magistrados, jueces, abogados, banqueros y hombres de negocios
EL AMBIENTE DEL FORO
Una ciudad romana ideal no era tan solo un lugar donde vivir y trabajar, sino ante todo un espacio de relación pública y comercial, una relación puesta al servicio, también, de la población dispersa en el territorio circundante . En cada ciudad romana, una plaza forense, monumentalizada y en posición céntrica, concentraba la mayor parte de las actividades ciudadanas relacionadas con la religión, la administración, la justicia, los negocios y el comercio . Era por ello el espacio común por antonomasia, el lugar donde estaban expuestas las leyes, los decretos de los decuriones y los anuncios cotidianos para conocimiento de todos . Las mejores tiendas y los productos más preciados, como joyas, telas valiosas o exóticos perfumes, se ofrecerían en las calles inmediatas o directamente bajo uno de sus pórticos . El foro era el lugar elegido para celebrar una cita y cerrar un trato o simplemente el escenario social donde en algún momento del día se dejaban ver de forma obligada los hombres principales . Era el primer lugar que debía visitar el viajero recién llegado . Si la ciudad era una colonia, su población estaría compuesta por ciudadanos romanos nacidos libres (ingenui), tanto los residentes, es decir, aquellos que tenían en ella su domicilium, como los forasteros de
IURISPRUDENTIA QUID IURIS SITE. El juicio e Hortensia y las matronas indignadas. Nemesis ARQ (Tarragona)
paso (incolae) . El estrato social mayoritario en la colonia era la plebe (plebs), de la que formaba parte el grueso de la población libre . Los varones de las aproximadamente cien familias más ricas formaban el ordo de los decuriones, un consejo de notables que dirigía la vida pública de la ciudad a imitación del Senado en Roma . Eran obligaciones comunes de los ciudadanos cumplir las leyes y normas vigentes, pagar las tasas e impuestos que se les reclamasen y el sometimiento a munera, prestaciones personales con carácter ordinario o extraordinario . Cualquier ciudadano podía además ser llamado para integrarse en uno de los tres tribunales urbanos . De esta vida política municipal quedaban excluidos los esclavos (servi), carentes de derechos, y también los libertos o esclavos liberados (liberti), que por su origen no libre quedaban excluidos de las votaciones y del ingreso entre los decuriones, aunque sus fortunas pudieran ser muy elevadas . Una vez al año, toda la población libre (populus) era convocada en la plaza forense para celebrar los comitia, la elección anual de cuatro magistrados: dos duoviros y dos ediles . Antes, habría tenido lugar un periodo electoral durante el cual la ciudad se llenaba de mensajes concretos que pedían el voto a los distintos candidatos . La población se dividía en curias y formaría largas filas para votar a sus candidatos preferidos con un orden perfectamente controlado . Tras el recuento de los votos se proclamaba públicamente L AS L E C T U R AS
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