DOSIER DE
PRESENTACIÓN Oftalmología 3D en el perro
FERNANDO LAGUNA SANZ FERNANDO SANZ HERRERA
Oftalmología 3D en el perro
Oftalmología 3D en el perro INCLUYE ANIMACIONES
3D
FERNANDO LAGUNA SANZ FERNANDO SANZ HERRERA
eBook incluido
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En esta obra se recogen las principales alteraciones y patologías del ojo de los perros de una forma muy gráfica, ya que las ilustraciones, imágenes y animaciones en 3D acercan al veterinario clínico a una experiencia real en el campo de la oftalmología clínica. Los contenidos son de gran utilidad y se describen de forma sencilla y concisa, apoyándose en dicho material gráfico.
PÚBLICO OBJETIVO:
14/5/21 18:03
PVP
93 €
✱ Veterinarios clínicos ✱ Veterinarios oftalmólogos ✱ Estudiantes de veterinaria FORMATO: 22 × 28 cm NÚMERO DE PÁGINAS: 120 NÚMERO DE IMÁGENES: 180 NÚMERO DE ANIMACIONES: 23 ENCUADERNACIÓN: tapa dura, wire-o FECHA DE PUBLICACIÓN: mayo 2021 ISBN: 978-84-18020-46-9
Autores FERNANDO LAGUNA SANZ Licenciado en Veterinaria por la Universidad Complutense de Madrid en el año 2009. En 2016 obtuvo el diploma del European College of Veterinary Ophthalmologists (ECVO). Desempeña su labor profesional en el Hospital Veterinario Puchol en Madrid y en la clínica de referencia de oftalmología Optivet, en Havant, Inglaterra. FERNANDO SANZ HERRERA Licenciado en Veterinaria por la Facultad de Córdoba. Diploma de Posgrado en Oftalmología Veterinaria por la Universidad Complutense de Madrid. Acreditado en Oftalmología por AVEPA. Desempeña su trabajo a tiempo completo en la Clínica de Oftalmología Veterinaria Visionvet.
PUNTOS CLAVE:
➜ Una sorprendente presentación del ojo y de sus principales afecciones. ➜ Con animaciones en 3D para ver las estructuras oculares como nunca antes en veterinaria. ➜ Con textos claros y rigurosos basados en la experiencia y buen hacer de sus autores.
Presentación de la obra La oftalmología es una de las especialidades veterinarias que ha tenido mayor demanda de formación, debido a las graves secuelas que puede tener una enfermedad ocular en nuestros pacientes y a la insuficiente formación que se recibe normalmente durante los estudios universitarios. Esta obra muestra el ojo de forma casi real, ya que lo hace desde las imágenes, ilustraciones y animaciones en 3D, tanto de la anatomía real y situación fisiológica como de los principales procesos patológicos del ojo. Este material gráfico de alta calidad viene acompañado de unos textos que se complementan con ellas de una forma sencilla y rigurosa, para dar lugar a un libro original que se convertirá en una obra de referencia para los veterinarios clínicos, incluso para los especialistas.
hkeita/shutterstock.com
En la primera parte se describe brevemente la anatomía fisiológica del ojo, para tomarla de referencia en las modificaciones y alteraciones que se producen en cada uno de los procesos descritos. El libro se estructura de forma que cada parte del ojo se relaciona con los procesos patológicos más frecuentes, lo que aporta una visión práctica y facilitará la búsqueda de contenido específico.
Oftalmología 3D en el perro puede considerarse un complemento avanzado de un libro de esta misma editorial, Oftalmología veterinaria: procedimientos exploratorios y operaciones básicas, que ha dado un paso más al dar un protagonismo a las ilustraciones y animaciones tridimensionales.
Oftalmología 3D
Los autores Fernando Laguna Sanz Licenciado en Veterinaria por la Universidad Complutense de Madrid en el año 2009. Tras una etapa trabajando de veterinario de urgencias en París, completó un internado general seguido de un internado en oftalmología en la Escuela Nacional de Veterinaria de Alfort (Francia). Del año 2012 al 2015, llevó a cabo la residencia del European College of Veterinary Ophthalmologists (ECVO) en la Universitat Autònoma de Barcelona. En 2016, obtuvo el diploma del ECVO. Ha realizado múltiples publicaciones y presentaciones en revistas y congresos internacionales. Actualmente trabaja en Madrid, en el Hospital Veterinario Puchol y en la clínica de referencia de oftalmología Optivet, en Havant, Inglaterra.
Fernando Sanz Herrera Licenciado en Veterinaria por la Facultad de Córdoba. Diploma de Posgrado en Oftalmología Veterinaria por la Universidad Complutense de Madrid en 1997. Completa su formación con estancias en la Clínica Oftalvet (Cuidad de México), con el Dr. Gustavo Adolfo García, y en el Long Island Veterinary Specialist (Nueva York), con el Dr. John Sapienza. Es miembro de varias sociedades oftalmológicas nacionales e internacionales, fundador y miembro de la primera Junta Directiva de la Sociedad Española de Oftalmología Veterinaria (SEOVET), que preside durante dos años. Acreditado en oftalmología por la Asociación de Veterinarios Españoles Especialistas en Pequeños Animales (AVEPA), y miembro del Grupo de Trabajo de la Red Europea de Oftalmología Veterinaria y Visión Animal (REOVVA). Ponente en numerosos cursos, talleres y seminarios de la especialidad. Ha participado como autor y coautor en trabajos originales publicados en revistas de prestigio de ámbito nacional e internacional. Es coautor de la colección de libros La Oftalmología en Colores, autor de los capítulos de oftalmología de los libros La leishmaniosis canina: una visión práctica, Inmunología clínica del perro e Inmunología clínica del gato, autor del libro Manual de oftalmología en el perro, traducido hoy día al inglés y al japonés, y autor del libro Oftalmología veterinaria: procedimientos exploratorios y operaciones básicas. En abril de 2008 inaugura la Clínica de Oftalmología Veterinaria Visionvet, primer centro de referencia de esta especialidad en el sur de España, donde desempeña su trabajo a tiempo completo.
Índice de contenidos 1. Estructura y funcionamiento del ojo y sus anejos Introducción Anatomía del globo ocular Anatomía de los anejos oculares Anatomía de la órbita
2. Párpados ¿Cómo se tratan las patologías más frecuentes? Introducción Anomalías en la apertura palpebral en neonatos Colobomas palpebrales Distiquiasis Cilios ectópicos Triquiasis Entropión y ectropión Laceraciones palpebrales Blefaritis Neoplasias palpebrales
3. Sistema lagrimal Formación y drenaje de la lágrima Imperforación de los puntos lagrimales y estenosis del conducto Dacriocistitis y obstrucción del conducto nasolagrimal Queratoconjuntivitis seca cuantitativa Queratoconjuntivitis seca cualitativa
4. Conjuntiva y membrana nictitante Anatomía y fisiología de la conjuntiva Enfermedades de la conjuntiva Anatomía y fisiología de la membrana nictitante Enfermedades que afectan a la membrana nictitante
5. Córnea y esclerótica Introducción Exploración de la córnea y la esclerótica Enfermedades de la córnea y la esclerótica
6. La úvea: uveítis Anatomía y fisiología de la úvea Signos clínicos de uveítis Causas de uveítis Tratamiento de la uveítis
7. Glaucoma Etiopatogenia del glaucoma Clasificación de los glaucomas Mecanismos patofisiológicos del glaucoma Diagnóstico del glaucoma Tratamiento del glaucoma
8. Cristalino Introducción La exploración del cristalino y los signos de enfermedad Enfermedades del cristalino
9. Retina Anatomía y fisiología de la retina Exploración de la retina Enfermedades congénitas de la retina Enfermedades adquiridas de la retina
10. Órbita Anatomía y fisiología de la órbita Exploración de la órbita Enfermedades de la órbita Tratamiento de las enfermedades de la órbita
11. Neuroftalmología Neuroanatomía Exploración neuroftalmológica Alteraciones que causan defectos en las vías visuales o en las pupilomotoras Alteraciones que causan defectos en ambas vías, visuales y pupilomotoras Alteraciones de los reflejos pupilares sin déficits visuales Síndrome de Horner Parálisis facial
12. Enfermedades oculares congénitas Colobomas Anoftalmía y microftalmía Enfermedades congénitas de los párpados y conjuntivas Enfermedades congénitas del sistema lagrimal Enfermedades congénitas de la córnea y la esclerótica Enfermedades congénitas del iris Enfermedades congénitas del cristalino Enfermedades congénitas del vítreo Enfermedades congénitas de la retina Enfermedades congénitas del nervio óptico
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Oftalmología 3D en el perro
FERNANDO LAGUNA SANZ FERNANDO SANZ HERRERA
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Estructura y funcionamiento del ojo y sus anejos
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Oftalmología 3D Introducción La visión es la capacidad de los seres vivos de interpretar el entorno mediante los rayos de luz (fotones). El sistema visual está formado por los ojos, las vías de conexión y la corteza visual. Para que un animal sea capaz de ver, los fotones tienen que entrar en los ojos y ser correctamente enfocados en la retina. Los fotopigmentos retinianos convierten esa energía lumínica en energía eléctrica. Todas las características de la imagen (brillo, orientación, profundidad, etc.) son posteriormente interpretadas por la corteza visual, que extrae la información más relevante. El ojo es uno de los órganos más altamente especializados, y presenta una forma casi esférica. La función del ojo es, principalmente, enfocar la imagen en la retina y regular la cantidad de luz que llega a la misma, evitando aberraciones ópticas y asegurando la mayor agudeza visual posible. Cualquier cambio en la transparencia o en la disposición fisiológica de las estructuras oculares puede producir una reducción de la capacidad visual. Los anejos oculares son todas aquellas estructuras de soporte del globo ocular, que lo rodean y facilitan su función. Entre ellos podemos enumerar los párpados, la conjuntiva, el sistema nasolagrimal y la membrana nictitante. Además, el globo está localizado dentro de la órbita, donde queda sostenido por los músculos extraoculares y las fascias orbitarias. Los anejos y la órbita son esenciales para el funcionamiento normal del ojo.
Anatomía del globo ocular El globo ocular está clásicamente dividido en 3 capas:
• La túnica fibrosa: está formada por la córnea y la esclerótica. Se trata una capa rica en colágeno, que aporta la estructura al ojo y que se muestra transparente en su parte anterior dejando así paso a la luz. Además, en el polo posterior, permite el paso del nervio óptico a través de la lámina cribosa. • La úvea: es una capa muy vascularizada, formada por el iris, el cuerpo ciliar y la coroides. • La retina y el nervio óptico: la retina es la estructura que va a realizar la transducción, la transformación de la luz en una señal eléctrica. Posteriormente, esa información será transmitida al sistema nervioso a través del nervio óptico. El cristalino, que es la lente que ayuda a enfocar y a acomodar la imagen en la retina, divide el ojo en segmento anterior y segmento posterior. El segmento anterior está relleno de
humor acuoso, cuya función en nutrir las estructuras a las que baña y mantener la presión del ojo. El humor acuoso se origina en el cuerpo ciliar y se drena en el ángulo iridocorneal. El segmento posterior presenta el humor vítreo, que es rico en colágeno y ayuda a dar forma al ojo y a mantener la retina en su lugar.
La córnea y la esclerótica La córnea es la parte más anterior de la túnica fibrosa. Se trata de una capa transparente, que en el perro presenta un diámetro horizontal ligeramente más grande que el vertical. Su grosor es de alrededor de 0,5 mm. Consta a su vez de cuatro capas: un epitelio estratificado, el estroma de colágeno, la membrana de Descemet y el endotelio. El epitelio presenta células basales, células alares (intermedias) y células escamosas, que se renuevan continuamente. No presenta queratina, lo que favorece la transparencia. El estroma aporta la mayor parte del grosor a la córnea. Está formado por fibras de colágeno y queratocitos, unos fibroblastos especializados en mantener la córnea transparente, cicatrizar las úlceras y sintetizar los componentes del estroma. El colágeno corneal se encuentra dispuesto en laminillas, orientadas ortogonalmente y a una distancia fija las unas de las otras. Esta disposición especial permite la transmisión de la luz, y es lo que diferencia la córnea de otras estructuras ricas en colágeno que no son transparentes, como la esclerótica. Además, el estroma es rico en glucosaminoglucanos que también ayudan a su transparencia. Algunos procesos de cicatrización pueden dar lugar a la pérdida de transparencia de la córnea. La membrana de Descemet es la membrana basal del endotelio corneal. Es una capa elástica que va aumentando de grosor a lo largo de la vida del animal. Cuando se produce un glaucoma la membrana de Descemet se puede romper, produciendo las estrías de Habb. En úlceras en las que se pierde todo el estroma la membrana de Descemet queda expuesta (descemetoceles). El endotelio corneal es la capa metabólicamente más activa. Se trata de una capa monocelular que se encarga de deshidratar la córnea, favoreciendo su transparencia. Esta población de células es posmitótica, de manera que no tienen capacidad de reproducirse y sufren una merma en su número a lo largo de la vida. Las células que quedan van rellenando los huecos que dejan las que se pierden, haciéndose más grandes. Si su número queda por debajo de una cantidad crítica, se hace imposible el adecuado equilibrio
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Estructura y funcionamiento del ojo y sus anejos entre la cantidad de agua que “entra” y la que “sale” del estroma y aparece el edema por descompensación corneal. La córnea sana debe ser lisa y brillante, no presentar vasos ni pigmento. Su estroma tiene escasas células y es avascular, de manera que obtiene el oxígeno y los metabolitos a través de la lágrima, del humor acuoso y de la esclerótica. Cualquier alteración de estas vías va a producir cambios en la córnea. Un ejemplo habitual es el ojo seco, donde la córnea puede acumular pigmento, mostrarse con neovasos y perder su superficie lisa. La córnea es una de las zonas más sensibles del organismo. Está inervada por los nervios ciliares largos, que entran de forma radial en el estroma corneal anterior, y estos, a su vez, son tributarios de la rama oftálmica del nervio trigémino. La sensibilidad corneal es más pronunciada en la superficie y el estroma anterior y es por esto que a medida que una lesión va profundizando, la sensibilidad se reduce. Los animales braquicéfalos tienen menor sensibilidad corneal que los mesocéfalos o los dolicocéfalos, y esa es la razón por la que muestran menos signos de dolor cuando presentan úlceras corneales.
La esclerótica forma la mayor parte de la túnica fibrosa del ojo y se muestra dividida en tres capas: la capa más superficial es la episclera, la capa media es el estroma escleral y la capa más profunda se llama lámina fusca. La episclera es la zona en la que la cápsula de Tenon se une al estroma escleral. Se trata de una capa fibrosa muy vascularizada. El estroma escleral está compuesto de colágeno y de
Figura 1. Cristalino, iris y cuerpo ciliar vistos desde la retina.
fibroblastos al igual que la córnea pero, al contrario de lo que ocurre en ella, debido a que el colágeno está desordenado, no es transparente. La lámina fusca es la zona en la que las capas más externas de la coroides y el cuerpo ciliar se “enganchan” en la esclerótica.
La úvea La úvea es la capa intermedia del ojo. Puede subdividirse en úvea anterior, formada por el iris y el cuerpo ciliar, y úvea posterior, formada por la coroides. El iris es el diafragma muscular que controla la entrada de luz dentro del ojo. Para ello presenta dos músculos: el dilatador y el esfínter de la pupila. Estos músculos cierran o abren la pupila en función de la luz que entra en el ojo, ajustándola con la luz del ambiente. La cara anterior del iris carece de epitelio, y presenta células estromales. La cara posterior tiene un epitelio pigmentado. Hay dos arterias (arterias ciliares largas) que entran por los lados nasal y temporal, formando un círculo arterioso, que puede ser o no completo. El cuerpo ciliar está localizado tras el iris (fig. 1). Presenta una serie de pliegues (pars plicata), que se denominan procesos ciliares, en la parte anterior. Posteriormente estos pliegues se van haciendo menos prominentes hasta llegar a una zona plana (pars plana), que acaba uniéndose a la retina en la ora ciliaris retinae. El cuerpo ciliar está tapizado por un epitelio doble y presenta un músculo en su base formado por fibras de músculo liso inervado por el sistema parasimpático. Estas fibras que se unen a la base del cuerpo ciliar están íntimamente relacionadas con el ángulo iridocorneal. Cuando se produce uveítis, el músculo ciliar se contrae, lo que produce dolor y aumenta el drenaje por la vía convencional. En la úvea posterior tenemos la coroides. Es una capa fina de tejido muy vascularizado que muestra una pigmentación variable. Solo en la parte dorsal de la coroides se encuentra una capa de forma triangular que recibe el nombre de tapetum. Su función es la de reflejar la luz, produciendo una doble estimulación de las células fotorreceptoras de la retina. El tapetum puede presentar diferentes colores y tamaños, según la raza de perro, e incluso estar ausente de forma fisiológica. Una de las funciones más importantes de la coroides es la de constituir la barrera hematoocular. Esta barrera separa el ojo de la circulación general para protegerlo de la filtración de proteínas y macromoléculas en el humor acuoso y humor vítreo. La inflamación puede acabar alterando la impermeabilidad de esta barrera.
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Oftalmología 3D El cristalino El cristalino es una lente biconvexa y avascular que se encuentra dentro del ojo, suspendida por las fibras de la zónula. Su cara anterior es más plana que la posterior y presenta un ecuador, que es la circunferencia donde se unen ambas caras. El cristalino está rodeado por una cápsula y presenta un epitelio, que está localizado bajo la cápsula anterior. Las fibras del cristalino tienen una disposición concéntrica, partiendo de un núcleo central y formando la corteza (córtex). Esas fibras se producen durante toda la vida del animal, y van siendo empujadas hacia el núcleo del cristalino. La función principal del cristalino es enfocar la imagen en la retina y la acomodación de la imagen. Sin embargo, la capacidad de acomodación del perro es muy baja.
El humor vítreo El humor vítreo, hidrogel elástico y transparente, ocupa una cavidad del mismo nombre que llega a representar casi el 80 % del volumen del globo ocular. Se compone fundamentalmente de agua, fibras de colágeno, ácido hialurónico y hialocitos. Estos últimos tienen actividad fagocítica y pueden transformarse en fibroblastos y, con ello, formar tejido cicatricial. Anatómicamente podríamos dividir este gel en vítreo anterior, posterior, periférico y central, y es muy interesante señalar que las fibras de colágeno son especialmente densas en la zona de la periferia, y es que es ahí donde existe una íntima adherencia entre estas fibras y la superficie de la retina. La degeneración de ese vítreo periférico y su licuefacción pueden disminuir el empuje sobre la retina, facilitando su desprendimiento. Existe otra zona de íntima unión entre las fibras del vítreo y una estructura intraocular. El cristalino se asienta en una depresión vítrea que se conoce como la fosa hialoidea y es ahí donde la cápsula posterior de la lente se une fuertemente al vítreo. Los desplazamientos del cristalino,
que acompañan a su luxación, provocan la tracción de esas fibras vítreas y, por extensión, de la retina.
La retina y el nervio óptico La parte más noble del ojo es la retina. Todas las estructuras oculares tienen como función última enfocar la imagen en los fotorreceptores para que la visión tenga lugar con la mayor agudeza visual posible. La retina es un tejido muy complejo en el que muchas células diferentes van a contribuir a crear el impulso eléctrico. Simplificando, la retina consta de unas células llamadas fotorreceptores que van a transmitir su impulso a las células bipolares, que a su vez lo transmiten a las células ganglionares. Los axones de estas últimas van a formar el nervio óptico. Los fotorreceptores están formados por los conos y los bastones, y estas células son las que contienen los fotopigmentos que reaccionan a la luz y producen un potencial de acción. Los conos son sensibles a mayores intensidades de luz y además son los encargados de la visión en color, mientras que los bastones son capaces de trabajar con una menor intensidad lumínica.
Los fotorreceptores necesitan del epitelio pigmentario de la retina, ya que va a asegurar muchas funciones, como por ejemplo el reciclaje de los fotopigmentos. Cuando se produce un desprendimiento de retina, el epitelio pigmentario siempre queda adherido a la coroides. El nervio óptico se forma cuando se unen todos los axones de las células ganglionares, formando la cabeza del nervio óptico. Posteriormente, el nervio atraviesa la lámina cribosa, pasa a través del cono formado por los músculos extraoculares, y se introduce en el agujero (foramen) óptico de la órbita para formar el quiasma al unirse con el nervio óptico contralateral (fig. 2).
Figura 2.
Globo ocular con la salida del nervio óptico.
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Oftalmología 3D
Estructura y funcionamiento del ojo y sus anejos
Anatomía de los anejos oculares Párpados
Los párpados son pliegues musculocutáneos esenciales para el mantenimiento de una superficie ocular sana. Se componen de un tarso fibroso que les aporta cierta estructura, músculos que controlan la posición y la contracción, una piel elástica en la cara externa y la conjuntiva palpebral en la cara interna. Los pacientes caninos presentan pestañas solo en el párpado superior (fig. 3). En el borde palpebral se encuentran unas glándulas que tienen una producción lipídica, llamadas glándulas de Meibomio o glándulas tarsales. Sus orificios de excreción se pueden observar con un sistema óptico de magnificación. También existen otras glándulas, como son las glándulas de Zeis y Moll, aunque tienen menos importancia clínica. El cierre de los párpados se produce principalmente por la contracción del músculo orbicular (orbicularis oculi), que se encuentra situado en la zona anterior al tarso de ambos párpados. En el perro es el párpado superior el que es más móvil y está inervado por el nervio oculomotor, a diferencia de otros músculos palpebrales, inervados por el nervio facial. Además, los párpados disponen de un ligamento en el canto medial y de un músculo que hace las funciones de ligamento en el canto lateral, el músculo retractor lateral del ángulo del ojo (retractor anguli oculi lateralis). La sensibilidad de los párpados se canaliza a través del nervio trigémino. Cuando se produce dolor, el músculo orbicular se contrae con gran fuerza, dando lugar al blefaroespasmo.
Margen palpebral superior.
Los párpados protegen al ojo y tienen como función la distribución y la eliminación de la lágrima. Cuando se produce el parpadeo, los párpados comienzan a cerrarse por el canto temporal y el cierre va avanzando como una cremallera hasta llegar al canto medial. De esta manera, se envía la lágrima hacia los puntos lagrimales para iniciar desde ellos su drenaje hacia la nariz.
Membrana nictitante Los animales domésticos presentan la membrana nictitante, o tercer párpado, una estructura que se encuentra localizada en la zona medial y ventral al ojo, que se mantiene por un cartílago en forma de T. Este cartílago se relaciona en su base con una glándula lagrimal y está recubierto de conjuntiva, tanto en la cara bulbar como en la cara palpebral. En esa conjuntiva es posible ver unos folículos linfáticos que, de forma fisiológica, se encuentran en la cara interna. La membrana nictitante en el perro presenta una musculatura vestigial, con lo que se desplaza debido a la retracción del globo ocular, inervado por el nervio abducens. La glándula lagrimal alojada en esta membrana es importante y llega a producir entre un 30 y un 50 % de la fase acuosa de la lágrima (fig. 4).
La conjuntiva Es una superficie mucosa elástica y móvil, que recubre la cara interna de los párpados, la cara palpebral y la cara bulbar de la membrana nictitante, y que se ancla al limbo esclerocorneal formando la conjuntiva bulbar (fig. 5). La conjuntiva presenta además un fórnix que, a modo de fondo de saco, establece
Pestañas
Canto lateral Carúncula lagrimal
Borde libre de la membrana nictitante
Borde libre de la membrana nictitante Fondo de saco (fórnix) conjuntival
Canto nasal Figura 3. Estructuras de los párpados en el perro.
Margen palpebral inferior
Orificios de las glándulas de Meibomio
Figura 4. Membrana nictitante y estructuras de la conjuntiva palpebral.
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Oftalmología 3D la unión entre la conjuntiva palpebral y la conjuntiva bulbar dorsal y ventral. Está conformada por un epitelio columnar (cilíndrico) no queratinizado que presenta células caliciformes encargadas de la formación de moco. Este moco configurará la fase proteica de la lágrima, cuya misión es, entre otras cosas, que la lágrima se quede “pegada” al ojo. Cualquier proceso inflamatorio o infeccioso de la superficie ocular puede alterar la morfología de la conjuntiva, haciendo que pierda las células caliciformes y alterando sus características. Debajo del epitelio la conjuntiva presenta una sustancia propia, formada por tejido conjuntivo. La conjuntiva tiene un papel esencial en el sistema inmunitario y suelen verse en ella numerosos folículos cuando es estimulada antigénicamente. Una de sus características es la de una gran capacidad de regeneración y cicatrización, circunstancia que determina que una herida conjuntival pueda cicatrizar en apenas unas horas.
El sistema nasolagrimal El sistema nasolagrimal se encarga de secretar, distribuir y eliminar la lágrima de la superficie ocular. Consta de una glándula principal, localizada en la región superotemporal, la glándula de la membrana nictitante y algunas glándulas accesorias. La glándula lagrimal produce su secreción a través de unos pequeños conductillos en el fórnix dorsal. La glándula de la membrana nictitante presenta múltiples conductos de secreción hacia la cara bulbar de la conjuntiva de la membrana. La superficie ocular (córnea y conjuntiva), la glándula lagrimal principal, la accesoria (de la membrana nictitante) y las glándulas tarsales forman la unidad funcional lagrimal. Cualquier afección de una de esas partes va a comprometer el funcionamiento del sistema lagrimal, pudiendo provocar consecuencias muy graves. Aunque hoy se considera un todo, se puede subdividir la película lagrimal en tres componentes: 1. La fase lipídica, producida por las glándulas tarsales, que evita la evaporación excesiva de la lágrima y disminuye su tensión superficial, estabilizándola. 2. La fase acuosa, producida por la glándula lagrimal principal y la de la membrana nictitante, es la fase más gruesa y la que vehicula los nutrientes, el oxígeno, etc. Además, tiene un importante papel en la lucha contra los microorganismos al arrastrarlos fuera de la superficie ocular y
Iris
Limbo esclerocorneal
Conjuntiva bulbar
Borde de la pupila
Figura 5. Estructuras del segmento anterior del ojo.
actuar sobre ellos merced a las sustancias antibacterianas que contiene, como la lactoferrina y la lisozima. 3. La fase proteica, producida por las células caliciformes, va a “anclar” la lágrima al epitelio de la córnea, ya que este es lipofílico. Un defecto en esta fase aumentará el tiempo de rotura de la película lagrimal. La lágrima es distribuida por los párpados y la membrana nictitante sobre la superficie ocular, y se drena a través de los puntos lagrimales, que están localizados en la conjuntiva palpebral a unos 5 mm del canto medial. Los canalículos dorsal y ventral se unen, formando el saco lagrimal, que en nuestras especies domésticas tiene un tamaño pequeño. El conducto nasolagrimal va a llevar la lágrima a la cavidad nasal, donde drena. En algunos perros el conducto nasolagrimal puede llegar a la boca.
Anatomía de la órbita La órbita es la cavidad cónica que rodea el ojo, que en los carnívoros domésticos es abierta. Presenta un borde orbitario óseo y en la zona temporal un ligamento orbitario que va de la apófisis cigomática del hueso temporal a la apófisis temporal del hueso cigomático. Esto les permite una mayor apertura de la boca. La orientación de la órbita va a determinar el campo visual de los animales. El hueso que forma la órbita presenta unos forámenes a través de los cuales emergen los vasos y los nervios que van a llegar al ojo y sus anejos. Este hueso está recubierto por la periórbita, donde se anclan
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Oftalmología 3D
Estructura y funcionamiento del ojo y sus anejos
Figura 6. Globo ocular y estructuras periorbitarias.
los músculos extraoculares, y que rodea la grasa orbitaria (fig. 6). La cápsula de Tenon es una fascia que se une a la episclera. Los carnívoros domésticos presentan cuatro músculos rectos (dorsal, ventral, lateral, temporal), dos músculos oblicuos y el músculo retractor del globo. Los músculos rectos, salvo el temporal, y el oblicuo ventral están inervados por
Estructuras del globo ocular
el oculomotor. El músculo recto temporal y el retractor del globo están inervados por el abductor. Por último, el oblicuo dorsal está inervado por el troclear. El nervio óptico está en la parte más interna de la órbita, rodeado por los músculos extraoculares. Está rodeado por las meninges, con lo que se le considera parte del sistema nervioso central.
Estructuras extraoculares
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