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Saluda

Como cada año, coincidiendo con la primavera, con el resurgir del esplendor de las flores, tiene lugar la mayor expresión religiosa y popular que viene dándose en nuestra cultura desde hace más de siete siglos: la Semana Santa, una fiesta que refleja una manifestación de las costumbres de nuestra historia y de nuestros pueblos, dotada de una importante carga de ritualidad.

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Hoy, la Semana Santa es una festividad hecha tradición popular en virtud de esa constancia en el tiempo en su celebración. Y también por esa necesidad colectiva de los pueblos de crear unas formas de expresión por las que manifestar sus sentimientos. Esta conjunción de elementos ha dado lugar a que la Semana Santa esté perfectamente instaurada en nuestra sociedad como una de los modos más sólidos de expresión del dolor y la pasión cristianas, valores que definen la Semana Santa.

Y estos modelos de expresión cristianos, las hermandades, con sus cofradías, los han sabido representar con la creación de una imaginería cuidada, que ve la luz en esta Semana de Pasión con las distintas estaciones de penitencia que discurren por las calles y plazas de nuestros pueblos.

No obstante, cada Semana Santa, cada una de las hermandades y cada uno de sus pasos tienen una impronta distinta en su forma de manifestarse. Así, la Semana Santa de Osuna puede presumir de poseer unas señas de identidad definidas en su antigüedad, su riqueza patrimonial y su belleza iconográfica. Cualidades todas que la han dotado de un contenido cultural y turístico, otorgándole ese derecho propio a ser una de las más importantes que se celebra en la provincia de Sevilla y en Andalucía, al estar declarada “Fiesta de Interés Turístico de Andalucía”.

Un reconocimiento obtenido, sin duda, en virtud de ese buen hacer de las hermandades de Osuna, quienes, con su constante labor para que nuestra Semana Santa sea reconocida y admirada, han conseguido que continúe siendo esa manifestación que conjuga perfectamente lo religioso, lo devocional y lo artístico, atrayendo a nuestro pueblo a numerosos visitantes en estas fechas a sabiendas de que van a encontrar una extraordinaria exposición de imaginería y de fervor popular, representada en esos pasos procesionales que logran cada año revestirse de una gran solemnidad. Y que, ininterrumpidamente, en estas fechas, lucen por nuestras calles y nuestras plazas, marco arquitectónico inmejorable para disfrutar del patrimonio monumental y de la belleza artística de nuestras tallas.

Así vivir la Semana Santa de Osuna es vivir uno de los mayores exponentes de nuestra cultura y de nuestras tradiciones. Vivir la Semana Santa de Osuna es observar y contemplar la unión de la religiosidad, de la pasión del pueblo por la devoción de sus imágenes, la sobriedad, los silencios, los aplausos, las saetas, las marchas procesionales, los pasos seguros y acompasados de los costaleros, los nazarenos, los penitentes, la voz del capataz o el olor a incienso, a nardos y a azahar, entre otros muchos sentimientos que afloran en cada una de las personas, según su manera de sentir la Semana Santa.

Una simbiosis perfecta de elementos y de sensaciones que se sostienen en el tiempo en virtud de un trabajo coordinado y conjunto para que ursaonenses y visitantes, fieles a esta tradición, puedan disfrutar cada primavera de esta festividad, a la que el Ayuntamiento ofrece toda su colaboración entendiendo que es ésta nuestra cultura, las que nos define desde hace siglos, y por la que debemos velar conjuntamente para que pueda ser legada a nuestras generaciones futuras. Por ello, desde nuestro Ayuntamiento trabajamos cada año por el engalanado de nuestro pueblo, para que nuestra Semana Santa se distinga por su mayor realce y porque ocupe ese lugar preferente y de referencia que merece en cada una de las iniciativas culturales y turísticas diseñadas para la promoción y difusión de la misma.

Y por esta extraordinaria mezcla de valores y de sentimientos descritos me reitero en mi afirmación anterior: es un orgullo ser de Osuna, es una magnífica posibilidad estar estos días en Osuna, así como una de las mejores ocasiones para conocer Osuna. Sólo es necesario que el tiempo sea también nuestro mejor aliado para que nuestra Semana Santa luzca como se merece, pues así se verán cumplidos los deseos de tantas personas cofrades y de todas nuestras hermandades, premiando, con sus pasos en la calle, la labor y la vocación dedicadas durante todo el año y disfrutar de esos grandes momentos que nos regala nuestra Semana Grande de Pasión.

Rosario Andújar Alcaldesa de Osuna

SPQR Hermandades en camino

Con todos los respetos a quienes me han antecedido en este lugar privilegiado me dirijo a los lectores de la Revista de Semana Santa y Glorias de Osuna 2.018 en su vigésima séptima edición de la Segunda Época.

Estoy usando un altavoz consolidado y que cuenta con un celo, cariño y dedicación que todo el pueblo de Osuna debería saber valorar como es debido. La dirección, coordinación, redacción, corrección, fotografías… son unos brazos más de lo que esta nueva Junta Superior se propone: involucrar a todas las personas posibles a una institución que representa a todas las hermandades de Penitencia y Gloria de nuestra histórica Villa. Además, nos alegramos del decreto por el que nuestro pueblo cuenta desde noviembre con una nueva Agrupación Parroquial, la de Nuestra Señora del Rosario de Fátima y María Santísima de la Encarnación.

Así, hemos formado una Junta Superior con numerosas comisiones que nos ayudarán durante los próximos tres años a regir una Institución que queremos que sea fuerte, sólida, constante y útil en Osuna, en nuestro arciprestazgo y en nuestra vicaría al servicio de nuestros pastores.

Junta asesora, comisión de formación, económica, de juventud, de comunicación y diseño, de protocolo, negociadora, de Caminos de Pasión, artística, de Carrera Oficial… Son numerosos los grupos de los que nos hemos querido acompañar para hacer sentir a todos que son parte de un proyecto que quiere ser ambicioso en pro de nuestra Semana Santa.

Es necesario que el Consejo Local de Hermandades y Cofradías mantenga la cohesión de todas las hermandades que lo forman, que sea un celoso guardián de que todas cumplan con celo sus fines y sean activas en la sociedad de la que formamos parte. Hemos ser capaces de articular la sociedad civil dotando a los hermanos de las herramientas intelectuales y formativas necesarias para fundamentar opiniones y estilos de vida.

La formación ha de llegar a todos los hermanos, no solo a miembros de juntas de gobierno, adaptando el contenido según el nivel cultural de cada uno. Desde la delegación de Hermandades y Cofradías del Arzobispado se nos pide anunciar el Evangelio desde la sencillez.

Hemos de invitar a todos a nuestros cultos para que los prolonguen en sus existencias cotidianas, no nos podemos quedar encerrados en las paredes de nuestros templos. Y hemos de repartir todo el Amor recibido, estamos llamados, según palabras de Benedicto XVI “a hacernos instrumentos de la gracia para difundir la caridad de Dios y para tejer redes de caridad”.

Y, por último, quiero darle las gracias a don Mariano, nuestro director espiritual, porque en su amplio concepto de Iglesia estima que el Consejo ha de seguir siendo un eslabón fundamental dentro de nuestro tejido local. Él confió en nuestra Junta Superior para tomar las riendas en un año en el que la Iglesia Universal le ha distinguido con el nombramiento de Capellán de Honor de Su Santidad, que es una muestra palpable de su dedicación en plenitud a vivir con radicalidad el mensaje del Evangelio.

Pido vuestras oraciones para esta joven Junta Superior. Deseo que pasen una intensa y fructífera Cuaresma y que disfruten la Semana Santa con el alimento necesario del Triduo Pascual.

Álvaro Reina García

Presidente del Consejo Local de HH. y CC.

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