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Un compromiso
La Virgen de la Encarnación en su traslado desde la parroquia de Consolación ante el comienzo de la última fase de obras en sus tejados (mayo-diciembre 2019)
El compromiso puede definirse como la obligación contraída por una persona que se compromete o es comprometida con algo. En este caso, comunidad o grupo de personas.
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En el barrio de Fátima, el valor del compromiso es uno de los pilares que caracterizan a la Agrupación Parroquial de Nuestra Señora Del Rosario de Fátima y María Santísima de la Encarnación así como a todos sus hermanos.
Esta comunidad de fieles hace unos años que dijo ‘’sí’’ al compromiso y a la Fe. Las motivaciones fueron varias, el amor a la palabra De Dios y la ilusión por representar a un barrio de corazón puramente mariano.
Otra razón que obligaba a afrontar el reto es la responsabilidad pastoral con el Señor.
Cristo fundó la Iglesia como una comunidad de creyentes y de testigos de su resurrección. La Iglesia fue presentada como una comunidad. Todas las expresiones para designar la comunidad primera se fundan en la esencialidad de conjunto, agrupación o comunidad donde está garantizada la presencia del Señor: ‘’donde dos o más están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos’’.
El Barrio de Fátima dijo sí a la Iglesia, si a la comunidad, sí a la Virgen María. La Agrupación Parroquial de Nuestra Señora de Fátima y María Santísima de la Encarnación se encomienda no sólo el ser testigos de Jesús, ni a transmitir el amor de la Virgen María, madre De la Iglesia, sino llevar a todos los hombres la salvación que Cristo nos ganó con su muerte y resurrección.
