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Entrevista al pregonero de la Juventud Cofrade 2020
Foto: Clara Domínguez
Entrevista al pregonero de la Juventud Cofrade 2020 Ignacio Martín de la Hinojosa Escribano
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Esta Cuaresma, el Pregón de la Juventud Cofrade alcanza el cuarto de siglo al celebrarse su XXV edición. Para tal empresa, los jóvenes de nuestras Hermandades y Cofradías han depositado su confianza y su cariño en una persona que a sus 23 años de edad guarda consigo un amplio curriculum cofrade, como nazareno, costalero y miembro de Junta de Gobierno. En un salón del Casino de Osuna, acompañado por el encanto y la historia de este histórico edificio, mantuvimos una agradable dialéctica que trasformó la inicial entrevista en una entrañable conversación entre amigos. Sobre lo que allí se habló, aquí se escribe. Siéntanse testigos de aquella conversación y descubran cómo un servidor descubrió aquella tarde por qué la Juventud Cofrade de Osuna ha elegido como su Pregonero a Ignacio Martín de la Hinojosa Escribano.
Ignacio, amigo, presentamos al pregonero de la Juventud Cofrade.
El pregonero de la Juventud Cofrade soy yo (risas). Si me tuviera que presentar diría que soy una persona nerviosa, ajetreada, no muy buen estudiante… pero que se dedica en cuerpo y alma a un objetivo cuando se lo propone.
¿Pensaste alguna vez que esta designación podría hacerse realidad?
Bueno, siempre está el juego con los amigos cofrades, que si “te va a tocar”, que si “algún año serás tú”… Lo cierto es que en los ratitos de soledad, de Cuaresma, delante de mis imágenes uno medita y piensa… y en esas situaciones piensas “¿Y si algún día me tocara a mí esto?” Yo creo que todo cofrade lo ha pensado alguna vez. Sin embargo siempre he visto complicado que se llevara a cabo, porque nunca me he visto una persona capacitada para esta designación. Este año me ha tocado, gracias a Dios, y lo digo así porque lo vivo como un regalo del Señor que ha hecho realidad el sueño de un joven cofrade.
¿Lo pensabas con ilusión, con miedo, con responsabilidad?
Siempre me ha hecho ilusión, la verdad. Cuando he estado en otros pregones como el de Arcadio Rodríguez, Luisa, Evaristo, Manuel Jicales (al que escuchaba desde Italia el año pasado)… siempre lo he visto como un reto ilusionante. Cierto es que cuando por fin te toca, el miedo aparece. Si no es el miedo, diría incertidumbre sobre si estaré preparado, seré capaz, etc. Supongo que desde que uno se entera de la designación hasta que llegue el día esperado experimentaré un gran abanico de sentimientos, pero el que jamás faltará sé que es la ilusión.
¿Por qué piensas que la Juventud Cofrade ha tenido a bien nombrarte su pregonero?
Porque el Señor lo ha querido así, sin duda alguna. Como he dicho antes, lo vivo como un regalo del Señor y sé que ha sido Él quien ha puesto su mano sobre los cofrades para que yo fuese elegido.
¿Cómo llegó la noticia a tus oídos?
Pues estaba en Italia de Erasmus cuando recibí una videollamada de Álvaro Reina, presidente del Consejo de Hermandades >
y Cofradías. Yo estaba fregando la cocina por lo que con las manos mojadas no pude atender la llamada. Dejé de fregar, me sequé las manos y devolví la videollamada. Álvaro me pidió perdón porque decía que había sido su hija quien me había llamado sin querer. Acto seguido, dio la vuelta a la cámara y aparecieron todos los miembros del Consejo. Fue entonces cuando me dijeron que había sido designado como pregonero de la juventud cofrade.
¿Fue difícil aceptar la designación o no dudaste ni un instante?
Pues no ha sido ni fácil ni difícil. Cuando Álvaro me lo dijo no me dio opción a decir que no (risas). Por supuesto no fue una elección obligada, pero también he de decir que cuando alguien como Álvaro Reina muestra esa confianza en uno, negarse es imposible.
¿Quién fue la primera persona a la que llamaste para contárselo? ¿Cuáles fueron las sensaciones cuando tu familia, tus amigos?
El primero en enterarse fue mi amigo Juanki, que vivía conmigo en Italia y estaba escuchando la videollamada. Las primeras personas a las que llamé fueron mi hermana Clara, mi hermano Antonio y mi amigo Manuel Sánchez, que es otro hermano. ¡Todos celebraron la noticia! Yo siento los logros de mis hermanos como míos y viceversa.
¿Cómo reaccionaron tus hermandades?
Pues mira pertenezco a la hermandad de los Dolores, a San Arcadio, a la Pax, al Dulce Nombre, a la Encarnación, al Carmen y al Corpus; y me llegaron felicitaciones de todas partes, tanto de las juntas de gobierno, de los grupos jóvenes, como de mis cuadrillas de costaleros. En estos momentos se da uno cuenta del cariño que la gente tiene a tu persona. También por supuesto me felicitaron todas las demás hermandades y una gran cantidad de personas, tantas que muchas ni sé aún quienes son (risas).
¿Cuáles son tus inicios en el mundo cofrade? ¿Te viene de familia? ¿Eres el primero de una saga? Cuéntanos.
Mi primer recuerdo cofrade, que además está grabado, es con unos 3-4 años debajo de un banquillo, con mi abuelo haciendo de capataz. Lo del amor por las cofradías me viene tanto por parte de padre como de madre. Mi abuelo materno pertenecía a la hermandad de Pasión, en Sevilla, en la cual salía de penitencia. Por otra parte, la familia de mi padre ha estado desde siempre involucrada en este mundo. Mi padre fue hermano mayor de San Arcadio y costalero de “la Borriquita”, del Cristo de la Pax, del “Niño Perdido”, de San Arcadio, de la Virgen de los Dolores y de las Angustias. Los hermanos de mi padre todos costaleros y mi tío Curro hermano mayor de los Dolores y pregonero del costalero. Familia cofrade, quizás no tan “fatigas” como yo (risas), donde esperamos que la saga continúe.
¿Cuál es tu concepto de pregón?
Para mí un pregón es, en una palabra, personalidad. Es una vivencia personal, es abrir el corazón de cara al cofrade y explicar, en definitiva, lo que una persona siente por las cofradías, por la Semana Santa, por la Pasión de Cristo…
¿Qué quieres que consiga tu Pregón? ¿De qué modo te darías por satisfecho con el mismo?
Por una parte, tengo ideas que quiero plasmar en el pregón y, si el día que termine todo esto me doy cuenta de que he sido capaz de transmitirlas y han llegado a la gente que tenía que llegar, me daré por satisfecho. Por otra parte, si el día de mañana, cuando pasen 40 a 50 años, leo yo mismo mi pregón y no me arrepiento de lo que he dicho, entonces me daré doblemente por satisfecho.
¿Tienes algún referente en cuanto a los pregones de Semana Santa?
Sin duda tengo pregones favoritos. Por ejemplo, el de Arcadio Rodríguez. Tengo que decir que ese pregón lo viví como algo personal porque siempre hemos estado juntos en San Arcadio y hemos compartido muchas experiencias. Lo mismo puedo decir del de Manuel Jicales, gran amigo mío. Eso sí, si tuviera que elegir un top 20, en los 20 primeros puestos estaría el pregón de Álvaro Reina. Su pregón es, para mí, el pregón por excelencia. Es el que más he escuchado y más he leído y con el que me gusta reflexionar, descubriendo cosas nuevas cada vez que lo leo. Es un pregón tan complejo y tan cargado que cada vez que lo lees aprendes algo nuevo, es un pregón de obligada lectura después de ser recitado en la Colegiata.
Pregunta obligada, ¿verso o prosa?
De todo un poco, un pregón da para mucho.
¿Habrá personas que formen una parte especial de tu pregón?
Sin duda. Habrá personas que serán fundamentales como es la figura de mi abuelo Fernando, el padre de mi madre, el único abuelo que he conocido. Él murió cuando yo era niño, pero tengo una imagen de él que recuerdo día a día, y que refleja la persona a la que me gustaría parecerme.
¿Quién será tu presentador? ¿Por qué?
Mi presentador será Luis Enrique Ruiz Carreño, actual capataz del Dulce Nombre. El motivo es claro. Es la única persona con la que he vivido todos los momentos de mi vida cofrade. Todo empezó siendo los dos costaleros del Dulce Nombre. En las trabajadoras se fraguó una amistad para toda la vida. Posteriormente hemos seguido juntos como costaleros en la Encarnación y en la Inmaculada. Actualmente ambos pertenecemos a la Junta de Gobierno de san Arcadio. Vivimos “la Madrugá” juntos, en el Carmen y en la Pax yo iba de costalero y él de músico… En todos mis momentos cofrades él ha estado a mi lado y éste es otro momento que nos toca vivir. No creo que muchas personas tengan esa suerte. Luis Enrique es una persona de mi absoluta confianza y no podía ser otra persona.
¿Qué es lo que te enamora de la Semana Santa en general?
De la Semana Santa, en general, me enamoran los sentimientos personales que florecen cuando una persona ve a su imagen, los que se viven en una cuadrilla de costaleros, en un previo de una salida, al llevar un capillo, al ver las caras de la gente mirando a tu Imagen, los llantos, las sonrisas... ¡Todo!
¿Y de la Semana Santa de Osuna?
De la Semana de Osuna de Osuna tengo que decir que creo nuestra juventud cofrade, ojalá me equivoque, pero cada vez se aleja más del pueblo optando por la capital o simplemente los imitan sin importarle quitar del medio alguna tradición. Eso me
desilusiona. Sin embargo, me vuelve a enamorar cada mirada que ves el Viernes Santo en la salida de Nuestro Padre Jesús, en la Colegiata, en la entrada… Porque son unas miradas donde ves la sencillez, la humildad y la sinceridad de la persona.
¿De qué pasos has sido costalero y de cuáles lo eres actualmente?
He sido costalero fuera de Osuna, en Cañete la Real bajo el paso de palio de la Virgen de la Aurora y en El Rubio bajo la Virgen del Rosario. También he sido costalero de la Inmaculada, del Dulce Nombre y de la Pax. Actualmente pertenezco a la cuadrilla de costaleros del Corpus, de la Encarnación, de San Arcadio, de la Virgen del Carmen y de la Virgen de los Dolores.
¿Qué te llevó a tomar esa decisión?
Desde niño he tenido claro que quería ser costalero. Y ahí e de darle las gracias a mi tío Curro, él se encargó de llevarme a mi primo y a mí a los ensayos de la hermandad de los Dolores desde que éramos niños. También acudía a los ensayos de San Arcadio en los que me ponía a hablar con los costaleros. Toda la vida he tenido la intriga de qué era ser costalero. De niño los miraba como el niño que mira a un futbolista y, hoy, los sigo mirando con admiración. De hecho, muchos de esos costaleros con los que hablaba cuando era niño son los corazones con los que tengo la fortuna de compartir trabajaderas.
¿Qué significa la religión para ti?
La religión para mí es mi día a día. Es un pilar fundamental en el que me apoyo siempre que me hace falta, al cual le doy gracias cada vez que me pasa algo bueno y en el cual confío cada vez que tengo una incertidumbre: “Dios mío, ¿por qué me ha pasado esto? Bueno, Tú sabrás el porqué”. Y de hecho siempre que me ha pasado algo el Señor se ha ocupado, tiempo adelante, de hacerme ver el por qué de las cosas. >
Foto: Clara Domínguez
¿Qué personas han influido en el crecimiento y desarrollo de tu fe?
Mis padres, sin duda alguna. Ellos son las personas que más han influido en el crecimiento y el desarrollo de nuestra Fe.
¿Es fácil ser un joven cristiano en el contexto de nuestra sociedad actual?
Tengo 23 años y pienso que he adquirido una madurez que me hace vivir mi Fe sin sentirla como una carga, todo lo contrario. Pero claro, entiendo que cuando eres adolescente, no es nada fácil. Ves ataques constantes, personas que no piensan igual que tú,… Pero con el tiempo y las vivencias personales, el Señor me ha hecho ver que la Fe merece la pena y, a día de hoy, gracias a esto, me es muy fácil ser cristiano. De igual modo, comprendo que en ciertas etapas de la vida pueda ser complicado.
¿Crees que la juventud cristiana tiene la suficiente formación religiosa?
La juventud cristiana, en general, creo que sí, pero no creo que la juventud cofrade tenga la suficiente formación. Partiendo siempre de la base de que la formación de una persona no termina nunca, es algo constante.
¿Cuál es el papel de las Hermandades dentro de la Iglesia, según tu criterio?
Imaginemos que una hermandad tiene la forma de un trípode, siendo la evangelización, la formación y la caridad las patas que lo sustentan. Soy crítico en este ámbito pues veo que las hermandades de nuestro pueblo están acomodadas en este sentido. Una Estación de Penitencia no deja de ser un acto de fe cuya finalidad es evangelizar, pero no podemos limitarnos sólo a salir a la calle, hay miles de maneras de evangelizar que pueden llevar a cabo nuestras hermandades durante el resto del año. Pero ¿qué pasa si no se lleva a cabo la formación? Nuestro trípode cae. Para que una hermandad sea capaz de evangelizar tiene que recibir una constante formación, y digo constante porque reitero mi pensamiento de que nadie acaba nunca de formarse. Y por supuesto la caridad, hemos de ayudar a nuestros hermanos, teniendo la caridad otras miles de formas de abastecerlas. Hay personas pobres de dinero, es una realidad, pero hay otras pobres porque se sienten solas y nuestra compañía sería un acto de caridad, hay personas pobres porque nadie les escucha y un ratito de charla sería un acto de caridad...hay tantas personas pobres… Pienso que las hermandades deberíamos de entrar ahí.
Semana Santa y Arte. ¿Valoramos en Osuna las joyas artísticas que conforman nuestra Semana Santa?
Yo pienso que sí. Creo que casi todo el mundo en Osuna es consciente de los tesoros que conforman nuestro patrimonio: imágenes, mantos, cruces, tronos, etc.
Foto: Pablo Ruiz Cano
¿Qué es lo más bonito que te han dicho desde que se dio a conocer tu designación?
Infinidad de cosas, pero lo más bonito no son las palabras sino el cariño que se siente. Es hermoso darte cuenta de cuántas personas te tienen estima.
¿Cómo quieres que se recuerde tu Pregón?
No es algo que me inquiete. Como he dicho antes, lo más importante para mí es que dentro de 40 años lo recuerde, lo vuelva a leer y no me arrepienta de nada.
Una marcha: la Madrugá. Un momento: la subida de la calle Gordillo con San Arcadio. Un sentimiento: el que se vive bajo las trabajaderas. Una mirada: la de mi madre. Una sonrisa: la de mi hermana Clara. Una voz: la de mi padre. Un sueño: subir a la Colegiata llevando a la Virgen de los Dolores con mi hermano Antonio. Un consejo: no tener prisa nunca en la vida y disfrutar los momentos que regala el Señor. Un maestro: Silverio Ortiz. Una frase: la Virgen siempre va por delante.
Vayan desde estas líneas nuestro agradecimiento a Ignacio por brindarnos la oportunidad a todos los cofrades de conocer un poco más de su persona. Asimismo, le deseamos suerte y que el Señor y su Bendita Madre le acompañen cuando suba al atril de la ermita de san Arcadio. Y a ustedes, amantes del mundo cofrade, les invitamos a que acudan a esta cita con un joven ursaonés que, sin lugar a dudas, deleitaría nuestros oídos con su voz y alimentará nuestro corazón con sus palabras.