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de la Esperanza y San Juan Evangelista • Los retablos itinerantes de Nuestro Padre Jesús Caído

La Vera-Cruz restaura las imágenes de Nuestra Señora de la Esperanza y San Juan Evangelista

La hermandad de la Vera-Cruz, dando continuidad a la línea iniciada en 2015, cuando fue restaurada la imagen del Santo Ecce Homo del Portal, y en 2016, con la restauración del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz, el pasado año puso en marcha un nuevo proyecto para acometer las restauraciones de Nuestra Señora de la Esperanza y San Juan Evangelista. Ambas imágenes, que presentaban un delicado estado de conservación, sufrían diversas patologías de carácter superficial como el craquelado de ciertos sectores de las policromías, ennegrecimiento y pequeños desperfectos. De mayor gravedad eran las de índole estructural, que se ponían de manifiesto en grietas, el acople de las mascarillas o la trabazón con las peanas. Junto al análisis de los técnicos en patrimonio, como en anteriores ocasiones se contó con la valiosa información que aporta la tomografía axial computerizada. Para la ocasión, según exigen nuestras reglas en su capítulo número XLII, se creó una Comisión de arte, que sería la encargada de consensuar con el equipo de restauradores la naturaleza de las intervenciones y llevar a cabo el seguimiento de las mismas. Estuvo compuesta por nuestro párroco y miembros del Arzobispado de Sevilla, de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, el Patronato de Arte de Osuna y la cofradía. Una vez realizados los trámites oportunos en el Arzobispado de Sevilla finalmente la imagen de la Virgen fue intervenida en el taller sevillano de D. Fabián Pérez Pacheco y D.ña Eva Morata Plá, cuya trayectoria en la hermandad era ampliamente conocida y valorada; mientras que la del discípulo amado sería restaurada en Málaga por D. Francisco Naranjo Beltrán, quien ha trabajado para notables instituciones como la Junta de Andalucía, la Agrupación de Cofradías de Semana Santa y el Obispado de Málaga, la Catedral de Córdoba o la de Guadix.

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La intervención realizada en Nuestra Señora de la Esperanza se ha centrado en las manos y la cabeza. A nivel general se han limpiado y se han estucado y policromado las grietas e incisiones de alfileres y algunos craquelados de la policromía que corrían el riesgo de desprendimiento. De otra relevancia ha sido el sellado y posterior policromado de la fisura que presentaba la mascarilla. La intervención ha permitido recuperar ciertos valores de las carnaciones sonrosadas del rostro, que contrastan con las tonalidades un tanto anacaradas propias de la estética tardorromántica en que se gestó. Cabe destacar además la recuperación de la disposición original de los brazos, que en un momento indeterminado fueron modificados para distanciarlos del torso. Ahora, en su composición primigenia, la dolorosa de mirada ensimismada y expresión avejentada muestra un cariz más intimista y recogido.

En los anteriores actos celebrados en 2015 y 2016 la hermandad sintetizó cada presentación bajo una expresión significativa de alto contenido alegórico que compendiara el carisma de cada una de las imágenes. En el caso del Señor del Portal fue “Ecce Homo” (he aquí el Hombre), alocución utilizada por el prefecto Poncio Pilatos cuando presentó a Jesús de Nazaret, con la que se quiso acentuar la presentación de la imagen en su momento iconográfico, la sentida humanidad de la representación y la recuperación de su primitiva advocación. En cuanto al Santísimo Cristo de la Vera-Cruz, fue “Per saecula saeculorum”, locución latina que se utiliza al final de algunas oraciones que significa “por los

Detalle de la imagen titular de la corporación crucera. Foto: Fabián Pérez Pacheco

Detalle de las manos de Nuestra Señora de la Esperanza. Foto: Fabián Pérez Pacheco

siglos de los siglos”, para con ello enfatizar la antigüedad, majestad y hondura de la obra. En esta ocasión fue la de “Ex oriente lux” (la luz viene de oriente), exclamación con alto contenido simbólico que sugiere el recorrido de una transmisión espiritual y cultural ya que, al igual que todo lo que acontece en el universo, el recorrido del Sol, la luz, y con ello todo comienzo y desarrollo en el plano de lo visible, el conocimiento, la religión y la verdad revelada, raíz de la evolución espiritual de la humanidad, y toda nuestro acervo occidental, proviene de Oriente. La luz y el Sol son precisamente atributos que los exegetas tradicionalmente vincularon con la Madre de Dios. En un plano de menor abstracción con ella se pretendía aludir también a la procedencia de la propia obra, el Levante español, el foco cultural de la escultura valenciana, con todo lo que ello supone en el ámbito artístico y de influencias estilísticas. La presentación de Nuestra Señora de la Esperanza tras su restauración se hizo en la iglesia de San Agustín el pasado 15 de diciembre, en las vísperas de la festividad de la Expectación de María. En el acto en el que la cofradía crucera y los devotos se reencontraban con su querida

Nuestra Señora de la Esperanza en la capilla de la Vera-Cruz. Foto Fabián Pérez Pacheco

Primer plano del perfil de Ntra. Sra. de la Esperanza. Foto: Fabian Perez Pacheco imagen mariana intervinieron D. Pedro Jaime Moreno de Soto, que pronunció las pertinentes palabras de protocolo y trató sobre Nuestra Señora de la Esperanza y la producción de Vicente Tena en Osuna, y D. Fabián Pérez Pacheco, que hizo una pormenorizada exposición sobre el proceso de restauración.

Al cierre de esta edición todavía no habían concluido los trabajos de restauración de San Juan Evangelista, previstos para finales de enero o principios de febrero. Con ella se clausura un ciclo histórico en el que la cofradía de San Agustín en poco más de dos años ha podido afrontar la ingente tarea de restaurar las cuatro imágenes con las que hace estación de penitencia cada Martes Santo. La materialización de una empresa de tal envergadura solo ha sido posible gracias a la enorme labor de muchos de nuestros hermanos y hermanas y a la generosidad de personas allegadas a la Vera-Cruz.

PJMS

Costaleros, id despacio, no tengáis ninguna prisa, que a su cuerpo le hace daño hasta el beso de la brisa.

Sólo os pido por favor, un minuto de silencio que está pasando el Señor y en su cara le estoy viendo misericordia y amor.

Y hay en mis versos un canto que a su paso despierta saeta que se hizo llanto en el quicio de una puerta:

“Para seguir tu camino en noches de luna llena junto a una mujer morena dejé mi copa de vino”.

Eloy Reina Sierra Pregón de la Semana Santa de Osuna 1985

Foto: Álvaro Reina

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