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Unos faroles de raigambre ursaonense
Foto: Felipe Cecilia Jiménez la atención la forma compacta de sus candelabros. La peculiaridad que queremos resaltar, pues conecta directamente con Osuna, se halla en los cuatro pequeños faroles de plata que rematan dichos candelabros, realizados por el orfebre Jorge Ferrer. Su inspiración partió, claramente, del ostensorio de nuestra Colegiata, el que habitualmente procesiona el domingo del Corpus Christi; una extraordinaria pieza de plata dorada realizada en Nuremberg en el siglo XVI que, con probabilidad, llegaría a nuestra villa de manos de los Téllez-Girón. El orfebre sevillano supo reinterpretar su cuerpo expositor, de forma hexagonal separado por columnas abalaustradas y la cúpula bulbosa con crestería de candelieri, para labrar los faroles de la Virgen del Amparo.
El inmenso patrimonio artístico de Osuna, civil y sacro, debiera ser la fuente habitual de la que bebieran los cofrades ursaonenses a la hora de realizar sus encargos, a fin de enriquecer y exportar el potencial de nuestra Semana Santa, tal y como lo reconocieron Montenegro y Ferrer en nuestra villa hace casi un siglo.
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Las hermandades y cofradías suelen confiar la realización de su patrimonio a artistas y artesanos sevillanos por considerar la ciudad hispalense referencia a seguir desde otros puntos de la geografía nacional. Si bien es positivo para la continuidad de los antiguos oficios artesanos (talla, bordados, platería, cerería…), tiene su contrapunto cuándo se produce la supresión de los rasgos definitorios y únicos de las localidades de origen. Esta circunstancia sigue ocurriendo en Osuna, por lo que desde la línea editorial de esta revista queremos remarcar y potenciar nuestras peculiaridades artísticas, devocionales y antropológicas. Para ello, vamos a exponer el caso opuesto.
La Real Venerable e Ilustre Hermandad de Nuestra Señora del Amparo tiene su sede en la parroquia de Santa María Magdalena de Sevilla y pasa por ser una de las hermandades de gloria más admiradas por su añejo estilo, su seriedad y su perfeccionamiento en la realización de sus cultos. Su procesión, a principios del mes de noviembre, es una cita ineludible entre los cofrades sevillanos y foráneos. Su paso procesional fue estrenado en 1927, una extraordinaria obra realizada en el taller de Antonio Corrales sobre proyecto de Montenegro, del que llama
Antonio Morón Carmona
Licenciado en Historia
Foto: Web de la hermandad