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Una casa donde hacer hermandad
Foto: Felipe Cecilia Jiménez
El 4 de marzo del año 2017 comenzaba nuestra Hermandad a caminar con paso firme para solicitar la cesión del templo de San Carlos con la celebración del Cabildo Extraordinario de hermanos, donde se expuso el tema y fue aprobada la propuesta por unanimidad por los más de 80 hermanos que acudieron en tan histórica jornada.
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Desde aquel mismo momento nuestra junta de gobierno se puso a trabajar para la preparación de toda la documentación solicitada que avalara tan importante solicitud. Una vez presentada y revisada por la autoridad competente, se rubricaba mediante la firma de ambas partes pasada la Semana Santa del año 2018, la cesión del templo de San Carlos (La Compañía) a la Hermandad del Santo Entierro de Osuna, en un primer momento por cinco años en la modalidad contractual de comodato.
Tras conseguir la añorada cesión perseguida desde hace varios años por la junta de gobierno encabezada en ese momento por Rafael Campaña, tras la firma, nuestra Hermandad se ponía “manos a la obra” en las mejoras necesarias, y que aún continúan, para que el templo recuperase la majestuosidad de antaño. El primer paso fue, tras la Semana Santa del pasado año, cuando María Santísima en su Soledad y Amargura se colocó en el retablo mayor presidiendo desde entonces la iglesia.
Posteriormente, se continuó sustituyendo toda la iluminación por una nueva de luces Led, que ha mejorado considerablemente la luminosidad, gracias al buen hacer de los hermanos de nuestra Hermandad que desinteresadamente están colaborando para que estas mejoras se puedan llevar a cabo.
Tras la instalación de la nueva iluminación, se llevó a cabo la mejora quizás más importante hasta el momento, el arreglo de paredes y suelo de la sacristía muy deteriorado por la tan sufrida humedad. Tras esta importante labor se solucionó, también, el problema de la megafonía para un mejor desarrollo de la Eucaristía y se comenzaron a colocar los enseres y demás bienes de nuestra Hermandad por todo el templo y la sacristía.
Pero quizás de todas las mejoras la que más destaca, más ha llamado la atención y más ha ilusionado a nuestra corporación, ha sido la nueva disposición del Señor Yacente, quien desde el mes de noviembre preside junto a su bendita Madre el presbiterio de la iglesia, gracias a la modificación de la urna de capilla a mesa de altar, donde domingo tras Domingo, se celebra la Santa Misa. Ello no podría haberse llevado sin la encomiable labor de N.H. Manuel Cuevas Sánchez quien ya anteriormente habría restaurado otro gran número de mobiliario que ya se encuentra distribuido por el templo de San Carlos El Real.
También destacar que se están cambiando, poco a poco, las velas por otras de cera liquida para una mayor limpieza y seguridad. Hacer, como no, una mención a la importancia de la apertura y limpieza de la Iglesia que se está llevando a cabo gracias a la gran labor que está realizando nuestra junta de gobierno.
Estas son una pequeña muestra de las mejoras que está llevando a cabo nuestra Hermandad y que deben continuar para que nuestra casa siga luciendo como hasta ahora. UN SUEÑO QUE ACABA DE COMENZAR A HACERSE REALIDAD, UNA CASA PARA HACER HERMANDAD.
Eduardo de la Ossa Flores
Hermano Mayor