que solo cubren los mejores sementales.
• Homogeneidad. Para conocer la calidad de una finca o granja, más importante incluso que la calidad de los sementales, es la homogeneidad de los varetos. Si en una finca, la gran mayoría de animales son muy buenos o excepcionales, muy probablemente además de desarrollar buenos trofeos trasmitirá a su descendencia esos caracteres y serán muy mejorantes. Esto es importante ya que en algunas granjas han adquirido algunos sementales de muy alta calidad, pero las madres, no están a la altura y los productos son muy poco homogéneos.
TIPOS DE REPOBLACIONES
Hay varias formas de realizar una renovación genética en nuestras fincas, y nos decantaremos por una o por otra en función de nuestro presupuesto, de las características de la finca, y del grado de renovación que queramos conseguir.
• Suelta directa. Consiste el liberar a los animales directamente a la finca sin cercado de adaptación. Tiene como principal ventaja su sencillez y como inconvenientes que es necesario un mayor número de animales y una presión selectiva elevada durante los siguientes años para que se note su efecto. Otra ventaja, es que, con pocos machos, a la larga se pueden tener un elevado número de descendientes. Cabe citar como desventaja que es necesario que pasen unos años hasta que esos machos acceden a la reproducción. En las fincas que se montea anualmente, es necesario identificarlos de forma eficaz para que no los maten durante las monterías antes de que dejen suficiente descendencia. La renovación por vía materna es adecuada para fincas en las que la calidad de los machos es media-alta y la densidad de hembras no es muy elevada.
Tiene como ventaja que comienza la renovación genética desde el primer año y como principal inconveniente que no se produce un retorno directo de la inversión cuando acaba su vida útil en forma de trofeo. No obstante, la eficacia del sistema mejora en gran medida si se sueltan tanto machos como hembras. • Suelta en cercón de aclimatación.
Se realiza de la misma forma que la anterior, solo que en lugar de liberar a los animales directamente a la finca, se les tiene confinados en una cerca durante un tiempo. Esto supone una ventaja para animales que procedan de granjas de pequeño tamaño, y que tengan dificultades para desenvolverse en el campo y competir con la población de la finca. Sin embargo, hay que tener precaución con animales capturados en otras fincas, que son mucho más capaces de desenvolverse en el campo.
Para estos animales, el estrés que
les induce el cautiverio y las lesiones, que con bastante frecuencia se infringen durante su confinamiento, desaconsejan este método a no ser que el cercado de aclimatación sea de gran superficie y este dotado de suficiente cobertura vegetal. • Crear una zona de cría controlada.
Este sistema es, sin lugar a dudas, con el que mejores resultados se obtiene. Permite mantener un grupo de hembras, incluso de la propia finca si la calidad media es buena, con un semental de alta calidad genética. Todos los años se libera al campo la producción y se mantiene el grupo de reproductores en las instalaciones. El stock de reproductores no se ve afectado por la caza durante las monterías, por lo que se protege la inversión. Los animales producidos son recriados en condiciones óptimas. Se realiza una suelta todos los años, por lo que obviamente los resultados son notablemente mejores que con una repoblación puntual.
Independientemente de cuál de las dos soluciones anteriores se adopte, para realizan una profunda renovación y mejora genética en una finca, es conveniente realizar este esfuerzo durante varios años. Es aconsejable ejercer una presión de selección sobre los individuos de peor calidad, para que los genotipos más desfavorables desaparezcan en la medida de lo posible. Si esta renovación genética, viene acompañada de una mejora en la oferta alimenticia, bien sea de forma natural o suplementaria, el éxito está asegurado.
Manuel Reglero Álvarez. Dr. en Veterinaria. Director técnico de Lagunes Selección Genética.
www.gestioncinegeticaintegral.es ceo@gestioncinegeticaintegral.es