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Cómo controlar la leishmaniosis, una enfermedad zoonótica

En España la leishmaniosis es una enfermedad endémica que se encuentra presente en la mayor parte de nuestra geografía y se ha ido extendiendo hacia el Norte de España donde ya se diagnostican casos en perros autóctonos. Los últimos datos nos indican que las provincias con mayor seroprevalencia fueron Baleares (57,1 %), Ourense (35,6 %), Málaga (34,6 %) y Cáceres (34,2 %), y las que presentaron menor seroprevalencia fueron Vizcaya (0 %), Cantabria (2,0 %) y Álava (3,3 %) [3].

La actividad de los vectores transmisores de Leishmania es mayor durante la noche y con temperaturas de entre 18-22 °C. El desarrollo del parásito en el vector depende de la temperatura y requiere de entre 7 y 14 días si la temperatura es superior a 18 °C[2].

Hace 20 años la temporada de riesgo de picadura del flebotomo en España era de 4-6 meses (entre mayo y septiembre), pero ahora debido al aumento generalizado de las temperaturas podemos encontrar flebotomos durante prácticamente todo el año, por lo que el riesgo de ser picado y contraer la leishmaniosis se ha ido ampliando paulatinamente[4].

Los lugares potenciales de cría son muy amplios y se han encontrado tanto en ambiente natural (madrigueras, cuevas, raíces de árboles) como urbanos (jardines, leñeras, sótanos, basureros, alcantarillas, etc.)[4].

La leishmaniosis, una enfermedad zoonótica

La leishmaniosis es una zoonosis producida por L. infantum, es decir, que puede afectar a las personas y los casos clínicos humanos pueden llegar a ser graves especialmente en niños y pacientes inmunocomprometidos si no reciben un tratamiento específico, sin embargo, la mayoría de las personas inmunocompetentes no van a desarrollar la enfermedad[2].

Esta enfermedad es un claro ejemplo de cómo la salud de los animales está íntimamente ligada a la salud de las personas, y ambas influidas por las condiciones medioambientales. Por ello, el enfoque One Health (una sola salud) es necesario para abordar el control de esta enfermedad.

Tratamiento de la leishmaniosis

El tratamiento de la leishmaniosis canina es largo y complicado y solo resuelve los síntomas si el perro es diagnosticado y tratado a tiempo, recuperando su calidad de vida, aunque permanecerá positivo a Leishmania

Si no se proporciona el tratamiento adecuado, la enfermedad puede progresar desarrollando otros signos que nos indican un aumento de la gravedad[5]:

• Insuficiencia renal

• Hemorragias nasales

• Poliartritis

• Queratoconjuntivitis

Prevenir la picadura

Los perros se comportan como reservorios y pueden infectar a mosquitos libres de este parásito, por tanto, es muy importante no solo proteger a los animales sanos, sino también a los positivos y de este modo evitar que estos flebotomos puedan infectar a otros animales.

Según los expertos, la forma más eficaz de controlar la leishmaniosis en los perros es aplicando piretroides de forma tópica con actividad repelente, que previenen la picadura del insecto flebotomo a la mascota [6].

El collar Scalibor® contiene deltametrina, piretroide con una elevada acción repelente, que protege frente a la picadura de los flebotomos transmisores de la leishmaniosis durante todo el año.

Scalibor® ha demostrado los índices de repelencia más altos de un collar proporcionando un efecto repelente (antialimentación) frente al flebotomo hasta un 98 % durante 12 meses[1].

La innovadora forma de actuar del collar nos asegura una liberación continua del principio activo y, por tanto, una protección de larga duración. La deltametrina se libera por el roce del collar con el cuello del perro extendiéndose de forma uniforme por toda la mascota.

Esta protección continua y uniforme nos permite aplicar un solo Scalibor® sin necesidad de preocuparse de cuándo lo ponemos o de cuándo va a empezar o terminar la temporada de riesgo, de este modo protege a los perros sin tener que recordar repetir varios tratamientos a lo largo del año.

Scalibor® se puede aplicar a cachorros a partir de 7 semanas de edad y en hembras gestantes y en periodo de lactación[7].

Existen también otras medidas que se deben recomendar para reducir la transmisión de la enfermedad, como mantener a los perros en el interior de las viviendas durante las horas del día de mayor riesgo, del anochecer hasta el amanecer, uso de antimosquitos ambientales, colocar mosquiteras en las ventanas, etc.

Finalmente, resulta imprescindible realizar visitas periódicas a la clínica veterinaria para programar un plan de prevención y de detección precoz de esta enfermedad. Este plan debe incluir las recomendaciones y medidas de protección para la mascota (uso de piretroides repelentes, vacunas, etc.) y un chequeo periódico para verificar que no haya sido infectada.

Siguiendo estas indicaciones, limitaremos las posibilidades de que los perros puedan llegar a infectarse.

Coloca el collar alrededor del cuello de tu perro sin apretar y pasa el extremo a través de la hebilla.

Ajusta el collar dejando un espacio de un dedos entre collar y cuello de tu perro.

1. Samara Paulin, Régis Frénais, Emmanuel Thomas Email author and Paul M. Laboratory assessment of the anti-feeding effect for up to 12 months of a slow release deltamethrin collar (Scalibor®) against the sand fly Phlebotomus perniciosus in dogs. Baldwin. Parasites & Vectors 2018 11:529.

2. http://www.esccap.es/wp-content/uploads/2016/06/guia5_P31620-FINAL.pdf.

3. https://parasitesandvectors.biomedcentral.com/articles/10.1186/s13071-020-04081-7.

4. Javier Lucientes. Leishmaniosis y el cambio climático en España: Cambio del paradigma en la Prevención.

5. Canine Leishmaniosis. Vector Borne Diseases. MSD. Autora: Guadalupe Miró.

6. Miro et al. Novel Areas for Prevention and Control of Canine Leishmaniosis. Trends in Parasitology, September2017, Vol.33, No.9.

7. https://cimavet.aemps.es/cimavet/pdfs/es/ft/1326+ESP/FT_1326+ESP.pdf.

Corta el exceso de collar dejando solo unos 5 cm. ¡Ya está protegido durante 12 meses frente al flebotomo!

Ficha técnica

Cualquier duda consulte a su veterinario.

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