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~ Contracostumbre ~
Por Isabel Pavón
Amantes dл s��icidio
El principio de la sabiduría se encuentra en la duda; dudando llegamos a la pregunta, y buscando la respuesta podemos llegar a la verdad. Pedro Abelardo (1079-1142) Filósofo y teólogo francés.
Cuántos de nosotros vivimos pensando que tenemos la obligación, nos pregunten o no, de decir siempre la verdad, toda la verdad, y nada más que la verdad. Si no lo hacemos nos sentimos culpables. ¡Qué escrupulosa es nuestra conciencia! Evitar esa culpabilidad nos lleva, a veces, a enrarecer la convivencia. Caemos, sin darnos cuenta, en el error de creer que entendemos de cualquier asunto, por lo tanto, damos nuestra opinión rotunda y sobre todo nuestros buenos consejos. En ocasiones pasa que incluso utilizamos citas conocidas para apoyar nuestras verdades. Cada vez que abrimos la boca sube el pan, la carne y el pescado. Esta actitud suele parecerse a un arma usada para abrir heridas ya que hacemos críticas destructivas que no aportan salidas beneficiosas para el asunto en cuestión.
En el libro titulado “Corazones Inteligentes” coordinado por Pablo Fernández Berrocal y Natalia Ramos Díaz, profesores especialistas de la universidad de Málaga, leí que esa actitud se denomina “sincericidio”, muy acertado por cierto y me encanta, porque con ella, más que alentar y dar vida, se mata. Me gustaría aportar otra palabra más, “ahinsa”, término utilizado por Gandhi que significa “negarse a causar daño a los demás”. Es bueno estar en contra de la mentira, podemos hablar, dar nuestra sugerencia con tacto, sin ofender a nadie, transmitiendo al otro nuestras palabras con respeto, admitiendo otras posturas, más aún si no deseamos quedarnos solos en este mundo, sin perrito siquiera que nos ladre. Isabel Pavón
