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Instalaciones y bioseguridad un factor de producción imprescindible

Martina Pérez Serrano1 y Antonio Callejo Ramos1

1Doctor Ingeniero Agrónomo Dpto. de Producción Agraria ETS de Ingeniería Agronómica Alimentaria y de Biosistemas (ETSIAAB) Imágenes cedidas por los autores

Contacto con los autores. Antonio Callejo: antonio.callejo@upm.es; Martina Pérez: martina.perez@upm.es

Resumen

La sanidad animal es uno de los cinco pilares del Modelo Europeo de Producción. Un animal sano es un requisito imprescindible para obtener alimentos seguros y, con ello, responder a la principal demanda del consumidor, la seguridad alimentaria. En este contexto, la bioseguridad supone un elemento de producción absolutamente imprescindible; más si cabe aún, en el momento actual, con numerosos brotes de gripe aviar en toda Europa y también en nuestro país. La bioseguridad se puede definir de múltiples formas, aunque en casi todas las definiciones se repite “son un conjunto de medidas encaminadas a evitar la entrada de gérmenes infectocontagiosos en las granjas y evitar que se difundan dentro de la misma y a otras granjas, próximas o alejadas, así como al hombre”. La bioseguridad debe también potenciar la resistencia de los animales a las enfermedades. Un animal puede enfermar no por una presión de infección elevada, sino por tener en ese momento un sistema inmunitario debilitado o deprimido.

Palabras clave: avicultura, bioseguridad, diseño de alojamientos, control ambiental.

Summary

Facilities and biosecurity: an essential production factor

Animal health is one of the five milestones of the European production model. Healthy animals are an essential requirement to obtain safe food and, thereby, respond to the main consumer demand, food safety. In this context, biosecurity is an absolutely essential element of production. Even more so at the present time, with numerous outbreaks of bird flu throughout Europe and also in our country. Biosecurity can be defined in multiple ways, although in almost all definitions it is repeated “they are a set of measures aimed at preventing the entry of infectious and contagious germs into farms and preventing them from spreading within it and to other farms, nearby or distant, as well to the human”. Biosecurity must also enhance the resistance of animals to diseases. An animal can get sick not because of high infection pressure, but because it has a weakened or depressed immune system at the time.

Keywords: poultry farming, biosecurity, housing design, environmental control.

INTRODUCCIÓN

Aquellos que trabajan en gestión de riesgos saben que el riesgo cero no existe. Por ello, la bioseguridad trabaja con el objetivo de minimizar el riesgo de entrada de patógenos en las granjas. Por otro lado, la bioseguridad centrada en el ámbito animal es un concepto superado, pues en la actualidad el objetivo es mucho más global, holístico (Una sola salud - One Health), por el que la salud humana y la salud animal son interdependientes y están vinculadas al ecosistema. En consecuencia, las estrategias de prevención aplicadas a la protección de la salud animal son también válidas para preservar el medio ambiente y proteger la salud humana. La bioseguridad no debe únicamente entenderse como un programa o protocolo de tareas y actuaciones. Debe ser algo más. Debe entenderse como una cultura o filosofía de trabajo, que debe escribirse, planificarse y ejecutarse con total convencimiento por parte de todos los integrantes de la producción, sea esta una granja grande o pequeña, con mano de obra familiar o asalariada.

Por ello, el Plan de Bioseguridad debe ser sencillo, completo, práctico y flexible, basado en normas que no solo deben ser puestas en marcha, sino verificadas y corregidas con el tiempo. En este contexto, la formación continua en bioseguridad es de la máxima importancia. Las instalaciones desempeñan un papel decisivo en la prevención y difusión de patologías porque las interacciones existentes entre los animales, los alojamientos y las operaciones de manejo pueden causar distintos grados de estrés en los animales en función del diseño y utilización de dichas instalaciones. El diseño de las instalaciones de la granja, incluido el propio alojamiento, tiene un papel esencial en el cumplimiento y alcance de estos objetivos biosanitarios, y es lo que se va a desarrollar y a destacar en este trabajo.

OBJETIVOS DE LA BIOSEGURIDAD

Para elevar la resistencia inmunitaria, además de los programas de vacunación, el entorno en el que se desarrolla la vida productiva del animal desempeña un papel esencial: ■ Alojamientos correctos, que proporcionen al animal una superficie de descanso suficiente y adecuado (cama limpia, seca y confortable) y que no le causen daño o temor. ■ Calidad del aire. Temperatura, humedad y ventilación adecuadas a su edad y estado fisiológico. ■ Alimentación y suministro de agua adecuados en cantidad, calidad y facilidad de acceso, sin competencias. En definitiva, se trata de que el entorno del animal no le genere estrés, lo que debilita el sistema inmunitario, incrementa el gasto energético y disminuye el rendimiento productivo del animal y, por ende, el rendimiento económico de la granja. Por tanto, los objetivos de la bioseguridad se resumen en la figura 1 y en el acrónimo ARS (Aislamiento, aumento de la Resistencia a las enfermedades y Sanitización). Estos tres objetivos principales están en el origen de cómo puede plantearse y desarrollarse un Plan de Bioseguridad: ■ Bioseguridad estratégica. Parte de la bioseguridad que tiene relación con la ubicación espacial de las instalaciones avícolas y las actividades que se localizan en sus proximidades. ■ Bioseguridad estructural. Parte de la bioseguridad que tiene que ver con las estructuras de las granjas que evitan el contagio de enfermedades. ■ Bioseguridad operacional. Parte de la bioseguridad relacionada con cómo se llevan a cabo las operaciones en la granja.

NIVELES DE AISLAMIENTO

Una vez que la ubicación de la granja (o de la planta de incubación) ha sido decidida, y que le confiere un primer nivel de aislamiento, es preciso tener en cuenta un segundo nivel, lo que se consigue a través de un vallado (o doble vallado) perimetral. Este vallado define el área perimetral de protección (PBA, del inglés, perimeter buffer area), así como los puntos de acceso desde el exterior al interior de esta área. Fuera del PBA debe ubicarse la zona de estacionamiento de vehículos, las vías de circulación de los vehículos indispensables (suministros de piensos, suministro y retirada de animales vivos), así como el lugar donde se depositan y retiran los animales muertos. El PBA y el perímetro de la granja no necesitan ser los mismos. En muchos casos, el PBA se establece más cerca de los edificios, y el perímetro de la granja se ubica a mayor distancia. Un tercer nivel de aislamiento puede estar constituido por lo que podemos denominar línea de separación (LOS, del inglés line of separation), que separaría las distintas naves (y las aves que alojan) y prevendría la exposición de estas a posibles fuentes de enfermedad. Incluso podría definirse un cuarto nivel de aislamiento, y es el que correspondería a la zona dispuesta en la entrada de cada nave (entrada danesa) que permitiría el cambio de ropa y de calzado del personal antes de entrar en cada una de las naves de la granja, y de la que se hablará posteriormente. El movimiento entre las distintas zonas que delimitan estos niveles de aislamiento debe hacerse a través de puntos de acceso determinados y que requieren medidas y prácticas específicas para evitar contaminaciones cruzadas. Lo más recomendable es dibujar un mapa de la granja en el que se marquen los siguientes puntos: ■ Entradas a la granja. ■ Área perimetral de protección (PBA) y sus puntos de acceso. ■ Línea de separación y sus puntos de acceso. ■ Lugares de carga y descarga. ■ Puntos de limpieza y desinfección. ■ Área de aparcamiento designada fuera del PBA. ■ Lugar de almacenamiento y recogida de cadáveres y de deyecciones y vías de retirada de ambos. ■ Vías de circulación de vehículos (de transporte de animales, entregas, etc.). La figura 2 muestra un ejemplo de “mapa” de una granja de ponedoras, cuyas diferentes naves están conectadas entre sí.

Figura 1. Objetivos de la bioseguridad.

Bioseguridad

Aislamiento Prevenir la entrada de enfermedades

Resistencia Aumentar la resistencia de los animales a las enfermedades

Sanitización Disminuir la exposición del rebaño a los patógenos

ASPECTOS PRINCIPALES EN EL DISEÑO “EN BIOSEGURIDAD” DE UNA GRANJA AVÍCOLA

El principio que debe regir el diseño de una granja avícola es el de delimitar perfectamente dos tipos de zona: zona limpia y zona sucia.

Zona limpia | Zona sucia

La zona limpia incluye las naves de producción y la zona interna de aprovisionamiento, que contiene los almacenes o silos de pienso. La zona limpia debe tener el mínimo contacto con el medio exterior. La zona sucia incluye una zona externa de aprovisionamiento, la más cercana a la granja, que será la más vigilada desde el interior de esta. Un radio de 1 km se considerará como una zona de protección, en la que se estudiarán todos los posibles peligros existentes. El vallado perimetral es la primera medida de bioseguridad que debe contemplarse. Esta valla debe ser continua, de una altura mínima de 1,8 metros. Con este vallado se pretende impedir físicamente el acceso de los vectores de patógenos a los lugares de estancia de las aves y concentrar todas las entradas al interior en un solo punto, donde se debe instalar un vado sanitario, mejor si es un arco de desinfección que un simple rotiluvio (figura 3). El doble vallado es una opción interesante, ya que permite la descarga de pienso en los silos y la carga y descarga de animales sin que los camiones entren en la zona limpia. En todo caso, deben evitarse las entradas no imprescindibles de vehículos, para lo que es recomendable habilitar una zona exterior de aparcamiento.

Vestuarios | Entrada danesa

Los vestuarios y aseos no solo deben entenderse como un elemento necesario para la higiene y comodidad del personal de la granja, sino también como una instalación que debe contribuir al estatus sanitario de la explotación. Todas las personas, incluidos los propios trabajadores, que vayan a entrar en la zona limpia deben ducharse y cambiarse de ropa (de uso exclusivo en la propia granja). Para ello, el vestuario debe estar ubicado de forma que sea la instalación que separa la zona sucia (el exterior) de la zona limpia (el interior). Debe estar en el perímetro de la instalación, de modo que necesariamente se deba pasar a través de él para llegar a los animales (figura 4). El vestuario debe diseñarse para que la ropa y el calzado de calle puedan colocarse en un lugar adecuado (taquillas, perchas). Las personas pasarán seguidamente a la ducha, de la que saldrán por otra puerta hacia otra zona del vestuario diferenciada, donde se vestirán con la ropa y el calzado de trabajo limpios, que la granja debe facilitar al personal y a las visitas. Para salir de la granja se hará el proceso inverso. Para entrar en las naves se utilizará la entrada danesa, donde la separación entre la zona sucia y la zona limpia está señalada por un banco o una tarima, que facilita el paso de una zona a otra y el cambio de vestuario y de calzado (figura 5). Esta entrada danesa es especialmente interesante en granjas multiedad, y así evitar contaminaciones cruzadas. Obviamente, el orden de visita o de atención de las naves debe comenzar por la nave de más edad y terminar por la que aloja animales más jóvenes, salvo que cada nave tenga personal propio. En las granjas más antiguas o pequeñas, donde no se previó este tipo de entrada, pueden arbitrarse soluciones económicas y prácticas para cumplir esta función. Por ejemplo, una caseta prefabricada, de las que se utilizan en las obras, con la entrada por un lado y salida por el otro.

Silos, estercoleros y contenedores de cadáveres

Los silos de pienso se deben instalar junto a las naves para poder mecanizar totalmente el proceso de distribución de alimento dentro del vallado y poder llenarlos a través de la zona de aprovisionamiento exterior. Si hay doble vallado, entre ambos, ni el camión ni el conductor necesitan entrar en la granja. En las granjas de abuelas o, incluso, en las de reproductoras, el nivel de bioseguridad exigible es mayor, por lo que la distancia de las naves al vallado es superior. Para poder cargar los silos pueden disponerse dos: uno junto al vallado y otro junto a la nave (figura 6). El estercolero debe situarse lo más alejado posible de las naves. Su existencia puede depender del tipo de producción

Figura 2. Ejemplo de “mapa” de una granja de ponedoras

Edificio de almacenamiento de estiércol

Contenedor colector de aves muertas

Sistema de entrada danés

Procesamiento de huevos

Almacenamiento de alimento

Carretera pública Estacionamiento para empleados Estacionamiento para camiones o trocas

Fuente: Center of Food Security and Public Health, Iowa State University (2019).

Leyenda

Línea de separación (LOS) Área perimetral de protección (PBA) Camino de acceso controlado

A B

Figura 3. (a) Rotiluvio y (b) Arco de desinfección.

que se desarrolla (broilers o ponedoras) y, por tanto, de la frecuencia con que se retira la gallinaza. Lo mejor es que en el momento de su retirada sean cargadas a un camión y que este pueda acceder a la zona de aprovisionamiento exterior pero no a la zona de producción. Por lo que respecta a la eliminación de cadáveres, las aves muertas se deben depositar en un contenedor apropiado para tal fin, ubicando este en un punto que evite la entrada del camión de recogida a la zona de actividad ganadera, es decir, debe situarse en la zona de aprovisionamiento exterior y próximo al perímetro de la granja. El contenedor, preferiblemente, debe estar asilado por medio de una separación física (valla, tabique, etc.) y situarse sobre una superficie de fácil limpieza y desinfección (figura 7). La instalación de equipos de refrigeración o de congelación para el almacenamiento de cadáveres reduce la frecuencia de visitas del camión de recogida y, con ello, se reduce el riesgo de entrada de gérmenes.

Otras consideraciones

Es aconsejable instalar una pequeña esclusa para la entrega y recepción de pequeños materiales o paquetería, que también deben ser desinfectados (figuras 8a y 8b). Se debe mantener un pasillo de 5 m de anchura libre de vegetación fuera de la valla y de las naves. El crecimiento de vegetación en esos entornos puede servir de refugio a roedores y a otros animales. En el caso de naves con ventanas, cada vez menos frecuentes en nuestras latitudes, los huecos deben estar protegidos con telas o mallas mosquiteras que impidan el acceso al interior de las naves a aves, a insectos y a roedores; estos animales suelen ser portadores de agentes patógenos que afectan a las aves y transmitir enfermedades entre granjas. Los viales interiores y, en general, todas las zonas por donde circulen vehículos dentro de la granja deben estar pavimentados. Las zonas donde no se prevea un tránsito habitual de vehículos pueden cubrirse de grava, lo que dificulta el crecimiento de vegetación y la formación de charcos y de barro. La granja debe disponer de contenedores especiales y diferenciados para la eliminación del material de desecho (jeringuillas, medicamentos y productos de desinfección caducados y envases vacíos que anteriormente los han contenido, así como los efluentes producidos tras la desinfección de una nave) que deberán estar siempre cerrados. Todo el material utilizado en tratamientos profilácticos o terapéuticos debe recogerse en envases homologados y retirados por una empresa autorizada. Dentro de este tipo de residuo hay que considerar guantes, calzas, monos desechables, etc., sobre todo si han estado en contacto con animales enfermos.

Figura 4. Esquema de vestuario.

Zona limpia

Zona sucia

Figura 5. Entrada danesa.

Zona limpia Zona de cambio

Zona sucia

Orientación de las naves

La orientación de las naves tiene especial relevancia cuando la ventilación es natural o estática, pues el movimiento del aire en el interior de la nave va a depender en gran medida de la velocidad del viento que incide en ellas (orientación eólica). En principio, se recomienda una orientación perpendicular del eje longitudinal de las naves respecto a los vientos dominantes, con una tolerancia de hasta 45º. Sin embargo, salvo que otras circunstancias impongan un criterio diferente, la orientación más aconsejable es la que sitúa dicho eje longitudinal en dirección esteoeste (orientación solar). Con esta orientación se suele conseguir lo siguiente: ■ Invierno. Captar y aprovechar la radiación solar en la fachada sur para generar mayor temperatura que en la fachada norte y favorecer el movimiento del aire sin necesidad de viento. ■ Verano. Evitar la sobrecarga térmica de origen solar, con un aislamiento térmico adecuado en la cubierta y sombreo en la fachada sur. ■ Aprovechar los vientos durante todo el año, sobre todo en verano. En las naves con ventilación dinámica, la orientación eólica tiene menor importancia (el aire se mueve mediante elementos mecánicos -ventiladores-), por lo que la correcta orientación solar será el criterio más aconsejable.

Agua de bebida

El agua de bebida puede ser el punto de entrada de muchos patógenos, sobre todo cuando el origen del agua que consume la granja es superficial, no de pozo o de suministro municipal. No obstante, muchos de los problemas asociados a la mala calidad del agua pueden estar relacionados con el depósito de almacenamiento y el sistema de distribución. Para facilitar su mantenimiento, los depósitos deben estar bien conservados, protegidos de la luz y

Figura 7. El contenedor de almacenamiento de cadáveres se llena desde el interior y se vacía desde el exterior.

de las temperaturas extremas y limpios, de forma que se evite la proliferación de algas y de microorganismos. Por último, las granjas avícolas deben instalar un sistema de higienización del agua de bebida con el fin de minimizar su carga microbiológica.

Limpieza y desinfección

Desde el punto de vista de la limpieza y la desinfección, el diseño de alojamientos e instalaciones, así como los materiales empleados en la construcción y terminación de las superficies deben facilitar la limpieza y desinfección de las mismas. Por tanto, deben evitarse columnas en el interior de los alojamientos, pues dificultan el movimiento de la maquinaria de limpieza y crean rincones adicionales en su entronque con el suelo. De la misma forma, deben elegirse materiales que resistan el agua y el agua a presión, así como la acción de los detergentes y desinfectantes utilizados en la limpieza.

FACTORES DE CONFORT AMBIENTAL

Que las aves dispongan de unas condiciones ambientales óptimas es fundamental para alcanzar un correcto estado sanitario. Los animales, en un ambiente óptimo, tienen una mejor respuesta inmunitaria.

Temperatura

La temperatura ambiental óptima es aquella que implica un gasto energético mínimo para mantener la temperatura corporal dentro de los límites normales y maximizar el rendimiento. Para que las tres funciones orgánicas principales (mantenimiento, crecimiento y producción) sean posibles a un nivel óptimo, las aves deben estar expuestas a una temperatura ambiental incluida en el intervalo termoneutro o zona de confort térmico. Fuera de los límites de este intervalo, el ave pone en marcha mecanismos termorreguladores para equilibrar su temperatura corporal, que siempre llevan consigo un gasto energético y la pérdida de rendimiento productivo. No obstante, debe recordarse que no solo la temperatura del aire es responsable de la sensación térmica percibida por el animal. Hay otros parámetros que actúan combinadamente sobre el confort térmico de los animales (tabla): ■ Humedad relativa. ■ Velocidad del aire. ■ Temperatura de la cama, paredes y suelo.

A B

Figuras 8a y 8b. Esclusa para la entrega y desinfección de suministros. Cortesía de J.A. Játiva.

Ventilación

Los alojamientos avícolas deben ventilarse para asegurar una calidad óptima del aire que respiran los animales, incluso en las épocas más frías y aunque las aves alojadas sean pollitos de pocos días de edad. Determinadas patologías de tipo ambiental pueden controlarse consiguiendo una calidad adecuada del aire que los animales respiran. Una correcta ventilación también influye en la adecuada higiene y conservación de las superficies del alojamiento, al evitar que se produzcan condensaciones de agua sobre ellas. Con una correcta ventilación se pretende: ■ Aportar el oxígeno necesario para el buen funcionamiento fisiológico de los animales. ■ Eliminar los gases nocivos. ■ Eliminar el vapor de agua en exceso producido en la respiración de los animales, así como por los sistemas de limpieza, en su caso. ■ Mejorar la sensación térmica del animal, pues el exceso de calor producido por los animales se elimina con mayor rapidez mediante el aumento de la velocidad del aire. ■ Eliminar el polvo y los olores que hacen desagradable el ambiente. El polvo es un factor coadyuvante a la aparición o agravamiento de problemas respiratorios. ■ Disminuir la concentración de microorganismo patógenos que se transmiten vía aérea. Si la temperatura exterior es excesiva, el logro de un ambiente térmico correcto para los animales obliga a enfriar el aire recurriendo a sistemas de refrigeración evaporativa. Los sistemas de control ambiental de una nave avícola pueden ser sumamente sofisticados, si bien tienen que ser compatibles con un manejo fácil e, incluso, por control remoto (teléfono móvil), y que emita la correspondiente señal de alarma en este dispositivo ante cualquier anomalía detectada. Estos sistemas ven justificada su instalación por el rápido retorno económico que supone que los animales desarrollen su ciclo productivo en un ambiente óptimo, que permite unas mejores tasas de crecimiento y menores índices de transformación y de mortalidad, sin olvidar una mejora en el estado sanitario de los animales.

Tabla. Temperaturas percibidas por las aves según la HR y la velocidad del aire (Bellés, 2017).

Tª (°C) HR (%) Velocidad del aire (m/s) 0 0,5 1,0 1,5 2,0 2,5

35

50 35,0 32,2 26,6 24,4 23,3 22,2

70 38,3 35,5 30,5 28,8 26,1 24,4

29,4

50 29,4 26,6 24,4 22,8 21,1 20,0

70 31,6 30,0 27,2 25,5 24,4 23,3

23,9

50 23,9 22,8 21,1 20,0 17,7 16,6

70 25,5 24,4 23,3 22,2 20,0 18,8

21,1

50 21,1 18,9 18,3 17,7 16,6 16,1

70 23,3 20,5 19,4 18,8 18,3 17,2

CONCLUSIONES

En este trabajo se han señalado las principales instalaciones, equipos y elementos necesarios para establecer unas correctas barreras de entrada en una granja avícolas y tratar de evitar, así, la entrada de gérmenes y de vectores que puedan provocar o transmitir patologías a los animales. Como es obvio, su mera instalación no garantiza una correcta bioseguridad, sino que será imprescindible un adecuado manejo y funcionamiento de los mismos para que puedan cumplir la función que se les otorga. Finalmente, se destaca la importancia de unas óptimas condiciones ambientales en las que se desarrollan los ciclos productivos avícolas como forma de aumentar la resistencia de los animales y no debilitar su sistema inmunitario.

Para profundizar en este tema pueden consultar y adquirir el libro “Bioseguridad en la Producción Avícola” de reciente publicación.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Abad, J.C. 2003. Bioseguridad en las granjas. En: Reproducción e Incubación en Avicultura. Real Escuela de Avicultura. Bellés, S. 2017. Manejo de precisión en granjas de broilers durante el verano. AviNews, 25:19-27. Callejo, A. 2019. Bioseguridad en la Producción Avícola. Ed. Servet Canadian Food Inspection Agency. 2018. Animal Biosecurity. National Avian On-Farm Biosecurity Standard. Jiménez, D. 2017. Bioseguridad en granjas. AviTour Sevilla Labairu, J. y col. 2009. Bioseguridad en las explotaciones (I). Navarra Agraria, 176:46-55. Labairu, J. y Aguilar, M. Bioseguridad en las explotaciones (II). Navarra Agraria, 177:33-49. Martínez, A.J. Vestuarios para todos los públicos. https://www.etre3.com/print736400, 2016 [consultado el 05/03/2022] OIE. 2019. Taking Multisectorial, One Health Approach: A Tripartite Guide to Addresing Zoonotic Diseases in Countries. FAO, OIE, OMS. 166 pp. Ruíz, E, y Tabares, J. 2012. La sanidad del agua de bebida en avicultura. Selecciones avícolas.pp.19-22 United States Department of Agriculture. 2019. Information Manual for Implementing Poultry Biosecurity. The Center for Food Security & Public Health. Iowa State University.

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