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Memoria de la romería de Nuestra Señora de Consolación 2019
Como cada año, la Hermandad de Nuestra Señora de Consolación organiza una serie de actos en torno a la romería de nuestra Patrona en los que sus devotos participan de manera activa. Son días de nervios y preparativos en los que los hermanos intentan cuidar todos los detalles para que el resultado sea lo más perfecto posible, días en los que las idas y venidas desde la parroquia hasta la ermita son constantes.
Del 23 al 26 de abril, los alumnos de los distintos colegios de nuestra localidad visitaron a su Patrona, ofreciéndole flores y cantos para, un año más, besar la medalla que la Virgen nos ofrece desde sus manos. El triduo preparatorio y el Rosario de la Aurora son sin duda momentos claves en nuestra romería. Actos que nos permiten vivir la jornada de romería en plenitud y que suponen un momento de recogimiento y oración para todos los devotos de la Santísima Virgen. El Rosario, cada año, acompañado de los devotos que alumbran el camino con velas y por los cantos de Rafael Martín, quien cuida con esmero cada detalle y entona a su paso por las calles de Osuna letras que nos invitan a unirnos al rezo, como aquella tan curiosa que dice “El demonio a la oreja, te está diciendo: No vayas al Rosario, sigue durmiendo”.
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El acompañamiento de la Virgen a su ermita, algo que ocurre de manera puntual cada cuatro años, ha sido sin duda un motivo de alegría en 2019, cuando pudimos también disfrutar de su presencia en el cortijo El Rosso. Es allí donde cada año nos acercamos a Jesús en la Eucaristía, presidida por D. Juan Dorado.
Al llegar al Calvario, en su ermita, todos los peregrinos se encomendaron un año más a la Virgen con el rezo del Ángelus para posteriormente realizar sus ofrendas. Disfrutando del sentido de la peregrinación y en un ambiente festivo, la jornada de convivencia nos permitió vivir momentos de intimidad en la ermita antes de emprender el regreso a nuestro pueblo. Como cada año, la Hermandad de la Vera Cruz nos recibió en la puerta de la Iglesia de San Agustín y las Hermandades establecidas en el Convento de los Padres Carmelitas entonaron la Salve al paso de la carreta, renovando de algún modo la promesa de volver el año siguiente a ese mismo lugar para recibir a la Virgen y sus romeros.
Habrán de pasar cuatro años para que la Imagen vuelva a bendecir los campos de Osuna y presida su romería. Nosotros, esperaremos con ilusión la llegada de un nuevo último domingo de abril para peregrinar hasta el Calvario con nuestro Simpecado, disfrutando del regusto que nos queda después de lo vivido.
Hasta el año que viene, Madre mía, si Tú quieres.