Lumina Spargo. Periódico científico y cultural de la Universidad de Caldas

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No. 90 / junio 2017 Manizales - Colombia ISSN 1794-9211

- Periódico científico y cultural de la Universidad de Caldas -

PERDÓN Y RECONCILIACIÓN Una de las propiedades de la buena literatura es dejar en evidencia los pliegues ocultos de la vida: una obra literaria de primer nivel pone sobre la mesa la naturaleza humana inacabada e imperfecta y desnuda el material con el que se construyen los pensamientos, las emociones y los deseos humanos.

Lo que falta para una paz política. Consideraciones sobre los diálogos con el ELN Mario Hernán López Becerra. Profesor Departamento de Economía y Administración / Diana Carolina Calle Valencia. Estudiante de Maestría en Ciencias Sociales

El escritor español Fernando Aramburu acaba de publicar una novela extensa, bien urdida y amena sobre vidas entrecruzadas de víctimas y victimarios de ETA en el conflicto Vasco. Con capítulos brevísimos -que en conjunto arman historias de vidas paralelas entre amigos entrañables separados por violencias heredadas- el relato deja ver dramas y milagros que ocurren cuando la guerra termina y es necesaria la reconciliación y el perdón. En la tras-escena de la historia la política parece un refugio de fanáticos.

Sobrevivientes de la guerra para reinventar la paz / Trujillo –Valle del Cauca / Fotografía: Maria Paz Gómez Gaviria

La novela de Aramburu —Patria—, dialoga con trabajos literarios de escritores como Amos Oz y David Grossman en los cuales se narran experiencias de personas y comunidades que resisten a las adversidades apelando a repertorios pacifistas. Estos autores examinan las solidaridades activas en medio de las guerras, las cooperaciones ante la adversidad, las experiencias de perdón y reconciliación entre victimas y victimarios, el amor como antídoto de la desesperanza. Fernando Aramburu recuerda cómo el arte permite reconocer y compartir experiencias culturales de perdón y reconciliación. Con obras como esta los creadores pueden contar a los cuatro vientos vivencias sociales y humanas en las cuales la atrocidad de la guerra da paso a la voluntad de paz, aun en medio de situaciones de injusticia y exclusión.

UNA GUERRILLA DE JÓVENES Y CURAS Las reflexiones académicas e ideológicas de los años sesenta y setenta, en América Latina, estuvieron caracterizadas por discusiones intensas acerca de las desigualdades y sus causas. Buena parte de la investigación social se orientó hacia el estudio de las condiciones estructurales generadoras de pobrezas, injusticias y marginalidades. En algunos análisis, los factores generadores de las injusticias debían ser removidos apelando a diversas formas de lucha, lo cual otorgaba legitimidad a las insurrecciones armadas.

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ACADEMIA

INSTITUCIONAL

CULTURA

Re-Existencias juveniles, Comunicaciones. Programa de investigación Sentidos y Prácticas Políticas de Niños, Niñas y Jóvenes en Contextos de Vulnerabilidad…

Hacia la reacreditación en 2018. Desde su fundación, la Universidad de Caldas ha venido en constante proceso de evolución en sus dinámicas académicas, científicas y sociales…

Entrevista a Octavio Escobar Giraldo. Uno de los contados escritores que ha ganado el Premio Nacional de Literatura del Ministerio de Cultura, también ganador del 45 Premio Internacional de Novela…

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SUMARIO

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Universidad de Caldas

Felipe César Londoño López Rector

María Alejandra Gómez Uribe Adriana Gómez Alzate Paula López Chica Andrés Felipe Betancourth López Luis Miguel Gallego Sepúlveda Comité Editorial

Oficina de Prensa y Comunicaciones Consultorio de Diseño Colaboración

Editorial Universidad de Caldas Cuidado editorial, diseño y diagramación

Editorial La Patria S.A. Impresión Circulación gratuita

Universidad de Caldas Calle 65 No. 26-10 Tel.: 8781500 Manizales - Caldas www.ucaldas.edu.co @udecaldas facebook.com/ucaldas

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Lo que falta para una paz política

Editorial

Re-Existencias juveniles

Clúster de Educación Superior del Eje Cafetero

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Octavio Escobar Giraldo

Rogelio Salmona y el genio del lugar

Asia Pacífico

¿Puede haber estética en el suicidio?

EDITORIAL

Editorial Lumina Spargo 2017-1 Texto / Felipe César Londoño López La coexistencia de los diálogos múltiples nos permiten construir universidad. En medio de un año lleno de complejidades, la Universidad se convierte en un oasis donde arte y ciencia interactúan para pensar los procesos de un entorno en permanente debate y construcción. Las recientes crisis ambientales en la región y el mundo, el proceso de paz que avanza en nuestro país en medio de intensos debates partidistas, la corrupción en la contratación estatal y las crisis financieras de las universidades públicas en el país, son solo algunos de los temas que nos obligan a pensar en el papel que cumplimos como Institución ligada a un territorio que le reclama mayor protagonismo, con el objeto de encontrar soluciones reales a los problemas del día a día. Por fortuna, y como lo afirma Winfried Böhm, la universidad es ese lugar de los procesos no cerrados de búsqueda e investigación en el que el concepto de aprender, en el sentido de simple recepción, carece de sentido. Estamos aprendiendo de nuestros territorios, recibiendo sus conocimientos y saberes, los que a su vez, nutren nuestro trabajo académico, así como a la proyección y a la investigación. Esta práctica académica, vinculada con el contexto, nos permite sentar las bases para la consolidación de una Universidad transformadora de realidades, en una espiral beneficiosa de retorno en donde la ecuación enseñanza-aprendizaje, evoluciona en capacidades para la vida individual y colectiva. Con estos propósitos nace el Clúster de Educación Superior del Eje Cafetero, una iniciativa del Ministerio de Educación Superior que la Universidad de Caldas coordina, en articulación con las otras universidades publicas del Eje Cafetero, las Instituciones de Educación Superior privadas y el SENA. El Clúster se concibe como una estructura administrativa que permite el intercambio de visiones y estrategias orientadas a fortalecer y consolidar al Eje Cafetero como región que promueve, desde la educación superior rural, grandes transformaciones sociales y económicas, consolida capacidades rurales y apoya la implementación de los acuerdos de paz.

Varios de los avances del Clúster se presentan en este número de Lumina Spargo. Pero también destacamos las acciones que se vienen desarrollando en torno a la paz, desde las distintas unidades académicas. Damos voz a varias de ellas, pero resalto el valioso trabajo que Mario Hernán López, profesor del Departamento de Economía y Administración, y Diana Carolina Calle Valencia, estudiante de la Maestría en Ciencias Sociales, describen en su texto: “Lo que falta para una paz política. Consideraciones sobre los diálogos con el ELN”, donde concluyen: “En los tiempos que corren, quizá la tarea central de académicos, creadores y medios de comunicación sea convocar y mantener la atención colectiva sobre los procesos de paz y los retos de la transición hacia una sociedad distinta”. Por otra parte, la Universidad se encuentra en el proceso de renovación de la Acreditación Institucional, y Lumina Spargo da cuenta de ello. Más allá de acogernos a lo establecido en los lineamientos definidos por el Consejo Nacional de Educación Superior – CESU- en el Acuerdo 03 de 2014, la Acreditación Institucional la observamos como una “oportunidad para reafirmar nuestras condiciones de excelencia académica ante la sociedad, a través de la generación de conocimiento útil enfocado en la construcción de paz y de país”. Tomamos como punto de partida, no sólo los 12 factores, las 31 características y los 169 aspectos a evaluar, sino también la revisión del concepto de la Universidad que soñamos, desde nuestras realidades locales y globales. La acreditación es observada como un proceso de autoreconocimiento de las fortalezas, pero también de las acciones que debemos llevar a cabo para intervenir en las debilidades y para consolidar los nuevos retos que nos imponen las transformaciones de la sociedad. Lumina, por tanto, multiplica las voces, y abre el espacio para visualizar acciones que se llevan a cabo en la Universidad, en la búsqueda de encontrar respuestas acertadas a las necesidades de una región en permanente construcción.


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ARTÍCULOS / ACADEMIA

En el contexto de los debates y movilizaciones de los años sesenta, nació el Ejército de Liberación Nacional –ELN-. Algunos sostienen que se trata de una guerrilla de origen estudiantil, nacida bajo el influjo de la revolución cubana: la llegada al poder de los revolucionarios comandados por Fidel Castro significó un hecho histórico detonador de expectativas de cambio político, económico y social para las poblaciones empobrecidas y una alerta para los regímenes dictatoriales y las clases sociales generadoras de injusticias en América Latina. En la conformación inicial del ELN participaron jóvenes intelectuales de estamentos universitarios así como religiosos católicos qué, en su momento, reivindicaron la lucha armada como dispositivo para transformar las condiciones de explotación, exclusión social y política, combatir la distribución desigual de la tierra, la concentración de riqueza, la inseguridad y la injusticia social. En sus proclamas el sacerdote Camilo Torres justificó el ingreso al ELN en razón a las miserias y engaños de los gobiernos al pueblo. Antes de morir en el año 1966, el cura guerrillero sentenció que el gobierno “se encuentra al servicio del imperialismo y los monopolios”. Un comandante del Ejército de Liberación Nacional, Milton Hernández, sostiene, en el libro titulado Rojo y Negro: Una aproximación a la historia del ELN, que la idea de crear la organización guerrillera nació cuando un grupo de jóvenes estudiantes regresaron de Cuba en 1963; después de una preparación militar intensa juraron trabajar por la revolución en Colombia y ser fieles al pueblo y sus causas. El cuatro de julio de 1964 realizaron la primer marcha como guerrilla. Cuenta la leyenda de la organización que un grupo de 18 guerrilleros se internó en la selva caminando durante cuatro días hasta llegar al sitio elegido para entrenamiento (en el valle del Magdalena Medio), allí establecieron su primer campamento e iniciaron el proceso de formación política y preparación militar.

En palabras de sus dirigentes, durante años la guerrilla del ELN contó con aportes voluntarios de quienes estaban a favor del movimiento revolucionario, a partir de 1970 comenzaron a hacer retenciones con fines económicos. Desde ese momento el secuestro ha sido una de sus herramientas político–financieras. Según las estadísticas del Centro Nacional de Memoria Histórica, entre los años 1970 a 2010 se presentaron 39.058 casos de personas secuestradas de las cuales el 25% son atribuidos al ELN. A la organización guerrillera se adjudican múltiples ataques a la infraestructura petrolera, entre ellos el asedio permanente al oleoducto Caño Limón-Coveñas en el departamento de Arauca; como se sabe, los atentados han dejado consecuencias ambientales terribles: miles de barriles de petróleo derramados sobre aguas y tierras dañando la flora, la fauna y el acceso al agua de las poblaciones afectadas. En 1998, la voladura de un oleoducto produjo la masacre del corregimiento de Machuca, en el municipio de Segovia, departamento de Antioquia; allí murieron calcinadas más de ochenta personas, la mitad de ellas eran menores de edad.

Fotografía: Maria Paz Gómez Gaviria

Era un imperativo levantarse contra el mal encarnado en el capitalismo y sus élites: los cambios debían ser revolucionarios, transformadores de la estructura social; la energía colectiva debía dirigirse hacia la creación de una sociedad igualitaria comandada por un Estado poderoso en manos de un partido único. Hoy se sabe que las transformaciones tienen raíces subjetivas, ellas germinan en organizaciones sociales locales, en ámbitos familiares y comunitarios fuertemente definidos por las culturas. El pluralismo, la diversidad y el trámite pacífico de las diferencias son condiciones centrales para la democracia política, la justicia social y el desarrollo integral de los pueblos.

Como es de conocimiento público, en el año 2014 el Presidente Juan Manuel Santos inició encuentros exploratorios con la guerrilla del ELN. En febrero del 2017 con la liberación del ex congresista Odín Sánchez, y el indulto otorgado a dos guerrilleros, se dio paso a la fase pública con sede en Quito (Ecuador). Los diálogos cuentan con la presencia de garantes de Venezuela, Chile, Cuba, Noruega, Brasil y Ecuador (para el proceso se han definido países acompañantes: Alemania, Holanda, Suecia, Italia y Suiza). La agenda de trabajo está estructurada a partir de

DIÁLOGOS INFRUCTUOSOS Y OPORTUNIDADES PARA LA PAZ Bajo la presidencia de Cesar Gaviria (1990-1994), se dio un proceso de acercamiento entre el gobierno y las organizaciones FARC, ELN y EPL; estos últimos secuestraron al ex ministro Argelino Durán Quintero quien murió en cautiverio, el hecho se consideró detonante para terminar con los diálogos del momento. En el período de 1994-1998, en la presidencia de Ernesto Samper, su negociador alemán Werner Mauss fue arrestado en Antioquia por liderar con el grupo guerrillero el pago de la liberación de una ciudadana alemana sin autorización del Estado, esto generó debates intensos entre la opinión pública y la desconfianza en el proceso. Quizá la época más polémica en materia de búsqueda de paz política ha sido la del período correspondiente a la presidencia de Andrés Pastrana Arango (la zona de despeje produjo un gran debate en el país); suele advertirse que durante este período el ELN intensificó las acciones militares y los secuestros. En tiempos de la seguridad democrática (2002-2010) se presentaron intentos fallidos de acercamiento con el presidente Álvaro Uribe Vélez: durante los primeros meses de ese gobierno se hicieron gestiones para iniciar una agenda de encuentros. De acuerdo con información de prensa de la época, en el año 2007 el presidente venezolano Hugo Chávez jugó un papel en las mediaciones sin mayores resultados.

“La posibilidad de una paz política en Colombia” seis puntos básicos: participación de la sociedad en la construcción de paz; democracia para la paz; transformaciones para la paz; víctimas, fin del conflicto armado e implementación. El centro metodológico del proceso lo constituyen los diálogos sociales y la convocatoria a la participación social en los territorios; no debe olvidarse que las demandas de participación e incidencia social han sido una constante en la agenda política de la organización armada. Con la firma e inicio de la fase de implementación de los acuerdos con las FARC, y con la apertura de la fase pública de los diálogos entre el gobierno de Juan Manuel Santos y el ELN, se abrió la posibilidad de alcanzar una mayor paz política en Colombia y la superación definitiva de la conflictividad heredada, entre otros, de los tiempos de la guerra fría. La desmovilización de las guerrillas de las FARC ha permitido disminuir la violencia directa, al mismo tiempo que se emprenden un conjunto de reformas necesarias para la democracia y el bienestar.

No obstante la firma de los acuerdos y el sentido positivo de los compromisos con la paz expresados en Quito por los delegados del Ejército de Liberación Nacional, no resulta expedito el rumbo político de los procesos. A pesar de su significado histórico, la desmovilización, la dejación de las armas y las reformas económicas y sociales no son ahora el centro de la agenda político-electoral de cara a las elecciones presidenciales del 2018. Los escándalos de corrupción en las élites (caso Odebrecht) ocupan la atención mediática al tiempo que las reformas sociales, económicas e institucionales, necesarias para enfrentar las desigualdades, se van confinando a los reclamos de algunos sectores políticos y sociales que emergen al calor de los acuerdos firmados. Mientras en los medios de comunicación se debate estruendosamente sobre la ética de funcionarios y contratistas, los movimientos sociales viven una primavera silenciada. En los tiempos que corren, quizá la tarea central de académicos, creadores y medios de comunicación sea convocar y mantener la atención colectiva sobre los procesos de paz y los retos de la transición hacia una sociedad distinta. En Patria, la novela de Fernando Aramburu, dos familias inmersas en el conflicto Vasco se reencuentran después de la declaratoria de cese al fuego y el abandono de las armas por parte de ETA. La vida cotidiana de las víctimas gira alrededor de preguntas como estas: ¿Será posible perdonar?¿Podrán convivir con quienes asesinaron a sus padres? ¿Se podrán conocer los autores y los móviles profundos de los crímenes? Como si se tratara de lo que ocurre en algunas regiones de Colombia, la novela describe con todo detalle la enorme dificultad que reviste para las comunidades abandonar los caminos de las violencias y emprender las rutas necesarias para construir una sociedad menos maniquea, arcaica e injusta.


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ARTÍCULOS / ACADEMIA

Caldas: Expedición Siglo x x i

Re-Existencias juveniles

Andrés Felipe Betancourth López Vicerrector de Proyección Universitaria

Comunicaciones. Programa de investigación Sentidos y Prácticas Políticas de Niños, Niñas y Jóvenes en Contextos de Vulnerabilidad

Entre octubre de 2016 y octubre de 2018 hacemos parte de dos conmemoraciones centrales alrededor del mismo personaje histórico: Se cumplieron el año anterior 200 años de la muerte de Francisco José de Caldas, fusilado por la causa independentista; y se celebrarán en octubre del año próximo 250 años de su nacimiento en Colombia, precisamente en Popayán, aunque en el seno de una familia española. Conocido como “el Sabio”, con justicia, la institucionalidad y la historia reconocen en la persona de Francisco José de Caldas al primer científico occidental nacido en suelo colombiano, y no fueron pocos sus aportes, no obstante su breve vida, en los campos de la botánica, la astronomía, la hidrología y las ciencias de la tierra, así como su aporte humanista desde la prensa y las leyes. En Colombia, bajo el liderazgo de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, y con la participación de Universidades como la Distrital Francisco José de Caldas, la Nacional, la Javeriana y la del Valle; gobiernos territoriales como el del departamento de Caldas, sociedades científicas como la Geográfica de Colombia y el Observatorio Astronómico Nacional, se ha conformado un Comité Nacional para las conmemoraciones, del cual la Universidad de Caldas hace parte formalmente desde el mes de febrero del presente año. Así mismo, se han sumado al Comité el Real Jardín Botánico de Madrid y el gobierno del ayuntamiento de Caldas de Reis, en España, dada la significancia de Caldas como personaje histórico con incidencia transcontinental. Eventos académicos, artísticos, políticos y diplomáticos hacen parte de la agenda de celebraciones. Por su parte, la Universidad de Caldas ha establecido desde el año anterior el programa “Caldas: Expedición Siglo XXI”, a través del cual pretende no solo conmemorar la vida y obra del Sabio Caldas, sino además poner en valor nuestra riqueza cultural, biológica y paisajística; promover el encuentro entre científicos, creadores y tomadores de decisiones, alrededor de problemas y retos de nuestro territorio; y finalmente, fomentar el espíritu innovador y observador que hizo de Caldas un prolífico creador y conocedor de la riqueza natural de nuestro territorio, de las dinámicas culturales y sociales y de los fenómenos físicos que dan orden al planeta que habitamos en medio de un universo del que aún tanto desconocemos. Por las certezas sobre lo que conocemos, pero también por la certeza de todo lo que tenemos por descubrir, la Universidad de Caldas invita a toda la comunidad universitaria a sumarse y aportar ideas que enriquezcan una nueva expedición en nuestro siglo.

Fotografía: Maria Paz Gómez Gaviria

NOTAS / CULTURA

No son pocos los esfuerzos que implica hacer investigación social en un país que asiste a un momento histórico como este, una época de posconflicto, donde los deseos colectivos de paz y reconciliación son, más que oportunos, indispensables y necesarios para generar nuevas comprensiones de una realidad social fracturada por la lógica de la guerra y sus devastadoras consecuencias. El programa de investigación «Sentidos y prácticas políticas de niños, niñas y jóvenes en contextos de vulnerabilidad en el Eje Cafetero, Antioquia y Bogotá: un camino posible de consolidación de la democracia, la paz y la reconciliación a través de procesos de formación ciudadana» recoge este valioso reto, fruto del consorcio: Niños, niñas y jóvenes constructores de paz: Democracia, reconciliación y paz», del CINDE, la Universidad de Manizales y la Universidad Pedagógica Nacional, junto con una red de apoyo de instituciones del Estado, empresas y ONG*, que aportaron al desarrollo de un potente programa de investigación de 5 años de duración, que se ha configurado como una alternativa para la creación, búsqueda, aplicación, validación y comunicación de conocimientos sobre los sentidos y prácticas de niños, niñas y jóvenes en torno a la democracia como una forma de organización de la vida en

común, la reconciliación, la participación y resistencia como caminos posibles para instituir la paz en un contexto como el colombiano, signado por múltiples violencias. El programa de investigación ha permitido responder a las exigencias y demandas que desde la sociedad civil llaman a proyecto de país inspirado en otras prácticas, orientadas hacia la convivencia, la alteridad, el reconocimiento pleno de la diferencia, la diversidad, la inclusión, el disenso creativo, la opción de una nueva utopía, que como alguna vez lo escribiera nuestro Nobel, Gabriel

En esta jornada participaron como ponentes los investigadores del programa de investigación «Sentidos y prácticas políticas de niños, niñas y jóvenes en contextos de vulnerabilidad», pero los micrófonos también fueron abiertos para las experiencias de los colectivos juveniles de ciudades como Pereira y Cali. El inicio de las jornadas abiertas corrió por parte de Claudia García Muñoz, investigadora principal del Proyecto 2: «Movilizaciones de acción política de jóvenes en Colombia desde la paz y la Noviolencia», quien habló de la Paz y la No-

“Es necesario generar nuevas comprensiones de la realidad social” García Márquez, «afirme la vida en todo su esplendor» con la idea de un futuro nuevo para nuestras infancias y juventudes. Este Programa de Investigación, en su quinto y último año de despliegue, realizó la primera jornada abierta de socialización para agentes de política pública, docentes, jóvenes y sociedad civil, organizadas por la Red InJuPaz el viernes 17 de marzo de 2017, en el Auditorio del Banco de la República, sede Manizales con el título: Re-Existencias juveniles: Maneras de robarle tiempo a la muerte.

violencia como nuevos horizontes de sentido para la consolidación de la democracia, la paz y la reconciliación. La acompañaron las historias de jóvenes del colectivo Ruta Pacífica Joven y Colectivo A Desalambrar. Para responder la pregunta sobre ¿Cómo resisten y re-existen los jóvenes ante el conflicto colombiano?, se contó con la presencia del docente e investigador Jaime Pineda Muñoz del Proyecto 4: «Acción colectiva de jóvenes» que trabajó con colectivos juveniles como Hijos de la Calle, quienes con sus letras de RAP contaron y

cantaron a los asistentes las maneras cómo la música les permite robarle tiempo a la muerte y sobrevivir como jóvenes en un país que ha parecido condenado a cien años de soledad y conflictos. El tercer proyecto en exponer sus hallazgos y resultados fue el número 9: «Conflictos y movimientos sociales de jóvenes en contextos de vulnerabilidad en la eco-región Eje Cafetero: hacia un proceso de constitucionalismo popular», comentado por dos de sus investigadores: Carlos Dávila y Claudia Munevar. Todos los proyectos presentados en esta jornada académica y ciudadana guardan una misma línea común y esta es la Acción Colectiva Juvenil. A su vez el programa de investigación, del cual son fruto, se estructura en torno a tres Ejes: Investigación: para la construcción de un nuevo conocimiento, Intervención – acción: que tiene que ver con la aplicación y uso social del conocimiento, y diseminación e incidencia en política pública, por el cual se realizarán estas y otras jornadas de socialización para compartir sus experiencias, resultados y certezas, que aportarán a los procesos de transformación social para las infancias y las juventudes colombianas.

* Entidades Cooperantes del Programa de Investigación: Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales – CLACSO, Red de equidad para la infancia , Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (I.C.B.F), Alcaldía de Manizales (Secretaría de Desarrollo Social), Secretariado Nacional de Pastoral Social de Caritas Colombianas, Alcaldía Municipio San Francisco, Fundación Luker, Asociación Mundos Hermanos, Universidad Tecnológica de Pereira.


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ARTÍCULOS / ACADEMIA

Clúster de Educación Superior del Eje Cafetero Durante los últimos tres años, el Ministerio de Educación Nacional ha promovido una discusión abierta sobre avances y retos de la regionalización de la Educación Superior en Colombia. El modelo de los CERES, como estrategia, constituyó un avance significativo en cuanto a la llegada de las Universidades hasta los municipios, complementando lo que durante dos o tres décadas antes se había iniciado con los programas de Educación a Distancia. Sin embargo,

Nacional de Planeación en el año 2014, que daban cuenta de un modelo agotado, el Ministerio de Educación Nacional propuso como reformulación, un Plan Maestro de Regionalización que se soporta en la potencial demanda de programas de formación, en virtud de la concentración de egresados de la educación media y de factores favorables a la competitividad, que permiten prever una mayor demanda de profesionales desde los sectores productivos.

“El Clúster de Educación Superior del Eje Cafetero es la principal apuesta de política sectorial e institucional para el cierre de brechas, no solo poblacionales, sino territoriales” el modelo de los CERES se marchitó en casi todo el país, porque su eje estructural, las alianzas entre Universidades y de éstas con las alcaldías, no logró mantenerse en la mayoría de los casos. A partir de los resultados de una evaluación encomendada al Departamento

El nuevo modelo, propone la consideración de Nodos, Clústeres, Núcleos y Satélites. Los Nodos corresponden a ciudades como Bogotá, Medellín, Cali y Bucaramanga, que reúnen la mayor cantidad de IES acreditadas y cuentan con más de 50 programas acreditados. Los Clústeres, por su parte,

los constituyen la Costa Caribe, el Eje Cafetero y las riberas del Río Magdalena, como territorios con una orientación económica afín, proximidad geográfica y que albergan ciudades con vocación universitaria. En cuanto a los núcleos, se seleccionaron cinco ciudades: Tunja, Ibagué, Neiva, Popayán y Pasto, que tienen importante oferta acreditada, aunque concentrada en la ciudad y en universidades específicas. Finalmente, los Satélites son 75 municipios
de diversos departamentos del país, que no cuentan con programas acreditados pero que tienen un importante volumen de bachilleres, además de proximidad a proyectos estratégicos de producción y transporte, lo que les confiere un potencial desde el punto de vista productivo. Para poner en marcha la estrategia, el Ministerio de Educación Nacional identificó en el eje cafetero un territorio propicio para probar el modelo de Clúster, tanto por la oferta de programas acreditados de alta calidad,

La alianza estégica de las universiades de la región que busca brindar mayores posibilidades de acceso a la educación en los territorios como por los vínculos urbano-rurales, así como la permanencia de los CERES en los dos municipios que del eje cafetero hacen parte del listado de Satélites seleccionados por el Ministerio de Educación Nacional: Anserma y La Dorada. Fue así como el Ministerio pidió a la Universidad de Caldas que en alianza con la Universidad Tecnológica

de Pereira, la Universidad del Quindío, la Universidad Nacional sede Manizales, el IES CINOC y las direcciones regionales del SENA formulara una propuesta para consolidar el primer Clúster de Educación Superior del país.

El ejercicio de conceptualización y puesta en marcha del Cluster ha permitido recoger importantes aprendizajes para las instituciones, y ha fortalecido la oferta formativa para el territorio circundante al municipio de Anserma. Sin embargo, desde el Cluster mismo se llama la atención permanentemente al Ministerio, a los mismos

miembros de la alianza y a los actores del territorio, que la presencia de la Universidad a través de estas estrategias no debe agotarse en la oferta de programas de pregrado, pues si se quiere contribuir al cierre de brechas entre los municipios de

predominancia rural y los centros urbanos, hemos de reconocer que en estos últimos la presencia de la Universidad significa mucho más que oferta de programas, y que la innovación, la investigación básica y aplicada, el fortalecimiento de la oferta artística y cultural, y la participación en mesas de diálogo y construcción de política pública son aportes concretos de la Educación Superior a la construcción del desarrollo territorial. En este sentido, el Clúster de Educación Superior del Eje Cafetero es la principal apuesta de política sectorial e institucional para el cierre de brechas, no solo poblacionales, sino territoriales, transformando el modelo de intervención de la Universidad en una estrecha interacción con las alcaldías, los gremios y las organizaciones de la sociedad civil, para que la docencia, la investigación y la proyección estén al servicio de los propósitos de construcción colectiva desde los territorios.

NOTAS / INSTITUCIONAL

Hacia la Reacreditación en el 2018 Texto: Julian Orozco

Desde su fundación, la Universidad de Caldas ha venido en constante proceso de evolución no sólo en sus dinámicas académicas, científicas y sociales, también en la solidez y representatividad que, como Alma Mater de los caldenses, tiene nuestra querida institución a nivel nacional e internacional. Lo anterior se materializó en el año 2007 con el otorgamiento de la Acreditación Institucional de Alta Calidad y su posterior renovación en 2012. Llegar hasta dónde nos encontramos hoy ha sido posible gracias al trabajo de toda la comunidad universitaria, que se piensa y analiza constantemente a través de

los procesos de Autoevaluación, los cuales implican un análisis crítico y reflexivo para comprender integralmente la gestión institucional e identificar aquellos aspectos que nos impulsan a mejorar y seguir creciendo JUNTOS, con sentido de convivencia y solidaridad. El proceso de Autoevaluación Institucional que ya hemos emprendido con miras a la Reacreditación en 2018, es la oportunidad para reafirmar nuestras condiciones de excelencia académica ante la sociedad, a través de la generación de conocimiento útil enfocado en la construcción de paz y de país.

Abierto al público lunes a viernes 8:15 a 12 m. - 2:15 a 6 pm. Entrada gratuita, visitas guiadas con cita previa Universidad de Caldas, Campus Palogrande Cra. 23 N 58-65 Manizales - Caldas - Colombia Tel.:8781500 ext. 24132 - 24133 e.mail: museo@ucaldas.edu.co v


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ENTREVISTA / CULTURA

Octavio Escobar Giraldo Uno de los contados escritores que ha ganado el Premio Nacional de Literatura del Ministerio de Cultura con un libro inédito (De música ligera, 1997) y uno ya publicado (Después y antes de Dios, 2016, también ganador del 45 Premio Internacional de Novela “Ciudad de Barbastro” en 2014). Es profesor de literatura de la Universidad de Caldas. Su obra narrativa (novela y cuento) contrasta con una sorpresiva obra poética y es casi imposible encasillarlo en un solo estilo. En cada una de sus obras se encuentran estilos diferentes, incluso podría decirse que inesperados.

Se ha hablado mucho de los reconocimientos que ha recibido en el 2016. Quisiera que comenzáramos hablando de sus proyectos y de lo que podremos leer en el 2017 No me gusta hablar mucho de los proyectos futuros, sobre todo porque cada nuevo libro que escribo es fruto de un trabajo constante que se realiza durante varios años. Por ejemplo, Después y antes de Dios terminé de escribirla tres años y medio o cuatro antes de que la publicara Pre-Textos en el 2014; Historias clínicas, que ha sido una sorpresa por estar en un género que no es el habitual para mí, tardó casi 20 años en estar listo; y también estaba en el medio El mapa de Sara, que es una novela juvenil. También debo admitir que los dos últimos libros me han causado mucha dificultad. En este momento hay una novela inédita que estoy perfeccionando y un libro de cuentos que he represado desde hace tiempo, años; y otra novela comenzada que todavía tengo que ver cómo la voy a afrontar, que es en muchos sentidos un boceto que ya tiene 120 páginas. Lo que hay es material para trabajar y ganas de hacerlo.

En su obra hay un interés particular por narrar Manizales, pero también una exploración de técnicas y géneros que sorprenden al lector Las dos novelas que he mencionado y que estoy construyendo no tienen nada que ver con Manizales, no porque no me interese hablar de mi ciudad, sino porque creo que ya di una buena imagen de ella. Incluso, lo he dicho en otras oportunidades, Cielo parcialmente nublado terminó desarrollándose casualmente en Manizales, pero la novela tiene para mí como temas las angustias, las dudas y los miedos que se presentan a raíz de un proceso de paz, en este caso el de El Caguán de 1999. No tengo ningún cansancio con el tema, pero creo que al menos dentro de cuatro o cinco años más no surgirá alguna obra en la que la ciudad sea importante. Respecto al género, he mencionado cuento y novela, me parece poco probable que escriba un nuevo libro de poesía; en cuanto a Historias clínicas, hay una serie de circunstancias específicas que, creo, hicieron que surgiera y no creo que esas circunstancias se vayan a volver a dar aunque no lo descarto. Me gusta pensar que una de las características de mi obra es la variedad y la posibilidad en alguna medida de sorprender al lector con temas y técnicas literarias.

Para muchos la literatura colombiana pasa por uno de sus mejores momentos ¿Cuál es su opinión? Considero que la literatura colombiana pasa por un momento interesante, tanto las editoriales más conocidas como las independientes se están abriendo a opciones y planteamientos que no eran frecuentes, esa variedad me parece muy sana. En cuanto a los autores que son cercanos generacionalmente y por la forma en que escriben, hay novelas y libros de cuentos que son muy interesantes, búsquedas que espero terminen generando un momento de la literatura colombiana que por lo menos, sea comparable a lo que hizo Gabriel García Márquez; entre todos podemos juntar la suficiente calidad para que la literatura colombiana tenga un lugar importante en Latinoamérica y en el mundo, es más, opino que ese momento ya ha comenzado.

¿Y la literatura regional? Tiene el grave problema de que raramente se publica, entonces hablar de cómo está para mí es muy difícil. Están los referentes básicos: Adalberto Agudelo, Orlando Mejía, Antonio María Flórez (aunque viva en Extremadura), Juan Carlos Acevedo, Julio César Correa, Pablo R. Arango, pero todos ya pasamos un cierto límite de edad y uno quisiera poder referirse a narradores y poetas de 20 años. Tal vez por los viajes y porque no voy mucho a tertulias y presentaciones, no estoy muy seguro que existan esas nuevas voces, pero hasta donde estoy enterado y sé, no las hay, pero me gustaría mucho saber que existen.

Una de las cosas que llama la atención de Historias Clínicas es que hace patente una relación que existe entre la medicina y la literatura. Quisiera saber cómo la ve usted. La medicina y la literatura pertenecen al área de las humanidades y utilizan el mismo método, además, el médico habla con el paciente, lo escucha y después lo examina. El escritor lo que hace es observar la sociedad a través de sus personajes, examinarla y producir un cierto diagnóstico, que en últimas da el lector; entonces son dos procesos que me parecen muy similares y no me sorprende el hecho particular que en Manizales haya cuatro médicos escritores, que hemos ejercido nuestras profesiones y que estamos ahí respetando el oficio literario y una profesión que tiene la necesidad de ser ejercida con inteligencia y responsabilidad.

¿Qué le gusta leer a Octavio Escobar? Yo soy un lector muy variado. Tal vez lo único que no leo son novelas muy largas, para abordar alguna que supere las 500 páginas debo tener un interés muy particular. Tengo dificultades con textos que tengan una elaboración muy barroca, aunque puedo apreciar la poesía de los autores del siglo de oro español: Quevedo, Góngora, Lope, el mismo Cervantes; y autores que tienen una forma alambicada a los que he leído con placer, en este momento recordaría a García Ponce. La verdad es que me suele gustar una narración más llana, más cercana a lo que hace Juan Rulfo, por ejemplo. Pero como soy muy ecléctico en cuanto a las lecturas, puedo terminar leyendo a un autor súper barroco por alguna circunstancia y disfrutarlo. Tengo dificultades también con los autores que yo siento que están más interesados en narrar y que el lector se de cuenta de que son muy inteligentes. Creo que el que logra escribir un libro, en la mayoría de los casos ya es inteligente, y no es necesario que nos siga dando pruebas o que uno sepa que son muy cultos o muy enciclopédicos.

Hay una pregunta de cajón que suele hacerse y es ¿Qué lecturas nos recomienda? Los recomendados… lo que habitualmente le digo a las personas es que sigan el camino que están trazando. Si usted leyó un autor que le pareció bueno y que le pareció interesante, averigüe qué leyó ese escritor y siga ese camino. Recomendar un libro significa también recomendar un montón de antecedentes y no creo que todos los lectores podamos ir por la misma vía.


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ARTÍCULOS / INVESTIGACIÓN

Centro de Ciencia Francisco José de Caldas: Ciencia como mecanismo para transformar y co-construir. Con una inversión del Departamento de Caldas de $5 mil 600 millones, a través del Fondo de Ciencia, Tecnología e Innovación del Sistema General de Regalías, nuestra universidad construirá el Centro de Ciencia Francisco José de Caldas, inmerso en el Centro Cultural Universitario Rogelio Salmona. En Colombia los referentes que tenemos como Centros de Ciencia son Maloka en Bogotá, el Parque Explora en Medellín, y Samoga y BIOMA en Manizales. Para Colciencias (2016), son instituciones de carácter público, privado o mixto, sin ánimo de lucro, “que tienen la apropiación social de la ciencia, la tecnología y la innovación (ASCTI) como parte integral de su misión u objeto social”.* Este concepto se entiende como “un proceso intencionado de comprensión e intervención de las relaciones entre ciencia, tecnología y sociedad, que se construye a partir de la participación activa de diversos grupos sociales, todos ellos con la capacidad de generar conocimiento”. Además, agrega Colciencias, reconocen la diversidad cultural, económica y social de las comunidades, promueven los principios de acceso

democrático a la información y al conocimiento, y “contribuyen a fortalecer la cultura CTeI (Ciencia, Tecnología e Innovación) en el país mediante programas y actividades educativo”.

“Asociar nuestra iniciativa al sabio Caldas es un homenaje y una invitación a mantener su legado”

El Centro de Ciencia Francisco José de Caldas es innovador porque su contenido no es solo de apropiación social de la ciencia sino también es un espacio de construcción ciudadana en CTeI con enfoque maker (hágalo usted mismo) único en el país e incluso un referente en Latinoamérica, como lo plantearon varios pares académicos que calificaron el proyecto con 98 sobre 100.

donde no existen máquinas, fábricas y consumidores, sino consumidores que diseñan y fabrican. Así pues, resulta apasionante que en los 5.784 metros cuadrados del Centro de Ciencia Francisco José de Caldas, vamos a contar con estas tecnologías y a tener la oportunidad de acceder a información científica y saberes para transformar nuestro entorno, y prototipar soluciones para problemas sociales. La metodología planteada y concebida por Jorge Restrepo Múnera, experto internacional en el tema, es la Geni y se desarrolla en 4 etapas: 1. Generar el reto o problema. 2. Explorar la situación actual, la que a su vez se divide en 3 fases: Construcción del estado del arte, profundización en el entendimiento del contexto y procesamiento de la información. 3. Nuevas ideas.

La cultura maker está relacionada con impresoras 3D, arduinos (plataforma de prototipos electrónica de código abierto), pero sobre todo con comunidades de aprendizaje. Es considerada la siguiente revolución industrial

4. Invención. Un elemento catalizador de esta iniciativa es la posibilidad que los resultados de los ejercicios de innovación social que desarrollen en este espacio

puedan ser replicables en otras ciudades intermedias en Latinoamérica, convirtiendo a nuestra ciudad en un laboratorio de soluciones escalables y replicables. La experiencia está comprendida por los siguientes espacios: Punto de llegada, Auditorio, Sala de Exposiciones, Laboratorio de Exploración digital y remediación, sala de inicio y exploración, Laboratorio de programación, creación y realidad virtual, Makerspace: ideación y materialización, y auditorio al aire libre. Este proceso es un complemento a otras iniciativas de nuestra Universidad como el Centro de Museos, el ViveLab, el

LivingLab y nuestra Biblioteca, entendida como un Centro de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación. Además se inserta en una red nacional e internacional alrededor del diseño, el arte, la ciencia y la tecnología que estará al servicio de la comunidad universitaria, y por nuestra naturaleza pública, a la comunidad en general. Para el primer año esperamos tener más de dos mil visitantes y una comunidad maker de 200 personas. Por último, y no menos importante, hemos llamado el Centro de Ciencia: Francisco José de Caldas, después de un proceso participativo con los diferentes grupos de interés. Asociar nuestra

iniciativa al sabio Caldas 200 años después de su muerte, es un homenaje y una invitación a mantener su legado, su mirada interdisciplinaria, su comprensión de la naturaleza y la sociedad, y esperamos que en este espacio podamos inspirar a más vocaciones científicas y más makers, ciudadanos hacedores de un mejor país.

* GUÍA PARA LA FORMULACIÓN DE PROYECTOS PARA CENTROS DE CIENCIA EN COLOMBIA. (2016). 1st ed. [ebook] Bogotá: COLCIENCIAS, p.15. Disponible en: http:// www.colciencias.gov.co/apropiacion-social-del-conocimiento/ que-son-los-centros-ciencia [Acceso 21 Abril 2017].


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ARTÍCULO / INSTITUCIONAL

Rogelio Salmona y el genio del lugar

Fotografía: Consultorio de Diseño

Texto: Nicolás Duque Buitrago

La obra de Rogelio Salmona podría compararse con la de un explorador de un país extranjero que se dedica a observar los estilos, las técnicas y las costumbres olvidadas por las distancias y el tiempo. Aunque nació en París el 28 de abril de 1929, su familia se estableció en Colombia desde 1931, donde murió en el año 2007. Salmona regresó a Francia después del Bogotazo de abril de 1948 e hizo parte de Átelier 35 rue de Sèvres del gran Le Corbusier a quien había conocido en Colombia, un año antes, en la facultad de

arquitectura de la Universidad Nacional y de quien había sido acompañante y traductor. Además de su trabajo durante siete años en el Átelier, Salmona siguió las lecciones de Pièrre Francastel considerado uno de los padres de la sociología del arte y quien es reconocido hay como uno de los grandes historiadores y críticos de arte del siglo XX.

naturales de las cosas y sin devastar el espacio. La arquitectura no arranca desde cero, desde la abstracción pura, sino que debe conservar lo que el ambiente tiene impreso en las cosas. Esta es la misma sensación que, lejos de Europa y África, encontró en algunos templos Mesoamericanos de las culturas prehispánicas como el Pachamac.

A partir de 1953, y aún en el taller de Le Corbusier, Salmona viajó por Europa (el sur de Francia, Italia, Grecia y España) y África (Marruecos, Túnez y Argelia). Sus viajes fueron una fuente de inspiración y de exploración estética como puede verse en sus dibujos y bocetos de las arquitecturas del barroco italiano, de la Grecia clásica y, especialmente, de la arquitectura islámica de Granada y el norte de África. En las notas dibujadas por Salmona en sus viajes se aprecia un principio recurrente de su obra artística: la arquitectura debe transfigurarse en los espacios sin romper con los vínculos

Entendiendo que el espacio no es la abstracción geométrica, sino que posee un genio y una vida, la materia de las cosas encierra un espíritu: las sensaciones de la madera de sajo, del ladrillo, del hormigón no sólo son distintas, sino que deben ser descubiertas, elegidas, probadas y sentidas en los espacios. Es por esto que la obra de Salmona guarda un mensaje preciso: los espacios no están vacíos del ambiente, sino que tienen una luz, un sonido, un olor y una textura que se metamorfosean y se meten en las cosas. La obra arquitectónica no puede ser simplemente un ocupante del espacio, sino el medio para

descubrir y hacer sensible lo que podría llamarse el genio del lugar. El Centro Cultural Universitario Rogelio Salmona tiene el encanto de ser la obra inédita de Salmona. Las obra inéditas encierran un encanto

El Centro Cultural integrará en su espacio una Biblioteca, un Centro de Ciencia, el Conservatorio de música y un Teatro. Se trata, con toda seguridad, de la apuesta cultural más ambiociosa de la ciudad y el Departament en el último siglo.

“La arquitectura debe transfigurarse en los espacios sin romper con los vínculos naturales de las cosas y sin devastar el espacio” extraño y, muchas veces, han terminado por ser la obra cumbre del artista como ocurrió con artistas tan disímiles como Pessoa o Kafka o con pensadores tan diferentes como Plotino o Ludwig Wittgenstein.

La Biblioteca contará con una colección general en todas las áreas de conocimiento, con una hemeroteca y con un espacio especial para colecciones y archivos de importantes intelectuales y escritores de la talla de Emilio

Robledo, José Eustasio Rivera, Jaime Mejía Duque y Blanca Isaza de Jaramillo Meza. El Centro de Ciencia se ha concebido como un escenario para la construcción ciudadana y la apropiación social de CTeI. Contará con espacios para el trabajo colaborativo, espacios para la ideación, la innovación y el prototipado. Será el primer Centro de Ciencia del Departamento en apostar por la apropiación social de la ciencia y la tecnología con un enfoque abierto a la sociedad civil y las comunidades de cara a sus problemas y demandas.

Fotografía: Consultorio de Diseño

Rogelio Salmona afirmó alguna vez que si la arquitectura de las abadías cistercienses del sur de Francia no fuera lo suficientemente austera no podrían escucharse los cantos gregorianos porque la música perdería su protagonismo. Quiso decir con esto que los espacios guardan un genio que no puede ser eliminado y que no se agota en la geometría, sino que se confunde con la vida y el ambiente de las cosas.



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ARTÍCULO / PROYECCIÓN

Asia–Pacífico Lecturas para el conocimiento científico y geopolítico Texto: Carlos Arturo Gallego Marín. Coordinador oficina de Regionalización, Mg Estudios Políticos

Asia-Pacífico rompe los moldes con 21 estados y más de 50 países. Con el 61% de la población mundial tiene un enorme impacto en el logro global de los objetivos de desarrollo convenidos internacionalmente (IADG), incluidos los objetivos de Educación para Todos (EPT) (CESPAP, 2011). Para los que viven en la geografía del XIX, es solo una cuenca o marco geográfico del océano Pacífico integrado por países de Asia, Oceanía y América. Mientras que los centros del poder-capital construyen grandes acuerdos multilaterales y de comercio internacional. Algunos académicos, por el contrario, lo conciben como una relación entre el territorio, la ecología y el ser humano. Desde estas relaciones mostraré elementos, que nos unen y nos implican, y que permiten comprender esta región. Aunque hay algunos que nos separan como por ejemplo el asunto del no-reconocimiento de derechos humanos, las prácticas de tortura y los tiranuelos que algunos países de esa región toleran. Con Asia-Pacífico compartimos un océano con sus leyendas e implicaciones, sus particularidades (grandes diferencias de sentido, por ejemplo, o las concepciones que suelen asumir sobre el poder y la política) y sus costumbres que emergen desde antiguas civilizaciones y culturas. Sin embargo, esta región es fundamentalmente lo Otro: lo que no conocemos. Una gran extensión de territorios y naciones con enormes cargas políticas, educativas, económicas, socio-culturales, rica en conflictos y sus muchas formas de resolución. También en el Arte de la Guerra. Aunque después de Pear Harbor toda noción de Ser Humano se hubiera borrado de lo

cognitivo y la infamia delirante de Hiroshima y Nagasaki, haya sido olvidada. El territorio está imbricado por el Gran Pacífico, se extiende por 15.000 kilómetros que van desde el Ártico hasta el sur de la Antártida, desde Indonesia a las playas de Colombia. Sus temperaturas varían desde la congelación de los polos hasta los 29 grados cerca del Ecuador. Uno de sus aportantes, quizá el más singular,

es Colombia por su condición de único país de Suramérica con costas sobre el océano Pacífico y el mar Caribe. Chocó es el único departamento colombiano que cumple con esta doble condición marítima. El Litoral pacífico colombiano comprende los departamentos de Chocó, Valle del Cauca, Cauca y Nariño en una gran variedad de climas, costumbres, lenguas, etnias y saberes ancestrales. Sólo por las dimensiones enunciadas es imposible sustraerse de una aventura académico-investigativa en Asia-Pacífico.

conocer estas civilizaciones y compartir ventajas comerciales, culturales y educativas. Una preocupación por enriquecernos ampliando horizontes de pensamiento, en la búsqueda inconclusa por alcanzar mayores niveles de comprensión de lo Otro. En el marco del encuentro cultural Asia-Pacifico, la Universidad de Caldas en 2004 le otorgó al maestro Junji Konishi el título Doctor Honoris Causa. Su obra refleja armonía entre pensamiento y acción y logra articular la esencia del arte japonés con el paisaje. En 2015 la Universidad fue invitada al Japón, a Kagoshima. Una ciudad situada en la Isla de Kiushu, al suroeste, que posee características muy similares a Manizales no sólo en su composición geomorfológica sino también demográfica y de intereses académicos, tal y como lo afirmó el rector Felipe César Londoño López en su artículo Asia-Pacífico: Intercambios y cooperación. Su disertación, tiene el poder de ubicarnos descriptivamente en la región y resaltar algunos puntos sustanciales en los que podemos confluir como el intercambio de idiomas e investigaciones en temas comunes, así como el planteamiento de estrategias vinculantes que el Gobierno «Universidad y Pensamiento Crítico», en desarrollo de sus Políticas de Regionalización e Internacionalización, viene realizando.

“Con Asia-Pacífico compartimos un océano con sus leyendas e implicaciones”

La universidad colombiana viene observando este territorio con especial admiración. A través de centros de conocimiento, observatorios e institutos de enseñanza (Instituto Confucio) se manifiesta el interés por

Región, territorio de conocimiento, lo Otro: Asia-Pacífico nos convoca como objeto de estudio, como sujeto de indagación y también como fascinación de los sentidos, en tanto lo Otro es divergencia, riqueza, conocimiento.


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CULTURA / RESEÑA

¿Puede haber estética en el suicidio? Texto: Alejandro Ceballos Márquez / Facultad de Ciencias Agropecuarias / Universidad de Caldas

La medicina Antigua. De Homero a la Peste Negra

A Orlando Mejía Rivera la experiencia del médico y el trabajo del humanista lo han llevado a construir historia de la medicina tan fascinante cualquier persona interesada en comprender la cultura y la condición humana puede acercarse a ella. En 1999 aparece la primera edición del libro Introducción crítica a la historia de la medicina (De la prehistoria a la medicina egipcia), premiado por la Cámara Colombiana del Libro como “Mejor libro técnico y científico”, que después de agotarse permaneció como un libro de culto entre el público lector. En abril del 2016 y después de casi 20 años apareció una segunda edición titulada La medicina arcaica. De las enfermedades prehistóricas a los papiros médicos del antiguo Egipto, que realmente es un libro completamente diferente a su antecesor. Este año aparece como novedad editorial el segundo volumen La medicina arcaica. De homero a la peste negra en donde Mejía Rivera nos muestra el desarrollo de las ideas y las prácticas médicas desde la antigüedad griega hasta la baja Edad Media. Esta historia se construye con una erudición impresionante en la que confluyen la literatura, la filosofía, el arte, los relatos mitológicos y los vestigios de los tratados médicos que han logrado sobrevivir al paso del tiempo o las incontables destrucciones de bibliotecas. Iniciando desde la Ilíada y la descripción de heridas de batalla o las enfermedades y las posibles curas que se encuentran en la obra de Homero, así como los relatos de las enfermedades y curaciones divinas en el templo de Asclepios; Orlando Mejía pasa por la filosofía de los presocráticos y las doctrinas sobre el cuerpo, la salud, la enfermedad y el cuidado de sí, mostrando cómo práctica médica va reclamando su independencia y su posterior surgimiento como ciencia. Un apartado interesante es el que le dedica a Roma, la medicina romana y a la obra de Galeno haciendo una de justicia histórica sobre la interpretación de la figura del médico romano. Sin lugar a dudas un aporte apasionante es el recorrido por la medicina medieval y, en especial, por la medicina árabe; en un una época en la que la cultura islámica tiene el estigma de la barbarie, es importante ver a estos filósofos y hombres de ciencia preocupados por conocer la naturaleza humana y, en especial, brindar un alivio al sufrimiento.

Ciertamente que para nosotros como occidentales, no. Aunque de alguna forma podríamos decir que para los orientales tampoco la haya, pero no es descabellado pensar que según las circunstancias puede haber algo de perfección y estética en el suicidio. Al menos fue una parte de las ideas que quiso plasmar Mishima Yukio en su obra literaria, cuyo verdadero nombre era Hiraoka Kimitake, quien había nacido en Yotsuya, Tokio, Japón en 1925.

Mishima y el ganador del premio Nobel de literatura Kawabata Yasunari, y gracias a lo que otros escritores han señalado sobre su vida y obra, como por ejemplo, Mishima o la visión del vacío de Marguerite Yourcenar, The life and death of Yukio Mishima del periodista del New York Times y el London Times Henry Scott Stokes, quien además fue amigo personal de Mishima, y el ensayo de Javier Marías titulado Yukio Mishima en la muerte, entre otros.

Confesiones de una máscara (Kamen no kokuhaku), publicado en 1949, puede considerarse una obra autobiográfica donde ya Mishima dejaba ver su pensamiento acerca de temas clave en su obra literaria como la estética, la perfección, la homosexualidad, la sangre, la muerte, y en particular el suicidio. Justamente, y mediante un suicidio ritual (seppuku, más conocido en occidente como harakiri), Mishima puso fin a su vida en noviembre de 1970 aún sabiendo que tenía la posibilidad de convertirse en uno de los escritores japoneses más grandes y reconocidos de la posguerra. No obstante, llegó a serlo.

A la pregunta sobre el suicidio ritual que en algún momento le hizo el cineasta inglés Basil Wright, Mishima contesta: «No puedo creer en la sinceridad occidental porque es invisible, pero en los tiempos feudales creíamos que la sinceridad residía en nuestras entrañas, y si necesitábamos mostrar nuestra sinceridad, teníamos que cortar nuestro abdomen y expo-

Tras una vida que no estuvo exenta de controversia debido a su postura frente a temas como el culto al héroe, la decadencia moral del Japón moderno, la defensa de ideas radicales y su homosexualidad, dejó un legado literario que no hemos conocido en su totalidad en occidente debido a que no toda la obra ha sido traducida, y que con seguridad había roto todos los esquemas (¿rígidos?) de los intelectuales japoneses de la segunda mitad del siglo XX. Pese a ello, es posible conocer más de su pensamiento y calidad literarios en lo poco que se consigue, donde además se puede profundizar leyendo la correspondencia entre

violenta y el lamento de no poder ver morir sus héroes bajo condiciones sangrientas, nos lleva a ese mundo fantástico que quiso crear en torno a la perfección del momento de la muerte y si estaba rodeado de escenas sanguinolentas, mejor. Por esta razón, para entender la obra de Mishima y comprender lo que quería manifestar a través de sus ideas, este libro se convierte en una pieza infaltable en cualquier biblioteca que contenga la obra del escritor japonés. Son estas ideas un tanto diferentes a los esquemas literarios más conocidos para todos nosotros, lo que hace su obra atrayente hacia algo diferente. Javier Marías la ha llamado majadera, impúdica, narcisista, cómicos a sus retratos, y que se pasó su vida ocupado de folklorismos y zarandajas. A lo mejor tenga algo de razón, no me corresponde

“Un libro que es pieza infaltable en cualquier biblioteca que contenga la obra del escritor japonés” ner nuestra sinceridad visible. [. . .] Este método de suicido es una invención japonesa y los extranjeros no podrían copiarla.» Claramente es un concepto nada fácil para entender para nosotros como occidentales, quienes hemos sido educados para la vida y no para la muerte, menos para una muerte ritual buscando recuperar el honor perdido. Las primeras imágenes de un joven trabajador, disfrazarse a temprana edad con un quimono y maquillarse como la maga Tenkatsu, tal como lo manifiesta en Confesiones de una máscara, van dejando ver en Mishima su inclinación sexual hacia el mismo sexo; pero, también a través de la excitación que le producen las imágenes de una muerte

aseverarlo (o no), pero habría que leer la obra del japonés y juzgar si toda brutalidad que le causaba una excitación delirante no es acaso lo que la diferencia de otros autores japoneses de la posguerra. Polémico o no, gustándonos o no, estético o no, criticado justa o injustamente, lo cierto es que la idea de la muerte ronda en toda la obra de Mishima, así como también lo hacen otros temas que están más allá del objetivo de este corto ensayo. En otra de las obras que refleja el pensamiento Mishima y terminada en 1967, El sol y el acero, pueden leerse preguntas que el mismo autor trata de responder: «[. . .] ¿en qué difiere ésta de la muerte gloriosa? ¿Qué distingue la muerte heroica de

la muerte decadente?» Puede decirse entonces que a través de la obra de Mishima hubo una especie de preparación para la muerte, la que iba a llegar tarde o temprano pero de forma espectacular, exhibicionista, que acaparara la atención de toda la sociedad y que fuera la cumbre de la belleza. Y así lo hizo. El ritual del suicidio fue precedido de la entrega de su última novela, la tetralogía El mar de la fertilidad (Hojo no umi) lista para ser publicada, convocar reporteros y convocar los miembros más cercanos de la Sociedad del Escudo (Tatenokai) en la base militar Ichigaya, sin dejar nada al azar, todo perfectamente preparado, tal como lo fue su idea de perfección, orden y estética. Pese a ello, todo no saldría como lo planeó, lo que debía terminar en el ritual perfecto no lo fue. Su ayudante en el suicido (kaishakunin), Morita Masakatsu, no pudo cumplir con su tarea de evitar la agonía de Mishima, siendo necesaria la intervención de otro miembro del Tatenokai, Koga Hiroyasu. La escritora y traductora francesa Diane Jacquin de Margerie en la introducción a la correspondencia entre Kawabata y Mishima, simplemente nos lleva a concluir que a lo mejor detrás del suicidio de Mishima hay un adiós resignado al ver que no podía cambiar el curso que estaba siguiendo la sociedad japonesa de la época, o que había oculto un suicidio conjunto de dos amantes (shinjû). Por lo uno o por lo otro, el suicidio de Mishima nunca dejó de ser en su esencia la búsqueda de lo perfecto. Ustedes lo decidirán. «[. . .] Déjanos restaurar a Nipón a su estado verdadero y déjanos morir.» Tennō Heika Banzai!


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