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LA BRÚJULA SOS al reino animal

~ La Brújula ~

Por Mercedes Sophía Ramos

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SOSal reino animal

Photo by Sergio Rodriguez - Portugues del Olmo on Unsplash

Es inadmisible, pero es real, la imposición que algunas personas tienen sobre los animales, con ellos practican a su antojo su santa voluntad. Su atrevimiento atraviesa límites insospechados, creyendo que tienen toda la carga de poder sobre ellos y olvidándose que los animales son seres vivos que pertenecen al Planeta al igual que las personas. Es cierto que la inteligencia de los humanos no la poseen los demás seres, precisamente por ello, se ha de usar ese bien que nos ha sido concedido para mantener un equilibrio justo y armónico.

Incomprensiblemente las perrerías que comenten algunas personas con los animales son más grandes que lo que la palabra expresa, la verdad, al no existir delito alguno se disparan todas las alarmas, sin embargo, las alarmas son silenciosas, no tienen sonido y a su par también callamos, en el silencio nace la crueldad y un abismo de desigualdad espantoso. Todos sabemos que se podría evitar tantas barbaries que se cometen contra el Reino Animal, ellos no pueden defenderse pero nosotros sí podemos interceder a su favor, al menos, denunciar clamorosamente todas esas agresiones que pasan inadvertidas y que demuestran el poco respeto que se tiene por la naturaleza y sus especies.

No hace falta detenerse en ningún hecho concreto, sería interminable analizar cada caso en que algunas personas sienten la impotencia de no poder hacer nada al respecto; relatar todo lo que pasa dentro de cada granja, de cada establo, de cada vaquería, sería repetir lo que ya sabemos y eso nos daría mucha tristeza. Algunas vez, se ha sabido que los mismos trabajadores de esas explotaciones animales han protagonizado protestas por las injurias que estaban viendo, ellos han sido muy pocos, pues el resto ha sucumbido por la sencilla razón de evitar el paro y la fi rme convicción de que con el pan no se juega, en ese bucle se siguen cometiendo escabrosamente todos esos infamias al Mundo Animal.

Para hacernos una idea del sometimiento que a plena luz y en la propia ciudad son sometidos algunos animales, nos encontramos con la moda de llevar a los perros amarrados a las bicis; obligándolos a llevar un ritmo acelerado a pleno sol y a una gran distancia, algunos de estos perros llegan exhaustos ante la mirada inerte de sus dueños.

¿Si eso se hace con descaro e insensibilidad, que no se hará a puertas cerradas?

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