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LA CLÍNICA ROYAL CANIN DÍA A DÍA
La obesidad y la importancia de su tratamiento La obesidad tiene efectos perjudiciales sobre la salud y la longevidad de gatos y perros, por lo que es necesario su tratamiento. Gemma Baciero Departamento de Comunicación Científica de Royal Canin Imágenes cedidas por la empresa
Se considera que un aumento de peso de un 10 a un 20 % del peso ideal es sobrepeso y que por encima del 20 % es obesidad. Para saber si un gato o un perro ha aumentado su peso y en qué porcentaje, es muy útil haber llevado un registro de su peso en su historial. Si se pesa de forma regular a los pacientes se puede detectar de forma precoz cualquier variación en el peso, tanto si se produce un aumento como si hay una pérdida. También se pueden utilizar las tablas de puntuación de condición corporal. En ellas se distinguen 5 categorías: 1 = muy delgado; 2 = delgado; 3 = ideal; 4 = sobrepeso y 5 = obeso. Estas tablas nos permiten calcular cuánto pesa de más el animal, ya que cada puntuación se corresponde con un porcentaje de exceso de peso.
¿Cómo llega a convertirse un gato o un perro en obeso? Cuando se ingiere más energía de la necesaria, se almacena en el organismo en forma de grasa. Si se practica poco ejercicio, el alimento es demasiado energético para las necesidades del animal y no se controla la ración, si se añaden al alimento restos de comida de la mesa o se ofrecen premios y snacks, es mucho más probable que esto suceda. En los animales esterilizados el riesgo de obesidad se multiplica. Su metabolismo cambia, utiliza menos energía y tienden a comer más. También son más propensas algunas razas de perros (Labrador, Cocker, Beagle y Teckel de pelo largo, entre otras muchas) y es más frecuente en los gatos macho y en las perras hembra. La edad es otro factor que influye, puesto que la tendencia a engordar aumenta con la edad en el perro, mientras que el gato a partir que los 10-12 años más bien tiende a adelgazar y el riesgo de obesidad es mucho menor. ateuves l
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¿Por qué es perjudicial la obesidad para la salud? La obesidad deteriora la calidad de vida y reduce la longevidad. De hecho hay una gran cantidad de afecciones y complicaciones que pueden asociarse a la obesidad: • Intolerancia al esfuerzo. • Enfermedades cardiorrespiratorias. • Problemas osteoarticulares. • Trastornos cutáneos. • Mayor riesgo de cálculos urinarios en el gato. • Complicaciones quirúrgicas y mayor riesgo anestésico. • Dificultad en el manejo y la exploración clínica. • Mayor riesgo de diabetes mellitus en el gato. Por tanto, la obesidad se debe considerar una enfermedad real que reduce considerablemente el bienestar y que hay que tratar.
¿Cómo tratar la obesidad? Antes de comenzar el tratamiento hay que informar al propietario sobre la obesidad y la gravedad de sus consecuencias. Hay que hacerle entender la necesidad del tratamiento y motivarlo para que se comprometa a llevarlo a la práctica. Puesto que la obesidad es el resultado de un desequilibrio entre la energía que se aporta y la que se gasta, el tratamiento consistirá en reducir el aporte de calorías y hacer más ejercicio. El manejo nutricional se basa en tres puntos. Determinar el peso objetivo y el aporte energético Hay que determinar el peso al que debe llegar el gato o el perro y en función de este calcular el racionamiento energético. Una vez calculada la asignación calórica hay que seleccionar la dieta más adecuada y determinar la ración diaria. Esta se debe pesar en una