Albéitar 261

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CURSO

DIAGNÓSTICO TEMPRANO: LA CLAVE FRENTE AL BVDV

Enfermedades Víricas Respiratorias

¿Son compatibles la eficiencia técnica y la sostenibilidad?

Fundamentos del manejo reproductivo en pequeños rumiantes (I)

Franqueo concertado nº 50/134 PUBLICACIÓN PARA VETERINARIOS ESPECIALISTAS EN RUMIANTES Nº 261 - Julio/Agosto 2023

EL PAPEL DEL VETERINARIO DE EXPLOTACIÓN EN VACUNO DE CEBO

Como es bien sabido, la publicación del Real Decreto 364/2023, de 16 de mayo, establece las obligaciones de vigilancia del titular de la explotación y el plan sanitario integral de las explotaciones ganaderas, llamado vulgarmente “SIGE”. Este RD se basa en el nuevo Reglamento de sanidad animal que tiene como objetivo, ni más, ni menos, que mejorar la sanidad animal europea, prestando más atención a las medidas preventivas y a la vigilancia y control de enfermedades.

Escribo esta editorial dividida entre mi actual función dentro de la Asociación Nacional de ganaderos de vacuno de carne (Asoprovac) y mi formación veterinaria. Y, esto es así porque mi sensación es que, por diferentes motivos, ni unos profesionales ni otros están satisfechos con esta figura legal.

He de reconocer, sin embargo, que me parece una figura fundamental y se me ocurren además múltiples motivos para que tanto los ganaderos como los veterinarios así lo reconozcan. Es posible que suponga un coste más, lo cual me podrían decir que afecta a la escasa rentabilidad de las granjas. No obstante, desde mi punto de vista, un buen veterinario, como un buen médico, “no tiene precio” y no debería ser visto nunca como un coste, sino como una inversión. ¡El referente a la hora de cuidar a los animales! Es más, me pregunto si realmente tenía que venir la administración para recordarnos el papel fundamental que puede jugar el veterinario de explotación, para abordar de manera integral y complementaria al conocimiento y cuidado del ganadero la mejora de la sanidad y bienestar de nuestros animales.

El RD atribuye roles específicos a unos y a otros: formación, visitas obligatorias, etc. Así, cada titular, debe designar un veterinario de explotación que fundamentalmente tendrá que asesorar al ganadero en materia de bioseguridad, higiene y bienestar y que a su vez será responsable de diseñar el Plan sanitario integral, así como supervisarlo mediante visitas sanitarias (en función del riesgo) para evaluar su correcto funcionamiento.

A estas alturas, ¿hay quien no tiene claro todavía quién es su veterinario de explotación? Yo, al menos, no lo concibo. Si bien, la experiencia es un grado y no hay nadie que conozca mejor a los animales que la persona que cuida diariamente de ellos. Este conocimiento, entiendo, que debería de ser compartido y complementado con la experiencia del veterinario, para evaluar y mejorar de manera permanente la sanidad y rentabilidad de la explotación.

Matilde Moro Gerente Nacional de la Asociación Española de Productores de Vacuno de Carne (Asoprovac)
OPINIÓN ALBÉITAR Nº 261 Julio/Agosto 2023 ■ 3

SUMARIO Nº 261

OPINIÓN ARTÍCULOS

6 Diagnóstico temprano: clave para el control de la BVD Oihane Alzuguren, Cristina Baselga y Gema Chacón

12 Compatibilizar la eficiencia técnica y la sostenibilidad ambiental en vacuno de carne Isabel Casasús

16 Abordaje clínico de cornadas en toros de lidia Lomillos, J.M., González-Morillas, J y Alonso, M.E.

4 ■ ALBÉITAR Nº 261 Julio/Agosto 2023
Imagen de portada cedida por Aquilon SL.

CURSOS DE FORMACIÓN

30 Fundamentos del manejo reproductivo en pequeños rumiantes

1ª parte: Repaso de la fisiología reproductiva Antonio González de Bulnes López y Paula Martínez Ros

GUÍA DE ESPECIALIDADES:

VIRUS RESPIRATORIOS EN VACUNO

20 Situación epidemiológica y programas vacunales.

Iñaki Espinosa Crespo

26 Tabla de especialidades

ENTREVISTA

36 Pablo Alises: “Los sistemas de análisis seminal automáticos y robotizados permiten una mayor rapidez y precisión que los tradicionales”.

38 Antonio Cruz: “En AVEDE creemos que los veterinarios merecen tener una vía de formación y cualificación después de graduarse”.

FORMACIÓN PARA EL TÉCNICO DE RUMIANTES

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39 Adiprem Informa 40 El rincón de Avoccyl 41 Sección EAAP-UEECA
ACTUALIDAD Y EMPRESAS ALBÉITAR

Diagnóstico temprano: clave para el control de la BVD

Abstract Resumen

La enfermedad viral bovina conocida como BVD, ocasionada por un Pestivirus, tiene una distribución global y es considerada una de las enfermedades más críticas del ganado bovino en todo el mundo. Esta patología tiene un impacto significativo en la reproducción, producción, crecimiento y salud del ganado bovino, lo que conlleva a un elevado coste económico en la industria ganadera. La transmisión de la enfermedad, especialmente de forma vertical, puede dar como resultado animales persistentemente infectados, lo que a su vez puede causar una propagación considerable dentro de la granja. Por lo tanto, la prevención y control de la BVD son fundamentales, y el diagnóstico temprano y preciso desempeña un papel crucial en este proceso.

Palabras clave: BVD, Pestivirus, ganado bovino, prevención

Early diagnosis: the key for BVD control

The viral bovine disease known as BVD, caused by a Pestivirus, has a global distribution and is considered one of the most critical diseases affecting cattle worldwide. This pathology has a significant impact on the reproduction, production, growth, and health of cattle, resulting in a high economic cost to the livestock industry. Disease transmission, especially vertically, can result in persistently infected animals, which in turn can cause considerable spread within the farm. Therefore, prevention and control of BVD are essential, and early and accurate diagnosis plays a crucial role in this process.

Keywords: BVD, Pestivirus, cattle, prevention

Oihane Alzuguren, Cristina Baselga, Gema Chacón Exopol SL Contacto con los autores: C.Baselga crbaselga@exopol.com, O. Alzuguren o.alzuguren@gmail.com G. Chacón gchacon@exopol.com
6 ■ ALBÉITAR Nº 261 Julio/Agosto 2023 ARTÍCULOS

La diarrea vírica bovina (BVD) es una enfermedad infecciosa causada por un virus perteneciente a la familia Flaviviridae. Tiene una amplia distribución mundial y es considerada una de las enfermedades más importantes del ganado bovino, ya que afecta a la reproducción, producción de leche y el crecimiento del ganado causando un gran impacto en la economía de la granja y en la salud de los animales. Por esta razón, su prevención y control son fundamentales para la producción ganadera y la seguridad alimentaria.

ETIOLOGÍA Y PATOGENIA

El virus de la BVD, del género Pestivirus, se divide en dos genotipos principales.

■ El genotipo 1

Es el más común y está ampliamente distribuido en todo el mundo. Se divide en múltiples subtipos, incluyendo los subtipos 1a, 1b y 1c, diferenciándose por su patogenia y capacidad para producir enfermedad. Los subtipos 1a y 1b son los más prevalentes y se han asociado con la mayoría de los casos de enfermedad clínica.

■ El genotipo 2

Descrito por primera vez en Sudáfrica, se ha encontrado en varias partes del mundo, aunque es menos común que el 1. Se divide en dos subtipos, 2a y 2b, que también se diferencian por su patogenia y su capacidad para producir enfermedad. Aunque los dos genotipos del virus de la BVD tienen una alta similitud genética, hay algunas diferencias en su patogenia y en la respuesta inmunitaria que producen. Se ha demostrado que los animales infectados con el genotipo 2 pueden producir una respuesta inmunitaria más fuerte y duradera que los animales infectados con el genotipo 1.

Ambos genotipos se pueden clasificar a su vez en biotipos. Esta clasificación depende de si son capaces de inducir la muerte celular (biotipo citopático) o no inducirla (biotipo no citopático). El biotipo no citopático puede infectar al feto y convertirlo en un animal persistentemente infectado (PI) y debido a la replicación constante en este individuo la cepa puede mutar y convertirse en citopática. La combinación de ambos biotipos en el animal tiene como resultado un cuadro clínico fatal denominado “enfermedad de las mucosas” con lesiones ulcerativas distribuidas por el tejido mucoso que provoca múltiples hemorragias y la muerte del animal.

La identificación y el seguimiento de los genotipos y subtipos del virus son importantes para entender la epidemiología de la enfermedad y desarrollar estrategias efectivas de prevención y control.

La principal transmisión del virus se realiza por contacto directo a través de animales infectados y sus fluidos corporales (secreciones nasales, orina, leche, semen, saliva y fluidos fetales), principalmente por contagio oro-nasal; pero también puede producirse por contacto indirecto a través de objetos contaminados, como equipo de ordeño, comederos y ropa de trabajo.

Además de la transmisión horizontal, hay que dar una especial mención a la transmisión vertical, es decir, transmisión de la madre al feto. Si la madre se infecta por primera vez durante los días 40 a 120 de gestación, el feto, que todavía no es inmunocompetente, se contagiará y dará lugar a un animal PI que presentará una inmunotolerancia al virus de por vida. Este animal se convertirá en una fuente importante de propagación del virus, ya que puede excretar grandes cantidades durante toda su vida mostrando signos clínicos leves de la enfermedad, convirtiéndose en una amenaza constante para la salud del rebaño. Por esta razón, la detección y eliminación de los PI es una estrategia crítica para el control de la BVD. El periodo de incubación puede variar dependiendo de diversos factores:

■ La edad del animal.

■ La dosis de virus a la que se expone.

■ El genotipo viral.

■ El estado inmunitario del huésped. La infección aguda de la enfermedad puede manifestarse de forma leve o subclínica, con síntomas como fiebre, apatía, disminución del apetito y reducción en la producción de leche. En algunos casos, también puede haber secreción nasal u ocular, lesiones orales y diarrea, aunque esto ocurre con menos frecuencia. La BVD causa supresión del sistema inmunitario debido a que el virus infecta y daña células inmunitarias, como los linfocitos, e inhibe la producción de citocinas, moléculas importantes en la respuesta inmunitaria. Esta supresión inmunológica puede durar varios días o semanas, lo que aumenta la susceptibilidad del animal a otras infecciones bacterianas o virales oportunistas. En los animales PI, la supresión inmunológica es más grave debido a la replicación continua del virus y la presencia de altos niveles del mismo en la sangre y otros tejidos. En consecuencia, los animales PI tienen un mayor riesgo de infecciones secundarias y enfermedades relacionadas con la inmunosupresión. Por todo ello, el diagnóstico temprano y preciso de la infección es fundamental para controlar la enfermedad, prevenir la propagación y eliminar los animales PI. Además, diagnosticar la enfermedad en el rebaño y controlarla es importante para

Nektarstock/shutterstock.com ALBÉITAR Nº 261 Julio/Agosto 2023 ■ 7 ARTÍCULOS
Si la madre se infecta por primera vez durante los días 40 a 120 de gestación, el feto, que todavía no es inmunocompetente, se contagiará y dará lugar a un animal persistentemente infectado.

poder aplicar los tratamientos efectivos y reducir la antibioterapia utilizada frente a las infecciones secundarias, para así evitar la producción/aparición de bacterias con mayores resistencias a los antimicrobianos.

DIAGNÓSTICO LABORATORIAL

El diagnóstico presuntivo, tras observar sintomatología compatible, se debe confirmar en el laboratorio. En el caso de observar patología reproductiva, respiratoria o digestiva que sea compatible con un proceso de BVD es necesario tomar muestras para confirmar la implicación del virus en la patología observada (tabla 1). Cuando el diagnóstico diferencial confirma que la enfermedad está presente en el rebaño, se debe poner en marcha un plan de control que incluya, entre otras medidas, la monitorización de los distintos lotes de animales y la búsqueda de animales PI utilizando diversas herramientas diagnósticas (tabla 1).

En la actualidad, las técnicas laboratoriales más utilizadas son las siguientes:

Técnicas moleculares

Sirven para detectar el material genético (ARN) del virus sobre la muestra clínica analizada, siendo una técnica muy sensible y específica. La reacción en cadena de la polimerasa (PCR) es la técnica molecular más común en el diagnóstico laboratorial y dentro de este grupo, se encuentra la PCR a tiempo real o qPCR, que además es un método semicuantitativo y permite estimar la concentración de patógeno presente en las muestras de tejidos, heces, leche o sangre. Su uso es habitual tanto para el diagnóstico de una patología compatible como para la monitorización de la enfermedad en un rebaño positivo, ya que se puede realizar sobre muestras agrupadas o pools.

ELISA de antígeno

La técnica ELISA de captación de antígeno sirve para detectar el antígeno viral en muestras de suero, sangre o cartílago de oreja a nivel individual. Este tipo de técnica directa es frecuentemente utilizada para la búsqueda de animales PI. Un resultado de PCR o ELISA de antígeno positivo indica que el animal está infectado por virus BVD. Para poder diferenciar si es una infección aguda o si se trata de un animal PI (viremia constante), es necesario repetir el análisis al cabo de 21 días;

si estamos ante un animal PI seguiremos detectando antígeno viral, en cambio si es una infección transitoria, el animal habrá negativizado (tabla 2).

Técnicas serológicas

Detectan la presencia de anticuerpos en muestras de suero sanguíneo o leche. Un resultado positivo indica que el animal presenta anticuerpos frente al virus, pero la interpretación no es tan sencilla, pues puede ser seropositivo en diversas situaciones:

■ Cuando hay una infección activa.

■ Si ha superado la enfermedad (los anticuerpos frente al virus campo permanecen durante meses en sangre).

■ Si ha sido vacunado con vacunas vivas.

■ Debido a anticuerpos maternales transferidos con el calostro (pueden detectarse hasta los 3 meses de edad).

El ELISA de anticuerpo p80 es la técnica serológica utilizada habitualmente ya que detecta el anticuerpo frente a la proteína antigénica p80 que únicamente se expresa

cuando el virus del BVD se replica. Por ello, un resultado positivo al ELISA anticuerpo p80 aparece en animales que se han infectado y han seroconvertido, y en animales vacunados con vacunas vivas.

En el caso del uso de vacunas inactivadas, el resultado de ELISA p80 será negativo, sin embargo, se han observado animales que han seroconvertido tras haber sido vacunados repetidas veces con ellas.

La combinación de PCR o ELISA de antígeno con ELISA de anticuerpo permite detectar animales PI, ya que la prueba de antígeno siempre resultará positiva (son virémicos de manera constante) y la prueba de anticuerpo será negativa (presentan inmunotolerancia al virus, es decir no generan anticuerpos frente al mismo) (tabla 2).

CONTROL DE LA ENFERMEDAD

En una granja diagnosticada como positiva a BVD es esencial instaurar un plan de control que incluya diversas medidas:

Tabla 1. Muestras a recoger y técnicas diagnósticas utilizadas según el objetivo del análisis laboratorial.

Objetivo Animales a testar Muestra adecuada Técnica laboratorial

Con patología reproductiva Hisopo vaginal, feto y placenta, raspado prepucial, semen qPCR

Diagnóstico etiológico

Con patología respiratoria Pulmón, lavado broncoalveolar, Hisopado nasofaríngeo qPCR

Con patología digestiva Intestino, heces, hisopo rectal qPCR

Suero, sangre entera qPCR o ELISA de antígeno

Cualquier patología

Sospechosos de ser PI

Control de enfermedad

Suero ELISA de anticuerpo

Suero, sangre entera, cartílago de oreja ELISA de antígeno, qPCR

Suero ELISA de anticuerpo

Vacas en lactación Leche de tanque qPCR, ELISA de anticuerpo

Animales de nueva entrada

Suero ELISA de antígeno, ELISA de anticuerpo

Sangre entera ELISA de antígeno

Tabla 2. Resultado laboratorial de un animal PI frente a un animal infectado.

Primer análisis Segundo análisis (tras 21 días)

Animal PI

Antígeno positivo Anticuerpo negativo Antígeno positivo Anticuerpo negativo

Animal con infección transitoria Antígeno positivo Anticuerpo negativo Antígeno negativo Anticuerpo positivo

8 ■ ALBÉITAR Nº 261 Julio/Agosto 2023 ARTÍCULOS

■ Preventivas: como la vacunación.

■ Medidas de bioseguridad interna: como la búsqueda de animales PI dentro del propio rebaño.

■ Medidas que aseguren una buena bioseguridad externa: como cuarentenas y análisis de animales de nueva introducción.

El objetivo de estas herramientas será la reducción de la prevalencia de la enfermedad y la disminución de la carga viral en la población bovina.

Medidas preventivas

La profilaxis mediante la vacunación es un punto indispensable para controlar la circulación de la BVD en una población. Actualmente existen en el mercado dos tipos de vacunas: vivas atenuadas e inactivadas.

■ Las vivas atenuadas pueden proporcionar una inmunidad más rápida y duradera, aunque tienen un mayor riesgo de producir efectos secundarios.

■ Las vacunas inactivadas son, por lo general, más seguras y dan menores reacciones adversas, sin embargo, requieren múltiples dosis para lograr una respuesta inmunológica adecuada. Es importante tener en cuenta que la vacunación no es una estrategia efectiva para controlar la enfermedad en animales PI, ya que estos animales no pueden respon-

der adecuadamente debido a la tolerancia inmunológica que desarrollan al virus. Por lo tanto, la identificación y eliminación de animales PI es la estrategia principal para controlar la BVD.

Bioseguridad interna

La búsqueda de animales PI se puede realizar de distintas formas según los grupos de animales:

Vacas en lactación

El diagnóstico más sencillo es la PCR en leche del tanque. Se recomienda que el grupo de lactación no supere las 300 vacas, ya que podría reducir la sensibilidad diagnóstica. Habitualmente se habla de muestra de leche de 20 a 300 vacas, recogiendo las muestras por lotes de ordeño, de tal manera que, si se detecta BVD en uno de los lotes, se recoge muestra de suero o sangre para analizar de manera individual con ELISA de antígeno con el fin de encontrar el animal PI.

Vacas en periodo seco

Al no poder obtener muestra de leche de estos animales, se recoge individualmente una muestra de sangre o suero y se analizan mediante PCR en pools de, por ejemplo, 10 animales. Los pools positivos se pueden individualizar y analizar con ELISA de antígeno.

Animales jóvenes

También se pueden agrupar muestras de animales jóvenes en función de los lotes, por ejemplo, hacer pools de cartílagos de orejas de terneras jóvenes y pools de sangre o suero de novillas y realizar la determinación de BVD mediante PCR. Al igual que en las vacas secas, si sale un pool positivo, se recomienda individualizar con ELISA de antígeno.

La monitorización de la enfermedad en los terneros neonatos debe ser continua, principalmente en los 9 meses siguientes a la recirculación del BVD debido a la posibilidad de que alguna vaca gestante tenga un ternero PI.

Bioseguridad externa

La última medida esencial en el plan de control de la BVD es la bioseguridad externa con la que hay que evitar la entrada de utensilios contaminados y de animales infectados. Se deben revisar todos los animales a introducir en la granja, tanto los nuevos como los animales de la ganadería que vuelven de concursos o ferias. Es importante establecer un periodo de cuarentena de unas 4 semanas en un lugar apartado del resto de animales de la granja y realizar las pruebas ELISA de antígeno y anticuerpo en el momento de la llegada y 21 días después para asegurar que no hay ejemplares infectados.

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El diagnóstico presuntivo, tras observar sintomatología compatible, se debe confirmar en el laboratorio.

Para desarrollar el plan de control de la enfermedad y seleccionar las medidas adecuadas al rebaño, es recomendable que los ganaderos trabajen junto con el veterinario de explotación. Además, habrá que tener en cuenta el plan vacunal utilizado en la granja a la hora de solicitar los análisis de laboratorio e interpretar los resultados obtenidos.

CASO CLÍNICO

En una ganadería lechera de 200 vacas en ordeño se observa una bajada de fertilidad y la aparición de abortos en diversas fases de la gestación. El rebaño no había tenido historial de abortos previo y el plan sanitario de la granja no incluía la vacunación frente a BVD. El veterinario clínico recoge muestras de un aborto de 7 meses de gestación, seleccionando un fragmento de placenta con lesiones y órganos fetales (encéfalo, pulmón, hígado y contenido de abomaso) para realizar el diagnóstico etiológico diferencial.

En el laboratorio se realiza un pool de las cinco muestras recibidas para analizar de manera conjunta, mediante qPCR, los agentes abortivos más frecuentes (Herpesvirus bovino-1 (IBR), Pestivirus (BVD), Neospora caninum, Leptospiras patógenas, Coxiella burnetii, Chlamydia abortus e Histophilus somni). El resultado obtenido es la detección de BVD en concentración moderada (Cq 30), siendo negativo al resto de agentes analizados (tabla 3). Los problemas reproductivos en cualquier momento de la fase productiva y la presencia de BVD en las muestras analizadas confirman un cuadro patológico causado por BVD en esta explotación.

Puesto que no había un historial previo de esta enfermedad en el rebaño, el primer

paso que toman el veterinario clínico y el ganadero es realizar un estudio de seroprevalencia con el fin de valorar la circulación del virus en el rebaño y decidir las medidas a incluir en el programa de control de BVD de la explotación.

Este estudio se lleva a cabo recogiendo muestras de suero sanguíneo a 10 novillas de entre 6 y 24 meses de edad y 10 vacas reproductoras elegidas al azar. El análisis de serología de anticuerpo p80 muestra un 80% de novillas y un 50% de vacas seropositivas, lo que confirma la circulación activa del virus de la BVD en la granja. La elevada positividad en el grupo de las novillas indica la posible presencia de un animal PI y el porcentaje detectado en el grupo de vacas indica, a su vez, la posibilidad de un animal PI entre las reproductoras.

Para la búsqueda de los animales PI en esta granja se decide realizar lo siguiente:

■ Animales de reposición

Se toman muestras de sangre entera (con anticoagulante EDTA) de todas las novillas presentes para el análisis de qPCR y se realizan pools de 10 muestras. El resultado obtenido es presencia de material genético de BVD en uno de los pools, el cual se individualizó y realizó un ELISA de antígeno, encontrando una única novilla positiva a antígeno. La prueba ELISA anticuerpo de esta novilla resultó negativo, lo que hizo sospechar que era un animal PI.

■ Animales en lactación

Se recoge muestra de leche de tanque para realizar qPCR, y se obtiene un resultado negativo.

La nueva valoración laboratorial nos refleja que de los dos grupos de animales testados solo hay un animal joven con viremia. Para confirmar definitivamente que se trata de un animal PI se realiza un nuevo análisis a los 21 días, el cual vuelve a ser positivo a ELISA antígeno y negativo a ELISA anticuerpo confirmando que se trata de un animal PI y descartando la posibilidad de ser un animal con viremia transitoria por una infección muy reciente. En este caso, después de la eliminación del animal PI, se aplica una vacunación en sábana a todo el rebaño para evitar que continúe la transmisión de la enfermedad, además de elaborar el protocolo de control de la enfermedad, que incluye la monitorización mediante qPCR en muestra de leche de tanque y el análisis de cartílago de oreja a todos los terneros nacidos, ya que la circulación del virus en el rebaño ha podido originar la gestación de un animal PI.

Determinación (qPCR) Resultado (pool de órganos fetales y placenta) IBR Negativo BVD Positivo (Cq 30) Neospora caninum Negativo Leptospiras patógenas Negativo Coxiella burnetii Negativo Chlamydia abortus Negativo Histophilus somni Negativo
Tabla 3. Resultado del pool de las cinco muestras recibidas para analizar mediante qPCR.
10 ■ ALBÉITAR Nº 261 Julio/Agosto 2023 ARTÍCULOS
La profilaxis mediante la vacunación es un punto indispensable para controlar la circulación de la BVD en una población.
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Compatibilizar la eficiencia técnica y la sostenibilidad ambiental en vacuno de carne

Departamento de Ciencia Animal

Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA)

Avda. Montañana 930, 50059 Zaragoza

Resumen Abstract

La producción de vacuno de carne, crucial a nivel económico, social y ambiental, se enfrenta actualmente a varios desafíos en términos de eficiencia técnica y sostenibilidad. Para optimizar su eficiencia productiva, debe centrarse la atención en la edad y desarrollo a la pubertad y al primer parto de las novillas, un corto intervalo entre partos, un buen crecimiento y calidad de los terneros y una larga vida útil. Por otro lado, debe aprovecharse su potencial como herramienta de gestión del medio, al promover la biodiversidad y evitar riesgos ecológicos. Para ello, en la producción de vacuno de carne actual deben implementarse planes integrales de manejo que optimicen tanto sus rendimientos como los beneficios ambientales del pastoreo.

Palabras clave: vacuno, carne, producción, partos, novillas.

Balancing technical efficiency and environmental sustainability in beef cattle

Beef cattle production plays a major role in economic, social and environment terms, but it currently faces several challenges regarding both technical efficiency and sustainability. In order to optimize its productive efficiency, special attention should be paid to age and development at puberty and first calving, and ensure a short calving interval, adequate calf growth and quality and a long lifespan. On the other hand, it is a valuable tool for environmental management, since it enhances biodiversity and reduces ecological risks. Integrated management plans should be implemented to promote both the technical performance of herds and the environmental benefits of grazing.

Keywords: cattle, meat, production, calving, heifers.

Contacto con la autora: Isabel Casasús, icasasus@cita-aragon.es

La ganadería extensiva es aquella que hace uso ganadero de una base territorial, y cuya alimentación se basa en el aprovechamiento de recursos pastables. Su papel multifuncional es bien reconocido en escalas que van desde lo global a lo local, por su contribución tanto económica como social y ambiental. Por su amplia distribución en el medio rural contribuye al mantenimiento de la población y el tejido social en zonas donde hay pocas alternativas laborales a la agricultura. A la vez, es crucial su papel en la conservación de los valores ambientales en estas zonas, cuyo paisaje es fruto del pastoreo de los rebaños y la actividad ganadera, que hoy contribuye a la prevención de riesgos como la erosión o los in-

cendios. Dentro de la ganadería extensiva, el vacuno de carne se da en territorios muy diversos y supone el segundo sector en importancia económica por detrás del ganado porcino, por su relevante contribución a la producción final ganadera (15,3 %) y agraria (5,7 %) (MAPA, 2021). Los sistemas de producción ganadera se enfrentan a diversos retos (Dumont y cols., 2014): por un lado, han de ser eficientes para alimentar a una población mundial creciente, compitiendo en un entorno global; por otro, deben reducir los impactos negativos en el medio, no depender de recursos utilizables para la alimentación humana y ser robustos y capaces de responder en un contexto de cambio. Ante esta circunstancia, la mejo-

ra de la competitividad de la ganadería, y por extensión del vacuno de carne, pasa por incrementar su eficiencia productiva y potenciar a la vez su papel como generadora de efectos positivos en el medio.

SISTEMAS GANADEROS COMPETITIVOS Y ADAPTADOS A LOS RECURSOS DISPONIBLES

La mejora de la eficiencia técnico-económica en los sistemas de producción ganadera requiere reducir los costes y aumentar la calidad y el valor añadido de los productos. En el caso del ganado vacuno de carne, el objetivo ha de ser una adecuada productividad de terneros durante la vida útil de la vaca (Diskin y Kenny,

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2014). La cabaña española de vacas nodrizas tiene una fertilidad media cercana al 70 % (MAPA, 2021), obteniéndose 0,65 terneros vendibles por vaca presente en la explotación, aunque un análisis más detallado permite observar una gran variabilidad tanto entre explotaciones como entre campañas. Así, un estudio realizado en ganaderías de nodrizas del Pirineo oscense en el periodo 2010-2020 indica que con una productividad media de 0,75 terneros de 6 meses vendibles por vaca y año, las medias anuales oscilan entre 0,61 y 0,79 en este decenio (proyecto OPTIBOVIS, Ferrer y cols. 2022). Una comparación entre más de 40 ganaderías especializadas indica que la media en ese periodo oscila entre 0,52 y 0,88 terneros/vaca en las distintas granjas (+0,36 terneros/vaca), con diferencias ligadas tanto a la fertilidad de las vacas como a la supervivencia de los terneros durante la lactación. Además, mientras algunas explotaciones arrojan datos consistentes entre años, otras tienen grandes diferencias entre campañas. Todo ello apunta a que los rendimientos productivos tienen todavía un amplio margen de mejora en las explotaciones, para lo cual hay que asegurar un manejo óptimo en diversos momentos clave de la vida de las vacas. En primer lugar, es necesario centrar la atención en la edad y desarrollo a la pubertad y al primer parto de las novillas (Endecott y cols., 2013). El momento de inicio de la pubertad de las novillas es la consecuencia de la interacción entre la genética y el manejo que han recibido estos animales, especialmente la nutrición tanto antes como después del destete. Diversos estudios apuntan a que la pubertad se alcanza a un peso fijo en el entorno del 55 % del peso adulto para un amplio rango de razas (Freetly et al., 2011), lo cual se ha confirmado también en razas autóctonas españolas (Rodríguez-Sánchez y cols., 2015, 2018; Noya y cols., 2019). En función del ritmo de crecimiento de las novillas antes y después del destete, es la edad a la que se alcanza la pubertad la que varía: aunque la edad media se encuentre en torno a los 11 meses de vida en razas de carne como la Parda de Montaña y la Pirenaica, el rango oscila entre los 6 y los 16 meses de edad. Un inicio temprano de la pubertad es esencial para avanzar la edad al primer parto y reducir la fase “improductiva” de las novillas. En vacuno de carne se ha planteado como objetivo que este primer

parto se produzca en el entorno de los dos años de edad (Diskin y Kenny 2014), aunque para no comprometer el rendimiento futuro del animal su peso al primer parto debe ser al menos un 80 % del peso adulto esperado de la vaca (NRC, 2000). En nuestras razas autóctonas, este adelanto es posible si se desarrollan programas específicos de manejo durante la recría que garanticen que o bien durante la lactación o bien tras el destete las novillas crecen a un ritmo de 1 kg/día, mientras que con ganancias inferiores a 0,7 kg entre el nacimiento y la cubrición el desarrollo al primer parto a los 2 años de edad sería insuficiente. La elección última de la edad al primer parto y el programa adecuado para alcanzarla dependerá de la disponibilidad y coste de los recursos alimenticios para las novillas en las distintas fases. Posteriormente, hay que considerar la atención especial que requieren las vacas jóvenes no solo al primer parto, sino en los posteriores, ya que el peso adulto se alcanza en torno a los 5 años de edad (Cano y cols., 2016). Para asegurar que esto ocurre se debe proporcionar una alimentación que cubra sus necesidades de lactación y crecimiento tras los primeros partos, u optar por alternativas como el destete precoz de los terneros en las vacas más jóvenes (Blanco y cols., 2008). Para reducir el intervalo entre partos es necesario un reinicio temprano de la ciclicidad, que vendrá marcado por factores como el estado corporal en el momento del parto, la alimentación durante la lactación, la presencia del ternero de manera

continua junto a la vaca, la edad y la incidencia de distocias (Sanz y cols., 2004). Estos aspectos actúan además de manera combinada, y desencadenan las complejas señales endocrinas y metabólicas responsables de dicha reactivación (Álvarez-Rodríguez y Sanz, 2009). Una vez la vaca está cíclica, la fertilidad del rebaño va a depender de un buen programa de gestión sanitaria y reproductiva, con observación rutinaria de los animales, con especial atención también a los machos, manejo en lotes, correcta sincronización y detección de celos si se usa la inseminación artificial, y diagnósticos tempranos de gestación para minimizar las fases improductivas (Sanz y cols., 2016).

Por último, para maximizar la productividad numérica y ponderal durante la vida útil de la vaca debe aplicarse un manejo de los terneros que garantice su adecuado peso y desarrollo en lactación y cebo (Blanco y cols., 2008), así como establecer programas de cría y desvieje que optimicen la longevidad productiva del rebaño (Cortés, 2017). En este contexto, la eficiencia económica dependerá, por un lado, de una reducción de costes de producción, sobre todo los ligados al manejo y la alimentación, mayoritarios en las explotaciones de madres y de cebo. Para ello, es necesario diseñar sistemas adaptados a los recursos disponibles en las explotaciones, siendo la autosuficiencia clave para la sostenibilidad económica (Ripoll-Bosch y cols., 2014). En las granjas de cría esto puede modularse mediante la elección de la época de parto y destete

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(Casasús y cols., 2002), y en la fase de cebo cabe considerar, entre otras alternativas, la alimentación con forrajes (Blanco y cols., 2011; Casasús y cols., 2012) o la inclusión de recursos de origen local en los piensos (Blanco y cols., 2015). Estas estrategias pueden además incrementar los ingresos, al conferir un valor añadido a los productos en virtud de una calidad diferenciada vinculada al origen y/o al proceso de cría o por la posibilidad de acogerse a la normativa de producción ecológica (Casasús y cols., 2013).

EL GANADO COMO HERRAMIENTA DE GESTIÓN DEL MEDIO

En el plano ambiental, con frecuencia se habla de la contribución de la ganadería a la emisión de gases de efecto invernadero, y en este sentido los rumiantes suelen salir perjudicados con respecto a los monogástricos. Esto se debe a que su dieta se basa en pastos y forrajes con alto contenido en fibra, que al fermentarse en el rumen generan metano, un gas de efecto invernadero. Sin embargo, este no debe ser el único parámetro para determinar el efecto ambiental de los sistemas ganaderos (Mottet y cols., 2018).

La ganadería extensiva aprovecha pastos naturales que son sumideros naturales de carbono, no compiten con productos que podrían utilizarse en alimentación humana (como cereales), no generan problemas por la concentración de deyecciones en áreas reducidas (ya que se dispersan como fertilizante en amplias zonas de pastoreo) y consumen recursos naturales de pro-

ducción local, con lo que se reducen las emisiones ligadas a la producción, elaboración y transporte de sus dietas. Más bien al contrario, la ganadería adecuadamente gestionada puede constituir una valiosa herramienta para conseguir objetivos ambientales. A pequeña escala, el uso por el ganado contribuye al reciclaje de nutrientes del suelo, favoreciendo el secuestro de carbono en los pastos e incrementando su fertilidad con la dispersión de sus deyecciones. El pastoreo fomenta la diversidad de especies vegetales en los pastos mediante el consumo selectivo de distintas plantas, favoreciendo a las menos dominantes, así como por el pisoteo y la dispersión de sus semillas, bien adheridas a su cuerpo o bien al ingerirlas y dispersarlas después en las heces, facilitando su germinación. Con ello se altera tanto la composición botánica como la estructura espacial de la vegetación.

Se ha demostrado que el consumo del pasto por el ganado permite renovar los recursos herbáceos y mantener su calidad, tanto para el ganado como para las especies silvestres que también lo aprovechan. El pastoreo limita la proliferación arbustiva y la acumulación de biomasa inflamable y de baja calidad (Casasús y cols., 2007; Riedel y cols., 2013), evitando el embastecimiento de los pastos y favoreciendo una estructura del paisaje en mosaico y abierta, fundamental, entre otras cosas, para la prevención de incendios forestales.

El pastoreo contribuye también de manera importante al fomento de la biodiversidad animal, desde invertebrados y pequeños mamíferos, aves que anidan en

estos pastos o ungulados silvestres con los que comparten los recursos forrajeros, hasta depredadores y aves carroñeras que aprovechan los restos del ganado (Olea y Mateo-Tomás, 2009). No debemos olvidar tampoco la propia diversidad de razas ganaderas: en estos sistemas extensivos encontramos principalmente razas autóctonas, técnicamente eficientes por su adaptación al medio que aprovechan, y que conforman en sí mismas un patrimonio cultural de gran valor.

Es necesario establecer planes integrales de gestión que aseguren una combinación adecuada de la especie que pasta (su capacidad de ingestión, grado de selección), la carga ganadera y la época de aprovechamiento para optimizar a la vez los beneficios productivos y ambientales del pastoreo. Además, la ganadería resulta complementaria con otras actividades que pueden coexistir en el mismo territorio, como los usos turísticos, cinegéticos y deportivos, como se ha demostrado incluso en zonas de montaña con estaciones de esquí (Casasús y cols., 2013). El éxito de estos planes de manejo con fines ambientales se garantiza al integrarlos de manera técnicamente eficiente en un sistema de producción dado, y cuando reciben un apoyo específico mediante políticas que remuneran los servicios que la ganadería extensiva aporta al mantenimiento de los ecosistemas (Rodríguez-Ortega y cols., 2018). Además de la función productiva de la actividad agraria, este pago por la realización de prácticas de manejo beneficiosas para el medio (eco-esquemas) puede contribuir a la sostenibilidad económica de

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las explotaciones, hoy altamente dependientes de las subvenciones (Muñoz-Ulecia y cols., 2021), y se justifica por el reconocimiento y el valor que la sociedad da a dichos servicios. Para determinar cuáles son estas prácticas de manejo más recomendables es fundamental la investigación desarrollada en diversas disciplinas, así como el uso de enfoques participativos, que tengan en cuenta las opiniones y necesidades de los distintos usuarios del territorio. El conocimiento científico y la búsqueda de sinergias entre distintas actividades suponen una base sólida para la formulación de estas políticas de apoyo, que permiten compatibilizar una producción ganadera eficiente y de calidad con la conservación del medio.

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Abordaje clínico de cornadas en toros de lidia

Lomillos, J.M.1; González-Morillas, J.1; Alonso, M.E.2

1Departamento de Producción y Sanidad Animal, Salud Pública Veterinaria y Ciencia y Tecnología de los Alimentos. Facultad de Veterinaria. Universidad Cardenal Herrera-CEU de Valencia.

2Departamento de Producción Animal. Facultad de Veterinaria de León. Universidad de León. Imágenes cedidas por los autores

Resumen Abstract

El ganado de lidia constituye la raza autóctona española más numerosa de nuestro país. La selección etológica llevada a cabo durante siglos en función de un comportamiento agresivo y su sistema de producción extensivo, han hecho que el manejo de estos animales sea especialmente complicado. El toro de lidia, producto fundamental de este tipo de explotaciones, es un animal territorial, lo que hace habitual los episodios agresivos con peleas entre ellos para establecer la escala jerárquica del lote. Estas se basan en simples amenazas y evitamientos o desembocan en fuertes peleas que causan heridas de tipología y gravedad variable. De todas estas lesiones generadas por su comportamiento agonístico, las más comunes y peligrosas son las cornadas, pues pueden llegar a ser mortales o inhabilitar al animal para su actuación en el espectáculo. Con el objetivo de ampliar y actualizar el conocimiento clínico sobre la veterinaria taurina de campo, en este trabajo se ha realizado una recopilación de los diferentes tratamientos clínicos de estas lesiones, llevando a cabo una encuesta a diez diferentes veterinarios clínicos especializados en ganado bravo. En ella se indaga en las diferentes opciones anestésicas disponibles y los diferentes abordajes quirúrgicos o tratamientos médicos que se suelen practicar en la actualidad con ganado bravo. A su vez, se exponen las principales complicaciones observadas por los especialistas, su resolución y las diferentes opciones preventivas que se aconsejan al ganadero.

Palabras clave: toro de lidia, manejo, peleas, abordaje anestésico, cornadas

Clinical approach to goring in fighting bulls

Fighting cattle is the most numerous native Spanish breed in our country. The ethological selection carried out during centuries in function of an aggressive behavior and its extensive production system, have made the management of these animals particularly complicated. The fighting bull, a fundamental product of this type of farms, is a territorial animal, which makes aggressive episodes with fights between them to establish the hierarchical scale of the lot commonplace. These are based on simple threats and avoidance or lead to fierce fights that cause injuries of varying type and severity. Of all these injuries generated by their agonistic behavior, the most common and dangerous are goring, as they can be fatal or disqualify the animal from performing in the show. With the aim of expanding and updating the clinical knowledge on bullfighting field veterinary medicine, in this work a compilation of the different clinical treatments of these injuries has been made, carrying out a survey to ten different clinical veterinarians specialized in bullfighting cattle. The different anesthetic options available and the different surgical approaches or medical treatments that are currently practiced in bullfighting cattle are investigated. At the same time, the main complications observed by the specialists, their resolution and the different preventive options advised to the farmer are presented.

Key words: Fighting cattle, management, fights, surgical approache, goring

Contacto con los autores: Juan Lomillos, juan.lomillos@uchceu.es

INTRODUCCIÓN

El motivo principal de la producción de esta raza de lidia es su participación en los festejos taurinos, aunque no es su único fin. Se usa también para la producción cárnica de los animales lidiados y de hembras sacrificadas en matadero (Lomillos y Alonso, 2016). La forma de cría del gana-

do bravo mayoritariamente es de manera extensiva (Lomillos Pérez, et al., 2017) y las explotaciones se encuentran distribuidas geográficamente en casi toda la Península Ibérica, encontrándose de forma más arraigada en la zona de dehesa, ya sea en la extremeña, la salmantina o en la andaluza (García, 2019).

Su forma de cría extensiva se debe principalmente al comportamiento agresivo que presenta la raza, con un “comportamiento agonístico” según describe el profesor Purroy en su libro: “Comportamiento del toro de Lidia” (Purroy, 2003), más acusado en los machos adultos que se crían juntos en pequeños cercados, con consecuencias

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fatales a menudo (figura 1). Este comportamiento hace que el manejo en la raza sea especialmente difícil y peligroso para el personal que lo lleva a cabo, por lo que en muchas ocasiones se encuentra muy limitado. Durante los últimos años los ganaderos vienen aplicando a los animales unas fundas protectoras de la cornamenta durante los últimos meses (aproximadamente 9-10 meses) previos a la lidia (Alonso de la Varga, et al., 2017). Estas fundas han disminuido la gravedad de las lesiones ocasionadas en las peleas, no obstante, las cornadas son la principal causa de mortalidad en toros adultos y su abordaje es complejo y poco estudiado (Arenas-Montes, et al., 2015). Con el objetivo de ampliar el conocimiento sobre el tratamiento veterinario de las cornadas nos decidimos a llevar a cabo este trabajo. Recogimos información sobre las diferentes formas de actuación clínica en este tipo de patología de los veterinarios clínicos que ejercen en esta raza mediante la realización de una encuesta que se envió a los principales veterinarios taurinos de nuestro país.

FISIOPATOLOGÍA DE LA CORNADA

Se trata de un traumatismo inciso-contuso producido por el enfrentamiento de la encornadura de un animal con cualquier parte del cuerpo del sujeto corneado (Miñano, 2013). Está se clasifica en función de si se atraviesa o no la piel, y por tanto será abierta o cerrada. Posteriormente describiremos con más detalles la clasificación para cada tipo de cornada. Hay que prestar especial atención sobre tres factores que influirán en esta patología (Matías, 2018):

1. La anatomía del cuerno que la provoca.

2. El tipo de cornamenta que presenta.

3. El tipo de lesión y herida que provoca. En general, pueden presentarse como un único orificio de entrada o con orificios de entrada y de salida. Normalmente el orificio de entrada presenta una pequeña extensión en la superficie y en el interior encontramos que tienen varios trayectos en profundidad que ocasionan grandes destrozos tisulares. El mecanismo que explica las distintas trayectorias considera estas lesiones como un cono de base inferior

Localización Zona afectada más comúnmente

Extremidades anteriores Cornadas en región escapular anterior y posterior. Fístulas axilares. Fracturas del cuello de la escápula.

Extremidades posteriores

Cornadas en región del anca y del muslo: absceso intermuscular. Heridas a nivel calcáneo. Fracturas de fémur y tibia.

Tronco Heridas costales. Fractura costillar. Abscesos en la región del esternón.

Cabeza y cuello Abscesos frontales con elefantiasis. Cornadas en región occipital.

Abdomen

Contusiones con rotura de músculos abdominales que originan hernias. Cornadas con salida al exterior de epiplón o vísceras. Cornadas en testículos y escroto. Rotura de pene.

cuyo vértice es el orificio de entrada. La primera trayectoria correspondería al giro del cuerpo del corneado, teniendo como eje el pitón, para equilibrar su centro de gravedad, y las demás, por los derrotes del toro que tiene prendido al oponente y busca desasirse de ella. Generan una gran contusión y son contaminadas o sucias por definición, puesto que en el cuerno podemos encontrar cualquier tipo de microorganismo, además de alojar distintos cuerpos extraños (trozos de las astillas del cuerno, tierra...).

En una ganadería, de media, las pérdidas oscilan entre el 3 y el 15 % por etiología traumática (Blanco, 2013) (tabla 1). En cuanto a la incidencia por región corporal, la mayoría de ellas (38 %) se disponen en el abdomen (figura 2), donde en muchos casos derivan en hernias.

Extremidad anterior 6 %

Extremidad posterior 16 %

Tórax 14 %

Cabeza 15 % Cuello 10 %

Abdomen 38 %

Figura 1. Este ganado presenta un comportamiento agresivo, más acusado en los machos adultos que se crían juntos en pequeños cercados, con consecuencias fatales a menudo. Figura 2. Gráfico de la frecuencia de cornadas en función de la región afectada. Tabla 1. Efectos más comunes en función de la región afectada (Blanco, 2013).
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Factores que condicionan sus características (Crespo Escudero, et al., 2008)

■ El encaste

■ La fuerza

■ Peso del animal

■ Morfología de los cuernos

■ Factores en función de la propia herida:

- Profundidad

- Número de trayectos

- Presencia de cuerpos extraños

- Contaminación

■ Afección visceral o vasculo-venosa

■ Factores ambientales:

- Hora del día (si se producen de noche, ya que el ganadero no lo verá hasta el día siguiente)

- Terreno resbaladizo

- Meteorología (lluvia, niebla, visibilidad, nocturnidad)

ABORDAJE ANESTÉSICO EN LA RAZA DE LIDIA

La duración de la anestesia es variable dependiendo de problema que presente el animal corneado, desde minutos (bloqueo) hasta varias horas. Uno de los puntos críticos durante las anestesias en los rumiantes cuyo cuidado es de suma importancia es el impacto sobre el aparato respiratorio (Brynkier, 2016). Si trabajamos en decúbito lateral, con el animal sobre el suelo habrá que poner atención a elevar la cabeza para evitar un reflujo de líquido ruminal y posibles neumonías por aspiración (Mejías, 2013).

Para llevar a cabo intervenciones de cornadas se requiere una anestesia general para poder intervenir quirúrgicamente al toro. Para ello hemos observado que hay diferentes protocolos que cada veterinario clínico utiliza (tabla 2). En lo que todos coinciden es:

1. En buscar la seguridad de que el animal no despierte hasta el momento desea-

do, por lo que muchas veces requieren repeticiones de la administración de los fármacos usados.

2. En que no encuentran una dosis exacta generalizada, por lo que usan una dosis inicial y van observando y administrando en función de dosis-efecto.

3. Si se prevé que la cirugía sea especialmente dolorosa por la zona en la que se encuentra el defecto, se combina con anestesia locorregional.

Mayoritariamente utilizan una combinación de tiletamina-zolacepam, ketamina y α2 (tabla 2), por vía intramuscular, que produce una rápida inmovilización del animal y un plano anestésico profundo, con ligera depresión respiratoria. Se ha publicado también que con la combinación intramuscular de butorfanol para una anestesia con tiletamina-zolacepamdetomidina, conseguimos una prolongación de la anestesia, así como la profundidad del plano anestésico y un menor efecto sobre el sistema cardiovascular (Blanco y Gómez, 2011).

En cuanto a la forma de administrar la anestesia, difiere en función de la logística disponible, siendo preferido entre los veterinarios el uso de la garrocha anestésica.

TRATAMIENTO CLÍNICO DE LAS CORNADAS

Cornadas cerradas

En el caso de cornadas cerradas se suelen encontrar hematomas o abscesos. Para tratarlas se deben seguir estos pasos:

1. Rasurar la zona afectada y lavarla a conciencia.

2. A continuación, hay que hacer una incisión por la zona más ventral para que drene el contenido.

3. Una vez drenado realizaremos lavados en el interior de la cavidad que forma el contenido acumulado con abundante suero salino fisiológico y dejaremos

cerrar por segunda intención, ya que, al considerarse una herida sucia, no está indicado el cierre con suturas.

4. Deberemos administrar antibioterapia de amplio espectro en el caso de que el absceso sea de una consistencia dura para su drenaje.

5. En el caso de que la naturaleza del contenido sea sanguinolenta, nos debemos asegurar de que controlamos esa pérdida de sangre (Domingo y Vara, 2015).

Cornadas abiertas

1. El tratamiento debe ir enfocado a controlar, en primer lugar, la hemorragia, bien suturando los vasos dañados o bien con la administración de tratamientos parenterales hemostáticos.

2. Seguidamente hay que prevenir o controlar la infección, para lo que se realiza una desinfección y limpieza de la zona afectada.

3. Por último, queremos conseguir una rápida cicatrización, normalmente por segunda intención, debido a que la infección del foco traumático aconseja dejar siempre un drenaje, aunque sea pequeño. Para ello, debemos evaluar la trayectoria de la cornada y ver si perfora alguna cavidad. En este caso debemos cerrarla y apoyarlo con una antibioterapia potente para evitar las herniaciones en un futuro por una mala cicatrización por la infección de la zona.

Sutura y antibioterapia

La sutura que usaremos para el cierre de la cavidad afectada debe ser de material reabsorbible, normalmente del número 6. Administraremos antibióticos de amplio espectro para abarcar las posibles bacterias que pudiesen crecer. Es muy importante conocer muy bien la distribución de las fibras elásticas de la piel, ya que debe tenerse especialmente en cuenta en la for-

Clínico Combinación de fármacos Dosis 1 Ketamina + detomidina + xilacina. A veces se añade butorfanol 1 ml/100 kg 2 Ketamina + detomidina + tiletamina - zolazapam 1 ml/100 kg 3 Ketamina + detomidina + tiletamina - zolazapam 1,2 ml/100 kg 4 Ketamina + detomidina + tiletamina - zolazapam 1,2 ml/100 kg 5 Xilacina + tiletamina - zolazapam + detomidina 1 ml/100 kg 6 Ketamina + detomidina + tiletamina - zolazapam 1,2 ml/100 kg 18 ■ ALBÉITAR Nº 261 Julio/Agosto 2023 ARTÍCULOS
Tabla 2. Protocolos anestésicos de diferentes veterinarios clínicos.

ma de realizar la incisión en cada región porque así será mayor o menor la separación de los labios de la herida (Gómez Peinado, 2006).

En el caso de que sean cornadas antiguas y hayan provocado una hernia usaremos suturas reabsorbibles, cerrando por capas e intentando evitar dejar espacios muertos donde se acumule líquido. Se recomienda la utilización de malla quirúrgica de propileno mayoritariamente, la cual se debe suturar con firmeza a los bordes de la herida (Domingo y Vara, 2015). Debemos evitar fenómenos inflamatorios de órganos o músculos, congestiones, trombosis, infecciones y gangrena. Pueden además producirse alteraciones a nivel general como fiebre y septicemia generalizada (Gómez Peinado, 2006). Se debe actuar y revisar el animal eventualmente para evitar posibles complicaciones posteriores como úlceras, fístulas, abscesos, gangrena y tétano.

CLASIFICACIÓN DE LAS  CORNADAS

En función de la afección o ausencia de esta de la superficie cutánea encontramos contusiones (sin afectación) o cornadas (afectada), clasificadas de la siguiente manera (Miñano, 2013):

1. Varetazo: herida con la pala del cuerno cerrada. Usando terminología quirúrgica, esto se puede definir como “contusión”.

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2. Cornada cerrada o “envainada”: cuando el pitón entra en contacto en una zona relajada de modo que penetra la piel y provoca una aponeurosis como un dedo de un guante sin provocar una solución de continuidad en la piel.

3. Puntazo: lesión provocada por la punta de un cuerno o pitón que solo afecta a piel y tejido subcutáneo. Muchas veces la lesión no es redonda, sino alargada varios centímetros, así hablamos de “puntazo corrido”.

4. Cornada abierta: es una herida por penetración a través de la piel y aponeurosis con daño en planos profundos, especialmente tejido muscular, cuando esto ocurre a nivel de las extremidades. Suele

Conclusiones

haber una pequeña abertura de entrada en la pared y una amplia disección de tejido profundo con múltiples trayectos. A veces también apertura de salida.

AGRADECIMIENTOS

Nos gustaría mostrar nuestro sincero agradecimiento a los veterinarios: D. José Antonio Zúñiga, D. Pablo Iglesias Santiago, D. Estanislao Lira Naranjo, Dña. Matilde Albarrán Medina, D. Francisco Lira Naranjo, D. José Lira Marín, D. Rolando Téllez, D. Román García, D. Alberto García, D. Agustín Pinto, D. Juan José Urquía y Dña. Rosa Ana Galán por la ayuda y colaboración prestada para la elaboración de este trabajo.

Las características particulares que posee la raza de Lidia hacen necesario un enfoque diferente al de otras razas bovinas para la resolución y tratamiento de cornadas. Se trata de heridas muy diferentes en función de la zona donde se producen, de las características de la penetración y, por tanto, se requiere una atención veterinaria específica de cada caso.

Se ha detectado una falta de información bibliográfica sobre la temática, hecho que nos hace ver la importancia de ampliar y reforzar la investigación en este campo ya que los clínicos consultados apuntan que las cornadas son un hecho frecuente en el día a día del trabajo de campo.

Pese a que el uso de las fundas ha disminuido el porcentaje de cornadas abiertas, la gravedad de las cornadas es alta, lo que hace indispensable una actuación veterinaria temprana para disminuir la mortalidad.

“Herida por asta de toro en el área maxilofacial”. Revista Española de Cirugía Oral y Maxilofacial, vol. 30, no. 5.

Domingo, A. & Vara, G. 2015b, “Patologías traumáticas, e infecciosas más frecuentes en ganado de lidia”. Symposium Toro de Lidia, Zafra. Gaudioso, V.; Pérez-tabernero, A.; Sánchez, J.M. (1985). Evaluación de la bravura, nobleza y mansedumbre del toro de lidia. Buiatría Española, 1:218-232. Gómez Peinado, A. 2006, “Patologías quirúrgicas más frecuentes y su resolución” Ed. ICE Salud, 40-49, León.

Lomillos Pérez, J.M., Gaudioso-Lacasa, V. & Alonsode la Varga, M. E. 2019, “Análisis del comportamiento del ganado de lidia. Influencia del manejo”. Abanico veterinario, vol. 9, pp. 11.

Lomillos Pérez, J.M., Alonso de la Varga, Marta Elena & Gaudioso, V. 2013, “Análisis de la evolución del manejo de las explotaciones del toro de Lidia. Desafios

del sector.”. Separata ITEA, vol. 109, no. 1, pp. 49-68. Matías Pedraza, P. 2018, Intervención de enfermería en la atención inicial al herido por asta de toro, seguimiento y actuación ante las complicaciones. Universidad Pontificia de Salamanca.

Mejías Ramírez, J.M. 2013, “Nuevas técnicas en la cirugía y traumatología. Aplicación en el bovino de lidia.”. Symposium toro de Lidia, Zafra.

Miñano Pérez, A. 2013. La asistencia sanitaria en los festejos taurinos. anatomía topográfica y abordaje inicial de los lesionados. Facultad de Medicina Departamento de Histología y Anatomía. Alicante.

Purroy Unanua, A. 2003, “Comportamiento del Toro de Lidia: en el campo, en el ruedo.” Universidad de Pública de Navarra, Pamplona.

Rodríguez Montesinos, A., 2002. Prototipos raciales del vacuno de Lidia. 1.ª edición ed. Madrid: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Centro de publicaciones.

ALBÉITAR Nº 261 Julio/Agosto 2023 ■ 19 ARTÍCULOS

Enfermedades víricas respiratorias en el ganado vacuno

Hay pocos aspectos en la buiatría internacional que ofrezcan un consenso tan generalizado como el papel de los virus respiratorios como agentes desencadenantes de la Enfermedad Respiratoria Bovina (ERB). Como consecuencia, se ha profundizado en el estudio y la lucha frente al virus de la rinotraqueítis infecciosa bovina (IBR), frente al virus de la diarrea vírica bovina (BVD), frente al virus respiratorio sincitial (BRSV) y frente al virus de la parainfluenza (PI-3), que a día de hoy se estima son los virus de mayor impacto en la ERB, aunque ningún profesional excluye la posibilidad de que existan otros virus que tengan tropismo y/o acción patógena en el aparato respiratorio de los bovinos.

SITUACIÓN EPIDEMIOLÓGICA

Tristemente, el SRB no ha tenido una mejora epidemiológica significativa en las últimas décadas. La prevalencia de la enfermedad respiratoria en granja en España es cercana al 100 %, tanto en granjas de cebo como en las granjas de orientación láctea. Las granjas de orientación láctea y excepcionalmente algunas ganaderías de orientación cárnica en extensivo han logrado reducir la prevalencia de algunos virus respiratorios (IBR y BVD) gracias a proyectos regionales e iniciativas privadas de control y erradicación. Por otra parte, no existe ningún plan regional de control y mucho menos de erradicación frente a BRSV o Parainfluenza, solo un marco de recomendaciones generalistas para la lucha del SRB. La situación epidemiológica de cada virus debe de comunicarse de forma aislada.

Diarrea vírica bovina

Frente a este virus, la estrategia para el control y eliminación está muy consolidada:

1. Rigurosas medidas de bioseguridad que aseguren la no introducción de animales persistentemente infectados (PI), ni animales con infección activa a la granja.

2. Identificación y eliminación de animales persistentemente infectados.

3. Vacunación que reduzca la probabilidad de generar terneras persistentemente infectadas.

4. Chequeo continuado de los animales presentes en la explotación. En este caso, según los datos del Ministerio de Agricultura de 2018, se partía de unos niveles de prevalencia altísimos, siendo mayores del 20 % en el caso de prevalencia individual y mayores del 70 % en prevalencia por granja. Por tanto, y a pesar de que existe una estrategia clara y funcional, no se espera un gran cambio nacional en cuanto a estos parámetros.

Todos recordamos cuántas décadas ha costado erradicar la brucelosis bovina y qué frágil es ese marco de erradicación. Partiendo del hecho que la brucelosis una enfermedad menos transmisible que la diarrea vírica bovina, conviene ser conservador en las expectativas frente al BVD. Uno de los factores que pueden indicar si el proyecto está siendo exitoso es constatar que se detecta menos porcentaje de animales persistentemente infectados y que estos se detectan con menor edad, disminuyendo su capacidad de transmisión. La experiencia en Galicia es muy positiva en este sentido y muestra cómo se debería comportar un proyecto de ámbito nacional. Es obvio señalar que ninguna estrategia de erradicación de BVD será implemen-

tada en cebaderos, puesto que la constante llegada de nuevos animales no chequeados a la explotación contraviene el primer y más importante punto de la estrategia. En los cebaderos, la convivencia con el BVD debe ser amortiguada con el uso de vacunación sistemática de los animales.

Rinotraqueítis infecciosa bovina

El virus de la IBR tiene una capacidad de dispersión y permanencia en granja más insidiosa incluso que el del BVD. Puede permanecer latente y sin expresar antígenos que nos ayuden a la identificación de los animales portadores. Estos podrán ser fuente de contagio si en situaciones de estrés, el virus latente se replica de nuevo y se dispersa a otros animales. Esta arma evolutiva complica los planes de control y erradicación que también se han instaurado en algunas zonas del país.

Los fundamentos estratégicos son de nuevo los orientados a tener:

1. Rigurosas medidas de bioseguridad para no introducir animales con infección activa o latente de virus IBR.

2. Identificación y eliminación (de la granja) de animales diagnosticados con anticuerpos frente a IBR. Este punto tiene una complicación sobrevenida por el uso de vacunas no marcadas durante años en la cabaña ganadera. Hay mu-

GUÍA DE ESPECIALIDADES ERB
Iñaki Espinosa Crespo Dirección Técnica en Veterinaria de Precisión Diagnóstica (VPD).
20 ■ ALBÉITAR Nº 261 Julio/Agosto 2023

chos animales que siguen teniendo anticuerpos vacunales, no diferenciables de los propios de una infección, años después de la vacunación por lo que no se eliminarán de la granja de forma inmediata. La prohibición del uso de vacunas no marcadas desde diciembre de 2019 no fue lo suficientemente previsora y hará que los avances de estos programas no sean lo rápido que nos gustaría.

3. Programa mantenido en el tiempo con vacuna marcada.

4. Chequeo continuado de los animales presentes en la explotación. Como consideración general y viendo la prevalencia de granja de la que partimos (mayor del 30 % en granjas de aptitud lechera y mayor del 60 % en granjas reproductoras de carne, según los datos del Ministerio de Agricultura del año 2018), no se percibe que en los próximos años vaya a haber un descenso significativo y estos avances sanitarios llegarán mucho más tarde a las explotaciones de cebo, tal y como comentamos anteriormente. Galicia es un modelo de éxito a seguir en este sentido, llevan 20 años de aplicación de esta estrategia y los resultados son muy evidentes, han reducido en un 85 % la prevalencia de granja y en un 60 % la

prevalencia por animal en las explotaciones adscritas a este proyecto.

Virus sincitial y parainfluenza bovina

En el caso de estos dos virus no existe ninguna aproximación regulatoria ni toma de datos consistente por parte de la administración que nos ayude a identificar una estrategia clara para su control. Pero desde el ámbito privado y la clínica diaria existen numerosas evidencias de la alta importancia que tienen estos virus en el SRB. Además, estas evidencias se suelen circunscribir a situaciones clínicas, por lo que es muy probable que infraestimemos la prevalencia de estos dos virus en la población bovina. El control de la dispersión de este virus solo se puede fomentar con el uso de vacunas. Quizá sea el momento de generalizar su uso en animales reproductores de aptitud cárnica y aptitud lechera. La aplicación de un programa zoosanitario que incluya el uso de vacunas para estos cuatro virus es una medida necesaria para el control y futura erradicación (no antes del 2050) de los virus respiratorios.

PROGRAMAS VACUNALES

La cantidad de variables que afectan el diseño de un programa vacunal es enorme;

no existe un protocolo unitario de éxito frente a otros, por lo que cada granja debe de tener uno específico asesorado por el veterinario de explotación. Vamos a hacer una aproximación a los programas vacunales en función del valor económico de los animales en las explotaciones que asesoramos.

Explotaciones con animales de gran valor biológico y económico Las novillas de reposición de vacas lecheras (de raza Holstein, Parda Suiza) tienen un gran valor biológico por dos motivos:

■ Aportan a las granjas una mejora genética y productiva muy relevante.

■ Permanecen en la explotación varias campañas, aunque el parámetro “años de estancia en la granja” se está reduciendo continuamente. La inversión en los programas vacunales de estos animales retorna en productividad de forma muy contundente. Existe numerosa bibliografía que relaciona una buena salud respiratoria en las primeras edades con mejores índices productivos futuros (más litros de leche por lactación, mejores índices reproductivos, mayor tiempo de estancia en la explotación, etc.). Conviene priorizar la calidad del

tolobalaguer.com/shutterstock.com ALBÉITAR Nº 261 Julio/Agosto 2023 ■ 21 GUÍA DE ESPECIALIDADES

programa vacunal a otras consideraciones como su aplicabilidad o la inversión económica.

La combinación de vacuna intranasal y vacuna parenteral posterior tiene como resultado una potente respuesta inmunitaria natural y adquirida, idónea para los problemas respiratorios que se producen a corto y a medio-largo plazo. A pesar de ser más incómodos para el trabajo de granja, se está generalizando su uso. Es importante que la aplicación de las vacunas se realice en momentos con poco estrés (no simultanear con actuaciones estresantes, como el descornado, destete, reagrupamiento, etc.) y en ausencia de enfermedad.

Si la situación epidemiológica de la granja se conoce perfectamente y las medidas de bioseguridad son muy rigurosas, se puede considerar no vacunar frente a un virus concreto erradicado de la granja, aunque el riesgo de reintroducción es muy alto y puede perderse el trabajo de años. Esta tipología de explotación tiende a acogerse a planes territoriales y nacionales frente a IBR y BVD y a completar el programa vacunal frente a los otros virus respiratorios, aunque no sea exigido por la administración.

También se consolida el diagnóstico subclínico de la ERB mediante ecografía pulmonar seriada, para conseguir de una parte analizar en qué situaciones se produce más esta enfermedad en la granja y, por otra, desechar futuras reproductoras que no puedan cumplir con su capacidad productiva por causa de esta patología.

Explotaciones con animales reproductores de menor valor biológico Suelen estar ligadas a sistemas extensivos y a animales de razas cárnicas. El manejo de los animales recién nacidos está muy limitado, la implicación de la ERB es pequeña, por lo que es minusvalorada y los programas vacunales precoces no suelen tener cabida. En estas explotaciones se recomienda que a las hembras candidatas a reposición se les administre un programa vacunal completo frente a los cuatro virus respiratorios en los primeros 6 meses de vida, que su crecimiento haya sido lineal y que no haya sido afectada clínicamente por la ERB.

Aunque conceptualmente las futuras reproductoras de esta tipología de animales afectadas subclínica o clínicamente por la ERB en teoría presentarán además peores índices reproductivos, es rara la situación en la que se descarta un animal por esta causa. Además, estas explotaciones suelen tener una tasa de desvieje mucho menor que las de leche, fundamentalmente porque no hay una mejora genética poderosa que presione hacia el desvieje y que son animales productivos de cuatro a seis años más que los de las razas lecheras.

Conviene fomentar que este tipo de explotaciones se acojan a planes territoriales y nacionales frente a IBR y BVD. En la actualidad, hay regiones que están primando a las granjas para que así sea, asumiendo parte del coste de las vacunas a aplicar, las pruebas serológicas e incluso

la participación activa del veterinario. Podremos analizar el éxito de incorporación de ganaderos a estas iniciativas en este año 2023.

Animales de la industria cárnica

Las explotaciones donde la ERB es más evidente, responsable del 70 % de la mortalidad, responsable del 20 % de las horas/trabajo, y donde está muy generalizado el uso de vacunas frente a virus respiratorios por lo que el diseño del programa vacunal cobra máxima importancia.

Para hacer un diseño acertado debemos tener en cuenta estos macros generales:

■ Epidemiología cambiante.

■ Presencia de factores inmunodepresores.

■ Aplicabilidad del programa.

■ Programa no orientado a control y erradicación de enfermedad.

■ Primar el preacondicionamiento.

Epidemiología cambiante

Las entradas de nuevos lotes de animales son continuas, a menudo varios lotes nuevos semanalmente, de varios orígenes diferentes, incluso de varios países, por lo que su nivel de conocimiento sanitario frente a los virus respiratorios es nefasto. Incluso con mucha frecuencia recibimos animales que ya presentan sintomatología compatible con ERB.

Esto hace absurdo cualquier intento de tipificar el estado sanitario de la granja ya que no existe, ni existirá, capacidad de mantener la bioseguridad necesaria. El problema no es tanto tener o no tener zonas de cuarentena para aislar los animales, sino más bien la capacidad de analizar el estatus vírico de los animales que entran continuamente. Más ahora con la tendencia que existe de que las granjas vayan aumentando en capacidad (plazas de animal al año).

Además, no se puede aseverar que un cebadero industrial presente más tendencia a recibir animales con una familia y carga viral determinada. Tener registros de etiologías o presencias víricas anteriores no prevé la aparición de esas situaciones sanitarias en el próximo lote.

A colación de esta ausencia de “virus de granja”, queríamos expresar también la imposibilidad de que se establezcan de

GUÍA DE ESPECIALIDADES ERB
Figura. Dispersión de los virus respiratorios
Granjas de reproductoras
Otros rumiantes Fómites Granjas de cebo
22 ■ ALBÉITAR Nº 261 Julio/Agosto 2023
Máxima importancia de la bioseguridad

forma estable y duradera “bacterias de granja”, puesto que el ingreso de infinidad de nuevas bacterias patógenas en los nuevos animales de los nuevos lotes modifica esa “microbiota de granja” continuamente. Y conociendo la altísima dificultad que tienen los genes de resistencia en circular entre bacterias y posteriormente expresarse de forma continuada y perpetuarse en futuras generaciones de bacterias patógenas, debemos ser firmes y no conceder posibilidad alguna de que existan “resistencia a antibióticos específicas de granja”.

Esta epidemiología cambiante nos obliga a diseñar un protocolo vacunal en el que estén presentes todos los virus respiratorios, puesto que la probabilidad de que tengamos presentes en explotaciones grandes como los cebaderos industriales, animales persistentemente infectados de BVD, afectados activamente de BVD, con IBR latente o no y con carga vírica de BRSV o parainfluenza, de forma singular o mixta es realmente alta.

Presencia de factores inmunodepresores

Los nuevos lotes son el resultado de reagrupación de animales, viajes, contacto con animales enfermos, acceso deficiente

a agua y alimentación, que son situaciones de máxima inmunosupresión. Hay que contemplar la posibilidad de modificar el momento de aplicación de programas vacunales si somos capaces de determinar un aumento de factores estresantes. De la misma manera, se debería estudiar la opción de mejorar las condiciones socioambientales del lote si somos capaces de determinar un aumento de factores estresantes.

Aplicabilidad del programa

En los cebaderos, la mano de obra está muy limitada y la tendencia sectorial es a que cada vez esté más limitada. Los programas zoosanitarios tienen que ser fáciles de implementar y fáciles de modificar en situaciones problemáticas. Conviene comprobar que la ratio trabajador/cabezas de ganado, nunca debe ser superior a 1/1.000.

Por otra parte, los animales que entran a los cebaderos industriales tienen un peso y un comportamiento que exigen que los protocolos sean seguros (para el animal y el operador) y si se quieren implementar procedimientos con riesgo, se debería tener previamente sistemas de fijación del animal (vacunación intranasal, ecografía, etc.).

Programa no orientado a control y erradicación de

enfermedad

Por su propia idiosincrasia, este tipo de explotaciones funcionan como un “fondo de saco ciego” en cuanto a la dispersión de virus respiratorios. El destino final de estos animales es el traslado a matadero y la capacidad de dispersión de enfermedad transmitida por fómites es escasa. Están diseñadas mayoritariamente para reducir el impacto directo de la ERB e impedir recirculaciones víricas dentro de los corrales.

Los programas regionales o nacionales no deberían darle preponderancia a explotaciones de cebo cerrado y fomentar activamente su aplicación en explotaciones de reproductoras cárnicas y lecheras.

Primar el preacondicionamiento

Vacunar y revacunar frente a virus respiratorios en explotaciones de origen previo al movimiento a cebadero es una práctica altamente recomendable. Los animales en esa situación desarrollan mejor respuesta inmunitaria al haberse realizado en ausencia de estrés (reagrupamiento, viaje, limitaciones nutricionales, etc.) y están mejor preparados para el futuro contacto con la ERB, por lo que se reduce la mortalidad, el uso de antibióticos, la posibili-

barmalini/shutterstock.com ALBÉITAR Nº 261 Julio/Agosto 2023 ■ 23 GUÍA DE ESPECIALIDADES

dad de aparición de genes de resistencia a antibióticos, etc.

El preacondicionamiento nutricional también reduce el estrés de los nuevos lotes. Primar económicamente esta práctica debería ser contemplado desde la administración en futuros aproximamientos al control y erradicación de virus respiratorios, cuando las explotaciones de reproductoras hayan logrado reducir las prevalencias a enfermedades víricas ostensiblemente. Y, por otra parte, los operadores privados también deberían valorar en la compra de ganado que este preacondicionamiento se haya realizado (y que sea trazable).

Fauna salvaje y otros hospedadores Ciervos, ovejas y cabras pueden funcionar como reservorio de virus IBR bovino por lo que el ecosistema de dehesa podría complicar futuros logros de campañas nacionales, aunque raramente tienen implicaciones clínicas para estos animales. Para el BVD, se amplía la cantidad de especies susceptibles a funcionar como reservorios activos y eficaces para su dispersión de vuelta al bovino. Entre ellos camellos, ciervos y bisontes.

De nuevo la bioseguridad será clave, puesto que será muy complicado (como en el caso de zoonosis como la tuberculosis en fauna salvaje) intentar la identificación y eliminación de animales positivos y no se ha planteado la vacunación de esos animales.

OTRAS CONSIDERACIONES

Los virus respiratorios tienen un impacto económico enorme y las campañas de erradicación necesitan una inversión enorme. Además, deberíamos trasladar claramente a los productores las ventajas de la erradicación de esos virus puesto que las campañas de erradicación también tendrán inconvenientes sobrevenidos. La globalización del sector de la producción vacuna y su complicada interrelación dificulta aún más el control de los virus respiratorios. Existen muchos otros virus aislados en vías respiratorias del bovino y, por supuesto, bacterias responsables de la ERB. Existen líneas de investigación continuas para exponer qué otros agentes etiológicos estamos dejando en el olvido sanitario. El diagnóstico precoz de los animales subclínicos nos puede ayudar a mejorar el aislamiento etiológico primario de la ERB,

ya que a menudo se obtiene una muestra biológica mucho después de que el agente primario haya desaparecido del paciente. Por otra parte, comprobar la eficacia de un programa vacunal es muy difícil. La aparición y gravedad de la ERB se ve afectada por innumerables factores, por lo que no debe de considerarse fracasado un programa sanitario solo porque no se haya constatado una mejora sanitaria evidente.

En este sentido es muy necesario generar datos objetivos, compartidos y en gran cantidad para luego gestionarlos estadísticamente para aportar verdades que podamos exportar al campo y trasladarlos a mejoras específicas en el manejo, programa vacunal en tiempo y forma, etc. Aunque frente a la ERB seguimos sin tener qué medir que tenga suficiente carga de Volumen, Veracidad, Variedad y Velocidad (4 V’s) y por tanto no tenemos armas de análisis relevantes.

Los virus respiratorios (conocidos y no conocidos) son un reto tecnológico, veterinario, productivo y administrativo de grandes dimensiones que nos ocupará varias décadas de trabajo de gran capacitación.

GUÍA DE ESPECIALIDADES
ERB
cctm/shutterstock.com 24 ■ ALBÉITAR Nº 261 Julio/Agosto 2023

Vacunas frente a virus respiratorios en ganado vacuno

BOPROTEC IBR

MARKER VIVA

Cada dosis contiene:

■ Herpesvirus bovino tipo 1 (BHV-1), vivo atenuado, cepa BIO-27: IBR gEnegativo 105,7-107,5 DICC50

Para la inmunización activa de bovino para disminuir la gravedad y duración de síntomas respiratorios causados por la infección por el virus BHV-1 (IBR –rinotraqueitis infecciosa bovina) y para reducir la excreción del virus IBR.

Intranasal: administrar 1 ml en cada fosa nasal utilizando el aplicador intranasal, a partir de las 2 semanas de edad hasta cumplir 3 meses de edad.

Intramuscular: administrar 2 ml, a partir de los 3 meses de edad en el glúteo o en el cuello.

BOVALTO RESPI 3 SUSPENSION INYECTABLE

Cada dosis contiene:

■ Virus respiratorio sincitial bovino inactivado, cepa BIO-24 PR ≥ 1

■ Virus de la parainfluenza

3 bovina inactivado, cepa BIO-23 PR ≥ 1

■ Mannheimia haemolytica inactivada, serotipo A1 cepa DSM 5283 PR ≥ 1

BOVALTO RESPI 4 SUSPENSION INYECTABLE

Para la inmunización activa de bovinos en ausencia de anticuerpos maternales frente a:

■ Virus de la parainfluenza 3. Para reducir la excreción de virus debida a la infección.

■ Virus respiratorio sincitial bovino. Para reducir la excreción de virus debida a la infección.

■ Mannheimia haemolytica serotipo A1. Para reducir los signos clínicos y las lesiones pulmonares.

2 ml administrados por vía subcutánea Cero días

Cada dosis contiene:

■ Virus respiratorio sincitial bovino inactivado, cepa BIO-24 PR ≥ 1

■ Virus de la parainfluenza

3 bovina inactivado, cepa BIO-23 PR ≥ 1

■ Virus de la diarrea vírica bovina inactivado, cepa BIO-25 PR ≥ 1

■ Mannheimia haemolytica inactivada, serotipo A1 cepa DSM 5283 PR ≥ 1

BOVALTO RESPI INTRANASAL LIOFILIZADO Y DISOLVENTE PARA SUSPENSION PARA PULVERIZACION NASAL

Una dosis contiene:

■ Virus de la parainfluenza

3 bovina (PI3V) vivo atenuado, cepa BIO 23/A 105,0–107,5 DICT50

■ Virus respiratorio sincitial bovino (BRSV) vivo atenuado, cepa BIO 24/A 104,0–106,0 DICT50

Para la inmunización activa de bovinos en ausencia de anticuerpos maternales frente a:

■ Virus de la parainfluenza 3. Para reducir la excreción de virus debida a la infección.

■ Virus respiratorio sincitial bovino. Para reducir la excreción de virus debida a la infección.

■ Virus de la diarrea vírica bovina. Para reducir la excreción de virus debida a la infección.

■ Mannheimia haemolytica serotipo A1. Para reducir los signos clínicos y las lesiones pulmonares.

Para la inmunización activa de terneros a partir de 10 días de edad frente al virus respiratorio sincitial bovino (BRSV) y al virus de la parainfluenza 3 bovina (PI3V) para reducir la cantidad y duración de la excreción nasal de ambos virus

Administre una dosis (2 ml) de la vacuna reconstituida por vía intranasal (1 ml de la vacuna en cada fosa nasal) a los terneros a partir de 10 días de edad utilizando el aplicador intranasal. Se recomienda utilizar un aplicador nuevo con cada animal para prevenir la transmisión de la infección.

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2 ml administrados por vía subcutánea Cero días
ERB
Cero días
Posología Tiempo de espera Ficha técnica completa
Nombre Comercial Composición Indicaciones
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Cero días

Nombre Comercial Composición Indicaciones Posología Tiempo de espera Ficha técnica completa

BOVELA LIOFILIZADO Y DISOLVENTE PARA SUSPENSION INYECTABLE

PARA BOVINO

Cada dosis contiene:

■ BVDV tipo1 vivo modificado, cepa no citopática KE-9: 104,0–106,0 DICC50

■ BVDV tipo 2 vivo modificado, cepa no citopática NY-93: 104,0–106,0 DICC50

Para la inmunización activa de bovino a partir de los 3 meses de edad a fin de reducir la hipertermia y minimizar la reducción del recuento de leucocitos provocada por el virus de la diarrea vírica bovina (BVDV-1 y BVDV-2), y para reducir la excreción vírica y la viremia causada por el BVDV-2. Para la inmunización activa de bovino frente a BVDV-1 y BVDV-2, a fin de prevenir el nacimiento de terneros persistentemente infectados causado por la infección transplacentaria.

Vía intramuscular. Después de la reconstitución, administrar una dosis de la vacuna (2 ml) por vía intramuscular (IM). Se recomienda vacunar a los bovinos al menos 3 semanas antes de la inseminación/ cubrición para suministrar protección fetal desde el primer día de la concepción. Los animales vacunados posteriormente a las 3 semanas antes de la gestación o durante el inicio de la gestación pueden no estar protegidos frente a la infección fetal. Esto debe considerarse en caso de vacunación del rebaño.

BOVILIS BOVIPAST RSP Cada dosis contiene:

■ Virus respiratorio sincitial bovino inactivado, cepa EV908 104,77-105,45 U/dosis

■ Virus parainfluenza-3 inactivado, cepa SF-4 Reisinger 103,54-104,85 U/ dosis

■ Mannheimia haemolytica serotipo A1 inactivada, cepa M4/1 104,24-105,00 U/ dosis

BOVILIS BVD Cada dosis contiene:

■ Virus de diarrea vírica bovina (BVD) tipo -1 cepa C-86, citopatógeno inactivado, que contiene 50 unidades ELISA (EU) y que induce al menos 4,6 log2 unidades VN

BOVILIS IBR MARKER INAC Cada dosis contiene:

■ Herpesvirus bovino inactivado tipo 1(BHV1), cepa GK/D (gE-): 60 unidades ELISA.

Para la inmunización activa del ganado bovino frente a:

■ Virus parainfluenza 3, para reducir la infección.

■ Virus respiratorio sincitial bovino, para reducir la infección y los síntomas clínicos.

■ Mannheimia haemolytica serotipo A1, para reducir la infección, mortalidad, síntomas clínicos, lesiones pulmonares e invasión bacteriana del pulmón causados por los serotipos A1 y A6.

Para inmunización activa de vacas y novillas a partir de los 8 meses de edad para la protección del feto frente a la infección con el virus de diarrea vírica bovina a través de la placenta.

Dosis: 5 ml. Vía subcutánea. Inyección en la zona lateral de cuello. Inmunización básica. Los animales, a partir de las 2 semanas de edad aproximadamente, deben recibir dos dosis separadas por un intervalo de unas 4 semanas.

Inyección intramuscular. 2 ml por animal.

BOVILIS IBR MARKER VIVA

Cada dosis de vacuna reconstituida contiene:

■ Herpesvirus bovino vivo tipo 1(BHV-1), cepa GK/D (gE-): 105,7–107,3 DICT50

Inmunización activa de ganado bovino para reducir la intensidad y duración de los síntomas clínicos (pirexia) inducidos por una infección con herpesvirus bovino tipo 1 (BHV-1), así como para reducir la replicación y excreción nasal del virus de campo.

Inmunización activa de ganado bovino para reducir la intensidad y duración de los síntomas respiratorios clínicos inducidos por una infección con BHV-1 y para reducir la excreción nasal del virus de campo.

Inyección intramuscular, 2 ml por animal.

Todos los animales pueden ser vacunados a partir de los 3 meses de edad

Dosis: una dosis única de 2 ml de vacuna reconstituida por animal.

■ Método de administración:

■ A partir de los 3 meses de edad: vía intranasal o vía intramuscular.

■ Entre 2 semanas y 3 meses de edad: vía intranasal.

Cero días Cero días Cero días Cero días
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Cero días

ERB

Nombre Comercial Composición Indicaciones Posología Tiempo de espera Ficha técnica completa

BOVILIS INTRANASAL RSP VIVA LIOFILIZADO Y DISOLVENTE PARA SUSPENSION PARA PULVERIZACION NASAL PARA BOVINO

Cada dosis contiene:

■ Virus respiratorio sincitial bovino (BRSV) vivo, cepa Jencine-2013: 5,0–7,0 log10 DICC50

■ Virus de la parainfluenza bovina tipo 3 (PI3) vivo, cepa INT2-2013: 4,8–7,3 log10 DICC50

HIPRABOVIS BALANCE Cada dosis contiene:

■ Virus Respiratorio Sincitial Bovino, vivo atenuado, cepa Lym-56 ≥ 104 CCID50

■ Parainfluenza-3 inactivado, cepa SF4 IHA ≥ 16

■ Virus de la Diarrea Vírica Bovina inactivado, cepa NADL SN ≥ 20

Para la inmunización activa de terneros a partir del día de su nacimiento para reducir los síntomas clínicos de enfermedad respiratoria y la excreción del virus en la infección con BRSV y PI3.

Los terneros pueden ser vacunados a partir del día de su nacimiento.

Administrar una dosis de 2 ml de vacuna reconstituida por animal, 1 ml en cada orificio nasal.

Cero días

Vacas y novillas. Prevención de la Diarrea vírica bovina (incluida la enfermedad de las mucosas) (BVD). Terneros. Prevención de la Parainfluenza 3 (PI3), Enfermedad de las mucosas o Diarrea vírica bovina (BVD) y Neumonía por virus respiratorio sincitial bovino (BRS).

HIPRABOVIS IBR MARKER LIVE LIOFILIZADO Y DISOLVENTE PARA SUSPENSION INYECTABLE PARA BOVINO

Cada dosis contiene:

■ Herpes virus bovino vivo tipo 1 con delección genética doble gE - tk(BoHV-1), cepa CEDDEL: 106,3–107,3 DICC50

NASYM Cada dosis contiene:

■ Virus sincitial respiratorio bovino atenuado, vivo (BRSV), cepa Lym-56 104,7–6,5 DICC50

Para la inmunización activa de bovino a partir de los 3 meses frente al Herpes Virus Bovino, tipo 1 (BoHV-1) para reducir los signos clínicos de la Rinotraqueítis bovina infecciosa (IBR) y la excreción del virus de campo.

Administrar una dosis (3 ml) a partir de las 4 semanas de edad El método de administración es por inyección intramuscular en los músculos del cuello, o subcutánea en la región de la papada.

A partir de los 3 meses de edad. Administrar una dosis de 2 ml por vía intramuscular en los músculos del cuello

Para la inmunización activa del ganado bovino para reducir la excreción del virus y los signos clínicos respiratorios causados por la infección por virus sincitial respiratorio bovino.

Vía nasal o vía intramuscular. Terneros a partir de 9 días de edad: Primovacunación (vía nasal): pulverizar 1 ml en cada fosa nasal (el volumen total administrado es de 2 ml). Revacunación: se debe administrar una inyección intramuscular de 2 ml, 2 meses tras la primovacunación, y después cada 6 meses desde la última revacunación.

Terneros a partir de 10 semanas de edad: Primovacunación (inyección intramuscular):

se debe administrar una inyección intramuscular de 2 ml, seguida de una segunda inyección intramuscular de 2 ml 4 semanas después.

Revacunación: se debe administrar una inyección intramuscular de 2 ml, 6 meses después de la primovacunación, y después cada 6 meses después de la última revacunación.

GUÍA DE ESPECIALIDADES
Cero días Cero días
28 ■ ALBÉITAR Nº 261 Julio/Agosto 2023
Cero días

RISPOVAL BRSV-PI3-BVD Una dosis contiene:

■ Virus de la Parainfluenza 3, vivo modificado, cepa RLB103 105,0 a 108,6 DICC50

■ Virus Respiratorio Sincitial Bovino, vivo modificado, cepa 375 105,0 a 107,2 DICC50

■ Virus de la Diarrea Vírica Bovina tipo 1, inactivado, cepas 5960 (citopático) y 6309 (no citopático), para inducir una media geométrica del título de anticuerpos seroneutralizantes en cobayas de, al menos 3,0 log2

Inmunización activa de terneros a partir de 12 semanas de edad para:

■ Reducir la excreción de virus y los signos clínicos causados por virus bovino PI3

■ Reducir la excreción de virus causada por la infección del virus RSB

■ Reducir la excreción de virus y la severidad de la leucopenia inducida por la infección del virus BVD tipo 1.

Administrar una dosis (4 ml) de la vacuna reconstituida por vía intramuscular de acuerdo con el siguiente esquema de vacunación:

■ Primera inyección: a partir de 12 semanas de edad.

■ Segunda inyección: 3 o 4 semanas después.

RISPOVAL IBR-MARKER INACTIVATUM

Una dosis contiene:

■ Virus del Herpes Bovino, inactivado, tipo 1 (VHB-1), cepa Difivac (gE-negativo), para inducir una media geométrica del título seroneutralizante de, al menos, 1:160 en bovino.

Para la inmunización activa del ganado vacuno contra la Rinotraqueítis Infecciosa Bovina (IBR), para disminuir los síntomas clínicos y la excreción vírica y, en hembras, para prevenir abortos asociados a infección por VHB-1.

La dosis de vacuna es de 2 ml para el ganado vacuno de más de 3 meses de edad, por vía subcutánea. El programa de vacunación consta de una inmunización básica y de vacunaciones de recuerdo.

RISPOVAL IBR-MARKER VIVUM

Composición por dosis:

■ Virus del Herpes Bovino tipo 1 (VHB-1), cepa Difivac (gE-negativo), virus vivo modificado (atenuado) mín. 105,0 DICC50 máx. 107,0 DICC50

Para la inmunización activa de bovino contra la Rinotraqueítis Infecciosa Bovina (IBR), para disminuir la dispersión y los síntomas clínicos del virus incluyendo, en hembras, abortos asociados a infección por VHB-1.

La dosis para bovino, de edad superior a 2 semanas, es de 2 ml de vacuna reconstituida, administrada mediante vía intranasal y/o intramuscular. El esquema de vacunación consta de una inmunización básica y de vacunaciones de recuerdo.

RISPOVAL RS-BVD

Cada dosis contiene:

■ Virus de la diarrea vírica bovina, vivo atenuado, tipo 1, cepa termosensible RIT 4350 ≥ 104,0 DICC50

■ Virus respiratorio sincitial bovino, vivo atenuado, cepa RB94 ≥ 105,5 DICC50

Para la inmunización activa de terneros a partir de los 7 días de edad para reducir la duración e intensidad de los síntomas respiratorios asociados a los virus respiratorio sincitial bovino (RS) y de la diarrea vírica bovina (BVD) tipo 1 y la leucopenia y sintomatología digestiva asociada al virus BVD.

RISPOVAL

RS+Pi3 INTRANASAL

Por dosis:

■ Virus de la parainfluenza bovina tipo 3 vivo modificado (PI3V), cepa termosensible RLB103,

≥ 105,0 y ≤ 108,6 DICC50

■ Virus respiratorio sincitial bovino (BRSV) vivo modificado, cepa 375,

≥ 105,0 y ≤ 107.2 DICC50

Para la inmunización activa de terneros de 9 días de edad con o sin anticuerpos maternales contra los virus BRS y PI3, para reducir el título medio y la duración de la excreción de ambos virus.

2 ml por vía intramuscular, preferiblemente en el cuello. En animales de 4 meses de edad o mayores administrar 2 dosis con un intervalo de tres a cuatro semanas entre las dosis. En animales menores de 4 meses de edad administrar 2 dosis con un intervalo de tres o cuatro semanas entre las dosis y repetir el programa vacunal a los 4 meses.

Administrar a partir de 9 días de edad una única dosis de 2 ml de la vacuna reconstituida, por vía intranasal.

Nombre
Indicaciones Posología Tiempo de espera Ficha técnica completa
Comercial Composición
Cero días Cero días Cero días Cero días Cero días
ALBÉITAR Nº 261 Julio/Agosto 2023 ■ 29 GUÍA DE ESPECIALIDADES
Fuente: CIMAVET. Consultado el 27 de junio 2023.

Fundamentos del manejo reproductivo en pequeños rumiantes

Para garantizar la productividad y sostenibilidad de los pequeños rumiantes es fundamental hacer un óptimo manejo reproductivo. Comprende prácticas y técnicas diseñadas para optimizar la reproducción, desde la selección de reproductores hasta el cuidado de las crías. Requiere la comprensión de la fisiología reproductiva, la implementación de prácticas de manejo y la prevención y manejo de enfermedades reproductivas. La fisiología reproductiva incluye el conocimiento de los ciclos de reproducción, la selección de reproductores y la detección de la gestación. El manejo reproductivo implica la sincronización de celos, el control del ciclo reproductivo y el manejo adecuado de las gestantes, todos ellos aspectos críticos para asegurar el desarrollo óptimo de los fetos y prevenir problemas de salud en las madres. Por último, la prevención y manejo de la patología reproductiva es crucial para evitar problemas de salud y garantizar la productividad y rentabilidad.

S Curtis/shutterstock.com 30 ■ ALBÉITAR Nº 261 Julio/Agosto 2023 CURSOS
DE FORMACIÓN CONTINUADA

FUNDAMENTOS DEL MANEJO REPRODUCTIVO EN PEQUEÑOS RUMIANTES

Repaso de la fisiología reproductiva

La fisiología reproductiva en pequeños rumiantes permite comprender los procesos fundamentales que regulan la reproducción en ovejas y cabras, lo que facilita la implementación de estrategias de manejo reproductivo eficientes. Tener un conocimiento actualizado es esencial para optimizar la eficiencia reproductiva en sistemas de producción, ya que permite mejorar la planificación de la reproducción, el manejo de la inseminación artificial y la resolución de problemas reproductivos en pequeños rumiantes.

CONTROL NEUROENDOCRINO DE LA REPRODUCCIÓN

El ciclo estral está asociado a una secuencia de sucesos endocrinos interrelacionados y que están principalmente regulados por el eje hipotálamohipófisis-gonadal:

1 El hipotálamo secreta la hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH).

2. La hipófisis produce hormonas:

■ Foliculoestimulante (FSH)

■ Luteinizante (LH)

■ Prolactina

■ Oxitocina

3. Los folículos ováricos antrales secretan estrógeno e inhibina y el cuerpo lúteo (CL) secreta progesterona y oxitocina, mientras que el endometrio uterino se encarga de la producción de prostanglandina F2α El desarrollo y maduración de los folículos ováricos, así como la esteroidogénesis, ovulación y formación del CL, están controladas principalmente por las gonadotropinas hipofisarias que, a su vez, dependen de la secreción de GnRH. La regulación de la secreción y biodisponibilidad de estas hormonas depende de una compleja interacción entre varios factores internos y externos:

■ Entre los principales factores internos se encuentran aminoácidos producidos localmente, esteroides ováricos, hormonas tales como la inhibina, activina y folistatina, agentes neurotransmisores y neuromoduladores.

■ Los factores externos principales son las señales fotoperiódicas, las feromonas masculinas, así como la nutrición y el estrés, también conocidos por afectar la función del eje hipotálamo-

hipófisis-gonadal. La regulación se puede lograr directamente, a través de los efectos de la secreción de GnRH desde el hipotálamo hipofisario, o indirectamente, por alteración de la capacidad de respuesta de la hipófisis a la GnRH o de la sensibilidad del ovario a las gonadotropinas.

La GnRH u hormona liberadora de gonadotropinas está sintetizada por neuronas especializadas del hipotálamo. Posteriormente es liberada en pulsos sincronizados hacia el sistema portal hipofisario y su secreción está regulada por las concentraciones de esteroides gonadales tales como progesterona y estradiol. Estos pulsos estimulan la biosíntesis y secreción de FSH y LH por parte de la adenohipófisis.

Las gonadotropinas hipofisarias (FSH y LH) son hormonas de naturaleza glicoproteica, sintetizadas por las células gonadotropas de la hipófisis.

La FSH es la encargada de estimular el desarrollo folicular ovárico, que actúa a nivel de las células de la granulosa del folículo y estimulan el proceso de síntesis del estradiol.

En el caso de la LH, existen dos patrones funcionales distintos de secreción en la oveja, controlando cada uno de ellos diferentes aspectos de la función ovárica:

■ La secreción de LH pulsátil o tónica ocurre durante todo el ciclo en respuesta a la liberación de GnRH y es importante para la esteroidogénesis ovárica, ya que estimula la síntesis de androstenediona por parte de las células de la teca interna durante el desarrollo folicular.

■ La descarga preovulatoria de LH, que se produce inmediatamente después del celo, es la responsable de inducir la ovulación y la formación y mantenimiento del CL.

Antonio González de Bulnes López y Paula Martínez Ros Dpto. de Producción y Sanidad Animal. Universidad CEU Cardenal Herrera.
ALBÉITAR Nº 261 Julio/Agosto 2023 ■ 31 CURSOS DE FORMACIÓN CONTINUADA
1. Repaso de la fisiología reproductiva 2. Manejo reproductivo 3. Patología reproductiva

La aparición del pico preovulatorio de LH va acompañada de una descarga de FSH. Se produce una segunda descarga entre las 20 y las 36 horas siguientes. Durante el ciclo estral también se produce una elevación de las concentraciones de FSH cada 4-5 días, asociada a la aparición de ondas foliculares.

Las hormonas esteroideas ováricas son los productos de secreción folicular mejor conocidos. Hay tres tipos de esteroides producidos en los folículos ováricos, todos ellos derivados del colesterol:

1. Las progestinas

2. Los andrógenos

3. Los estrógenos

La pregnenolona es la progestina más importante del folículo, al ser la precursora del resto de hormonas esteroides. Sin embargo, la más conocida es la progesterona (P4), intermediaria en la síntesis de otros esteroides y producida a nivel ovárico por la teca interna del folículo en el periodo periovulatorio y por el CL en el posovulatorio. Su función principal es preparar el útero para la implantación del embrión y el mantenimiento de la gestación. El folículo es una fuente significativa de andrógenos ováricos, de manera que la androstenediona y la testosterona son precursores inmediatos de los esteroides estrogénicos, estrona y estradiol, respectivamente.

Los estrógenos (estradiol y estrona), son los esteroides más importantes a nivel fisiológico, y cuya síntesis se realiza en las células de la granulosa. El estradiol induce la fase de receptividad sexual o celo durante el ciclo sexual de las hembras de los mamíferos. Asimismo, controla la secreción de la FSH por medio de un mecanismo de retroalimentación.

La activina, la inhibina y la folistatina son péptidos producidos, principalmente, en las células de la granulosa del folículo ovárico. Regulan el crecimiento folicular controlando la liberación de FSH. La inhibina tiene como función suprimir la producción y la secreción de FSH, mientras que la activina tiene el efecto contrario.

La folistatina modula la acción de la activina y la inhibina sobre la secreción y liberación de FSH. Entre los principales factores de crecimiento implicados en la actividad ovárica destacan:

■ El de crecimiento epidermal (EGF)

■ El de crecimiento fibroblástico (FGF)

■ El de crecimiento derivado de las plaquetas (PDGF)

■ El de crecimiento transformador β (TGF-β)

■ Los de crecimiento hematopoyético (citocinas)

■ El de crecimiento similar a la insulina (IGF). Estos factores están directamente involucrados en la regulación de la proliferación y diferenciación celular.

En cuanto a las prostaglandinas, la más importante para el mantenimiento de la ciclicidad sexual es la prostaglandina F2α (PgF2α) y su principal fuente de producción es el endometrio uterino.

En las etapas finales del ciclo estral se produce una síntesis de receptores endometriales, mientras que la oxitocina, proveniente del CL estimula la producción de PgF2α. Posteriormente, la PgF2α sintetizada por las glándulas endometriales uterinas es transportada por un mecanismo de contracorriente, mediante anastomosis, desde la vena uterina hasta la arteria ovárica para ejercer su acción luteolítica por disminución del flujo sanguíneo local, con la consiguiente disminución de la producción de P4.

only_kim/shutterstock.com 32 ■ ALBÉITAR Nº 261 Julio/Agosto 2023 CURSOS DE FORMACIÓN CONTINUADA

ESTACIONALIDAD EN LA OVEJA

Uno de los rasgos más importantes de la reproducción ovina es la estacionalidad. Los patrones de actividad reproductiva en la oveja adulta, no gestante, están dominados por dos ritmos distintos:

■ Uno de ellos es un ciclo estral de 16-17 días de duración, con una media de 16,8 ± 0,3 días.

■ El otro es un ritmo anual de ciclicidad ovárica caracterizado por el cese (anestro) y restauración (estación reproductiva) de ciclos ováricos ovulatorios.

Pese a ello en el periodo de transición entre el anestro y la actividad sexual (final de verano) los ciclos cortos son bastante comunes. Esto es debido a que el cuerpo lúteo (CL), con frecuencia, involuciona prematuramente 5 o 6 días después de su formación. De esta forma, la reproducción en las ovejas sigue un patrón estacional, es decir, existe una alternancia entre los periodos de anestro y de actividad sexual. La estacionalidad está regulada por el fotoperiodo o duración de luz diaria, de manera que la reducción de la duración del día estimula la actividad sexual y su aumento induce el anestro.

Las ovejas son capaces de “monitorizar” por sí mismas los cambios en el fotoperiodo diario mediante la secreción circadiana de melatonina por parte de la glándula pineal.

La melatonina

Una de las funciones de esta hormona es la transducción de la información fotoperiódica al control de las funciones estacionales, particularmente la reproducción.

La producción de melatonina está regulada por el fotoperiodo, de modo que se encuentran concentraciones elevadas de esta hormona en sangre solo durante las horas de oscuridad. Las características del patrón circadiano de la secreción de melatonina varían con los cambios en el ciclo de luz-oscuridad a lo largo del año, lo que permite que el animal “reconozca” los cambios en la proporción de luzoscuridad. Los periodos largos de secreción de melatonina estimulan y regulan la secreción pulsátil de GnRH hipotalámica, e inducen los correspondientes cambios en la secreción de LH para promover así la ciclicidad.

Estación reproductiva

La estación reproductiva de esta especie es una sucesión de ciclos estrales, los cuales empiezan normalmente en verano o a principios de otoño, con una duración decreciente de horas de sol, y finalizan al final del invierno o principio de primavera, cuando los días comienzan a crecer.

La duración de la estación reproductiva tiene una clara influencia racial. En la mayoría de las razas del hemisferio norte existe un pico de fertilidad a finales del otoño (octubre-noviembre). Por tanto, los

mayores porcentajes de partos se registran a finales de marzo y en abril, el periodo más favorable del año para garantizar la supervivencia de la progenie. Las razas de latitudes intermedias, como la merina australiana o las mediterráneas, presentan un anestro breve, durante el cual una cierta proporción de las ovejas ovula espontáneamente. En los entornos tropicales y subtropicales las ovejas no son estacionales, o son intermitentemente poliéstricas, de modo que la actividad sexual depende de la disponibilidad y de la calidad del alimento.

Estación no reproductiva

Durante la estación no reproductiva (anestro) no se observan ciclos estrales como tales. Aunque los signos de comportamiento del estro y la ovulación están ausentes se dan, no obstante, cambios dinámicos en el crecimiento folicular ovárico y su regresión a lo largo de la estación no reproductiva. El anestro se debe a la falta de secreción pulsátil de LH que desencadena la maduración final y la ovulación, lo cual suele suceder en la fase preovulatoria del ciclo estral. Sin embargo, el desarrollo posterior de estos folículos puede estimularse artificialmente, lo que permite la reproducción durante el anestro o los periodos de transición.

La estacionalidad afecta también a la actividad sexual de los moruecos que, aunque pueden aparearse en cualquier momento del año, sufren un descenso de la eficacia reproductiva fuera de la estación natural debido a la falta de libido y a una menor cantidad y calidad del eyaculado durante el periodo no reproductivo.

FASES DEL CICLO ESTRAL

El ciclo estral comúnmente se divide en dos fases atendiendo a los procesos que tienen lugar en el

ALBÉITAR Nº 261 Julio/Agosto 2023 ■ 33 CURSOS DE FORMACIÓN CONTINUADA
Vladimir Mulder/shutterstock.com

ovario: la fase luteal y la fase folicular. La fase folicular tiene una duración de 2-3 días y se caracteriza por la exhibición del comportamiento sexual y la receptividad al macho (periodo de 24-40 horas denominado celo), el pico preovulatorio de la LH y la ovulación. La transición de la fase folicular a la luteal se marca por la ovulación e incluye el desarrollo del CL que produce P4. Esta fase también incluye la luteolisis propiciada por la prostaglandina F2α (PgF2α). Sin embargo, la transición de la fase luteal a la folicular es más compleja. Si la oveja queda gestante, el CL persistirá durante toda la gestación.

Fase folicular

Proestro

El proestro sería el periodo inmediatamente anterior al comportamiento estral y se caracteriza por la disminución de las concentraciones séricas de P4, a consecuencia de la regresión del CL y un aumento significativo de estradiol (E2), producido por los folículos en desarrollo, además de un marcado incremento en la actividad secretora de todo el sistema reproductivo. El útero se alarga, el endometrio comienza a edematizarse y las glándulas uterinas incrementan su número. La mucosa vaginal se vuelve hiperémica, el número de capas celulares en el epitelio vaginal aumenta y la capa superficial se cornifica.

Estro

El estro se correspondería con el periodo inmediatamente posterior, con el periodo de aceptación del macho, de receptividad sexual, de aproximadamente 36-40 horas. Las glándulas secretoras vaginales, cervicales y uterinas secretan mayor cantidad

de moco, el endometrio y la vagina se congestionan y el cuello uterino se relaja. En la oveja, la ovulación ocurre normalmente de forma inmediata y espontánea, antes del final de esta fase, alrededor de las 24 y 48 horas del inicio del celo, siendo más tardía en razas prolíficas (Goodman, 1994); puede llegar a oscilar entre las 18 y las 72 horas, con una media de 36 horas, en función de la edad, la raza y la estación. En la fase folicular tiene lugar el crecimiento final y la maduración de los folículos ovulatorios. Como ya se ha indicado, los folículos preovulatorios secretan altas cantidades de E2, hormona que estimula el centro hipotalámico generador de pulsos de la GnRH. El aumento de la liberación de GnRH inducirá, a su vez, un incremento en la frecuencia de liberación de pulsos de LH, hasta alcanzar un pico de liberación, conocido como descarga preovulatoria de LH, que actúa como desencadenante de la ovulación. Este pico preovulatorio provoca cambios en las paredes del folículo, determinando su ruptura y la consiguiente liberación del oocito, 18-24 horas más tarde. La ovulación marca la transición de la fase folicular a la luteal.

Fase luteal Metaestro

La fase de metaestro se produce inmediatamente después del estro y es el periodo durante el cual las células de la granulosa y la teca del folículo roto proliferan y se transforman en células luteínicas que llenan el antro del folículo (luteogénesis), en un proceso que dará origen a un cuerpo hemorrágico y, finalmente, al CL. El estímulo de la LH es necesario para el crecimiento inicial del CL y la diferenciación celular. En esta fase se produce una marcada reducción de la actividad secretora de la mucosa vaginal, cervical y uterina.

Diestro

El diestro es el periodo del ciclo estral donde el CL madura completamente y constituye un tejido glandular totalmente funcional, secretando altas cantidades de P4. Entre 3 y 4 días después de la ovulación, el CL tiene un diámetro de 6 a 8 mm, alcanzando su máximo diámetro de 11 a 14 mm, 6 días después. Es en este momento cuando la secreción de P4 por parte del CL alcanza niveles máximos y permanece en valores altos durante toda la gestación, en caso de que esta se produzca. La progesterona, junto con los estrógenos basales, mantendrá un feedback negativo sobre los pulsos liberadores de GnRH y sobre la liberación de gonadotropinas. En caso de no producirse la gestación, entre los días 12 y 15 después de la ovulación, las glándulas endometriales uterinas secretan un agente luteolítico, la prostaglandina F2α, que es transportada a través de la vena uterina y los Balkhi/shutterstock.com

34 ■ ALBÉITAR Nº 261 Julio/Agosto 2023 CURSOS DE FORMACIÓN CONTINUADA

vasos linfáticos hasta la arteria ovárica, determinando la pérdida de actividad biológica y la atrofia luteal de forma abrupta, produciéndose una nueva fase folicular.

DINÁMICA FOLICULAR EN LA OVEJA

La dinámica folicular es un proceso en el que se suceden de forma continua ondas primarias y secundarias de crecimiento y regresión de folículos antrales, que finaliza en la ovulación o en la atresia. Las ondas primarias son aquellas en las que se evidencia un folículo dominante y tienen lugar en la fase luteal temprana y en la fase folicular del ciclo. Las ondas secundarias son aquellas donde no hay presencia de un folículo dominante y que se producirían de forma continua durante la fase luteal media. Cada una de estas ondas está compuesta por tres etapas: reclutamiento, selección y dominancia.

Reclutamiento

El reclutamiento es la capacidad de un grupo de folículos para responder a la acción de las gonadotropinas hipofisarias. En particular, los patrones de secreción de FSH son los que determinan los procesos de crecimiento y reclutamiento foliculares.

Selección

La selección es el proceso por el cual algunos de los folículos reclutados son capaces de continuar su crecimiento hasta estadios preovulatorios mientras la mayoría entran en atresia (Webb et al., 1999). Este proceso lo inician los folículos en crecimiento, que secretan E2, inhibina y folistatina, provocando un descenso en la liberación de FSH.

Dominancia

La dominancia es la etapa en la que culmina el proceso de selección, donde uno o unos pocos folículos adquieren mayor tamaño y características funcionales que permiten aumentar su propio crecimiento a la vez que inhiben el crecimiento de los restantes.

Las oleadas de crecimiento folicular aparecen durante el ciclo estral, durante el anestro estacional y durante la gestación. Normalmente la oveja presenta tres oleadas de crecimiento y cuatro la cabra, aunque están publicadas variaciones entre ciclos.

Cada oleada de crecimiento folicular está precedida de un incremento en la concentración de FSH. Tras el reclutamiento, normalmente uno y a veces dos o tres folículos continúan creciendo y adquieren un diámetro ≥5 mm, mientras que el resto de folículos medianos (4-5 mm) y pequeños (2-4 mm) entran en atresia. El folículo o los folículos más grandes ovulan o regresan y una nueva oleada de crecimiento emerge con un intervalo entre oleada de 5 días (rango 3-7d).

Consecuencias de la reproducción estacional

Este patrón de reproducción estacional tiene como resultado un claro periodo concentrado de partos y, si los animales están en ordeño, un patrón estacional de producción de leche y carne. Tal situación causa, lógicamente, un patrón estacional de precios de los productos, que son muy bajos cuando la oferta de carne/leche es alta (generalmente, desde final de primavera hasta principios de otoño) y viceversa.

OVULACIÓN, CRECIMIENTO Y DESARROLLO DEL CUERPO LÚTEO

La ovulación es un proceso consistente en la ruptura de la pared del folículo ovulatorio y la liberación de su contenido, incluyendo el oocito maduro. En caso de que el folículo dominante alcance la ovulación dará lugar a un CL en un proceso ininterrumpido de luteinización. Este requiere la conversión de un folículo predominantemente productor de estrógenos a un CL predominantemente productor de P4, hormona esencial para el mantenimiento de la gestación. El CL se desarrolla en un proceso en el que las células foliculares de la teca se transforman en células luteales pequeñas, mientras que las de la granulosa pasan a ser las células luteales grandes. Además, el CL secreta, en pequeñas cantidades, péptidos tales como relaxina, oxitocina, vasopresina e inhibina.

En caso de que no se produzca gestación, el CL sufrirá regresión y dará paso a una nueva ovulación. Por ello, la dinámica de crecimiento del CL se describe como un patrón de crecimiento y regresión. El mantenimiento de la función luteal se debe principalmente a la acción de la LH y la hormona de crecimiento (GH); sin embargo, existen otras sustancias involucradas, tales como el IGF-I, la PgE2 y la PgI2, que también incrementan la producción de P4. Cuando no se establece la gestación, desde el endometrio se inician los procesos que conducen a la lisis del CL. Estos procesos que tienen lugar durante la luteolisis coinciden con la fase de crecimiento de una onda folicular. Por el contrario, si no se produce la luteolisis, los altos niveles de P4 mantienen en niveles basales las concentraciones de LH; en consecuencia, el crecimiento del folículo seleccionado se desacelera, y sufre un proceso de atresia que conduce a la aparición de una nueva onda de desarrollo folicular.

Bibliografía disponible en https://www.grupoasis.com/albeitar/bibliografias/ AL261Curso.pdf

ALBÉITAR Nº 261 Julio/Agosto 2023 ■ 35 CURSOS DE FORMACIÓN CONTINUADA

y precisión que los tradicionales”

Arquimea es una compañía tecnológica presente en sectores de alta exigencia como el aeroespacial, la industria de la ciencia, la salud o, como en este caso, el agroalimentario. En todos lleva a cabo una clara apuesta por la tecnología y una fuerte inversión en I+D+i, hasta el punto de disponer de un centro de investigación propio.

Arquimea está presente en diversos sectores. En lo que se refiere al área de agrotech, ¿podría hacernos una breve descripción de la compañía y de cuáles son sus principales áreas de interés?

Desde Arquimea Agrotech desarrollamos productos y soluciones tecnológicas para la optimización y sostenibilidad de las explotaciones ganaderas y agrícolas, trabajando en tres líneas de actividad principales: reproducción animal, agricultura sostenible y Agro 4.0., donde proporcionamos servicios de consultoría para la consecución de proyectos de investigación, desarrollo e innovación.

Y, ¿en el caso concreto del sector vacuno y de los rumiantes en general?

Dentro del sector vacuno y de los pequeños rumiantes, llevamos más de 25 años desarrollando soluciones tecnológicas para optimizar el proceso de inseminación artificial. Somos expertos en el desarrollo de sistemas de análisis seminal y material de laboratorio necesario durante el proceso de inseminación. Desde cámaras de recuento reutilizables y desechables, hasta platinas calefactadas.

Vuestros sistemas de análisis seminal emplean tecnologías como la inteligencia artificial o la robótica. ¿Qué ventajas nos aportan con respecto a los sistemas tradicionales?

Todos nuestros equipos de análisis son automáticos y/o robotizados lo que permite optimizar el proceso. Nuestro SQS2, por ejemplo, analiza de manera automática la calidad seminal, lo que permite disminuir al mínimo el error humano, mejorar la precisión de los resultados, disminuir el tiempo de análisis al mínimo (menos de un minuto) y hacer otras tareas en segundo plano.

En el caso de nuestro equipo robotizado ISAS PRO, además, hemos incorporado un sistema de aprendizaje de Inteligencia Artificial que permite analizar las muestras con un alto grado de precisión, manteniendo los mismos principios de rapidez, sencillez y objetividad.

De cara al futuro más inmediato, ¿qué novedades podemos esperar?

Estamos trabajando para ser capaces de integrar, a corto plazo y de la forma más eficiente posible, laboratorios completos de inseminación, desarrollando novedosos equipos como maquinas envasadoras, mezcladores de diluyente o equipos de purificación de agua, y conectándolos a nuestros sistemas C.A.S.A mediante avanzados programas de gestión. Por otra parte, ya hemos mejorado y adaptado nuestro software de análisis seminal a nuevas especies, como equino, bovino y pequeños rumiantes.

Los sistemas de análisis seminal robotizados y/o automáticos permiten una mayor rapidez y precisión que los sistemas tradicionales. En la imagen, software SQS2, sistema de análisis seminal automático por calidad de membrana.

“Los sistemas de análisis seminal automáticos y robotizados permiten una mayor rapidez
36 ■ ALBÉITAR Nº 261 Julio/Agosto 2023 ENTREVISTA
Pablo Alises Director general de Arquimea Agrotech

formación y cualificación después de graduarse”

La ausencia de una estructura oficial de posgrado ha llevado a que en el sector veterinario exista una “terminología libre y descontrolada”. El recién nombrado presidente de la Asociación de Veterinarios Especialistas Diplomados de España (AVEDE) expone los aspectos en los que se centra el trabajo de la asociación, con el objetivo claro de mejorar la situación actual.

¿Con qué finalidad se fundó AVEDE en 2013? AVEDE nació para representar al creciente número de veterinarios españoles que han alcanzado la cúspide de la formación a través de las diplomaturas de los Colegios Europeos o Americanos de la especialidad correspondiente. Este grupo, casi en su totalidad formados allende nuestras fronteras, regresaban a España y se encontraban huérfanos de representatividad, por lo que decidieron unirse para promocionar y defender su espacio profesional.

¿Cómo ha cambiado la situación de los veterinarios diplomados en España desde entonces?

Muy poco. A nivel profesional y privado, los compañeros veterinarios van reconociendo nuestra capacidad profesional y nuestro elemento diferenciador de cualquier otra formación a nivel mundial, que es ser diplomados. Pero nos queda que ese reconocimiento sea social y oficial para que los diplomados puedan competir en igualdad de condiciones en el mercado laboral y, sobre todo, en el acceso al cuerpo docente universitario, que es un punto crítico para optar a un progreso de la profesión real y tangible. Mientras la universidad no integre a especialistas diplomados, la capacidad de tener departamentos clínicos reconocidos internacionalmente será limitada.

¿Qué significa para usted haber sido elegido presidente en la nueva junta?

Actualmente, representar a los diplomados españoles y liderar un progreso es lo más importante para mí. Además, lo hago como parte de una junta con compañeros altamente comprometidos con el avance de la profesión. Yo obtuve mi primer diploma (en

cirugía) en el año 1999 y el segundo (en medicina deportiva y rehabilitación) en 2013. Pasé 30 años “exiliado” al máximo nivel profesional sin que en España las cosas cambiasen para los diplomados. He cumplido con creces todos los objetivos profesionales que me propuse en cuanto a reconocimiento de mis colegas, actividad profesional y experiencia. Mi tiempo fuera ya estaba amortizado. Regresé a España hace 5 años y me puse manos a la obra.

¿Qué objetivos tiene para esta nueva etapa?

El principal objetivo de esta junta es conseguir que la profesión veterinaria acepte una estructura profesional clínica de posgrado a partir de una escala formativa estructurada y bien definida, con diferentes escalones hacia el máximo grado de formación en un área determinada, que es la diplomatura.

Creemos que los jóvenes y futuros veterinarios merecen tener una vía clara de formación y cualificación después de graduarse y no tener que marcharse como hemos hecho la gran mayoría para formarnos porque la Universidad en España no puede. ¡Y España es doctorado-céntrica! Porque nunca ha habido interés por otras ideas, y si lo ha habido no ha cristalizado en algo diferente para la veterinaria. Otros objetivos son consolidar la asociación, conseguir mayores cuotas de socios y dar a conocer al público en general qué es un especialista y qué puede hacer, no solo en las áreas clínicas. Hay 27 colegios de especialidades reconocidos a nivel europeo y de todos tenemos representación en España.

“En AVEDE creemos que los veterinarios merecen tener una vía de
Sheila Riera Albéitar – albeitar@grupoasis.com
38 ■ ALBÉITAR Nº 261 Julio/Agosto 2023 ENTREVISTA
Antonio Cruz LV,MVM,MSc, PhD, MRCVS, DACVS, DECVS, DACVSMR Presidente de AVEDE

Adiprem informa

NOTICIAS LEGISLATIVAS DOUE

■ Recomendación del Consejo sobre la intensificación de las medidas de la UE para luchar contra la resistencia a los antimicrobianos de acuerdo con el concepto «Una sola salud». Diario Oficial de la Unión Europea del 22 de junio de 2023.

■ Reglamento de Ejecución (UE) 2023/1173 de la Comisión de 15 de junio de 2023 por el que se retiran del mercado determinados aditivos para piensos, se modifica el Reglamento (CE) nº 1810/2005 y se derogan los Reglamentos (CE) nº 1453/2004, (CE) nº 2148/2004 y (CE) nº 943/2005.

■ Reglamento de Ejecución (UE) 2023/1170 de la Comisión de 15 de junio de 2023 relativo a la autorización de un preparado de Saccharomyces cerevisiae CNCM I-1077 como aditivo para piensos para vacas lecheras, bovinos de engorde, especies rumiantes menores de engorde y camélidos de engorde (titular de la autorización: Danstar Ferment AG, representado por Lallemand SAS) y por el que se deroga el Reglamento (CE) nº 1200/2005.

Nº de identificación del aditivo Aditivo Especie animal o categoría de animal

Fin del período de autorización

Categoría de aditivos zootécnicos. Grupo funcional: estabilizadores de la flora intestinal.

Bovinos de engorde

■ Reglamento de Ejecución (UE) 2023/1163 de la Comisión de 14 de junio de 2023 relativo a la autorización del monoclorhidrato de L-lisina y del sulfato de L-lisina producidos por Corynebacterium glutamicum CGMCC 17927 como aditivos en los piensos para todas las especies animales.

Nº de identificación del aditivo

Aditivo Especie animal o categoría de animal

Fin del período de autorización

Categoría de aditivos nutricionales. Grupo funcional: aminoácidos, sus sales y análogos

3c322IV Monoclorhidrato de L-lisina

Todas las especies 6 de julio de 2033

3c329 Sulfato de L-lisina Todas las especies

EFSA

Opiniones

6 de julio de 2033

■ Opinión sobre la seguridad y eficacia de un aditivo para piensos aceite esencial de las semillas de Myristica fragrans Houtt. (aceite de nuez moscada) para todas las especies animales (FEFANA asbl).

Para más información: https://www.efsa.europa. eu/en/efsajournal/pub/8066

■ Opinión sobre la seguridad y eficacia de un adiEtivo para piensos Lentilactobacillus buchneri DSM 32650 como aditivo para piensos para todas las especies animales (BioCC OÜ).

Para más información: https://www.efsa.europa. eu/en/efsajournal/pub/8055

4b1711

Saccharomyces cerevisiae CNCM

I-1077

Todas las especies rumiantes menores de engorde Camélidos de engorde Vacas lecheras

Informes

6 de julio de 2033

■ Evaluación del aditivo para piensos que consiste en Lactiplantibacillus plantarum DSM 23375 para todas las especies animales para la renovación de su autorización (Agri-King, Inc.). https://www.efsa.europa.eu/en/efsajournal/pub/8054

SECCIÓN ADIPREM

Debate sobre la salud de la ubre, el protocolo de secado y la figura del veterinario de explotación en pequeños rumiantes

El pasado día 3 de mayo se celebró la I Jornada de la Asociación de Veterinarios de Ovino y Caprino de Castilla y León en el Colegio de Veterinarios de Zamora. El evento contó con una gran asistencia, ya que cerca de cien veterinarios pudieron seguir las charlas de forma presencial y online.

De esta forma, la primera en intervenir fue Carmen González, subdirectora de la Subdirección General de Sanidad e Higiene Animal y Trazabilidad del MAPA, que repasó las claves del protocolo de secado (factores de riesgo y criterios para el uso de metafilaxia en el secado del ovino y caprino de leche) coordinado entre el MAPA y la Asociación. A continuación, desarrolló el estado actual en el que se encuentra la reglamentación del veterinario de explotación en lo que afecta a los sectores de ovino y caprino (ver recuadro adjunto).

El siguiente en intervenir fue Christian de la Fe, profesor de la Universidad de Murcia, que explicó los avances en el conocimiento de Mycoplasma agalactiae, haciendo hincapié en su monitorización y en la importancia de los programas sanitarios de vigilancia y control.

Funciones del veterinario de explotación

1. Diseño, redacción y supervisión del programa sanitario

- Plan de bioseguridad

- Plan de uso racional de medicamentos veterinarios

2. Asesoramiento en el cumplimiento de la normativa

- Identificación y registro

- Bioseguridad, higiene

- Bienestar animal

3. Concienciación al ganadero

- Resistencias antimicrobianas

- Relación entre bienestar animal, sanidad animal y salud pública

4. Realización de visitas zoosanitarias

Finalmente, Francisco Jurado y Juan Manuel Cáceres del CICAP (Centro tecnológico de investigación agroalimentaria de Pozoblanco, Córdoba), dieron a conocer los estudios y desarrollos realizados en vacuno de leche en el recuento de células somáticas diferenciadas y los posibles usos de dicha técnica en ganado ovino y caprino.

Esta I Jornada, que fue patrocinada por Boehringer, Ceva, Ecuphar, Hipra, Huvepharma, MSD, Syva, Vetia, Virbac y Zoetis, finalizó con una comida en la que los asistentes pudieron debatir sobre los temas tratados durante la mañana.

40 ■ ALBÉITAR Nº 261 Julio/Agosto 2023 SECCIÓN EL RINCÓN DE AVOCCYL
De derecha a izquierda, Francisco Martínez, presidente de Asociación de Veterinarios de Ovino y Caprino de Castilla y León, Carmen González del MAPA, y Victorio Lobo, presidente del Colegio de Veterinarios de Zamora.

El futuro de la producción animal a debate en las XX Jornadas AIDA

Los pasados 13 y 14 de junio tuvieron lugar las XX Jornadas de Producción Animal, organizada por la Asociación Interprofesional para el Desarrollo Agrario (AIDA), y en las que más de 300 asistentes pudieron disfrutar de comunicaciones sobre las últimas novedades en investigación dentro del campo de la producción animal.

Las jornadas tuvieron lugar en la sede del CIHEAM Zaragoza y el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA). Entre las temáticas abordadas en las diferentes sesiones no faltaron las más tradicionales como las relacionadas con la mejora genética, la calidad de la carne o la reproducción, entre otras. Sin embargo, también se abordaron temáticas más novedosas como las relacionadas con la ganadería de precisión o con las nuevas “ómicas”. Además, un punto destacable de estas jornadas es que tienen una gran aceptación por parte de la industria, lo que permite un intercambio de ideas y propuestas entre la investigación y el sector privado, dando lugar a futuros proyectos conjuntos. La ponencia inaugural de las jornadas corrió a cargo del ponente invitado D. Badi Besbes, jefe de Producción Animal y Genética de la FAO. En esta se resumieron los principales aspectos y áreas de trabajo en las que la sección que dirige en la FAO trabaja.

CAMBIO CLIMÁTICO Y PRODUCCIÓN ANIMAL

De la misma manera, tuvo también lugar una mesa redonda titulada “Cambio climático y producción animal” organizada conjuntamente por la Unión Española de Entidades de Ciencia Animal (UEECA) y la asociación organizadora de las jornadas (AIDA, quien a su vez también pertenece

a la UEECA). En esta, el Dr. Daniel Martín Collado (CITA de Aragón), el Dr. Javier Lucientes (UNIZAR), el Dr. Fernando Estellés (UPV), la Dra. Margalida Joy (CITA de Aragón) y el Dr. Óscar González Recio (INIA-CSIC) abordaron la temática central desde una perspectiva acorde a sus áreas de especialización. Todos ellos fueron moderados por Odón J. Sobrino (MAPA). En esta mesa redonda se abordaron las nuevas estrategias que se deben plantear en el campo de la producción animal, desde la perspectiva de los diferentes campos de especialización de los ponentes (Sistemas Ganaderos-Economía y Gestión, Enfermedades Infecciosas y Parasitarias, Eficiencia de los Sistemas Ganaderos, Nutrición Animal y Genética) teniendo en cuenta el contexto actual y futuro de cambio climático. Esto mostró la necesidad de un cambio en el paradigma de los sistemas ganaderos y la investigación relacionada. Con todo esto, podemos concluir que las XX Jornadas de Producción Animal organizadas por AIDA fueron un evento productivo, fértil y fructífero, que dieron a conocer una gran cantidad de novedades en el campo de la producción animal y permitieron a los investigadores abordar sus investigaciones desde nuevas perspectivas, con nuevas ideas y teniendo en cuenta el nuevo contexto de cambio climático.

ALBÉITAR Nº 261 Julio/Agosto 2023 ■ 41 SECCIÓN EAAP- UEECA
David López Carbonell. Investigador predoctoral (Universidad de Zaragoza), miembro de la Junta de AIDA y responsable de redes sociales de la UEECA.

Avance del próximo número

ARTÍCULOS

Programas sanitarios más habituales para los nuevos escenarios de producción

Transporte de bovino en España: manejo y actividades relacionadas con la bioseguridad

CURSOS DE FORMACIÓN

Fundamentos del manejo reproductivo en pequeños rumiantes

2ª Parte: Manejo reproductivo

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Avicultura

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Bovino lechero

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Distribuidor

Comercial veterinaria / ganadera

Caballos Conejos

Ovino-caprino

Administración pública / Institución / Colegio / Asociación

Centros docentes / Investigación Otra

Pequeños animales

Porcino Otra

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