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Pregón de las Fiestas Patronales 2018

a cargo de José Ángel Rodríguez Brando

Pero en mis letras, Yo pongo el alma, Mis lágrimas una a una, Y se las voy dedicando A Consolación de Osuna. PRESENTACION A TI MARIA. Oh, Dios te Salve María, Inmaculada de Corazón, Dulce amor eterno y Gloria de mi alegría.

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Me presento a ti, como un Don Nadie, un soñador, un cristiano por impulsos, un pecador redimido y arrepentido, sin nada más que ofrecerte que mi fe… mi yo… y estas manos frutos de mi vida, de mis designios del día a día.

Manos con la que he trabajado este pregón, que han sido capaces de percibir y sentir cada minuto de ese tiempo que he dedicado a saber más de ti.

Mis manos se han sentido melancólicas, dudosas y torpes, pero a la vez: limpias, agradecidas y descansadas. Con ellas he derramado una luz, en estas hojas que salían de mi alma desnuda, convirtiéndose en escritura desde que fui elegido para enaltecer tu nombre. María, Madre de Consolación ten piedad de mí Y en mi ruego de devoción y lealtad, Intercediendo tú, a través de Dios Padre, Te pide este humilde siervo que nunca se olvide de ti. Tú, Madre de Dios Bendita, que alumbras mis senderos, Dame luz y alegría desde un rincón del cielo, Para poder pregonarte en este día Y decirte todo lo que yo siento. Porque no hay amor más puro y más sincero Que el amor de un hijo a su madre Cuando sale de sus adentros. Buenas noches, - Reverendo Cura Párroco de Nuestra Parroquia de Consolación,

Don Juan Dorado Picón. - Ilustrísima Alcaldesa de nuestro hermoso pueblo de Osuna. - Sra. Hermana Mayor de la Hermandad de Consolación. - Señor Presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías, de Penitencia y Gloria. - Queridos Sacerdotes Don Juan Martin Perejón. - Hermanas Franciscanas de los Sagrados Corazones. - Autoridades presentes. - Hermano Mayor de la Hermandad de la Paz. - Hermanos Mayores y Representantes de las diferentes Hermandades. - Familia, - Amigos, - Señoras y Señores desde donde estén,

Como me vean y oigan.

Gracias por querer compartir y vivir conmigo este sencillo pregón. Que la virgen de Consolación os proteja bajo su manto.

A ti, mi Hermana Mayor: Mari Linares, primera Hermana Mayor mujer de la historia de la Hermandad de Nuestra Señora de Consolación, Patrona y Alcaldesa Honoraria de Osuna, y a su Junta de Gobierno, por vuestra valentía y vuestro amor a María por haceros cargo de esta Hermandad, de sus quehaceres que no son pocos.

Gracias por mi elección y comunicarme a través de ella la propuesta de pregonar, en la que desde el primer día, me sentí orgulloso y responsable de tal tarea encomendada, ya que aunque la lleve muy adentro de mi ser, no es nada fácil expresar lo que uno siente y poder escribirlo en estas hojas, que antes vacías y sin alma, ahora gozan de vida, sometidas a mis recuerdos, pensamientos y necesidades.

Y si es difícil escribir, más difícil será transmitirlo desde aquí, desde este atril, que como yo hoy, antes otros pregoneros tuvieron la valentía de poder proclamar tu nombre.

El día que fui designado nunca lo olvidaré. Esa misma noche mi mente empezó a esbozar lo que sería tu pregón, pues siempre he pensado que ella cuando menos te lo esperas te llama…

Y a mí me tocó saberlo una tarde de un 8 de Octubre, por testigo una plaza con nombre de escritor: Cervantes, unido a nuestro pueblo en su mención en su libro El Quijote de la Mancha; un Arco con su nombre La Pastora, que daba antiguamente entrada y salida a los vecinos de la villa; y una Torre que se alza por encima de tejados y azoteas, quieta e inmóvil como el reloj de sol que la vigila y la mantiene preservada del tiempo, como la ausencia de sus manillas, que solo las dibuja una sombra en días despejados: Torre de la Victoria.

Victoria que se convierte en una derrota por un Arco que lanza una flecha fina y erguida como una Torre que alcanza mi corazón partiéndolo en pedazos… que caen en la Plaza del escrito que recogerá con su pluma para dar fe y testimonio de cómo mi corazón derrotado te tenía en un rincón, no perdido, pero si casi olvidado por el frenético, voraz y exigente mundo en el que vivimos, olvidados de nuestro mayor sustento de vida diaria: LA FE.

Otra vez gracias por haber podido enriquecerme de valores que desconocía, y que me han hecho recorrer un año especial, lleno de vivencias y de momentos únicos, que guardaré en el cofre de mis recuerdos, al que he llamado:

UN AÑO PARA TI MARÍA.

Paqui, de ti no me he olvidado. No cabe en mi corazón que aceptarás ser mi presentadora ese domingo el cual evoca el domingo de resurrección. Un 22 de octubre, día mundial del Domund, y que el lema de ese año se me clavara en el alma: SE VALIENTE, LA MISIÓN TE ESPERA. Utilicé esta misma expresión para pedirte que fueras mi presentadora. >

QUÉ GRANDE ES LA NECESIDAD PARA LOS QUE NO TIENEN NADA. ¿Y PORQUÉ TÚ?

Estabas en el momento justo y necesario, sin yo tener a nadie como un referente. Y allí estabas tú, una lectura de domingo y una señal decidió que fueras tú quien me presentaras.

El destino dictó que, en este hermoso día, una hora antes de felicitar a María y rezarle una oración, me acompañaras en mí caminar.

De ti puedo decir que eres persona que está siempre dispuesta a escuchar y ayudar.

Buscas siempre la verdad, la coherencia, buscando siempre inclinar la balanza hacia lo positivo.

Educas con la evangelización en catequesis y también la recibes.

Una cristiana del día a día.

Por último, gracias por esas palabras dedicadas a mi persona, ya que para presentar a alguien solo hace falta quererla por como es, y no por lo que uno quiera.

Y me viniste a buscar, En un día otoñal, Donde ni el calor ni el frío, Nos llega a destemplar. Donde la luz y la tarde, Se tienen que apagar. Y me viviste a buscar, Cuando más tranquilo estaba, Sin nada en lo que pensar. Llegaste elegante y con nombre propio, Por derecho y sin defectos, Con virtudes y honores. Y me viniste a buscar, Mi respuesta ya la sabes, Y no te puedo defraudar, Porque eres luz que me guía: Por la mañana: Magníficat, Ángelus en el mediodía, Y Padre Nuestro para almorzar. Rosario a media tarde, Y Salve para descansar. Mi respuesta tú ya la sabes, Y nunca la voy a cambiar, ¿Qué quieres escucharla? Pues te la voy a decir… Madre mía del Consuelo, Yo soy tu pregonero Y siempre te diré que sí. Hoy me ha venido al recuerdo, Cuando yo a ti te lleve, Yo tenía quince anos Y fue la primera vez.

Mi niñez me transporta hacia aquellos años en los que las preocupaciones pasaban por el juego y travesuras de niños. Nos divertíamos con cualquier cosa, no necesitábamos tele, ni consola, ni móvil entre las manos. Jugábamos al trompo, al pillar, al bote, al futbol en los portales, a la rayuela, al pañuelo…

¿Quién volviera a ser niño?

Durante unos años, mi hermano Abraham y yo, las mañanas del 8 de Septiembre corríamos sin parar, siguiendo en la lejanía unas notas musicales que nos hacían sentir curiosidad, y que nos llevaban al humilde barrio de trabajadores del campo, Barriada de la Veracruz, para disfrutar de una Agrupación Musical que nos levantaba de nuestras camas, que después de haber recorrido el pueblo, y haciendo paradas obligadas en su recorrido: Plaza España, Plaza de la Merced, Calle Granada, Calle La Cruz, Calle Pontezuela… nos ofrecía aquella preciosa y melódica Diana Floreada.

El barrio entrelazado con sus callejones, con pequeños arriates de jardines repletos de flores de verano, se llenaba por completo de sus vecinos deseosos de escuchar aquella sevillana, que la Banda Virgen de Belén hacía sonar con sus instrumentos:

Madre mía del Consuelo Sonrisa para el que sufre…. Sonrisa para el que sufre Protectora de mí pueblo Madre amorosa del pobre Protectora del pueblo Madre amorosa del pobre.

Esa pará obligada por sus vecinos, casa Manolito, casa abuela Rosario… Este fue mi primer anhelo para empezar a conocer la fuente de mi devoción a ti, María.Esta banda anunciaba las Fiestas Patronales.

Aquellos músicos dirigidos por Antonio Sabite y Manuel Aranda “el china”, recorrían el pueblo con su música y paraban AQUÍ, para desayunar, en los antiguos salones de la sacristía. Mientras su capiller, don Carlos, y su camarera, Lola, arropados por miembros de la Junta de Gobierno y personas del barrio acicalaban el Templo, y daban sus últimos retoques para culminar con la salida procesional, después de una novena dedicada a su mayor pasión.

Su barrio volcado en tal acontecimiento, el ambiente festivo se notaba en sus alrededores, calles limpias y engalanadas, la Plaza de Consolación con sus cacharritos: un pequeño carrusel y una barca, el puesto de algodones y palomitas, la caseta de churros, y más de un bar que se montaban en sus plazas… ¡¡Ayyy, recuerdos de mi niñez!!

En mi memoria todavía tengo cuando llegaba la Romería y el pueblo se volcaba con Ella, y no había otro acontecimiento ni cultural, ni religioso, que nos despistara de tal fiesta.

El triduo lleno de sentimientos.

Rosario de la Aurora con mujeres vestidas de romera acompañándote de esos rezos que hacían despertar el alba.

Había carrozas desde la Parroquia hasta las inmediaciones del bar La Parra.

Romeros andando y a caballo, y disfrutando de una romería desde su inicic a su recogida.

Dos cultos y fiestas muy diferentes, dos días muy especiales para quien ha querido y quiere a esta Virgen de pelo negro y ojos rajados.

Mi vinculación con la Hermandad comenzó con la invitación de un grupo de costaleros para formar parte de un coro. Mandi, José, Manolo, Curro y Listero “Gente Buena de verdad”. Gracias a Listero, mi padrino por así decirlo, por hacer que me involucrara en aquel ambiente que tanto me llamaba la atención.

Poco a poco, pasé de cantarte en tus fiestas, a participar de oyente en las reuniones de la Hermandad, y a crecer como feligrés en la Parroquia, siempre en el amor de María. Me hice hermano y costalero.

Mi relación con la Hermandad cada vez más profunda, y fui aprendiendo e instruyéndome en la fe: catequesis con Charo, donde nos reuníamos jóvenes llenos de ilusión por dar protagonismo a las ideas que teníamos relacionadas con nuestra parroquia y hermandad. Siempre en beneficio de ambas.

Participábamos en la novena y ayudábamos a organizar las fiestas patronales: actuaciones de grupos, y juegos deportivos para los más pequeños, donde su mayor ilusión era la de jugar y conseguir un premio relacionado con la Virgen.

Estos jóvenes, ahora padres, disfrutamos con nuestros hijos de los cultos, fiestas y actividades deportivas, y algún día, ellos, serán el futuro de la Parroquia y Hermandad. Y nuestros herederos correrán dentro de la Iglesia, pasillo arriba, pasillo abajo, como lo hicimos nosotros.

Mi formación continuó con más catequesis hasta llegar a formar parte de la Junta de Gobierno, responsabilidad que tomé con mucho respeto y entusiasmo. Este momento de compromiso fue gracias al Hermano Mayor que por aquel entonces era Manolo López, secretaria Chari Gómez, Director Espiritual Don Antonio Acosta, y el resto de Junta de Gobierno que tanto tengo que agradecerles.

Si volvieran aquellos años, No cambiaría nada. Correría por mi barrio Y escuchar su Diana Floreada, Al compás del tres por cuatro Una sevillana te tocaba Con sones añejos, En tus calles sonaba. Me perdería en el tiempo, Para volver a ser niño Y disfrutar en el camino De esos momentos divino Cogiendo flores de colores Para llevarla a tu ermita Donde algún día rezaremos A su virgen bendita Pero el tiempo pasa, Pero no en su retina y mirada, Mirada de alegría Por ver un barrio que se prepara, Para sus dos grandes fiestas, Una es su Romería Y la otra la Natividad de María. Mujeres que te quieren Te reza una oración Te miran y te dicen guapa Porque eres la Madre de Dios.

HABLEMOS DE TI, MARÍA.

En la historia del Evangelio se habla poco de ti, esto hace más interesante tu vida, que va siempre unida a la de tu hijo, y llama la atención a muchos Santos, que si que han escrito sobre ti como Madre de Dios de la Iglesia, entre ellos a San Ambrosio de Milán.

Sobre tu nacimiento queda la duda si fue en Belén, Séforis o Jerusalén. Esto ha de importar poco, ya que como Madre de Dios cada día naces en un sitio y lugar diferente por la necesidad que se tiene de una madre cuando hace falta, ese amor maternal que nos enseñaste tú, a tenerlo, a cuidarlo y a vivir con él día a día y a sufrir con él como parte de nosotros.

María era de familia sacerdotal, sus padres fueron San Joaquín y Santa Ana. Su madre tras conocer la ausencia de su marido, por no ser recibido bien en el Templo, al no tener descendencia, se va a las montañas ante Dios en su soledad, ella pidió al Señor poder tener sucesión, prometiéndole dedicarle su vida a su servicio. Su petición fue concedida y dio a luz a su hija María, fruto que sería bendecido por todo el mundo.

María, creció de alma prudente, humilde y con un gran corazón espiritual, buscando en todo siempre agradar a Dios.

Desposada con José de Nazaret, de condición sencilla, y perteneciente a la estirpe del rey David. José era artesano, carpintero de profesión, un buen ejemplo como padre, protector y cariñoso con su hijo, de gran apoyo a María y al camino que le esperaba.

Ella la gracia llena se adelantó a la naturaleza, y entre todas las hijas de Adán, por un milagro divino, quedo impregnada de la misericordia de Dios. Siendo pura y Virgen entre todas las mujeres.

Una vida dedicada a los designios de su hijo, desde que fue encintada hasta su muerte y después de su resurrección.

Vida que desde que el Ángel anunció a María el misterio de la encarnación, le dijo también que su prima Isabel había concedido un hijo en su vejez. Ella decidida y valiente viajó desde Nazaret a una ciudad de Judea, y allí en casa de Zacarías, saludó a Isabel, en ese instante el hijo que llevaba dentro saltó de gozo, quedando impregnada del Espíritu Santo, el mismo que María recibió al ser anunciada por el Ángel Gabriel.

Isabel en aquel instante exclamó y dijo: “Bendita tú entre todas las mujeres, y bendito sea el fruto de tu vientre”. Este pasaje evangélico, evoca y me hace sentir que María e Isabel simbolizan la amistad, el amor entre parientes y lo importante que es hablarse en familia.

Cuanto es necesario apoyar a aquellas personas que se quedan embarazadas y tienen dudas, cuanto es necesario hablarles, mimarles y decirles que todo les saldrá bien. La comunicación entre personas es muy importante, al igual que saber escuchar.

Es tal la sencillez de la Madre de Dios que su hijo nació en un pesebre. La Humildad, Esperanza y Valentía los símbolos en aquel día.

Símbolos que la acompañan durante el periodo que Jesús es niño, el va creciendo poco a poco, y ella como madre ve como su hijo va tomando la iniciativa de hacerse conocer, prueba de ello está que Jesús desaparece por varios días, y María y José lo buscan desesperadamente, encontrándolo entre maestros en el Templo.

Cuanto sufrimiento tuvo que tener María como madre.

Cuantos hijos se pierden, desaparecen…

Que importante es una madre en nuestras vidas, como guía y camino en todos los momentos: buenos y malos.

María es madre y como cualquier madre y mujer sufrirá los designios de su hijo, siempre atenta en todo momento y pensando cómo puedo ayudarlo para que te sientas feliz.

Una madre siempre está ahí. Una madre es el suspiro que nos hace aliviar nuestras penas. Una madre es el beso que nunca te traicionará. Una madre es el lazo que sustenta una familia. Una madre es nuestra confesora. Una madre es la razón de una cabezonería. Una madre es la que levanta el sol por la mañana y tapa la luna en la madrugada. A una madre siempre hay que decirle: TE QUIERO MAMÁ.

La llevará al sufrimiento extremo, de ver como es apresado, humillado, condenado y sentenciado a muerte.

Para ella será un calvario ver cómo va transcurriendo la pasión.

La voluntad de Dios significó dolor, renuncia, humillación, insultos, desprecio hasta el momento culminante de la cruz, cuando se consumó, también para ella, su pasión junto a su hijo amado, a sus pies implorando su perdón y entre sus manos delicadas llorando desconsoladamente su amor.

Momento que nos hace meditar.

María es fortaleza, hay que tener a María como madre, como intercesora, como mujer, como ejemplo. Hoy en día tratamos de erradicar nuestra propia cruz, y no solo desaparece en nuestras escuelas, casas, edificios emblemáticos, en plazas, calles, en el trabajo y en la vida, sino también desaparece de nuestros corazones. Sin embargo, la Virgen junto a la Cruz, arrodillada y delante de ella, nos da un mensaje de que la Cruz todavía es importante y necesaria para ser feliz.

Cruz de guía. Cruz de cruces Y cruz del Calvario, Cruz del Rosario O de un Relicario. ¿Y mi Cruz? ¿Dónde está mi Cruz? Cruz de nuestras pasiones, Cruz de Palma y Olivo, Lignun Crucis, Silencio en la Cruz, Tú que caes tres veces con la Cruz, la flagelación te hace una Cruz, tú que cargas con nuestra Cruz, Siete puñales en forma de Cruz, Cruz del Mayor Dolor y Pax, Madre e Hijo ante la Cruz, y triunfo de la Cruz sobre la muerte. María, no eres solo símbolo de penas También eres símbolo de alegrías, Eres símbolo de amor eterno En tu vida dedicada a Dios De advocaciones que llevamos en Oración. Tus advocaciones nos acercan a ti En un rezar diario De Aves Marías y Glorias del Santo Rosario. Sus rosas son misterios Sus letanías suplicas de amor A Dios y a María que nos llena el corazón Y De tus advocaciones ¿con cuál me quedo yo? Nuestra Señora del Carmen, Reina de los marineros, Que con su escapulario Navega por los caminos del cielo María Inmaculada Concepción Elevada por ángeles benditos Llena de gracia y amparo En su camino hacia el infinito. Nuestra Señora de la Cabeza, Fiesta de la Candelaria o la luz Purificación de la Virgen María Y presentación del Niño Jesús. Virgen del Rosario de Fátima, Ternura en su cara divina, De una luz que ilumina A todo aquel que se arrima. Blanca Paloma de Almonte, Madre de Dios soberana, De un pueblo que te llama Rocío de las Marismas Huelvanas. Patrona María Auxiliadora, Del Puerto de La Encina Que vive con el amor De sus vecinos y vecinas. Reina y Patrona de Osuna De su advocación sentimiento Que mueve mis cimientos Hasta llegarme a tambalear Su nombre me protege Y me da seguridad. Y no lo puedo ocultar María solo hay una A las que tenemos que amar, Pero en el corazón de cada uno, Hay una advocación especial La mía ayuda al atribulado Alivia al desesperado Da cobijo al necesitado Y tranquiliza al desamparado Madre mía puerta del cielo Tu nombre es mi salvación Al que busco en mi alma En ruego de una tribulación Que con tu sonrisa perfecta Desaparece de mí ser Aquello que me condena Que me hace padecer. Me llena tu advocación Y es, la que mi destino dicto Para alegrías y penas Nuestra Señora Madre de Consolación. Cantando cada momento Los sentimientos vividos Recuerdo que a mí me inundan Estando al laito tuyo.

Año a ti María

Desde que fui elegido para este día, el camino que he recorrido ha sido especial. Hermoso tiempo dedicado solo a ti, la verdad como dice san Ambrosio de Milán me ha sido encontrada, diez meses de una preparación interior, diez meses organizando en mi mente y en mi cuaderno de apuntes como quería que fuera el pregón, un acontecimiento lo vivía, lo disfrutaba y lo anotaba como una vivencia mas.

En el pausado caminar he vivido momentos entrañables, desde su comunicación, elección de mi presentadora, felicitaciones, apoyos, consejos, conversaciones con personas que en su día pertenecieron a otras juntas de gobiernos, con antiguos pregoneros y un sinfín de personas que me han hablado y me han servido de gran ayuda al igual que se han alegrado por mí.

Me gustaría recoger algunas de esas vivencias por la relación que tienen con tus advocaciones y contigo, señora. >

Lo primero fue como pude participar en algún que otro trabajo que se llevo a cabo en la rehabilitación de la parroquia, sintiéndome afortunado de poder aportar mi grano de arena, como yo, muchos de los aquí presente también han podido trabajar y colaborar ayudando a que la iglesia estuviera acabada.

Para ellos quiero dedicarle esto.

Sois la tierra que sostienen los pilares de este bendito templo.

He de recordar el traslado de vueltas de las imágenes que se ausentaban de la parroquia, tras algunos meses morando en la Iglesia del Rosario de Fátima.

Una mañana de un 12 de noviembre, después de una misa dedicada a ellos, las imágenes de Ntra. Sra. De Consolación, Santísimo Cristo de la Paz y María Santísima del Mayor Dolor, fueron trasladadas por sus fieles y costaleros.

Había un grupo de niños que con ilusión iban a portar en sus hombros las andas, para hacer un pequeño trayecto con ella, en ese instante, me vi reflejado en un espejo del pasado, cuando yo era un niño, canijucho, moreno de piel y ágil, no he cambiado mucho….

Osuna y su campiña sufría un gran sequia, y el agua como materia prima principal era necesaria, decidieron hacer una salida extraordinaria el día 24 de Enero de 1993 en parihuela, con la finalidad de pedir que lloviera ya que hacía mucha falta para los campos y pantanos.

Participé en uno de sus tramos y la porte con mucha ilusión teniendo la sensación de sentir que una bendición me acompañaba haya donde iba, como el ángel que nos guarda de pequeño.

Recuerdo ese niño…. Que jugaba con su hermano… (Bis). Y asistía a la iglesia Para rezarte cantando, A la Virgen del Consuelo Reina de de todos los humanos…

Ese día mi hermano y yo corríamos en una de las carreras de atletismo que teníamos durante el año, y como si de un ritual se tratara antes de comenzar besábamos un llavero que llevaba mi hermano con una fotografía de tu rostro, como si estuviéramos en uno de tus besamanos. Ese beso nos daba fuerza y protección, ¿lo recuerdas Abraham?... independientemente del resultado de la misma, repetíamos el mismo ritual carrera tras carrera. Siempre junto a ti. Siempre a tu lado como buenos hermanos.

Pasan los días, el tiempo corre, en el mes de diciembre celebramos la Inmaculada Concepción, día 8 del mes. Uno de los días grandes de María. Como dijo el Papa Francisco miremos con alegría a la llena de gracia, pidámosle que nos ayude a permanecer jóvenes, diciendo no al pecado y a vivir una vida bella, diciendo si a Dios.

Este día celebramos la salida procesional de la venerable imagen de la Inmaculada de esta parroquia.

Pasan las navidades y sus fiestas, comienza el año y desde el primer día, el uno de enero otra solemnidad que celebrar Santa María, Madre de Dios, es una fiesta litúrgica que se celebrar para conmemorar el dogma de la Maternidad Divina sobre Jesús. Se acerca el día del santo Patrón de Osuna San Arcadio, sin no antes de recibir sus cultos, triduo, función principal, salida procesional acabando con la espectacular exhibición de fuegos artificiales en su honor.

El mes de Enero se agota y llega el mes de febrero dispuesto a ser presente y pasado en nuestras vida, Jairo Muñoz un 11 de febrero nos regala el pregón del costalero, dando paso al tiempo de cuaresma, repletos de actividades religiosas, triduos, quinarios y septenarios, los priostes refinan con enseres y flores en los altares, donde nuestras imágenes recibirán su culto.

Comenzamos el mes de marzo, una Hermana joven Servita Luisa Rodríguez Reina da el pregón de la juventud cofrade y unas semanas más tarde un 18 de marzo, casi a la antesala de la ansiada primavera su tío y amigo mío, Álvaro Reina, ofrece al pueblo de Osuna el pregón de la Semana Santa.

Marzo primaveral, y con él la solemnidad de la Anunciación, el sí que dio tan valiente María a Dios, concibiendo desde aquel momento a Jesús y convirtiéndose en protectora del niño que un día nacería y salvaría con amor al mundo

Se apaga marzo y el mes de abril se vuelve inquietante, desvarió en el tiempo y mis pensamientos diarios se vuelven alegres se acerca, unos días que me hacen romper la garganta y el alma. A canto y fe.

Que ganas tengo Señora de que amanezca ese día, De que amanezca día y de que suenen los cohetes Nos vamos de Romería.

La Romería, su Triduo, el Rosario de la Aurora, la misa de Romeros y la salida a su ermita.

El triduo te hace reflexionar y marca la preparación que debemos tener para ser peregrinos y acompañarte otro año más.

El Rosario de la Aurora es la invitación que María, nos hace y nos transporta con su rezo del Santo Rosario. Ella es el camino que hay que seguir para llegar a Dios.

Y su salida es el despertar de los despertares, es la melodía acompasada y armoniosa de un cúmulo de circunstancias que hacen que todo aquel que la viva la repita cada año.

La subida del Simpecado a la carreta, sus plegarias cantadas, andando por la calle la cruz, acompañados de los romeros y de aquel que se quedara en una de las paradas del camino.

Para los enfermos, un ave María en las inmediaciones del Hospital.

Caminamos a ritmo de tambor, cantando, y nos vamos acercando al cortijo de El Roso para celebrar la misa de Romeros.

Emotivo momento espiritual, servido en un marco incomparable por la naturaleza que Dios nos ha regalado.

Pocas veces ante ti, las generaciones de abuelos, padres, hijos y nietos se reúnen, coincidiendo en este día, al igual que parientes y amigos.

Ante ti, María Ferrete despliega una pañoleta en el suelo que le ha servido para protegerse del relente frio mañanero, para que nuestros hijos descansen por el trayecto recorrido y disfruten del momento mirando como sus padres cantan en la misa. A un lado un altar improvisado y al otro lado unos romeros agarrados a su vara, Jerónimo, Juan hidalgo, Pepín, Antonio López y otros más pidiéndole con sus medallas viejas que el año que viene puedan volver.

Termina la misa y antes de partir, tus Romeros te cantan una sevillana y un grupo de chiquillos y chiquillas bailan ante ti.

“Inma, mira Dulce se atreve y quiere bailar, Gloria también, pero esta va independiente, sola y a su manera. ¿Recuerdas cuando tú y yo también bailábamos?”

Que mi descendencia sea la semilla que se siembre en esta bendita tierra. Que eche raíces para vivir estas vivencias Marianas. Y ni que decir, que mientras haya un romero en pie, se seguirá sembrando esta en sus descendientes y amigos.

Nos vamos acercando cada vez más a nuestro destino pero no sin antes de empujar a la carreta y ayudar a las bueyes.

Llegada a la ermita, entrada del Simpecao, se organizan las carrozas, comienzan las actividades religiosas y campestres con la preparación del almuerzo, y entre trago de vino y vino, un recuerdo, un cante, un momento ya vivido en otro tiempo pasado.

En el interior de la ermita se recoge paz y descanso ¿qué romero no se ha sentado a escuchar el silencio de sus paredes cuando ha ido a visitarte? Ese instante de recogimiento que necesitamos por la rápido y emotivo que transcurre el día.

Volvemos a tu casa, arropamos la carreta con nuestras varas de romero y oraciones cantadas al cielo, el camino es largo pero se hace corto solo por ir a tu vera.

Reponemos fuerzas, nos acercamos al pueblo y nos reciben con expectación y alegría.

Recorremos sus calles, y paramos en aquellas iglesias que nos encontramos en el itinerario de vuelta, cantamos y se van agregando al cortejo aquellos que no han podido hacer el camino entero con entusiasmo y necesidad.

Como nota final… tú Madre… sales de tu iglesia y nos acoge para darnos tu bendición, y tu sonrisa se hace eco en nuestro emocionado corazón.

El mes de mayo está a punto de entrar y con él las flores que María Recibirá.

Mes de María Mes de las flores Que llevan unos niños A la virgen de sus amores Con sus cantos y oraciones. Uniformados y alineados Como un ejército de legiones No llevan balas ni municiones No llevan maldad en sus corazones Llevan amor a trozos y sale a borbotones De sus gestos y de su humildad De las mañanas al despertar Que dan fuerzas a nuestra vida De sus guitarras salen ternura Y de sus voces amor y locura Porque te aman de verdad

Y lo dicen con devoción Sois de un colegio hermoso Con canto y oración De gozo en su trabajo diario Dedicado a la educación Que data desde hace 125 años Más de un siglo de puro amor Es el colegio de Santa Ángela De Madre Carmen del niño Jesús Que te hacen todos los años una visita Para que tú, María del Consuelo, le des tu luz.

El mes de mayo está lleno de arenas y pinares, que una hermandad con fines de peregrinación busca por los senderos de su camino con letras y versos de su pregonera María Gallardo a la blanca paloma de Almonte la Virgen del Roció.

En mitad del mes una Virgen rodeada de niños durante todos los años de su eternidad, celebra su onomástica, en una pequeña y acogedora capilla, al fondo en el altar la borriquita porta a Jesús, y en el arco una frase que dice:

Dejad que los niños se acerquen a mí. Nuestra Señora y Madre de los Desamparados Luz temprana de un domingo de Ramos Siempre guardaras tú, entre las manos Todos los besos que a ella le damos.

Al finalizar el mes, desde el Colegio de Santa Ángela a la Parroquia de Consolación, una legión de niños y niñas se disponen a cantarte un rosario, haciéndose con el poder del cortejo desde su principio a su final, organizadores de tal evento en el que una virgen es portada a hombro al igual que una imagen de Madre Carmen por alumnos del centro.

El camino es un canto de alabanzas de voces que suenan a Gloria por un coro que le canta.

Este momento me hace mirar atrás en el tiempo, cuando un grupo de amigos y costaleros quedábamos para ensayar, haya donde fuera, sin importarnos el lugar, las canciones que van dedicada a ti, versos y rimas que brotaban de nuestras almas que formando una melodía salían por nuestra garganta y los labios la convertían en delicados suspiros de emoción y canto.

Ese grupo de costalero que cantaban haya donde nos llamaban y siempre en tu nombre, tito Manolo, Franjo, Juanmi, China, Edu, Lito, Antonio, Evaristo y Javier Cuevas, José Antonio Montero, José Torre, Dani Zamora, mi hermano Abrahán y yo… Y algún enamorado de consolación que con el tiempo dejaba alguna letra dedicada a nuestra titular.

Mirando a los presentes, algunos se encuentran sentados hoy aquí, y va por aquellos que permanecieron a este coro, cuanto echo de menos estos ratos de canto y convivencia que removían el fondo de nuestro ser.

Éramos niños unidos Por una misma ilusión Que se fue desvaneciendo Poco a poco y sin razón Cantábamos con sentimiento Con derroche y alegría Unas letras de canciones Dedicadas a ti María Con guitarras, panderetas Y caja musical Quejidos graves y altos Que nos hacían suspirar Sevillanas de antaño Fandangos y colombianas Plegarias y una salve Que rompían nuestras membranas Cuanto echo de menos El cantar de esta manera Con amigos y costaleros Que te sienten de verdad Te cantan consuelo Vivencias del camino Te cantan: Señora Y sueño de un niño Un ciego lloraba Mujeres de mi hermandad Raza costalera Y Rumba Paraguya Te cantan solitaria Te quiero y ya llego La romería que tengo Y una salve con clamor Cuando llega el mes de abril Madre mía que estas en los cielos Una rosa floreció Para cumplir una promesa Dos hermanos y redención Te cantan ser tu costalero Que la virgen te perdone Cuando escucho piropos Al cantar estas canciones Con papel y pluma Este verso quiero acabar Porque no hay rezo más bonito Que el que te reza al cantar.

Mayo se escapa con un latido de más en mi pulso diario.

En junio Dios sale a la calle en la solemnidad del Corpus Christi acompañado de unos niños que le abren paso y marcan el significado de su pureza y la misericordia divina.

La Virgen del Rosario de Fátima hace su salida de la Iglesia de Consolación y pasea por el barrio, una multitud de fieles la acompañan para verla pasar por Puerta Ronda, por encima de una alfombra de sales de colores que hacen entrada al barrio de sus amores.

El cuartelillo. Felipe Cecilia

Junio me abandona tranquilo, y Julio me acompaña para ver a la Reina de los Marineros. La Virgen del Carmen, que navega por sus calles, regalando a sus devotos, una brisa que cura aquellos corazones que están rotos.

Agosto se muestra con ganas retomadas por culminar lo que mi año ha sido para ti, María y para ultimar tu pregón.

En el día del 15 de agosto, en la última solemnidad que el “año a ti María” me has regalado, este dogma celebra la Asunción de la Virgen en cuerpo y alma, celebramos el triunfo de la humanidad redimida y glorificada, que contempla en ella, lo que algún día seremos todos los cristianos, que como María ha sido fiel al señor hasta el final.

Aquí termina mi año Mariano, el que me ha enseñado una vez más a caminar, sus senderos están llenos de paz y bien, a él he sabido adaptarme en todos los momentos.

Desde ese instante el pregón entra en un momento de pausa y no sabré lo que pasara en la antesala de las fiestas dedicadas a vos, hasta que no hayan pasado.

No Sabré como será su Besamanos, su vigilia. No sabré como estará vestida y que flores habrá en su altar. No sabré como será sus homilías y que me enseñaran. No sabré como transcurrirá la novena y quien participará. No podre escribir nada que no haya vivido, pero ahora si sé lo que paso, pues aquí estoy…

Pero si os contaré lo que sé que pasara mañana, cuando 24 costaleros, el capataz y sus contraguías lleven y guíen el paso desde el crucero, recorriendo la nave central, hasta la puerta del templo.

Antes participaremos en la Función Principal y nos llenaremos de gracia, para poder repartirla por las calles de Osuna. Cuando acabe, como un ritual, iremos ha fajarnos y a prepararnos para su salida procesional, pero no antes de que hable con el capataz y le diga estas palabras.

“Juanmi” “Dime José” “La primera levanta según la tradición la hace el pregonero….¿cierto? “Tú las dicho” “Bueno, pues quiero que la hagas tú por mí” “¿Cómo? pues yo no estoy de acuerdo”

“Tú escucha. Yo voy debajo y no pienso perderme la primera levanta de nuestra bendita Virgen. Somos 24 costaleros los que las llevamos y un único corazón, y no pienso ausentarme y dejarlos con uno menos”

“Bueno tu verás, a mandar.”

“Ahora después de que yo debajo le hable al personal, quiero que la primera levanta se la dedique al pueblo de Osuna, a sus habitantes y sobre todo aquellas personas que por desgracia no va a poder verte. Y por aquellas que el destino cruel se le ha cruzado en sus vidas y han sufrido un accidente, que se acerquen al paso para poder tocarlo y queden impregnados de la esencia del consuelo. Ahí lo tienes…. Todo tuyo que el capataz eres tú.”

(Tres golpes del llamador) “Edu… “ “Dime corazón…” “Según el pregonero me ha pedido que sea instrumento para hacer la primera levanta. Y que transmita para quien va dedicada.” “Edu… vámonos valientes…” “Esta levanta va dedicada al pueblo de Osuna, a sus gentes, y sobre todo aquellas que no van a poder verte, y por aquellas que el destino cruel se le ha cruzado en sus vidas y han sufrido un accidente, que se acerque al paso para tocarlos y queden impregnado de la esencia del consuelo.” “A esta es…. a pulso...” (Toque del llamador)

Vámonos de frente Pero muy despacito Chiquillo no tengáis prisa Que en la calle corre una brisa Y no quiero que despeine su sonrisa. Señores Más despacito he dicho Santa Lucia le tira un beso > Desde su capilla Cargados de milagros Para que lo reparta A quien no vea sus sonrojadas mejillas Serrato no corre, llámate un poquito Que la virgen de la Inmaculada y Salud Quieren ver sus ojos negros benditos. Vámonos de frente, señores, Qué guapa va la virgen de vuestros amores. Pasando por San José y San Antonio Entre ellos se escucha una conversación ¿Has visto como vas de guapa? Que hasta las flores que llevan la delatan Y Desde el altar mayor se forma un corrillo Y le cantan una plegaria, un grupo de angelillos. No corre… Llegando a la mitad de la iglesia María queda sorprendida, no encuentra a san Roque En su lugar está la virgen de la Encarnación Que al verla lloran sus ojos verdes de emoción La Virgen de Fátima le lanza un rosario Con pétalos de rosas con una inscripción Que dice para la Virgen del Consuelo la más hermosa. San Judas Tadeo desesperado la mira con ilusión Desde lo alto de su capilla le dice ¡Viva la virgen de Consolación! Pararse ahí un poquito Franjo… derecha adelante... Llámate para ver a su hijo bendito El crucificado Cristo de la Paz Que aunque no la vea La siente de verdad. Vámonos de frente…valiente Y El niño entre sus brazos no para con tanto clamor de ver a otros niños jugando en los pasillos de Consolación.

“No Jesús no te vayas a bajar, que ya te perdiste en el templo y tardamos tres días en poderte encontrar.”

“Chiquillo quédate conmigo abrazadito junto a mí, Que todavía queda un poquito para poder salir.” Ese costero derecho… llamarse tos por igual… Que san Isidro quiere saludarla y San Roque desde el sagrario no lo deja en paz. Edu un cangrejazo…

Que tu reina del Mayor Dolor está en su capilla y no la puede ver, vamos a mandarle unos aires que vuelen desde su manto y que al Mayor Dolor le sirva de consuelo para su llanto.

Y san francisco inmóvil no le para de rezar Al ver tanta belleza divina por su capilla pasar. Señores… pararse ahí… Los dos costeros a tierra y tos por igual Que Osuna nos espera y no puede aguantar más La trasera más a tierra, Y silencio ahí debajo Que estamos pasando Muy cerca del sagrario. Y entre el júbilo y la expectación Pasamos el arco escarzano Con fuerza y decisión Seguid así… que queda muy poquito para poder salir.

Debajo se escucha una voz ¡Viva la Reina del Cielo Viva la Madre de Dios Vámonos con ella fuera ¡Qué Osuna nos espera! Pararse ahí… Tos por igual y al cielo con ella. A pulso… (Toque de llamador) Con los cuatros zancos arriba y María erguida entre la multitud, Juanmi dice: “ya estamos fuera que el pueblo de osuna la espera” Osuna te espera como reina y soberana Como la luz que despierta Cuando llega la mañana Osuna te espera galante y señora Con traje rojo y blanco Como el color de su bandera Te espera en sus calles Que con mil detalles Te espera y te guía Por su antigua villa Calle Sevilla Te lleva al centro De su arteria principal Por callejones y calles Que se reparte Por toda la ciudad. Te espera en sus casas De sillares o encala Con cierres y balcones Que adornan su facha Te espera sus portales De ricas maderas nobles En su sanguanes un santo Que nos recibe al entrar Para ver sus patios decorados Con columnas y azulejos pintaos Te esperan sus palacios Con mitos y leyenda De caballeros feudales Que defendieron esta tierra. Te esperan sus torres y espadañas Llenas de hermosas veletas Para que el solano la gire Como el contraguía gira Su mano en una manigueta. Te espera su insigne Colegiata Bella edificación terrenal De tesoros únicos en el mundo Guardiana y protectora de todo lo que ve. Desde que se pierde en el horizonte hasta sus pies. Te esperan sus iglesias, llenas de santos y oraciones Y de imágenes que marcan nuestras tradiciones La Esperanza en San Agustín De Santo Domingo desamparados por sus dolores Amargura en su Soledad de San Carlos Real Del Rosario de Fátima, tu Encarnación Victoria de Dolores y Angustias Carmen dame tu Soledad Y Mayor Dolor de Consolación.

Te esperan sus conventos Algunos de clausuras De oración y rezo Y otros para ayudar y servir Al que no puede vivir. Te esperan sus fuentes y sus plazas Repletas de gente que vienen y van A descansar en sus bancos Para ver a esos niños Que siempre están jugando. Te espera el esparto El hierro forjado La cal y la piedra de cantera Te espera la madera El barro y los pigmentos de colores Te esperan los gremios y artesanos De artistas que crean arte con sus manos. Te espera el espartero, el herrero y su fragua, El pintor y el cantero, El tallista, el restaurador, El carpintero y el alfarero. Te espera la música Con sus notas musicales Se derrama en un pentagrama Para formar una melodía Con ritmo, matices y armonía.

Te espera el cantaor y el cante Con un premio De la lámpara minera De la tierra de levante. Te espera su plaza de toros centenaria De puro arte en el albero Y de oles en los tendidos De un pueblo que sabe de toreo. Te esperan sus campos Sus viñas, sus ríos Sus arroyos Sus manantiales y sus pozos Lleno de vida diaria Por su naturaleza vegetal y animal No hay otro oasis igual. Te esperan sus parques Sus jardines y flores Que con mil colores Lanza sus aromas A todos sus rincones. Te espera su fútbol Su equipo del bote Y sus viejas glorias Para ofrecerte en tu novena Sus títulos y sus victorias.

Te espera sus fiestas y tradiciones Que con honores se rindes a Ti Bella Virgen, María Reina Celestial Tu camino es el destino Que marcas a la humanidad. Te espera su gente Con su genio y simpatía Desde que amanece Hasta que se acaba el día. Te espera impaciente, nerviosa y celosa De la luna silente que desde el cielo te ha tirado 12 estrellas Y a tu corona han caído para que tu algún día Seas dueña de esta tierra de suspiro. Que habitan con ella antes de que tú vinieras de Londres. Te espera y ella misma culto te diera, Y llegaste a este barrio con un hermoso rosario, Para rezarte a diario Aquel que lo necesita, En uno de tus sagrarios Llegaste valiente por un Duque Al que le decían santo Cargada de gozo, No hubo nadie que no viera tu hermoso rostro. Llegaste a Osuna, Tierra de infinitas culturas antiguas, Que dejaron su huella Y tú marcaste la tuya. Te proclamaron patrona, Quiera o no se quiera, Reina y Señora de esta villa Y con el tiempo Alcaldesa Honoraria Y te quedaste, Y sembraste una semilla, Que echó raíces profundas para no moverse nunca, En este pueblo divino De un barrio sin igual Tu eres Reina, Madre y nosotros tu devoción A ti te dicen María y a tu gente Consolación. Felicidades María

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