Semestre económico - V17n35 - Universidad de Medellín

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Volumen 17, número 35 Enero-Junio de 2014 ISSN: 0120-6346 Periodicidad semestral Publicación de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Medellín Aura Marlenny Arcila Giraldo Presidenta Honorable Consiliatura Néstor Hincapié Vargas Rector Luz Doris Bolívar Yepes Vicerrectora Académica Leonardo David López Escobar Coordinador Editorial Rubén Darío Álvarez García Editor Lorenza Correa Restrepo Correctora de estilo Carlos Estrada Jaramillo Traductor Cristina Isabel Ramos Barroso Asistente editorial Diagramación: Hernán Darío Durango Tobón Diseño carátula: Claudia Castrillón Álvarez Fecha de Impresión: mayo de 2013

ADMITIDA EN PUBLINDEX: Índice bibliográfico nacional de publicaciones especializadas en ciencia, tecnología e innovación de COLCIENCIAS (Categoría A2), Colombia. ECONLIT: Economic Literature. EBSCO: Elton Bryon Stephens Company-Fuente Académica Premier. REDALYC: Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe. LATINDEX: Sistema Regional de Información en Línea para Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal. CLASE: Citas Latinoamericanas en Ciencias Sociales y Humanas, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). DIALNET: Red Científica de las revistas de investigación de habla hispana, España. DOTEC-Colombia. REPEC: Research Papers in Economics. ECONPAPERS: Economic working Papers. IDEAS: Economics and Finance Reserch. CSA: Sociologycal Abstracts. CSA: Worldwide Political Science Abstracts. SCIELO Colombia: Scientific Electronic Library Online Colombia. QUALIS-CAPES Brasil. GALE: Cengage Learning. CLACSO: red de bibliotecas virtuales de ciencias sociales de América Latina y El Caribe. COMITÉ EDITORIAL Rubén Darío Álvarez García, rdalvarez@udem.edu.co Universidad de Medellín, Medellín, Colombia Éber Elí Gutiérrez Londoño, egutierrez@udem.edu.co Universidad de Medellín, Medellín, Colombia Nicolás Molina Sáenz, nicolasmolina@upb.edu.co Universidad Pontificia Bolivariana, Medellín, Colombia Marleny Cardona Acevedo, marleny.cardona@konradlopez.edu.co Fundación Universitaria Konrad Lorenz, Bogotá, Colombia Christian Luiz Da Silva, christianlsilva@uol.com.br Universidad Tecnológica Federal de Paraná, Brasil Sergio Boisier, sboisier@vtr.net Centro de Anacción Territorio y Sociedad, Santiago, Chile Jaime Alberto Rendón Acevedo, jrendon@unisalle.edu.co Universidad de la Salle, Bogotá, Colombia Francisco Venegas Martínez, fvenegas@ipn.mx Escuela Superior de Economía, Instituto Politécnico Nacional, México Víctor Ramiro Fernández; rfernand@fcjs.unl.edu.ar Universidad Nacional del Litoral, Argentina COMITÉ CIENTÍFICO Juan Manuel Ramírez Cendrero, jramirez@ccee.uem.es Universidad Complutense, Madrid, España Fernando Miguel Borraz Escames, fborraz@bcu.gub.uy   Banco Central de Uruguay, Uruguay Norberto Muñiz Martínez, nmunm@unileon.es Universidad de León, León, España Mario Biondi, biondi@econ.uva.ar Universidad de Buenos Aires, Argentina Correo electrónico: rdalvarez@udem.edu.co semestreeconomico@udem.edu.co Página WEB: http://www.udem.edu.co/index.php/2012-10-12-14-13-32/ revistas-por-area-del-conocimiento/semestre-economicodetail Apartado 1983- Fax: (940) 340 52 16 Medellín, Colombia

Impresión: Cadena Cra 50 # 97a Sur 150 Autop. Sur km 16 Tel: (4)378 66 66 Fax: (4)2795542 Medellín-Colombia Queda autorizada la reproducción total o parcial de los contenidos de la revista con finalidades educativas, investigativas o académicas siempre y cuando sea citada la fuente. Para poder efectuar reproducciones con otros propósitos, es necesario contar con la autoriTarifa Postal Reducida Adpostal No. 14 zación expresa del Sello Editorial Universidad de Medellín. Las ideas, Canje: Biblioteca de Facultades “Eduardo contenidos y posturas de los artículos son responsabilidad de sus Fernández Botero”, Universidad de Medellín autores y no comprometen en nada a la Institución ni a la Revista. Teléfonos: (57 4) 340 52 52 - 340 54 22


Visión La Universidad de Medellín impulsará la educación superior mediante la excelencia académica, la cultura investigativa y la responsabilidad social, para contribuir al desarrollo regional y nacional, en el contexto internacional.

Misión Fundamentada en su lema de Ciencia y Libertad , la Universidad de Medellín tiene como misión la promoción de la cultura y la formación integral de profesionales que contribuyan a la solución de problemas en las áreas de los saberes propios, mediante la docencia, el fomento de la investigación y la interacción con la sociedad.

Valores Justicia, Respeto, Responsabilidad, Equidad, Solidaridad, Coherencia.



CONTENIDO

Presentación..................................................................................................................................7 Pares evaluadores........................................................................................................................11 Prueba de eficiencia débil en el mercado accionario colombiano..............................................15 Weak efficiency test in the Colombian stock market Prova de eficiência débil no mercado acionário colombiano César A. Ojeda Echeverri y Elkin A. Castaño Vélez Características, incentivos a la producción y disponibilidad a pagar por leche ecológica en Medellín........................................................................................................................................45 Characteristics, production incentives and the availability to pay for ecological milk in Medellin Características, incentivos à produção e disponibilidade a pagar por leite ecológico em Medellín Alejandra Calderón García, David Tobón Orozco, Valentina Cardona Nieto y Gabriel Agudelo Viana Sistemas productivos locales: estrategias empresariales para el desarrollo..............................77 Local productive systems: corporate strategies for development Sistemas produtivos locais: estratégias empresariais para o desenvolvimento Jaime Alberto Rendón Acevedo y Jesús David Forero Muñoz Determinantes de la reforestación comercial en los municipios de Antioquia..........................97 Determinants of commercial reforestation in the municipalities of Antioquia Determinantes do reflorestamento comercial nas municipalidades de Antioquia Robinson Garcés Marín El riesgo beta de los fondos de pensiones en Chile..................................................................127 Beta risk in the Chilean pension funds O risco beta dos fundos de pensões no chile Werner Kristjanpoller Rodríguez y Manuel García Sobarzo 5


Corrientes del ambientalismo y alternativas de gestión desde la sustentabilidad y la ética ambiental....................................................................................................................149 Environmental movements and management alternatives from a sustainability and environmental ethics scope Correntes do ambientalismo e alternativas de gestão desde a sustentabilidade e a ética ambiental Diana Marcela Sánchez Torres y Marco Aguilera Prado Comunicación integrada de marketing: un acercamiento a la evolución del concepto...........161 Integrated marketing communications: a conceptual approach to the evolution of the concept Comunicação integrada de marketing: uma aproximação à evolução do conceito Nelcy Rocío Escobar Moreno La ciudadanía: un deber planetario...........................................................................................193 Citizenship: a universal duty A cidadania: um dever planetário Ángel Emilio Muñoz Cardona Índice de autores Semestre Económico números 1 al 33.........................................................205 Política editorial.........................................................................................................................225 Editorial policy.....................................................................................................................227 Política editorial....................................................................................................................229 Orientaciones para los autores..................................................................................................231 Guide for the authors...........................................................................................................235 Orientações para os autores ...............................................................................................239

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PRESENTACIÓN La edición 35 de Semestre Económico incluye un total de ocho artículos, en los que se revisan diversos temas: economía y finanzas, economía ambiental, economía regional, marketing y ciudadanía. Siete artículos son producto de trabajos de investigación, y uno, de reflexión. Uno de estos trabajos es de investigadores de universidades extranjeras y los restantes siete son de investigadores nacionales. En el primer artículo, los profesores César A. Ojeda Echeverri, de la Universidad del Valle, y Elkin A. Castaño Vélez, de la Universidad Nacional de Colombia-sede Medellín, evalúan la hipótesis de eficiencia débil para el índice general de la Bolsa de Valores de Colombia. Estiman estructuras de dependencia condicional de primero y segundo orden. Rechazan la hipótesis de eficiencia débil para el mercado accionario colombiano. En el segundo artículo, Alejandra Calderón García, David Tobón Orozco, Valentina Cardona Nieto y Gabriel Agudelo Viana, docentes e investigadores de la Universidad de Antioquia (Medellín, Colombia), usando la valoración contingente evalúan la posibilidad de mejorar la calidad ambiental de la leche, y concluyen que es posible incentivar la producción de leche ecológica, puesto que la disponibilidad a pagar de la demanda estimada en Medellín supera los precios de mercado y los costos de oportunidad de producir leche tradicional. En el tercer artículo, Jaime Alberto Rendón Acevedo y Jesús David Forero Muñoz, docentes e investigadores de la Universidad de la Salle (Bogotá, Colombia), analizan la importancia de los sistemas productivos locales para la industrialización y desarrollo de los territorios. Argumentan que los sistemas productivos locales son una forma de aglomeración empresarial adecuada para países como Colombia, dado que incentivan el desarrollo de las comunidades, al pensar el desarrollo desde el territorio mismo. En el cuarto artículo, Werner Kristjanpoller Rodríguez y Manuel García Sobarzo, docentes e investigadores de la Universidad Técnica Federico Santa María, (Valparaíso, Chile), estiman el riesgo para los fondos de pensiones de Chile durante el período comprendido entre los años 2002 y 2012. Analizan la caracterización, consistencia y estabilidad del riesgo beta de estos fondos y concluyen que el índice beta es una buena medida para determinar qué tan riesgosa puede ser la inversión.

Semestre Económico, volumen 17, No. 35 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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Presentación

En el sexto artículo, Diana Marcela Sánchez Torres y Marco Aguilera Prado, docentes e investigadores de la Universidad Tecnológica de Pereira (Risaralda, Colombia), analizan las raíces conceptuales de la gestión ambiental y presentan las críticas desde la ética ambiental a partir de la revisión de los autores más representativos del área. Los autores logran identificar las diferentes posturas o visiones alternativas sobre la gestión ambiental territorial. La docente e investigadora de la Universidad de Medellín (Colombia), Nelcy Rocío Escobar Moreno, en el séptimo artículo, examina la evolución del concepto de comunicaciones integradas de marketing, a través de la revisión de las diferentes conceptualizaciones y los modelos más reconocidos que lo describen. Finalmente, en el octavo artículo, Ángel Emilio Muñoz Cardona, docente e investigador de la Escuela Superior de Administración Pública (ESAP), presenta una reflexión sobre el concepto de ciudadanía como un deber planetario, basado en los amplios desarrollos de las tecnologías de la información, y el acercamiento que generan entre las diferentes culturas a través del llamado de los sentimientos naturales de la simpatía por el respeto a la dignidad de los seres humanos. Plantea que en todos los Estados sociales de derecho, el concepto de ciudadanía debería ir más allá, por cuanto tiene relación con las acciones humanas naturales, a través de las cuales se expresan los diferentes imaginarios de búsqueda de calidad de vida y de felicidad para sí mismo y el grupo familiar.

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PARES EVALUADORES

• ERÉNDIRA FIERRO MORENO Licenciada en Ciencias Políticas, Universidad Autónoma del Estado de México, Toluca de Lerdo, México. Maestra en Administración, Universidad Autónoma del Estado de México, Toluca de Lerdo, México. Doctora en Ciencias Económicas Administrativas, Universidad Autónoma del Estado de México, Toluca de Lerdo, México. Profesora e investigadora, Facultad de Economía, Universidad Autónoma del Estado de México, Toluca de Lerdo, México. Correo electrónico: efierrom@uamex.mx o eren_fierro@ yahoo.com. • LUIS ALBERTO FERREIRA DE OLIVERA Licenciatura em Economia, Instituto Superior Economia e Gestão, Lisboa, Portugal. Mestrado em Finanças, Instituto Universitario de Lisboa, Portugal. PhD in Finance, ISCTE Business School, Lisboa, Portugal. Director Master en Finanzas, Departamento de Finanzas, Instituto Universitario de Lisboa, Portugal. Correo electrónico: luis. oliveira@iscte.pt. • ANTONIO MARÍA ÁLVAREZ PINILLA Licenciado en Ciencias Económicas, Universidad Autónoma de Madrid, Madrid, España. Master en Agricultural Economics, University of Wisconsin, Madison, Estados Unidos. Doctor en Ciencias Económicas, Universidad de Oviedo, España. Profesor Titular de Universidad, Facultad de Ciencias Económicas, Universidad de Oviedo, España. Correo electrónico: alvarez@uniovi.es. • TOMEU SALES GELABERT Licenciado en Filosofía, Universidad de las Islas Baleares, Palma de Mallorca, España. Máster en Cognición y Evolución humana, Universidad de las Islas Baleares, Palma de Mallorca, España. Doctor en Humanidades y Ciencias Sociales, Universidad de las Islas Baleares, Palma de Mallorca, España. Profesor ayudante-doctor, Universidad de las Islas Baleares, Palma de Mallorca, España. Correo electrónico: tomeu.sales@uib.es. • ALEJANDRO NACLERIO Licenciado en Economía, Facultad de Ciencias Económicas, Universidad Nacional de La Plata, Buenos Aires, Argentina. Magíster en Ciencias Sociales del Trabajo, Centro de Estudios Avanzados (CEA), Universidad de Buenos Aires (UBA), Buenos Aires, Argentina. Magíster (DEA o Diplôme d’études approfondies), Organisation Semestre Económico, volumen 17, No. 35 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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Pares evaluadores

Industrielle, Innovations et Stratégies Internationales, Université Paris 13, Faculté de Sciences Économiques, Paris, Francia. Doctor en Ciencias Económicas, Université Paris 13, Faculté de Sciences Économiques, Paris, Francia. Coordinador responsable del Programa Sistemas Productivos Locales, Ministerio de Industria, Buenos Aires, Argentina. Correo electrónico: anacle@industria.gob.ar o alej13nac@hotmail.com. • SONIA ALEXANDRA AGUDELO AYALA Economista, Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas Universidad de Medellín, Colombia. Maestría en Economía Aplicada, Universidad Autónoma de Barcelona, España. Estudiante del Doctorado en Economía Aplicada, Universidad Autónoma de Barcelona, España. Correo electrónico: soniaagudelo3@hotmail.com. • PEDRO MIGUEL BARRIENTOS FELIPA Economista, Universidad Ricardo Palma, Santiago De Surco, Lima, Perú. Maestro, Universidad del Pacífico, Lima, Perú. Doctor, Universidad Ricardo Palma, Santiago De Surco, Lima, Perú. Profesor principal, Facultad de Ciencias Económicas, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Perú. Correo electrónico: pbarrientosf@ unmsm.edu.pe. • MARÍA ISABEL RESTREPO ESTRADA Economista, Facultad de Ciencias Económicas, Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia. Magíster en Economía, Facultad de Ciencias Económicas, Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia. Máster en Economía de la Empresa y Métodos Cuantitativos, Universidad Carlos III de Madrid, España. Profesora del Programa de Economía, Facultad de Ciencias Económicas, Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia. Correo electrónico mirestrepo@economicas.udea.edu.co o isabelrpo@ gmail.com. • YAIZA GARCÍA PADRÓN Licenciada en Administración y Dirección de Empresas, Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, Universidad de las Palmas de Gran Canaria, España. Doctora en Ciencias Económicas y Empresariales, Universidad de las Palmas de Gran Canaria, España. Profesora contratada Doctora Tipo I (Indefinida), Departamento de Economía, Financiera y Contabilidad, Universidad de las Palmas de Gran Canaria, España. Correo electrónico: yaiza.garcia@ulpgc.es. • JUAN CARLOS BERMÚDEZ MORA Ingeniero en Producción Industrial, Instituto Tecnológico de Costa Rica, Cartago, Costa Rica. Master of Business Administration, Convenio Universidad de Costa Rica y National University, LA, USA. Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales, Universidad Latina de Costa Rica, San Pedro, Costa Rica. Profesor Escuela de Relaciones 10

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Internacionales, Universidad Nacional, Heredia, Costa Rica. Correo electrónico: juan. bermudez.mora@una.cr. • DANIEL HORACIO TOMASINI Ingeniero Agrónomo, Facultad de Agronomía, Universidad de Buenos Aires, Argentina. Especialización en Recursos Naturales, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires, Argentina. Capacitación en Análisis Económico, Instituto para el Desarrollo Internacional, Harvard University, Estados Unidos. Profesor Asociado (con licencia), Departamento de Economía, Desarrollo y Planeamiento Agrícola, Facultad de Agronomía, Universidad de Buenos Aires, Argentina. Correo electrónico: dhtomasini@gmail.com o tomasini@agro.uba.ar.

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PRUEBA DE EFICIENCIA DÉBIL EN EL MERCADO ACCIONARIO COLOMBIANO* Recibido: 30 de mayo de 2013 • Aprobado: 15 de mayo de 2014

César A. Ojeda Echeverri** Elkin A. Castaño Vélez*** RESUMEN Este trabajo prueba la hipótesis de eficiencia débil al comprobar la hipótesis de martingala en diferencias en los retornos del Índice General de la Bolsa de Valores de Colombia, IGBC. Se considera una estructura de dependencia condicional de primer orden mediante el modelo auto-regresivo fraccionalmente integrado de medias móviles, ARFIMA, y de segundo orden con el modelo hiperbólico asimétrico potencial autorregresivo condicionalmente heterocedástico, HYAPARCH, el cual captura todos los hechos estilizados encontrados en la investigación empírica. Los resultados rechazan la hipótesis de eficiencia débil al mostrar que el proceso generador de los retornos parece obedecer a un modelo auto-regresivo fraccionalmente integrado, arfi, en media condicional y a un hiperbólico asimétrico autorregresivo condicionalmente heterocedástico, HYAGARCH, en varianza condicional. PALABRAS CLAVE IGBC, eficiencia débil, volatilidad, ARFIMA, HYAPARCH CLASIFICACIÓN JEL C01, C22, C51, C58, G14 CONTENIDO Introducción; 1. Modelo de martingala en diferencias; 2. Análisis estadístico preliminar; 3. Pruebas de memoria larga; 4. Modelo propuesto para el retorno del IGBC; 5. Conclusiones y recomendaciones; Bibliografía; Anexo. *

Artículo de investigación producto del trabajo de tesis de Maestría en Ciencias Estadística desarrollada por César Ojeda, titulada “Una prueba de la eficiencia débil en el mercado accionario Colombiano”, bajo la asesoría del Profesor Elkin Castaño Vélez de la Escuela de Estadística, Universidad Nacional de Colombia, Medellín, Colombia. Periodo de ejecución: 2011-2013.

**

Estadístico de la Universidad del Valle, Cali, Colombia. Magíster en Ciencias Estadística de la Universidad Nacional de Colombia, Medellín, Colombia. Profesor de la Escuela de Estadística de la Universidad del Valle, Cali, Colombia. Correo electrónico: cesar.ojeda@correounivalle.edu.co.

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Estadístico, Universidad de Medellín, Colombia. Magíster en Ciencias Estadística, Instituto de Matemática Pura y Aplicada, IMPA, Río de Janeiro, Brasil. Magíster en Ciencias Estadísticas, Universidad Nacional de Colombia, Medellín, Colombia. Profesor de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional de Colombia, Medellín, Colombia. Profesor de la Facultad de Economía de la Universidad de Antioquía, Medellín, Colombia. Director del Centro de Estadística Aplicada a Estudios Económicos (CEAES), Universidad Nacional de Colombia, Medellín, Colombia. Correo electrónico: elkincv@gmail.com.

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César A. Ojeda Echeverri - Elkin A. Castaño Vélez

WEAK EFFICIENCY TEST IN THE COLOMBIAN STOCK MARKET ABSTRACT This paper proves the weak efficiency hypothesis when proving the maritingala hypothesis on return differences for the General Index of the Colombian Stock Exchange (IGBC) . A first order conditional dependency structure by using the Autoregressive Fractionally Integrated Moving Averages model ARFIMA, and on second order with the Hyperbolical Asymmetric Autoregressive Potential Conditionally Heteroscedastic model, HYAPARCH, which captures all the stylized facts in the empiric research is considered. The results reject the weak efficiency hypothesis when showing that the returns generation process seems to obey to and Autoregressive Fractionally Integrated model ARFI in conditional average and a Hyperbolical Asymmetric Conditionally Heteroscedastic model, HYAGARCH, in conditional variance. KEY WORDS IGBC, Weak efficiency, Volatility, ARFIMA, HYAPARCH JEL CLASSIFICATION C01, C22, C51, C58, G14 CONTENT Introduction; 1. Martigala difference model; 2. Preliminary statistical analysis; 3. Long term memory tests; 4. Model proposed for IGBC return; 5. Conclusions and recommendations; Bibliography.

PROVA DE EFICIÊNCIA DÉBIL NO MERCADO ACIONÁRIO COLOMBIANO RESUMO Este trabalho prova a hipótese de eficiência débil ao comprovar a hipótese de Gamarra em diferenças nas voltas do Índice Geral da Bolsa de Valores da Colômbia, IGBC. Considera-se uma estrutura de dependência condicional de primeiro ordem mediante o modelo Auto-regressivo Fraccionalmente Integrado de Médias Móveis, ARFIMA, e de segundo ordem com o modelo Hiperbólico Assimétrico Potencial Auto-regressivo Condicionalmente Heterocedástico, HYAPARCH, o qual captura todos os fatos estilizados encontrados na investigação empírica. Os resultados recusam a hipótese de eficiência débil ao mostrar que o processo gerador das voltas parece obedecer a um modelo Auto-regressivo Fraccionado Integrado, ARFI, em média condicional e a um Hiperbólico Assimétrico Auto-regressivo Condicionalmente Heterocedástico, HYAGARCH, em variância condicional. PALAVRAS CHAVES IGBC, Eficiência débil, Volatilidade, ARFIMA, HYAPARCH. CLASSIFICAÇÃO JEL C01, C22, C51, C58, G14. CONTEÚDO Introdução; 1. Modelo de Gamarra em diferenças; 2. Análise estatística preliminar; 3. Provas de cor longa; 4. Modelo proposto para a volta do IGBC; 5. Conclusões e recomendações; Bibliografia; Anexo. 14

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Prueba de eficiencia débil en el mercado accionario colombiano

INTRODUCCIÓN De acuerdo con Dimson y Mussavian (2000), el concepto de eficiencia es clave en finanzas y es usado para describir un mercado en el cual toda la información relevante y disponible se encuentra reflejada en los precios de los activos financieros. Roberts (1967) distingue tres conjuntos de información relevante: la historia de los precios de los activos, la información pública disponible y la información privada. A partir de estos tres conjuntos se establecen tres formas de eficiencias: la débil, la semifuerte y la fuerte. Bajo la forma débil de eficiencia, se dice que los precios actuales de los activos reflejan en su totalidad la información contenida en los movimientos previos de los precios, es decir, con base en los precios históricos es imposible predecir los movimientos futuros de los precios ni, por tanto, crear estrategias exitosas de especulación. La idea de falta de predictibilidad en los precios de los activos financieros ha sido referida como la hipótesis de caminata aleatoria, según Escanciano y Lobato (2009). Campbell, Lo y MacKinlay (1997) distinguen tres tipos de caminatas aleatorias de acuerdo con la estructura de dependencia de los incrementos en los precios: la caminata aleatoria 1 corresponde a incrementos independientes; la caminata aleatoria 2 corresponde a incrementos independientes en media, y la caminata aleatoria 3 corresponde a incrementos incorrelacionados. En particular, la caminata aleatoria 2 cumple con la propiedad de martingala, lo cual significa que el mejor pronóstico del precio de mañana del activo financiero es el precio de hoy. En términos de los retornos (incrementos), esta propiedad se conoce como martingala en diferencias, esto es, los retornos de un activo deben conformar un juego justo. LeRoy (1989, pp. 1588-1589) menciona que “… el modelo de martingala captura la “esencia” del modelo de caminata aleatoria”, y “… constituye un auténtico modelo económico para los precios de los activos financieros”. Samuelson (1965) muestra cómo, desde el punto de vista de la eficiencia informacional, los precios deben ser impredecibles, y deduce que los retornos de un activo deben ser un juego justo. Mandelbrot (1966) propone el modelo de martingala para los precios accionarios, en donde los cambios sucesivos de precios son dependientes, y la naturaleza de dicha dependencia hace que esta no pueda ser usada para aumentar las ganancias esperadas. Fama (1970, p. 383) desarrolla esta idea al definir que “un mercado en el que los precios reflejan plenamente toda la información disponible es eficiente”. Bajo la idea de Andreou, Pittis y Spanos(2001), y LeRoy (1989), el objetivo principal de este trabajo consiste en probar la hipótesis de eficiencia débil al comprobar la Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 15-44 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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hipótesis de martingala en diferencias en los retornos accionarios del Indice General de la Bolsa de Colombia (IGBC), mediante la verificación de la existencia de posibles efectos medios condicionales significantes al tener en cuenta una posible estructura de dependencia de mayor orden. La existencia de efectos medios condicionales significantes en los retornos accionarios del activo sugiere el rechazo de la hipótesis de eficiencia débil. De acuerdo con Fama (1970), dicha prueba puede ser realizada bajo supuestos como la inexistencia de costos de transacción, neutralidad ante el riesgo por parte de los participantes del mercado, y que toda la información disponible pueda obtenerse sin costo por todos los participantes. Para la realización de este trabajo se cuenta con precios diarios desde el 3 de julio de 2001 (fecha de inicio de actividades para la Bolsa de Valores de Colombia) hasta el 3 de marzo de 2011, para un total de 2360 observaciones. Estos datos fueron suministrados por la Bolsa de Valores de Colombia (regional Medellín). Gran parte de los trabajos existentes sobre la eficiencia del mercado accionario colombiano enfocan la eficiencia débil desde el punto de vista de la caminata aleatoria 1. Por ejemplo, trabajos como los de Worthington y Higgs (2003), Maya y Torres (2004, 2005), Méndez (2009) usan pruebas de raíces unitarias, pruebas de rachas, pruebas de razón de varianzas, entre otras, para probar dicha hipótesis. Sin embargo, la noción de la caminata aleatoria 1 es rechazada en los datos financieros por muchas razones, entre las cuales, la más importante es la dependencia temporal de segundo orden de los incrementos de los precios como lo presenta Engle (1982). En términos de la hipótesis de martingala en diferencias para los retornos del IGBC, algunos trabajos existentes como Pérez y Fernández (2006), Montenegro (2007), Rivera (2009),enfocan su metodología en modelos generalizados auto-regresivos condicionalmente heterocedásticos (GARCH) para encontrar estructuras de dependencia en el proceso de media condicional, y así valorar dicha hipótesis. Aunque estos trabajos encuentran algunas estructuras de dependencia significativas, los autores mencionan que es probable que al utilizar metodologías posteriores a los GARCH, se encuentren valores más ajustados a la realidad del mercado. Pérez (2009) profundiza en este aspecto y utiliza el modelo auto-regresivo y de medias móviles fraccionalmente integrado (ARFIMA) en media condicional y el modelo generalizado auto-regresivo condicionalmente heterocedástico y fraccionalmente integrado (FIGARCH) para la volatilidad condicional con el objetivo de evaluar la existencia de memoria larga como una prueba de la eficiencia débil. El autor menciona que la existencia de memoria larga en cualquiera de estos dos modelos va en contra de dicha hipótesis. Los resultados muestran que existe un grado de persistencia en la serie, lo que indica que el mercado accionario colombiano no es eficiente. Sin 16

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Prueba de eficiencia débil en el mercado accionario colombiano

embargo, Davidson (2004) muestra cómo el modelo FIGARCH no es estacionario, y su memoria incrementa cuando el parámetro de diferenciación fraccional tiende a cero, contrario al rol que ejerce este mismo parámetro en el modelo fraccionalmente integrado en media condicional. Por tanto, la caracterización del modelo FIGARCH como un caso intermedio entre el modelo GARCH y el modelo integrado generalizado auto-regresivo condicionalmente heterocedástico (IGARCH), sería poco adecuado. En este trabajo se emplea el modelo ARFIMA en media condicional, y el modelo hiperbólico-asimétrico-potencial generalizado auto-regresivo condicionalmente heterocedástico (HYAPARCH) en volatilidad condicional, el cual permite capturar un conjunto mayor de posibles dinámicas, en comparación con los modelos anteriormente mencionados, y así obtener valores más ajustados a la realidad del mercado. En particular, este modelo contempla todas las características (hechos estilizados) encontradas en las investigaciones empíricas: volatilidad por agrupamiento, leptocurtosis, asimetría y memoria a largo plazo, tal y como lo menciona Schoffer (2003). El artículo se desarrolla en el siguiente orden: en la primera parte, se define el concepto de martingala, y martingala en diferencias, y su posible extensión al considerar momentos condicionales de mayor orden; en la segunda parte, se describe la información utilizada y se realiza el análisis estadístico preliminar de la misma; en la tercera parte, se realizan algunas pruebas de memoria larga sobre la serie analizada; en la cuarta parte, se presentan la especificación y la estimación del modelo propuesto, y se comprueba la hipótesis de martingala en diferencias para considerar la hipótesis de eficiencia débil; finalmente, se exponen las conclusiones y recomendaciones. 1. MODELO DE MARTINGALA EN DIFERENCIAS Ya que los precios de los activos financieros no son estacionarios, desde un punto de vista técnico, es más conveniente manejar los retornos del activo, y en lugar de probar que los precios siguen una martingala, es más común probar que los retornos siguen una sucesión de martingala en diferencias. Una sucesión de martingala en diferencias no tiene ninguna dependencia en media, condicionada a su propio pasado, lo que implica que sea impredecible a partir de su propio pasado. Al respecto, LeRoy (1989, p. 1590) menciona que “la martingala en diferencias descarta cualquier dependencia de la esperanza condicional de los retornos sobre su propio pasado, mientras que la caminata aleatoria 1 descarta, además de esto, la dependencia que implican los momentos condicionales de mayor orden”. Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 15-44 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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César A. Ojeda Echeverri - Elkin A. Castaño Vélez

Andreou, Pittis y Spanos (2001, p. 204) y LeRoy (1989, p. 1590) mencionan que “la prueba empírica más directa sobre la idoneidad de la hipótesis de martingala en diferencias asciende a determinar si existen efectos medios condicionales significantes”. Sea Pt el precio observado en el tiempo t de un activo financiero. Se dice que Pt cumple con la propiedad de martingala si para todo t se cumple que: E (Pt |s (Pt-1,¼,P1 )) = Pt-1 donde s (Pt-1,¼,P1 ) es el conjunto de información disponible en el tiempo t -1 . Además, sea rt el retorno observado en el tiempo t de un activo financiero. Se dice que rt cumple con la propiedad de martingala en diferencias, si para todo t se cumple que: E (rt |s (rt-1,¼,r1 )) = 0 donde s (rt-1,¼,r1 ) es el conjunto de información disponible en el tiempo t -1 . La estructura probabilística de un proceso que cumple con la propiedad de martingala en diferencias es mucho más débil que la de un proceso Independiente e idénticamente distribuido (IID), con momentos hasta de orden 2. El supuesto IID puede ser expresado como:

f (rt |rt-1,¼,r1; q ) = f (rt ; q ) para todo t.

(1) donde f representa una función de densidad de probabilidad dada y θ representa sus parámetros. En términos de los momentos condicionales (al suponer que existen), (1) puede ser expresado de la siguiente forma:

E (rtk |s (rt-1,¼,r1 )) = E (rtk ), para k = 1,2,¼, y para todo t. (2)

Este punto fue formulado por Mandelbrot (1966, p. 244), cuando introduce el modelo de martingala para los precios accionarios. Él afirma de manera explícita: […] sea t,t + T y

ti0 un instante en tiempo presente, un instante en tiempo futuro,

y un conjunto de instantes pasados, respectivamente. Z(t) es martingala si se cumple que E é Z(t + T ), dado los valores de Z(t) y para todo Z(ti0 )ù = Z(t ) …cabe destacar que ëê ûú la distribución de Z(t + T ), condicionado por valores conocidos de Z(t ) y de Z(ti0 )

pueden depender de los valores pasados de Z(ti0 ); solo la esperanza es la que no es afectada por Z(ti0 ).

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Prueba de eficiencia débil en el mercado accionario colombiano

Con esta idea, Andreou, Pittis y Spanos(2001) muestran cómo se puede extender un proceso de martingala en diferencias al tener en cuenta momentos condicionales de mayor orden, bajo el supuesto de que existen. En particular, dicha dependencia puede ser establecida como:

ü ï ï ï ý para todo t. (3) k E (rt |rt-1,¼,r1 ) = gk (rt-1,rt-2 ,¼,r1 ), para k = 2,3,¼,ï ï ï þ E (rt |rt-1,¼,r1 ) = 0,

Así, por ejemplo, un proceso de martingala en diferencias de segundo orden se define como (3) cuando k = 2 . Sobre este punto, Mandelbrot (1971, p. 226-227) menciona: […]Sea P(t) el precio en el tiempo t, tal que P(t+S) – P(t) es el cambio aleatorio del precio entre el tiempo presente t y el tiempo futuro t+S …el modelo de caminata aleatoria afirma que la distribución de probabilidad de P(t+S) – P(t) es independiente del precio actual P(t) y de todos los precios pasados…el modelo de martingala es menos exigente, suponiendo solo que el valor esperado condicional de P(t+S) – P(t) sobre el precio presente y/o varios precios pasados, se anula. Esto simplemente expresa que no existe una política de compra y venta que tenga un retorno esperado mayor que el retorno promedio del mercado. Por otra parte, el modelo de martingala permite que la distribución actual de P(t+S) – P(t) dependa de los precios pasados y presentes, y por tanto no niega que los precios pasados o presentes puedan servir en la selección de portafolios de diferentes niveles de riesgo deseados.

2. ANÁLISIS ESTADÍSTICO PRELIMINAR La base de datos1 utilizada para este trabajo fue suministrada por la Bolsa de Valores de Colombia, regional Medellín, la cual contiene los precios de cierre diarios del IGBC desde el 3 de julio de 2001 hasta el 3 de marzo de 2011. Para la realización de los cálculos descriptivos y la representación gráfica es usando el programa2 estadístico R de R Core Team (2012). Según Spanos (1995), la primera etapa en la comprobación de la hipótesis de eficiencia de mercado es la postulación de un adecuado modelo estadístico en el que la hipótesis de martingala en diferencias pueda ser probada. La elección de dicho modelo depende en gran parte de la estructura probabilística de los datos. Es así como esta sección intenta describir tal estructura probabilística en los retornos del IGBC. 1

2

Los lectores interesados en obtener los datos utilizados en este estudio pueden solicitarlos vía correo electrónico cesar.ojeda@correounivalle.edu.co. Para una descripción de los paquetes utilizados, ver anexo A.

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Para iniciar, se calculan los retornos porcentuales continuamente compuestos o log-retornos como:

rt = (logPt - logPt-1 )´100

donde Pt es el precio del índice en el día t, y Pt-1 es el precio del índice en el día anterior. En el gráfico 1, se presenta la serie de los precios del índice, sus retornos y sus correspondientes transformaciones (retornos al cuadrado y en valor absoluto). Gráfico 1. Serie de precios del IGBC (IGBCt), retornos porcentuales (rt ) , retornos porcentuales al cuadrado rt 2 y en valor absoluto rt .

( )

( )

Fuente: elaboración propia

La inspección visual de la serie del IGBC parece indicar no estacionaridad, mientras que la de los retornos indica lo contrario, por lo menos en media. Además, para explorar una posible dependencia temporal no lineal en los retornos, se presentan los retornos al cuadrado y los valores absolutos de los mismos, lo cual indica que la varianza en el mercado es cambiante en el tiempo, y sugieren la existencia de volatilidad por agrupamiento, es decir, grandes (o pequeños) cambios en los precios tienden a estar agrupados. Por otro lado, la serie de los retornos parece tener una distribución incondicional leptocúrtica, ya que se observa una gran concentración alrededor de la media y un gran número de outliers relativo a la distribución normal. 20

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En términos de estos outliers, se observa que existen dos eventos muy relevantes en donde la volatilidad (variación) de los precios es muy alta. Estos eventos corresponden, por un lado, a la más dura caída de la historia de la bolsa colombiana en junio de 2006 la cual se presentó en medio del nerviosismo de los inversionistas quienes se apresuraron a vender sus acciones ante el rumor de un alza en los intereses de la Reserva Federal de Estados Unidos tal y como lo menciona Baquero (2006). Por otro lado, y de acuerdo con Ocampo (2009), la repercusión de la crisis financiera a mediados de octubre de 2008. En la tabla 1 se presenta el resumen estadístico para los retornos porcentuales (en adelante solo retornos) del IGBC. Se observa que el retorno medio incondicional para el período bajo análisis es del 0.12 %, con una desviación estándar incondicional de 1.44 %. El retorno máximo observado para este período es de 14.69 %, mientras que el mínimo es de -11.05 %. Además, se observa que más del 50 % de los retornos es positivo. Por otro lado, se observa que existe un notable exceso de curtosis3 con respecto a la distribución normal, mientras que el coeficiente de asimetría es negativo y pequeño; en consecuencia, el contraste de normalidad incondicional JB de Jarque y Bera (1987) rechaza la hipótesis nula de normalidad. La prueba LB de Ljung y Box (1978) evidencia, además, una posible correlación serial significativa al rezago 20, tanto en los retornos como en sus cuadrados representados por la prueba ML de McLeod y Li (1983) lo que sugiere la posible necesidad de modelar tanto la media como la volatilidad condicional del proceso. Esto también es confirmado por la prueba de efectos ARCH de Engle (1982), la cual evidencia una posible existencia de heterocedasticidad condicional. Tabla 1.Resumen descriptivo para el retorno del IGBC Estadísticas

rt

Estadísticas

rt

Estadísticas

rt

Media

0,12

Asimetría

-0,23

JB

0,00

Mediana

0,15

Ex. Curtosis

12,55

LB(20)

0,00

Máximo

14,69

1er Cuartil

-0,48

ML(20)

0,00

Mínimo

-11,05

3er Cuartil

0,79

ARCH(20)

0,00

Des. Est.

1,44 Fuente: elaboración propia

En el panel (a) del gráfico 2 se presenta el histograma junto con el estimador no paramétrico de la función de densidad de probabilidad de la serie de los retornos, tal y como se muestra en Silverman(1986), los cuales muestran de nuevo el fuerte 3

El exceso de curtosis se define como el coeficiente de curtosis menos tres.

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exceso de curtosis en comparación con la función de densidad bajo la hipótesis de normalidad. Además, se presenta el comportamiento de estas estimaciones en las colas, tanto a la izquierda (b), como a la derecha (c). Estas estimaciones parecen indicar que la función de densidad incondicional de los retornos posee colas pesadas. Esto evidencia que grandes retornos, tanto positivos como negativos, ocurren con mayor frecuencia en comparación con lo esperado bajo normalidad. Gráfico 2. (a) Histograma y densidad kernel estimada para los retornos del IGBC. (b) y (c) estimaciones en las colas a izquierda y derecha, respectivamente.

Fuente: elaboración propia

Para examinar características probabilísticas adicionales de los retornos, la densidad no paramétrica bivariada f (rt ,rt-1; È ) es estimada bajo la metodología de Bowman y Azzalini (1997). Esta densidad se observa en el gráfico 3, y con propósitos de comparación se presenta el gráfico 4 y el gráfico 5, los cuales muestran la función de densidad bajo la hipótesis de normalidad bivariada y bajo la hipótesis t-student bivariada con 9 grados de libertad, respectivamente. El gráfico 3 indica que la densidad estimada es unimodal, simétrica y leptocúrtica al exhibir un gran pico y “relativas” colas pesadas. Una evidencia adicional de la simetría es proporcionada por la estimación de los contornos presentados en los gráficos. Aunque no se presentan en este trabajo, las estimaciones de densidad bivariadas para otros rezagos, rt–2 y rt–3 presentan evidencia muy similar. Además, se observa una muy 22

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marcada similitud entre la estimación de la función de densidad bivariada de los retornos (gráfico 3) y la función de densidad estimada bajo la hipótesis de distribución t-student bivariada (gráfico 5).

Gráfico 3. Estimación de la función de densidad bivariada del IGBC.

Fuente: elaboración propia

Gráfico 4. Distribución bivariada bajo normalidad

Fuente: elaboración propia

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César A. Ojeda Echeverri - Elkin A. Castaño Vélez Gráfico 5. Distribución bivariada bajo t-Student con v = 9

Fuente: elaboración propia

Gráfico 6. Correlogramas para el retorno del IGBC y sus transformaciones

Fuente: elaboración propia

Por otro lado, dada la evidencia empírica de existencia de memoria a largo plazo en las series financieras, tal y como se muestra en Baillie (1996), Ding y Granger (1993), Ding, Granger y Engle (1996) y Lo (1991), se procede a investigar su presencia en los retornos del IGBC, así como en sus cuadrados y sus valores absolutos. 24

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Se emplean los correlogramas muestrales para los cien primeros rezagos, los cuales se presentan en el gráfico 6. Para los retornos al cuadrado y los valores absolutos, se confirma de manera visual la existencia de memoria larga al presentar patrones de decrecimiento hiperbólico congruentes con un comportamiento de persistencia en el proceso de volatilidad. Sin embargo, al observar el correlograma para los retornos del IGBC parece no existir evidencia a favor de larga memoria. 3. PRUEBAS DE MEMORIA LARGA Dada la posible existencia de memoria larga en el proceso de volatilidad sugerida por los resultados presentados en la sección anterior, a continuación se realiza una serie de test encaminados a brindar una mayor claridad acerca de dicha hipótesis. Willinger, Taqqu y Teverovsky (1999) recomiendan no usar una única prueba para identificar memoria larga en un conjunto de datos, y promueven el uso de diversos métodos estadísticos, tanto gráficos como analíticos. Las pruebas realizadas son: la prueba no paramétrica de Robinson y Lobato (1998); la prueba KPSS4 modificada de Lee y Schmidt (1996); la prueba del rango reescalado modificado de Lo (1991), y la prueba HML de Harris, McCabe y Leybourne (2008). La estimación del parámetro de diferenciación fraccional d es realizada mediante el estimador de Robinson (1995). En todas las pruebas, la hipótesis nula a probar es que el proceso zt es I ( 0 ) , es decir, el proceso es de memoria corta; la hipótesis alternativa es que el proceso zt es de memoria larga, esto es, el proceso es I(d) con d > 0. Además, en la realización de las pruebas se utiliza el procedimiento heterocedástico y auto-regresivamente consistente, HAC, de Newey y West (1987) para la estimación de la matriz de covarianzas, el cual realiza una estimación consistente en presencia de heterocedasticidad y auto-correlación. También, se utiliza el kernel espectral cuadrático (QS) para la estimación HAC el cual, según Gil-Alana (2003), bajo estudios de Monte Carlo produce buenos resultados. Por último, el método plug-in de Newey y West (1994) es usado para la selección de los parámetros de truncamiento. Todas estas pruebas son realizadas en el programa Time Series Modelling (TSM) de Davidson (2011), el cual trabaja bajo el sistema OX de Doornik (2007).

4

Prueba de Kwiatkowski, Phillips, Smichdt y Shin (KPSS).

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César A. Ojeda Echeverri - Elkin A. Castaño Vélez Tabla 2. Pruebas de memoria larga para el retorno del IGBC y sus transformaciones Pruebas para rt, Robinson’s d = 0,09 Pruebas I(0)

Estadístico

Valor p

Otros*

Robinson-Lobato

0,54

0,30

m = 292

KPSS

0,34

≈1

QS, bw = 3, N-W plug-in

Lo’s RS

1,94

<0,03

QS, bw = 3, N-W plug-in

HML

0,13

0,45

c = 1, L = 0,66

Pruebas para rt2 , Robinson’s d = 0,26 Pruebas I(0)

Estadístico

Valor p

Otros*

Robinson-Lobato

8,35

0

m = 160

KPSS

0,40

<0,1

QS, bw = 6, N-W plug-in

Lo’s RS

1,97

<0,03

QS, bw = 6, N-W plug-in

HML

3,08

0,00

c = 1, L = 0,66

Pruebas para rt , Robinson’s d = 0,31 Pruebas I(0)

Estadístico

Valor p

Otros*

Robinson-Lobato

11,17

0

m = 143

KPSS

0,87

<0,01

QS, bw = 6, N-W plug-in

Lo’s RS

3,08

<0,005

QS, bw = 6, N-W plug-in

HML

9,02

0

c = 1, L = 0,66

*

Ancho de banda (bw), parámetros de truncamiento (m,cyL), kernel espectral cuadrático (QS), método de estimación plug-in de Newey y West (N-W plug-in). Fuente: elaboración propia

De acuerdo con los resultados presentados en la tabla 2, la estimación del parámetro de diferenciación fraccional para el proceso de retornos del IGBC es 0,09, el cual, en apariencia, es pequeño. En términos de las pruebas, la mayoría de estas no encuentra suficiente evidencia como para rechazar la hipótesis nula de memoria corta, excepto la prueba RS de Lo, la cual presenta un valor p inferior a 0,03. Sin embargo, dado que la evidencia se inclina hacia el no rechazo de la hipótesis nula de memoria corta, se supondrá por ahora que el proceso de los retornos del IGBC no presenta indicios de memoria larga. Por otro lado, en términos de las transformaciones de los retornos, existe una fuerte evidencia hacia el rechazo de la hipótesis nula, lo que sugiere la posible presencia de memoria larga en el proceso de volatilidad condicional. 26

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4. MODELO PROPUESTO PARA EL RETORNO DEL IGBC Spanos (1995) menciona que cualquier teoría relacionada con la EMH5 necesita tener en cuenta la evidencia empírica (hechos estilizados) encontrada en las series de tiempo financieras. En particular, se necesita considerar la memoria larga en la volatilidad condicional, la simetría y la leptocurtosis de la distribución detrás de los datos estudiados. De acuerdo con Tsay (2005), en la mayoría de las series de retornos financieros las correlaciones seriales son débiles, y por tanto, construir una ecuación de media condicional es equivalente a remover la media muestral de los datos, siempre y cuando la media muestral sea significativamente diferente de cero. Este mismo autor, más adelante, menciona que para algunas series de retornos diarios, un simple modelo autorregresivo (AR) de orden uno podría ser adecuado. Así, en este trabajo se plantea para el inicio de la modelación de los retornos del IGBC un modelo auto-regresivo de orden uno como consecuencia de la poca correlación encontrada en el análisis descriptivo anterior (ver gráfico 6). Por otro lado, y de acuerdo con la débil evidencia encontrada a favor de memoria larga en el proceso de media condicional, este componente es considerado junto con el esquema auto-regresivo para conformar un modelo auto-regresivo fraccionalmente integrado (ARFI(d)) como los planteados por Granger (1980), Granger y Joyeux (1980) y Hosking (1981). En cuanto a la volatilidad condicional, se considera un modelo HYAPARCH (1,1), de acuerdo con la evidencia de memoria larga presentada en el análisis descriptivo. Según Schoffer (2003) este modelo captura todos los hechos estilizados encontrados en la investigación empírica. Para la estimación conjunta de este modelo, es usado el método de máxima verosimilitud condicional, donde la distribución condicional propuesta es la distribución de error generalizada (GED) (ver gráfico 2 y gráfico 3), equivalente a la propuesta por Nelson (1991). La estimación de los errores estándar se realiza mediante el método robusto, tal y como lo menciona Davidson (2011). Los resultados son presentados en la tabla 3.

5

Siglas en inglés del término hipótesis de eficiencia de mercado.

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César A. Ojeda Echeverri - Elkin A. Castaño Vélez Tabla 3. Modelo inicial: ARFI(d)-HYAPARCH(1,1) Estimación

Err. Est.

Razón t

Valor p

Modelo de media GED nu

1,28

0,08

---

---

ARFIMA d

0,08

0,03

3,03

0,00

AR1

0,14

0,03

4,26

0,00

Modelo de volatilidad Intercepto

0,37

0,09

---

---

Memoria

0,25

0,11

---

---

Amplitud

0,38

0,19

---

---

Asimetría (mu)

1,26

0,59

2,12

0,03

Potencia (eta)

1,89

0,40

---

---

AR1

0,76

0,12

6,63

0,00

MA1

0,68

0,12

5,44

0,00

Log Likelihood = -3578,01 Schwarz Criterion = -3616,83 Hannan-Quinn Criterion = -3598,50 Akaike Criterion = -3588,01 Ljung-Box (residuales est.): Q(30) = 34,60 {0,26} Ljung-Box (residuales est. al cuadrado): Q(30) = 180,04 {0} Fuente: elaboración propia

De acuerdo con los resultados presentados en la tabla 3, se observa que la estimación del parámetro v de la distribución condicional GED es menor a 2, lo que sugiere una distribución condicional leptocúrtica. La estimación del parámetro de diferenciación fraccional d resulta ser significativa, lo que indica que el proceso de media condicional de los retornos del IGBC presenta memoria larga. Además, se observa que el coeficiente auto-regresivo de orden uno resulta ser significativo a niveles convencionales de significancia, lo que evidencia también memoria corta en este mismo proceso. 28

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El modelo estimado inicial, por tanto toma la forma: En media condicional,

æ ö çç1- 0,14L÷÷ 1- L 0,03 ) 0,08 rt = at çç  ÷÷÷( a = st et è {0,03} ø , donde t . En volatilidad condicional, æ öæ {0,40 ÷÷ö çç1- 0,68 L÷÷ççs  1,89 0,37 ÷ t  ÷÷ çç  ÷çç è øè 0,12 0,09 ø

éæ ù ö æ öæ ö÷ ÷ö÷ú æçç  êçç1- 0,68 L÷÷ - çç1- 0,76L÷÷çç1- 0,38 (1- L){0,11} 1 St ÷÷ at 0,25 ÷ú ç1 +1,26 êçç  ÷÷ çç  ÷÷çç   ÷øú èç ø è øè ø÷ êëè 0,12 0,12 0,19 0,59 û

(

)

{0,40 }  1,89

,

æ ö÷ ÷ donde et ~ iGED ççç1,28  ÷÷ y los valores entre llaves son los errores estándar estiç è ø 0,08 mados. En términos generales, y al considerar la prueba de Ljung-Box para los residuales estandarizados hasta el rezago 30, el modelo propuesto en media condicional se encuentra bien especificado, ya que captura de manera adecuada la estructura de correlación del proceso. Por otro lado, al considerar el proceso de volatilidad condicional, la estimación del parámetro de memoria hiperbólica es dˆ 2 » 0,25, lo que soporta la hipótesis de memoria larga en este proceso. La estimación del parámetro de amplitud es aˆ » 0,38, el cual es menor a uno, lo que indica que el proceso es estacionario, tal como lo menciona Schoffer(2003). Además, la estimación del parámetro de asimetría mˆ » 1,26 es positiva y significativa, lo que evidencia que shocks positivos y negativos contribuyen de manera diferente a la volatilidad condicional; en este caso, debido a que la estimación de este efecto es positiva, la contribución a la volatilidad condicional de shocks negativos es mayor. Por otro lado, al considerar la estimación del parámetro de potencia asimétrica observada hˆ » 1,89, se encuentra que este está muy cercano a dos, lo que sugiere que la forma más adecuada para modelar este proceso es en términos de la varianza condicional. También se observa que la estimación de los parámetros GARCH del modelo son ambos estadísticamente significativos. Por último, se observa que la prueba de Ljung-Box para los residuales estandarizados al cuadrado hasta el rezago 30 indica que el modelo en el proceso de volatilidad condicional no alcanza a capturar toda la estructura de auto-correlación. Para examinar esta falta de especificación en el modelo, se procede a estimar la Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 15-44 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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función de auto-correlación para los residuales estandarizados al cuadrado y realizar la prueba de heterocedasticidad condicional de McLeod-Li para los residuales estandarizados (ver gráfico 7). Gráfico 7. (a) Función de autocorrelación estimada para los residuales estandarizados al cuadrado, y (b) prueba de McLeod-Li de heterocedasticidad condicional para los residuales estandarizados

Fuente: elaboración propia

De acuerdo con el gráfico 7, todavía existe una auto-correlación estadísticamente significativa en el rezago 29. Al examinar los datos, se encuentra que esta auto-correlación se debe al retorno observado en el día 28 de diciembre de 2001 (ver gráfico 8). Este retorno se presenta muy cerca del inicio de la serie, y como consecuencia existe disponible muy poca información histórica para que el modelo pueda detectar este comportamiento. Debido a esto, se propone considerar este efecto mediante el uso de una variable dummy en el modelo de volatilidad condicional. Por otro lado, la estimación del parámetro de potencia en este proceso sugiere considerar la varianza condicional, por lo que se propone un modelo HY-A-GARCH, propuesto por Davidson (2004).

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Prueba de eficiencia débil en el mercado accionario colombiano Gráfico 8. Retorno observado en el día 28 de diciembre de 2001

Fuente: elaboración propia

A continuación se presentan los resultados para el modelo ARFI-HYAGARCH: Tabla 4. Modelo propuesto: ARFI(1,d)-HYAGARCH(1,1) Estimación

Err. Est. Razón t Modelo de media GED nu 1,37 0,07 --ARFIMA d 0,08 0,03 3,09 AR1 0,14 0,03 4,67 Modelo de volatilidad Intercepto 0,29 0,08 --Memoria 0,21 0,14 --Amplitud 0,38 0,13 --Asimetría (mu) 1,21 0,44 2,76 AR1 0,77 0,08 9,47 MA1 0,67 0,11 6,38 [G1] 2001-12-28 107,16 4,60 23,29 Log Likelihood = -3555,42 Schwarz Criterion = -3594,25 Hannan-Quinn Criterion = -3575,92 Akaike Criterion = -3565,42 Ljung-Box (residuales est.): Q(30) = 31,99 {0,37} Ljung-Box (residuales est. al cuadrado): Q(30) = 31,84 {0,38}

Valor p --0,00 0,00 ------0,01 0,00 0,00 0,00

Fuente: elaboración propia

Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 15-44 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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Así, el modelo propuesto es de la forma: En media condicional, æ ö÷ {0,03} çç  ÷ çç1- 0,14L  ÷÷÷(1- L) 0,08 rt = at çè {0,03} ø÷ a = st et , , donde t

En varianza condicional,

æ ö÷ ÷÷öæçç 2 çç ÷ çç1- 0,67L  ÷÷çst - 0,29  -107,16G1  01/12/28 ÷÷ = ÷ø çè {0,11} ÷øèçç {0,08} {4,60} {0,14] é  æ ö÷ö÷ù æ ö ö÷ æ ö÷çæ 0,21 ç êæçç ç ÷÷÷÷úú çç1 + 1,21 S ÷÷÷ a2 , ç ÷ ÷ ç ç 1 0,77L 1 0,38 1 L 1 ÷ ÷ êç1- 0,67L ç ) ( ç ç ç ÷ ÷  t÷ t êç  ÷ ç  ÷çç  ç ÷÷øø÷÷úú ççè {0,44} ø÷ êëèç {0,11} ø÷ çè {0,08} ø÷çè {0,13} èç û .

æ ö÷ ç ÷÷ y los valores entre llaves son los errores estándar estidonde et ~ iGED çç1,37 çç  ÷÷ è{0,07}ø mados.

De acuerdo con la tabla 4, y al considerar los criterios de información de Schwarz (1978), Rissanen (1978), Hannan y Quinn (1979), Akaike (1973, 1974), el modelo propuesto parece ser mejor con respecto al modelo considerado de manera inicial (ver tabla 3), y en general las estimaciones no varían de manera considerable con respecto al modelo inicial. Por otro lado, y de acuerdo con la prueba de Ljung-Box para los residuales estandarizados al cuadrado, existen indicios de que el modelo propuesto en el proceso de volatilidad es adeado al capturar la estructura de auto-correlación. En el gráfico 9 se presentan las funciones de auto-correlación estimadas para los residuales estandarizados y sus transformaciones. Al observar las funciones de auto-correlación estimadas para los residuales estandarizados y sus transformaciones, presentadas en el gráfico 9, se evidencia que el modelo propuesto parece capturar de manera adecuada toda la estructura de auto-correlación del proceso de retornos del IGBC, tanto en media como en varianza condicional. Sin embargo, a simple vista pareciera que algunas autocorrelaciones para los residuales estandarizados y los residuales estandarizados al cuadrado fueran significativas. Para evaluar esta significancia, en el gráfico 10 se presentan las pruebas de Ljung-Box y McLeod-Li para los residuales estandarizados. De acuerdo con el gráfico, se puede observar que ambas pruebas indican que las auto-correlaciones estimadas, tanto para los residuales estandarizados como para los residuales estandarizados al cuadrado, en conjunto, no son estadísticamente 32

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significativas hasta el rezago cien. Esto refuerza el hecho de que el modelo propuesto captura de manera adecuada toda la estructura de auto-correlación del proceso de retornos del IGBC. Gráfico 9. (a) Función de autocorrelación para los residuales estandarizados, (b) función de autocorrelación para los residuales estandarizados al cuadrado, y (c) función de autocorrelación para los valores absolutos de los residuales estandarizados

Fuente: elaboración propia

El gráfico 11 presenta los residuales del modelo estimado. En el panel (a), se observa que la distribución de los residuales estandarizados es simétrica alrededor de cero y es menos leptocúrtica que la distribución de los datos originales (retornos del IGBC). Además, y de acuerdo con Hsieh (1989), cuando la varianza condicional se encuentra especificada de manera correcta, el exceso de curtosis en los residuales estandarizados no puede exceder el exceso de curtosis en los residuales no estandarizados. Para este caso, la estimación del exceso de curtosis presentado en los residuales no estandarizados es igual a 12,72, que comparado con el exceso de curtosis para los residuales estandarizados igual a 2,77, indica que el modelo se encuentra bien especificado. Por otro lado, y de acuerdo con el panel (b), la gran mayoría de los residuales estandarizados se encuentra dentro de dos errores estándar, y muestran una gran homogeneidad, aparte del residual estandarizado presentado al inicio de la serie6. También, se observa que el modelo propuesto 6

Este residual se presenta exactamente el 16 de noviembre de 2001, fecha muy similar a la observación considerada anteriormente. Este comportamiento, nuevamente se debe a que la observación se encuentra muy cercana del inicio de la serie, donde no existe mucha información histórica del proceso, lo que hace que el modelo sea incapaz de capturar el comportamiento para esta fecha.

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captura de manera adecuada la dependencia de segundo orden observado en el proceso de retornos del IGBC; el hecho estilizado de volatilidad por agrupamiento ya no se encuentra presente. Gráfico 10. (a) Prueba de Ljung-Box para los residuales estandarizados, y (b) prueba de McLeod-Li para los residuales estandarizados. Ambas pruebas se realizan hasta el rezago cien

Fuente: elaboración propia

Adicional al análisis anterior, a continuación se prueba mediante el test BDS de Brocky otros (1996) si aún existe evidencia de relaciones no lineales en los residuales estandarizados. Los resultados para esta prueba son presentados en la tabla 5. Tabla 5. Prueba BDS para los residuales estandarizados. Las celdas de la tabla representan los valores p para distintos valores de m y  m*

2 3 4 34

ò para puntos de cierre 0,50

0,61 0,40 0,36

1,00

0,95 0,66 0,51

1,51

0,72 0,94 0,84

2,01

0,38 0,45 0,63 Universidad de Medellín


Prueba de eficiencia débil en el mercado accionario colombiano

m*

5 *

ò para puntos de cierre 0,50

0,35

1,00

0,42

1,51

0,75

2,01

0,79

Dimensión de integración Fuente: elaboración propia

Gráfico 11. (a) Histograma de los residuales estandarizados con densidad kernel estimada (línea continua) y densidad bajo la hipótesis de normalidad (línea punteada). (b) Serie de residuales estandarizados con intervalo de variabilidad ( ±2 errores estándar)

Fuente: elaboración propia

En la tabla 5 se observa cómo para diferentes dimensiones de integración, y para diferentes puntos de cierre, la prueba BDS no encuentra evidencia suficiente como para rechazar la hipótesis nula de que los errores estandarizados son variables aleatorias independientes e idénticamente distribuidas, lo que consolida el hecho de que el modelo propuesto es adecuado. En el gráfico 12 se puede observar el buen desempeño del modelo estimado, ya que al considerar la estimación del proceso de media condicional, la volatilidad condicional exhibida en los residuales no estandarizados queda estimada de manera Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 15-44 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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adecuada (ver panel c). Cabe resaltar que el modelo propuesto también captura de manera correcta los eventos de mayor impacto histórico en el IGBC. En resumen, el modelo propuesto, en términos de la media condicional, indica la existencia de dos posibles fuentes de predictibilidad. Por un lado, la existencia de memoria corta con la presencia de una componente auto-regresiva de orden uno, y por el otro, la existencia de memoria a largo plazo. De esta forma, la hipótesis de martingala en diferencias en los retornos del IGBC se rechaza, y por lo tanto también la hipótesis de eficiencia del mercado en su forma débil. Cabe señalar que en este caso esta hipótesis es rechazada bajo el supuesto de que no existen costos de transacción, también que por parte de los participantes del mercado existe una neutralidad hacia el riesgo, y que la información del mercado puede ser obtenida sin ningún costo. Gráfico 12. (a) Estimación del proceso de media condicional mt , (b) varianza condicional estimada sˆ t2 , y (c) residuales no estandarizados con bandas de variabilidad ( aˆ t ± 2sˆ t )

Fuente: elaboración propia

5. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES En este trabajo, se consideró la modelación de los retornos del IGBC. El proceso generador de estos parece obedecer, en media condicional, a un proceso autorregresivo de orden uno con una estructura de dependencia a largo plazo. Esto índica 36

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Prueba de eficiencia débil en el mercado accionario colombiano

que la hipótesis de martingala en diferencias, y por tanto, la hipótesis de eficiencia débil no se cumplen. En cuanto a la varianza condicional, el proceso obedece a un modelo hiperbólico-asimétrico-generalizado autorregresivo condicionalmente heterocedástico (HYAGARCH), el cual considera una estructura de dependencia a largo plazo, además del efecto de asimetría (leverage) encontrados en las series financieras. Dado que la hipótesis de eficiencia de mercado constituye la piedra angular de la teoría cuantitativa de mercados de capitales, es poco probable un rechazo inmediato y absoluto de la teoría. De esta manera, y de acuerdo con Spanos (1995), la experiencia en la modelación econométrica sugiere que es necesario más evidencia confiable que dé soporte a los resultados obtenidos, ya sea dentro del mercado colombiano (al comprobar la hipótesis también para los diferentes títulos que conforman el mercado) o en mercados emergentes similares (por ejemplo, los latinoamericanos). También es importante considerar el efecto que pueda tener los pocos años de existencia de la Bolsa de Valores de Colombia mediante factores como el tamaño de muestra, el número de sociedades cotizadas, la débil dispersión del capital, entre otros. Además, hay que considerar que en este trabajo, la hipótesis débil de eficiencia de mercado es rechazada bajo el supuesto que no existen costos de transacción, que por parte de los participantes del mercado existe una neutralidad hacia el riesgo, y que la información del mercado puede ser obtenida sin ningún costo. Por tanto, sería interesante plantear una metodología que incluya estos aspectos y así mejorar este tipo de investigaciones. Por otro lado, en este trabajo se emplean solo métodos paramétricos para la modelación de los retornos. Sería también interesante utilizar métodos más flexibles que permitan capturar dináminas más generales como los semiparamétricos propuestos por Engle y González-Rivera (1991) y los no paramétricos como los de Fan y Yao (2005) para efectos de la modelación. BIBLIOGRAFÍA Akaike, H. (1973). Information Theory and An Extension of the Maximum Likelihood Principle. En: B. N. Petrov, F. Csaki, B. N. Petrov, y F. Csaki (Edits.), 2nd International Symposium on Information Theory. Budapest, AkademiaiKiado, pp. 267-281. Akaike, H. (1974). A New Look at the Statistical Model Identification. En: IEEE Transactions on Automatic Control, Vol. 19, N.° 6, pp. 716-723. Andreou, E.;Pittis, N. ySpanos, A. (2001). On Modelling Speculative Prices: The Empirical Literature.En: Journal of Economic Surveys, Vol. 15, N.° 2, pp. 187-220. Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 15-44 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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César A. Ojeda Echeverri - Elkin A. Castaño Vélez

ANEXOS Anexo A. Paquetes de R utilizados en las estimaciones Paquete

Uso

Referencia

xts

Manejo del formato de las fechas

Ryan y Ulrich (2012)

sm

Estimación de densidades bivariadas y contornos Bowman y Azzalini (2010)

mvtnorm

Generación de variables aleatorias bivariadas

Genz y otros (2012)

FinTS

Estimación de la función de Autocorrelación

Graves (2012)

TSA

Prueba de McLeod-Li y cálculo de los coeficienChan y Ripley (2012) tes de curtosis y de asimetría

FitAR

Prueba de Ljung-Box

McLeod y Zhang (2008)

tseries

Prueba de Jarque-Bera y la BDS

Trapletti y Hornik (2012)

Fuente: elaboración propia

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CARACTERÍSTICAS, INCENTIVOS A LA PRODUCCIÓN Y DISPONIBILIDAD A PAGAR POR LECHE ECOLÓGICA EN MEDELLÍN* Recibido: 02 de agosto de 2013 • Aprobado: 15 de mayo de 2014

Alejandra Calderón García** David Tobón Orozco*** Valentina Cardona Nieto**** Gabriel Agudelo Viana***** RESUMEN En este artículo se emplea valoración contingente para evaluar mejoras hipotéticas en la calidad ambiental de la leche, y se encuentra que es posible incentivar su producción, puesto que la disponibilidad a pagar de la demanda estimada en Medellín supera los precios de mercado y los costos de oportunidad de producir leche tradicional, en cuya producción se genera contaminación y degradación de tierras, y hay problemas de control y regulación por los organismos ambientales en Colombia. La lechería ecológica puede hacer parte de los mercados verdes y ser una opción de auto-regulación ambiental al encontrarse un mercado potencial por sus distintos atributos. PALABRAS CLAVE Leche orgánica, incentivos, ambiente y comercio, disponibilidad a pagar, valoración contingente. CLASIFICACIÓN JEL D12, Q01, O30, C15, Q560. CONTENIDO Introducción; 1. Caracterización del sector lechero tradicional; 2. Fundamentos teóricos y experiencias de mercados de leche orgánica; 3. Diferencias de costos entre un sistema convencional y uno ecológico de producción de leche en Colombia; 4. Descripción metodología; 5. Interpretación de los resultados de las encuestas; 6. Conclusiones; Bibliografía; Entrevistas; Anexos. Artículo de investigación financiado por el fondo de apoyo a proyectos de trabajos de grado del CODI- Universidad de Antioquia (2012) y el Grupo de Microeconomía Aplicada. Derivado del proyecto Un Modelo de Equilibrio General con externalidades y restricciones del ecosistema natural, 2011-2012, acta CIC 8733-034-11. Grupo de Microeconomía Aplicada, clasificado A2 (2014) por Colciencias. ** Economista, Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia. Profesional Universitario, Secretaría Distrital de Desarrollo Económico, Bogotá D.C., Colombia. Correo electrónico: alejacalderon21@gmail.com. *** Economista, Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia. Master of Science in Economics, Universidad de Chile, Santiago, Chile. Profesor titular y coordinador Grupo de Microeconomía Aplicada, Facultad de Ciencias Económicas, Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia. Correo electrónico: david.tobon@udea.edu.co. **** Economista, Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia. Gestor wealth management en Protección S.A., Medellín, Colombia. Correo electrónico: valentina.cardonan2@proteccion.com.co. ***** Estadístico, Universidad de Medellín, Medellín, Colombia. Magíster en Estadística, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia. Profesor titular, Facultad de Ciencias Económicas, Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia. Correo electrónico: gagudelo127@gmail.com. *

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Alejandra Calderón García - David Tobón Orozco - Valentina Cardona Nieto - Gabriel Agudelo Viana

CHARACTERISTICS, PRODUCTION INSENTIVES AND THE AVAILABILITY TO PAY FOR ECOLOGICAL MILK IN MEDELLIN ABSTRACT In this article, contingent valuation is used to evaluate the hypothetical improvements of the environmental quality of milk. Results show that it is possible to encourage its production given that the willingness to pay of the estimated demand for Medellin exceeds market prices and the opportunity costs of producing traditional milk, which during its production generates soil pollution and degradation, and where the Colombian environmental regulation units have problems involving regulations and control. Organic dairy can be part of green markets and an option for environmental self-regulation when finding that potential market with as many attributes as this one. KEY WORDS Organic milk, Incentives and trade, Willingness to pay, Contingent valuation JEL CLASSIFICATION D12, Q01, O30, C15, Q560. CONTENT Introduction; 1. Characterization of the traditional dairy sector; 2. Theoretical guidelines and experiences of the organic milk markets; 3. Differences between a conventional and an ecological system for milk production in Colombia; 4. Methodological description; 5. Survey result interpretation; 6. Conclusions; Bibliography; Interviews; Attachments.

CARACTERÍSTICAS, INCENTIVOS À PRODUÇÃO E DISPONIBILIDADE A PAGAR POR LEITE ECOLÓGICO EM MEDELLÍN RESUMO

Neste artigo se emprega valoração contingente para avaliar melhoras hipotéticas na qualidade ambiental do leite, e se encontra que é possível incentivar sua produção, já que a que a disponibilidade a pagar da demanda estimada em Medellín supera os preços de mercado e os custos de oportunidade de produzir leite tradicional, em cuja produção se gera contaminação e degradação de terras, e há problemas de controle e regulação pelos organismos ambientais na Colômbia. A leitaria ecológica pode fazer parte dos mercados verdes e ser uma opção de auto regulação ambiental ao encontrarse um mercado potencial por seus diferentes atributos. PALAVRAS CHAVES Leite orgânico, Incentivos, Ambiente e Comércio, Disponibilidade a pagar, Valoração Contingente. CLASSIFICAÇÃO JEL D12, Q01, Ou30, C15, Q560. CONTEÚDO Introdução; 1. Caracterização do setor leiteiro tradicional; 2. Fundamentos teóricos e experiências de mercados de leite orgânico; 3. Diferenças de custos entre um sistema convencional e um ecológico de produção de leite na Colômbia; 4. Descrição metodologia; 5. Interpretação dos resultados das enquetes; 6. Conclusões; Bibliografia; Entrevistas; Anexos. 44

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Características, incentivos a la producción y disponibilidad a pagar por leche ecológica en Medellín

INTRODUCCIÓN Los consumidores comienzan a preocuparse por la calidad ambiental que, sumada a la identificación de enfermedades transmitidas por alimentos industriales, reduce la confianza en los sistemas convencionales de producción y aumentan la demanda de productos ecológicos, con un crecimiento de 20 % anual promedio desde principios de la década de 1980 según Espinal, Martínez y Espinoza (2005). Los mercados verdes pueden ser una oportunidad económica para productos agrícolas y pecuarios, como la leche; este es el segundo producto orgánico de consumo mundial pero en Colombia no existe el producto, y se ofrece a comercializadoras solo como producto convencional. Desde Murgueitio (1999) se ha mencionado que en Colombia el crecimiento y las consecuencias de la ganadería sobre el ambiente deben cuestionar la manera de hacerla sostenible y productiva, y ayudar a la calidad de vida de las poblaciones rurales. Para Bradford y otros (2006) hoy se habla de producción ecológica de leche como un sistema con responsabilidad social y ambiental, y gracias a trabajos como el de la Federación Colombiana de Ganaderos (FEDEGAN) (2011) se tienen en Colombia análisis técnicos de factibilidad de hacer esta conversión, y aunque es posible la reducción de costos promedio por litro de leche ecológica producida, también se deben contabilizar tiempos de reconversión, menor número de vacas y producción promedio por cabeza en un hato ecológico. Respecto al lado de la demanda, Xia y Zeng (2009) han encontrado disposiciones a pagar por la leche ecológica de 5-10 % de más sobre el precio de la leche normal en Beijing, y Schröck (2011) evidencia que en Alemania es inelástica al precio en compradores habituales. Respecto al ingreso, si bien no puede asimilarse como un determinante de las preferencias en sí mismo, es un condicionante en países en desarrollo, donde se compite con la creciente oferta de sustitutos a muy bajo precio, pero con estándares ambientales malos. En este artículo se mide la factibilidad de incentivar a los productores primarios del sector lechero colombiano para producir leche ecológica, mediante la aplicación de valoración contingente, con el fin de evaluar mejoras hipotéticas en la calidad ambiental de la leche, sobre consumidores potenciales en Medellín. Para el diseño de la encuesta se tuvo en cuenta los fundamentales de los mercados verdes. Con la información obtenida en la encuesta se estima la disponibilidad a pagar (DAP) por leche entera y deslactosada ecológica, y se compara con los costos de oportunidad que enfrentarían los productores de leche al introducir las prácticas ambientales requeridas, obteniendo un diferencial positivo, y que destaca la importancia de proveer información sobre el producto, por ejemplo sobre sus beneficios en la salud y nutricionales, sobre todo a los consumidores de leche tradicional. Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 45-76 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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Alejandra Calderón García - David Tobón Orozco - Valentina Cardona Nieto - Gabriel Agudelo Viana

El trabajo se divide en seis partes: en la primera, se caracterizan las externalidades ambientales que genera la producción lechera, la normativa que las regula y los problemas de implementación en el sector; en la segunda, se esboza el concepto y características de los mercados verdes y la leche ecológica; luego, se muestra el análisis de costos y una comparación entre sistemas convencionales y de producción de leche ecológica en Colombia. En la cuarta, se ilustra la metodología de valoración contingente para un modelo logístico, y se comprueban e interpretan las estimaciones de la DAP. Por último, se concluye. 1. CARACTERIZACIÓN DEL SECTOR LECHERO TRADICIONAL La producción de leche es una de las actividades agropecuarias que representa mayor contaminación: hay efectos sobre el suelo, el agua, el aire, y la biodiversidad —biomasa, ecosistemas y especies—1. Si bien es imposible hablar de una actividad productiva que no cause afectación al ambiente, sí es admisible categorizar sistemas productivos más limpios. Mahecha (2002) plantea que este es el reto al que se enfrenta la ganadería en Colombia, al esperarse que se mantengan los rendimientos productivos por unidad de área. En el caso de los gases de efecto invernadero (GEI) emitidos por las vacas durante la digestión, aunque es improbable eliminarlos, sí es factible reducirlos, ya que dependen en mayor medida de la dieta alimenticia. Una alternativa que plantean Carmona, Bolívar y Giraldo (2005) por sus variados beneficios son los sistemas silvopastoriles (SSP), que combinan la producción ganadera con la de árboles y arbustos. Según Navia (2000), citado en YR (2011), en estos sistemas es posible limitar la emisión de metano, y obtener otros beneficios como la disminución de la degradación de la tierra, mejorar la fertilidad del suelo con incrementos en la materia orgánica y aporte de nitrógeno, control de condiciones ambientales adversas (vientos, excesiva temperatura, evaporación del recurso hídrico, etc.), sombra y alimento para animales y disponibilidad de productos comercializables como son madereros, frutos, miel, hongos y forrajes, y la protección de la propiedad con cercas vivas en lugar de metálicas y eléctricas. Los SSP se deben combinar con otras actividades para que sean considerados ecológicos; según el Observatorio de Competitividad (2002, p. 2): 1

Hay contaminación a los cauces de agua donde llega el estiércol de los animales, a la atmósfera por los gases que emiten las vacas en la digestión (metano y gas carbónico), por el uso de los químicos como fertilizantes, herbicidas, plaguicidas y fungicidas que lleva el pasto que los animales consumen y que alteran la composición físico-química de estos, los productos de limpieza usados en tanques donde se procesa y guarda la leche y que todos se escurren a los cauces, y en cuanto a las afectaciones producidas por la rotación de las tierras en los hatos, más alta en predios pequeños.

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Características, incentivos a la producción y disponibilidad a pagar por leche ecológica en Medellín La agricultura ecológica se define como un sistema de producción que utiliza insumos naturales y prácticas especiales, como la aplicación de abonos verdes, control biológico, asociación y rotación de cultivos, uso de repelentes y funguicidas a partir de plantas y minerales, entre otras y prohíbe el uso de pesticidas y fertilizantes de origen químico. En tal sentido, se denomina producto ecológico a aquel cuyo proceso de producción se acoge a dichos parámetros y ha sido certificado como tal.

Respecto a Colombia, Espinal, Martínez y Espinoza (2005, p.1) precisan que “la Resolución 0074 de 2002 del MADR establece el término de “sistema de producción ecológica”, pero en general, los términos ecológico, orgánico o biológico son sinónimos”. Y en cuanto a la regulación del sector la estructura institucional encargada de la política ambiental se deriva de la Ley 99 de 1993. Como parte de esta política se crearon las tasas retributivas, concebidas como instrumentos económicos, al cobrar a cada usuario por unidad de sustancia contaminante una cuantía, tal que se interiorice la decisión de contaminar y pagar, o se motive implementar soluciones tecnológicas para evitar el pago de las tasas. En el artículo 42 se menciona: Tasas Retributivas y Compensatorias. La utilización directa o indirecta de la atmósfera, del agua y del suelo, para introducir o arrojar desechos o desperdicios agrícolas, mineros o industriales, aguas negras o servidas de cualquier origen, humos, vapores y sustancias nocivas que sean resultado de actividades antrópicas o propiciadas por el hombre, o actividades económicas o de servicio, sean o no lucrativas, se sujetará al pago de tasas retributivas por las consecuencias nocivas de las actividades expresadas.

Las tasas retributivas y sus valores están reglamentados en el Decreto 2667 2012. Además, existen normas técnicas y de cantidades (comando y control) definidas en el Decreto 3930 de 2010, con lo cual se busca, en teoría, que se vierta solo el 20 % de los residuos contaminantes, y se pague sobre estos la tasa retributiva. Sin embargo, no hay reglamentos concretos de vertimientos para los productores lecheros. Por último, se tiene el Reglamento Técnico de la Producción de Leche (Decreto 616 de 2006), asociado al cumplimiento de parámetros técnicos que afectan la calidad de la leche pero no el ambiente. Para precisar el tipo de regulación ambiental en Colombia, según Tobón y Vasco (2011, p. 10): Los instrumentos utilizados para regular externalidades se pueden agrupar en comando y control cuando se trata de restricciones a las emisiones —estándares de desempeño— y restricciones tecnológicas —estándares de diseño—, o de incentivos, como son impuestos, subsidios, transacción de derechos o permisos, y depósitos reembolsables. Su efectividad depende de la posibilidad de medir todos los daños marginales indirectos, bajos costos de transacción de mercado, la posibilidad de definición y protección de derechos de propiedad, la facilidad de implementabilidad, regulación y vigilancia, el apetito fiscal de los estados, y las posibilidades técnicas y Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 45-76 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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Alejandra Calderón García - David Tobón Orozco - Valentina Cardona Nieto - Gabriel Agudelo Viana los costos de usar tecnologías de mitigación. En cuanto a los productos verdes y la responsabilidad social ambiental se pretende explotar la sensibilidad de la demanda por estos productos diferenciados.

El problema concreto en Colombia es que, si bien existe una completa normativa ambiental para este sector, como sostienen Galarza (2009) y la Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia (Corantioquia), la Universidad Nacional y la Universidad de Antioquia (2012), hay problemas de implementación y cumplimiento, es decir, hay resistencia, falta de formalización y evasión, por lo que no se hace inversión en descontaminación ni se pagan los costos sociales que se generan; esto hace referencia a la ineficiencia de la administración y de la gestión de las autoridades ambientales, y la manera como se calcula la tasa retributiva. Ahora bien, el punto de partida de este trabajo es que, aunque la regulación no funcione y haya fallas para hacer cumplir la ley, puede existir una porción de mercado por productos verdes que incentive a que en el sector se cumpla con mejores estándares ambientales. 2.  FUNDAMENTOS TEÓRICOS Y EXPERIENCIAS DE MERCADOS DE LECHE ORGÁNICA Para el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS) (2002) los mercados verdes se definen como aquellos en los cuales los productos son sustentables, y tienen como señal una certificación ambiental: vienen de procesos de producción amigables con el ambiente y con impacto social positivo. Siguiendo a Borregaard y otros (2003) el inicio de este tipo de mercado, el cual comenzó como comercio justo o de impacto social positivo, data de la década de 1970, mientras el comercio con criterios ambientales se promovió una década después. Los productos verdes tienen criterios de clasificación más estrictos, y se denominan así según la normativa que tenga cada país o la respectiva industria. Según el MADS (2005) para que un producto colombiano tenga sello verde debe cumplir con buen uso de los recursos renovables, utilizar materias primas que no sean nocivas para el ambiente, procesos de producción que ahorren recursos y energía y posibiliten reciclar, reutilizar, utilizar materiales biodegradables, entre otros. También importan su lugar de origen, frescura de almacenamiento, empaquetamiento, transporte y favorecimiento de empleo y comercio justos. El MADS (2005) aclara que en Colombia el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial (MAVDT) y el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo (MCIT) crearon el Sello Ambiental Colombiano (SAC) y reglamentaron su uso mediante la Resolución 1555 de 2005. Ahora bien, estos productos no tienen gran cuota de mercado debido a que se espera que tengan costos más altos comparados con uno convencional. Según el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR) (2007), tomando como referencia 48

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el sistema de información del Center for the Promotion of Imports from Developing Countries (CBI), los productos orgánicos pueden presentar un sobrecosto entre 15 y 40 %, asociado a los costos de producción, certificación y comercialización. Además, en América Latina existe un crecimiento importante: la oferta está representada por Argentina, 68 %; Uruguay, 14 %; Brasil, 6 %; Chile, 6 %; Perú, 2 %; Colombia, 2 %; Paraguay, 1 %, y Ecuador, 1 %. El consumo global se concentra en frutos y hortalizas (30 %), lácteos (15 %), cereales (15 %) y carne (10 %). Y los mercados externos de mayor importancia son Estados Unidos y Europa. De acuerdo con Van Hoof, Monroy y Saer (2008) si el sello ambiental está en un producto y este es reconocido como tal, se pueden alterar las motivaciones de los consumidores. Para Toro y Madrid (2012) este valor agregado es una alternativa de mayores ingresos, puesto que cada vez hay mayor demanda de productos que provengan de buenas prácticas ambientales y sociales, y por los que están dispuestos a pagar un precio más alto. Para Brécard y otros (2009), Frey (1999), entre los fundamentos microeconómicos que afectan la decisión de compra de este tipo de bienes sobresalen las motivaciones intrínsecas (obligación moral o altruista con el ambiente, sanciones sociales, mejoras en salud y la preocupación por la calidad del producto en lugar de la cantidad), aunque la aplicación de regulaciones y subsidios puede trasladar la iniciativa de los consumidores al Estado. Tanner y Wolfing (2003) precisan que hay barreras personales asociadas al conocimiento del producto, actitudes específicas (sobre otras características del producto), barreras percibidas y contextuales (convicción que la decisión de compra hace parte del engranaje que impulsa los mercados verdes) o si existen puntos de venta accesibles. Las percepciones sobre la calidad del producto dependen de las características socioeconómicas de los consumidores. Sin embargo, puesto que las cualidades de los productos verdes no son observables se presenta un problema de selección adversa que es resuelto mediante el etiquetamiento del producto (sello verde), pero puede implicar un mayor precio; Mahenc (2008) indica que cuando los consumidores no pueden identificar la calidad ambiental de un producto el precio debe distorsionarse hacia arriba para distinguir su calidad. Un producto verde también se puede clasificar como un bien público impuro, puesto que para consolidarse como producto quienes tienen preferencias por él esperan a que otros lo compren y faciliten el ciclo de vida del producto, para que luego sea asequible a un menor precio, lo cual implica que la provisión que hace el mercado es ineficiente. Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 45-76 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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Respecto al ingreso, si bien no es un determinante de las preferencias en sí mismo, es un limitante a la demanda; de hecho, la DAP (gusto por la calidad) que se quiere estimar podría interpretarse como la sustitución marginal entre ingreso y calidad. Por tanto, los consumidores pueden preferir productos verdes pero demandan estándares ambientales menores por sus restricciones de ingresos. El fenómeno se refuerza por la creciente oferta de sustitutos a muy bajo precio, pero con estándares ambientales malos. 2.1  Leche orgánica De manera simple, según Toro y Madrid (2012) las vacas en producción orgánica reciben una alimentación más saludable; en lugar de cultivos que utilizan agroquímicos y transgénicos, se manejan mejor los residuos contaminantes, y los suelos se presionan menos. Mena (2009) agrega que la leche ecológica contiene menos grasas saturadas, y más omega 3 y ácido linoleico que la tradicional. Xia y Zheng (2009) muestran que los consumidores deciden comprar leche orgánica por la utilidad en salud, además de la percepción sobre riesgos y peligros transmitidos por los alimentos tradicionales, lo cual depende de factores socioeconómicos. Aunque el cuidado por el ambiente influye en el consumo de productos ecológicos es mucho más significativo el aporte a la salud. En Beijing la disposición a pagar por esta leche se concentra en un rango de 5 %-10 % de más sobre la leche normal. Pero allí la mayoría de los hogares están familiarizados con los alimentos verdes, tienen actitudes positivas hacia ellos, y le dan gran importancia a la marca2. La edad, la percepción que tienen de los alimentos verdes y el acceso a la información son los principales factores que influyen en la disponibilidad a pagar. Para Mei, Ling y Hooi (2012) el conocimiento del ambiente, la actitud hacia este, la iniciativa gubernamental y la presión de los grupos de interés influyen sobre la intención de compra del consumidor de productos verdes en Malasia. Y si bien es importante la eco-etiqueta, esta no tiene mayor relevancia en la elección de consumo de estos productos. Schröck (2011) menciona que la leche orgánica representa el 14 % de las ventas en el mercado de alimentos orgánicos alemán. La demanda por leche convencional es elástica, mientras que la de leche orgánica es más inelástica, sobre todo por parte de compradores habituales comprometidos (lado izquierdo del gráfico 1). También las características sociodemográficas influyen en la decisión de compra; en los hogares 2

La emisión de etiquetas falsas hace que los consumidores pierdan confianza en los productos verdes lo cual implica que confíen más en las grandes marcas, porque creen que se controlan con más facilidad por los organismos certificadores.

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donde hay un solo niño hay mayor probabilidad de que compren leche orgánica. Por último, el aumento en la preferencia por la alimentación saludable ha contribuido al crecimiento de la demanda de leche orgánica. Gráfico 1. Comparación de la elasticidad precio por leche orgánica y convencional en Alemania, 2005-2008

Fuente: tomado de Schröck (2011)

3. DIFERENCIAS DE COSTOS ENTRE UN SISTEMA CONVENCIONAL Y UNO ECOLÓGICO DE PRODUCCIÓN DE LECHE EN COLOMBIA En Colombia, la leche orgánica no se vende como tal y no se daría una conversión a sistemas ecológicos con facilidad, pero siguiendo a Márquez (2012; 2011) sí es posible mantener sistemas agroecológicos en el trópico, aunque, como se ha mencionado, se requiera reducir el número de vacas y la producción de leche por vaca en comparación con un sistema convencional. No obstante, ella sugiere que la principal restricción es cultural, al ser los productores con aversión a cambiar sus sistemas de producción, pues se han adaptado a la lechería tradicional en la cual se facilita su venta a los comercializadores-pasteurizadores en lugar de tenerse que arriesgar a vender en el mercado, como ocurre con otros productos agropecuarios. FEDEGAN (2012) menciona el caso de la hacienda San José en Pasto, la cual ha aumentado la productividad incluso con el sistema ecológico en cuanto a rotación de praderas, producción de leche y capacidad de carga, y reducción en el uso de medicamentos, productos químicos de limpieza, pesticidas, herbicidas, etc. Sin embargo, Espinal, Martínez y Espinoza (2005), Pérez y Álvarez (2008) afirman que si bien en la producción de leche ecológica los costos pueden ser menores debido a la no utilización de medicamentos, fertilizantes, fungicidas, insecticidas y venenos químicos, también es cierto que estos pueden aumentar al requerir más vacas por hectárea o mayores precios por litro de leche, costos de certificación y mano de obra en mayor cuantía y especializada. Además, los medicamentos deben ser de origen biológico, a no ser que la normativa obligue a usar determinados Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 45-76 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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medicamentos de origen químico, y se prohíbe el uso de sustancias artificiales para estimular el crecimiento y la reproducción del ganado, lo que puede aumentar los costos en comparación con los sistemas convencionales. Además, se consideró la opinión de algunos productores de leche en San Pedro de los Milagros (Antioquia), sobre sus métodos de producción y qué tan dispuestos estarían a realizar la reconversión de la finca y a ofrecer leche ecológica. Estos se muestran interesados, aunque en general poco conocen sobre leche ecológica a pesar de haber tenido experiencias con cultivos orgánicos, que prefieren por más baratos y porque mejoran las pasturas de los potreros. Velásquez (2012), quien le vende su producción a la pasteurizadora Colanta, comenta que es muy complicada la producción de leche ecológica en Antioquia por tratarse del trópico y por ser más propensos a los parásitos, y además, porque la prohibición de químicos facilita que los animales mueran. Pero Martínez (2012) y Ospina (2012) son más positivos al reconocer que igual cuentan en el momento con poca asistencia técnica por parte de Colanta, quien les compra toda la leche. Ahora bien, para hacer la comparación de costos se tomó como referencia el análisis de EMPRENDEGAN (2010) sobre la finca El Recreo en Abejorral (Antioquia), productora de leche convencional, similar en extensión a la hacienda San José (30 ha), ecológica, con menores costos operativos, pues el costo de producir un litro de leche entera es $551,51, a precios de 2013, mientras en El Recreo es de $638,74. Sin embargo, en la conversión aparecen otros costos al necesitarse de un período de preparación de terrenos y animales, cercano a seis meses para la producción de leche, según el MADR (2006). Además, si no se dispone de animales ecológicos certificados podrán introducirse animales no ecológicos pero menores de seis meses; si en la tierra se han usado químicos sintéticos, es necesaria una reconversión de dos años en lugar de seis meses. Al hacerse un cálculo conservador, como indica Márquez (2012), el número de vacas se podría reducir a la mitad, al requerirse cercas naturales y espacios para siembra de plantas y leguminosas para el control de plagas y la alimentación balanceadas de las vacas que restan el área de pastos, y se merma la producción promedio de litros de leche por vaca de 16 (promedio nacional) a 143. Obsérvese de la tabla 1, que el productor de leche ecológica (Eco1) encara menores costos operativos (C/L), pero debe sumar los de conversión (C*/L). Los nuevos costos que lo hacen indiferente entre producir leche entera convencional y entera ecológica son C*/Lmax, y se obtienen si se supone que el precio al consumidor final es igual a la DAP encontrada en este estudio ($3112), pero debe compensar el 3

Para el precio de la leche se tiene una referencia definida por el MADR (Resolución 017 de 2012), y el Decreto 616 de 2006 reconoce bonificaciones o reducciones al precio de acuerdo con las calidades higiénicas y composicional de la leche.

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déficit diario de ingresos de $1.018.029,6, o sea, $1001,8 por litro. Por otro lado, los costos de conversión mínimos requeridos ($87,23) se calculan como el diferencial entre los costos operativos de leche convencional y de leche ecológica observados, es decir, como un costo de oportunidad equivalente asociado a las adecuaciones que deben hacerse y compensan la reducción de costos operativos que se obtiene al producir leche ecológica en la finca San José. Tabla 1: Costos leche entera finca San José (Eco) frente a El Recreo (Conv.) Ha   V   L/V Eco

30 60

L Total

C/L

C*/L C*/Lmax CT./L

840 551,51 87,23

Eco 1 30 60 14 840 551,51 Conv 30 120 16 1920 638,74

638,74

CT

Utilidad

Déficit Sobreprecio

870 730800

194258,4

249760,8

297,33

1001,83 1553,34 1304810,4 870 730800

–574010,4

1018029,6

1211,94

638,74 1226380,8 870 1670400

444019,2

0

536541,6

P. Prod. Ingreso

C=Costos, C*: Costos en período de conversión, CT: Costo total [CT=(C+C*)/L], P. Prod: Precio que recibe el productor del comercializador.

Fuente: elaboración propia

De la tabla 2 se tiene que el máximo precio que debe recibir el productor por litro de leche ecológica es de $2081,94, en comparación con los $870 actuales que obtiene del pasteurizador, para compensar el déficit obtenido con C*/Lmax. Ahora bien, es exagerado tener este costo de oportunidad de referencia; por ejemplo, si se asume un período de conversión de ciento veinte días (seis meses), y se mantiene la producción diaria en 840 litros ($730.800 diarios), se dejarían de producir 841.542 litros y con ellos los costos de oportunidad serían de $100.985.040 para todo el periodo, y $841.542 por día, lo cual también es excesivo para una finca de 30 ha. Por tanto, hay señales para indicarle al productor que los costos de oportunidad por litro producido no pueden ser tan altos, y que para la DAP estimada hay incentivos reales para producir leche ecológica. Tabla 2: Precio producción requerido leche entera ecológica Eco Eco 1 Conv

P. Prod. Requerido Comercialización 1167,33 1030 2081,94 1030 870 1030

Precio F 2197,33 3111,94 1900

DAP* 3111,94

Comerc: Costo comercialización imputado a Colanta. Precio F: Precio final.  DAP:Disponibilidad a pagar estimada. Fuente: elaboración propia

4. DESCRIPCIÓN METODOLOGÍA La valoración contingente (VC) facilita simular un mercado hipotético para la leche ecológica, en el cual los consumidores pueden expresar su valoración por los atributos del bien y revelar su disponibilidad a pagar. El cambio en el bienestar se Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 45-76 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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estima al comparar dos funciones de utilidad indirecta: se obtiene un valor ex ante aún si el cambio no ha ocurrido, y se encuentra tanto la máxima disponibilidad a pagar (Mdap) como la mínima disposición a ser compensado (Mdac) si se trata de medir el impacto de un cambio negativo; aquí se emplea la Mdap. El punto de partida es suponer una función U que represente las preferencias del consumidor, de forma general:

U = U(J,P, Y, S) (1) Sea:

J: Indica la existencia del bien o servicio. J=1 si el consumidor está Dispuesto a Pagar (DAP) un monto determinado por su provisión. Si J=0 no está DAP. P: Precio de los bienes. Y: Ingreso. S: Características socioeconómicas. Pero como no se conoce la función U directa entonces se iguala a su valor esperado, la función indirecta V representa la parte que se puede conocer de la utilidad, así:

U = U(J,P, Y, S) = V (J,P, Y, S) + e

(2)

Donde ε es el término de error, tal que E(e) = 0 La no provisión del bien genera una utilidad V0 = V0 (0, P, Y, S) + e0 . Y si el

mercado provee el bien: V1 = V1 (1, P, Y, S) + e1 .

Se espera que la provisión genere mayor utilidad, en este caso, bajo el supuesto de que la leche ecológica proporciona mayor bienestar; por tanto:

V1 = V1 (1,P, Y, S) + e1 ³ V0 = V0 (0,P, Y, S) + e0

(3)

Si lo anterior se cumple, se provee el bien; de lo contrario el consumidor no estará dispuesto a pagar un monto adicional. Sea A la cantidad de dinero que él estaría dispuesto a ceder para obtener los beneficios de la leche ecológica. Esta disponibilidad está limitada por su capacidad de pago, es decir: 0 £ DAP £ Y . Si se define C como su máxima disposición a pagar: C = C(J,P, Y, S) , el consumidor estará dispuesto a pagar por la leche ecológica 54

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siempre y cuando A sea inferior a C, y “No” en caso contrario; solo si A < C, el consumidor acepta pagar A para mantener la provisión del bien, y su utilidad será entonces: V1 = V1 (1,P, Y - A, S) + e1 . Entonces:

V1 = V1 (1,P, Y - A, S) + e1 ³ V0 (0,P, Y, S) + e0

(4)

Se supone que los errores son variables aleatorias, independientes e igual distribuidas. Al despejar de (4) se tiene que:

V1 (1,P, Y - A, S) - V0 (0,P, Y, S) ³ h

De donde h = e0 - e1 equivale a los errores de estimación y V1 - V0 = DV , entonces: ∆V ≥ h

(5)

Por tanto: Pr (el entrevistado responda que “Sí” está DAP)= Pr (DV ³ h ) = F (DV ) F es la función de probabilidad acumulada, se supone que distribuye normal (Probit) o logística (Logit). De acuerdo con Fernández y Pérez (2005, p. 5), en este trabajo se usará Logit por estar más acorde con la distribución de los residuales y tener unas colas más pesadas; además, sirve cuando se necesita predecir un resultado binario (en este caso, de la preferencia o no por la leche ecológica) y se asume que existen varios factores que pueden incidir sobre tal resultado. La función logística relaciona la variable dependiente Yt con las variables independientes X1, X2, ..., X k a través de la siguiente ecuación:

Yt =

1 + mt (6) 1 + e-zt

Yt puede tomar valores de cero y uno, zt es el Scoring logístico, z = b0 + b1X1 +¼+ bk X k, o de forma matricial: z = b X, y mt es una variable

aleatoria que distribuye N(0,s 2 ) .

5. INTERPRETACIÓN DE LOS RESULTADOS DE LAS ENCUESTAS La VC se fundamenta en información recolectada por encuestas a grupos de usuarios con representatividad estadística, e indaga por la disposición a pagar Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 45-76 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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(DAP) por el bien ofrecido, en este caso leche ecológica. No obstante, Osorio y Correa (2004) listan los sesgos más comunes en estos estudios: de información (debido a la poca información que puede tener el encuestado respecto al efecto que tendrá su DAP sobre la decisión derivada del estudio), punto de partida (surge de la pregunta dicotómica de doble límite, ya que el valor inicial que se toma como base puede determinar la respuesta final obtenida), del entrevistador (presión que puede ser voluntaria o involuntaria) y estratégico (cuando los entrevistados buscan modificar la decisión de pago, al reportar valores de DAP diferentes a su utilidad marginal real). Con el fin de reducir al máximo estos sesgos y corregir errores en los cuestionarios se realizaron 25 pruebas piloto. En estas se pudieron identificar dos tipos de leche con mayores consumos: leche entera y deslactosada, por ello la pregunta sobre la DAP depende del tipo de leche consumida. Asimismo, se efectuaron cuatro tipos de encuestas, que preguntan por diferentes disposiciones de pago de forma aleatoria con el fin de reducir los sesgos de la puja inicial. A los encuestados se les describieron las características de la leche ecológica, y tras un juego iterativo que busca un simple Sí/No, se realizó una pregunta abierta sobre la máxima DAP por un litro de leche ecológica4. La población estuvo constituida los hogares de estratificación socioeconómica 4, 5 y 6 de Medellín. Según la Encuesta de Calidad de Vida (2011), hay 78 514 hogares de estrato 4 (medio), 58 132 de estrato 5 (medio-alto) y 31.190 de estrato 6 (alto), para un total de 167 836 hogares. La fórmula empleada para definir el tamaño muestral de una población finita es:

4

n=

n0 (7) 1 + n0 N

Se pregunta así: ¿Usted estaría dispuesto a pagar “$A” para que exista el bien en el mercado?, y se sigue un juego iterativo. El precio inicial se aumenta para contrastar si el encuestado seguiría de acuerdo en pagarlo y así hasta que declare que “No” está dispuesto a pagar el aumento adicional. Se sugiere que el segundo precio esté comprendido en un intervalo más largo respecto al anterior, para que el encuestado llegue a responder “No”. La última valoración aceptada es la máxima DAP. Esto hace que el modelo sea dicotómico de doble límite.

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é z(1- a 2 ù ú , p la probabilidad de N es el tamaño del universo y n0 = p (1- p) ê êë úû d ocurrencia y d, el error máximo de estimación. Este cálculo arroja una muestra de 304 para un p-valor del 0,5 %, un nivel de significancia de 97 % y un margen de error de 6,26 %, que es la que se aplicó5. Las pruebas de adecuación del primer modelo, que estima la probabilidad de consumir leche ecológica entera indican que es función de las variables independientes significativas6: P.4 ¿Ha oído hablar de productos ecológicos? 7 P.10 ¿Cuántos litros de leche se consumen en el hogar a la semana?8 P.11 ¿Qué tipo de leche se consume en su hogar en mayor proporción?9 P.14.TOTAL.MAX ¿Cuánto es su máxima DAP por un litro de leche ecológica? P.16 ¿Cuál es la principal razón por la que le interesa la leche ecológica?10 SDP.9 ¿Cuánto pueden sumar sus gastos mensuales?11 Al relacionar la variable Máxima DAP con cada una de las variables significativas, se obtiene que de los hogares encuestados el 81,3 % ha oído hablar de productos ecológicos, el 42,8 % consumen entre uno y cinco litros de leche a la semana. Además, un 41,4 % consume en mayor proporción leche entera, 35,5 % consume leche deslactosada y el restante otro tipo de leche (descremada, semideslactosa, semidescremada, mixta); de hecho quienes consumen leche deslactosada están dispuestos a pagar un precio más alto ($3720,37) por la leche ecológica en comparación con los consumidores de leche entera ($2921,43). Asimismo, la razón principal por la que les interesa la leche ecológica es por salud (62,8 %) y son los que están Las tablas y gráficos siguientes están basados en la encuesta aplicada, y el modelo econométrico se trabajó en el software SPSS. El lector interesado en la base de datos puede solicitarla a la dirección electrónica: david.tobon@udea.edu.co. 6 Las otras variables no significativas son: Realización de actividades de cuidado y conservación del ambiente, consumo de productos con sello ecológico, edad, sexo, grado de educación, ocupación e ingresos mensuales aproximados del hogar. 7 Las variables P.10, P.11, P.16 y SDP. 9 fueron categorizadas para facilitar su análisis, mientras que P.4 es dicotómica y SDP 9 se tomó como pregunta abierta. 8 Esta variable se ubica en tres intervalos, debido a los pocos casos que se presentaban en algunas opciones, así: 1. Entre 1-5 litros de leche a la semana. 2. Entre 6-10 litros. 3. Más de 11 litros. 9 Las opciones en esta pregunta se agruparon así: 1. Hogares que consumen leche entera en mayor proporción, 2. Consumen otros tipos de leche, 3. Consumen leche deslactosada. 10 Las respuestas se agruparon en: 1. Si al hogar le interesa la leche ecológica por salud, 2. Por sostenibilidad ambiental, 3. Propiedades nutricionales, 4. Otras razones. 11 El gasto está representado en dos categorías: 1. Menos de 2’000.000, 2. Más de 2’000.000. 5

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dispuestos a pagar más ($3432,46 pesos) (tabla 3). Para el 21,7 % la razón principal es por sostenibilidad ambiental, el 8,2 % por propiedades nutricionales y el 7,2 % por otras razones (le gustan los cambios o tiene los recursos para pagar un sobreprecio por el producto). Tabla 3: DAP y razón principal para consumir leche ecológica entera P. 16.a ¿Cuál es la razón principal por la que le interesa la leche ecológica?

Media

N

Desv. típ.

% del total deN

1. Salud

3432,46

191,00

1236,16

0,63

2. Sostenibilidad ambiental

3319,70

66,00

1439,90

0,22

3. Propiedades nutricionales

3384,00

25,00

836,00

0,08

4. Otros

1590,91

22,00

1173,48

0,07

Total

3270,72

304,00

1332,94

1,00

Fuente: elaboración propia

Tabla 4: Variables modelo de regresión leche ecológica entera (1) B P _ 4(l¡: Ha oído hablar de productos ecológicos

4,05 1,50 7,24 1,00 0,01

P _ 10 _ a: Litros de leche que se consumen en el hogar a la semana

57,15

9,57 2,00 0,01

P _ 10 _ a(l): Entre lyS litros

1,23 0,90 1,85 1,00 0,17

3,42

P _ l0 _ a(2): Entre 6 y 10 litros

3,93 1,28 9,46 1,00 0,00

51,05

P _ ll _ a: Tipo de leche que se consume con mayor proporción Paso la

E.T. Waid gl Sig. Exp(B)

29,03 2,00 0,00

P _ ll _ a(l): Leche Entera

11,66 2,26 26,54 1,00 0,00 116041,04

P _ ll _ a(3): Otro tipo de leche

11,89 2,28 27,28 1,00 0,00 145248,79

P _ 14 _ Total _ Máx: Máxima disposición a pagar por un litro 0,00 0,00 8,98 1,00 0,00 de leche entera ecológica P _ 16a: Razón principal por la cual consumiría leche ecológica

1,00

12,35 3,00 0,01

P _ 16a(l): Salud

5,24 1,56 11,28 1,00 0,00

188,91

P _ 16a(2): Sostenibilidad ambiental

4,37 1,89 5,33 1,00 0,02

78,65

P _ 16a(3): Propiedades nutricionales

6,75 2,11 10,21 1,00 0,00

853,68

SDP _ 9 _ b(l): Gastos aproximados mensuales del hogar

1,80 0,98 3,43 1,00 0,06

6,08

-17,44 4,00 19,01 1,00 0,00

0,00

Constante

a. Variable(s) introducida(s) en el paso 1: P _ 4, P _ 10 _ a, P _ ll _ a, P _ 14 _ Total _ Máx, P _ 16a, SDP _ 9 _ b. B es el coeficiente estimado, E.T. el error estándar y gl los grados de libertad.

Fuente: elaboración propia

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Características, incentivos a la producción y disponibilidad a pagar por leche ecológica en Medellín

La tabla 4 muestra los estimados y las pruebas individuales, es decir, H0 : b = 0 vs. H1 : b ¹ 0 . El test de Wald comprueba la significancia de todos los parámetros con un p-valor < 0,05, excepto SDP _ 9 _ b(1) (gasto) que puede tolerarse con un p-valor < 0,07. Los coeficientes B son positivos, por lo que la probabilidad de que los hogares estén dispuestos a pagar por leche entera ecológica incrementa12. En el grupo de consumidores que no ha oído hablar de productos ecológicos, los que han oído hablar (P _ 4(1)) tienen 57,15 veces más posibilidades de consumir leche ecológica. En el grupo de quienes no consumen leche, los que consumen entre 1 y 5 litros tienen 3,42 veces más probabilidades de consumir leche ecológica. De manera análoga para los que consumen entre 6 y 10 litros, estos tienen 51,05 veces más probabilidades de consumir leche ecológica, a medida que más se consume leche en la semana más probabilidad se tiene de consumir leche ecológica. Y para el grupo de consumidores por el tipo de leche que se consume con mayor proporción (No Consume), existen 116.041,04 y 145.248,79 veces más de probabilidades de consumir leche ecológica para las categorías Leche entera y Otro tipo de leche. En el caso de la variable categórica Razón principal por la cual consumiría leche ecológica (Otra razón), frente a Salud, Sostenibilidad ambiental y Propiedades nutricionales, se tienen 188,91, 78,65 y 853,68 veces más de probabilidad de consumir leche ecológica. Para interpretar los coeficientes relacionados con la Gastos aproximados mensuales del hogar, se debe usar un mecanismo que permita medir el cambio que ocurre en los logit o en las posibilidades, por cada unidad en la que se incrementan los gastos. Una forma es derivar la función, otro medio es obtener el cociente entre las posibilidades en los gastos y gastos+1. El segundo resulta, en general, más sencillo, y se obtiene aquí una función creciente en los gastos. En la tabla 5 se encuentra que el modelo clasificó bien (97 %) al comparar lo observado con lo pronosticado: de 106 + 2 hogares que no están dispuestos a pagar el 98 % no están dispuestos en el pronóstico; de 189+7 hogares dispuestos a pagar el 96,4 % está pronosticado dispuesto.

Para interpretar los resultados se advierte que los niveles de referencia para la variable cualitativa P _ 4(1) es si No ha oído hablar de productos ecológicos, para P _ 10 _ a y P _ 11 _ a si No consume leche y Ningún tipo de leche, y para P _ 16a Otra razón por la cual consumiría leche ecológica.

12

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Alejandra Calderón García - David Tobón Orozco - Valentina Cardona Nieto - Gabriel Agudelo Viana Tabla 5: Clasificación disponibilidad a pagar por leche ecológica entera (1) Pronosticado P.14.E ¿Estaría dispuesto a pagar por la leche ecológica entera?

Observado

Paso 1

P.14.E ¿Estaría dispuesto a pagar por la leche ecológica entera?

Porcentaje correcto

0. No

l.Si

0. No

106

2

98,1

l.Si

7

189

96,4

Porcentaje global

97,0

Fuente: elaboración propia

En el anexo 2 se incluyen las pruebas de significancia, ajuste y robustez de los modelos, estas son las de Omnibus, Hosmer y Lemeshow (H-L), R2, Cox y Snell, y el gráfico de la distribución logística estimada. En el modelo dos se tomó como variable dependiente la disponibilidad a pagar por leche deslactosada ecológica, pero solo se incluyeron las variables significativas: cantidad de litros de leche consumida en el hogar semanales (P _ 10 _ a), tipo de leche comprada en mayor proporción (P _ 11 _ a) y lo máximo que estarían dispuestos a pagar (P _ 14 _ Total _ Máx). Tabla 6: Variables modelo de regresión leche ecológica deslactosada (2)

B

Paso la

E.T.

PlOa: Litros de leche que se consumen en el hogar semanales

Waid

gl

Sig.

9,82

2

0,01

I.C. 95% para EXP(B)

Exp (B)

Inferior Superior

P _ 10 _ a(l): Entre I y 5 litros

2,46

0,88

7,88

1

0,01

11,64

2,10

64,66

P _ 10 _ a(2): Entre 6 y 10 litros

2,19

0,97

5,08

1

0,02

8,96

1,33

60,27

38,41

2

0

P _ ll _ a(2¡: Otros tipos de leche

–24,12 3424,85 0,00

1

0,99

0

0

P _ ll _ a(3¡: Deslactosada

–7,43

1,20

38,41

1

0

0,00

0

0,01

P _ 14 _ Total _ IVIáx: Máxima disposición a pagar por un litro de ¡eche deslactosada ecológica

0,00

0

4,06

1

0,04

1,00

1

1,00

Constante

–0,84

0,88

0,93

1

0,34

0,43

P _ l la: Tipo de leche que se consume en su bogaren mayor proporción

a. Variable(s) introducida(s) en el paso 1: P 10 a, P 11 a, P 14 Total Max.

Fuente: elaboración propia

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Características, incentivos a la producción y disponibilidad a pagar por leche ecológica en Medellín

La columna del test de Wald (tabla 6) confirma que las variables son significativas con un p-valor < 0,05, excepto otros tipos de leche. Los coeficientes B muestran que cuando son positivos se incrementa la probabilidad de disponibilidad a pagar por leche ecológica deslactosada, sobre todo en los que consumen entre 1-5 litros. Al interpretar el coeficiente en términos de un efecto multiplicativo, por un incremento de una unidad en los que toman entre 1-5 y 6-10 litros a la semana hay un alto efecto en la razón de probabilidad (11,643 y 8,96), en comparación con la variable máxima disponibilidad a pagar (1,00). El tipo de leche consumida no tiene impacto marginal positivo en la probabilidad. En la tabla 7 se observa que el modelo clasificó bien (97 %): de 198+8 hogares que no están dispuestos a pagar por un litro de leche deslactosada el 96,1 % se prevé como no dispuestas. Asimismo, discriminó que de 1+97 hogares dispuestos a pagar el 99 % se estima como dispuestos. Tabla 7: Clasificación disponibilidad a pagar por leche ecológica deslactosada (2) Pronosticado P.14.D ¿Estaría dispuesto a pagar por la leche ecológica deslatosada?

Observado

Paso 1

P.14.D ¿Estaría dispuesto a pagar 0. No por la leche ecológica deslactosada? l. Si

Porcentaje correcto

0. No

l.Si

198

8

96,1

1

97

99

Porcentaje global

97

El valor de corte es 0,50 Fuente: elaboración propia

Por último, siguiendo a Valencia, Tobón y Becerra (2007), como se han modelado distribuciones logísticas para los errores de estimación η , luego de encontrados η αˆ , S − βˆ A , αˆ , los estimados αˆ y βˆ , se puede predecir la DAP. Teniendo que= es el vector de coeficientes asociados al conocimiento del producto y el consumo , de leche, y βˆ , la utilidad marginal del gasto, entonces A = αˆ S / β . Se estimó que los consumidores están dispuestos a pagar hasta $3.112 pesos por un litro de leche entera (primer modelo) y $3.791 pesos por la leche ecológica deslactosada. 6. CONCLUSIONES La lechería ecológica es una alternativa para reducir la contaminación provocada en sistemas de producción tradicionales y mejorar las calidades nutricionales de la leche. Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 45-76 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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Alejandra Calderón García - David Tobón Orozco - Valentina Cardona Nieto - Gabriel Agudelo Viana

Basados en el ejercicio empírico, puede afirmarse que existe un mercado potencial para la leche ecológica, con unas disponibilidades a pagar promedio en la encuesta de 3720 y 2921 para las leches ecológicas deslactosada y entera, y estimadas de 3791 y 3112. De este mercado potencial hacen parte los consumidores habituales de leche y quienes tienen mayores gastos, y la estrategia de comercialización más adecuada es proveer información sobre las características del producto y los beneficios en salud y nutricionales. Las DAP encontradas permiten compensar los costos requeridos para la conversión y reducción de la cantidad producida de leche. Este mercado potencial si bien cubriría solo un porcentaje menor de la demanda total de leche, alinearía los incentivos entre las dificultades de aplicar la regulación ambiental al sector y motivar una producción más sostenible. Los mayores problemas para la reconversión de una ganadería convencional por una ecológica son la falta de disposición de los productores, por su resistencia al cambio, y la poca información sobre estos mercados. Este trabajo ayuda a tener información más precisa sobre los costos de oportunidad de encarar la reconvención. Por último, no se puede ignorar la restricción dada por el monopsonio en la compra de la leche líquida en Colombia por parte de pasteurizadoras como Colanta, Alpina, Alquería, Parmalat, Proleche, y la prohibición que tienen los productores de vender leche cruda, por lo que la introducción de un nuevo producto en el mercado debe contar con la asistencia de estas comercializadoras. BIBLIOGRAFÍA Borregaard, N., Dufey, A., Geisee, G. y Ladrón de Guevara, J. (2003). Mercados verdes. Oportunidades prometedoras y desafiantes. [En línea] Centro de Investigación y Planificación del medio ambiente (CIPMA) y Recursos e investigación para el Desarrollo Sustentable (RIDES), Santiago (Chile), 171 p., <http://www.cipma.cl/images/stories/mercados-verdes-oportunidades-prometedoras-y-desafiantes.pdf>. [Noviembre 2012]. Bradford, L., Barham, L., Brock, C., y Foltz, J. (2006). Organic Dairy Farms in Wisconsin: Prosperous, Modern, and Expansive. En: PATS Research Report, N.° 16, pp. 1-18. Brécard, D., Hlaimi, B., Lucas, S., Perraudeau, Y. y Salladarré, F. (2009). Determinants of Demand for Green Products: an application to eco-label demand for fish in Europe. En: Ecological Economics, Vol. 69, N.° 1, pp. 115-125. Carmona, J. Bolívar, D. y Giraldo, L. (2005). El gas metano en la producción ganadera y alternativas para medir sus emisiones y aminorar su impacto a nivel ambiental y productivo. En: Revista Colombiana de Ciencias Pecuarias, Vol. 18, N.° 1, pp. 49-63.

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Alejandra Calderón García - David Tobón Orozco - Valentina Cardona Nieto - Gabriel Agudelo Viana Espinal, C., Martínez, J. y Espinosa, D. (2005). La cadena de cultivos ecológicos en Colombia. Una mirada global de su estructura y dinámica 1991-2005. [En línea] Observatorio agrocadenas Colombia, Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. Documento de trabajo N.° 68, pp. 1-28, <http://www.agronet.gov.co/www/docs _ agronet/20051121601 _ caracterizacion _ ecologicos.pdf>. [Junio 2012]. FEDEGAN –Federación Colombiana de Ganaderos (2011). Hacienda San José - Juan Guillermo Luna. En la onda de lo orgánico. En: Carta FEDEGAN, N.° 124, pp. 70-72. Fernández, H. y Pérez, F. (2005). El modelo logístico: Una herramienta estadística para evaluar el riesgo de crédito. En: Revista de Ingenierías Universidad de Medellín, Vol. 4, N.° 6, pp. 55-75. Frey, B. (1999). Morality and Rationality in Environmental Policy. En: Journal of Consumer Policy, Vol. 4, N.° 4, December 1999, Volume 22, Issue 4, pp. 395-417. Galarza, Miguel Ángel (2009). Análisis de la efectividad de las tasas retributivas en Colombia. Estudio de caso. Tesis para optar al título de economista, Facultad de Ciencias Administrativas y Económicas, Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, pp. 49-75. Mahecha, Liliana (2002). El silvopastoreo: una alternativa de producción que disminuye el impacto ambiental de la ganadería bovina. En: Revista Colombiana Ciencias Pecuarias, Vol. 15, N.° 2, pp. 226-231. Mahenc, Philippe (2008). Introducing Greens Goods. En: LERNA Working Papers 08.03.247, Toulouse, LERNA, University of Toulouse, 38 pp. Márquez, Sara (2011). Evaluación de los riesgos ambientales por la aplicación de clorpirifos en zonas de ganadería de leche, en el municipio de San Pedro de los Milagros. Tesis Doctoral, Universidad de Antioquia. Mei, O. J., Ling K. C. y Hooi K. K. (2012). The Antecedents of Green Purchase Intention among Malaysian Consumers. [En línea] International Proceedings of Economics Development and Research [IPEDR], Vol. 38, art. 8, pp. 39-43 http://www.ipedr. com/vol38/008-ICEBI2012-A00014.pdf. [Enero 2013]. Mena, Leticia (2009). Leche ecológica. [En línea] El diario montañés, http://www.eldiariomontanes. es/20090620/sociedad/cantabria-mesa/leche-ecologica-20090620.html. [Noviembre 2012]. Murgueitio, Enrique (1999). Reconversión ambiental y social de la ganadería bovina en Colombia. En: Revista Mundial de Zootecnia, Vol. 93, N.° 2, pp. 2-15. Navia, J. (2000). Agroforestería. [En línea] Centro para el desarrollo agropecuario y forestal (CEDAF), 182 p. <http://www.cedaf.org.do/CENTRODOC/EBOOK/AGROFORESTERIA.PDF>. [Agosto 2014]. Observatorio de competitividad Corporación Colombiana Internacional (2002). Mercado Mundial de ecológicos con énfasis en cacao, panela, banano y frutas promisorias. [En línea] 29 p. <http://www.panelamonitor.org/documents/165/mercado-mundial-de-ecologicos-con-enfasis-en-cacao/> [Enero 2013].

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Características, incentivos a la producción y disponibilidad a pagar por leche ecológica en Medellín Osorio, J. D. y Correa, F. (2004). Valoración económica de costos ambientales: Marco conceptual y métodos de estimación. En: Revista Semestre Económico, Vol. 7, N.° 13, pp. 159-193. Pérez, J. A. y Álvarez, A. (2008). Análisis económico de la producción de leche ecológica. En: Tribuna de Economía, Revista ICE, No 843, pp. 227-240. Schröck, Rebecca (2011). The Organic Milk Market in Germany is Maturing: A Demand System Analysis of Organic and Conventional Fresh Milk in Germany Segmented by Consumer Groups. [En línea] The European Association of Agricultural Economists (EAAE), 12 p. <http://ageconsearch.umn.edu/bitstream/115995/2/Schroeck _ Rebecca _ 186.pdf>. [Enero 2013]. Tanner, C. y Wolfing, S. (2003). Promoting Sustainable Consumption: Determinants of Green Purchases by Swiss Consumers. En: Psychology & Marketing, Vol. 20, N.° 10, pp. 27-39. Tobón, D. y Vasco, C. (2011). Modelo de equilibrio general con externalidades y capital natural. Medellín, Centro de Investigaciones y Consultorías -CIC-, Universidad de Antioquia, 98 pp. Toro, M. y Madrid, J. (2012). Producción de leche orgánica. Una forma de agregar valor desde la finca. En: Revista COLANTA Pecuaria. Revista para el sector lácteo y cárnico, Edición 33, pp. 49-57. Valencia, G., Tobón, D. y Becerra, Y. (2007). Pérdida de bienestar en los pasajeros del transporte aéreo: el caso Alianza Summa en la ruta Medellín-Bogotá. En: Revista Cuadernos de Administración, Vol. 20, N.° 33, pp. 147-179. Van Hoof, B., Monroy, N. y Saer, A. (2008). Producción más limpia. Paradigma de gestión ambiental, cap. 3, Bogotá, Colombia: Alfaomega Grupo Editor y Universidad de los Andes, pp. 1-23. Xia, W. y Zeng, Y. (2009). Consumer’s attitudes and willingness-to-pay for Green food in Beijing. En: Food Control, Vol. 33, N.° 1, pp. 93-104. YR, A. (2011). Sistemas agroforestales como alternativa de manejo sostenible en la actividad ganadera de la Orinoquia Colombiana. En: Revista Sistemas de Producción Agroecológicos, Vol. 2, N.° 1, pp. 103-127. ENTREVISTAS Márquez, Sara (2012). Docente, Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Antioquia. Medellín, 1 de agosto. Martínez, Héctor (2012). Productor finca lechera en San Pedro de los Milagros (Antioquia). San Pedro de los Milagros, 12 de noviembre. Ospina, Humberto (2012). Productor finca lechera en San Pedro de los Milagros (Antioquia). San Pedro de los Milagros, 12 de noviembre. Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 45-76 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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Alejandra Calderón García - David Tobón Orozco - Valentina Cardona Nieto - Gabriel Agudelo Viana Velásquez, Gildardo (2012). Administrador finca productora de la familia García. San Pedro de los Milagros (Antioquia), 10 de octubre.

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ANEXO A

ENCUESTA SOBRE DISPONIBILIDAD A PAGAR POR LA LECHE ECOLÓGICA

Fecha: Día

Mes:

Hora Inicio:

Hora Finalización:

Lugar: 1. 2. 3. Nombre encuestador: Sexo del encuestado: F

M

¿Es usted jefe del hogar?

¿Consumen leche en su hogar?

PRESENTACIÓN Se realiza un estudio para obtener la valoración económica de un nuevo producto en Medellín (“leche ecológica”), con importantes características para la Salud y el Ambiente. El cuestionario es voluntario y la información suministrada será utilizada para fines académicos. Le solicitamos responda con la mayor sinceridad. La encuesta aplica a personas mayores de 18 años y a cargo de las compras del hogar, dura solo 15 minutos. 1. Módulo de percepción P.1 En una escala de 1 a P.2 ¿Cuál de los siguientes temas de P.3 ¿Cree que los produc5 donde 1 significa interés general es el más importos lácteos que consume poco y 5 mucho, tante para Ud.? (Solo una opción). provocan afectaciones al clasifique en qué ambiente? 1. Empleo grado realiza acti2. Seguridad SÍ NO vidades que ayu3. Sostenibilidad Ambiental den al cuidado y 4. Educación conservación del 5. Recreación ambiente. 6. Salud P.4 ¿Ha oído hablar de los productos ecológicos? SÍ

NO

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Alejandra Calderón García - David Tobón Orozco - Valentina Cardona Nieto - Gabriel Agudelo Viana P.5 ¿Cree que un proceso am- ¿Cuáles de estos productos con sello ecológico consume? biental es diferente de un Si no consume ningún producto con sello ecológico, o en alguno proceso ecológico? de los anteriores respondió “NUNCA” diríjase a P. 9. SÍ

NO

P.6 ¿Consume Productos con sello ecológico? SÍ

NO

Siempre

Algunas veces

Nunca

6.1 Frutas y/o Verduras 6.2 Huevos 6.3 Productos de limpieza del hogar 6.4 Productos de aseo personal 6.5 Productos de oficina 6.6 Maquillaje y/o ropa 6.7 Otro. ¿Cuál?

P. 7 ¿Cuál es la razón P.8 ¿Cómo constata que se trata de P.9 ¿Podría por favor indicar principal por la que productos ecológicos? una ÚNICA razón principal consume estos propor la cual no consume 1. Conoce del tema ductos ecológicos? esta clase de productos? 2. Por el sello ecológico 3. Por su sabor 1. Salud 1. No me gustan 4. Por su calidad 2. Calidad 2. Me parecen muy caros 5. Otro. ¿Cuál? 3. No estoy informada de 3. Cuidado y la diferencia con los protección del productos normales, me ambiente da igual 4. Otro. ¿Cuál? 4. Donde merco no los venden 5. Otro. ¿Cuál? P.10 ¿ C u á n t o s l i t r o s P.11 ¿Qué tipo de leche P.12 Usted o alguien de su hogar sufre de: de leche se conconsumen en mayor 12.1 Problemas cardiovasculares  SÍ NO sumen en su hoproporción? gar a la semana? 12.2 Alta presión arterial  SÍ NO 1. Entera 2. Semideslactosada 3. Semidescremada 4. Descremada 5. Deslactosada 6. Cero 7. Otra. ¿Cuál?

12.3 Intolerancia a la lactosa  SÍ

NO

P. 13 ¿Se consumen en su hogar alimentos con bajo colesterol? SÍ

NO

Información: Se informa al encuestado sobre las características de la producción de leche convencional y leche ecológica, y que en Colombia no se vende esta última. Se realizó un solo formato de encuesta, se mencionan cuatro tipos de encuesta que solo difieren en la puja inicial del juego iterativo de preguntas de disponibilidad a pagar por leche ecológica y deslactosada.

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Características, incentivos a la producción y disponibilidad a pagar por leche ecológica en Medellín 2. Módulo de identificación P.14 Estaría dispuesto a pagar por la leche Si la leche que consumen es la deslactosada, ecológica: en P. 11. P.14.1Estaría dispuesto a pagar por la leche ecológica:

Pregunte si el encuestado no P. 16 ¿Cuál es la razón principal por la que le interesa la leche está dispuesto a pagar. ecológica? P. 15 ¿Cuál es la razón principal Dé una ÚNICA respuesta. por la que no está dispues- Salud to a pagar un sobreprecio 1. Sostenibilidad ambiental por este producto? 2. Propiedades nutricionales 3. Le gustan los cambios Dé una ÚNICA respuesta. 4. Tiene los recursos 5. Otro. ¿Cuál? 1. No me interesa lo ecológico 6. 2. No me gustan los cambios P.17 Antes de esta encuesta, ¿conocía sobre la leche ecológica? 3. No tengo los recursos 4. No confío en las mejores SÍ características

NO

5. Otro. ¿Cuál? 3. Módulo de características sociodemográficas

P. 1 Año de nacimiento:

(Edad estimada por el encuestador

)

P. 2 Estado civil: Soltero (a) Casado (a) Viudo (a) Divorciado (a) Separado (a) Unión libre

.

P. 3 Estrato indicado en el recibo de servicios públicos domiciliarios

1

2

3

4

5

6

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Alejandra Calderón García - David Tobón Orozco - Valentina Cardona Nieto - Gabriel Agudelo Viana P.4 Último nivel de estudio: 1. Ninguno 2. Preescolar 3. Primaria 4. Secundaria 5. Técnico 6. Tecnológico 7. Universitario 8. Posgrado 9. Otro. (¿Cuál?)

P. 5 Actualmente usted es: 1. Empresario 2. Empleado doméstico 3. Trabajador empleado 4. Pensionado 5. Desempleado 6. Vendedor ambulante 7. Rentista (vive de arriendos) 8. Estudiante 9. Ama de casa 10. Trabajador independiente 11. Otro. (¿Cuál?)

P. 7 Ubique los ingresos mensuales en alguno de P.8 ¿Cuántas personas dependen de su ingreso? los siguientes rangos: Rango de Ingresos mensuales en SMMLV 1. Entre 1 – 3 SMMLV (566 y 1’700) 2. Entre 3.1 – 5 SMMLV (1’701-2’830) 3. Entre 5.1 – 10 SMMLV (2’831-5’600) 4. Más de 10.1 SMMV (más de 5’601) P. 9 Aproximadamente, ¿Cuánto se gasta en:…? P.10 Incluido usted. ¿Cuántas personas conforman su hogar? Alimentación ...................................... Servicios públicos ............................... Transporte escolar............................... Transporte y telecomunicaciones ............................. Arriendo, predial y administración .................................

10.1 ¿Cuántos niños? De 0-12 años 10.2 ¿Cuántos adolescentes? De 13-18 años P.11 ¿Cuántas personas NO consumen leche en su hogar?

Combustibles ..................................... Medicamentos .................................... Servicios Médicos Esparcimiento y Diversiones......................................... TOTAL ..............................................

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Características, incentivos a la producción y disponibilidad a pagar por leche ecológica en Medellín

ANEXO B Modelo 1 La prueba Omnibus analiza la significancia de las componentes conjuntas del modelo, donde: H0 : b1 = b2 =¼= b6 = 0 vs. H1: Al menos un parámetro diferente de cero. Como el valor r < 0.05, se rechaza la hipótesis nula, y al menos una de las componentes es significativa. Para la bondad del ajuste se usa la prueba de Hosmer y Lemeshow (H-L): H0: El modelo está bien ajustado frente a H1: Falta ajuste en el modelo. El valor de H-L: 6,60 indica una buena calibración; además, el valor p>0,05, lo que lleva a aceptar la hipótesis nula. Lo que busca la prueba es que no haya significación, es decir, mientras más cercano a 1 esté el p-valor mejor el resultado. Pero al tener en cuenta las posibles inconsistencias, dado que la prueba no computa los grupos de valores esperados que son nulos o muy pequeños, se observa la tabla de contingencias en la cual el modelo tiene un buen ajuste, ya que la cantidad de datos observados coincide con los esperados, tanto para los que están dispuestos a pagar como para los que no están dispuestos (tabla 8). Tabla 8: Resultados prueba Hosmer-Lemeshow (1)

Observado

Paso 1

P.14.E ¿Estaría dispuesto a P.14.E ¿Estaría dispuesto a pagar por la leche ecológica pagar por la leche ecológica entera? = 0. No entera? = 1. Si

Total

Esperado

Observado

Esperado

1

33

32,96

0

0,05

33

2

28

27,69

0

0,31

28

3

28

28,91

3

2,09

31

4

17

16,82

13

13,18

30

5

1

1,42

29

28,58

30

6

1

0,13

29

29,87

30

7

0

0,05

30

29,96

30

8

0

0,02

29

28,98

29

9

0

0,01

30

29,99

30

10

0

0,00

33

33,00

33

Fuente: elaboración propia

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En la tabla 9 se observa que el coeficiente R2 de Nagelkerke es 0,913: al estar bastante cercano a uno significa que la variable dependiente sí está explicada por las independientes incluidas. El coeficiente de determinante de Cox y Snell se usa para estimar la proporción de varianza de la variable dependiente explicada por las variables independientes, el cual es de 66,5 %. Tabla 9: Resumen modelo (1) Paso

-2 log de la verosimilitud

R cuadrado de Cox y Snell

R cuadrado de Nageikerke

1

63,36a

0,67

0,91

a: La estimación finaliza en la iteración 9, las estimaciones han cambiado en menos de ,001. Fuente: elaboración propia

El gráfico 2 corresponde al de distribución logística, en la cual probabilidad pronosticada de la leche entera se expresa en función del score del modelo logístico, es decir, de la valoración que tienen los hogares para determinar si están dispuestos a pagar o no; la relación entre las dos variables describe la forma sigmoidea prevista.

Gráfico 2. Score modelo logístico leche entera ecológica (1) Fuente: elaboración propia

Modelo 2 La prueba omnibus arroja un valor r < 0,05, es decir, se rechaza la hipótesis nula y al menos una de las componentes es significativa. Respecto a la prueba H-L, el Chi cuadrado es de 4,185 y la significancia muy cercana a uno, lo cual indica un buen ajuste.

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Características, incentivos a la producción y disponibilidad a pagar por leche ecológica en Medellín Tabla 10: Resultados prueba Hosmer-Lemeshow (2) P.14.D ¿Estaría dispuesto a pagar por la leche ecológica deslactosada ? = 0. No

Observado

Paso 1

P.14.D ¿Estaría dispuesto a pagar por la leche ecológica deslactosada? = 1. Si

Total

Esperado

Observado

Esperado

1

30

30

0

0

30

2

30

30

0

0

30

3

29

29

0

0

29

4

31

31

0

0

31

5

27

26,93

0

0,07

27

6

28

28,67

1

0,33

29

7

23

23,52

5

4,49

28

8

7

4,84

22

24,16

29

9

0

1,33

31

29,67

31

10

1

0,72

39

39,29

40

Fuente: elaboración propia

Asimismo, los contrastes entre los datos observados y esperados son muy cercanos. El R2 = 0,91, de nuevo cercano a 1. El coeficiente de Cox y Snell muestra que hay una variación del 65% en la variable dependiente debido a un cambio en las independientes. Y el –2 log de la verosimilitud dice que mientras menor sea este indicador, mayor es la verosimilitud del modelo. Por tanto se presenta una buena verosimilitud ya que el número no es muy grande. Tabla 11: Resumen modelo (2) Paso

-2 log de la verosimilitud

R cuadrado de Cox y Snell

R cuadrado de Nageikerke

1

62,06a

0,65

0,91

a: La estimación ha finalizado en el máximo de iteraciones (20). No hay solución definitiva. Fuente: elaboración propia

Por último, la representación de la probabilidad de que los encuestados consuman leche deslactosada ecológica en contraste con el score que ofrece el modelo logístico es la esperada (gráfico 3). Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 45-76 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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Gráfico 3: Score modelo logístico leche deslactosada ecológica (2) Fuente: elaboración propia.

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SISTEMAS PRODUCTIVOS LOCALES: ESTRATEGIAS EMPRESARIALES PARA EL DESARROLLO* Recibido: 28 de octubre de 2013 • Aprobado: 15 de mayo de 2014

Jaime Alberto Rendón Acevedo** Jesús David Forero Muñoz*** RESUMEN El objetivo de este artículo es proponer los sistemas productivos locales como una estrategia de industrialización y desarrollo. Para cumplir con tal objetivo se presenta qué son teóricamente los sistemas productivos locales y se expone por qué son importantes en el desarrollo. Dos conclusiones principales: la primera es que los sistemas productivos locales son una forma de aglomeración empresarial adecuada para países como Colombia, cuyo censo empresarial se compone casi en su totalidad por micro y pequeñas empresas; y la segunda es que incentivan el desarrollo de las comunidades, al pensar el desarrollo desde el territorio mismo. PALABRAS CLAVE Desarrollo local, cadena productiva, sistema productivo local, distritos industriales. CLASIFICACIÓN JEL L16, R11, R39 CONTENIDO Introducción; 1. Sistemas productivos locales; 2. Economías externas y la configuración de los Sistemas Productivos Locales; 3. Conclusiones; Bibliografía.

*

Este artículo de investigación es producto del proyecto denominado “Sistemas productivos y responsabilidad social en Bogotá”, el cual fue financiado por la Vicerrectoría de Investigaciones y Transferencia de la Universidad de La Salle, Bogotá, Colombia.

**

Economista, Facultad de Ciencias Económicas, Universidad de Antioquia, Colombia. Doctor en Economía Internacional y Desarrollo, Universidad Complutense de Madrid (España). Integrante del grupo interdisciplinario de investigación en Desarrollo, Estructuras Económicas, Políticas Públicas y Gestión (Categoría D en Colciencias). Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, Universidad de La Salle. Director Centro de Estudios en Desarrollo y Territorio (CEDT), Correo electrónico: jrendon@unisalle.edu.co. Economista, Universidad de La Salle, Bogotá, Colombia. Pasante de investigación del CEDT y estudiante de la Maestría en Estudios y Gestión del Desarrollo, Universidad de la Salle, Bogotá, Colombia. Correo electrónico: jforero46@unisalle.edu.co.

***

Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 77-96 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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LOCAL PRODUCTIVE SYSTEMS: CORPORATE STRATEGIES FOR DEVELOPMENT ABSTRACT The objective of this paper is to propose local productive systems as an industrial and development strategy. To comply with such objective, the theory of the local productive systems is presented and the reason of their importance in development is exposed. Two main conclusions arose: the first one is that local productive systems are a way of corporate agglomeration that is adequate for countries such as Colombia, which corporate census is mainly composed by small and middle sized businesses; and the second one is that they do work as incentives for community development when thinking on development from the territory. KEY WORDS Local development, productive chain, local productive system, industrial districs. Desarrollo local, cadena productiva, sistema productivo local, distritos industriales. JEL CLASSIFICATION L16, R11, R39 CONTENT Introduction; 1. Local productive systems; 2. External economies and the configuration of Local Productive Systems; 3. Conclusions; Bibliography.

SISTEMAS PRODUTIVOS LOCAIS: ESTRATÉGIAS EMPRESARIAIS PARA O DESENVOLVIMENTO RESUMO

O objetivo deste artigo é propor aos sistemas produtivos locais como uma estratégia de industrialização e desenvolvimento. Para cumprir com tal objetivo se apresenta que são teoricamente os sistemas produtivos locais e se expõe o por que são importantes no desenvolvimento. Duas conclusões principais: a primeira é que os sistemas produtivos locais são uma forma de aglomeração empresarial adequada para países como a Colômbia, cujo censo empresarial se compõe quase em sua totalidade por micro e pequenas empresas; e a segunda é que incentivam o desenvolvimento das comunidades, ao pensar o desenvolvimento desde o território mesmo.

PALAVRAS CHAVES Desenvolvimento local, corrente produtiva, sistema produtivo local, distritos industriais. CLASSIFICAÇÃO JEL L16, R11, R39. CONTEÚDO Introdução; 1. Sistemas produtivos locais; 2. Economias externas e a configuração dos Sistemas Produtivos Locais; 3. Conclusões; Bibliografia. 76

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Sistemas productivos locales: estrategias empresariales para el desarrollo

INTRODUCCIÓN Los sistemas productivos locales (SPL) pueden definirse como estructuras o modos de organización empresariales orientados a la producción y comercialización de un determinado bien o servicio. Pero estas estructuras encierran una complejidad que es difícil de atrapar en una definición corta, dado el vínculo que estos deben tener con el territorio que los sustenta. Formalmente, el concepto de SPL se deriva de lo que Alfred Marshall llamó en Principles of Ecónomics Distritos Industriales (DI). Los distritos industriales son aglomeraciones de empresas que se dedican en conjunto a la producción y comercialización de un bien o servicio, aglomeración en la cual existen empresas dedicadas a todas las etapas de elaboración del producto: proveedores de materias primas, productores, ensambladores, comerciantes, etc.). De este tipo de aglomeración habló por primera vez el economista inglés Alfred Marshall en su libro titulado Principles of Economics, publicado por primera vez en 1890. En ese libro Marshall comenta una serie de rasgos comunes que encontró en algunas aglomeraciones industriales, como el de cuchillas en Sheffield y el de metal en la ciudad de Birmingham. Los principales rasgos son: – Un sentido de compañerismo por parte de las empresas, a pesar de estar compitiendo entre ellas. –

Un alto grado de asociatividad que hacía que el Distrito funcionara como una gran empresa, y pudiera generar economías de escala que lo hicieran económicamente competitivo.

Un mercado laboral en el que sobresalía el aprendizaje empírico, al mejor estilo de los artesanos y sus aprendices.

Un conocimiento por parte de la comunidad sobre la actividad del distrito, lo que hacía que tuviera una demanda importante.

La generación de economías externas, como los restaurantes que se ubicaban cerca del servicio, con la finalidad de tener demanda por parte de los trabajadores de este.

Sin embargo, es importante decir que la diferenciación entre DI y SPL no ha sido establecida de manera clara. Por lo tanto, se entiende que un SPL es una aglomeración de empresas que funcionan en mayor o menor medida de manera acorde a lo propuesto por Marshall, como comenta Cividanes (2000). Pero establecer una delimitación tajante es algo que no se ha hecho. Ahora bien, ¿qué hace tan interesante el estudio de los SPL; qué justifica su estudio? Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 77-96 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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Los SPL proponen un cambio de mentalidad frente al que hacer productivo de una sociedad, por varias razones: en primer lugar, es una propuesta distinta al fordismo1, filosofía y técnica industrial que cataloga a un proceso productivo como adecuado si este puede producir más y a menor costo un determinado bien; en segundo lugar, es la producción en serie, pero también la separación tajante entre el taller y el diseño, la optimización de la experiencia a través de la repetición para obtener una mayor productividad. Si el fordismo se analiza desde la idea de que el objeto de la producción de un bien solo consiste en producir más del mismo y a bajo costo, resulta ser una forma de producción más adecuada; los inconvenientes vienen al hacer un análisis de las implicaciones sociales que este tiene, lo que en economía se conoce como externalidades2 negativas. A continuación se exponen las tres externalidades negativas que genera el modelo fordista: La primera externalidad es el factor empleo: con la introducción de tecnologías son menos trabajadores de cualquier calificación; luego la innovación tecnológica –si se mantiene constante la cualificación de los obreros– implica desempleo y disminución salarial, que ha conducido a la flexibilización del trabajo como opción en el mercado laboral (posfordismo). Este mismo principio es el que rige las fusiones corporativas, que aumentan su eficiencia a partir de la reducción de personal y la disminución de salarios. La segunda externalidad es la quiebra que se genera en el mercado de las empresas de menor tamaño, que son incapaces de competir con las economías de escala y los bajos costos de producción de las grandes, lo que deja el liderazgo empresarial solo en manos de los grandes capitales. La tercera externalidad es el efecto China. China emerge al capitalismo desde una combinación de organización del trabajo muy de cerca al modelo fordista, al proponerse, como país, producir cantidades inconmensurables de diversos artículos, a unos bajos costos, gracias a su tamaño, su régimen político, y las propiedades salariales de su mano de obra, incluso explotada desde opciones flexibles o posfordistas. El efecto China es tan fuerte, que ha impactado el devenir mismo de la civilización actual en múltiples aspectos, como el político, el social, el geográfico; China, y en general Asia generaron en el mundo la deslocalización productiva, y la utilización masiva de mano de obra a precios ínfimos. 1

2

El fordismo y el taylorismo son en esencia lo mismo. Aquí se utiliza el primer término, dado que es el más conocido. En economía, una externalidad es un efecto indirecto que se da a partir de las relaciones de producción y consumo. Un ejemplo de una externalidad negativa es la contaminación que ocasionan las empresas al producir un determinado bien.

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Sistemas productivos locales: estrategias empresariales para el desarrollo

La importancia de los SPL como motores del desarrollo social radica en que son respuesta a estas externalidades, lo que no solo es loable en el ámbito teórico, sino que da cuenta de su efectividad en la economía real, como han demostrado los distritos italianos dedicados a la producción de calzado. Los SPL se constituyen como un factor de desarrollo en el sentido que aspectos como la degradación y destrucción del empleo, el colonialismo industrial y la producción basada exclusivamente en los precios son aspectos negativos (sin tener en cuenta aspectos como la innovación en calidad). Asimismo los SPL son motores de desarrollo industrial porque funcionan a partir de la elaboración de productos de buena calidad, lo que hace que tengan un lugar particular en el mercado, que no necesariamente les puede quitar un producto más barato; además, esta condición de producir con calidad es una característica que jalona la innovación en el interior de los SPL, porque en la medida que los SPL no tienen una estructura para sobrevivir compitiendo vía costos sino por calidad, estos se ven forzados a innovar y presentar productos cada vez mejores. Ahora bien, cabe decir que las críticas hechas al modelo fordista en ningún momento son un llamado a acabar con las grandes empresas, sino que son una advertencia sobre las implicaciones negativas que en materia social traen los excesos de esta forma de actividad productiva que no son otras que las consecuencias nocivas propias de los monopolios que están en manos de grandes capitales privados3. Ahora bien, da la casualidad de que los monopolios parecieran no poder desprenderse de este modo de producción. No es entonces un inconveniente de las economías de escala, sino de la forma como las grandes empresas, monopólicas en su mayoría, las ejecutan. El objetivo fundamental de este artículo es hacer una caracterización de los SPL, buscando dar claridad sobre qué es un SPL; qué no es; cuáles son sus ventajas y desventajas; y qué alcances tiene en materia de desarrollo. Para esto, se trabaja a lo largo de este escrito una definición de SPL, la cual busca analizar de forma integral los principales aspectos sobre los cuales se ha reflexionado hasta el momento en lo que a SPL respecta. De manera transversal se argumentará sobre el papel que tienen los SPL en el Desarrollo Local (DL). Por último, se presentan las conclusiones. 3

Basta con un somero análisis histórico para darse cuenta de lo negativa que es materia de generación de bienestar social la actividad monopólica, principalmente la que se ejerce desde los capitales privados. Ahora bien, vale la claridad en cuanto a que este artículo no hace una crítica generalizada al modelo de producción fordista, sino a las implicaciones socialmente negativas cuando este se ejerce en empresas con un poder monopólico.

Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 77-96 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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Jaime Alberto Rendón Acevedo - Jesús David Forero Muñoz

1.  SISTEMAS PRODUCTIVOS LOCALES Los SPL se constituyen espacialmente por empresas que trabajan en torno a la producción y comercialización de uno o varios productos de un mismo sector. Son empresas agrupadas geográficamente, pero cumplen con una serie de condiciones que las hacen ser de mayor complejidad que las aglomeraciones. Las principales características se pueden resumir así: •

Las empresas pertenecientes a la aglomeración son en su amplia mayoría micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes).

• Existen empresas que operan en los eslabones de la cadena productiva y comercializadora de los productos que son centrales en la aglomeración. •

No hay una empresa que tenga un poder de mercado lo suficientemente grande como para subyugar la actividad productiva y comercial de las otras empresas de la aglomeración.

• Hay una dinámica de asociatividad entre y desde las empresas, que potencia la competitividad, la productividad y la innovación. • El SPL puede trascender la aglomeración y ser capaz de nuclear algunas en diferentes espacios Además de estas características fundamentales, también hay elementos que se identifican en el proceso de construcción de los SPL, que pueden hacerse extensivos a todas las aglomeraciones productivas. El gráfico 1 los ilustra: Gráfico 1. Composición de una aglomeración productiva4

Cadenas productivas Productivas y comerciales

Construyendo

Se generan redes

Dando lugar a De otras clases

Desarrollando Ambientes de confianza

SPL o aglomeraciones productivas de otras clases

TERRITORIO HABITADO

Fuente: elaboración propia 4

En el gráfico 1, cuando se plantean “otras aglomeraciones productivas”, se hace referencia a aquellas que en mayor o menor medida se acercan a un SPL. Por ejemplo, en España se habla de Sistemas Locales de Empresas (SLE), y se reconoce que este término es sinónimo de SPL. Lo que se tiene entonces son aglomeraciones productivas, y en mayor o menor medida tienden a ser SPL, y eventualmente Distritos Industriales, como se verá más adelante.

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Sistemas productivos locales: estrategias empresariales para el desarrollo

El análisis de estas especificidades es esencial para comprender el funcionamiento y las implicaciones económicas de los SPL, que no pueden ser el objetivo, sino el medio para que un territorio confluya hacia mejores condiciones de vida. De esta manera, las redes (networks) se constituyen en una parte esencial del funcionamiento de los SPL; no son otra cosa que relaciones de cooperación que se generan a partir de dos o más agentes. Se puede afirmar que las redes tienen distintas funciones, nacen a partir de diversos objetivos y toman diferentes formas y tamaños, como indica Castells (2006), quien también muestra que la identificación y entendimiento de una red depende del análisis particular de la misma. Es decir, donde hay cooperación de forma repetida existe una red, pero es en el análisis particular donde se entiende la dinámica de cada una. Las redes son las unidades más pequeñas de un SPL; es decir, para que exista un SPL tiene que existir por lo menos una red identificable, pero es claro que en los SPL se generan redes de producción, de colaboración y de soporte. Las dinámicas productivas a través de redes requieren entender los limitantes de concebir la competitividad como un asunto empresarial, e involucran componentes integradores, como la mesoeconomía, los consensos sociales o la política económica, que contribuyen a un entendimiento del fenómeno de la producción, la innovación y la competitividad como asuntos complejos que requieren de la integralidad de análisis, saberes y acciones (Rendón, 2012, p. 87). Otro componente esencial son las cadenas productivas; para que exista un SPL debe estar presente una intención coordinada de producción y comercialización, y esto implica un trabajo conjunto entre empresas, el cual va desde los primeros tratamientos de una materia prima, hasta la venta del producto final. Cabe aclarar que la existencia de una cadena productiva no implica la existencia de un SPL, pero este no es concebible si dentro de él no se identifican cadenas productivas. Si se analiza a fondo, se encuentra que las cadenas productivas se componen de redes, orientadas hacia la producción y puesta en el mercado de un producto (Forero, 2013). Sin lugar a dudas un SPL es identificable en un territorio, es decir, el SPL se ubica en el espacio pero aporta a la construcción del territorio. El término implica una serie de condiciones producidas por la diaria convivencia de quienes lo habitan, es decir, el territorio como espacio de construcción social, el lugar de intercambios y relaciones humanas, materiales y con la naturaleza. Se puede afirmar que el territorio es un espacio de potencialidades que pueden ser aprovechadas de distintas formas por parte de quienes integran un SPL; como afirman Álvarez y Rendón (2010, p. 39) “los territorios no son un factor de competitividad en sí mismos, más bien, Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 77-96 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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Jaime Alberto Rendón Acevedo - Jesús David Forero Muñoz

cuentan con potencialidades que pueden o no ser aprovechadas, según las decisiones políticas que se adopten”. Ahora bien, el territorio no puede ser visto de ningún modo como un factor independiente que suma o resta según se tenga en cuenta o no5. Como se advirtió anteriormente, el territorio es una configuración compleja de carácter geográfico, histórico, político, entre otros aspectos; por ende, la producción en el territorio es un producto de este y, a la vez, un determinante de cómo se configurará el territorio en el presente y hacia el futuro. Es necesario tener siempre claro que “Enfrentarse al planteamiento de la localidad como alternativa de desarrollo territorial significa repensar la función que el territorio cumple dentro de la dinámica de la producción y, junto a ella, las cadenas de relaciones que se generan en el interior y para el exterior de las localidades” (Álvarez y Rendón, 2010, p. 54). Son entonces los SPL un elemento del desarrollo local, y a la vez un producto de las dimensiones no necesariamente productivas de este. ECONOMÍAS EXTERNAS Y LA CONFIGURACIÓN DE LOS SPL Junto a los conceptos de rendimientos crecientes y competencia imperfecta aparece el de economías externas, para ayudar a conceptualizar el fenómeno conocido como aglomeraciones productivas en tanto motores de crecimiento y desarrollo, tal como advirtiera Marshall (1920)6, componentes esenciales del desarrollo endógeno. Las economías externas son dispositivos fundamentales de los SPL, son transversales a su funcionamiento y, a la vez, estructuran su composición, en lo que a innovación, productividad, eficiencia y mejoramiento de la calidad de vida se refiere. Las economías externas como plantean Hernández y Soler (2008, pp. 84-85): Se generan gracias a la «red» de relaciones inter empresariales que se establecen en el seno de estas aglomeraciones industriales permitiendo una «especialización en

5

6

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Desde las concepciones básicas de la economía se habla de la tierra, el trabajo y el capital como los componentes fundamentales de la producción, y se traduce esta creencia en una función de la forma P=f(T,Tr,C): P= Producción, T=Tierra, Tr=Trabajo, C=Capital. La concepción del territorio en el Desarrollo Local (DL) y por ende en el estudio de los SPL es más compleja, porque no es un elemento que se adiciona o se retira a voluntad, ni siquiera en la concepción teórica, es un elemento indivisible de la producción y la actividad de la aglomeración. Concebirlo de la forma convencional anterior es un sinsentido equivalente a cuando se considera que el capital y el trabajo son perfectamente sustituibles. Marshall (1920) se interesó por la forma como operaban estas estructuras en Inglaterra, y extendió el análisis a aspectos como las relaciones económicas que se generan alrededor de las aglomeraciones, como los restaurantes que se ubican en la zona para nutrir la demanda con los trabajadores de las industrias establecidas, entre otros; a este tipo de relaciones colaterales se les conoce actualmente como economías externas, y son propias de casi todas las aglomeraciones. Becattini, Costa y Trullén (2002, pp. 29-39), mencionan tres anomalías marshallianas: La primera, “el hombre concebido no como un muñeco que maximiza una función de utilidad […] sino como una entidad variable, plástica, que produce el ambiente social y que es, a su vez, producida según leyes complejas y desconocidas, también por poco investigadas, que se enlazan con la simple mecánica de los intercambios”; la segunda anomalía es, el Distrito Industrial, y la tercera es “el proyecto de aplicar dichas curvas [de comercio internacional] a las relaciones entre agrupaciones sociales compactas”.

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Sistemas productivos locales: estrategias empresariales para el desarrollo fases» de la producción. Además de poder contar con un mercado laboral denso y de trabajadores cualificados, con una atmósfera que propicia la innovación y el carácter emprendedor del empresario, y una importante fluidez de información de todo tipo entre las propias empresas. Un entorno, en definitiva, que combina competencia y colaboración inter empresarial.

Así, se hace necesario resaltar el legado de Marshall (1920), y comprender las economías externas como el resultado del aprendizaje colectivo que se genera a partir de la interacción entre las empresas de una determinada aglomeración, lo que lleva a dinámicas de innovación, estabilidad productiva y comercial, y generación de bienestar colectivo. En el cuadro 1, se presentan distintas concepciones teóricas al respecto. Es importante resaltar que no se deben confundir las economías externas con las externalidades, dado que las segundas se refieren a los resultados de la producción que no se expresan en el precio; mientras que las primeras recogen los efectos de la producción y, adicionalmente, de las relaciones sociales de diferente clase que se dan en una aglomeración y, por lo tanto, en un territorio definido. Cuadro 1. Concepciones sobre las economías externas Posición

Concepción

Marshall (1920)

Categoría atada a los distritos industriales y a los spillovers tecnológicos y de conocimiento. Se refiere a la difusión espontánea de conocimiento generada por la especialización en el mercado de trabajo y en el mercado de bienes intermedios y de servicios a las empresas, que garantizan una espiral de innovación para la industria.

Hoover (1937)

Realiza una distinción entre economías de localización, esto es a decisiones racionales de óptimos económicos de la empresa frente a la localización de otras empresas de la misma industria y economías de urbanización que trascienden la industria o la actividad económica y se refieren igualmente a la localización.

Scitovsky (1954)

Se propone una distinción entre economías externas pecuniarias y tecnológicas. Las primeras se refieren a los menores costos que en los distritos industriales se tiene de mano de obra especializada, así como de las materias primas y los servicios a la producción. Las tecnológicas tienen que ver con la difusión del conocimiento y el progreso técnico.

Jacobs (1969) Se plantean los spillovers tecnológicos y de conocimiento no desde la especialización, al estilo Marshall, sino desde la diversificación productiva. Las externalidades tipo Jacobs hacen referencia a economías externas producto de acciones económicas intersectoriales. Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 77-96 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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Jaime Alberto Rendón Acevedo - Jesús David Forero Muñoz Posición

Concepción

Marshall Se conoce como externalidades tipo MAR7, a partir de estos trabajos (1920), Arrow se conciben los spillovers tecnológicos y de conocimiento asociados a (1962) y empresas del mismo sector, e incluso intrasectoriales. Romer (1986) Glaeser et al. Este asume que las externalidades tipo MAR se benefician de la escasa (1992) competencia, a diferencia de las de Jacobs donde la competencia es fundamental para potenciarlas. Propone una nueva categoría: Externalidades tipo Porter, donde se asume la competencia en las externalidades tipo MAR. Se clasifica las economías externas de localización en economías externas estáticas intrasectoriales, y en economías externas de urbanización como dinámicas e intersectoriales. Oughton y Whittam (1997)

Se propone una categoría adicional a las expuestas por Scitovsky (1954), las economías externas colectivas. Estas se dan cuando las empresas cooperan entre sí para obtener economías de escala en producción, compras capacitación o difusión de conocimiento productivo o de mercados. Son externas a la empresa pero internas al grupo de empresas que participan en el proceso colectivo de intercambio y cooperación.

Bellandi (2002)

Clasifica las economías externas en economía de especialización, aprendizaje, y creatividad: Las primeras tienen las economías de escala que se generan en el Distrito. Las segundas se dan a partir de los aprendizajes que se producen en el distrito por la interacción entre los agentes que lo componen. Finalmente, las economías externas de creatividad son el resultado del intercambio de información dentro del Distrito, el cual lleva a dinámicas de innovación tanto de proceso como de producto. Fuente: elaboración propia, con base en rendón (2009, pp. 100-101).

Las economías externas son particularmente importantes en aglomeraciones y en los SPL donde la innovación es un objetivo que busca convertirse en el soporte de más y mejores formas de producción y comercialización. Según Oughton y Whittam (1997), la planificación permite explotar mejor las economías externas y, a su vez, estas posibilitan construir procesos innovadores. La planificación resulta inherente a la supervivencia misma de las empresas; contrario a lo que se dice desde la teoría neoclásica, el empresario no opera de manera racional y con información completa; la planificación es importante precisamente para enfrentar la incertidumbre del entorno, y su objetivo es permitir de manera coordinada el uso de la innovación, los aprendizajes y las tecnologías; se da obviamente en y desde la empresa pero 7

Aunque se podría decir que las externalidades tipo MAR (Marshall, Arrow, Romer) son comparables con las economías externas.

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también en la configuración propia del territorio, en la búsqueda de instituciones propicias que fomenten la gobernabilidad y la gobernanza en la localidad. No se debe olvidar que el entorno está enmarcado en un territorio, y este, a su vez, está configurado por una serie de factores que en él operan; como son las instituciones, las empresas, los recursos naturales, las redes, entre otros. Esto hace que el territorio termine por influenciar los procesos de I+D+I que realicen las empresas. De esta manera no son las empresas solas las que compiten, lo hacen con las sinergias propias de los SPL y del territorio, es decir, aprovechan las economías externas y potencian sus propios desarrollos (Rendón, 2009, 100). Las economías externas son entonces inherentes al territorio, y muestran que la economía es un entramado complejo de relaciones que van desde las propias relaciones de producción y pasan por la política, la cultura y el medio ambiente. Como Alburquerque (2005, p. 7) afirma, “el análisis del desarrollo económico en la práctica, involucra o exige un enfoque integrador de todos estos aspectos relativos al desarrollo socioeconómico, el desarrollo institucional, el desarrollo humano y el desarrollo sostenible”. Marshall (1920) encontró que no solo había SPL –aunque él no utilizó este término– sino que aparte de lo mencionado, identificó la existencia de una cultura alrededor del SPL, una demanda que, más allá del factor precio, consumía los productos de dicha aglomeración por un aspecto cultural; a estos SPL que tienen una demanda existente por un aspecto que trasciende el factor precios, y que genera economías externas, se le conoce como Distrito Industrial (DI), y es el estado óptimo de un SPL; es decir, es hacia lo que un DI debe evolucionar. Si bien el límite donde una aglomeración pasa a ser un SPL, o donde un SPL pasa a ser un DI no es claro, hay algunas propuestas para la caracterización de estos estados de aglomeración productiva. En este trabajo se destaca Climent (2008, p. 43), quien a partir de Garofoli (1992), expone la tipología que el académico italiano propone: Área de especialización productiva: área local donde se concentra un cierto número de pequeñas y medianas empresas dedicadas a la misma actividad, sin que lleguen a mantener relaciones entre ella más allá de la competencia por los mismos mercado. Sistema productivo local: empiezan a tejerse algunas relaciones de mercado y de cooperación entre las empresas dedicadas a la mima actividad, pero la división técnica del trabajo de carácter vertical es aún débil. Área-sistema: es un auténtico distrito industrial con una profunda división del trabajo, tanto vertical como horizontal, y relaciones de cooperación entre las empresas y entre estas y las instituciones locales8. 8

Es posible pensar que de acuerdo con el grado de organización se tiene una secuencia evolutiva aglomeración SPL DI; si bien algunos estudios no utilizan el término SPL, sino otros como Sistema Local de Empresas (SLE), autores como el mismo Climent (2008, p. 43) advierten que “Los términos sistema productivo local y sistema local de empresas pueden considerarse sinónimos”, esto es algo que permite

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Climent (2008, p. 43) agrega que “Es difícil establecer límites precisos entre los tres tipos, aunque la diferencia entre el primero y el último es clara. Por otra parte, puede darse una trayectoria evolutiva entre los tres tipos, pero no necesariamente”. Desde la existencia misma de los distritos industriales se intuye la capacidad de las localidades para generar el desarrollo, gracias a la flexibilidad y movilidad de los factores de producción; pero esto no debe confundirse con el deterioro integral de las condiciones de trabajo que con tanto entusiasmo se justifica, en especial en las economías subdesarrolladas, en pro de una supuesta eficiencia y competitividad; flexibilidad para asumir nuevas producciones, movilidad para atender requerimientos disímiles, para soportar entornos innovadores, para trascender los propios espacios de la producción, la comercialización y el consumo. Se trata, no obstante, de la capacidad de los SPL para convertirse en una nueva y distinta dimensión de la innovación, donde se generan economías externas, entornos innovadores capaces de apalancar nuevos emprendimientos y eslabonamientos hacia atrás y hacia adelante en los procesos productivos, de tal forma que en el proceso mismo se contribuye a mejores estadios de crecimiento productivo y desarrollo. Ahora, se debe reconocer que las Mipymes se han constituido en parte táctica y estratégica del actual modelo dominante, desde la gran empresa, para adecuarse a la flexibilidad de los procesos productivos, para tener en la descentralización y deslocalización factores importantes para la reducción de costos y convertir a la pequeña empresa en proveedora de servicios, integrada, sin mayores responsabilidades contractuales, a los procesos productivos y por fuera de la organización y la comercialización (Rendón, 2012, p. 87). Precisamente los SPL se soportan en las Mipymes para articularlas en torno a propósitos que se territorialicen (convirtiéndose en DI) y no al servicio de una empresa grande, probablemente transnacional, e incluso articulada a clusters al servicio de estas. En definitiva es característica fundamental de los SPL la de adaptarse a las cambiantes circunstancias de los entornos o a la necesidad de establecer la innovación y el cambio permanente como estrategia de acceso a los mercados, sean estos locales, nacionales o globales y generar así entornos innovadores, competitivos, especializados y flexibles que logren capturar sinergias propias combinadas con rápidas acciones en los mercados globales para adaptarse a las cambiantes circunstancias de las economías internacionales (Rendón, 2012, p. 86). Se tiene, entonces, que cada aglomeración productiva, y por ende cada SPL, homologar los análisis y darles un cauce común. Por otro lado, es importante aclarar que un SPL no tiene solo la opción de migrar hacia DI, sino que también puede hacerlo hacia un Clúster, que es un modo de organización industrial propuesto desde Norte América, especialmente por Porter, (1990).

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es única, y su identidad está determinada por los factores históricos, geográficos, institucionales, de diversa índole, que a lo largo de su constitución y funcionamiento han influido en la configuración de las relaciones y consecuentemente de las redes que la componen. Ahora bien, después de Marshall (1920) otros pensadores retoman sus propuestas. Esto sucedió particularmente en el sur de Europa; Becattini (2002) es el más reconocido de ellos, quien se concentró en estudiar los SPL europeos, y en especial los italianos, donde observó la existencia de SPL alrededor del calzado. Becattini (2002) encontró que estos distritos de calzado resultaban interesantes, aparte de las condiciones ya mencionadas, por varias razones que a continuación se enumeran: • Son grandes generadores de empleos directos, e indirectos, tanto por la actividad central del distrito, como por las economías externas adyacentes a este. • Generan dinámicas de innovación, a pesar de estar compuestos por Mipymes. • El estatus competitivo en los mercados se basa en la calidad, no en la producción de grandes volúmenes a bajo costo. • El conocimiento se transmite de generación en generación; el saber hacer del calzado pasa de los trabajadores a los aprendices que se vinculan al distrito. • Existe una cultura de “comprar en el distrito” lo que dificulta la entrada de nuevos competidores, por más bajos que fueran los precios. • Si se requieren grandes volúmenes de producción en el distrito confluyen las empresas que con base en los conocimientos compartidos (bajo los principios de asociatividad, cooperación y solidaridad) son capaces de estandarizarla a partir de unidades de producción diferentes. Estas características de un SPL son las que hacen de esta forma de organización productiva deseable en pro de generar bienestar social, dado que son motor de empleo y activación económica visible y palpable para los integrantes de una localidad; por esto, son un componente fundamental del desarrollo local. El desarrollo implica abordar varias dimensiones: políticas, sociales, productivas, institucionales etc. que se entrelazan entre sí. Los SPL se constituyen en la dimensión productiva del desarrollo local, lo que permite la materialización de las relaciones sociales de producción. Vale la pena resaltar algunas definiciones propuestas por estudiosos de los SPL; en el cuadro 2 se presentan algunas: Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 77-96 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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Jaime Alberto Rendón Acevedo - Jesús David Forero Muñoz Cuadro 2. Definiciones de SPL “Término acuñado para referirse de manera genérica a todos aquellos casos Cividanes de concentración espacial de la actividad industrial cuyo estudio se aborda (2000, p. 1) aplicando como marco teórico, en mayor o menor medida, el concepto socioeconómico de distrito industrial”.

Climent (2008, p. 40)

“Se trata de un área local con una marcada especialización industrial a base de pequeñas y medianas empresas (PYME a partir de ahora), entre las que existe una fuerte división técnica del trabajo, en el sentido horizontal (especialización de gama) y vertical (especialización de fase). Entre las empresas del distrito hay relaciones de competencia y de cooperación, así como una atmósfera industrial, término que hace referencia tanto a conocimientos teóricos, productivos y de gestión, como a un sistema de valores compartido y un sentido de pertenencia a la comunidad”.

Becattini y Musoti (2008, p. 75)

“Los distritos industriales pueden describirse como un tipo de proceso en forma de espiral que envuelve por completo a una comunidad local y a su correspondiente aparato productivo, además de los efectos que la situación exterior tiene sobre el capital, en forma de nuevas empresas o la disolución de compañías locales previamente existentes”.

Vázquez (2000, p. 25).

“Un sistema productivo local es más que una red de empresas, ya que está integrado también por una red de actores sociales compuesta por una serie de relaciones económicas, sociales, políticas y legales […] De este modo, el sistema productivo local es un entorno (milieu) que integra y domina un conocimiento, unas reglas, unas normas y valores, y un sistema de relaciones”.

Flórez y Barroso (2010, p. 1)

Un SPL se caracteriza porque “la organización de la producción se realiza mediante una red de pequeñas y medianas empresas, siendo el sistema de relaciones que se establecen entre ellas lo que hace que la organización de la producción sea eficiente y competitiva en ese territorio”. Fuente: elaboración propia.

Algunas cosas a resaltar sobre el cuadro 2: la definición de Vázquez (2006) es una cita de Maillat (1996), que además recoge los postulados de Becattini (2002) sobre los SPL, También se puede ver que Cividanes (2000) es el único que habla puntualmente de los SPL, aunque concluye que estos son estados imperfectos de un DI. De resto, todas las definiciones hablan puntualmente de los DI. Es menester entonces centrar la discusión en el tema de los DI. El primer DI del que se tiene registro es obviamente el analizado por Marshall (1920), quien enfoca la atención en dos industrias: la cuchillería de Sheffield y la del metal de Birmingham (Becattini, 2002). Extendiéndose el análisis al resto de Europa, se encuentran los distritos de calzado en Italia, también en España, y en Francia; pero no solo de 88

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calzado, sino que estas aglomeraciones son visibles en estos países en las industrias del vestido, los muebles –caso España–, los textiles y las confecciones, entre otros. En Latinoamérica llaman particularmente la atención los SPL de calzado, que bajo un esfuerzo coordinado entre Estado y empresarios ha logrado posicionarse en el mercado internacional; se resalta el caso de Brasil, que exporta calzado de alta gama a los Estados Unidos. También vienen dándose casos importantes de organización productiva bajo esquemas asociativos en Perú, Chile, Argentina y México. Esto resulta interesante por cuanto dan cuenta de un hecho altamente relevante; que los SPL son una alternativa a la organización industrial implementada por el fordismo y el taylorismo, que traen beneficios palpables para las sociedades, y son motores de desarrollo local por cuanto su papel como generadores de empleo, estabilidad económica y dinamización industrial es directo. En Colombia apenas se están realizando análisis de las aglomeraciones (donde se habla indistintamente de clúster) como formas de tratar de conducir las decisiones públicas (locales, como en los casos de Bogotá y Medellín fundamentalmente) y reconfigurar con ello la política industrial que se ha basado en normas y acciones dispersas que difícilmente constituyen un cuerpo sólido para la acción; sin embargo, aún se está lejos de pensar en torno a DI. Queda un último elemento por mencionar, pero no menos importante; el papel del Estado en la configuración y sostenimiento de los SPL. ¿Son los DI aglomeraciones de generación espontánea,9 o alguien los configura? Becattini (2002, p. 16) responde que las dos cosas son posibles e instaura los conceptos de distritos semiautomáticos y distritos construidos. Sobre los primeros afirma Becattini (2002, p. 16) que se dan a partir de la creciente especialización en una aglomeración ya en marcha, y agrega que “se trata de un largo y complicado proceso en el que un continuo flujo de innovaciones socioeconómicas se mezcla con una sucesión de consolidaciones de las más eficientes innovaciones en específicas instituciones”. Por otro lado, los distritos construidos, indica el autor, tienen cierto grado de intervención consiente para su creación. Lo que muestra actualmente la evidencia es que más allá de cómo se da la generación de las aglomeraciones, estas muy difícilmente llegan a ser DI sin una intervención por parte del Estado; en el mejor de los casos pueden llegar por sí solas a SPL, pero los cambios actuales, la liberalización económica, el dumping, la 9

Hablar de generación espontánea es diferente a decir “salieron de la nada”. La espontaneidad indica que algo surge a partir de condiciones complejas. Es decir que el surgimiento de una aglomeración se denomina “espontáneo” cuando se da a partir de factores culturales, demográficos, socioeconómicos, políticos y geográficos que de manera única confluyen en un momento específico y dan lugar a la aglomeración, siendo muy difícil en muchos casos la sola identificación de dichos factores.

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complejidad de la cultura y el veloz progreso tecnológico han hecho que sin un ente que estructure, oriente y fortalezca a las aglomeraciones, estas están destinadas al fracaso. Es decir, la política industrial, tanto desde los entes nacionales como locales, y de las instituciones que la soportan, se constituye en elemento fundamental para consolidar procesos de aglomeración y, con ellos, formas cada vez de mayor cualificación. Se dice “evidencia” porque al igual que los casos mencionados, es un hecho la necesidad de esta intervención: lo fue para los distritos ingleses, para los italianos, y fue lo que permitió puntualmente a los SPL de calzado brasileros alcanzar el estado de DI y obtener resultados virtuosos. De tal modo que la estructuración de los SPL justifica el fortalecimiento institucional, los acuerdos sectoriales, la participación empresarial y obviamente la intervención estatal decidida a través de políticas industriales. 3. CONCLUSIONES El desarrollo como proceso de mejoramiento de las condiciones de vida de las personas no se puede concebir sin tener en cuenta la dimensión de lo local. Es en el día a día de las personas, en su contexto inmediato, donde transcurren sus vidas, donde se produce, se comercializa, se consume y se tejen las relaciones que procuran los posicionamientos políticos, la consolidación de las culturas; y es ahí donde se debe intervenir para que las personas efectivamente puedan mejorar la calidad de vida, a partir de sus propias definiciones de futuro, al diseño de un buen vivir. No quiere decir esto que la planeación y ejecución de proyectos de desarrollo macro carezca de sentido, pero sí es innegable que el diseño de dichas políticas está incompleto cuando se hace –como pasa en la mayoría de casos– desde la idea de un espacio o incluso de individuo plano y etéreo. Es decir, no se puede planificar el desarrollo sobre un modelo de sociedad e individuo que no existe. Este no es propiamente el individuo aislado que concurre al mercado en busca de su propio bienestar; se trata, eso sí, de entender que las sociedades se construyen a partir de seres sociales que buscan, como individuos, familias y sociedad, una mejor condición de bien-estar. Los SPL como aglomeraciones productoras y comercializadoras que funcionan a partir de Mipymes tienen tres componentes fundamentales: las redes, las cadenas productivas y el territorio. Estos componentes son un esbozo conceptual para orientar su análisis, estructuración y fortalecimiento. Sin embargo, estudiar los SPL requiere plena conciencia sobre el hecho de que cada aglomeración requiere un análisis particular. No se puede planificar el trabajo sobre SPL y asumir que todos son iguales, el análisis resultaría excesivamente obvio o incorrecto, y la ejecución hecha a partir del mismo sería probablemente errada. 90

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Por otro lado, el funcionamiento de los SPL a partir de redes y cadenas productivas compuestas Mipymes tiene una serie de implicaciones de carácter socioeconómico que bien vale la pena resaltar: la primera es el papel de este tipo de aglomeraciones en la generación de empleo, el cual se mantiene de forma sostenida gracias a que estas aglomeraciones son estructuras sólidas que, como sucede en escenarios concretos referenciados con el calzado, los textiles o la moda, generan una afiliación de su demanda, por lo menos, en el ámbito local, y la proyectan a espacios nacionales e internacionales. La segunda es que en estas aglomeraciones coexiste la competencia y la cooperación, algo impensado en el modelo neoclásico. Por otro lado, la creación de un ambiente en el que la asociatividad y la competencia no son condiciones excluyentes permite que se den dinámicas de innovación, así como la generación de entornos virtuosos e innovadores. Los SPL son entonces una alternativa posible, dado que no solo constituyen un modo de organización empresarial que emerge a la estructura productiva existente sino que responde a una serie de problemáticas que tienen asidero fundamentalmente en la debilidad industrial propia del mundo moderno en los países subdesarrollados. Es la producción a partir de aglomeraciones de Mipymes una alternativa que ha dado resultados interesantes, que, por demás, posee una base conceptual y un soporte académico, que ofrece soluciones alternativas a fórmulas mágicas como la introducción de grandes capitales sin importar su destino o finalidad, la exención tributaria a empresas poco intensivas en mano de obra e innovación, o los incentivos destinados exclusivamente a los grandes exportadores; medidas que no han arrojado los resultados esperados en materia de progreso económico y bienestar social, argumentos que se utilizaron para implementarlas. Para finalizar, vale la pena reflexionar sobre algunos temas que resulta pertinente resaltar: El primer aspecto es la concepción económica de los SPL. El análisis económico está soportado sobre una preconcepción filosófica del ser humano, la sociedad y el deber ser de esta. La idea de los SPL resulta absurda a la luz de la teoría económica ortodoxa, y es inentendible desde este modelo de análisis. No en vano Becattini (2002) comenta que los DI son la segunda anomalía marshalliana, porque no encajan en el razonamiento de la economía ortodoxa (ni la de la época de Marshall, que curiosamente él ayudó a crear, ni en la de ahora). Por eso hay una invitación clara a pensar la humanidad, la sociedad y el deber ser de la misma desde otras lógicas, Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 77-96 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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desde otra filosofía, bajo otros parámetros, y esto es importante por cuanto construir un soporte teórico sólido, que permita una modelización adecuada para los SPL y para el desarrollo local, se convierte en un reto, en escenarios donde lo local y lo global se enlazan para posibilitar nuevas formas de progreso. Lo segundo es el factor asociativo. Este es un elemento fundamental en los SPL porque es esa conciencia de cooperación mutua, de saber que se pertenece a algo más grande por parte de los empresarios lo que permite que este tipo de agrupación industrial funcione, dado que el actuar de cada empresario influye en el bienestar de los otros, lo que los lleva a operar de manera adecuada y a velar por que los demás lo hagan; y esto incluso aplica a temas distintos a la producción, trasciende a temas como participación política, planificación territorial, educación, entre otras. La apuesta por modelos asociativos, de cooperación productiva no debería ser solo obra de las Mipymes; la política pública deberá proporcionar los elementos para que la gran empresa sea partícipe de estos procesos. En tercer lugar, se debe hacer un llamado, y en especial en países como Colombia, a que se produzca información útil para poder hacer análisis de SPL. En general conforme se replantea la reflexión en torno al desarrollo local y se piensa la modelización de este, se deberán diseñar métodos de medición y estimación estadística alternativos. Habrá que establecer otras lógicas para entender y medir las dinámicas de concentración espacial y relacionarlas con otros parámetros, pero para que estos ejercicios de medición y estimación sean pertinentes en el diseño, ejecución de política pública y planeación industrial es necesario que existan los datos que permitan hacer esto. Es decir, se trata de la discusión sobre la unidad de análisis; sea esta el SPL o el DI, la información estadística debería ser consecuente con ello. Hoy lo es frente al sector, aspecto que impide un análisis concreto y exige que los estudios deban partir de la recolección primaria de información, de los estudios de caso como razón de entender las dinámicas sociales en la empresa o el conjunto de empresas en el territorio. BIBLIOGRAFÍA Alburquerque, Francisco (2005). Reflexiones sobre el desarrollo económico en la práctica: Desarrollo y territorio. Universidad Complutense de Madrid, Madrid. Arrow, Kenet (1962). The economic implications of learning by doing. En: Review of Economic Studies, N.° 29, pp. 155-173. Álvarez, Rubén y Rendón, Jaime (2010). El territorio como factor de desarrollo. En: Semestre Económico, Vol. 13, N.° 27, Universidad de Medellín, Medellín, pp. 39-62.

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DETERMINANTES DE LA REFORESTACIÓN COMERCIAL EN LOS MUNICIPIOS DE ANTIOQUIA* Recibido: 21 de mayo de 2013 • Aprobado: 15 de mayo de 2014

Robinson Garcés Marín** RESUMEN La reforestación comercial ofrece beneficios económicos, sociales y ambientales; sin embargo, a pesar de los incentivos del Gobierno nacional, este sector económico no ha logrado desarrollarse en Antioquia. El objetivo de este trabajo es identificar los determinantes de la reforestación comercial en los municipios de este departamento. Se revisa literatura para identificar las variables relacionadas con la reforestación y se estima un modelo de regresión logística para evaluar el efecto de cada uno de ellos. Se encontró que la reforestación comercial en Antioquia guarda fuerte relación con la concentración de la propiedad rural y la intensidad de la ganadería, y en menor medida, con la inversión pública, el desempeño fiscal del municipio y el potencial forestal protector. Se plantea que las acciones del sector público deben dirigirse a mejorar la infraestructura y la regulación ambiental y a generar cultura forestal. PALABRAS CLAVE Reforestación comercial, concentración de la propiedad rural, cultura forestal. CLASIFICACIÓN JEL L73, Q15, Q23, R52 CONTENIDO Introducción; 1. Marco teórico; 2. Metodología; 3. Resultados; 4. Conclusiones; Bibliografía.

*

Artículo de investigación es derivado del proyecto titulado “Determinantes de la reforestación comercial en los municipios de Antioquia” el cual fue presentado para optar al grado de Magíster en Economía de la Universidad de Antioquia. Se ejecutó entre 2011 y 2012 con recursos propios bajo la dirección de los profesores de la Universidad de Antioquia Mauricio Alviar Ramírez, miembro del Grupo de Investigación en Microeconomía Aplicada (categoría A1 de COLCIENCIAS) y Harold Cardona Trujillo, miembro del Grupo de Estudios Regionales (categoría B).

**

Administrador de Empresas y Magíster en Economía, Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia. Profesor de la Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia. Miembro del Grupo de Estudios Regionales. Dirección postal: Ciudad Universitaria, Calle 70 N.° 52-51, Bloque 13, oficina 412, Apartado Aéreo 1226, Medellín, Colombia. Correo electrónico: robingarces@gmail.com.

Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 97-126 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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Robinson Garcés Marín

DETERMINANTS OF COMMERCIAL REFORESTATION IN THE MUNICIPALITIES OF ANTIOQUIA ABSTRACT Economic reforestation offers environmental, social and economic benefits; nevertheless, despite the national government incentives, this economic sector has not been able to develop itself in Antioquia yet. The objective of this paper is to identify the determinants of commercial reforestation in the municipalities of this department. Literature is reviewed in orden to identify t hose variables that are related to reforestation and a logistics regression model is estimated in order to evaluate the effects that each one of these has. It was found that commercial reforestation in Antioquia maintains a strong relation with the rural property concentration and livestock production intensity, and in a better measure, with public investment, the municipality's fiscal performance and the forestry protection potential. It is concluded that actions in the public sector must be focused on improving infrastructure and environmental regulation and in the generation of a forestry culture. KEY WORDS Commercial reforestation, rural property concentration, forestry culture. JEL CLASSIFICATION L73, Q15, QWE, R52. CONTENT Introduction; 1. Theoretical framework; 2. Methodology; 3. Results; 4. Conclusions; bibliography.

DETERMINANTES DA REFLORESTAMENTO COMERCIAL NAS MUNICPALIDADES DE ANTIOQUIA RESUMO A reflorestamento comercial oferece beneficios económicos, sociais e ambientais; no entanto, apesar dos incentivos do governo nacional, este setor económico não tem logrado se desenvolver em Antioquia. O objetivo deste trabalho é identificar os determinantes do reflorestamento comercial nas municipalidades. A literatura e revista para identificar as variáveis relacionadas com o reflorestamento e um modelo de regressão logística é estimado para avaliar o efeito de cada um deles. Encontrou se que o reflorestamento comercial em Antioquia tem uma forte relação com a concentração da propriedades rural e a intensidades da produção de gado, e em menor medida, com o investimento público, desempenho fiscal da municipalidade e o potencial florestal do setor. Argumenta se que as ações do setor público devem ser dirigidas a melhorar a infraestrutura e a regulação ambiental e em gerar cultura florestal. PALAVRAS CHAVE Reflorestamento comercial, concentração da propriedade rural, cultura florestal. CLASSIFICAÇAO L73, Q15, Q23, R52 CONTEÚDO Introdução; 1. Marco teórico; 2. Metodología; 3. Resultados; 4. Conclusões; Bibliografia. 96

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Determinantes de la reforestación comercial en los municipios de Antioquia

INTRODUCCIÓN Frente al reto de mejorar las condiciones socioeconómicas de la población, autores como Haltia y Keipi (1997), Alviar (1999 y 2008), Hazell y Lutz (2000), Dürr (2002) así como la FAO (2010) sostienen que los bosques representan una alternativa para los países tropicales donde la pobreza rural está relacionada con aislamiento geográfico, degradación ambiental, uso irracional de la tierra, debilidad institucional y acceso limitado a los recursos. Este recurso renovable, además de los productos maderables, ofrece otros servicios como regulación hídrica, albergue de biodiversidad y ecoturismo. De modo que los países tropicales cuentan con ventajas comparativas para generar riqueza y crecimiento económico, siempre y cuando se haga un aprovechamiento con criterios de racionalidad, eficiencia y sostenibilidad. En Colombia, el sector forestal está poco desarrollado, y por ende, esta actividad no ha mejorado las condiciones de vida de la población rural. El Gobierno nacional y el local, conscientes de ello, han establecido metas de reforestación e incentivos para alcanzarlas. En el ámbito nacional, el MADR (2006, p. 7) se propuso alcanzar 450 703 hectáreas (ha) plantadas en el año 2010, y 1.208.910 ha en 2020; para ello ofrece el Certificado de Incentivo Forestal, el Incentivo a la Capitalización Rural y algunas líneas de crédito. Por su parte, la Gobernación de Antioquia (2005, p. 11) estableció la meta de sembrar 1.500.000 ha para el año 2040 con el uso de los incentivos de la nación para aprovechar las 3.089.433 hectáreas con aptitud entre alta y moderada para la reforestación en el departamento. Sin embargo, según el MADR y la CCI (2009, p. 1) solo se han sembrado 51.920 hectáreas al año 2009. En lugar de cumplirse las metas, según Machado (2004) y Alviar (2008) prevalecen el uso conflictivo del suelo –en especial la dedicación extensiva a la ganadería–, la degradación ambiental y la debilidad institucional, variables asociadas, a su vez, con la pobreza rural. La tabla 1 muestra la brecha entre el uso actual y el potencial del suelo en Antioquia, marcada por la preponderancia de la ganadería. Tabla 1. Uso actual y potencial del suelo en Antioquia, 2004 Usos

Uso potencial

Uso actual

Ha

%

Ha

%

Bosques

3.092.303

57,8

2.092.303

32,8

Pastos

1.153.524

17,9

3.394.782

53,2

Agricultura: Cultivos permanentes, transitorios, barbechos, descanso y misceláneos.

725.367

11,3

601.834

9,4

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Usos

Uso potencial Ha

Uso actual

%

Malezas y rastrojos

Ha

%

104.471

1,6

Urbano y semiurbano

10.395

0,2

10.395

0,2

Aguas y otros usos.

821.602

12,8

174.348

1,2

Total

5.803.191

6.378.133

Fuente: IGAC (2007, p. 53).

En la figura 1 se presenta el mapa de Antioquia donde se visualizan (en verde oscuro) las áreas con aptitud para la reforestación con fines comerciales. Las regiones con mayor potencial son el Nordeste, el Magdalena Medio y Urabá. Figura 1. Mapa de aptitud forestal productora por subregión de Antioquia

Fuente: elaboración propia con datos del IGAC (2007)

Los estudios realizados por Louman y Stoian (2002), la Gobernación de Antioquia (2005), el MADR (2006) y USAID (2008) señalan que la explotación del recurso 98

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forestal presenta diversas limitaciones que impiden el desarrollo del sector. Por esta razón, se hace necesario identificar los determinantes de la decisión de reforestar, con el ánimo de formular políticas que contribuyan a superar dichas restricciones. No obstante, es notorio el predominio de estudios sobre la deforestación y sus determinantes por la relación que existe entre esta y las condiciones rurales, entre ellas la pobreza, en particular en países en desarrollo, según señalan Alviar (1999), Dürr (2002) y USAID (2008). Por su parte, la literatura sobre reforestación es menos amplia porque, en general, las decisiones de reforestación son de carácter privado y están condicionadas a los determinantes de la inversión. En este sentido, Alviar (2004) expresa que no ha habido una documentación sistemática amplia sobre los proyectos de inversión forestal que permita hacer análisis rigurosos. El objetivo del presente trabajo es identificar los determinantes de la reforestación comercial en los municipios de Antioquia. Este documento está dividido en cuatro secciones: la primera contiene el marco teórico en el cual se exploran los determinantes; la segunda, la metodología, y la tercera, los resultados, y la última presenta las conclusiones. 1. MARCO TEÓRICO 1.1. La reforestación comercial La FAO (2010) define las actividades de forestación y reforestación. Mientras la primera busca ampliar el área de bosques mediante la plantación y/o siembra en zonas no clasificadas como forestales, la segunda no siempre contribuye a aumentar el área de bosque, pues se realiza en lugares con aptitud forestal que han sido reducidos a causa de los incendios u otros fenómenos. Dado que estas definiciones no tienen en cuenta el uso final de las plantaciones, puede entenderse que la reforestación comercial alude a la forestación o la reforestación con fines productivos. La reforestación comercial, además de favorecer las industrias del papel y la madera, genera beneficios ambientales, sociales y económicos. Para mencionar los ambientales, es preciso tener en cuenta que las plantaciones forestales en la actualidad no se establecen a expensas del bosque natural, sino en áreas que antes no tenían bosque; por lo tanto, no prestan los mismos servicios que De Groot, Wilson y Boumans (2002), MA (2005) y Fisher y Turner (2008) atribuyen a un bosque natural, pero cumplen las funciones descritas por Maini (1992), a saber: recuperar suelos degradados, asegurar pendientes inestables, capturar carbono y reducir la presión sobre los bosques naturales; entre los beneficios sociales, Haltia y Keipi (1997), Alviar (1999), Dürr (2002) y la FAO (2010) identifican la generación de empleo Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 97-126 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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y el apoyo a la superación de las condiciones de pobreza; y entre los económicos, Alviar (1999 y 2008) reconoce la contribución al cambio en los patrones de uso del suelo y de los recursos naturales, así como de la estructura productiva agropecuaria. 1.2. Determinantes de la reforestación comercial La presente investigación siguió la estructura de análisis planteada por Nascimento y Tomaselli (2005), quienes proponen analizar variables del orden suprasectorial, intersectorial e intrasectorial para encontrar los determinantes de la inversión en el sector forestal. Las suprasectoriales corresponden a aspectos macroeconómicos que afectan a todos los sectores económicos de un país; las intersectoriales son variables de otros sectores económicos que de alguna manera afectan los negocios forestales; y las intrasectoriales son las propias del sector. Para identificar los determinantes del ámbito intersectorial se revisó literatura sobre competitividad y desarrollo rural, y los intrasectoriales se extrajeron de estudios que relacionan el comportamiento de la reforestación o la deforestación con variables de tipo socioeconómico, biofísico e institucional. Los aspectos suprasectoriales, no se consideraron porque estos no presentan variabilidad entre los municipios. No obstante, se reconoce que podrían hacerse interesantes estudios en el nivel del predio o dentro de cada municipio, incorporando variables como la tasa de descuento privada y/o pública en proyectos de reforestación. Para efectos del análisis, las variables encontradas en esta revisión se clasificaron en las cinco categorías sugeridas por Nagendra (2007), las cuales se explican más adelante. 1.2.1. Variables asociados a la competitividad Luego de que Porter (1991) introdujera el concepto de competitividad en la década de los ochenta, se han propuesto variadas definiciones y formas de medición. Por ejemplo, el FEM (2012, p. 4) la define como “… el conjunto de instituciones, políticas y factores que determinan el nivel de productividad de un país”, que a su vez incide sobre la rentabilidad de las inversiones y el crecimiento económico. Por su parte, Lozano y Yoshida (2008) relacionan la competitividad con la capacidad de una comunidad para generar condiciones de producción que promuevan el desarrollo sostenido, de manera que se mejoren el ingreso y el bienestar de las generaciones presentes y futuras. Desde esta perspectiva, indagar sobre los factores de competitividad contribuye a identificar los determinantes de la inversión de un sector particular, en este caso, la reforestación. 100

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La cantidad de variables asociadas con la competitividad y la complejidad de las relaciones entre las mismas plantea la necesidad de construir indicadores que den cuenta de la situación competitiva de un territorio. Los reportes de competitividad más conocidos en el escenario mundial son los elaborados por el FEM (2010), el IMD (2010) y el Banco Mundial (2009). Las mediciones regionales son más abundantes; por ejemplo, en Colombia se producen escalafones de competitividad departamental1, y municipal (Lotero, Moreno y Díaz, 2006). Finalmente, en el ámbito sectorial, Lozano y Yoshida (2008) usan variables relacionadas con el sector y la institucionalidad cafetera para proponer un indicador de competitividad regional cafetero. La tabla 2 recoge las principales variables identificadas en los estudios de competitividad. Tabla 2. Variables identificados en los estudios de competitividad Categoría/ variable

IMD (2010)

Banco Mundial (2009)

FEM (2010)

Ramírez, Osorio y Lozano y Yoshida Lotero et. al (2006) Parra-Peña (2007) (2008) Distancia a los mercados

Infraestructura tecnológica

Habilidad tecnológica y disponibilidad de TIC

Tecnología, información y comunicación

Infraestructura científica

Innovación

Inversión y ambiente científico Estado del medio ambiente Área de bosque Tierras con vocación forestal

Recursos

Finanzas

Obtención de crédito

Infraestructura Servicios básica públicos Transporte

Distancia a los mercados

Área forestal

Recurso forestal

Desarrollo de mercados financieros

Servicios financieros

Captaciones bancarias por población económicamente activa

Acceso al crédito

Infraestructura

Infraestructura

Infraestructura

Infraestructura

Usuarios

1

Nascimento y Tomaselli (2005)

Población pobre Mercado laboral Empleo

Eficiencia en el mercado de trabajo

Salud

Salud

Salud

Mano de obra

Afiliación a seguridad social

Ver los trabajos de Restrepo, Ortiz y Hernández (1999); Perfetti, Taborda y Ortiz (2003); Reinel, de Lombaerde y García (2002); Ramírez, Osorio y Parra-Peña (2007).

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Robinson Garcés Marín Categoría/ variable

IMD (2010)

Banco Mundial (2009)

FEM (2010)

Ramírez, Osorio y Lozano y Yoshida Lotero et. al (2006) Parra-Peña (2007) (2008)

Educación supeEducación rior y entrenaEducación priEducación miento maria

Educación

Nascimento y Tomaselli (2005)

Desempeño ICFES Condiciones de seguridad

Sistema de Estructugobierno ra institu- Instituciones Instituciones cional

Instituciones Apoyo a los negocios foresto-industriales Restricciones a las plantaciones o los aprovechamientos Concentración de propiedad rural

Concentración de la riqueza Relaciones sistema de gobiernorecursos

Reg istro de propiedades Manejo de p ermisos de construcción Obtención de electricidad Finanzas públicas Productividad

Políticas públicas ambientales

Políticas agropecuarias

E fe c t i v i d a d del gobierno

Desempeño fiscal Desempeño fiscal

Relaciones usuario- recursos

Tamaño de los mercados

Densidad pobla cional Grado de urbani zación

Deterioro ambiental por actividad humana Área cultivada

Tamaño del mercado

Área agrícola

Fuente: elaboración propia con base en Nagendra (2007, p. 15220)

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Determinantes de la reforestación comercial en los municipios de Antioquia

1.2.2. Variables asociadas al desarrollo rural A pesar de que Schejtman y Berdegué (2004) consideran que la literatura existente sobre desarrollo rural no ha logrado configurar un cuerpo teórico sólido que contribuya a una adecuada planificación, de esta revisión se extrajeron variables que coinciden con las identificadas previamente (ver tabla 3). Tabla 3. Variables identificadas en los estudios sobre desarrollo rural

Categoría/variable Donaldson (1991)

Hazell y Lutz (2000)

Heath y Binswanger (2000)

Alviar (2008)

Recursos Usuarios

Pobreza

Mano de obra rural

Sistema de gobierno Relaciones sis- Desarrollo cotema de gobier- mercial e instino- recursos tucional Relaciones usuario – recursos

Definición derechos de propiedad Técnicas para Uso eficiente de aumentar la prola tierra ductividad Densidad poblacional

Fuente: elaboración propia con base en Nagendra (2007, p. 15220)

Donaldson (1991) plantea que la política rural es una estrategia para el desarrollo agrícola y que este se asocia con desarrollo comercial e institucional, innovación tecnológica e inversión, aunque se ha considerado que ninguna política sectorial es suficiente para el desarrollo rural y que lo más importante es generar condiciones macroeconómicas adecuadas. Timmer (1991) y Hazell y Lutz (2000) sugieren que los problemas agrícolas están asociados con técnicas ineficientes para aumentar la productividad, pobreza y densidad poblacional. Heath y Binswanger (2000) plantean que las acciones deben estar orientadas a la absorción de mano de obra rural y el uso eficiente de la tierra. Por su parte, Alviar (2008) considera que la adecuada definición de los derechos de propiedad conduce a un uso racional de los recursos. Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 97-126 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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1.2.3. Estudios sobre deforestación y reforestación Los estudios sobre cambios en la cobertura forestal se refieren en general a la deforestación. Analizar esta literatura puede contribuir a identificar los determinantes de la reforestación, ya que en algunos casos el mismo determinante, por ejemplo la pobreza rural, puede afectar la decisión de deforestar o reforestar pero en sentidos opuestos. Los estudios tanto de deforestación como de reforestación han considerado diferentes ámbitos de análisis. En el escenario local, regional o del predio, Southworth y Tucker (2001) y Nagendra (2007) hacen análisis del cambio en la cobertura de bosque. En el ámbito de los núcleos forestales, López, Velázquez y Merino (2010) estudian aspectos institucionales y de gestión; y en los países, Haltia y Keipi (1997) estudian aspectos de financiación; Clapp (1995), la política forestal, y Louman y Stoian (2002), Nascimento y Tomaselli (2005) y USAID (2008), la competitividad del sector forestal. Los principales estudios se describen a continuación: Clapp (1995) evalúa las políticas implementadas durante varios períodos en Chile para promover el sector forestal, y concluye que dichas políticas generaron ventaja competitiva para este país; no obstante, señala que esta es artificial y, por ende, otros países podrían aplicar políticas similares para competir en los mercados internacionales. Haltia y Keipi (1997) sugieren una relación entre bosques y pobreza rural en Latinoamérica, puesto que allí los propietarios de los bosques son en su mayoría comunidades de indígenas o poblaciones campesinas pobres. Consideran que el Gobierno debe ofrecer incentivos para promover la inversión en reforestación, dado que la rentabilidad se obtiene en plazos más largos que en otros sectores, y que los campesinos disponen de limitado acceso a información y tecnología adecuada. Southworth y Tucker (2001) utilizaron sistemas de información geográfica para analizar los determinantes socioeconómicos del cambio en la cobertura forestal en una comunidad de montaña en el occidente de Honduras. Analizaron fotografías digitales del área de estudio tomadas en 1996, recolectaron datos sobre los bosques entre 1997 y 1998, y luego relacionaron estos datos con los obtenidos en las encuestas y entrevistas en produndidad llevadas a cabo entre 1993 y 1995. Los hallazgos sugieren que la privatización de los terrenos contribuye a aumentar el área reforestada, pues los terrenos privados presentaron tasas más altas de reforestación y más bajas tasas de deforestación en relación con las propiedades comunales. 104

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Louman y Stoian (2002) relacionaron el valor de usos agrícolas y forestales del suelo con la distancia al mercado y los costos de asegurar los derechos de cada uso. Encontraron que se pueden generar condiciones para un manejo forestal sostenible gracias a factores como los precios de la madera, combinados con mejoras en caminos e infraestructura. Y sugieren que la política de Estado debe estar orientada a controlar la tala ilegal, promover mecanismos que permitan a los dueños del bosque capturar los valores de los servicios ambientales, e involucrar a las comunidades en el manejo del bosque. Por su parte, Nagendra (2007) estudió 55 bosques en Nepal para encontrar los determinantes del cambio en la cobertura de bosques en este país. Realizó un análisis de correlación a partir de un conjunto de variables distribuidas en cinco grupos, a saber: i) atributos del sistema de recursos, ii) del grupo de usuarios, iii) del sistema de gobierno, iv) relacionados con la interacción entre el grupo de usuarios y los recursos, y v) relacionados con la interacción entre el sistema de gobierno y los recursos. Encontró que los determinantes de la reforestación en esta comunidad son el régimen de tenencia de la tierra y el monitoreo de los bosques, y que estas variables están relacionadas con el manejo de conflictos, la adopción de nuevas tecnologías para reducir la presión sobre los bosques y la inclusión de los usuarios en las actividades de mantenimiento. López, Velázquez y Merino (2010) llevaron a cabo un estudio en 16 núcleos forestales repartidos en dos Estados de México para explorar los determinantes socioculturales e institucionales del éxito de empresas forestales comunitarias. Propusieron un índice de la dinámica de la cobertura vegetal como proxy del desempeño del capital natural, con base en seis variables socioeconómicas consideradas detonadoras y cinco variables de respuesta, relacionadas con la dinámica de las coberturas y usos del suelo en el área de estudio entre los años 1986 y 2000. Encontraron que el buen manejo forestal se asocia con el desarrollo económico y la gobernabilidad de los núcleos forestales; mientras que el decrecimiento del capital natural está asociado con la pérdida de la propiedad comunal, la parcelación, la emigración y la antigüedad del plan de manejo forestal. Por su parte, Machado (2004), refiriéndose al caso colombiano, plantea que en el país existe un alto potencial de desarrollo forestal, sin embargo, prevalece un uso irracional del suelo, en el cual se da prevalencia a la ganadería extensiva. A lo anterior se suma el hecho de que la tenencia de la tierra está altamente concentrada. Ambas variables pueden condicionar la decisión de reforestar. En la tabla 4 se recogen las variables identificadas en este grupo de estudios; puede verse que algunas coinciden con las encontradas en las secciones anteriores. Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 97-126 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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Robinson Garcés Marín Tabla 4. Variables identificados en los estudios sobre deforestación y reforestación Categoría/ variable Recursos

Usuarios

Southworth y Tucker (2001)

Haltia y Keipi (1997)

Louman y Stoian (2002)

Nagendra (2007)

López y otros (2010)

Infraestruc tura

Desarrollo de la comunidad

Machado (2004)

Migración Sistema de gobierno

Manejo del conflicto

Incentivos Estructura de tenencia de la tierra

Relaciones sistema de gobier no recursos

Estructura T e n e n c i a de propie- de la tierra Régimen de dad de la tenencia de tierra (cola tierra munal o privada)

Cont role s ambientales

Valoración económica del bosque

Antigüedad Monitoreo Manejo del del plan de de los bosbosque manejo foques restal Involucramiento en mantenimiento

Relaciones usuariorecursos

Gobernabilidad del núcleo forestal

A d op c ió n de nuevas tecnologías Ganadería extensiva

Fuente: elaboración propia con base en Nagendra (2007, p. 15220)

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1.2.4. Efectos de las variables sobre la reforestación comercial a)  Recursos Según lo observado en las tablas 2, 3 y 4, en la categoría de recursos se encuentran variables asociadas con el aislamiento geográfico, la infraestructura, los recursos financieros y los recursos naturales. Autores como Maillat (1995), Audretsch y Feldman (1996), Diamond (1997) y Vásquez-Barquero (2007) argumentan que la proximidad geográfica a los mercados contribuye no solo a la generación de encadenamientos hacia adelante y hacia atrás, sino que condiciona la difusión de conocimiento y la tecnología y, por lo tanto, es impulsora de la competitividad nacional y regional. Asimismo, Krugman (1998), Gallup, Sachs y Mellinger (1999) y Henderson, Shalizi, y Venables (2001) consideran que el aislamiento geográfico impone costos adicionales a las actividades económicas y, por tanto, resta competitividad a las regiones donde estas se llevan a cabo. La infraestructura, comprende la cobertura de servicios públicos, la malla vial y las comunicaciones. Aschauer (1989), Gramlich (1994), Canning y Pedroni (2004), Rosas y Mendoza (2004) y Ganesan, Malter y Rindfleisch (2005) demuestran que dichas variables impactan el desempeño económico de una región al mejorar el ambiente de negocios y reducir el efecto de la distancia física sobre el desempeño de las organizaciones. Esto implica que, además de mejorar las condiciones de vida, la cobertura de los servicios públicos contribuye a incrementar la productividad del territorio al generar condiciones favorables para cualquier tipo de inversión. Las variables de capital financiero dan cuenta del dinamismo del sector financiero, que se traduce en oportunidades de acceso al ahorro y al crédito. Estos, según Alessandrini, Presbitero y Zazzaro (2009), ayudan a reducir los efectos del aislamiento geográfico, por la vía de la reducción en los costos de transacción y de información, y el acceso a recursos para la inversión. Finalmente, Van der Ploeg (2011) señala que la literatura plantea evidencia tanto del impacto positivo del capital natural sobre el crecimiento, como de la hipótesis contraria, conocida como la “maldición de los recursos naturales”, la cual determina que la posesión de recursos naturales está asociada con mal desempeño económico; sin embargo, otros autores como Sachs y Warner (2001), Rodrik, Subramanian y Trebbi (2002) indican que la diferencia entre los países que han logrado beneficiarse de la tenencia de recursos naturales y los que no radica en la calidad de las instituciones. Para los propósitos de este estudio, el capital natural, medido como la aptitud forestal, se puede presentar de dos maneras: productora o protectora. El IGAC (2007) plantea una distinción entre ambas y sus efectos sobre la reforestación: la primera, Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 97-126 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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medida como la cantidad de hectáreas con aptitud biofísica para el establecimiento forestal orientado a satisfacer la demanda industrial, puede representar una ventaja del territorio y, por tanto, se relaciona de manera positiva con la reforestación. Y la segunda, concebida como el área no apropiada para usos agropecuarios, agroforestales o forestales de producción constituye una restricción para el desarrollo de la reforestación comercial. b)  Usuarios Las condiciones de los usuarios del recurso forestal aluden al capital humano, considerado una fuente de productividad por Solow (1956 y 1957), Kendrick (1961) y Jorgenson y Griliches (1967). Esta categoría de análisis se compone de salud, educación y pobreza, así como de las condiciones del mercado laboral y del fenómeno de migración. De acuerdo con los hallazgos de Lucas (1988), Lall (2001) y Freeman (2004), mejoramientos en las condiciones de salud, educación e infraestructura tecnológica contribuyen a incrementar la competitividad nacional y regional. Por su parte, Dürr (2002) e Ibáñez y Querubín (2004) plantean que altos niveles de pobreza se asocian con bajos niveles educativos, infraestructura precaria y debilidad institucional. Finalmente, los estudios de Heath y Binswanger (2000) y López, Velázquez y Merino (2010) muestran que la emigración reduce la disponibilidad de mano de obra local, y por ende, las posibilidades de desarrollo del sector forestal. c)  Sistema de gobierno Esta categoría tiene que ver con la seguridad, el manejo de los conflictos y la calidad de las instituciones. Al respecto, Querubín (2004) sugiere una relación negativa entre las diferentes formas de violencia y el crecimiento económico; por tanto, se espera que las acciones para promover la seguridad favorezcan la reforestación. Por otra parte, según los planteamientos de North (1992), Rodrik, Subramanian y Trebbi (2002) y Acemoglu, Johnson, y Robinson (2004), la calidad de las instituciones, es decir, el establecimiento y acatamiento de las reglas de juego, contribuye a la competitividad al crear un ambiente estable y propicio para los negocios. Así, la definición de los derechos de propiedad en el sector rural motiva a los agentes a invertir para aumentar la productividad y el uso racional de la tierra, según los hallazgos de Epp y Malone (1981), Timmer (1991), Antle (1999), Hazell y Lutz (2000), Deininger y Feder (2001), Alviar (2008), Holden, Deininger y Ghebru (2009). d)  Relaciones entre el sistema de gobierno y los recursos Los gobiernos puede crear un ambiente propicio para atraer la inversión o, por el contrario, limitarlo, de acuerdo con su desempeño en relación con el apoyo a los 108

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negocios forestales, las acciones en relación con la concentración de la propiedad rural, la promoción de la asociatividad, la política ambiental, la política agropecuaria y el desempeño fiscal. El apoyo a los negocios forestales implica políticas y mecanismos de soporte, tales como incentivos a la inversión en este sector. El saber económico tradicional sugiere que los subsidios estimulan el crecimiento del sector, por cuanto a través de este mecanismo se otorgan compensaciones por las externalidades que generan las plantaciones forestales y por el amplio plazo de recuperación de la inversión. No obstante, Haltia y Keipi (1997), en su estudio de la financiación de las inversiones forestales en Latinoamérica, concluyen que en los casos exitosos de la región los subsidios no ocuparon un papel tan importante para promover las inversiones forestales, como lo hicieron las políticas macroeconómicas. La concentración de la propiedad rural ha sido considerada como una limitante para el desarrollo rural, por su relación con la baja productividad agrícola y el uso irracional de la tierra, el conflicto y la migración, de acuerdo con Donaldson (1991), Cardona y otros (2007), Bandiera (2004), Ibáñez y Querubín (2004), Mora y Muñoz (2007), Vollrath (2007) y Alviar (2008). Para Birdsall y Londoño (1997) y Wolf (2005), la distribución inequitativa de la tierra también tiene efectos sobre la concentración de la riqueza. No obstante, en relación con la competitividad del sector forestal, pueden encontrarse estudios que aportan evidencia a dos ideas contrarias: por una parte, Southworth y Tucker (2001) plantean que el cambio a esquemas privados y de concentración de tenencia de la tierra conduce al aumento de la reforestación, mientras que López, Velázquez y Merino (2010) sugieren que este hecho puede conducir a la reducción de la masa forestal. La presencia de instituciones ambientales tiende a favorecer la competitividad; no obstante, la política ambiental que busque la conservación de los recursos naturales, o por lo menos un uso racional de los mismos, puede implicar restricciones para el desarrollo de la reforestación comercial cuando esta no es planeada con parámetros de sostenibilidad. Por su parte, el desempeño fiscal de los entes territoriales da cuenta de la gestión pública para la generación de rentas propias en procura de la autonomía y la descentralización, que permita cubrir los gastos de funcionamiento de la administración y, además, disponer de recursos para la inversión social. Las finanzas públicas saludables contribuyen a aumentar la seguridad pública, las obras de infraestructura y los recursos que por habitante se destinan a rubros como salud, educación, vivienda y seguridad social, los cuales, como se ha dicho, potencian la competitividad. Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 97-126 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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e)  Relaciones entre los usuarios y los recursos Los bosques, como prestadores de una variedad de servicios, constituyen un factor de competitividad en la medida que la disponibilidad y calidad de los mismos contribuye a la generación de beneficios ambientales, sociales y económicos. En esta categoría se incluyen variables relacionadas con la productividad, el tamaño de los mercados, los diferentes usos del suelo y la gestión de los bosques. El tamaño de los mercados puede medirse a través de la densidad poblacional y el grado de urbanización. La primera ofrece indicios sobre la presión de los usuarios sobre el stock de los recursos. La concentración urbana, por su parte, parece tener una relación ambigua con la competitividad y el bienestar de la población. Así lo indican los estudios de Krugman (1998), Gallup, Sachs y Mellinger (1999), Henderson, Shalizi y Venables (2001), los cuales señalan, por una parte, que la concentración urbana beneficia los mercados, y por otra, impone costos de contaminación y congestión que pueden jugar en contra de la competitividad o la atracción de la inversión. Sobre los usos del suelo, se plantea que el uso irracional de este recurso, que conduce a degradación, resta competitividad a las regiones, por cuanto reduce la calidad y la disponibilidad del capital natural. En este sentido, Alviar (2004) aporta evidencia a la idea de que la expansión de la frontera agrícola y el incremento de la ganadería extensiva en zonas aptas para la reforestación generan desequilibrios y usos conflictivos que desestimulan la disponibilidad de tierras para la actividad forestal productiva. Finalmente, los estudios de Southworth y Tucker (2001), Louman y Stoian (2002), Nagendra (2007) y López, Velázquez y Merino (2010) señalan que el involucramiento de los usuarios del bosque en la gestión del mismo conduce a un mejor uso del recurso y, por ende, reduce la deforestación y posibilita la reforestación. 2. BASE DE DATOS Y METODOLOGÍA El propósito de este estudio es identificar los determinantes de la reforestación comercial en los municipios de Antioquia. Aunque resulta deseable explicar la cantidad de hectáreas reforestadas, dicha modelación no es posible con la información existente por dos razones: en primer lugar, mientras la información de las variables independientes se encuentra disponible para la unidad de análisis, el municipio, los datos de las hectáreas reforestadas se obtuvieron para predios, y tratar de explicar la reforestación en el predio con variables del orden municipal podría arrojar relaciones interesantes, pero no permitiría profundizar en el análisis de cómo los propietarios deciden darles diferentes usos a sus predios, porque no se dispone 110

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Determinantes de la reforestación comercial en los municipios de Antioquia

de información más detallada de cada predio. Segundo, tampoco se dispone de información sobre precios y costos asociados a las especies forestales cultivables en cada municipio, ni de la rentabilidad de otras actividades económicas, que permita hacer una simulación de cómo un propietario representativo asigna hectáreas de su predio a cada actividad para maximizar su beneficio. Dicha información debería levantarse en campo, lo que daría lugar a una nueva idea de investigación. Se propone, entonces, modelar la ocurrencia de la reforestación en el municipio. Al hacer esto, se pierde la información de cada predio pero hay correspondencia entre la unidad de análisis y las variables independientes, de manera que las estimaciones permitirían concluir si una variable es determinante de la reforestación o no y, además, cuantificarían su efecto. Dicha transformación se describe a continuación: n

Sea E (R p ) = åx i E(R i ) el número total de hectáreas reforestadas en el municipio i=1

xi en el año 2009. Como se explicará la ocurrencia de la reforestación, se establece que: E(Ri) N

La variable dependiente toma el valor de sp =

N

N

åx2i si2 + ååxi xjsij , i ¹ j si i=1

i=1 j=1

se hizo reforestación en el municipio sp en el año 2009, y sij, en caso contrario. Este dato se tomó del “Resumen de plantaciones” de la Secretaría Técnica de la Cadena Forestal de Antioquia (2009) y del “Inventario de plantaciones forestales” de la Secretaría de Agricultura de la Gobernación de Antioquia, elaborado por el MADR y la CCI (2009). La base de datos de variables independientes se conformó con estadísticas de las variables identificadas en el marco teórico, las cuales fueron seleccionadas de acuerdo con su disponibilidad en el terreno municipal para el año 2009, de manera que se constituyó una base de datos inicial, integrada por 30 variables. En la tabla 5 se indica la fuente y la metodología para calcular cada una de ellas2. Una técnica apropiada para este tipo datos es la regresión logística, la cual ha sido usada para estimar la ocurrencia de incendios forestales a escala local en estudios como los de Martínez, Chuvieco y Martín (2004), Vilar del Hoyo, Martín y Martínez (2008), Mondugo, Serra y Badia (2008). También ha sido usada por Rosero-Bixby y Palloni (1998), García y otros (2006) y Pineda y otros (2009) para explicar los cambios en el uso del suelo y la deforestación, por medio de cartografía digital. El autor suministrará a los lectores interesados la base de datos completa de este estudio. En caso de requerirla, pueden solicitarla al correo electrónico robingarces@gmail.com.

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Según explican Kutner y otros (2005), este método es preferible a los modelos de probabilidad lineal porque estos asumen relaciones lineales entre la variable dependiente y las independientes, lo cual no tiene sentido práctico y, además, no es posible garantizar que las probabilidades oscilen entre cero y uno. A diferencia de otras técnicas de análisis multivariado, la regresión logística no requiere asumir relación lineal entre la variable dependiente y las independientes, no exige que la variable dependiente siga una distribución normal ni que sea homocedástica, y en relación con las variables explicativas, estas pueden ser cuantitativas o categóricas; la única condición es que estas no tengan correlación alta entre sí. En este caso, se estimará:

sij (1)

Donde es una combinación lineal de las variables independientes, estimadas por el método de máxima verosimilitud, así:

Cov (i, M) (2)

Donde Var(M) es el intercepto, E(R i ) = R f + bi (E(R M ) - R f ) el coeficiente de la variable Ri y Rf la variable independiente. Al igual que en la regresión lineal múltiple, los coeficientes estimados indican la influencia relativa de las variables consideradas. Puesto que E(R M) convierte las estimaciones de z en valores que oscilan entre 0 y 1, esta puede interpretarse como una función de probabilidad de ocurrencia de la reforestación. La interpretación de los resultados de este modelo suele hacerse a partir del cociente de posibilidades (odds ratio, OR). Si se aplica la función exponencial a bk, el coeficiente estimado para la variable , se tiene:

βi (3)

Este valor determina cuánto aumenta la probabilidad de que se reforeste en el municipio ante un aumento de una unidad en la variable X k, si se asume que las demás variables permanecen constantes. Para detectar problemas de multicolinealidad entre las variables independientes, se condujo un análisis de correlaciones bivariadas de Pearson. Para cada par de variables con correlación superior a 0,7 en valor absoluto se calculó su correlación con la variable dependiente con el fin de descartar de manera sistemática las variables poco relacionadas con la reforestación comercial o que presentan alta correlación con otras regresoras. Así, por ejemplo, se observaron correlaciones altas y significativas entre las variables de infraestructura y el aislamiento geográfico, y entre esta y el índice de logro educativo; se conservó la variable que describe el aislamiento geográfico –y se descartaron las demás–, porque esta presenta la mayor 112

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Determinantes de la reforestación comercial en los municipios de Antioquia

correlación con la variable dependiente. Lo mismo sucedió con otros grupos de variables, de modo que al final del proceso se conservaron las once que se muestran sombreadas en la tabla 5. Finalmente, usó el método por pasos hacia atrás de Wald para estimar el modelo con la ayuda de la versión 9 del programa estadístico SAS. Para verificar la bondad del ajuste del modelo se aplicó el test de Lemeshow y Hosmer (1982), que evalúa qué tanto las probabilidades predichas se aproximan a las esperadas, caso en el cual se concluye que el modelo tiene una especificación adecuada. Tabla 5. Listado de variables Categoría

Factor

Recursos

Capital natural

Infraestructura

Variable/indicador

Unidad de medida

Fuente

Potencial forestal Hectáreas con aptitud productor forestal productora como porcentaje del área del municipio

Cálculos propios en ArcGIS 9.3 con datos de Gobernación de Antioquia (2010a) e IGAC (2007)

Potencial forestal Hectáreas con aptitud protector forestal protectora como porcentaje del área del municipio

Cálculos propios en ArcGIS 9.3 con datos de Gobernación de Antioquia (2010a) e IGAC (2007)

Aislamiento geo- Distancia a Medellín en Gobernación de Antioquia gráfico kilómetros (2010a) Cobertura acue- Porcentaje de vivien- Gobernación de Antioquia ducto das con disponibilidad (2010a) de acueducto Cobertura alcan- Porcentaje de vivien- Gobernación de Antioquia tarillado das con disponibilidad (2010a) de alcantarillado Cobertura energía Porcentaje de vivien- Gobernación de Antioquia das con disponibilidad (2010a) de energía eléctrica Densidad telefó- Líneas telefónicas por Gobernación de Antioquia nica cada 100 habitantes (2010a) Penet ración de Suscriptores internet MINTIC (2010) internet conmutado y dedicado por 100 habitantes

Capital financiero

Captaciones ban- Miles de pesos por Cálculos propios con datos carias por Pobla- persona de Gobernación de Antioquia ción Económica(2010a y 2010b) mente Activa Cajeros per cápita Cajeros per cápita

Cálculos propios con datos de Gobernación de Antioquia (2010a), A toda Hora S. A. (2010) y Servibanca S. A. (2010)

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Robinson Garcés Marín Categoría

Factor

Variable/indicador

Unidad de medida

Fuente

Usuarios (capital humano)

Educación

Colegios de nivel alto, superior, muy superior según el examen de estado

Salud

I n f rae st r uct u r a Número de camas por Gobernación de Antioquia hospitalaria 1000 habitantes (2010a)

Porcentaje de colegios ICFES (2010) de nivel alto, superior, muy superior según el examen de estado como porcentaje de los colegios del municipio

Población afiliada Afiliados como por- Gobernación de Antioquia a régimen subsi- centaje del número de (2010a) diado habitantes Población afiliada Afiliados como por- Gobernación de Antioquia a régimen contri- centaje del número de (2010a) butivo habitantes Tasa de mortali- Defunciones de niños Gobernación de Antioquia dad infantil de cada mil nacimien- (2010b) tos vivos registrados, durante el primer año de su vida Seguridad

Homicidios

Número de homicidios Gobernación de Antioquia por cada 100.000 habi- (2010b) tantes

A c c i d e n t e s d e Número de accidentes Gobernación de Antioquia tránsito por cada 100.000 ha- (2010b) bitantes Desplazamiento Número de personas Gobernación de Antioquia humano expulsadas del mu- (2010b) nicipio FinanDependencia de Sistema zas transferencias de gobierpúblicas no Dependencia de recursos propios

Transferencias como Gobernación de Antioquia porcentaje de los in- (2010a) gresos del municipio R e c u r s o s p r o p i o s Gobernación de Antioquia como porcentaje de los (2010a) ingresos del municipio

Inversión per cá- Inversión del municipio Cálculos propios con datos pita por habitante de Gobernación de Antioquia (2010a) Indicador de Des- Indicador [0,100] empeño Fiscal Relaciones sistema de gobiernorecursos

114

Gobernación de Antioquia (2010a)

D i s t r i - Estructura de te- Coeficiente GINI de Gobernación de Antioquia b u c i ó n nencia de la tierra concentración de la (2010a) de los propiedad rural [0,1] recursos

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Determinantes de la reforestación comercial en los municipios de Antioquia Categoría Relaciones usuariosrecursos

Factor

Variable/indicador

Unidad de medida

Fuente

Uso del Aprovechamiento Variable dicotómica = c a p i t a l de incentivos [0: no se aprovechó el financertificado de incenticiero vo forestal en el municipio;1: se aprovechó]

Cálculos propios con datos de la Secretaría Técnica de la Cadena Forestal de Antioquia (2009)

P resión Intensidad de la Bovinos por hectárea s o b r e ganadería los recursos Densidad pobla- Número de habitantes cional por kilómetro cuadrado

Cálculos propios con datos de Gobernación de Antioquia (2010c) Cálculos propios con datos de Gobernación de Antioquia (2010a)

Área agrícola total Hectáreas en uso agrí- Cálculos propios con datos (2008) cola como porcentaje de Gobernación de Antioquia de la extensión del (2010a) e IGAC (2010) municipio Área en erosión y Hectáreas erosionadas Cálculos propios con datos erosión muy se- como porcentaje de de Gobernación de Antioquia vera la extensión del mu- (2010a) e IGAC (2010) nicipio Grado de urbani- Porcentaje de la pobla- Gobernación de Antioquia zación ción urbana dentro de (2010a) la población total de su respectivo municipio Nota: Las variables sombreadas, son las seleccionadas para el análisis de regresión. Fuente: elaboración propia.

A continuación se presentan las estadísticas descriptivas para este conjunto de datos. En la tabla 6 se presentan las frecuencias observadas para las variables cualitativas. Se observa que el 43,2 % de los 125 municipios reforestó en el año 2009, mientras que el 15,2 % lo hizo con apoyo del Certificado de Incentivo Forestal. Tabla 6. Estadística descriptiva para las variables cualitativas Frecuencia absoluta (frecuencia relativa) Variable Sí

No

Reforestación

54 (43,2 %)

71 (56,8 %)

Aprovechamiento incentivos

19 (15,2 %)

106 (84,8 %)

Fuente: elaboración propia.

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En la tabla 7 se presentan las estadísticas descriptivas para las variables cuantitativas. En la mayoría de los casos se observa una amplia dispersión de los datos, lo que da cuenta de la heterogeneidad de los municipios de Antioquia. Tabla 7. Estadística descriptiva de las variables cuantitativas

Variable

Media

Mediana

Desviación estándar

Curtosis

Coeficiente de asimetría

Rango

Potencial forestal protector

28,72

26,42

21,91

-0,83

0,45

81,84

Aislamiento geográfico

133,56

109,00

101,59

2,70

1,56

522,00

Colegios de nivel alto, superior, muy superior según el examen de estado

10,70

0,00

20,84

5,64

2,36

100,00

Infraestructura hospitalaria

0,69

0,59

0,51

1,81

1,06

2,62

Población afiliada a régimen contributivo

23,29

16,38

18,61

1,28

1,30

84,46

Tasa de mortalidad infantil

24,63

22,93

8,87

2,30

1,17

53,01

Inversión per cápita

640,99

543,99

357,40

13,27

3,04

2404,38

Indicador de desempeño fiscal

59,09

58,46

8,52

1,03

0,19

54,27

Intensidad de la ganadería

52,17

38,84

39,83

3,76

1,54

244,75

Estructura de tenencia de la tierra

0,63

0,66

0,14

3,13

-1,61

0,83

Fuente: elaboración propia

3. RESULTADOS El método de selección hacia atrás descartó algunas de las variables consideradas anteriormente. Se incorporaron al modelo las que resultaron significativas, a saber: el potencial forestal protector, la inversión per cápita, el Indicador de Desempeño 116

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Determinantes de la reforestación comercial en los municipios de Antioquia

Fiscal (IDF), la estructura de tenencia de la tierra y la intensidad ganadera. En la tabla 8 se muestran los coeficientes estimados, su error estándar, su significancia, así como las odd ratios. Tabla 8. Coeficientes de regresión y ajuste del modelo Estimación

Error estándar

Wald

Intercepto

-4,95

2,4

4,23

0,04

0,01

Potencial forestal protector

-0,03

0,01

7,96

0,00

0,97

Población afiliada al régimen contributivo

-0,02

0,01

1,45

0,23

0,98

Inversión per cápita

-0,00

0,00

6,90

0,01

1,00

Indicador de desempeño fiscal

0,08

0,03

5,32

0,02

1,080

Estructura de tenencia de la tierra

5,13

1,90

7,30

0,01

169,88

Intensidad de la ganadería

-0,01

0,00

4,58

0,03

0,99

Parámetro

-2 Log de la verosimilitud 154,182 (a)

Significancia

R cuadrado de Cox y Snell

R cuadrado de Nagelkerke

0,186

0,250

Nota: (a) La estimación ha finalizado en el número de iteración 4 porque las estimaciones de los parámetros han cambiado en menos de ,001. Fuente: elaboración propia.

El test de Hosmer y Lemeshow arrojó un estadístico chi-cuadrado de 11,133 con una valor-p asociado de 0.1915, lo que indica que la especificación es adecuada. Asimismo, como se observa en la tabla 9, la especificación tiene una capacidad de clasificar con éxito el 68 % de los casos, lo cual se considera aceptable. Tabla 9. Contingencia acierto/error de la clasificación por regresión logística Observado

Pronosticado Aprovechamiento forestal

Aprovechamiento forestal

Porcentaje correcto

0

1

0

54

17

76,1

1

23

31

57,4

Porcentaje global

68

Nota: El valor de corte es ,500 Fuente: elaboración propia

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Estos resultados sugieren que, aunque las variables seleccionadas por el modelo resultaron significativas, estas tienen una incidencia baja en la decisión de reforestar en el municipio, con excepción del indicador del desempeño fiscal y la estructura de tenencia de la tierra. Así, mientras un aumento de una unidad en el indicador de desempeño fiscal (mejor gestión de los recursos por parte de la Administración municipal) incrementa en 8 % la probabilidad de que un municipio dado reforeste, asumiendo que las demás variables permanecen constantes, un incremento en la concentración de la propiedad rural incrementa 170 veces las posibilidades de ocurrencia de este fenómeno. Este último hallazgo es compatible con el de Nagendra (2007). Aunque esto puede ir en contra de los planteamientos del desarrollo rural, puede indicar que la reforestación comercial es un negocio que se sirve de las economías de escala en el sentido de que los beneficios de esta actividad se observan en grandes extensiones de tierra. También podría implicar que el propietario de un predio grande, a diferencia del pequeño propietario, tiene la posibilidad de fraccionar su territorio para destinar cada parte a una actividad económica diferente, incluida la forestal, dado que no depende de los ingresos de esta actividad. El potencial forestal protector, tal como se esperaba, tiene una influencia negativa sobre la decisión de reforestar con fines comerciales, pues las áreas con aptitud para la protección no podrían dedicarse a usos agrícolas, pecuarios o incluso agroforestales o forestales productivos. La inversión municipal per cápita, contrario a lo esperado, también presenta un efecto negativo sobre la reforestación comercial. Este resultado puede indicar que la inversión en los municipios de Antioquia ha mejorado, en efecto, las condiciones de infraestructura en general, pero ha impulsado la competitividad en otros sectores económicos diferentes al forestal, o que la mejora en las condiciones económicas y sociales del municipio estimulan las actividades económicas de corto plazo y no las de largo plazo como las forestales. Por su parte, mayor proporción de población en el régimen contributivo es un indicador de que la población está empleada. Su relación negativa con la reforestación comercial puede deberse a que participar del mercado laboral reduce el tiempo que los propietarios de predios podrían dedicar a esta actividad. Finalmente, la intensidad de la ganadería, que hace referencia a la cantidad de cabezas de ganado por hectárea, presenta una relación negativa con la reforestación comercial, tal como se esperaba. La ganadería compite con la agricultura y la reforestación, puesto que las áreas dedicadas a la primera limitan las áreas que 118

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Determinantes de la reforestación comercial en los municipios de Antioquia

pueden dedicarse a la segunda, a menos que se desarrolle el silvopastoreo como actividad predominante. 4. CONCLUSIONES Se ha planteado que los países tropicales como Colombia tienen la oportunidad de aprovechar el capital natural que representan sus bosques para mejorar las condiciones de vida de su población. Antioquia es uno de los departamentos de este país con mayor aptitud para la reforestación; no obstante, este potencial no ha sido aprovechado en su totalidad, pese a que son conocidos los beneficios ambientales, sociales y económicos de esta actividad. El análisis de los determinantes de la reforestación suministra elementos para la formulación de políticas que conduzcan a la utilización del capital natural con criterios de racionalidad y eficiencia. Como una vía para comprender por qué no se ha aprovechado todo el potencial, se identificaron los determinantes de la reforestación comercial en el ámbito municipal en Antioquia. En este trabajo se aportó evidencia según la cual la reforestación comercial se asocia, en términos de Nagendra (2007) con los recursos, los usuarios, el Gobierno, y las interacciones tanto entre el Gobierno y los recursos, como entre los usuarios y los recursos. Se encontró que las seis variables incorporadas en el modelo de regresión logística tienen efectos sobre la reforestación comercial, pero solo la concentración de la propiedad rural y el desempeño fiscal tienen efectos significativos. No obstante, el análisis econométrico consideró que variables como aprovechamiento de los incentivos y aislamiento geográfico no tienen relación con la decisión de reforestar en el nivel de municipio. Lo anterior evidencia la necesidad de seguir desarrollando estudios para mejorar la comprensión de los determinantes de la reforestación con fines comerciales. Específicamente es importante generar información sobre cómo los propietarios deciden asignar porciones de sus predios a esta actividad y los efectos de los incentivos y el aislamiento geográfico en dicha decisión. También será necesario empezar a involucrar variables del orden supra-sectorial como las tasas de descuento públicas y/o privadas o incluso, como señala Giraldo (2011), asuntos culturales.

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EL RIESGO BETA DE LOS FONDOS DE PENSIONES EN CHILE* Recibido: 15 de noviembre de 2013 • Aprobado: 15 de mayo de 2014

Werner Kristjanpoller Rodríguez** Manuel García Sobarzo***

RESUMEN El presente artículo tiene por objetivo estimar el riesgo beta para los fondos de pensiones administrados por las administradoras de fondos de pensión en Chile para el período comprendido entre los años 2002 y 2012. Se analiza la caracterización, consistencia y estabilidad del riesgo beta de estos fondos, mediante las metodologías de métodos de los mínimos cuadrados, método Blume y método Vasicek. Se concluye que el índice beta es una buena medida para determinar qué tan riesgosa puede ser la inversión, lo que demuestra que los fondos de pensiones tienen un comportamiento más bien defensivo, dada la naturaleza del portafolio de inversión. PALABRAS CLAVE Fondos de pensión, beta, riesgo y retorno. CLASIFICACIÓN JEL G12, G23 CONTENIDO 1. Introducción; 2. Revisión de la literatura; 3. Administradoras de fondos de pensiones; 4. Metodología y datos; 5. Análisis de resultados; 6. Conclusiones; Bibliografía; Anexos.

*

Artículo de investigación, realizado entre abril del 2012 hasta abril 2013 en el Departamen de Industrias de la Universidad Técnica Federico Santa María, Valparaíso, Chile.

**

Ingeniero civil industrial, Universidad Técnica Federico Santa María, Valparaíso, Chile. Magíster en Gestión Empresarial, Universidad Técnica Federico Santa María, Santiago, Chile. Doctor en Ciencias Empresariales, Universidad Autónoma de Madrid, Madrid, España. Profesor jornada completa, Universidad Técnica Federico Santa María, Valparaíso, Chile. Dirección: Avenida España 1680, Valparaíso, Chile. Teléfono: +56 32 2654571. Correo Electrónico: werner.kristjanpoller@usm.cl.

***

Ingeniero civil electrónico, Universidad de la Frontera, Temuco, Chile. Magíster en Gestión Empresarial, Universidad Técnica Federico Santa María, Santiago, Chile. Agente Antofagasta, Asociación Chilena de Seguridad, Antofagasta, Chile. Dirección: Avenida Grecia 840, Antofagasta, Chile. Teléfono: +56 55 2626218. Correo Electrónico: manuel.in@gmail.com.

Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 127-148 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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BETA RISK EN THE CHILEAN PENSION FUNDS ABSTRACT This article aims to estimate the beta risk of pension funds managed by pension fund managers in Chile for the 2002 - 2012 time period. The characterization, consistency and stability of the beta risk for these funds are analyzed with the help of the minimum squares, Blume and Vasicek methods. The results conclude that the beta index is a good measure to determine how risky can an investment be, which proves that pension funds tend to have a defensive behavior given the nature of the investment portfolios. KEY WORDS Pension funds, beta, risk and return JEL CLASSIFICATION G12, G23 CONTENT 1. Introduction; 2. Literature review; 3. Pension fund administrators; 4. Methodology and data; 5. Analysis of results, 6. Conclusions; Bibliography; Attachments.

O RISCO BETA DOS FUNDOS DE PENSÕES NO CHILE RESUMO O presente artigo tem por objetivo estimar o risco beta para os fundos de pensões administrados pelas administradoras de fundos de pensão no Chile para o período compreendido entre os anos 2002 e 2012. Analisa-se a caracterização, consistência e estabilidade do risco beta destes fundos, mediante as metodologias de métodos dos mínimos quadrados, método Blume e método Vasicek. Concluise que o índice beta é uma boa medida para determinar que tão perigosa pode ser o investimento, o que demonstra que os fundos de pensões têm um comportamento mais bem defensivo, dada a natureza do portfólio de investimento.

PALAVRAS CHAVES Fundos de pensão, beta, risco e volta. CLASSIFICAÇÃO JEL G12, G23. CONTEÚDO 1. Introdução; 2. Revisão da literatura; 3. Administradoras de fundos de pensões; 4. Metodologia e dados; 5. Análise de resultados; 6. Conclusões; Bibliografia; Anexos. 128

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El riesgo beta de los fondos de pensiones en Chile

INTRODUCCIÓN El riesgo y la rentabilidad son conceptos inherentes a cualquier inversión, incluso en aquellas denominadas de libre de riesgo. Al tomar decisiones de inversión siempre se ha de analizar estos dos factores fundamentales, que no son independientes entre sí, sino que debieran tener una relación positiva, o sea, a mayor riesgo la rentabilidad debiera ser mayor. El riesgo se puede descomponer en el riesgo sistemático o de mercado, y el riesgo no sistemático o específico. Para el caso de las carteras de inversiones, se debe estudiar el riesgo sistemático, ya que recoge la sensibilidad de la misma de la varianza de mercado. Un caso particular y de especial importancia de aplicación de estos factores, tanto para inversores expertos como para los que no tienen conocimientos para invertir, son los fondos de pensión, los cuales no están exentos de riesgo y contienen el dinero asociado a la jubilación de los trabajadores. Es en este contexto que este estudio viene a aportar información sobre los fondos de pensiones del mercado chileno. Los sistemas de fondos de pensiones operan en Chile desde al año 1980, con transacciones de más de ciento cincuenta mil millones de dólares, lo que equivale aproximadamente a un 60 % del PIB nacional. Por ley todos los trabajadores chilenos están obligados a ahorrar para las pensiones de jubilación en un sistema privado de administradoras de fondos de pensión (AFP), quienes buscan, mediante portafolios de inversión, manejar e incrementar el patrimonio de los futuros pensionados. Las AFP presentan desde el año 2002 diferentes portafolios de inversión caracterizados por el nivel de riesgo. Así se tienen los multifondos A, B, C, D y E, donde el primero es el que presenta una mayor exposición al riesgo, y último, la menor. Cabe mencionar que el fondo E no se considera en el presente estudio ya que el porcentaje de renta variable que puede poseer está entre el 0 % y el 5 %, por lo que el riesgo de mercado es muy bajo. Este trabajo busca determinar el riesgo sistemático de los diferentes fondos que manejan las AFP, a través de los coeficientes beta desde la creación de los multifondos y diferentes métodos de predicción de dicho parámetro. Parra ello se aplicarán tres metodologías: mínimos cuadrados ordinarios, método de Blume y método de Vasicek. Un punto importante es observar cómo la turbulencia de los mercados durante la crisis financiera subprime y la posterior crisis asociada a países de la Comunidad Europea impactó en la administración de los fondos de pensiones. Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 127-148 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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También, con los resultados obtenidos se podrá determinar la existencia de efecto rebaño o manada. Raddatz y Schmukler (2011) determinan que los fondos son administrados de manera similar entre las administradoras, dada la regulación existente para las AFP. El artículo se compone de seis secciones. La primera sección es esta introducción. La segunda sección es la Revisión de Literatura donde se exponen diversos estudios realizados sobre el tema. Luego, se hace una reseña del Sistema de Administración de Fondos de Pensión de Chile. La sección Metodología explica la forma en la que se llevará a cabo el estudio. En la quinta sección, Análisis de Resultados, se muestran y estudian los resultados obtenidos de la aplicación de los modelos. Para finalizar, en la sección Conclusiones se muestran las principales evidencias, consecuencias y perspectivas que se pueden derivar de este estudio. 2. REVISIÓN DE LA LITERATURA Markowitz (1952) establece que todo inversionista es adverso al riesgo, lo cual implica que para la toma de decisión realizará un análisis de retorno frente a riesgo; así se busca la alternativa de inversión que combine de mejor manera el mayor retorno con menor riesgo. Introduce el concepto de retorno y varianza, como medida de gestión del riesgo, lo cual aplica en un análisis de distribución normal. Markowitz (1952) plantea que se pueden diversificar las inversiones, a través de una cartera de activos financieros de modo tal que el riesgo global sea el más bajo posible, lo que genera los fundamentos de los conceptos de teoría de portafolio y frontera eficiente. El retorno esperado de un portafolio se define como la suma ponderada de los retornos esperados de cada instrumento según la proporción de inversión (1) n

E (R p ) = åx i E(R i )

(1)

i=1

en donde xi es el porcentaje de participación del activo en el portafolio, y E(R i) el retorno esperado. Para el cálculo de la varianza del portafolio se requiere la varianza individual de cada instrumento y la correlación de las rentabilidades entre pares de ellos. Markowitz (1952) define la desviación estándar de los rendimientos de un portafolio como medida de riesgo (2). N

sp =

i=1

130

N

N

åx2i si2 + ååxi xjsij , i ¹ j

(2)

i=1 j=1

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El riesgo beta de los fondos de pensiones en Chile

donde,

sp es la desviación estándar del portafolio, si es la desviación estándar del activo i y sij es la covarianza entre la rentabilidad del activo i y del activo j. De este modelo propuesto por Markowitz (1952), se generó una serie de investigaciones sobre la relación del riesgo y el retorno de un portafolio de inversiones, donde se deriva uno de los modelos más utilizados en los tiempos modernos, el modelo Capital Asset Pricing Model (CAPM) por Sharpe (1964), Litner (1965) y Mossin (1966). Este modelo estima la rentabilidad esperada de un activo riesgoso como una función del riesgo del activo, al cual denominó beta, que no es más que la pendiente de la regresión lineal entre la rentabilidad del activo frente a la rentabilidad de mercado. El beta entonces queda definido según 3. b=

Cov (i, M) Var (M)

(3)

donde Cov (i, M) es la covarianza entre la rentabilidad del activo i y el retorno del mercado, y Var (M) es la varianza de los retornos del mercado. El riesgo siempre estará presente en cualquier tipo de inversión, incluso a través de la diversificación. Según la teoría de portafolio se puede minimizar, pero nunca eliminar. En general el riesgo de un activo se compone del riesgo diversificable o riesgo no sistemático, y del riesgo no diversificable o riesgo sistemático. El riesgo no sistemático está asociado a la variabilidad del activo en particular, el cual a través de la diversificación puede llevarse a una mínima expresión dentro del portafolio. Por otra parte, el riesgo sistemático es el riesgo de mercado, el cual no se puede eliminar, lo que lo convierte en el más importante, ya que el no sistemático se puede minimizar. El modelo CAPM enuncia que la rentabilidad esperada para un activo será la tasa libre de riesgo, más una prima de riesgo (4). La prima de riesgo es beta veces la diferencia entre la esperanza de retorno del mercado y la tasa libre de riesgo. A la diferencia entre la esperanza de retorno del mercado y la tasa libre de riesgo se le conoce como prima de mercado.

E(R i ) = R f + bi (E(R M ) - R f )

(4)

donde Ri es el rendimiento esperado del activo i, Rf es la tasa libre de riesgo, E(R M) es el rendimiento esperado del mercado, β i es el parámetro beta propio del activo i. Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 127-148 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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Tanto el beta como el modelo CAPM tiene detractores, pero aún así son los más utilizados. Fernández (2005) demuestra que la predicción de rentabilidad con este modelo tiene un mayor valor predictivo en el mediano plazo. Por otro lado, Kothari y Shanken (1995) concluyen que beta es un indicador preponderante y y también que la variable tamaño es una variable significativa que mejora la valoración del rendimiento esperado, mientras que Fama y French (1992) habían demostrado que el tamaño y la relación precio-libro son importantes para la predicción de retornos. Las investigaciones sobre la medición del riesgo beta son muy abundantes, dada la relevancia que tiene este indicador en el mundo de las inversiones. García y García (2009) analizan el riesgo beta de planes de pensión españoles para el período 1995-2003, a través de un estudio de la caracterización, estabilidad y métodos para predecir el beta. Concluyen que los betas son significativos y tienen un comportamiento de preferencia defensivo, dada la naturaleza del portafolio que conforman las inversiones de los planes de pensiones, pero también, depende del indicador de mercado que se utilice; las sensibilidades tienden a aumentar si se utiliza como proxy del mercado un índice que contenga renta fija, además de renta variable, sobre todo en los planes que tienen mayor cantidad de renta variable, y que la mejor forma para predecirlo es a través de mínimos cuadrados ordinarios. Arrau y Chumacero (1998) analizan la relación entre el tamaño de los fondos de pensiones en Chile y el desempeño financiero, y concluyen que el poder predictivo de los betas deja de ser estadísticamente significativo cuando considera el tamaño, y es el tamaño en forma cuadrática el que explica las diferencias de rentabilidad. Zurita y Jara (1999) comparan el desempeño de los fondos de pensiones según el desempeño ajustado por riesgo en el período enero de 1987 a septiembre de 1998 y concluyen que el Índice de Sharpe es el mejor ratio para medir el desempeño de los fondos y que los desempeños ajustados por riesgo entre períodos no superpuestos presentan correlaciones seriales positivas. Mittelstaedt y Olsen (2003) analizaron la administración de fondos de pensiones chilenos y concluyeron que los administradores no generan valor adicional. Olivares (2005), analiza los fondos de pensión entre 1997 y 2001 y concluye que el índice benchmark explica el 99 % de la variabilidad de los retornos de los fondos y que las regulaciones existentes para los administradores de los fondos de pensión los llevan a generar el efecto manada. Opazo, Raddatz y Schmukler (2009) analizan la demanda por instrumentos de largo plazo en Chile, administrados por inversionistas institucionales chilenos, tales como fondos mutuos, fondos de pensiones y compañías de seguros, mediante una 132

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El riesgo beta de los fondos de pensiones en Chile

comparación con las estructuras de plazos con la de los fondos mutuos en bonos de Estados Unidos. Concluye que las instituciones administradoras de activos chilenas, entre ellas las AFP, mantienen un porcentaje alto en activos de corto plazo en comparación con los fondos mutuos americanos, lo cual podría tener una explicación en minimizar el riesgo inflacionario. Santillán, López y Montenegro (2010) concluyen que el papel de las AFP en el mercado de capitales chileno ha sido sustantivo en la madurez y consolidación. Raddatz y Schmukler (2011) analizan el detalle de las inversiones de las administradoras de fondos de pensión en Chile para el período julio 1996 a diciembre 2005 de manera mensual, y encuentran evidencia de un comportamiento de rebaño o manada. 3. ADMINISTRADORAS DE FONDOS DE PENSIONES Las AFP son sociedades anónimas que tienen por objeto exclusivo la administración del dinero destinados por los trabajadores para las futuras pensiones. En el año 1980, se publicó en Chile el Decreto de Ley 3500 que cambió el antiguo sistema de pensiones por un sistema de capitalización individual. Las AFP reciben de cada cotizante, en forma mensual y obligatoria por ley, el 10 % del sueldo imponible del afiliado. Este dinero lo administran con el objetivo de obtener rentabilidades ajustadas al riesgo. Los cotizantes pueden elegir colocar los ahorros que tienen para la jubilación en cinco multifondos, los que se rigen según restricciones de inversiones en renta fija y renta variable (tabla 1). Se definen los fondos A, B, C, D y E, donde el fondo A es el más riesgoso y el fondo E el de menor riesgo. Tabla 1. Límites vigentes de inversión en renta variable de los multifondos chilenos. Límite máximo

Límite mínimo

Fondo A

80 %

40 %

Fondo B

60 %

25 %

Fondo C

40 %

15 %

Fondo D

20 %

5%

Fondo E

5%

0%

Fuente: www.spensiones.cl

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4. METODOLOGÍA Y DATOS El presente estudio contempla el análisis del comportamiento de los fondos de pensión para el período comprendido desde la creación de los multifondos, octubre 2002 hasta agosto de 2012. Las administradoras de fondos de pensión estudiadas son Capital, Cuprum, Habitat, Planvital y Provida, ya que son las que han tenido continuidad de operación a lo largo del período de análisis. Los fondos que se analizan son el A, B, C y D de cada AFP; el fondo E no se estudia ya que no posee renta variable en la gran mayoría del período analizado, por lo que el riesgo sistemático tiende a ser nulo. Para construir la muestra se han considerado las rentabilidades mensuales durante el período de análisis, obtenidas del Boletín Mensual que elabora la Superintendencia de Pensiones (www.spensiones.cl). Como cartera representativa de mercado se han considerado cinco índices de referencia, de los cuales dos son representativos del mercado de valores chileno y los otros tres del conjunto de fondos de pensiones. El primero considera al Índice de Precios Selectivo de Acciones (IPSA), que contiene las 40 acciones de mayor volumen de transacción. El segundo es el Índice General de Precios de Acciones, IGPA, que aglutina todas las acciones que se transan en la Bolsa de Santiago y se pondera de manera principal por el volumen de transacción1. El tercer índice utilizado es el benchmark para el límite máximo (Lím. Máx.) de inversión en renta variable de cada fondo (Tabla 1) y el porcentaje complementario de renta fija. La evolución de la inversión en renta variable se puede observar en el anexo A. El cuarto benchmark está asociado a la composición real mensual de cada fondo agregado en renta variable y renta fija (fondo); en particular, este índice para medición de beta es muy apropiado, ya que contrasta los resultados con un portafolio de la misma composición de riesgo. Por último, y como índice de los fondos riesgosos, se realiza un ponderado (Ponderado) de todos los fondos según la inversión. Cabe mencionar, que dentro de las posibilidades de inversión en renta variable y renta fija a la cual pueden acceder las administradoras de fondos están contempladas las inversiones en el extranjero. En este estudio en particular tanto la renta fija como la variable se caracterizan por indicadores del mercado nacional, lo cual se basa en una comparación restringida a inversiones nacionales, dado que la posibilidad de invertir en el extranjero abre mejores alternativas, por lo que los resultados obtenidos por las administradoras debieran ser mejores.

1

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Más información en www.bolsadesantiago.com. Universidad de Medellín


El riesgo beta de los fondos de pensiones en Chile

Como activo libre de riesgo se consideran los pagarés del Banco Central a 30 días, cuyos valores fueron obtenidos del sitio web del Banco Central de Chile (www. bcentral.cl). Para la estimación de los coeficientes beta, se utiliza la ecuación 4, mediante mínimos cuadrados generalizados para así tener contemplado la posible existencia de heterocedasticidad y auto-correlación. Este modelo se aplicará para cada fondo de cada AFP analizada, y con cada índice de renta variable definido. Para determinar la consistencia de los parámetros calculados se analiza el comportamiento temporal mediante análisis de estimaciones recursivas (CUSUM y CUSUMQ), ventanas de tiempo solapadas y ventanas de tiempo no solapadas, según la metodología utilizada por García y García (2009). Para la estimación de los coeficientes beta en períodos no solapados, se divide el período en dos subperíodos de 60 meses, el período más utilizado de cálculo de beta. Para el caso de no solapados, se utilizan periodos de 60 meses con un movimiento trimestral. Tanto el análisis de errores de las estimaciones recursivas como el de periodos solapados y no solapados se realizan para los índices benchmark IPSA, Fondo y Ponderado. Para analizar la factibilidad y precisión de la predicción del beta de los fondos de pensiones se comparan tres metodologías: métodos de los mínimos cuadrados, método Blume y método Vasicek. El método de mínimos cuadrado será aplicado para períodos de ajuste de 60 meses para el cálculo del beta. Por otra parte el método Blume (1975) se calculará con base en los 60 meses pasados, separándolos en dos subperiodos de 30 meses cada uno para obtener tendencia del beta. El método Vasicek (1973) también se calculará con base en 60 meses. Los pronósticos de los betas por las tres metodologías se contrastarán con el beta calculado 30 meses después. Para determinar el mejor modelo para pronosticar se utilizarán los criterios de error cuadrático medio, error absoluto medio y error absoluto medio relativo. 5. ANÁLISIS DE RESULTADOS Con las rentabilidades mensuales de los distintos fondos de pensiones evaluados, y con los indicadores de mercado IPSA, IGPA, Máximo Límite, Fondo y Ponderado, se procede a aplicar el modelo CAPM para determinar el riesgo sistemático beta, para el período completo analizado (tabla 2). Se puede observar que los betas para todo el período calculado con base en los índices de mercado IPSA e IGPA son Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 127-148 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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menores que uno, lo cual implica una administración defensiva, y tal cual como se puede deducir de las restricciones de inversión, a medida que el fondo es menos riesgoso el beta es menor. Nótese que los betas calculados con IPSA son siempre menores para cada fondo que el calculado con respecto al IGPA; esto demuestra que este último índice es menos riesgoso que el IPSA, lo cual tiene explicación, ya que se compone con todas las acciones, algunas de las cuales tienen muy baja presencia en transacciones. Al analizar los valores del beta calculados con base en el máximo límite de inversión en renta variable, todos los betas son menores a uno, lo que implica una administración de menor riesgo que lo permitido, medido a través del beta. Los resultados del beta calculado con respecto al límite máximo son bastante importante, ya que independiente del tipo de fondo y de la AFP, todos los betas se encuentran en un rango entre 0,65 y 0,71, lo que muestra una conducta de administración del riesgo consistente con respectos a los límites, que es un 30 % a 35 % menor que el máximo riesgo permitido, medido con el parámetro beta. Al comparar los betas del límite máximo con los obtenidos a través del IPSA y del IGPA, son mayores, lo cual se explica porque el benchmark construido como límite máximo tiene un porcentaje en renta fija, que lo hace ser menos riesgoso que los índices representativos del mercado accionario. El beta determinado para cada fondo de cada AFP con respecto al índice representativo de cada fondo mensual es interesante para analizar la dispersión entre los diferentes administradores de fondos para cada tipo de fondo. Se puede observar una homogeneidad de los betas y mínimas diferencias entre las administradoras de fondos para cada tipo de fondo. Una de las mayores diferencias se puede observar para la AFP 4 en el fondo tipo D. Por último, mediante el modelamiento con el benchmark de la inversión total de los 4 fondos en el índice ponderado, se puede concluir que contra este índice los fondos tipo A son agresivos, mientras que los demás fondos son defensivos. Estos resultados son muy similares a los obtenidos en el trabajo de García y García (2009), lo que explica en este caso que la mayor reacción al utilizar índices construidos con parte de renta fija se debe a que se asemejan de mejor forma a la cartera de referencia de los fondos de pensiones, ya que los índices bursátiles (como el IPSA) no consideran la renta fija, que para el caso, es fundamental en gran parte de los fondos en estudio. 136

Universidad de Medellín


El riesgo beta de los fondos de pensiones en Chile Tabla 2. Riesgo Beta calculado para cada fondo de cada AFP

Fondos

Benchmark IPSA

IGPA

Lím. Máx

Fondo

Ponderado

AFP1

0,56

0,65

0,70

0,73

1,21

AFP2

0,55

0,65

0,69

0,73

1,21

AFP3

0,56

0,66

0,70

0,73

1,22

AFP4

0,56

0,65

0,69

0,73

1,21

AFP5

0,54

0,64

0,68

0,71

1,19

AFP1

0,41

0,48

0,68

0,73

0,89

AFP2

0,40

0,47

0,67

0,73

0,89

AFP3

0,41

0,48

0,69

0,74

0,91

AFP4

0,40

0,47

0,67

0,73

0,89

AFP5

0,41

0,48

0,68

0,74

0,90

AFP1

0,26

0,30

0,65

0,68

0,58

AFP2

0,26

0,30

0,66

0,69

0,59

AFP3

0,26

0,31

0,66

0,70

0,59

AFP4

0,26

0,30

0,64

0,68

0,57

AFP5

0,26

0,31

0,66

0,70

0,59

AFP1

0,14

0,16

0,68

0,68

0,30

AFP2

0,13

0,15

0,65

0,68

0,29

AFP3

0,13

0,15

0,64

0,67

0,29

AFP4

0,12

0,14

0,60

0,62

0,27

AFP5

0,13

0,15

0,67

0,69

0,30

Fondo A

Fondo B

Fondo C

Fondo D

Fuente: elaboración propia

Todos los betas calculados para el período completo analizado y mostrados en la tabla 2 son significativos al 1 %. Para apreciar la homogeneidad de los betas, se realizó el análisis de la estadística descriptiva de los resultados obtenidos (tabla 3). Se puede observar que para los fondos A, B y C el coeficiente de variación es Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 127-148 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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Werner Kristjanpoller Rodríguez • Manuel García Sobarzo

muy bajo, y refleja la homogeneidad en la administración de los fondos, lo que es resultado del efecto manada o rebaño. El fondo D muestra una mayor dispersión, lo que hace pensar una administración menos homogénea, pero al ser menos riesgoso, la rentabilidad es menor, por lo cual las pequeñas diferencias de rentabilidad son un porcentaje de dispersión mayor que en los fondos más riesgosos. Estos resultados apoyan las conclusiones obtenidas por Raddatz y Schmukler (2011) al analizar las carteras de inversión de las diferentes AFP a través del tiempo. Tabla 3. Estadística descriptiva de los betas obtenidos

Benchmark

IPSA

IGPA

Lím. Máx

Fondo

Ponderado

Fondo A

0,55

0,65

0,69

0,73

1,21

Fondo B

0,41

0,48

0,68

0,73

0,90

Fondo C

0,26

0,30

0,65

0,69

0,59

Fondo D

0,13

0,15

0,65

0,67

0,29

Media

Desviación Estándar Fondo A

0,01

0,01

0,01

0,01

0,01

Fondo B

0,00

0,01

0,01

0,01

0,01

Fondo C

0,00

0,00

0,01

0,01

0,01

Fondo D

0,01

0,01

0,03

0,03

0,01

Coeficiente de Variación

Fondo A

1,02 %

1,05 %

1,02 %

1,01 %

0,84 %

Fondo B

0,91 %

1,08 %

0,91 %

0,88 %

0,89 %

Fondo C

1,27 %

1,27 %

1,27 %

1,60 %

1,52 %

Fondo D

4,86 %

5,28 %

4,86 %

3,82 %

4,02 %

Fuente: elaboración propia

Para analizar la consistencia de los betas calculados se realizó un análisis temporal. Del análisis de las estimaciones recursivas, mediante la herramienta CUSUM, se puede deducir que las estimaciones tienen un alto grado de estabilidad, sin sobrepasar las bandas de confianza del 5 % de nivel de significancia. Los resultados muestran que en la mayoría de los casos, la tendencia de la suma de los residuos recursivos se mantiene con poca oscilación dentro del período de análisis, y al permanecer dentro de las bandas de confianzas de la herramienta, demuestran la estabilidad que arrojan los betas calculados. Sin embargo, aquellas pequeñas 138

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El riesgo beta de los fondos de pensiones en Chile

oscilaciones obligan a buscar otras alternativas para confirmar la estabilidad de los betas. Por este motivo se utilizó la herramienta CUSUMQ, la cual muestra de manera más clara los problemas de estabilidad, ya que en ciertos fondos, la gráfica sobrepasa las bandas de significancia del modelo. En particular, para los fondos C y D, de los distintos planes de pensiones, e independiente del índice de mercado que se utilice, se ve una clara inestabilidad que no se detectó cuando se usó CUSUM. De este modo, y dado que el análisis gráfico no ha sido concluyente, se realiza el análisis de tiempos solapados y no solapados, de acuerdo con lo expuesto en la metodología. En primera instancia se analizarán los betas para periodos no solapados, lo cual implica dividir el período completo en dos subperíodos de 60 meses cada uno para los índices IPSA, Fondo y Ponderado. Los resultados se pueden observar en la tabla 4; el primer período está comprendido entre octubre 2002 hasta septiembre 2007 y el segundo período entre septiembre 2007 a agosto 2012. Este último período es de interés ya que calza con la caída asociada a la crisis subprime y posteriores problemas económicos de algunos países de la Comunidad Europea. Se puede observar que en todos los fondos, para cada tipo de fondo, el cambio de beta es notorio, y en todos los casos el beta aumentó, lo cual indica el cambio de una política de administración defensiva a una más agresiva. Con estos antecedentes se hace importante el análisis de períodos solapados para observar cómo fue la evolución del beta a través del tiempo. Tabla 4. Betas para periodos no solapados

IPSA

Fondo

Ponderado

Oct/02Sep/07

Sep/07Ago/12

Oct/02Sep/07

Sep/07Ago/12

Oct/02Sep/07

Sep/07Ago/12

AFP1

0,30

0,68

0,40

0,89

0,68

1,42

AFP2

0,31

0,68

0,40

0,89

0,70

1,41

AFP3

0,31

0,69

0,40

0,90

0,69

1,42

AFP4

0,30

0,68

0,39

0,89

0,67

1,41

AFP5

0,29

0,67

0,38

0,87

0,67

1,39

AFP1

0,23

0,50

0,43

0,86

0,53

1,04

AFP2

0,23

0,49

0,44

0,85

0,55

1,02

AFP3

0,24

0,50

0,47

0,86

0,59

1,03

Fondo A

Fondo B

Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 127-148 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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Werner Kristjanpoller Rodríguez • Manuel García Sobarzo

IPSA

Fondo

Ponderado

Oct/02Sep/07

Sep/07Ago/12

Oct/02Sep/07

Sep/07Ago/12

Oct/02Sep/07

Sep/07Ago/12

AFP4

0,23

0,49

0,45

0,85

0,56

1,02

AFP5

0,23

0,50

0,44

0,86

0,55

1,04

AFP1

0,16

0,31

0,42

0,80

0,39

0,65

AFP2

0,17

0,31

0,46

0,81

0,42

0,65

AFP3

0,17

0,31

0,47

0,81

0,43

0,65

AFP4

0,17

0,30

0,45

0,79

0,41

0,63

AFP5

0,17

0,31

0,46

0,82

0,42

0,66

AFP1

0,12

0,14

0,52

0,78

0,26

0,30

AFP2

0,11

0,14

0,54

0,77

0,28

0,29

AFP3

0,11

0,14

0,53

0,76

0,27

0,29

AFP4

0,10

0,13

0,49

0,71

0,25

0,27

AFP5

0,11

0,14

0,53

0,79

0,27

0,30

Fondo C

Fondo D

Fuente: elaboración propia

Al analizar la estabilidad de beta a través del tiempo con períodos móviles en cada un trimestre, se puede observar que desde la creación de los multifondos los betas han aumentado, al analizarlos con respecto al IPSA (gráfico 1). Esto es un hecho que se puede apreciar para todos los tipos de fondos. También se puede notar que en marzo del 2009 todos los fondos comienzan a tener una estabilidad en general, con una pequeña tendencia a la baja, la cual se ve más marcada en el fondo D. Este mismo hecho se puede apreciar para el cálculo del beta con respecto al índice ponderado (anexo B). Por último, se analizó en períodos no solapados el beta calculado con respecto al índice de cada fondo, para cada AFP, y también cómo evoluciona el coeficiente de variación a través del tiempo. Del análisis de los fondos tipo A (gráfico 2), se puede apreciar que el efecto manada es una constante a través del tiempo, los betas de los 5 fondos siempre se mueven en conjunto. El máximo valor que alcanza el coeficiente de variación es 1,80 %, al comienzo y en marzo de 2009. Posterior a junio de 2009 se ve una estabilización de los betas y del coeficiente de variación para los fondos tipo A. Los demás tipos de fondos se reportan los gráficos en los anexos C, D y E. Para el caso de los fondos tipo B se aprecia el efecto manada, y un descenso del 140

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El riesgo beta de los fondos de pensiones en Chile

coeficiente de variación y la estabilidad con un valor menor al 1 % desde diciembre del 2008 hasta la actualidad. En el caso de los fondos tipo C sucede lo mismo con el coeficiente de variación, solo que se estabiliza bajo 3 %. En los fondos del tipo E se nota una mayor dispersión, y una tendencia a la estabilización del coeficiente de variación, también posterior a diciembre 2008. Dado que para todos los fondos existe una estabilización del coeficiente de variación asociado al beta en diciembre del 2008, esto implica que desde enero del 2004 comenzó a existir una mayor homogeneización de los fondos de cada tipo, ya que para el cálculo se utilizan 60 meses. Por otro lado, esto también permite concluir que existió un periodo de 4 Gráfico 1. Evolución de beta los tiposde de los fondos con respecto IPSA del 2002. trimestres de ajuste, posterior a lade creación multifondos enaloctubre 0,80

Fondo A Fondo B Fondo C Fondo D

0,70

0,60

Fondo A

0,50

Fondo B

0,40 Fondo C

0,30

0,20

Fondo D

jun.-12

dic.-11

mar.-12

jun.-11

sep.-11

dic.-10

mar.-11

jun.-10

sep.-10

dic.-09

mar.-10

jun.-09

sep.-09

dic.-08

mar.-09

jun.-08

sep.-08

dic.-07

sep.-07

0,00

mar.-08

0,10

Gráfico 1. Evolución de beta de los tipos de fondos con respecto al IPSA Fuente: Elaboración propia

Fuente: elaboración propia Gráfico 2. Evolución de beta de los fondos tipo A con respecto al fondo. 1,10

2,00% 1,80% 1,60% 1,40% 1,20% 1,00% 0,80% 0,60% 0,40% 0,20% 0,00%

1,00 0,90 0,80

0,70

mar.…

jun.-12

jun.-11

mar.…

dic.-10

jun.-10

sep.-10

mar.…

dic.-09

sep.-09

jun.-09

mar.…

dic.-08

sep.-08

jun.-08

mar.…

sep.-07

0,30

dic.-07

0,40

dic.-11

0,50

sep.-11

AFP1 AFP2 AFP3 AFP4 AFP5 Coef. Variación

0,60

Gráfico 2. Evolución de beta de los fondos tipo A con respecto al fondo. Fuente: elaboración propia

Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 127-148 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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Werner Kristjanpoller Rodríguez • Manuel García Sobarzo

Por último, cabe destacar que en la mayoría de las metodologías expuestas, el coeficiente beta muestra una estabilidad que hace posible la utilización como predictor para una tendencia de riesgo, esto es, para definir si un fondo es agresivo o defensivo, posterior a diciembre del 2008. En general, se aprecia una estabilidad del riesgo beta, un tanto diferente a los resultados obtenidos por García y García (2009), en donde se tiene una cierta irregularidad en la tendencia para los planes de pensiones del sistema individual de España. El cálculo de los pronósticos a través de las tres metodologías utilizadas por García y García (2009) se realizará desde enero 2004 donde comienza una estabilización de los fondos después de la puesta en marcha de los multifondos en octubre del 2002. Las estimaciones se harán con el benchmark de mercado IPSA. La conclusión que se puede obtener, posterior al haber realizado este análisis profundo del beta de los fondos de pensiones chilenos para el período octubre 2002 agosto 2012, es que existe una política de administración defensiva de mínimos cuadrados, lo cual queda reflejado en los tres indicadores de bondad de predicción, ya que obtiene los menores valores para todos los tipos de fondos y todos los fondos de cada tipo (tabla 5). El método de Blume, que toma la tendencia de cambio de los betas en subperiodos consecutivos, no tiene buenos pronósticos porque el periodo de predicción tiene una parte de ajuste o puesta en marcha de los multifondos, ya que si bien se comenzó a analizar en enero del 2004, no quedó de manera completa fuera los últimos meses de ajuste que afectan al primer subperíodo utilizado por este modelo. En general, los mejores pronósticos se realizan para los fondos del tipo B seguidos por los del tipo C; esto quiere decir que estos fondos son los más predecibles a través de los modelos analizados, en particular por los mínimos cuadrados y el método Vasicek. Por el contrario, los fondos tipo D, los de menor riesgo analizados, son los que a través del método de Vasicek tienen mayor error al momento de pronosticar el beta. 6. CONCLUSIONES Una conclusión que se puede obtener, posterior al haber realizado este análisis profundo del beta de los fondos de pensiones chilenos para el período octubre 2002 agosto 2012, es que existe una política de administración defensiva, ya que los betas obtenidos para todos los fondos con respecto a los índices del mercado bursátil (IPSA e IGPA) son menores que 1. Sin duda que esta conclusión reafirma la forma de administración de portafolios, y su objetivo de la administración y del uso del dinero para pensiones, o sea, una visión de mediano y largo plazo. 142

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El riesgo beta de los fondos de pensiones en Chile Tabla 5. Análisis de Error generado por pronósticos de betas para cada fondo por tipo de fondo

Error Cuadrado Medio

Error Absoluto Medio

Error Absoluto Relativo Medio

MCO

Blume

Vasicek

MCO

Blume

Vasicek

MCO

Blume

Vasicek

AFP1

0,04

2,07

0,07

0,00

4,30

0,01

5,01 % 301,89 % 9,55 %

AFP2

0,04

2,01

0,07

0,00

4,05

0,01

5,20 % 295,98 % 9,90 %

AFP3

0,04

1,96

0,08

0,00

3,84

0,01

6,45 %

AFP4

0,04

2,03

0,07

0,00

4,11

0,01

5,21 % 296,83 % 9,75 %

AFP5

0,04

1,96

0,07

0,00

3,85

0,01

5,47 %

AFP1

0,02

1,47

0,03

0,00

2,16

0,00

3,62 % 289,67 % 5,87 %

AFP2

0,02

1,48

0,03

0,00

2,19

0,00

3,20 % 292,93 % 5,36 %

AFP3

0,02

1,47

0,03

0,00

2,16

0,00

3,27 % 287,63 % 5,96 %

AFP4

0,02

1,47

0,03

0,00

2,15

0,00

3,16 % 290,78 % 5,09 %

AFP5

0,02

1,46

0,03

0,00

2,13

0,00

3,31 % 288,46 % 5,83 %

AFP1

0,01

0,89

0,03

0,00

0,79

0,00

3,40 % 275,35 % 8,93 %

AFP2

0,01

0,96

0,03

0,00

0,91

0,00

4,35 % 285,97 % 9,20 %

AFP3

0,02

0,94

0,03

0,00

0,88

0,00

4,71 % 282,70 % 10,38 %

AFP4

0,02

0,92

0,04

0,00

0,84

0,00

5,51 %

AFP5

0,01

0,94

0,03

0,00

0,89

0,00

4,48 % 286,02 % 10,1 3%

AFP1

0,02

0,39

0,12

0,00

0,15

0,01

14,84 % 239,26 % 73,77 %

AFP2

0,03

0,45

0,13

0,00

0,21

0,02

19,06 % 275,15 % 79,86 %

AFP3

0,03

0,42

0,13

0,00

0,18

0,02

17,95 % 260,77 % 81,39 %

AFP4

0,03

0,38

0,14

0,00

0,15

0,02

19,74 % 252,92 % 93,39 %

AFP5

0,03

0,43

0,13

0,00

0,18

0,02

17,50 % 259,03 % 79,35 %

Fondo A

287,17 % 11,15 %

293,11 % 10,12 %

Fondo B

Fondo C

284,13 % 11,87 %

Fondo D

Fuente: elaboración propia

Al analizar los valores del beta calculados con base en el máximo límite de inversión en renta variable, todos se sitúan entre 0,65 y 0,71, lo cual indica una administración de menor riesgo que lo permitido, medido a través del beta. Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 127-148 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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Werner Kristjanpoller Rodríguez • Manuel García Sobarzo

En general se evidenció una homogeneidad de los betas de fondos de un mismo tipo, lo que caracteriza el efecto manada o rebaño de la administración de estos fondos. Al dividir el período analizado en dos subperíodos (el primer período está comprendido entre octubre 2002 hasta septiembre 2007 y el segundo período entre septiembre 2007 a agosto 2012), se pudo observar el cambio de administración de los fondos: desde una muy defensiva a una menos defensivas, todos los fondos aumentaron su beta. Este hecho se puede explicar por el período inical de puesta en marcha de los multifondos y su administración y también la dferencia con el segundo período que calza con con la caída de los valores asociada a la crisis subprime y posteriores problemas económicos de algunos países de la Comunidad Europea. Del cálculo de los pronósticos, a través de tres metodologías utilizadas, se obtuvo que el método que genera la mejor predicción es el de mínimos cuadrados, para todos los fondos de cada tipo, y medido por tres indicadores de bondad de predicción. Los mejores pronósticos se realizan para los fondos del tipo B seguidos por los del tipo C. BIBLIOGRAFÍA Arrau, P. y Chumacero, P. (1998). Tamaño de los fondos de pensiones en Chile y su desempeño financiero. Cuadernos de Economía, 35(105), pp. 205-235. Blume, M. E. (1975). Betas and their regression tendencies. Journal of Finance, 30(3), pp.785-795. Chile (1980). Decreto de Ley 3.500, Establece Nuevo Sistema de Pensiones. 15 títulos. Fama, E. y French, K. (1992). The Cross-Section of Expected Stock Returns. Journal of Finance, 47(2), pp. 427-465. Fernández, V. (2005). El Modelo CAPM para Distintos Horizontes de Tiempo. Revista Ingeniería de Sistemas, 19, pp. 7-18. García, Y. y García, J. (2009). El riesgo beta de los planes de pensiones del sistema individual en España. Innovar, 19(33), pp. 91-104. Kothari, S. y Shanken, J. (1995). In defense of beta. Journal of Applied Corporate Finance, 8, pp. 53-58. Litner, J. (1965). The valuation of risk asset and the selection of risky investment in stock portfolios and capital budgets. Review of Economics and Statistics, 47, pp. 13-37. Markovitz, H. (1952). Portfolio Selection. Journal of Finance, 7(1), pp. 77-91. Mittelstaedt, F. y Olsen, J. (2003). An Empirical Analysis of the Investment Performance of the Chilean Pension System. Journal of Pension Economics and Finance, 2(1), pp. 7–24.

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ANEXOS

Fondo A Fondo B Fondo C Fondo D

oct.-02 may.-03 dic.-03 jul.-04 feb.-05 sep.-05 abr.-06 nov.-06 jun.-07 ene.-08 ago.-08 mar.-09 oct.-09 may.-10 dic.-10 jul.-11 feb.-12

100% 90% 80% 70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0%

Anexo A. Evolución del porcentaje de inversión en Renta Variable por Fondo. Fuente: elaboración propia

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Fondo A Fondo B Fondo C Fondo D

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Anexo B. Evolución de beta de los tipos de fondos con respecto al índice ponderado Fuente: elaboración propia

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El riesgo beta de los fondos de pensiones en Chile 4,00%

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0,20

Anexo C. Evolución de beta de los fondos tipo B con respecto al fondo Fuente: elaboración propia

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Anexo 4. Evolución de Beta de los Fondos tipo C con respecto al fondo Fuente: elaboración propia

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Werner Kristjanpoller Rodríguez • Manuel García Sobarzo 9,00%

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Anexo 5. Evolución de beta de los fondos tipo D con respecto al fondo Fuente: elaboración propia

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CORRIENTES DEL AMBIENTALISMO Y ALTERNATIVAS DE GESTIÓN DESDE LA SUSTENTABILIDAD Y LA ÉTICA AMBIENTAL* Recibido: 24 de mayo de 2013 • Aprobado: 15 de mayo de 2014

Diana Marcela Sánchez Torres** Marco Aguilera Prado*** RESUMEN El presente texto describe las raíces conceptuales de la gestión ambiental y presenta la crítica desde la ética ambiental, para lo cual hace una lectura de los autores representativos. Así, ambientalismo conservacionista, ambientalismo moderado y humanismo crítico se identifican como las corrientes referentes de la gestión ambiental actual, al tiempo que existen otras posturas o visiones alternativas que merecen ser consideradas para el abordaje de la gestión ambiental territorial. PALABRAS CLAVE Sustentabilidad, desarrollo y ambiente. CLASIFICACIÓN JEL Q20, Q56 CONTENIDO Introducción; 1. El ambientalismo reconocido de la década de 1970; 2. La crítica desde sustentabilidad y ética ambiental; 3. Gestión, ambientalismo y alternativas; 4. A manera de comentario; Bibliografía.

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***

Artículo de investigación producto del desarrollo del primer objetivo de la tesina “Propuesta de gestión ambiental en el contexto de la sustentabilidad para el espacio público natural urbano de la conurbación Pereira Dosquebradas” realizada en 2012 para optar al título de Magíster en Desarrollo Regional de la Universidad Católica de Pereira. Administradora Ambiental de la Universidad Tecnológica de Pereira. Magíster en Gestión del Desarrollo Regional de la Universidad Católica de Pereira. Miembro del Grupo de Investigación en Gestión Ambiental Territorial de la Universidad Tecnológica de Pereira. Catedrático de la Escuela de Administración Pública -ESAP- y de la Universidad Tecnológica de Pereira -UTP-. Correo electrónico: dianamarcela. sancheztorres@utp.edu.co, dianamarcela.sancheztorres@gmail.com. Economista de la Universidad Autónoma de Occidente. Mg. Planificación y Administración del Desarrollo Regional de la Universidad de los Andes. Estudiante Doctorado en Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México. Profesor Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas. Miembro del Grupo de Investigación Desarrollo Empresarial. Universidad Católica de Pereira. Correo electrónico: marco.aguilera@ucp.edu.co

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ENVIRONMENTAL MOVEMENTS AND MANAGEMENT ALTERNATIVES FROM A SUSTAINABILITY AND ENVIRONMENTAL ETHICS SCOPE ABSTRACT This paper describes de conceptual roots of environmental management and offers a criticism from an environmental ethics point of view, for which it makes a reading of representative authors. This way, conservative environmentalism, Moderate Environmentalism and Critical Humanism are identified as currents that serve as referents of current environmental management. At the same time other existent postures and alternative visions deserve to be considered for the territorial environmental management approach. KEY WORDS Sustainability, development, environment JEL CLASSIFICATION Q20, Q56 CONTENT Introduction; 1. Recognized environmentalism of the 1970 decade; 2. Criticism from sustainability and environmental ethics; 3. Management, environmentalism and alternatives; 4. As a comment; Bibliography.

CORRENTES DO AMBIENTALISMO E ALTERNATIVAS DE GESTÃO DESDE A SUSTENTABILIDADE E A ÉTICA AMBIENTAL RESUMO O presente texto descreve as raízes conceituais da gestão ambiental e apresenta a crítica desde a ética ambiental, para o qual faz uma leitura dos autores representativos. Assim, Ambientalismo Conservacionista, Ambientalismo Moderado e Humanismo Crítico se identificam como as correntes referentes da gestão ambiental atual, ao mesmo tempo em que existem outras posturas ou visões alternativas que merecem ser consideradas para a abordagem da gestão ambiental territorial.

PALAVRAS CAHVES Sustentabilidade, desenvolvimento e ambiente. CLASSIFICAÇÃO JEL Q20, Q56. CONTEÚDO Introdução; 1. O ambientalismo reconhecido da década de 1970; 2. A crítica desde sustentabilidade e ética ambiental; 3. Gestão, ambientalismo e alternativas; 4. A maneira de comentário; Bibliografia. 150

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Corrientes del ambientalismo y alternativas de gestión desde la sustentabilidad y la ética ambiental

INTRODUCCIÓN La gestión ambiental evidencia inconsistencias entre las propuestas conceptuales y las praxis, las cuales se hacen visibles en casos como expansiones urbanas en áreas de alta fragilidad ecológica, contaminación de humedales, disposición de residuos sólidos o destrucción de corredores ambientales. Estos problemas son desafíos para las entidades territoriales, debido a la necesidad de brindar soluciones de vivienda o construcción de infraestructura para satisfacer tanto las necesidades de grupos humanos como los intereses de stakeholders y policy-makers que favorecen el crecimiento económico para sostener la plataforma desarrollista y progresista de los territorios (Sánchez, 2013; Cortés y Aguilera, 2012). La situación pudiera interpretarse como una tensión entre los intereses de los diferentes grupos, que se soluciona con un arreglo político que tiene como resultado la presión sobre el medio físico, toda vez que este no tiene representación o es muy débil. Sin embargo, el asunto trasciende la construcción de ese arreglo como solución a la tensión de los intereses y tiene que ver con la forma en que se entiende el ambiente, lo ambiental y sus relaciones con lo político y lo económico. De acuerdo con lo anterior, el presente artículo plantea como objetivo precisar en las raíces teóricas de la gestión ambiental como avance en la respuesta a la pregunta: ¿por qué de la perpetuación de los problemas ambientales a pesar de los ya casi 40 años de elaboraciones conceptuales y aplicaciones para la gestión ambiental? Por ello, se empleó el enfoque de la metodología de la investigación holística como forma de abordaje que permite enlazar varios elementos de manera sistémica. Se identificaron tres corrientes: ambientalismo conservacionista, ambientalismo moderado y humanismo crítico, entre las cuales la segunda es la corriente hegemónica. A pesar de ello, han emergido y coexistido otras conceptualizaciones como el ambientalismo conservacionista, el humanismo crítico y las críticas de sustentabilidad y ética ambiental en el ámbito latinoamericano (Sánchez, 2013). El presente artículo se divide en cinco secciones que corresponden a (1) El ambientalismo reconocido de la década de 1970; (2) La crítica desde la sustentabilidad y la ética ambiental; (3) Gestión, ambientalismo y alternativas; (4) A manera de comentario; (5) Referencias. 1. EL AMBIENTALISMO RECONOCIDO DE LA DÉCADA DE 1970 El origen del ambientalismo, si bien existen raíces filosóficas presocráticas, puede asociarse con la preocupación por el crecimiento de los setenta, enmarcada en la crisis del petróleo y los hallazgos del Club de Roma. Ese ambientalismo se puede Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 149-160 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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clasificar en tres corrientes: ambientalismo conservacionista, ambientalismo moderado y humanismo crítico (Pierri, 2005). El ambientalismo moderado es el de mayor aceptación y es la base de la gestión ambiental tradicional mediante una propuesta de crecimiento para la gestión ambiental. Por su parte, las otras dos corrientes presentan menos acogida, dadas sus posiciones más radicales. Los conservacionistas plantean que el ser humano hace parte de la naturaleza y, por tanto, su relación con la misma debe ser en pie de igualdad y de respeto hacia todas las especies, mientras que el humanismo crítico a través de ecodesarrollo propone alternativas específicas de gestión desde las comunidades, una vez identifican sendas propias de desarrollo en su relación con el entorno, y desde el marxismo plantea la necesidad de un cambio estructural en el modelo de desarrollo que implique nuevas relaciones de producción y el manejo de los medios de producción como manera de construir un proceder diferente en la relación con la naturaleza (Pierri, 2005). La corriente conservacionista, liderada por biólogos y ecólogos, estuvo expresada por los límites físicos al crecimiento económico y poblacional, y el crecimiento cero. Los límites al crecimiento poblacional tienen raíces en Malthus y los rendimientos decrecientes de la tierra ricardianos son las simientes del límite físico del crecimiento económico. A partir de allí se expone, como posible salida a la presión ambiental y el consecuente riesgo para la vida, el crecimiento cero o el estado estacionario. El primero que abogaba por el freno al crecimiento demográfico, y el segundo, por no producir por encima del crecimiento de la población y sus necesidades, por cuanto existe dependencia de la naturaleza para la satisfacción de esas necesidades y los tiempos de recurrencia (de las necesidades humanas) son más cortos que los de reproducción de la naturaleza (Pierri, 2005). El informe del Club de Roma en 1972 tuvo gran impacto en esta corriente al ser el de mayor difusión. El informe planteó la necesidad de realizar reducciones en i) la utilización de recursos naturales en un 75 %; mediante reciclaje, ii) la contaminación en un 50 %, iii) las inversiones en un 40 %, y iv) la natalidad en un 30 %. Posterior a este, la relaboración del equipo Meadows (el World-3) determinó el final del crecimiento antes del año 2100 por tres sendas simultáneas: la sobre explotación del suelo conduce a la erosión, y la producción de alimentos desciende; los recursos son deteriorados por una próspera población mundial, y la contaminación aumenta lo que produce un descenso aún mayor en la producción de alimentos y una elevación de la tasa de mortalidad (Pierri, 2005). La impronta filosófico-política del conservacionismo es la ecología profunda de Arne Naess y George Sessions. Dentro de sus planteamientos está renovar el 152

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acercamiento ético-jurídico del ser humano a la naturaleza, al hacer de esta un sujeto de derecho, de modo que la relación hombre-naturaleza debe construirse en términos de simbiosis y reciprocidad, ya que el derecho de dominio y de propiedad se asimila al parasitismo. Asimismo, se plantea buscar no solo el bienestar humano sino extender el reconocimiento de los “fines en sí” más allá de la esfera del hombre (Ferry, 1992). El ambientalismo moderado se establece como una corriente que pretende hacer compatibles el desarrollo basado en el crecimiento económico y el cuidado de la naturaleza. Sus inicios corresponden a la Cumbre de Medio Humano o Cumbre de Estocolmo realizada por la ONU en 1972 a la cual llegó la postura de poner límites al crecimiento de acuerdo con los postulados del Club de Roma conforme a los modelos elaborados para determinar el futuro del planeta. Sin embargo, el planteamiento de los países en vía de desarrollo sobre la situación de pobreza, que hacía necesario el crecimiento económico para satisfacer las necesidades básicas de la población, puso de manifiesto las diferencias existentes entre estos y los países desarrollados quienes ya tenían sus necesidades satisfechas y, por tanto, podían concentrarse en conservar mientras las condiciones de los países del Tercer Mundo no daban para pensar en conservación. La pobreza se constituyó como elemento determinante de los problemas ambientales y su solución prioritaria frente a la degradación de la naturaleza. De allí que el enfoque de esta corriente es antropocéntrico, puesto que la naturaleza es vista como un stock de materias primas para satisfacer las necesidades de los seres humanos y resolver el problema fundamental que es la pobreza. Sin embargo, no hay cuestionamientos de fondo sobre el modelo de desarrollo, la distribución de la riqueza, las desigualdades sociales, sino que la solución de esta corriente es continuar con el mismo modelo de desarrollo basado en el crecimiento económico con márgenes de conservación, pretendiendo solucionar los problemas humanos y ambientales, donde los últimos son consecuencia de los primeros. El principal referente enmarcado dentro de la corriente del ambientalismo moderado es el desarrollo sostenible planteado en 1987 por la Comisión Brundtland y visto como aquel que permite satisfacer las necesidades de las generaciones actuales sin comprometer las de las generaciones futuras, lo cual establece que la prioridad es el ser humano, relegando a un segundo plano las otras formas de vida presentes en el planeta Tierra. Esta postura está dentro del contexto de la economía ambiental que sostiene que la naturaleza puede valorarse de manera económica, es proveedora de bienes públicos, se pueden asignar derechos de propiedad sobre ella, y puede estar sujeta a mecanismos de mercado. De esta manera, costos de oportunidad, disponibilidades Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 149-160 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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a pagar, precios sombra como resultado del ejercicio empírico están inmersos en la dinámica del crecimiento económico que envuelve el desarrollo sostenible, de modo que el valor de la naturaleza y su existencia dependen de la valoración humana. En esa misma dirección, los “Procedimientos de gestión para el desarrollo sustentable”, de A. Dourojeanni, el modelo de gestión más difundido, considera que apuntar al desarrollo sustentable es hacer compatibles por lo menos cuatro procesos de gestión: i) materialización de acciones que lleven al crecimiento económico; ii) transacciones, que conduzcan a la equidad; iii) integración de áreas temáticas, que conduzcan al trabajo interdisciplinario; y iv) la incorporación de la temática ambiental (CEPAL, 1994). De nuevo, la condición inicial es el crecimiento económico que favorece la equidad y el cuidado de lo no-humano. Por último la corriente humanística crítica basa sus principios en la transformación que se debe dar desde la sociedad para contribuir a un cambio en la gestión del patrimonio natural. Esta corriente presenta dos vertientes: la primera desde el ecodesarrollo y la segunda desde la postura marxista. La primera vertiente presenta la necesidad de recuperar los valores comunitarios y saberes ancestrales que reconocen cuál es el manejo que debe darse a la naturaleza para su preservación y la satisfacción de las necesidades básicas de la población. La lógica de este desarrollo ecológico es que debe partir desde las bases de la sociedad, es decir, desde las mismas comunidades y, por tanto, no debe ser un desarrollo impuesto a partir de un modelo hegemónico. De igual forma, dentro del ecodesarrollo se plantea la necesidad de emplear tecnologías apropiadas o tecnologías limpias que no causen daño al ambiente, al igual que se debe tener una planeación regional que reconozca las necesidades de cada contexto para hallar soluciones efectivas. Algunos de los principales exponentes de esta subcorriente son Schumacher, Sachs y Galtung (Pierri, 2005). La vertiente marxista está representada en el Modelo Mundial Latinoamericano propuesto por la Fundación Bariloche. Este modelo planteaba un cuestionamiento a la propiedad de los medios de producción, ya que esta se reconoció como la causa fundamental del problema ambiental. La propuesta estaba dirigida a la gestión colectiva de los medios de producción para satisfacer las necesidades básicas de la sociedad y, de esta manera, generar las condiciones para un uso adecuado del patrimonio natural. Los insumos empleados por este modelo fueron las variables y los resultados que arrojó el modelo World-3. Sin embargo, se consideraba que la crisis no estaba en el futuro como se pronosticaba en dicho modelo, sino que la crisis ya se daba en el presente con la pobreza y miseria en el mundo, principalmente en los países subdesarrollados, para lo cual hicieron su propuesta de carácter estructural 154

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frente a los cambios que debían realizarse en el modelo de desarrollo que permitieran lograr los objetivos ambientales, planteando, por lo tanto, una idea de fondo frente al ecodesarrollo y a la corriente del ambientalismo moderado. 2. LA CRÍTICA DESDE SUSTENTABILIDAD Y ÉTICA AMBIENTAL Después de la década de 1980 en medio de los cambios estructurales latinoamericanos a favor del mercado y como respuesta a la hegemonía del neoclasicismo teórico de la economía ambiental como base de la gestión ambiental, han surgido algunas producciones ligadas al reconocimiento antropológico de las relaciones de los humanos en contextos espacio-temporales específicos. Entre esas propuestas se destacan la sustentabilidad como alternativa a la sostenibilidad ligada al sustainable development1 y la construcción de una ética ambiental. Esas propuestas tienen como exponentes más representativos a Enrique Leff, Augusto Ángel Maya, Julio Carrizosa y Ana Patricia Noguera (Sánchez, 2013). La sustentabilidad es la apertura a lo social desde las distintas percepciones, visiones, prácticas e ideologías que reconocen en la naturaleza su valor intrínseco y respetan las interrelaciones que en ella se llevan a cabo. Este planteamiento corresponde a una racionalidad ambiental que difiere de la racionalidad económica cuya base se fundamenta en la gestión de los servicios ambientales que solo usufructúan la naturaleza para satisfacer las necesidades de la especie humana como especie dominante. Esta visión se ha globalizado efectuando un crecimiento económico sin límites en el cual se valora el patrimonio natural en el corto plazo, sin tener en cuenta que dicho patrimonio es finito y, por tanto, sus posibilidades de uso son limitadas en el futuro. La racionalidad económica asigna un valor económico a todos los seres del mundo, lo que se establece como la fuente o la raíz de la crisis ambiental, ante lo cual se establece que esta crisis es una crisis de conocimiento (Leff, 2008). El tránsito a la sustentabilidad debe darse mediante valores y no solo por objetivos materiales, para lo cual se hace necesario desarrollar una ética del proceso que sea coherente con sus fines morales, es decir, si los fines son valores, los medios no son neutros, lo que hace necesario establecer una ética de los medios y los procedimientos para que estos sean coherentes con los fines (Leff, 2002). De acuerdo con Ángel y Ángel (2002, p. 25) la ética ambiental se pregunta por los principios que deben regir un nuevo comportamiento hacia lo ambiental que signifique procesos de transformación antrópica, acordes con los potenciales ecológicos. aunque esto tiene dificultades en la praxis, debido a que el hombre no En lengua inglesa sustainable se utiliza tanto sustentabilidad como para sostenibilidad en el sentido aquí descritos.

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puede ajustarse a las leyes ecosistémicas de resiliencia, puesto que el crecimiento y densificación como especie son proporcionales al modelo tecnológico empleado para encontrar recursos para satisfacer sus necesidades. Debido a esto, Ángel (2003, p. 256) plantea al respecto la necesidad de crear nuevos equilibrios ecosistémicos que permitan la permanencia de la vida, lo cual no implica el desarrollo sostenible sino establecer la cultura como estrategia adaptativa, y ello genera la necesidad de profundas transformaciones culturales. Esas consideraciones culturales y ecosistémicas hacen que la praxis de la gestión ambiental precise de una visión ambiental compleja para tratar de comprender la realidad de manera holística; es así como se establecen cinco formas de ver las partes de la realidad: profunda y de manera amplia; con referencia a un deber ser estético y ético; ver las interrelaciones reales actuales y prever las posibles; verlas en dinámica como parte de procesos temporales que implican corto, mediano y largo plazo; verlas con respeto a sus propios intereses en el espacio y el tiempo (Carrizosa, 2000, p. 31). La ética de la cultura moderna reduce la dinámica de la vida a un mundo en el cual solo el respeto es posible en las relaciones humanas, cuyas creencias hacen que la razón se establezca como única forma de relación ética; así, otras formas de vida quedan excluidas de dicha ética antropocéntrica. En este sentido, una ética incluyente se configura como una ética-estética, en el marco en que las culturas se expresan en un mundo de vida simbólico biótico y las estructuras de la vida, sus sistemas complejos de interrelaciones, se auto-crean de manera continua. Ello permite que la ética ambiental incluya otros interlocutores: los ecosistemas, la Tierra, el universo, sistemas a partir de los cuales se es emergencia, y de los cuales se sigue siendo parte. La especie humana no debería excluirse y considerarse culpable sino que debe ser educada para que comprenda el contexto en el cual está inmersa (Noguera, 2004, p. 59). 3. GESTIÓN, AMBIENTALISMO Y ALTERNATIVAS La gestión ambiental es consecuente con variadas corrientes político-ideológicas cuyas posturas pueden agruparse así: un primer grupo de planteamientos que asumen cambios radicales de comportamiento humano frente a la naturaleza o frente al modelo de desarrollo y el segundo que presenta esquemas de gestión laxos, que son posibles en un modelo de desarrollo que hace uso funcional de la naturaleza para continuar con los procesos de crecimiento económico. En el primer grupo se encuentra la corriente conservacionista, orientada a la protección de áreas de fauna y flora, y a la consolidación de las mismas como sitios 156

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de reserva para dichas especies, las cuales tienen derecho de existir, por estar presentes en el planeta Tierra, es decir, por su valor intrínseco, el cual debe ser respetado por el ser humano, mediante la implementación de medidas de control natal para disminuir la superpoblación que amenaza con destruir los ecosistemas, por lo que se promueve que los seres humanos se adapten a los ecosistemas y la necesidad de defender los derechos legales de la naturaleza (Sánchez, 2013). En ese mismo grupo, la corriente humanística-crítica considera una gestión ambiental teniendo como punto de partida la satisfacción de las necesidades de la sociedad. Esta corriente contiene dos subcorrientes: el ecodesarrollo y el Modelo Mundial Latinoamericano. El primero formula alternativas tecnológicas, de planificación, educación y acciones jurídicas para unificar conservación y desarrollo. La segunda tiene fundamentos marxistas, y plantea la necesidad de cambiar el modelo de desarrollo actual por otro mediante el cual se planteen nuevas relaciones de producción que permitan una forma diferente de interactuar con la naturaleza (Pierri, 2005, p. 12). En la actualidad, el segundo grupo está representado por el ambientalismo moderado. Esta es la corriente hegemónica en el ámbito mundial con su propuesta de desarrollo sostenible, a partir de la cual la gestión ambiental está supeditada. El desarrollo sostenible es considerado por la Constitución Política de Colombia de 1991 como un propósito nacional y señala, en primer lugar, que no podemos legar a las nuevas generaciones las condiciones de atraso, exclusión y pobreza actuales, y en segundo lugar, que el cambio en el modelo no es responsabilidad exclusiva del Estado, sino de todos los colombianos (Ministerio del Medio Ambiente, 1998, p. 4). Sin embargo, pese a las similitudes entre la corriente humanística-crítica y el ambientalismo moderado en lo referido a la satisfacción de las necesidades humanas, la primera corriente plantea la necesidad de transformaciones al modelo de desarrollo, por el contrario, la segunda acepta el modelo de desarrollo basado en el crecimiento económico y lo propone como condición para hacer posible la gestión ambiental. De allí que tenga respaldo en el ámbito internacional por parte de diversas instancias políticas y económicas; sin embargo, esta última corriente presenta contradicciones profundas que conducen a que se presenten ambigüedades en la gestión ambiental. Dichas contradicciones generan cuestionamientos como: ¿qué tan factible es la gestión ambiental con un modelo de desarrollo que requiere un alto consumo de naturaleza para mantenerse? En el ambientalismo moderado las prioridades son los seres humanos y mantener el modelo de desarrollo, por lo tanto, cualquier acción en contra de Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 149-160 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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la naturaleza se justifica a partir de dichas prioridades. Ello genera un continuo deterioro del patrimonio natural, debido a las permanentes demandas políticas y económicas para expandir el suelo urbano sin consideraciones ambientales, entre otras demandas, producto de las mismas ambigüedades de la gestión ambiental, que hacen necesaria la presencia permanente de agentes que controlen la intensidad de los impactos ambientales, puesto que la misma estructura conceptual con la que fue concebida dicha gestión no permite que se generen cambios culturales que propendan por una transformación en el sistema de creencias de la sociedad que haga posible nuevas formas de relacionarse el ser humano en la naturaleza. De allí que existan otras maneras de concebir la gestión ambiental a partir de cambios culturales. Es así como la gestión ambiental desde la sustentabilidad trasciende el conservacionismo para reconocer la urgencia de satisfacer las necesidades del ser humano sin desconocer potenciales ecológicos de la naturaleza; por lo tanto, dicha gestión ambiental, según este enfoque, reconoce las cosmovisiones de la sociedad con relación a la naturaleza, al igual que considera la apertura cultural hacia la diversidad y la diferencia para hacer posible el respeto por las distintas formas o estéticas presentes en la biosfera (Sánchez, 2013, p. 27). La gestión ambiental desde la ética ambiental presenta algunos elementos comunes a la corriente humanística-crítica en cuanto a la necesidad de igualdad humana que haga posible renacer, de manera paulatina, sensibilidades hacia la naturaleza. Asimismo, comprende una transformación de las estructuras simbólicas de la cultura que implica un diálogo de saberes en el cual está presente el reconocimiento del yo y del otro (Noguera, 2004). Dicha gestión ambiental se aproxima a los aportes de la ecología profunda en cuanto al respeto por la naturaleza, la cual posee un valor intrínseco que difiere del valor económico al asignarle a las demás especies, el respeto por la vida más que supeditar su existencia a la satisfacción de las necesidades humanas. La gestión ambiental desde la complejidad, planteada por Carrizosa (2000, p. 33), implica la necesidad de una visión compleja que identifique en los territorios todas las interrelaciones presentes entre sociedad y naturaleza. Esto aplica en todos los aspectos territoriales como la consideración de la movilidad de las especies naturales, al igual que la movilidad del ser humano, esto es, no perder de vista los corredores ambientales ni tampoco las necesidades sociales. Es decir, al tener una visión holística, las decisiones territoriales no solo se fundamentan en una prioridad sino en múltiples factores que envuelven el sentido de la vida y de la existencia en sus múltiples formas. 158

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Corrientes del ambientalismo y alternativas de gestión desde la sustentabilidad y la ética ambiental

4. A MANERA DE COMENTARIO Las corrientes conservacionista y humanística-crítica se plantean como radicales en cuanto a sus propuestas que limitan las actuaciones del ser humano, en el caso de la primera, y cuestionan el modelo de desarrollo basado en el crecimiento económico, en el caso de la segunda. En consonancia, han tenido poca acogida en el ámbito internacional, dada la prevalencia de la economía convencional y la visión antropocéntrica de los discursos universales sobre desarrollo sostenible. Por otra parte, el ambientalismo moderado se constituye como la corriente hegemónica para la gestión ambiental puesto que establece el crecimiento económico como elemento fundamental para el logro de la conservación y/o cuidado de la naturaleza. El asunto no es menor, si se tiene en cuenta que la hegemonía del crecimiento económico asociado con el desarrollo y progreso tiene en su base la transformación de bienes y servicios ambientales subsidiados por la naturaleza, la cual tiene capacidades limitadas de reproducción y sus tiempos de revitalización son diferentes a los de la recurrencia de las necesidades humanas. Así, gestionar desde el ambientalismo moderado es, en buena medida, universalizar mayor ingreso como meta de la sociedad, lo que deja de lado otras visiones de la relación entre humanos y no-humanos y otras ideas de progreso, evolución (coevolución), y desarrollo, y elimina la posibilidad de construir otros fines para la sociedad (solidaridad, justicia). La sustentabilidad y la ética ambiental, aquí descritas, se consideran como una opción diferente, al plantear la necesidad de una racionalidad ambiental fundamentada en los potenciales ecológicos de la naturaleza, la valoración ética y estética, las culturas adaptativas, y la visión ambiental compleja; ello constituye, más que un modelo de gestión, una re-construcción de la mirada de la naturaleza como recurso (factor productivo), al tiempo que es una alternativa en la forma de construir esa mirada; en otras palabras, en más una construcción metaconceptual que la búsqueda de un método para articular sociedad y naturaleza para crecer. Es una forma de trascender la visión utilitarista y mercantilista del ambientalismo moderado que, sin embargo, presenta limitaciones por cuanto es cada grupo humano con sus relaciones (entre ellos y con los no-humanos) el que define su rumbo (sus fines) y la manera de cómo conseguirlos dónde se incluyen las relaciones con el medio físico. Reconocer que existen formas diferentes de conocer la relación entre humanos y no-humanos (pensamiento sistémico, complejidad, holismo), y alternativas al análisis, así como el determinismo de la Modernidad plantea retos para quienes deciden avanzar en esa lógica, por cuanto ello implica la integración de saberes y los trabajos inter-transdisciplinares que también están en construcción en cuanto a formas y métodos. Esa configuración de emergencia meta-teórica (cómo construir, Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 149-160 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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Diana Marcela Sánchez Torres • Marco Aguilera Prado

justificar y emplear el conocimiento generado) y meta-metodológica (cuál debe ser el método del pensamiento complejo) pudieran explicar la no consolidación de la gestión ambiental desde (y para) la sustentabilidad. BIBLIOGRAFÍA Agudelo, N. (2004). Lo que no dice el Desarrollo Sostenible: aproximación a una lectura Latinoamericana. En: Luna Azul.v.19, 1-10. Ángel, A. (2003). La diosa Némesis: Desarrollo Sostenible o Cambio Cultural (Vol. 2). Cali: Corporación Universitaria Autónoma de Occidente. 407 pp. Ángel, A., & Ángel, F. (2002). La ética de la Tierra. Ética y medio ambiente. En: E. Leff, Ética, vida, sustentabilidad. Primera ed. 12-26. México: PNUMA. Red de Formación Ambiental para América Latina y el Caribe. Carrizosa, J. (2000). ¿Qué es el Ambientalismo? La Visión Ambiental Compleja. Santafé de Bogotá: CEREC. Universidad Nacional de Colombia. PNUMA. 132 pp. CEPAL. (1994). Economía y Ecología: dos ciencias y una responsabilidad frente a la naturaleza. División de Recursos Naturales y Energía. Recuperado el 03 de agosto de 2012, de IV Simposio Internacional de Turismo, Ecología y Municipio: http://www.eclac.cl/publicaciones/xml/8/19768/ lcr1457s.pdf Cortés, R., & Aguilera, M. (2012). Política Ambiental en Colombia entre la formulación y la implementación. En: Criterios N.° 5, 111-128. Ferry, L. (1992). La Ecología Profunda. En: Vuelta N.° 192, 31-43. Leff, E. (2002). Ética por la Vida. En E. Leff (coord).Ética, Vida, Sustentabilidad. Primera ed., 288-314. México; Ministerio del Medio Ambiente. PNUMA. PNUD. 332 pp. Leff, E. (2008). Discursos Sustentables. México: Siglo XXI Editores. 272 pp. Ministerio del Medio Ambiente. (1998). Lineamientos para la Política Nacional de Ordenamiento Ambiental del Territorio. Bogotá: Ministerio del Medio Ambiente. 68 pp. Noguera, A. P. (2004). El reencantamiento del mundo. Manizales: PNUMA. Universidad Nacional de Colombia. 205 pp. Pierri, N. (2005). Historia del concepto del desarrollo sustentable. En: G. Foladori, & N. Pierri (Edits.), ¿Sustentabilidad? Desacuerdos sobre el desarrollo sustentable. 27-80. México: Miguel Ángel Porrúa. UAZ. Cámara de Diputados LIX Legislatura. 223 pp. Sánchez, D. M. (2013). Propuesta de gestión ambiental para el sistema de espacio público natural urbano de la conurbación Pereira Dosquebradas. Pereira: Universidad Católica de Pereira. 64 pp.

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COMUNICACIÓN INTEGRADA DE MARKETING: UN ACERCAMIENTO A LA EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO* Recibido: 06 de junio de 2013 • Aprobado: 15 de mayo de 2014

Nelcy Rocío Escobar Moreno** RESUMEN Este documento examina el concepto de comunicaciones integradas de marketing, a través de la revisión de las diferentes conceptualizaciones y los modelos más reconocidos que lo describen. Con el objetivo de analizar el desarrollo y evolución del concepto de las comunicaciones integradas de marketing, se hace una exploración de las propuestas conceptuales que han tenido mayor impacto académico hasta la fecha, y las propuestas que lo reconocen como un concepto multidimensional. PALABRAS CLAVE Comunicaciones integradas de marketing, modelos de comunicación de marketing, publicidad. CLASIFICACIÓN JEL M31, M37 CONTENIDO Introducción; 1. CIM: Análisis de la Evolución del Concepto; 2. Factores que inciden en el desarrollo de la CIM; 3. La Comunicación Integrada de Marketing como Concepto Multidimensional; 4. Conclusiones; Bibliografía.

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Este trabajo hace parte de los productos obtenidos del trabajo de Ttsis titulada “Caracterización y evaluación preliminar de los factores determinantes de un programa de comunicaciones integradas de mercadeo para una organización no lucrativa: El caso de la Universidad Nacional de Colombia”, sustentada en septiembre de 2012 para la obtención del título de M.Sc. en Administración de la Universidad Nacional, Bogotá, Colombia. Director de Tesis: Edison Jair Duque. La fase del proyecto de donde se obtiene este artículo se realizó dentro del marco de la convocatoria 2010-2011 del programa de Jóvenes Investigadores Virginia Gutiérrez de Pineda auspiciado por Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación Colciencias, Colombia.

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Administradora de empresas y magíster en Administración, Universidad Nacional, Bogotá, Colombia. Docente e Investigadora de la Universidad de Medellín, Colombia. Coordinadora del Grupo de Investigación en Mercadeo TETRIX Marketing. Dirección de correspondencia: Carrera 87 N.° 30-65, Oficina 107-bloque 5, Medellín (Antioquia), Colombia. Teléfono: +57 4 3405331. Correo electrónico: nescobar@ udem.edu.co, nrescobarm@unal.edu.co.

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Nelcy Rocío Escobar Moreno

INTEGRATED MARKETING COMMUNICATIONS: A CONCEPTUAL APPROACH TO THE EVOLUTION OF THE CONCEPT ABSTRACT This paper analyzes integrated marketing communications by reviewing different conceptualizations and recognized models that describe it. With the objective of analyzing the development and evolution of the integrated marketing communications concept, a brief review of the conceptual proposals that had the largest academic impacts till the moment and the proposal that recognizes it as a multidimensional concept are considered. KEY WORDS Integrated marketing communications, Marketing communications model, Publicity JEL CLASSIFICATION M31, M37 CONTENT Introduction; 1. CIM: Conceptual evolution analysis; 2. Factors that affect the CIM development; 3. Integrated Marketing Communication as a multidimentional concept; 4. Conclusions; Bibliography.

COMUNICAÇÃO INTEGRADA DE MARKETING: UMA APROXIMAÇÃO À EVOLUÇÃO DO CONCEITO RESUMO

Este documento examina o conceito de comunicações integradas de marketing, através da revisão das diferentes conceptualizações e os modelos mais reconhecidos do que o descrevem. Com o objetivo de analisar o desenvolvimento e evolução do conceito das comunicações integradas de marketing, realiza-se uma breve revisão das propostas conceituais que tiveram maior impacto acadêmico até a data, e as propostas que o reconhecem como um conceito multidimensional.

PALAVRAS CHAVES Comunicações Integradas de Marketing, Modelos de Comunicação de Marketing, Publicidade. CLASSIFICAÇÃO JEL M31, M37. CONTEÚDO Introdução; 1. CIM: Análise da Evolução do Conceito; 2. Fatores que incidem no desenvolvimento da CIM; 3. A Comunicação Integrada de Marketing como Conceito Multidimensional; 4. Conclusões; Bibliografia. 162

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Comunicación integrada de marketing: un acercamiento a la evolución del concepto

INTRODUCCIÓN Tanto académicos como organizaciones se han referido durante mucho tiempo al uso eficaz de la información como base para la gestión efectiva de las relaciones con sus mercados. Así, el disponer de mecanismos adecuados para difundir la información fuera de la organización es un tema que ha cobrado importancia en el ámbito de la gestión. No obstante, son múltiples las consideraciones que plantean distintos grupos sobre el tema para lograr este objetivo. Diversos investigadores destacados como Schultz (1991), Keegan, Moriarty, y Duncan (1992), Duncan y Everett (1993), Schultz (1997), Schultz y Walters, (1997), Hartley y Pickton (1999), Kotler y otros (1999), Schultz y Kitchen, (2000), Low (2000), Duncan (2002), Swain (2004), Schultz y Schultz (2004), Madhavaram, Bradrinarayanan, y Mc Donald (2005), y Kliatchko (2005) han tomado un camino común para proponer un foco sobre el cual se trabaje la comunicación. Este es el de la comunicación integrada de marketing (CIM). De este modo, varios autores han comenzado a plantear la necesidad de considerar en las organizaciones modelos que permitan guiar la manera de tomar las decisiones de comunicación; así, todos ellos resaltan la importancia de crear marcos conceptuales y métodos que proporcionen un enfoque completo y disciplinado a este proceso de toma de decisiones, y hablan de la función de marketing como punto de partida para ello. Sus consideraciones, además, tienen en cuenta diversos factores para la construcción del concepto, pero en general podría decirse que giran sobre el mismo el objetivo: brindarle a la organización una solución efectiva e integrada a la gestión de la comunicación. El presente trabajo tiene como objetivo principal analizar la evolución que ha tenido el concepto de CIM a lo largo del tiempo, los factores que ayudan a describirlo, y las definiciones que se han planteado para hacer referencia a este en el campo de la gestión de marketing. Para cumplir este propósito, en este documento se hace una revisión a profundidad sobre distintos estudios, con miras a aportar una visión teórica e integrada de los principales elementos que comprenden el concepto de CIM que, a su vez, y como se verá a lo largo del texto, permiten entenderlo como una muy buena alternativa para la gestión de la comunicación en las organizaciones. El punto de partida para la detección de fuentes bibliográficas para la revisión fue la búsqueda de diferentes revistas especializadas en el tema. La búsqueda se realizó para documentos publicados en el período comprendido entre 1991 y 2011, Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 161-192 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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se tomaron las de los autores más significativos, y se revisaron las fuentes más relevantes con respecto al número de citaciones. Para lograr el objetivo propuesto, el documento se estructura en cuatro secciones. En primer lugar, se revisan los aportes más importantes desarrollados en torno a la conceptualización del constructo1, los modelos existentes en la literatura y las principales líneas de investigación sobre el mismo; esto con el objetivo de plantear un marco conceptual que permita comprender la evolución del concepto. Enseguida, se propone el análisis de la CIM a partir de los factores que influyen su desarrollo en las organizaciones, de manera que se analiza la importancia que tienen las necesidades y expectativas de las audiencias para el tema a través del análisis de algunos modelos teóricos. En tercer lugar se debate la dimensión de la CIM. Así, se revisan las escalas de medición más importantes, y las diferentes propuestas que la definen como un concepto con múltiples dimensiones que, a su vez, permiten una mejor evaluación, medición, y comprensión de este. Finalmente, en la quinta sección se presentan las conclusiones y las implicaciones para la gestión que se obtienen de la revisión. 1.  CIM: ANÁLISIS DE LA EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO En los últimos treinta años, el entorno de la comunicación ha evolucionado por distintos factores y razones que han propiciado notables cambios en el comportamiento de las organizaciones. Por esta razón, los factores del contexto y una proliferación de herramientas y medios de comunicación integradores, junto con la concepción sobre el marketing de relaciones, fueron elementos determinantes que hicieron surgir a finales de la década de 1980 las llamadas comunicaciones integradas de marketing –CIM–, concepto que, según Jiménez (2009) basado en Ducoffe y otros (1996), comenzó a ser reconocido y desarrollado una década después, y se considera como una de las prácticas con mayor impacto en el futuro. El creciente cuerpo de literatura se ha ocupado de cuestiones relativas a la definición del concepto, tales como explicaciones de sus etapas (Keller, 2001) y la tipología de los mensajes, así como de cuestiones de aplicación, tales como la estructura, la responsabilidad de la organización, las actitudes hacia este nuevo enfoque, y la integración de disciplinas. Para efectos de una mejor comprensión del texto, entiéndase el término “constructo” como cualquier término de difícil definición dentro de una teoría científica, de manera que es algo de lo que se sabe que existe, pero cuya definición es difícil o controvertida.

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Kerr y otros (2008) mencionan, además, que, como tal, la teoría de CIM, en gran medida, ha surgido a partir de observaciones de la práctica, según lo informado por una serie de investigaciones de otros académicos como Duncan y Everett (1993); Hartley y Pickton (1999); Kitchen y Schultz (1999); Low (2000), Swain (2004), entre muchos otros. Así, de acuerdo con Kerr y otros (2008), se puede decir que CIM es un concepto en constante y continua redefinición que refleja alrededor de 20 años de investigación y la práctica del concepto en sí mismo. Sin embargo, la ambigüedad sobre las cuestiones de definición y la falta de una base teórica han generado en muchos investigadores la pregunta de si este es un concepto nuevo en absoluto o si, por el contrario, es una versión actualizada de lo que los profesionales de la comunicación siempre han tratado de hacer. Si bien algunos investigadores señalan la falta de contenido académico y de rigor, la simplificación y las soluciones prescriptivas, y el uso de la retórica como justificación en la CIM, otros afirman que esto no es raro en la gestión de muchos nuevos conceptos de marketing (Kerr y otros (2008), basados en Cornelissen y Lock (2000) y Gould, (2000)). 1.1 CIM: Las primeras definiciones Ahora, para entender la evolución del concepto, que se convierte en la base de este debate, hay que partir de la definición utilizada por la Asociación Americana de Agencias de Publicidad (American Association of Advertising Agencies, AAAA, por sus siglas en Inglés) que la define como […] un concepto de planificación de las comunicaciones de marketing que reconoce el valor añadido de un plan integral que evalúa el papel estratégico de una variedad de disciplinas de comunicaciones, por ejemplo, publicidad, respuesta directa, promoción de ventas y relaciones públicas—y que combina estas disciplinas para brindar claridad, coherencia y comunicaciones de máximo impacto (Duncan y Everett, 1993, p. 31).

Esta primera definición resulta fundamental en la medida que fue la base de la cual se generó el interés por desarrollar un concepto que recogiera los fundamentos de una nueva visión de uno los alcances del marketing: la gestión de la comunicación. De acuerdo con Kerr y otros, (2008), esta definición de la AAAA (citada por Duncan y Everett, (1993)), que fue desarrollada en colaboración con la Universidad de Northwestern, sigue utilizándose en la actualidad, aunque se centre principalmente en el proceso de CIM y en la integración táctica de las cuatro disciplinas principales. Posterior a esta definición están los aportes realizados durante la década de los noventa por Schultz (1991), Keegan, Moriarty, y Duncan (1992), Duncan y Everett (1993), Kotler y otros (1999), entre muchos otros, que muestran la evolución misma Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 161-192 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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del concepto de CIM y su significancia estratégica en las organizaciones. Sin embargo, es importante ahondar en los detalles de cada una de estas definiciones, evaluar los factores que permitieron a estos autores construir el concepto que aquí se representa, y en particular, identificar hasta dónde han llegado cada uno de estos postulados, pues, tal como se verá más adelante, estás definiciones han trascendido hasta la construcción de algunos modelos sobre el concepto, que han perdurado hasta hoy. En un principio, Schultz (1991) y sus colegas de la Universidad de Northwestern definieron CIM como el proceso de manejar todos los recursos de información de un producto o servicio a los que un consumidor o prospecto está expuesto, y que mueven al consumidor hacia la compra o a mantener su fidelidad (Duncan y Caywood, 1996). En este mismo sentido, Duncan y Everett (1993, p.31) propusieron que este concepto consiste en la “coordinación estratégica de todos los mensajes y medios utilizados por una organización para influir en el valor de marca percibido”. Su planteamiento, aunque realiza un acercamiento al tema estratégico, no propone una metodología diferente con respecto a las definiciones hasta ese momento planteadas, que permita entender la aplicación de CIM; no obstante, ayuda a comprender la necesidad de entenderla y aplicarla desde un nuevo paradigma que plantea la comunicación de marketing centrada estratégicamente en los intereses del consumidor. En vista de lo anterior, Schultz, Tannenbaum, y Lauterbom, (1993, p. 10) reconocen la necesidad de superar el vacío estratégico del concepto hasta ahora desarrollado, y afirman que […] la CIM es el proceso de desarrollo e implementación de distintas formas de programas de comunicación persuasiva con clientes. Así, su objetivo es condicionar de forma directa el comportamiento del público seleccionado para las comunicaciones, convirtiéndose en un proceso que empieza con el consumidor y funciona para determinar y definir cómo se deben desarrollar los programas de comunicación persuasiva.

También, reconocen que a partir de este nuevo enfoque, debe considerarse que, en todos los contactos de la empresa o marca con un cliente, el producto o el servicio son potenciales canales de distribución para futuros mensajes. 1.2 CIM: Un nuevo paradigma Estratégico De acuerdo con Duncan y Caywood (1996), la CIM se define como un nuevo paradigma estratégico, planteado en un primer momento por Schultz (1991, p. 39), 166

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como “el proceso de controlar o influir estratégicamente en todos los mensajes, además de fomentar el diálogo con el propósito de crear y alimentar las relaciones rentables con los clientes y otros stakeholders”. Esta definición propone entonces la importancia de focalizar los esfuerzos de la comunicación en la construcción de relaciones con todos los grupos interesados en la organización, donde deberán tenerse en cuenta los efectos en la respuesta comportamental de estos, al igual que las respuestas afectivas con respecto a la organización y no solo con respecto a sus marcas. Por lo tanto, el enfoque de CIM se transforma en algo más integrado en materia de dirección hacia todas las posibles audiencias de la organización, y no exclusivamente hacia sus consumidores y, además, en un proceso orientado a los resultados en el largo plazo, en particular cuando parte del marketing de relaciones para fomentar la lealtad de los grupos de interés De aquí que Nowak y Phelps (1994) propusieran no un nuevo concepto, pero sí unas nuevas características para entender el constructo. Estos fueron: 1. “Una sola voz” en la comunicación de marketing: se refiere a la transmisión de una imagen basada en una estrategia única, que debe tener una temática singular para sus mensajes sin importar cuál sea el canal utilizado. 2. La integración: es la encargada de unificar e integrar a las diferentes áreas de la organización entorno a la creación de la imagen de marca. 3. La coordinación: es la sinergia de las herramientas de marketing con miras a lograr la consecución del objetivo de imagen de marca, conciencia y generación de respuestas en las audiencias. Como puede verse en esta construcción de los autores, el concepto de CIM tiene unos elementos que empiezan a darle el carácter integrado que la ha diferenciado de la comunicación de marketing convencional. Es a partir de esto que Schultz y Schultz (1998, p. 13) deciden proponer una nueva definición de CIM que recoge aquellas características fundamentales identificadas hasta ahora por parte de los académicos de este tema, de manera que la definieron como “el proceso estratégico de negocio usado para planificar, desarrollar, ejecutar y evaluar programas de comunicación de marca coordinados, cuantificables, persuasivos a lo largo del tiempo con consumidores, clientes, clientes potenciales y otros públicos internos y externos relevantes”. Estos autores, además, identifican esta nueva aproximación desde un análisis al que llamaron “marketing diagonal”, el cual consiste en un enfoque basado en las Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 161-192 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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tecnologías de información, y en analizar cómo las comunicaciones de marketing se dirigen desde las organizaciones hacia los consumidores. Se caracteriza por dar un enfoque de proceso de negocio, es decir, crear un sistema en la organización, basado en datos de los clientes, que permite, según ellos, que las actividades relacionadas con la comunicación se puedan planear, implementar y evaluar; además, posibilita comprender las percepciones de los clientes, y los contactos que se hacen con la marca, e impulsa un método de evaluación de las inversiones realizadas en comunicación y que involucra a los grupos de interés en general. De acuerdo con Porcú y Barrio (2008), la característica más importante de esta definición es que por primera vez aparece el enfoque en un “proceso de negocio”, un aspecto que lleva a crear sistemas en cadena a través de los cuales todas las actividades pueden ser planificadas, implementadas y evaluadas, y aún más importante, provee una metodología subyacente sobre la cual todas las decisiones de inversión en comunicación pueden ser evaluadas, puesto que se centra en una evaluación del valor potencial y actual de consumidores y clientes para la organización. En esa misma línea, autores como Kotler y otros (1999, p.301), quienes definen CIM como “un concepto según el cual una empresa integra y cuidadosamente coordina sus variados canales de comunicación para conseguir un mensaje claro, coherente y convincente sobre la empresa y sus productos”, intentan concretar una definición cercana a lo que las organizaciones empiezan a entender como un nuevo planteamiento estratégico. Sin embargo, no todos los académicos ven la CIM como un nuevo enfoque o paradigma que traería nuevas construcciones a la teoría del marketing. Por ejemplo, de acuerdo con Spotts y otros, (1998) esta solo “reinventa la teoría de marketing existente usando una terminología distinta”; o de acuerdo con Cornelissen y Lock (2000), la CIM se podría identificar solo como una teoría bastante superficial a través de su falta de precisiones conceptuales, falta de formalidad en su construcción, y la falta de profundidad de la investigación. Así, la visión que se tiene del concepto sería la de una moda en gestión. La idea de Cornelissen y Lock (2000) tuvo como argumento que debido a que no existen académicos o profesionales dedicados a la definición de CIM, o un reconocido sistema de medición del concepto (en lugar de evaluar la influencia y aportación de los distintos conceptos que lo componen) no puede considerarse a esta como una teoría o paradigma nuevo. Asimismo, Percy, Rossiter y Elliot (2001, p. 36), aunque definen la CIM como la “planificación y ejecución de todos los tipos de comunicación de marketing necesarios para la marca, el servicio o la organización de cara a alcanzar unos objetivos de comunicación” (Porcú y Barrio, 2008), no reconocen en esta una nueva teoría. Ellos sostienen que, aunque 168

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algunos la perciben como un concepto valioso, hay una gran cantidad de evidencias que sugieren que una verdadera CIM es la excepción, y no la regla. Según estos autores, con frecuencia se considera que esta no es nada más que la utilización de varios medios para entregar un mensaje que, aunque hacen uso de una gama de diferentes herramientas de comunicación de marketing, no se identifican en conjunto como un programa (Percy, Rossiter, y Elliott, 2001). A raíz de estos planteamientos, algunos autores decidieron aceptar el desafío y refutar aquellas observaciones en torno a la validez de CIM como teoría. Fue de este modo como autores como Schultz y Kitchen (2000) plantearon que los argumentos hechos por Cornelissen y Lock (2000) eran basados en una versión seleccionada e incompleta de lo que en realidad era CIM, pues se habían focalizado en esta como una disciplina (es decir, bajo una categoría similar como pueden serlo las relaciones públicas o la promoción de ventas). Así, sostuvieron que el concepto debería considerarse en ese momento como un pre-paradigma en etapa de desarrollo, y por tanto, que no estaba obligado a mostrar una definición final aceptada. Sus opiniones fueron apoyadas por Gould (2000), quien consideró que una definición para la CIM debería formularse desde un importante concepto estratégico no muy diferente de otros conceptos, metodologías, o estrategias de marketing y de gestión que han surgido. Así, sostenía la importancia de no olvidar que todos estos tienen un evolutivo y discursivo comportamiento en la historia, caracterizado en que el concepto particular está definido y se redefine, a menudo, muchas veces (Kitchen, y otros, 2004). Se ve entonces cómo después de una primera década de trabajo se empieza a contemplar en la construcción de CIM el enfoque estratégico requerido por las organizaciones para su aplicación, y el enfoque de integración que luego se sustentaría en la aplicación conjunta y afincada de herramientas de comunicación. Autores como Shimp (2000) continuaron ese proceso de construcción y redefinición del concepto. En su caso, sugirió que aun cuando CIM pudiera definirse en una variedad de formas, cualquiera que fuesen esas definiciones se debían contemplar cinco características significativas: en primer lugar, el afectar el comportamiento de las audiencias mediante una comunicación dirigida como objetivo primordial; en segunda instancia, el cliente o la perspectiva del mismo como punto de partida del proceso de comunicación, y luego, el trabajo hacia atrás en favor de la marca; en tercer lugar, el uso por parte de la CIM de todas las formas de comunicación, y todas las fuentes de contactos de la marca y la empresa como posibles canales de distribución del mensaje; como cuarto punto, la sinergia y la coordinación con miras Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 161-192 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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a lograr una fuerte imagen de marca; y por último, la construcción de una relación entre la marca y el cliente a través de ella. Durante finales de la década de 1990, e inicios del siglo XXI se pudo identificar la constante preocupación de los teóricos de CIM frente a la evaluación de este enfoque desde la perspectiva financiera de la organización, pues, aun cuando elementos como los considerados por Shimp (2000) eran de gran importancia, también había que justificar la pertinencia e importancia de este nuevo paradigma para el rendimiento financiero de las organizaciones. Fue así como, según lo citan Porcú y Barrio (2008), Schultz y Schultz (1998) introdujeron como medida de la implementación de la CIM la medición de la rentabilidad de la inversión en el cliente (ROCI, Return on Customer Investment), pues la atención se debería centrar, según su propuesta, en relacionar la inversión realizada en un cliente específico con el aumento (o la disminución) de los flujos de ingresos procedentes de ese mismo cliente. De este modo, el punto más importante es que los flujos de ingresos del cliente representen el elemento crítico de medición y no los esfuerzos individuales de comunicación. De acuerdo con Porcú y Barrio (2008), también pueden citarse trabajos como los de Ambler, Bhattacharya, Edell, Keller, Lemon y Mittal (2002) que coinciden con Kitchen y Schultz (2001) en utilizar herramientas financieras para la medición de su impacto, tales como la ROI (Retorno sobre la Inversión), o la ROTPI (Return on Touch Point Investment), es decir, la medida de la rentabilidad de la inversión en el punto de contacto con el cliente (Schultz, Cole y Bailey (2004)); o la estimación de las mejoras en el valor de la marca y en el valor del cliente (Duncan y Mulhern, 2004; Hutton, 1996; Reid, Luxton y Mavondo, 2005, y Rust y otros, 2004). Por su parte, Duncan (2002) propuso continuar la evaluación de CIM como nuevo paradigma del marketing a partir de la definición de esta como un proceso para gestionar las relaciones con los clientes que impulsan valor a la marca. En concreto, la definió como un proceso para crear y alimentar rentables relaciones con los clientes y otros interesados, para controlar o influir estratégicamente en todos los mensajes enviados a estos grupos y alentar el diálogo con ellos. Además, desglosa los principales elementos de su definición para ayudar a explicar su significado, y hace así aportes a la construcción de una definición más completa. Así, explica el proceso y la importancia de que todos los departamentos y agencias externas trabajen al unísono en la planificación y seguimiento de todas las fases de las relaciones establecidas desde la marca. Explica también el proceso por el cual se crean y se alimentan esas relaciones, cómo los nuevos clientes son atraídos y, cómo 170

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a través de la CIM se logra interactuar con ellos con el fin de encontrar maneras de satisfacer sus necesidades y deseos. En el mismo camino, Carlson, Gove, y Dorsch (2003) indicaron que el éxito del concepto puede generar, por lo tanto, respuestas deseables de los clientes, de lo cual se puede afirmar, según Madhavaram, Badrinarayanan, y McDonald (2005), que la CIM puede hacer, de forma potencial, que las empresas sean más eficientes y efectivas en la comunicación con sus mercados objetivos previstos y, a su vez, ayudan a las empresas en el logro de un rendimiento financiero superior a través de un mayor valor de marca. De acuerdo con esta conveniencia financiera en la ejecución correcta de los programas de CIM, también sobresale el trabajo de Schultz y Schultz (2004), quienes redefinieron el concepto y establecieron que […] la comunicación de marketing integrada es un proceso estratégico de negocio utilizado para planificar, desarrollar, ejecutar y evaluar programas de comunicación de marcas coordinados, medibles, persuasivos a lo largo del tiempo con consumidores, clientes, posibles clientes, empleados, socios y otros públicos objetivo externos e internos relevantes, que tiene como meta es generar tanto retornos financieros a corto plazo y construir marcas a largo plazo como valor para el accionista.

De aquí que se considere el objetivo financiero como uno de los más importantes resultados de la aplicación exitosa del mismo. En el mismo sentido, surgieron cuestiones adicionales sobre cómo medir el alcance financiero que tenía la ejecución de tales estrategias en las organizaciones, por lo cual la conceptualización se discutió bajo los requerimientos pragmáticos que tiene la evaluación de estos temas dentro de la estrategia organizacional. De esta manera Kliatchko (2005,11), tras su análisis de varias de las definiciones propuestas en la literatura, sugiere que la CIM es “el concepto y proceso de gestionar estratégicamente programas de comunicación de marcas centrados en el público, en los canales, y que conducen a unos resultados en el tiempo”. Tal definición, a primera vista, podría considerarse como semejante a la que habían propuesto autores como Duncan (2002), Carlson, Gove, y Dorsch (2003), o Schultz y Schultz (2004) en años anteriores. Sin embargo, y como se verá a profundidad en el apartado referente a los factores que inciden en la CIM de este documento, Kliatchko (2005) propone una batería de elementos clave, entre ellos unos de tipo financiero, a través de los cuales podrían hacerse las mediciones respectivas frente al impacto de esta en la organización, aspecto que hace sobresalir los aportes de este autor con respecto a la nueva definición, pues no se enfoca en un solo elemento sino, como ya se mencionó, en una integración de varios de ellos. Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 161-192 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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Ahora bien, otro aspecto dentro de la conceptualización de la CIM que también ha sido analizado por los académicos es el de la integración. Desde el planteamiento de Moriarty (1994) la diferencia general entre la postura tradicional y la integrada respecto a su efectividad se evalúa desde la situación de que un programa de comunicación integrada tiene en consideración todos los tipos de mensajes emitidos por una organización en cada punto donde un grupo de interés entra en contacto con la empresa. De aquí, según Jiménez y otros (2006) basados en Cornwell y Maignan, (1998), se puede interpretar que la efectividad de una herramienta de comunicación particular ha de valorarse de manera simultánea con los efectos del resto de herramientas, ya que todas afectan en menor o mayor grado la integridad de la comunicación de la empresa, y así es percibido por los grupos de interés. De la misma forma, estos autores citan a Keller (2001), en su crítica al estudio de la medición de la efectividad de las comunicaciones, vista desde la integración, pues, según este último, se han dejado a un lado las interacciones potenciales entre las distintas herramientas comunicacionales elegidas por la empresa en su programa de comunicación. Por tal razón, se permite citar trabajos como los de Chang y Thorson (2004), Naik y Raman (2003), Smith y otros (2004) donde se comienza a dar un giro hacia la investigación sobre efectos sinérgicos de funciones de comunicación e interacciones entre medios. En este sentido sugieren, basados en Kitchen y otros (2004), que la integración de las comunicaciones debe reconocer no solo el valor de las funciones de comunicación por separado, sino el valor de la yuxtaposición de dichas funciones. De acuerdo con Jiménez (2009), es de este modo como la discusión por el nivel de integración de la CIM se convirtió en una de las líneas de investigación más importantes del concepto a lo largo de su evolución. Destaca entonces importantes estudios exploratorios como los de Carlson y otros (2003); Chang y Thorson (2004), Garretson y Burton (2005), Gopalakrishna y Chatterjee (1992), Grove y otros (2007), Jin (2003-2004), Naik y Raman (2003), Navarro (2008), Schumann y otros (1996), que confirman en la práctica de las organizaciones la necesidad latente por una verdadera integración de lo que en palabras de Shimp (2003) se conoce como herramientas de CIM –publicidad, promoción de ventas, relaciones públicas, marketing directo, y todos los demás canales a través de los cuáles las organizaciones se comunican con sus audiencias–. Valga mencionar que este aspecto no resulta ajeno a la propuesta de Kliatchko (2005) que se traía a colación con anterioridad, pues entre de los grupos de elementos que menciona como fundamentales dentro del concepto está el de múltiples canales, donde se refiere en particular a las disciplinas o herramientas de comunicación que 172

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permitirán a la organización reconocer los puntos de contacto y de información entre su marca y la audiencia objetivo. Asimismo, Kliatchko (2005) plantea dentro de su primera definición que serían estas audiencias objetivo ese último pilar que ayudaría a definir el constructo. En vista de la importancia que para este análisis adquiere su modelo, se evaluará la versión actualizada del mismo en el siguiente aparte de esta revisión, donde la CIM se entiende como el concepto y el proceso de administrar estratégicamente los programas de comunicación de marca centrados en las audiencias focalizadas –lo que se conoce como stakeholders–, el contenido y los canales, y orientados a los resultados a través del tiempo. Se ve, entonces, cómo, y de acuerdo con Kerr y otros (2008), esta redefinición continua refleja poco más de dos décadas de investigación y la práctica del concepto en sí mismo. De este modo, la definición de la que se habla hoy en día presenta una evolución notable, de manera que elementos como el concepto de audiencia no solo concibe a los consumidores sino también a todos los demás grupos de interesados en la empresa, y se habla de resultados a largo plazo tales como la construcción de marcas y el establecimiento de relaciones con ellos. Además, como se explicó, la estrategia ha sido declarada como un componente vital en casi todas las definiciones de CIM y sus aplicaciones se centran en las actividades que en un primer momento podrías identificarse como tácticas, pero que resultan siendo parte de una estrategia de comunicación transversal a toda la organización. No obstante, la ambigüedad sobre las cuestiones de definición y la falta de una base teórica, según Kerr y otros (2008) ha causado a muchos investigadores la pregunta de si CIM es un concepto nuevo en absoluto, o si es solo una versión actualizada de lo que los profesionales de la comunicación siempre han tratado de hacer. De esta manera, basado en Cornelissen y Lock (2000), y Gould, (2000), afirma que si bien algunos investigadores señalan la falta de contenido académico y rigor de CIM, su simplificación y soluciones prescriptivas, y su uso de la retórica como justificación, otros afirman que esto no es raro en la gestión de muchos nuevos conceptos de marketing. En este breve examen del proceso de desarrollo de la CIM como concepto, es evidente que se registran algunas dudas y recelos. Sin embargo, desde la posición trabajada en este documento, esta se ha de considerar desde lo que en palabras de Jiménez (2007) se entiende como ‘el proceso estratégico de negocios’ que configura un modo de gestionar la comunicación, que puede representar una capacidad en sí misma, y que, a su vez, es capaz de generar ventajas competitivas. Por tanto, y Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 161-192 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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de acuerdo con este autor, se espera que su aplicación empresarial sea decisiva en el momento cuando las empresas planifiquen sus estrategias, con el fin último de establecer una diferenciación sostenible en el tiempo. Asimismo, se propone entenderla como una herramienta de largo alcance para velar por la sostenibilidad de las relaciones de las organizaciones con sus grupos de interés. En la tabla 1 se presenta un compilado de las principales definiciones que han marcado la evolución del concepto de CIM, y a las cuales se ha hecho referencia hasta ahora en este documento. Tabla 1: Definiciones de CIM Autor

Definición

Asociación Americana de Agencias de Publicidad (AAAA) (1989) (Citada por Duncan y Everett, (1993)).

Un concepto de planeación de las comunicaciones de marketing que reconoce el valor añadido en un programa que integra una variedad de disciplinas estratégicas –por ejemplo, publicidad en general, respuesta directa, promoción de ventas y relaciones públicas– y combina estas disciplinas para proporcionar claridad, la coherencia y el impacto máximo de la comunicación.

Schultz (1991)

El proceso de manejar todos los recursos de información de un producto o servicio a los que un consumidor o prospecto está expuesto y que desde el comportamiento mueven al consumidor hacia la compra o a mantener su fidelidad.

Keegan, Moriarty y Duncan (1992)

La coordinación estratégica de todos los mensajes y los medios utilizados por una organización para influir colectivamente en el valor percibido de su marca.

Duncan y Everett (1993)

La coordinación estratégica de todos los mensajes y medios utilizados por una organización para influir en el valor de marca percibido.

Schultz, Tannenbaum, y Lauterbom (1993)

El proceso de desarrollo e implementación de distintas formas de programas de comunicación persuasiva con clientes, cuyo objetivo es condicionar de forma directa el comportamiento del público seleccionado para las comunicaciones, convirtiéndose en un proceso que empieza con el consumidor y funciona para determinar y definir cómo se deben desarrollar los programas de comunicación persuasiva.

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Comunicación integrada de marketing: un acercamiento a la evolución del concepto Autor

Definición

Nowak y Phelps (1994)

Proceso de Comunicación basado en una estrategia única de comunicación (una sola voz) la cual debe tener un temática para sus mensajes sin importar cuál era el canal utilizado –la publicidad, la relaciones públicas y el marketing uno a uno– o el destinatario final, y que es la encargada de unificar e integrar a las diferentes áreas de la organización entorno a la creación de la imagen de marca.

Duncan y Caywood (1996)

El proceso de controlar o influir estratégicamente todos los mensajes, además de fomentar el diálogo con el propósito de crear y alimentar las relaciones rentables con los clientes y otros stakeholders.

Schultz (1998)

El proceso estratégico de negocio usado para planificar, desarrollar, ejecutar y evaluar programas de comunicación de marca coordinados, cuantificables, persuasivos a lo largo del tiempo con consumidores, clientes, clientes potenciales y otros públicos internos y externos relevantes.

Kotler y otros (1999)

CIM es el concepto bajo el cual una empresa integra y coordina cuidadosamente sus canales de comunicación con miras a entregar un mensaje claro, coherente y convincente sobre la organización y sus productos.

Shimp (2000)

Proceso estratégico de comunicación caracterizado por afectar el comportamiento de las audiencias mediante una comunicación dirigida; percibir al cliente como punto de partida, utilizar todas las formas de comunicación y todas las fuentes de contactos de la marca y la empresa como posibles canales de distribución del mensaje; tener sinergia y coordinación con miras a lograr una fuerte imagen de marca; y construir una relación entre la marca y el cliente.

Duncan (2002)

Un proceso de funciones cruzadas para crear y nutrir las relaciones rentables con los clientes y otras partes interesadas, para controlar estratégicamente o influenciar todos los mensajes enviados a estos grupos y promover el diálogo propositivo con ellos a través del manejo de datos.

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Definición

Smith y otros (2004)

El análisis estratégico, la selección, ejecución y control de todos los elementos de comunicaciones de marketing, que de manera eficiente (en el mejor uso de los recursos), económica (costo mínimo) y eficaz (el máximo de resultados) influyen en las transacciones entre una organización y sus clientes actuales y potenciales, consumidores y clientes.

Schultz y Schultz (2004)

Proceso estratégico de negocio utilizado para planificar, desarrollar, ejecutar y evaluar programas de comunicación de marcas coordinados, medibles, persuasivos a lo largo del tiempo con consumidores, clientes, posibles clientes, empleados, socios y otros públicos objetivo externos e internos relevantes, que tiene como meta es generar tanto retornos financieros a corto plazo y construir marcas a largo plazo como valor para el accionista.

Kliatchko (2005)

CIM es el concepto y el proceso de administrar estratégicamente los programas de comunicación de marca centrados en audiencias focalizadas, los canales, y orientados a los resultados a través del tiempo.

Jiménez (2007)

Proceso estratégico de negocios que configura un modo de gestionar la comunicación, que puede representar una capacidad en sí misma, y que a su vez es capaz de generar ventajas competitivas.

Kliatchko (2008)

La CIM es un proceso que impulsa los negocios a través de su público y un proceso de la gestión estratégica de los grupos de interés, del contenido del mensaje, de los canales de comunicación y de los resultados de los programas de comunicación de marca.

Fuente: elaboración propia con base en Kerr y otros (2008), Jiménez (2006), Kliatchko, (2005 y 2008)

2.  FACTORES QUE INCIDEN EN EL DESARROLLO DE LA CIM Ahora bien, a partir de los resultados obtenidos de este análisis de la evolución de la definición, y con el objetivo de profundizar en su estudio para una mejor comprensión de su tratamiento en las organizaciones, a continuación se hace referencia 176

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a los factores que influyen en su desarrollo. Así, de acuerdo con la propuesta que se plantea en esta investigación, los factores que influyen en la ejecución de la CIM en las organizaciones pueden agruparse y definirse en 1) las necesidades y expectativas de las audiencias, y 2) la Incidencia que tienen los stakeholders de la organización. 2.1 Las necesidades y expectativas de las audiencias en la CIM Luego de la revisión conceptual, y su comprensión como un nuevo enfoque dentro del ámbito del marketing, se ha podido establecer la importancia que dentro de la evolución de la CIM han tenido las audiencias como receptores de lo que haga la organización. No obstante, habrá que identificar la razón por la cual las audiencias resultan importantes, y la respuesta no es otra que la misma por la cual los segmentos son importantes en el marketing general: la identificación de sus necesidades particulares. Si se analizan con detenimiento las definiciones que se revisaron en el apartado anterior, elementos como el impacto en el consumidor y la respuesta en el comportamiento de los públicos (Schultz (1991), Keegan, Moriarty y Duncan (1992), Schultz y Schultz (1998), Smith y otros (1999), Shimp(2000), Kliatchko (2005), y Kliatchko (2008) y el fortalecimiento mismo de las relaciones y del diálogo propositivo con el cliente (en Schultz, Tannenbaum, y Lauterbom (1993); Duncan y Everett (1993), Duncan (1994), Shimp (2000), Schultz y Schultz (2004), Kliatchko (2005) y Kliatchko (2008) podría identificarse el papel que juegan los requerimientos y las necesidades de los consumidores como determinantes de la implementación de este enfoque dentro de las organizaciones. Es por esto que a partir de este documento se propone el reconocimiento de este elemento como uno de los dos grandes factores que influyen en el desarrollo de la CIM. Pero ¿cuál es la perspectiva más integral desde la cual pueden evaluarse las necesidades de las audiencias, para obtener una mayor comprensión de su papel en el concepto? El análisis que se ha hecho también abre la posibilidad a una respuesta: la propuesta desarrollada sobre constructo de CIM, planteada por Kliatchko (2008). En ella se identifican unos atributos distintivos definidos como “los cuatro pilares de CIM”: partes interesadas (stakeholders), el contenido, los canales, y los resultados. Desde el enfoque de la planeación del concepto se sigue un proceso, y los cuatro pilares pueden ser considerados como sus antecedentes y consecuencias. Así, los pilares funcionan como antecedentes cuando se consideran en la planificación y ejecución de un nuevo programa de comunicación de marketing. Como Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 161-192 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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el programa es completado dentro de su marco de tiempo previsto, el proceso incluye un mecanismo de realimentación de la medición, evaluación y análisis de las direcciones que se tomaron y garantizaron un impacto futuro y de éxito en los programas que, como se ha expuesto, se evalúan a raíz de las necesidades propias de las audiencias a las cuáles fue dirigido. Por su parte, las mejoras, los cambios y otros ajustes derivados del análisis realizado en un programa en cualquiera de los cuatro pilares funcionan ahora como consecuencia del proceso de CIM en esta etapa. Desde su enfoque, este proceso sigue un modelo de circuito cerrado, donde los cuatro pilares pasan por un ciclo de Losantecedentes 4 pilares de CIM ser Figura a la vez1:los y las consecuencias, tal y como se ilustra en la figura 1. Figura 1: Los 4 pilares de CIM Pilares Comunicaciones Integradas en Marketing Stakeholders

Contenido

Canales

Resultados

Gestión estratégica de programas de Comunicaciones de Marca

Fuente: Tomada de Kliatchko (2008, p. 145)

Tomada de Kliatchko (2008, p. 145)

Lo importante de esta parte de la propuesta es que se identifica cómo Kliatchko (2008) propone, además, un listado de elementos propios para cada uno de los pilares que conforman las CIM. Estos elementos permiten vislumbrar la complejidad misma del concepto, y en particular la dimensión relacional –siempre en función de las necesidades particulares de las audiencias– que los rodea (ver figura 2). Esta primera perspectiva permite entonces identificar un primer común denoFuente: Kliatchko (2008) minador transversal a los 4 pilares: la relación con el cliente y sus necesidades. Se observa, así, cómo las necesidades, los comportamientos y los valores son reconocidos en el interior del primer pilar, los stakeholders. Tal y como lo considera Kliatchko (2008), en lugar de tener el control de los clientes o prospectos, los gerentes de CIM agers seek to be sensitive and responsive to their needs, wantstratan de ser sensibles y receptivos a sus necesidades, deseos, aspiraciones and expectations, in order to more effectively provide solutions to con- y expectativas, con el fin de proporcionar soluciones más eficaces a los sumer problems, nourish positive total customer experiences with the brandproblemas del consumidor, alimentar las experiencias positivas totales de las audiencias con 178

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la marca, deepen the customers’ relationships with the brand and the firm, and ulti- profundizar en ellas las relaciones con la marca y la empresa, y en última instancia,mately create reciprocal value for them and the firm in the long term. crear valor recíproco para ellas y la empresa en el largo plazo. Figura 2: Elementos de los pilares de CIM Stakeholders

Contenido

Canales

Resultados

Audiencias Internas y Externas

Ideas del consumidor

Múltiples Canales

Mediciones financieras

Mensajes e Incentivos

Puntos de Contacto / Vista expandida

Contabilidad

Públicos Relevantes

Múltiples mercados Agregación

Necesidades, deseos, comportamient o, valores Gestión de bases de datos Relaciones rentables a largo plazo

Controlado/ no controlado

Comercializador /generado por los medios

Generados por la a udi enci a / medi os pa rti ci pa ti vos

Consideraciones

Éticas

Dignidad de la persona Humana

Relevancia / Preferencia

Comportamiento basado en mediciones

ATL/ BTL

ROCI: Flujos de Ingreso/retorn os

Canales no tradicionales

Contribución a la riqueza.

Medios Nuevos / Digitalización

Neutralidad de los medios / Sinergia

Fragmentación / Proliferación Exposición simultánea a los medios En primera plana /Medios de fondo

Figura Fuente: 2: Elementos de los pilares de CIM

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Otro aspecto que refleja la incidencia de las necesidades del consumidor en las decisiones de CIM de las organizaciones se refiere a las ideas que tiene el consumidor, y su papel en el contenido mismo de las comunicaciones. Kliatchko (2008), basado en Fortini y Campbell (1992), afirma que una apreciación de la comprensión del consumidor da lugar al entendimiento de este, y al descubrimiento de la perfecta conexión entre la marca y el cliente que en última instancia conduce a la creación de contenido atractivo. Asimismo, en el interior del tercer pilar –los canales de comunicación– se refleja cómo una visión integrada proporciona una más amplia comprensión de los canales para incluir no solo las herramientas tradicionales –radio, televisión, medios escritos– sino todos los posibles puntos de contacto donde se encuentra el cliente o existen las perspectivas de la experiencia con respecto a una marca, garantizando el posible contacto con él de manera exitosa. Afirma también Kliatchko (2008), con base en Schultz y Walters (1997), que con respecto a los resultados a diferencia de los modelos basados en adoptar esa actitud tradicional de medir la eficacia centrada en evaluar los efectos de la comunicación (por ejemplo, la recuperación o concienciación de la marca) y las salidas (por ejemplo, qué medios de comunicación fueron adquiridos), el enfoque CIM mide las respuestas de comportamiento (por ejemplo, las compras realizadas por clientes actuales y potenciales) y los resultados (es decir, rendimientos financieros) en términos de los flujos de ingresos de los consumidores. En el corazón del concepto, por lo tanto, se hace un proceso de valoración de los clientes, mediante la estimación del rendimiento de las inversiones (es decir, el previsto incremento de ventas logrado mediante la inversión en clientes específicos), que luego es verificada y evaluada en ciertos momentos diferentes para controlar la eficacia de los programas de CIM. Por lo tanto, esta propuesta realizada por Kliatchko recoge esos elementos propios que promueven las necesidades de las audiencias como el punto de partida para el desarrollo de CIM, y que los académicos que han trabajado en el tema de la conceptualización han mencionado como importantes en sus definiciones sobre este nuevo enfoque. 2.2 Los elementos del entorno y el desarrollo de CIM De otro lado, y de acuerdo con Schultz y Patti (2009), en la actualidad existen temas que requieren un tratamiento adicional para el desarrollo, construcción y madurez de la teoría de CIM, su investigación y práctica.

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Comunicación integrada de marketing: un acercamiento a la evolución del concepto Figura 3: Tópicos de la CIM para su desarrollo Figura 3: Tópicos de la CIM para su desarrollo

Enseñanza, Aprendizaje e Investigación

Culturas

Servicio s Mercados

Marca s

Definición de CIM

Mediciones

Mercados Emergentes

Tomada de Schultz y Patti (2009, p. 79)

Al evaluar la posición de estos autores, resulta interesante cómo los aspectos relacionados con el entorno de la organización toman gran importancia. Así, por ejemplo, el papel de los mercados y las culturas en la definición de lo que significa CIM proporciona un enfoque de trabajo hacia el estudio de las relaciones de la organización con su entorno y los otros grupos que allí se encuentran (ver figura 3). Para entender un poco más de qué se trata este nuevo enfoque de CIM orientado bajo la incidencia de actores externos a la organización, autores como Kim, Han y Schultz (2004) han establecido que la existencia de factores socio-culturales y de circunstancias institucionales en algunos países pueden conducir a rutas de desarrollo específicas de los programas de comunicación de marketing, y que esos factores también podrían actuar como barreras o fuerzas impulsoras de la aplicación del concepto según el contexto. Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 161-192 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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Sobre la base de esta hipótesis y de los resultados de sus investigaciones, estos autores han desarrollado un modelo sobre las rutas de desarrollo de CIM que podrían utilizarse para la investigación académica y que resultan de gran utilidad para esta revisión; pues de la misma forma que lo hace Kliatchko (2008) para el primer conjunto de factores influyentes en el desarrollo del concepto, el modelo de estos autores está alimentado por gran parte de los elementos relacionados con el entorno que, según los académicos de la CIM, pueden afectar su desarrollo en las organizaciones (p. e., Cornelissen, Lock, y Gardner (2001), Homburg y otros, 1999; Workman y otros, 1998). Es así como este modelo propone a CIM como un proceso dinámico, donde la evolución del mercado y el ambiente de mercado son la fuerza motriz hacia la aplicación de sí mismo. En las figuras de 4a y 4b, se ha categorizado el concepto en dos tipos según su velocidad de desarrollo. Estos se identifican en el contexto de los intereses del cliente y de las agencias de publicidad, y se rigen por factores socioculturales y de la organización. Los autores suponen que en ambos casos, el entorno de marketing favorece a la comunicación de marketing. El escenario que se muestra en la figura 4a es la situación en la que hay más factores socioculturales e institucionales para promover la integración que los la impiden, y más factores para promover una coincidencia de intereses entre los clientes y las diferentes disciplinas de marketing que los factores que los limitan. En este caso los comunes denominadores son aplicables para que el concepto de CIM se desarrolle con bastante rapidez. Nótese, además, el papel que tienen las tecnologías de información, la segmentación de medios, y la individualización de consumidores (aspectos que se mencionaban desde la conceptualización como importantes). Por su parte, la situación que se muestra en la figura 4b es lo contrario, y muestra que la integración debe ser aplicada con bastante lentitud. En resumen, con respecto a los factores que influyen en el desarrollo de la CIM, se pueden establecer dos grandes grupos: las necesidades de las audiencias –explicadas bajo todos los puntos de vista trabajados desde la academia por el modelo de Kliatchko (2008)–, y los factores socioculturales que se reconocen en el entorno de la organización –explicados por los modelos de Schultz y Patti (2009), y de Kim, Han y Schultz (2004)–. Ambos grupos recogen los elementos planteados desde los aportes realizados por académicos del área en torno a su definición, y ayudan a entender el comportamiento de las organizaciones con respecto a la aplicación de este nuevo paradigma. 182

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Comunicación integrada de marketing: un acercamiento a la evolución del concepto Figura 4a: Ruta de desarrollo para CIM Tipo A

Figura 4a: Ruta de desarrollo para CIM Tipo A Desarrolló Rápido

Factores Socioculturales y Circunstancias Institucionales

Factores Socioculturales y Circunstancias Institucionales

Clientes

Coincidencia Considerable

Agencias de Varias Disciplinas

Ambiente de Mercado

Ambiente de Mercado

(Tecnologías de Información, Segmentación de medios, Individualización de Consumidores)

Tomada de: Kim, Han y Schultz p.42) 42) Tomada de: Kim, Han y Schultz (2004, (2004, p. 4b: Ruta de desarrollo para CIM Tipo B FiguraFigura 4b: Ruta de desarrollo para CIM Tipo B

Desarrollo Lento

Factores Socioculturales y Circunstancias Institucionales

Factores Socioculturales y Circunstancias Institucionales

Clientes

Coincidencia Reducida

Agencias de Varias Disciplinas

AmbienteTomada de de: Kim, Han y Schultz (2004, Ambiente p. 43)de Mercado Mercado (Tecnologías de Información, Segmentación de medios, Individualización de Consumidores)

Tomada de: Kim, Han y Schultz (2004, p. 43)

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El modelo de la figura 5 ilustra la influencia descrita de estos factores.

Figura 5: Influencia de las necesidades de las audiencias y de los factores del

entorno sobre la implementación de CIM en ylas Figura 5: Influencia de las necesidades de las audiencias deorganizaciones los factores del entorno sobre la implementación de CIM en las organizaciones Fa ctores del entorno (Fa ctores Socioculturales, de merca do, a mbi enta l es …)

Necesidades -en materia de comunicación- de las Audiencias

Fa ctores del entorno (Fa ctores Socioculturales, de merca do, a mbi enta l es …)

Implementación de CIM en las Organizaciones

Fuente: elaboración propia Fuente: Elaboración propia

3. LA COMUNICACIÓN INTEGRADA DE MARKETING COMO CONCEPTO MULTIDIMENSIONAL De acuerdo con Jiménez (2009), la escasez de propuestas teóricas sobre la dimensión del concepto CIM ha motivado que durante el proceso de desarrollo del concepto no se hayan planteado muchas alternativas frente a su medición. No obstante, desde el discurso retórico que han planteado muchos autores puede contemplarse, sin lugar a dudas, un carácter multidimensional del constructo. Es de aquí, que algunos pocos autores han hecho esfuerzos importantes en materia de generación de instrumentos de medida, validados de forma empírica para medir la CIM como un concepto multidimensional, apoyados en desarrollos conceptuales previos (p. e. Nowak y Phelps (1994), Pickton y Hartley (1998), Schultz y Schultz (1998), Kliatchko (2005)(2008), entre otros). A continuación se exponen los más sobresalientes, y los que según el enfoque de esta investigación podrían ayudar a evaluar de una manera adecuada la implementación de esta en las organizaciones objeto de este estudio. Para empezar, valga hacer referencia a la escala más utilizada en la literatura para medir la CIM: la escala multidimensional desarrollada por Duncan y Moriarty (1997). Este instrumento, al que se denominó “Mini-auditoría de marketing integrado”, tiene como objetivo evaluar la integración de la comunicación en el interior y en el exterior de la organización. 184

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De acuerdo con Jiménez (2009), consiste entonces en medir la Integración de la CIM a partir de cinco dimensiones: 1. Infraestructura organizacional: Evalúa la fortaleza de las relaciones funcionales en la organización y cómo afectan la gestión de las marcas. 2. Interactividad: Evalúa los procesos que vinculan a los clientes de la empresa con sus marcas. 3. Misión de marketing: Evalúa la tenencia de una misión en la organización dirigida a la creación de valor para los grupos de interés. 4. Consistencia estratégica: Evalúa la coordinación de los mensajes y elementos del marketing mix que promocionan la marca. 5. Planificación y evaluación: Evalúa la consideración estratégica de todas las audiencias objetivo dentro de la promoción de la marca. Reid (2005) propone una versión más reciente de esta escala, que tiene como objetivo analizar la relación entre el proceso de CIM y el desempeño de una marca en el mercado. Sin embargo presenta una pequeña modificación, pues reúne las últimas tres dimensiones en una sola, a la que le da por nombre “planificación estratégica cross-funcional”. Un segundo instrumento de gran impacto en la literatura es el diseñado por Phelps y Johnson (1996), y desarrollado a través de la técnica de análisis factorial exploratorio para datos obtenidos de una muestra de 101 empresas del sector comercial. En este, los autores señalan cinco dimensiones de la Orientación hacia la CIM; estas son: marketing directo, una única voz, campañas de comunicación de marketing coordinadas, incremento de responsabilidades, y objetivos de respuesta. De acuerdo con los autores, la principal contribución de esta escala de medida es la presentación del proceso de exploración del significado de la CIM, de manera que se contribuya al objetivo de alcanzar una definición común de ella. Ewing, De Busy, y Caruana (2000) desarrollan una adaptación de esta escala, donde solo tienen en cuenta cuatro de las cinco dimensiones propuestas por Phelps y Johnson (1996) –no tienen presente la dimensión Campañas de comunicación de marketing coordinadas–. Este artículo describe un estudio exploratorio de 80 de las principales empresas públicas de Australia e investiga las relaciones entre la política percibida de la agencia, los conflictos de intereses y la orientación de CIM. Parte, además, de un estudio previo de Ewing, Bussy, y Ramaseshan (1998) donde ya se había evaluado esta problemática. Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 161-192 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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Un tercer instrumento es el desarrollado por Low (2000), el cual se aplicó a una muestra de 421 empresas estadounidenses que habían implementado CIM. El estudio se hizo a través de la técnica de análisis de correlaciones bivariadas y regresión múltiple, y tuvo por objetivo la identificación de los factores que favorecen o dificultan la aplicación de la CIM, al igual que el análisis de los rendimientos de la organización en función de tal implementación. El autor propone la identificación de tres dimensiones –cada una identificada con un único ítem de evaluación–: la integración, la consistencia estratégica, y la consistencia del mensaje. De acuerdo con Jiménez (2009), esta propuesta contiene bastantes limitaciones si se considera compleja la naturaleza multidimensional del concepto, que deja ver la falta de rigor en la conceptualización y la medición de las dimensiones propuestas. Por último puede mencionarse la escala propuesta por de Lee y Park (2007), quienes a través de las técnicas de análisis factorial exploratorio y análisis de regresión establecieron una escala de medida para CIM, en donde identifican 4 dimensiones para el constructo: 1. Comunicaciones unificadas para un mensaje e imagen consistentes, 2. Comunicaciones diferenciadas para múltiples grupos de clientes; 3. Comunicaciones centradas en bases de datos para resultados tangibles; y 4. Relaciones que fomentan comunicaciones con clientes existentes. De acuerdo con Jiménez (2009), los procedimientos utilizados para desarrollar los 18 ítems de la escala final –cálculo del Alpha de Cronbach, validez de contenido, y validez convergente– ofrecen unos resultados satisfactorios en materia estadística, lo cual hace atractivo el instrumento para su aplicación. No obstante, cuenta con la limitación de que la muestra que se utilizó para su diseño estuvo restringida solo para Korea, lo cual podría influir en su proceso de validación empírica, y lleva a validarla en otros contextos. 4.  CONCLUSIONES Los aportes académicos presentados en este documento reflejan los resultados de más de 20 años de trabajo investigativo y propositivo por parte de varias escuelas de marketing que ven en la CIM una oportunidad novedosa para la aplicación del marketing a las organizaciones. Como pudo verse en esta revisión, son muchas las visiones de los académicos frente a su conceptualización, que llevan a que paradójicamente hasta ahora se esté encontrando un camino común para el planteamiento de la definición. No obstante, ha sido tal el interés que ha suscitado en los académicos, que los ha exhortado a plantear no solo definiciones, sino también modelos, escenarios, y escalas de medición para evaluar su aplicación. 186

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Comunicación integrada de marketing: un acercamiento a la evolución del concepto

Es por esto que a partir de este trabajo podría considerarse a CIM como uno de los enfoques de marketing con mayor potencial para explotar en el futuro de todos aquellos que se han desarrollado en los últimos tiempos. Incluso, al revisar las propuestas de aquellos que no ven en CIM más que un retoque de lo que ya se había planteado en relación con la comunicación de marketing, se sugiere la necesidad de pulir el enfoque y encontrar un rumbo mejor establecido en la teoría, y sobre todo, en la práctica de esta novedosa propuesta. Desde este documento, se plantea CIM como una estrategia Integrada que puede tener importantes implicaciones en la gestión empresarial si sabe aprovecharse lo que hasta hoy se ha investigado y propuesto sobre ella. Es por esta razón, que se sugiere continuar con investigaciones como las que se han citado en este documento, pues esto ayudaría a comprender mejor este fenómeno y a conocer sus elementos más sobresalientes. Esto sería de gran utilidad si se considera que CIM es un constructo relativamente nuevo, que en muchos contextos locales no ha tenido demasiadas aplicaciones, y que podría, por lo mismo, convertirse en un elemento diferenciador para las organizaciones que sepan aprenderlo y aplicarlo. De otro lado, se plantea la necesidad de continuar con el desarrollo de investigaciones que permitan establecer un marco común para su aceptación desde todas las escuelas de marketing, pues aún se presentan serias limitaciones que se relacionan en especial con la posibilidad de evaluar técnica y financieramente su desempeño y sus contribuciones para la organización. Además, se propone establecer un marco conceptual más riguroso con respecto a los beneficios que puede tener el sector empresarial con la aplicación de este nuevo enfoque de gestión de marketing, pues de este modo podría incentivarse el desarrollo de este concepto en las estrategias empresariales y en el desarrollo de marcas más fuertes. Finalmente, se convoca a la evaluación de la CIM en relación con otros elementos y vertientes del marketing. Es así como se plantea la revisión de la relación entre la CIM y temas que hoy por hoy se incorporan para trabajar de manera conjunta para la gestión de marketing, tales como la gestión del valor de las marcas, los estudios de posicionamiento, y el desarrollo de actividades como el marketing digital, y el uso de nuevas tecnologías de información y telecomunicación.

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Nelcy Rocío Escobar Moreno

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LA CIUDADANÍA: UN DEBER PLANETARIO* Recibido: 09 de septiembre de 2013 • aprobado: 15 de mayo de 2014

Ángel Emilio Muñoz Cardona** RESUMEN El concepto de ciudadanía como deber planetario tiene sus bases prácticas en los amplios desarrollos de las tecnologías de la información, las cuales acercan las diferentes culturas a través del llamado de los sentimientos naturales de la simpatía por el respeto a la dignidad de los seres humanos. Para comenzar la discusión se amplía el concepto de ciudadanía de una relación de exclusividad o de estatus entre el individuo y el estado de legalidad jurídica al de igualdad humana universal; es decir, al reconocimiento de todos los seres humanos como personas sintientes e iguales. En todos los estados sociales de derecho, el concepto de ciudadanía debería ir más allá, por cuanto tiene relación con las acciones humanas naturales, a través de las cuales se expresan los diferentes imaginarios de búsqueda de calidad de vida y de felicidad para sí mismo y el grupo familiar. PALABRAS CLAVE Ciudadanía, sentimientos de simpatía, globalización, seguridad y movilidad. CLASIFICACIÓN JEL J68, J80, H53, F01, F22. CONTENIDO 1. El concepto de ciudadanía. 2. Seguridad vs ética. 3. La ciudadanía un deber de reconocimiento planetario. 4. Conclusiones. 5. Bibliografía.

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El siguiente artículo nace como reflexión académica sobre los problemas actuales de los derechos humanos de las migraciones en países destino. Nace como una posible respuesta a la pregunta ¿qué es la ciudadanía un estatus político o un deber de reconocimiento al valor de la humanidad de todo ser humano?

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Economista de la Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia. Especialista en Economía del Sector Público, Universidad Autónoma, Medellín, Colombia. Magíster en Filosofía Política, Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia. Doctor en Filosofía Política, Universidad Pontificia Bolivariana, Medellín, Colombia. Estudiante del Postdoctorado, Vrije Universiteit Amsterdam. Docente e investigador, Escuela Superior de Administración Pública (ESAP), Medellín, Colombia. E-mail angel@esap.gov.co

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Ángel Emilio Muñoz Cardona

CITIZENSHIP: A UNIVERSAL DUTY ABSTRACT The citizenship concept as a universal duty has its foundations on the broad developments around information technology. Which bring closer different cultures thought the so-called natural feelings of sympathy for human been dignity. At the beginning of the discussion the concept of citizenship seen directly as a relation of exclusivity or status between the individual and the state of legality will be broadened and seen more as universal human equality; meaning by this, the recognition of all human beings as individuals who feel and are equal between them. In all social rules of law the concept of citizenship must be seen as something larger, given to the relation it has with natural human actions, through which different imaginaries are expressed in the pursuit of a better quality of life and happiness for oneself and the family. KEY WORDS Citizenship, sympathy feelings, globalization, safety, security and mobility. JEL CLASSIFICATION J68, j80, h53, f01, f22 CONTENT 1. Concept of citizenship. 2. Safety and security vs. Ethics 3. Citizenship; a duty of universal recognition. 4. Conclusions. 5. Bibliography.

A CIDADANIA: UM DEVER PLANETÁRIO RESUMO

O conceito de cidadania como dever planetário tem suas bases práticas nos amplos desenvolvimentos das tecnologias da informação, as quais acercam as diferentes culturas através do chamado dos sentimentos naturais da simpatia pelo respeito à dignidade dos seres humanos. Para começar a discussão se ampliar o conceito de cidadania de uma relação de exclusividade ou de status entre o indivíduo e o estado de legalidade jurídica ao de igualdade humana universal; isto é ao reconhecimento de todos os seres humanos como pessoas sencientes e iguais. Em todos os estados sociais de direito, o conceito de cidadania deveria ir além, porquanto tem relação com as ações humanas naturais, através das quais se expressam os diferentes imaginários de busca de qualidade de vida e de felicidade para si mesmo e o grupo familiar.

PALAVRAS CHAVES Cidadania, sentimentos de simpatia, globalização, segurança e mobilidade. CLASSIFICAÇÃO JEL J68, j80, h53, f01, f22. CONTEÚDO 1. O conceito de cidadania. 2. Segurança vs ética. 3. A cidadania um dever de reconhecimento planetário. 4. Conclusões. 5. Bibliografia.

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La ciudadanía: un deber planetario

1. EL CONCEPTO DE CIUDADANÍA Aristóteles (1993, pp. 108-113) afirma que debe llamársele ciudadano al habitante de la polis que entiende el orden social y de gobierno, por lo que pretende con sus valores de virtud social mejorar el hábitat de la ciudad. No se es ciudadano porque se nace en una ciudad, sino porque se trabaja en bien de ella y de todos sus moradores. De esta manera, no es ciudadano el que vive en la ciudad, porque también allí habitan el extranjero y el extraño1. Es ciudadano, según Aristóteles, el que entiende la importancia social del orden político de la ciudad y busca prosperarla en bien de todos y no solo de sí mismo. Tampoco es ciudadano el hostil que en busca del bien propio, y no del bien común, intenta derrocar un orden social a través de la violencia y no con el debate político (Aristóteles, 1993, p. 111). Tampoco es ciudadano quien no se siente parte de la ciudad y solo busca usufructuarla e incluso saquearla (Aristóteles, 1993, pp. 115-116). Desde la Grecia de Aristóteles el concepto de ciudadano ha tomado distintos significados de estatus a través de la historia, que van desde el soldado que ha luchado por la ciudad, hasta los de goce exclusivo de beneficios por nacer en determinados territorios. En el imperio romano, por ejemplo, ningún ciudadano de nacionalidad romana podía sufrir muerte de crucifixión. De igual manera, ningún nacional colombiano puede ser condenado a pena de muerte por la legislación de otro país, sin deteriorar las relaciones diplomáticas entre ambas naciones. Y en casos más extremos, ningún nacional de Estados Unidos o del Reino Unido puede ser retenido o condenado sin justo juicio por Gobiernos o grupos de insurgentes de otros países, sin riesgo de sufrir invasión o ataque por la liberación de sus nacionales. Es decir, los nacionales de un país gozan del estatus de reconocimiento y amparo estatal, en conformidad con el desarrollo militar, político, económico y social alcanzado por dicha nación, reconocimientos plenos que no logran ciudadanos extranjeros residentes en un país por no ser nacionales. Según el orden constitucional político interno de los países, no todo nacional es ciudadano. En Colombia, por ejemplo, son ciudadanas todas aquellas personas mayores de 18 años; en Chile, los que ejercen sus deberes democráticos de elección; en países como: Arabia Saudí, Líbano y el Vaticano las mujeres no son consideradas ciudadanas. En otras palabras, la ciudadanía parece leerse en la actualidad como todo residente en regla de un país, bien sea o no extranjero; por el contrario, se 1

Se entiende por extraño al extranjero de comportamientos que pueden ser o no asociales, pero que incomoda, ya que reduce las posibilidades de empleo, provoca caída en los salarios, obliga a otros a aceptar su cultura, es el alíen que incomoda porque trastoca los valores morales con su sola presencia. El extraño es el extranjero ilegal, es el que proviene de un país no reconocido por la unión económica.

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entiende por nacional todo ciudadano nacido en ese país de padres nacionales. El extranjero a quien se le otorga ciudadanía puede laborar y ayudar a la construcción del país que lo acoge, puede disfrutar, mientras se le reconozca la ciudadanía, de ciertos beneficios de la seguridad económica que tienen los nacionales, tales como el de jubilación, ayuda de vivienda y de salud, entre otros. Incluso, puede disfrutar de ciertos derechos políticos como el de votación. Los derechos fundamentales del ciudadano no deben reducirse a un reconocimiento de estatus o a una interpretación legal de protección a la seguridad económica de nacionales, es decir, no pueden estar sujetos a un territorio o actividad mercantil, porque son necesidades básicas comunes que poseen todos los seres de naturaleza humana. Tampoco son exclusivos de una cultura, en desmedro de otras, porque ningún conjunto de individuos contiene más o mejores seres humanos que otros. Tampoco son internacionales porque no dependen de los acuerdos fronterizos de integración económica y política entre las naciones. Los derechos fundamentales del ciudadano deben ser el resultado de reconocimientos al sentir natural de todos los seres sintientes e iguales, por el simple hecho de ser personas humanas. Son el fruto de la experiencia, del trato que dejan las simpatías políticas por un mejor vivir universal, o lo que llamara Rawls (1999) de justicia y deber humanitario2. Son de naturaleza general porque son comunes al sentimiento de dignidad, o hacen parte de la preservación de leyes naturales al ser, derechos de humanidad que deben ser propagados y formados en su sentir común de bienestar general o de simpatía global de amor a todo ser humano, a través del uso tecnológico de las telecomunicaciones. 2. SEGURIDAD FRENTE A ÉTICA La integración económica y de frontera de los países o el afán de los Gobiernos de formar bloques de unión entre las naciones tienen como fin, ante la fuerza competitiva de los mercados, el logro de la seguridad económica, y la estabilidad política y social para todos sus nacionales, y brindar a los ciudadanos de dichas naciones la tranquilidad laboral y las posibilidades de movilidad para la mejoría en la variedad 2

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En The Law of Peoples Rawls argumenta que la fuerza normativa de los derechos humanos contra delitos a derechos humanos y los más básicos deberes humanitarios de protección al prójimo dependen solo de nuestra capacidad de ponernos en el lugar del otro “in the shoes of other.” (Rawls, 1999, pp. 102-103). No de una justicia global en el marco de leyes internacionales porque viola los derechos de soberanía y de autonomía de las naciones. Nuestro deber, en palabras de Rawls, es en principio un deber de equidad en el trato a todos los seres humanos. Es nuestro deber dentro de un cosmopolitismo moral reconocer en cada hombre el mismo valor de ser humano, el mismo derecho a la libertad y a la autonomía. Deberes morales de alcance universal.

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La ciudadanía: un deber planetario

y consecución del empleo, así como de salarios. Los riesgos del mercado laboral, sumados a la inestabilidad generada por la competencia industrial en el control de los mercados son causa de sensaciones de peligro o de estrés colectivo, por amenazas de pérdida laboral, de bienestar económico o de calidad de vida (Sennett, 2000, pp. 143-155). De igual manera, en los países origen de las migraciones, juegan en la incertidumbre o en el crecimiento del estrés colectivo, además del bajo desarrollo económico, las demoras en la asignación de recursos públicos prometidos a la inversión y a la seguridad social, originados por los cambios de Gobierno, la corrupción, el clientelismo y los fluctuantes mercados de elecciones políticas. A través de los mercados imperfectos de bienes y servicios y oligopólicos del voto, los candidatos políticos generan nuevas expectativas de ayudas sociales y de empleo (Muñoz Cardona, 2014, p. 89). Se comprometen recursos públicos para la ayuda social sin la debida viabilidad financiera, campañas políticas populistas que en vez de aminorar la incertidumbre, las aumentan, a través de la carencia y baja calidad en la oferta de bienes públicos y comunes como la educación, el empleo y la seguridad social, desencantos políticos y económicos que son causa de migraciones por un mejor futuro (Acemoglu y Robinson, 2012, pp. 465-470). En los países destino de las migraciones, la oferta de seguridad de los candidatos políticos está en el endurecimiento de las políticas contra inmigrantes, como ocurrió en las campañas electorales del 2008 y del 2012 en Estados Unidos, o de España en el 2011, o en las de Francia en el 2001 y 2012, políticas xenofóbicas contra inmigrantes, cada vez más cercanas a las del nacismo hitleriano de los años 1930-1945, por la desaceleración económica que sufrieron dichas naciones3. Si bien las políticas de seguridad laboral y económica de los países destino parecen tener una base moral justa de protección a sus nacionales, la verdad es que no lo son, ya que favorecen principalmente a ciudadanos de la unión internacional, 3

El 19 de febrero de 2013 el presidente Barack Obama propuso al Congreso una reforma migratoria basada en dar ciudadanía a todos aquellos jóvenes mayores de 16 años y menores de 30 años indocumentados que estudian en los EE. UU., sin antecedentes penales y con buenos rendimientos académicos, con la condición de que ayuden al crecimiento de los Estados Unidos, hagan empresas o contribuyan con la creación de ideas empresariales innovadoras. De igual manera, la reforma migratoria abre las puertas a jóvenes talento de todo el mundo que deseen estudiar, crear empresas o desarrollar ideas innovadoras para que estudien en los EE. UU. Después, si ellos así lo desean, pueden regresar a los países de origen. Con esta política Obama busca suavizar las críticas internacionales por el endurecimiento de las políticas anti- migratorias y, a su vez, propiciar el ingreso de cerebros con miras a mejorar la capacidad competitiva de los EE. UU, en el mundo. Propuesta de interés político y económico que beneficia principalmente a los Estados Unidos y no a los países subdesarrollados, ya que tiende a profundizar la pobreza en estos países con la pérdida de su mejor capital humano. Se espera que un ciudadano de país subdesarrollado prefiera quedarse en los EE. UU. que regresar a su país de origen, donde existen pocas posibilidades de empleo y bajos salarios. Es decir, bajo bienestar económico.

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pero envilecen la de aquellos que no pertenecen a los países asociados. Grupos de trabajadores, líderes políticos, medios de comunicación y sociedad civil que ven amenazados sus puestos laborales buscan defender a toda costa sus propios intereses, por lo que intentan hacer ver al extranjero como un extraño, alguien que se roba la oportunidad del empleo y aumenta la carga prestacional. Como afirma Bauman (2011, p. 82), un ser bizarro que molesta en el subconsciente con su sola presencia. El extraño, el no nacional, el no ciudadano de los países de la Unión, se convierte en objeto de medida de seguridad porque él es la amenaza, él es la inseguridad. Dichos individuos, grupos o categorías de individuos se convierten en entidades cuya sola relevancia para quienes aplican las “medidas de seguridad”, en favor de aquellos cuya seguridad se presume o se declara bajo amenaza, es la amenaza que esos individuos o grupos ya constituyen, podrían constituir o podrían ser creíblemente acusados de constituir. La negación de la subjetividad descalifica a los blancos seleccionados como potenciales interlocutores en el diálogo: cualquier cosa que digan, o que hubieran dicho de habérseles otorgado voz, se declara a priori irrelevante, si es que siquiera se la escucha (Bauman, 2011, p. 83).

Cuando el inmigrante es una amenaza, afirma Emmanuel Lévinas (1992, pp. 8-9), pierde “rostro”, es decir, sin procedencia y familia4 o, como afirma Patrick Süskind, sin olor, sin perfume, en otras palabras, sin sentimientos e historia; alguien sin capacidades intelectuales, derechos laborales, morales o de persona; por eso se le ignora, provoca, ataca e incluso se le acusa sin reconocimiento de justicia. Acciones sociales comunes, que enfrentan la seguridad y la ética en mutua oposición de principios (Bauman, 2011, p. 82). Mientras la seguridad, desde un accionar político, busca separar y excluir en aras de proteger a sus nacionales de los vaivenes del mercado, del desempleo y de la carga prestacional, la ética intenta reconciliar las diferencias propias del egoísmo que genera el éxito o el fracaso en los mercados, por el del reconocimiento del otro como persona humana sintiente e igual. A ello, Zygmunt Bauman en su libro Daños colaterales afirma:

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En Lévinas la relación del otro con el yo se da a través del lenguaje hablado y corporal, lo cual establece una profunda y estrecha relación ética entre el lenguaje hablado y no hablado. El lenguaje de las imágenes de los gestos. Es una relación del sentimiento de simpatía que va más allá de la simple expresión hablada. En Lévinas el lenguaje es la relación de responsabilidad con el otro, por eso es una relación ética, porque el otro se nos manifiesta con sus semblantes, con sus gestos y con su cuerpo. De allí, que dentro de una relación natural de la simpatía el rostro del otro se acerca a mi sentir a través del sentir de su dolor o alegría como si fuera mi propio rostro o sentir, como lo diría Adam Smith en la Teoría de los sentimientos morales (1997). El rostro de mi álter no es su semblante facial, sino la manera de su presencia y sentir la que nos llega, no es presencia visual sino audible y sensible (Navarro, 2008).

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La ciudadanía: un deber planetario Sembrar las semillas del miedo produce cultivos abundantes en la política y en el comercio, y la seducción de una cosecha opulenta inspira a los cazadores de ganancias políticas y comerciales a conquistar por la fuerza cada vez más tierras nuevas para iniciar plantaciones de temores crecientes (…) (Bauman, 2011, p. 82).

Si bien las naciones desarrolladas y subdesarrolladas se integran para crear mercados internacionales más fuertes, los países de economías desarrolladas condicionan las ayudas económicas a las menos desarrolladas, según el efectivo control de salida de sus ciudadanos, e incluso, a firmas de acuerdos de extradición. El fin es brindar seguridad laboral, calidad de vida y de bienestar económico a los nacionales de países desarrollados; estas políticas públicas, de acuerdo internacional, se vuelven unilaterales, toda vez que se parte de condiciones sociales de integración con economías totalmente desiguales (Muñoz, 2010). Uno de los países destino por excelencia para las migraciones son los Estados Unidos, país donde existen más de 46 000 inmigrantes presos, en cárceles privadas, algunos con más de 24 meses, tratados como reos peligrosos5. Tales condiciones de reclusión violan los derechos de igualdad en el trato a ciudadanos extranjeros y a sus familias. El inmigrante en regla difícilmente será visto como un nacional en momentos de incertidumbre económica o de crisis económica de las naciones desarrolladas, y menos en amenazas de guerra. Él es el extraño que disfruta de las riquezas que produce la nación y deja a nacionales sin posibilidad de empleo; él es la amenaza, el extraño cultural e idiomático que usurpa lo que nacionales han construido. Es el enemigo, el indeseable (Hitler, 1995, p. 33-39). La exterminación de los judíos, los gitanos o los homosexuales era para sus perpetradores una acción sanitaria (los “funcionarios de sanidad” esparcían cristales de Zyklon B, producidos para exterminar, “alimañas”, sobre el techo de las cámaras de gas). Los Hutus, sin rodeos, llamaban “cucarachas” a sus víctimas Tutsis (Bauman, 2011, p. 84).

Cuando el otro pierde su rostro o su perfume, cuando aparece desprovisto de fuerza o de institucionalidad que le deje ver y sentir, como ser significante, su debilidad, invita al más fuerte al abuso, al desprecio o a la violencia. Caso contrario ocurre si el otro se presenta con el amparo de las instituciones que lo fortalecen; entonces inspira el reconocimiento de estatus, el auxilio, la benevolencia, el cuidado y el socorro. 5

Documental periodístico presentado en NTN 24 de RCN de Colombia a América Latina en el programa ZOON a la Noticia, el día 6 de agosto de 2012 a las 21:00 horas en Colombia. Sistema carcelario manejado por entidades privadas

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De allí la importancia de la formación universal simpatética para el reconocimiento del otro como ser humano igual (Muñoz, 2010), reconocimiento, que por sí solo limite la pérdida del valor humano generado por la ausencia de riqueza, falta de niveles de educación o de pertenencia a uno de los países vinculados a los acuerdos internacionales de integración. El reconocimiento del otro y de lo otro como ser humano debe ir más allá del estatus de ciudadanía o de nacionalidad; debe romper las barreras de lo político y afianzarse en el reconocimiento teleológico universal moral del otro como ser sintiente e igual. El ser humano no debe tener otro valor distinto al de su misma integridad de humanidad. 3.  LA CIUDADANÍA UN DEBER DE RECONOCIMIENTO PLANETARIO Los conceptos económicos de globalización, integración y planetarización poseen marcadas diferencias. Por globalización económica, se entienden las capacidades y habilidades estratégicas de empresarios por conquistar nuevos mercados internacionales para sus productos, es decir, iniciativas privadas para ganancias privadas. Cuando hablamos de integración de países se dan a entender las capacidades políticas de alianza que tienen los Gobiernos para celebrar acuerdos de unión económica, política y social, que favorezcan a todos los países asociados; es decir, iniciativas públicas para el mejoramiento de utilidades sociales. Pero cuando hablamos de planetarización se desea dar a entender globalidad absoluta. Es la mundialización del conocimiento y del reconocimiento en las artes, en las ciencias, en los acontecimientos políticos, sociales y económicos. La planetarización debemos entenderla como la universalidad del conocimiento de los hechos sociales, políticos y económicos. Son las iniciativas civiles para la defensa del bien común. El auge y desarrollo de las telecomunicaciones han dado fuerza y poder a movimientos civiles con fines de ganancia social y de bienestar general. Es decir, a una simpatía mundial cada vez más amplia y generalizada (Muñoz, 2014b, 181-185). Es a partir de la idea de la planetarización como movimiento social y civil ampliado como nace la idea de la educación universal o planetaria de los sentimientos de simpatía, de amor al ser humano: una educación para el reconocimiento del otro, del respeto y defensa del valor de la especie humana; una educación capaz de crear las bases culturales de una vida civilizada, llena de ciudadanos tolerantes, libres e iguales en su sentir de humanidad (Mill, 1836, Section 4); una educación fundada en el uso de lenguajes universales de la simpatía, tales como; los de la imagen, “pictures”, y la de los gestos, “gestures”, que puedan ser leídas y entendidas por todas las culturas y etnias. 200

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De igual manera, habrá que construir un lenguaje universal formativo lleno de gestos, de escenas que dramatizan prácticas de la vida cotidiana, que obliguen a la reflexión interna sobre lo que debe ser o no debido, lo que es o no es correcto; que transmita historias e imágenes de experiencias de vida que puedan ser entendidas por todos los habitantes del mundo y los inviten a la reflexión y al cambio, a la generación de movimientos solidarios en pro de la defensa o promoción de valores humanos que dignifiquen una vida de calidad, y buena. Adela Cortina afirma que todo ser humano es portador de una forma de vida cultural que se trasmite por aprendizaje social, lo que determina en el individuo una forma de ser y estar en el mundo. En Adela Cortina, la ciudadanía es un vínculo solidario entre diferentes grupos que expresan culturas, tradiciones y experiencias que conviven en sociedad. De allí la urgencia de establecer una ciudadanía multicultural capaz de tolerar, respetar e integrar las diferencias con sus derechos y deberes (Cortina, 1999, pp. 29-30). Es algo así como la creación de una ciudadanía cosmopolita no consistente en la construcción de un Estado universal sino en la de establecer lazos entre las distintas comunidades, de forma que cada una de ellas se ocupe de sus miembros en la formación de seres tolerantes, respetuosos de la diferencia, capaces de dialogar y poner en práctica grandes principios universales (Cortina, 2002, p. 267). El concepto de ciudadanía planetaria o cosmopolita es un concepto incluyente y dialogante, por cuanto no puede estar sujeto a restricciones políticas o de frontera, no puede estar limitado a la simpatía política de un grupo, convirtiéndose en un elemento excluyente para aquellos que guardan comportamientos diferentes. La ciudadanía como derecho fundamental fruto de la simpatía universal es respetuosa y tolerante ante la diferencia cultural, porque reconoce al otro como ser humano sintiente e igual. Las faltas al reconocimiento internacional de la libertad que poseen ciudadanos de distintos países a ejercer su propia identidad son visibles en los bloqueos económicos y financieros, por parte de organismos internacionales como el BID, a los países de gobiernos no democráticos. En las aprobaciones del Congreso norteamericano a los acuerdos del APTDEA, priman los intereses partidistas de los congresistas sobre los grandes beneficios sociales que se pueden generar. De igual manera, en los acuerdos comerciales, priman los intereses económicos de explotación de recursos económicos, sobre los del bienestar universal, lo particular sobre lo general. Estos hechos desmoralizan, generan división, desencanto, por cuanto ahondan en la pobreza y son excluyentes6. 6

Es lugar común la doble moral practicada por los países desarrollados a través de la venta de arma-

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Son estas las demandas de una ética de la responsabilidad de trato y reconocimiento al inmigrante, basadas en la idea simpatética del otro como persona humana sintiente e igual en busca de una vida mejor para vivir; en otras palabras, de entender los derechos de la persona más allá de las fronteras geopolíticas, culturales y económicas. De allí la urgente necesidad de abrir la discusión sobre la ética pública mundial, de contar con el apoyo de organismos gubernamentales y no gubernamentales para la construcción de un mundo socialmente mejor, a través de una educación planetaria en la simpatía del reconocimiento del ser humano, basada en un lenguaje cosmopolita, como el de las imágenes y los gestos. Urge, entonces, una educación universal que nos permita llegar a acuerdos planetarios sobre derechos del ciudadano y del ser humano, compromisos sobre las fronteras de los deberes morales, lo que implica el reconocimiento simpatético de todas las naciones del mundo a las demandas éticas de salvaguardar derechos fundamentales del hombre, por el simple hecho de ser humano. En otras palabras, en obligaciones individuales o asociadas (nacionales e internacionales, individuales o grupales, regionales y locales) de formación en el amor a la especie humana, no a través del miedo a la sanción normativa, sino a través de una correcta instrucción en la responsabilidad de cada hombre consigo mismo y con los demás seres sintientes e iguales de la naturaleza. Las libertades son características descriptivas de las condiciones de la persona y alcanzan reconocimiento como derechos humanos en la medida en que reflejan una valoración general de influencia en la significación social (Sen, 2004, p. 329).

La ausencia de una verdadera moral pública, la falta de una conciencia social y del reconocimiento universal del otro como ser igual alimentan la avaricia, la individualidad y el egoísmo, lo que se convierte en un problema ético nacional e internacional. Las ausencias del reconocimiento del otro como ser humano perteneciente a un orden moral, social o familiar igual obligan a replantearnos las preguntas: ¿qué hacer?, ¿cómo moralizar la economía, las instituciones y en general las relaciones sociales?, ¿cómo lograr el reconocimiento universal del hombre frente al hombre mismo?, ¿cómo acabar con las manifestaciones de desigualdad, dominio, pérdida de la dignidad, pobreza, miseria y explotación de unos ciudadanos sobre otros?, ¿cómo lograr una conciencia social universal? En otras palabras, cómo difundir una educación planetaria que supere las barreras de un idioma y sea entendida por todos los ciudadanos del mundo. mentos a las guerrillas del Salvador, Nicaragua, Colombia, Haití y del Perú, lo que agravan el conflicto y las violaciones a los derechos humanos en estos países subdesarrollados; hechos de rentabilidad económica que desdicen mucho de un verdadero accionar desde una moralidad ética de lo público.

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Creo ver la respuesta en una educación cosmopolita que nos despierte en los sentimientos de simpatía, bajo el uso del lenguaje universal de las imágenes y de los gestos, una educación que pueda ser ampliamente difundida, gracias a los avances de las telecomunicaciones, a través de la fundación de un centro internacional para la investigación y producción especializada de vídeos cortos de formación en la responsabilidad social del hombre consigo mismo y con el otro; a través de la formación de un centro internacional de ética para la producción de audiovisuales, sin fines partidistas o ideológicos, pero sí cargados de imágenes, hechos y gestos como acción comunicativa universal que nos despierte en la simpatía y obligue a la solidaridad, es decir, a preferir lo socialmente correcto; una educación planetaria en los sentimientos de amor al ser humano que, en palabras de Emmanuel Lévinas, nos lleve a ver en el rostro del otro nuestro propio rostro. 4. CONCLUSIONES Las políticas públicas y las normas para la defensa de los derechos humanos fundamentales como principio cosmopolita demandan, antes de nada, de la formación en el carácter de cada ser humano en lo socialmente bueno, en la defensa universal de su propia especie, de tal manera que dicho reconocimiento pueda convertirse en un imperativo categórico universal. Para lograrlo, es necesaria la creación de un centro internacional audiovisual con fines exclusivos para la investigación y producción de vídeos formativos en la ética de la responsabilidad. El centro internacional audiovisual para la formación de la ética de la simpatía o de la responsabilidad basará toda su producción en el lenguaje universal de las imágenes y de los gestos; buscará educar en los sentimientos para despertar en la sociedad la solidaridad planetaria de la responsabilidad civil por el otro, por lo que deberá publicar toda su producción en páginas web de redes sociales. Solo así se podrá formar en los sentimientos universales de la simpatía. Sin ese principio de formación para reconocimiento moral y antropológico de todo hombre como persona humana sintiente e igual, es imposible hablar del derecho humano a la dignidad en todos los pueblos y culturas del mundo. BIBLIOGRAFÍA Acemoglu, Daron y Robinson, James. (2012). Ch 13. Los orígenes del poder, la prosperidad y la pobreza. Por qué fracasan los países. Bogotá, Colombia, Editorial Planeta. Aristóteles. (2004). Política. México: Editorial Porrúa. Versión española e introducción de Antonio Gómez Robledo. Vigésima edición. Aristóteles. (1993). Política. Barcelona: Ediciones Altaya. Grandes Obras del Pensamiento. Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 193-204 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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Ángel Emilio Muñoz Cardona Bauman Zygmunt. (2011). Daños colaterales. Desigualdades sociales en la era global. Argentina: Fondo de la cultura económica, pp. 233. Cortina, Adela. (1999). Los ciudadanos como protagonistas. Barcelona: Círculo de Lectores, pp. 144. Cortina, Adela. (2002). Por una ética del consumo: La ciudadanía del consumidor en un mundo global. Madrid: Taurus, pp. 335. Hitler, Adolf. (1995). Ch 2. Mi lucha. Santiago de Chile, Editorial Solar y Cia en C, p.p. 509. Mill Stuart, John. (1836). “Civilización”. London: Parker. In the collected Works of John Stuart Mill, volume XVIII. Edition from University of Toronto. The Moral effects of civilization, http:// www.laits.utexas.edu/poltheory/jsmill/diss-disc/civilization/civilization.s04.html Muñoz Cardona, Ángel Emilio. (2010). Del principio de simpatía y de la ética de la solidaridad. Colombia: Universidad Pontificia Bolivariana. Trabajo de investigación laureado con el Magna cum-laude, 245 pp. Muñoz Cardona, Á. E. (2014). “The Social Game between the Vote and the Democracy”. Open Journal in Political Science, 4, 89-100. http://dx.doi.org/10.4236/ojps.2014.43010 Muñoz Cardona, Á. E. (2014b). “The New Public Management in Sabaneta, Antioquia”. Open Journal in Political Science, Vol. 4 and N.° 3, pp. 180-194. http://www.scirp.org/journal/ PaperInformation.aspx?PaperID=48453 Navarro, Olivia. (2008). “El “rostro” del otro: una lectura de la ética de la alteridad de Emmanuel Lévinas”. España, Universidad de Málaga, Contrastes, Revista Internacional de Filosofía, Vol. XIII, pp. 177-194. http://www.uma.es/contrastes/pdfs/013/10 _ navarro-olivia.pdf Rawls, John. (1999). The Law of the Peoples. Cambridge, Harvard University Press, pp. 199. Sen, Amartya. (2004). “Elements of a Theory of Human Rights”. Philosophy & Public Affairs, Volume 32, No, 4. Research Library Core, pp. 315-356. http://www.mit.edu/~shaslang/mprg/ asenETHR.pdf Sennett, Richard. (2000) Ch 8. La corrosión del carácter: las consecuencias personales del trabajo en el nuevo capitalismo. Barcelona, Anagrama, Colección Argumentos, pp. 189 Smith, Adam. (1997). La Teoría de los sentimientos morales. Madrid: Alianza Editorial. Estudio preliminar de Carlos Rodríguez Braun, pp. 614. Süskind, Patrick. (1992). El perfume. España, Seix Barral S. A. Narrativa actual, pp. 223.

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ÍNDICE DE AUTORES

SEMESTRE ECONÓMICO NÚMEROS 1 al 34

A AGUADO QUINTERO, Luis Fernando. Flujos del mercado laboral: un análisis descriptivo. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 8, n.° 16, julio-diciembre 2005; pp. 99-118. AGUDELO AYALA, Sonia Alexandra; MEDINA CORREA, Jorge Eusebio y ÁLVAREZ GARCÍA, Luis Guillermo. La proyección institucional del Valle de Aburrá al 2020. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 13, n.° 26, enero-junio 2010; pp. 33-56. AGUDELO HENAO, Luis Fernando. Los hechos regionales, base para las estructuras de gobierno en la ciudad-región de Medellín. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 9, n.° 17, enero-junio 2006; pp. 13-41. AGUDELO HENAO, Luis Fernando. La economía argentina 1992-2003. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 7, n.° 13, enerojunio 2004; pp. 63-86. AGUDELO HENAO, Luis Fernando. Políticos y burócratas en Colombia: supuestos y consecuencias teóricas de sus actuaciones en el diseño y gestión de las políticas públicas. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 8, n.° 15, enero-junio 2005; pp. 103-117. AGUIAR GARCÉS, Hernán Darío. El pensamiento económico hoy. En: Semestre Económico. Medellín, n.° 6, julio-diciembre 1999; pp. 95-102.

AGUIAR GARCÉS, Hernán Darío. La economía del nuevo siglo. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 4, n.° 7, enero-junio 2000; pp. 61-69. AGUIAR GARCÉS, Hernán Darío y ÁLVAREZ JIMÉNEZ, Rafael Ángel. Valoración económica de bienes ambientales. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 5, n.° 9, enerojunio 2001; pp. 95–106. AGUIAR GARCÉS, Hernán Darío y GUTIÉRREZ OSSA, Jahir Alexander. El desempleo en Colombia: Visión del mercado laboral (1990-2002). En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 3, n.° 6, julio-diciembre 1999; pp. 35-48. AGUIRRE BOTERO, Yenny Catalina y MESA CALLEJAS, Ramón Javier. Lecciones de la crisis financiera internacional: el debate sobre la regulación financiera. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 13, n.° 25, julio-diciembre, 2009; pp. 61-79. ALDERETE, María Verónica. Acuerdos productivos desde la visión del desarrollo local: el rol de la innovación. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 16, n.° 33, enero-junio, 2013, pp. 127-154. ÁLVAREZ, Esteban y GARCÍA, William. Determinantes de la innovación: evidencia en el sector manufacturero de Bogotá. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 15, n.° 32, julio-diciembre 2012; pp. 129-160.

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Índice de autores - Semestre Económico números 1 al 33 ÁLVAREZ GARCÍA, Rubén Darío; GARCÍA MONSALVE, Karina Isabel y BORRÁEZ ÁLVAREZ, Andrés Felipe. Las razones para valorar una empresa y los métodos empleados. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 9, n.° 18, julio-diciembre 2006; pp. 59-84. ÁLVAREZ GARCÍA, Rubén Darío; ORTEGA OLIVEROS, Gustavo Adolfo; SÁNCHEZ OSPINA, Ana María y HERRERA MADRID, Mauricio. Evolución de la teoría económica de las finanzas: una breve revisión. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 7, n.° 14, julio-diciembre 2004; pp. 105-127.

ALZATE MARTÍNEZ, Gilberto. A propósito del modelo de desarrollo para Antioquia elementos para el debate. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 2, n.° 4, enerojunio 1998; pp. 103-108. ARANGO MEJÍA, Francisco Fernando. De cómo la administración podrá desarrollar una teoría que favorezca el bienestar. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 6, n.° 11, enero-junio 2003; pp. 91-99. ARBELÁEZ ARANGO, Alejandro. El despegue de la industria en Antioquia (19151930). En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 4, n.° 7, enero-junio 2000; pp. 91-101.

ÁLVAREZ GARCÍA, Rubén Darío y RENDÓN ACEVEDO, Jaime Alberto. El territorio como factor del desarrollo. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 13, n.° 27, juliodiciembre 2010; pp. 39-62.

ARBELÁEZ ARANGO, Alejandro. Inicios de la producción industrial en Antioquia. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 3, n.° 6, julio-diciembre 1999; pp. 105-111.

ÁLVAREZ JIMÉNEZ, Rafael Ángel. Educación y desarrollo, una aproximación. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 4, n.° 8, julio-diciembre 2000; pp. 139-144.

ARBELÁEZ ARANGO, Alejandro. La minería antioqueña y su importancia en la acumulación primaria de capital. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 4, n.° 8, juliodiciembre 2000; pp. 79-87.

ÁLVAREZ JIMÉNEZ, Rafael Ángel. Pedagogía de la lectura. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 5, n.° 10, julio-diciembre 2002; pp. 159-163. ÁLVAREZ JIMÉNEZ, Rafael Ángel. Premios Nobel de Economía. Segunda entrega. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 7, n.° 13, enero-junio 2004; pp. 197–202. ÁLVAREZ JIMÉNEZ, Rafael Ángel y CORONEL LÓPEZ, Jorge Enrique. Premios Nobel de Economía. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 6, n.° 12, julio-diciembre 2003; pp. 197-203. 206

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ARBELÁEZ L., Javier y CÁRCAMO C., Ulises. Un curso rápido de cálculo para aplicaciones a modelos económicos. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 7, n.° 14, juliodiciembre 2004; pp. 129-147. ARBELÁEZ L., Javier y CÁRCAMO C., Ulises. Un curso rápido de cálculo estocástico para aplicaciones a modelos económicos. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 8, n.° 16, julio-diciembre 2005; pp. 49-66. ARBOLEDA ÁLVAREZ, Olga Lucía, GHISO COTOS, Alfredo Manuel, QUIROZ LIZARAZO, Elkin Horacio. Capital social: revisión


Índice de autores - Semestre Económico números 1 al 33 del concepto y propuesta para su reelaboración. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 11, n.° 21, enero-junio 2008; pp. 75-90. ARBOLEDA ÁLVAREZ, Olga Lucía y ZABALA SALAZAR, Hernando. Condiciones clave para el éxito y sostenibilidad de los emprendimientos solidarios de Medellín. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 14, n.° 28, enero-junio 2011; pp. 77-94. ARDILA, Hermilson de Jesús y GUTIÉRREZ LONDOÑO, Éber Elí. Inflación en Colombia: una meta para no cumplir. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 1, n.° 2, enero-junio 1997; pp. 28-32. ARIAS PÉREZ, José Enrique y ARISTIZÁBAL BOTERO, Carlos Andrés. Influencia de la estructura organizacional en la creación de conocimiento, estudio del caso EPM Medellín. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 11, n.° 22, julio-diciembre 2008; pp. 161-184. ARIAS PÉREZ, José Enrique y ARISTIZÁBAL BOTERO, Carlos Andrés. El dato, la información, el conocimiento y su productividad en empresas del sector público de Medellín. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 14, n.° 28, enero-junio, 2011; pp. 95-110.

Semestre Económico. Medellín, Vol. 6, n.° 11, enero-junio 2003; pp. 153-160. ARRAUT CAMARGO, Luis Carlos; DEL RÍO PÁJARO, Orlando; PADRÓN CARVAJAR, Raúl y ACOSTA MEZA, Raúl. ¿Cómo lograr desarrollo desde la universidad? Una propuesta de creación de empresas entre universitarios. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 9 n.° 18, julio-diciembre 2006; pp. 85-106. ARRAUT CAMARGO, Luis Carlos. La innovación de tipo organizacional en las empresas manufactureras de Cartagena de Indias. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 11, n.° 22, julio-diciembre 2008; pp. 185-203. ARRIETA BECHARA, Jaime Enrique, TORRES CRUZ, Juan Camilo y VELÁSQUEZ CEBALLOS, Hermilson. Predicciones de modelos econométricos y redes neuronales: el caso de la acción de SURAMIV. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 13, n.° 25, julio-diciembre, 2009; pp. 95-109. ARROYAVE, Jairo. Algunos elementos de la ley 488 del 1998 “Reforma tributaria”. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 3, n.° 5, enero-junio 1999; pp. 17-21.

ARISTIZÁBAL BOTERO, Carlos Andrés; RESTREPO MÚNERA, Mario León y ARIAS PÉREZ, José Enrique. Impacto del mercadeo social en organizaciones de servicios. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 10, n.° 19, enero-junio 2007; pp. 113-124.

ARROYO MINA, José Santiago, PEÑA BENÍTEZ, Dubán Fredy y SÁNCHEZ MAYORGA, Ximena. Insolvencia de las sociedades colombianas, 1994-2004: análisis bajo en enfoque de modelos de duración. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 13, n.° 25, julio-diciembre, 2009; pp. 31-48.

ARISTIZÁBAL CORREA, Hugo. La abducción como elemento fundamental en el inicio del proceso de la investigación. En:

ATEHORTÚA, John Alexander. La utilidad de los derivados y las tasas futuras en el comercio internacional. En: Semestre Eco-

Semestre Económico, volumen 16, No. 35, pp. 205-224 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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Índice de autores - Semestre Económico números 1 al 33 nómico. Medellín, Vol. 3, n.° 5, enero-junio 1999; pp. 40-46. AVENDAÑO C., William R. Innovación: un proceso necesario para las pequeñas y medianas empresas del municipio de San José de Cúcuta, Norte de Santander (Colombia). En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 15, n.° 31, enero-junio 2012; pp. 187-208. B BAENA UPEGUI, Mario. Globalización, proteccionismo y librecambio. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 6, n.° 12, juliodiciembre 2003; pp. 37-78. BARRÁEZ GUZMÁN, Daniel y PERDOMO LEÓN, Mariela. Comportamiento estructural y predictivo de variables macroeconómicas: combinando MEEGD Y VAR. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 13, n.° 27, julio-diciembre, 2010; pp. 81-97. BARRIENTOS FELIPA, Pedro. El marketing del Perú y la globalización. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 12, n.° 23, enero-junio 2009; pp. 59-75. BARRIENTOS FELIPA, Pedro. El marketing del partido político en el gobiern.° En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 13, n.° 26, enero-junio 2010; pp. 119-134. BARRIENTOS FELIPA, Pedro. El clúster en la estrategia de marketing internacional. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 14, n.° 28, enero-junio, 2011; pp. 49-66. BERMÚDEZ, José D. Obtención de gráficas alternativas para facilitar el uso de los resultados de una regresión de cox. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 2, n.° 4, enero-junio 1998; pp. 95-99. 208

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BETANCUR CAÑOLA, César. Ley 550 Intervención económica o de reestructuración de empresas. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 4, n.° 7, enero-junio 2000; pp. 135-151. BOISIER, Sergio. Sinergia e innovación. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 12, n.° 24 (edición especial), octubre, 2009; pp. 21-35. BOISIER, Sergio. Descodificando el desarrollo del siglo XXI: subjetividad, complejidad, sinapsis, sinergia, recursividad, liderazgo, y anclaje territorial. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 13, n.° 27, juliodiciembre, 2010; pp. 11-37. BUENDÍA MORA, Sandra Milena y CASTILLA CARRERA, Lina Margarita. Estimación y proyección de la prima de riesgo de la deuda de las empresas en Colombia, 19982008. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 13, n.° 26, enero-junio, 2010; pp. 101-118. C CADAVID GÓMEZ, Hernán Darío. Marketing de emociones. La forma para lograr fidelidad de los clientes. En: Semestre Económico. Vol. 7, Medellín, n.° 13, enerojunio 2004; pp. 203–211. CALLE CORREA, Fabio y CORREA JARAMILLO, Juan Guillermo. El ethos antioqueño: soporte moral para la creación, desarrollo y conservación de empresas. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 5 n.° 10, juliodiciembre 2002; pp. 73-94. CAMPO ROBLEDO, Jacobo y OLIVARES, Wilmer. Relación entre las emisiones de


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Índice de autores - Semestre Económico números 1 al 33 Francisco Iván. Colombia y el gas natural “Análisis econométrico de la oferta del gas natural”. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 3, n.° 6, julio-diciembre 1999; pp. 131-139. GUTIÉRREZ LONDOÑO, Éber Elí y GARCÍA ESPINOSA, Ana María. Premio Nobel de Economía: tercera entrega. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 8, n.° 16, juliodiciembre 2005; pp.140-152. GUTIÉRREZ LONDOÑO, Éber Elí y LÓPEZ ESCOBAR, Leonardo David. Inflación objetivo ¿una panacea? En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 5, n.° 10, julio-diciembre 2002; pp. 43-69. GUTIÉRREZ LONDOÑO, Éber Elí; LOPEZ ESCOBAR, Leonardo David; PÉREZ ARROYAVE, Jairo y RENDÓN ACEVEDO, Jaime Alberto. Desarrollo regional: reflexiones y alternativas. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 5, n.° 9, enero-junio 2001; pp. 133-157. GUTIÉRREZ LONDOÑO, Éber Elí y MESA, Jairo. El desempleo en la actividad económica colombiana. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 2, n.° 2, enero-junio 1997; pp. 18-27. GUTIÉRREZ LONDOÑO, Éber Elí; RENDÓN ACEVEDO, Jaime y ÁLVAREZ GARCÍA, Rubén Darío. El crecimiento económico en el modelo de Solow y aplicaciones. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 7, n.° 14, julio-diciembre 2004; pp. 15-29. GUTIÉRREZ OSSA, Jahir Alexander. Colombia frente a los acuerdos de integración regional en América. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 2 n.° 3, julio-diciembre 1997; pp. 48-61.

GUTIÉRREZ OSSA, Jahir Alexander y SIERRA OSPINA, Graicy. Elementos fundamentales del derecho y la economía desde una perspectiva global. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 11, n.° 22, julio-diciembre 2008; pp. 149-160. GUTIÉRREZ OSSA, Jahir Alexander. Evaluación jurídico-económica sobre el delito empresarial internacional. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 14, n.° 28, enero-junio, 2011; pp. 121-136. GUZMÁN CASTRO, Gabriel Francisco. Leyes científicas y predicción en ciencias sociales: una aproximación al caso de la economía. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 16, n.° 33, enero-junio, 2013, pp. 99-126. H HERNÁNDEZ SÁNCHEZ, Blanca Yenny. La selección de personal, algunas consideraciones frente a sus prácticas. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 15, n.° 31, enero-junio, 2012; pp. 173-186. HERRERA MADRID, Mauricio y ORTEGA OLIVEROS, Gustavo Adolfo. La concentración industrial en Colombia: determinantes de la movilidad y el desempeño empresarial. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 6, n.° 12, julio-diciembre 2003; pp. 133-166. HERRERA VALENCIA, Beethoven. Calificación y productividad empleos y salarios. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 5, n.° 10, julio-diciembre 2002; pp. 31-42. I IPARRAGUIRRE D`ELIA, José Luis. Fluctuaciones del ciclo económico de Colombia.

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Índice de autores - Semestre Económico números 1 al 33 Análisis comparativo según métodos univariados. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 14, n. 30, julio-diciembre, 2011; pp. 61–86.

caso del altiplano norte del departamento de Antioquia. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 12, n.° 23, enero-junio 2009; pp. 119-132

J

LOPERA GARCÍA, Luz Dolly y MORA RENDÓN, Sol Bibiana. Los circuitos económicos solidarios: espacio de relaciones y consensos. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 12, n.° 25, julio-diciembre, 2009; pp. 81-93.

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Índice de autores - Semestre Económico números 1 al 33 V VALENCIA AGUDELO, Germán Darío. Contribuciones de las políticas públicas al estudio del Estado. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 14, n.° 30, julio-diciembre, 2011; pp. 87–104. VALENCIA AGUDELO, Germán Darío. Autoempleo y emprendimiento. Una hipótesis de trabajo para explicar una de las estrategias adoptadas por los gobiernos para hacer frente al progreso del mercado. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 15, n.° 32, julio-diciembre, 2012; pp. 103–128. VALENCIA ARANGO, Clara. Algunos apuntes sobre el tipo de cambio en Colombia. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 3, n.° 6, julio-diciembre 1999; pp. 59-61. VARGAS SÁENZ, Mario Enrique. Conocimiento, propiedad, participación y poder. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 5, n.° 10, julio-diciembre 2002; pp. 165-172. VARELA BARRIOS, Edgar. El impacto de la mercantilización de los servicios públicos sobre las empresas estatales del sector. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 11, n.° 22, julio-diciembre 2008; pp. 91-109. VÁSQUEZ OLAVE, Martha Cecilia; GIRÓN CRUZ, Luis Eduardo; ÁNGEL GIRALDO, Leydi Viviana; ORJUELA GONZÁLEZ, David y SÁNCHEZ RENGIFO, Holmes Hernán. Sobre educación en las ciencias económicas, administrativas e ingenierías en el Área Metropolitana de Cali, 2001-2005. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 11, n.° 22, julio-diciembre 2008; pp. 35-65. VELÁSQUEZ CEBALLOS, Hermilson y RESTREPO RESTREPO, Jorge Humberto. Análisis del índice general de la Bolsa de Valores de Colombia y sus rendimientos desde la teoría del caos, 2001-2011. En: Semestre 224

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Económico. Medellín, Vol. 15, n.° 31, enero-junio 2012; pp. 79-98. VELÁSQUEZ RESTREPO, Andrés. Acercamiento metodológico para el estudio prospectivo del atraso tecnológico en Colombia. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 3, n.° 5, enero-junio 1999; pp. 162-170. VELÁSQUEZ, Andrés y SEPÚLVEDA M., Tania Lucía. Fundamentos de la prospectiva “la disciplina del cambio”. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 3, n.° 6, juliodiciembre 1999; pp. 153-159. VÉLEZ EVANS, María Isabel. Aprender significa “perfeccionarse siguiendo un camino”: el proceso de toma de decisiones estratégicas y el aprendizaje organizacional. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 10 n.° 19, enero-junio 2007; pp. 69-84. VÉLEZ GIRALDO, Ramón Emilio. Efectos de la política monetaria sobre el PIB. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 6, n.° 11, enero-junio 2003; pp. 42-58. VILLEGAS ARIAS, Gladis Cecilia. Similitud de redes productivas. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 10 n.° 19, enero-junio 2007; pp. 85-100. Y YÁNEZ CONTRERAS, Martha y ACEVEDO GONZÁLEZ, Karina. Inversión en entrenamiento en el empleo: una revisión de la literatura. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 15 n.° 31, enero-junio 2012; pp. 153-172. Z ZULUAGA DÍAZ, Francisco. Fluctuaciones del PIB. Colombia 1940-1995. En: Semestre Económico. Medellín, Vol. 3, n.° 5, enero-junio 1999; pp.135-146.


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POLÍTICA EDITORIAL La revista Semestre Económico, publicación semestral de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Medellín, considera para su publicación trabajos producto de investigación, ensayos, trabajos de revisión y de reflexión en español, inglés o portugués, que no hayan sido publicados ni propuestos en otras revistas y cuyo objetivo sea aportar al avance del conocimiento en las áreas económica, social y administrativa. Las estrategias que definen los lineamientos de la revista son los siguientes: Procedimiento de selección de artículos. El proceso que se sigue para la selección de artículos es el siguiente: 1. Se revisa el cumplimiento de los requisitos establecidos en las recomendaciones a los autores. 2. Si no se cumplen estos requisitos el artículo es regresado al autor para que haga las correcciones respectivas. 3. Una vez el artículo cumpla con los requisitos exigidos es remitido al Comité Editorial para el nombramiento de un par evaluador. 4. El evaluador se encargará de garantizar la calidad temática y emitirá su concepto sobre la posibilidad de publicación del artículo. 5. Simultáneamente el equipo editorial de la revista evalúa la calidad editorial del artículo. 6. El editor se encargará de exponer ante el Comité Editorial el concepto del equipo editorial y el del evaluador, con lo cual el Comité define si el artículo se publica. 7. Se regresa el artículo al autor para que haga las modificaciones o ajustes sugeridos por el evaluador y el equipo editorial o se rechaza definitivamente el artículo. Evaluación doblemente anónima. Todos los artículos enviados a la revista serán evaluados en forma anónima por jurados expertos en el tema, los cuales son asignados de tal forma que ni el autor ni el par evaluador se enteran quién es la otra parte. La decisión de la publicación de los mismos estará sujeta a los resultados de las evaluaciones. El Comité Editorial informará oportunamente a los autores los resultados de la evaluación. Derechos de difusión y divulgación. Quienes publiquen en la revista Semestre Económico Universidad de Medellín ceden sus derechos patrimoniales a la Institución; en consecuencia, autorizan a la Universidad de Medellín a divulgar los artículos de su autoría por cualquier medio impreso o electrónico, incluido Internet, que considere pertinente. Además, deben acompañar el artículo con la constancia de que es inédito, es de su autoría y no ha sido propuesto para publicación en ningún otro medio. Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 225-230 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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En caso de fraude. El plagio o fraude se puede presentar en diferentes grados: copia directa de un texto sin entrecomillar o sin citar la fuente en forma adecuada, modificación de algunas palabras de un texto para hacerlo aparecer como propio, paráfrasis y agradecimiento insuficiente. En aquellos casos en los cuales se llegue a comprobar que los autores entregan a la revista Semestre Económico artículos que reproducen partes de trabajos que han sido publicados sin las respectivas citas se informará a la institución o instituciones a las que se encuentre afiliado el autor o autores, y se publicará una nota en la página web de la revista informando del fraude. Se procederá de la misma forma en aquellos casos en que la evidencia del fraude se encuentre después de la publicación del artículo y, además, se procederá a retirar el artículo de todos aquellos espacios en los cuales sea posible retirarlo. La reproducción de los trabajos publicados en la revista. Los derechos de reproducción de los artículos publicados en la revista son propiedad de la revista Semestre Económico. Estos documentos pueden ser reproducidos libremente para uso académico, siempre y cuando no se obtenga lucro por este concepto y cada copia incluya la referencia bibliográfica de Semestre Económico. La reproducción de la revista para cualquier otro fin, o su colocación en cualquier sitio electrónico requiere de la autorización previa del editor.

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EDITORIAL POLICY Semestre Economico magazine, which is published twice a year by the Faculty of Economics and Administrative Sciences at the University of Medellin, considers for its publications research product works, papers, reviews and reflection works in English, Spanish or Portuguese that have not been published nor proposed in other magazines, and whose objective is to contribute to a better knowledge in economic, social and administrative areas. The strategies defined by the following guidelines of the magazine are: Article Selection Procedure. The process for the selection of articles is the following: 1. Review that the requirements established in the recommendations made to the authors are being fulfilled. 2. In case these requirements are not being fulfilled, the article is sent back to the author so he/she might do the respective corrections. 3. Once the article meets the requirements it is sent to the Editorial Committee for the naming of an evaluating pair. 4. The evaluator is responsible for ensuring the thematic quality and will issue his/her concept on the possibility on publishing the article. 5. The Editorial Team of the magazine evaluates the editorial quality of the article at the same time step 4 is happening. 6. The Editor will be responsible for presenting to the Editorial Committee the concept of the editorial team and the evaluator, with which the Committee determines whether the article is published or not. 7. The article is sent back to the author, in order to make the proposed modifications or adjustments made by the Editorial Team and by the evaluator, or the article is definitely rejected. Double Anonymous Evaluation. All articles submitted to the magazine will be evaluated anonymously by expert judges on the subject, which are assigned the following way so that the author nor the evaluating pair know who the other party is. The decision on the publication of these articles will be subject to the results of the evaluations. The Editorial Committee shall inform in due time the evaluation results to the authors. Publication and Broadcasting Rights. Those who publish articles in the Semestre Economico magazine of the University of Medellin grant their economic rights to the institution, therefore, authorize the University of Medellin to publish their work by any printed or electronic mean, including Internet, which they consider appropriate. Also, the article should be accompanied by unprecedented immutability; it is of his own work and has not been proposed for publication in any other medium. Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 225-230 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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In case of fraud. Plagiarism or fraud can happen at different levels: direct copy of a text without quoting the source properly, modification of certain words of a text to present as your own, paraphrasing or insufficient recognition. In those cases where it is possible to prove that the author/s gave to the Economic Semester magazine articles that reproduce parts of prior works, which have been published, and do not count with the proper quotes, will immediately be informed to the institution or institutions which the author or authors are affiliated to, and a note will be published on the web site of the magazine informing of the fraud. In those cases where the evidence of fraud is found after the publication of the article, the procedure will be the same, the article will be taken off from those spaces possible. The reproduction of the articles published in the magazine. The article reproduction rights printed in the magazine are property of Economic Semester magazine. These documents may be freely reproduced for academic purposes, with the exception of obtaining an economic profit and each copy must include the bibliographic reference of Economic Semester. Reproduction of the magazine for any other purpose, or placement in any web site requires prior permission of the editor.

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POLÍTICA EDITORIAL A revista Semestre Económico, publicação semestral da Faculdade de Ciências Económicas y Administrativas da Universidade de Medellín, considera para sua publicação trabalhos que sejam produto de pesquisa, ensaios, trabalhos de revisão e de reflexão em espanhol, inglês o português, que não hajam sido publicados nem propostos em outras revistas e cujo objetivo seja aportar ao avance do conhecimento nas áreas económica, social y administrativa. As estratégias que definem as diretrizes da revista são as seguintes: Procedimento de seleção de artigos. O processo para a seleção de artigos é o seguinte: 1. Revisa-se o cumprimento dos requisitos estabelecidos nas recomendações aos autores. 2. Se os requisitos não são cumpridos, o artigo é regressado ao autor para que ele / ela faça as correções respectivas. 3. Uma vez o artigo cumpra com os requisitos exigidos é remitido ao Comité Editorial para a assinação de um par avaliador. 4. O avaliador encarregara-se de garantir a qualidade temática e emitirá seu conceito sobre a possibilidade de publicação do artigo. 5. Simultaneamente a equipe editorial da revista avalia a qualidade editorial do artículo. 6. O editor encarregara-se de expor ante o Comitê Editorial o conceito da equipe editorial e o do avaliador, com o qual o Comitê define se o artigo pode ser publicado. 7. Regressa-se o artigo ao autor para que ele / ela faça as modificações o ajustes sugeridos pelo avaliador e a equipe editorial. Se não é assim, o artigo e rejeito definitivamente. Avaliação duplamente anônima. Todos os artigos enviados à revista serão avaliados de maneira anônima por jurados expertos no tema, os quais são assinados de tal maneira que nem o autor nem o par avaliador saberão quem é a outra parte. A decisão da publicação dos mesmos estará sujeita aos resultados das avaliações. O Comitê Editorial informara oportunamente aos autores os resultados da avaliação. Direitos de difusão e divulgação. Aqueles que publiquem na revista Semestre Econômico da Universidade de Medellín cedem seus direitos patrimoniais à instituição; em consequência, autorizam à Universidade de Medellín a divulgar os artigos de sua autoria por quaisquer médio impresso ou eletrônico, incluindo internet, que a Universidade considere pertinente. Fora disso, devem acompanhar o artigo com a certeza de que é inédito, é de sua autoria e não há sido proposto para ser publicado em nenhum outro médio. No caso de fraude. O plagio ou fraude pode acontecer em diferentes grados: Copia direta de um texto sem usar aspas ou sem citar corretamente fonte, modificação de alguSemestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 225-230 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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mas palavras do texto para ser presenteado como próprio, paráfrases e agradecimentos insuficientes. Em aqueles casos nos quais seja comprovado que os autores remeteram à revista Semestre Econômico artigos que contenham partes de artigos que já hajam sido publicados sem as respectivas citações, informara-se à instituição ou instituições às quais o autor ou autores encontrem-se afiliado e uma nota será publicada na pagina web da revista informando do fraude. Depois, procedera-se a retirar o artigo de todos aqueles espaços nos quais seja possível fazer isto. A reprodução dos trabalhos publicados na revista. Os direitos de reprodução dos artigos publicados na revista são propriedade da revista Semestre Econômico. Estes documentos podem ser reproduzidos livremente para uso acadêmico, sempre e quando não se obtenha lucro por este conceito e cada copia incluía a referência bibliográfica de Semestre Econômico. A reprodução da revista para qualquer outro fim, ou sua colocação em quaisquer sitio eletrônico precisa da autorização previa do editor.

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ORIENTACIONES PARA LOS AUTORES La persona o personas interesadas en presentar un artículo para publicación en la revista deberán acoger las siguientes recomendaciones: 1. Enviar copia impresa del artículo, en hojas tamaño carta, a la siguiente dirección: Universidad de Medellín, Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, Bloque 6, oficina 107, Apartado Aéreo 1983, Medellín, Colombia. O también se puede enviar el artículo a uno de los siguientes correos electrónicos rdalvarez@ udem.edu.co o semestreeconomico@udem.edu.co 2. El documento debe cumplir con las siguientes características: • Estar elaborado en letra Arial, tamaño 12, a 1.5 espacios • Estar paginado en la parte inferior derecha de cada página • No exceder, en ningún caso, las 10.000 palabras. 3. Todo artículo debe incluir la siguiente información: título del trabajo, nombres y apellidos del autor o autores, resumen, palabras clave (máximo seis), clasificación JEL, contenido y desarrollo del artículo con la siguiente estructura: Introducción, desarrollo, conclusiones y bibliografía. 4. En el título del artículo se debe insertar una nota de pie de página indicando o explicando el origen del artículo (razones o motivos que dan origen al trabajo) y tipo de artículo (reflexión, debate, revisión bibliográfica o investigación). En caso de que el artículo sea de investigación se debe agregar en el pie de página la siguiente información: • Grupo de investigación y nivel de clasificación en COLCIENCIAS, en caso de estar clasificado en Colombia. • Nombre del proyecto de investigación del cual es producto el artículo. • Entidad(es) que financia(n) el proyecto • Período de ejecución 5. A cada uno de los autores se les debe agregar una nota de pie de página que contenga la siguiente información: • Título(s) de pregrado, institución, ciudad y país • Título(s) de posgrado, institución, ciudad y país • Cargo, institución, ciudad y país Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 231-234 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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Autores

• Participación en grupos de investigación • Dirección postal y teléfono • Correo electrónico institucional 6. El resumen del artículo no debe superar las 140 palabras y se sugiere utilizar la siguiente estructura: • Objetivo del artículo: el propósito que buscan los autores con el trabajo • Método: método empleado en para argumentar y lograr el objetivo propuesto • Principal resultado obtenido o conclusión 7. Todo artículo debe tener las palabras clave (máximo seis); el criterio para elegir las palabras clave es que estas garanticen la visibilidad del artículo en los motores de búsqueda y bases de datos. Estas palabras son empleadas por las bibliotecas y los índices temáticos de revistas para clasificar los artículos; de esta forma se garantiza que cuando alguien hace una búsqueda por tema pueda tener acceso al artículo. 8. Las palabras clave se deben clasificar de acuerdo con los códigos que se encuentran en el Sistema de clasificación del Journal of Economic Literature, conocidos como los “Códigos JEL”, para lo cual pueden acceder a la siguiente dirección electrónica: http://www.aeaweb.org/journal/jel_class_system.html 9. El contenido que se agrega al artículo, después de la clasificación JEL, no debe contener los subtítulos, solamente los títulos principales incluyendo la introducción, las conclusiones y la bibliografía. El contenido se debe organizar en un párrafo en forma continua, así como se muestra en el ejemplo siguiente: Introducción; 1. ¿Qué es una industria?; 2. Los entornos de la industria; 3. La era del conocimiento…; Bibliografía. 10. Las notas de pie de página deben estar en letra Times New Roman, tamaño 10, a espacio sencillo, justificadas y con una sangría de tal forma que el texto quede alineado al lado derecho del número y no debajo del número. Además, cuando en una página aparezcan más de dos pies de página se deben separar con un espacio. 11. Las notas de pie de página se deben emplear para hacer definiciones, aclarar conceptos o remitir al lector a otros trabajos o autores que traten con mayor profundidad los temas que por algún motivo no puede desarrollar en el texto pero que el autor considera que pueden ser de interés para el lector. Las notas de pie de página no se deben emplear para citar los trabajos que se emplean como material de apoyo en la elaboración del artículo. 232

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12. La responsabilidad de la información estadística contenida en cuadros y gráficos es del autor. Estos cuadros y gráficos deben ser numerados y referenciados en su totalidad en el texto; además, en la parte inferior de estos deben estar las fuentes de información; en caso de que sea elaborado por los autores la fuente debe decir: elaboración propia. Los títulos de los cuadros, gráficos o esquemas deben ir en letra minúscula y sin centrar. 13. Las citas que se hacen en un texto pueden ser directas o indirectas. Las citas directas son aquellas en las cuales se retoman en forma textual los conceptos u opiniones de un autor, mientras que las citas indirectas son aquellas en las cuales se hace mención de las ideas de un autor con las palabras de quien realiza el trabajo. Para introducir cualquiera de estos dos tipos de citas se debe parafrasear al autor, así por ejemplo: al respecto Vélez (2005, p. 18) argumenta... 14. Cualquiera de estos dos tipos de citas que se haga en el documento y las notas de pie de página debe emplear la siguiente forma: primer apellido del autor (año, página), para lo cual se recomienda tener en cuenta las siguientes recomendaciones: • Usar solo el primer apellido del autor. • Para indicar la página usar p. • Cuando en un mismo trabajo aparecen más de tres autores se debe emplear y otros, por ejemplo: Vélez y otros (2002, p. 18) • El año y la página, que aparecen entre paréntesis se debe separar con coma de la siguiente forma: Vélez (2001, p. 107). • El número de página se debe colocar cuando las citas son directas, en el caso de las citas indirectas no siempre se hace necesario. 15. Cuando las citas directas tienen una extensión inferior a las cinco líneas de texto (es una cita corta) se deben tener en cuenta las siguientes recomendaciones: • • • •

La cita se coloca en el mismo párrafo, La cita debe ir entre comillas y en letra cursiva, Con un interlineado a 1.5 espacios, y Letra tamaño 12

16. Cuando las citas directas tienen una extensión superior a las cinco líneas (son citas extensas) se deben tener en cuenta las siguientes recomendaciones: • Se deben poner en un párrafo aparte. • Se debe centrar el párrafo(s) a ambos lados de la página, en otras palabras, se debe emplear un margen mayor a ambos lados de la página. • El interlineado (espacios entre líneas) debe ser sencillo. Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 231-234 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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Autores

• El tamaño de la letra debe ser 10. • La cita se hace sin comillas 17. Las referencias bibliográficas al final del texto se deben presentar en el siguiente formato, teniendo en cuenta incluso la puntuación: • Revistas: apellidos del autor, nombres (año). Título del artículo. En: nombre de la revista, volumen (Vol.) y número (No), período, paginación del artículo completo. • Libros: apellidos del autor, nombres (año). Título del libro. Ciudad de edición, editorial, número de páginas del libro. • Internet: apellidos del autor, nombres (año). Título del artículo o documento. [En línea] nombre de la institución o revista electrónica, lugar de publicación, editor, fecha de publicación, número de páginas <ruta de acceso al documento (link)>. [Fecha de acceso o consulta].

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GUIDE FOR THE AUTHORS Persons interested in presenting their articles to be published in the journal, should follow the following recommendations: 1. Please send a printed copy of the article in letter-size pages to the following address: Universidad de Medellín, Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, Bloque 6, oficina 107, Apartado Aéreo 1983, Medellín, Colombia. Likewise, the author should send the article to one of the following e-mails: rdalvarez@udem.edu.co o semestreeconomico@udem.edu.co. 2. The document should comply with the following specifications: • Arial 12 letter, 1.5 spaces between lines • All pages should bear a number in the right lower side • Articles should never exceed 10.000 words 3. All articles should include the following information: Title, author’s or authors’ name, abstract, key words (six as a maximum), JEL classification, and content with the following structure: introduction, development, conclusions, and bibliography. 4. Article title should include a footnote indicating or explaining the article´s origin (reasons and type of article; reflection, debate, bibliographic revision or research). When the article is a research, the following information should be included as a footnote: • Research group and COLCIENCIAS classification (when classified in Colombia). • Name of the research project from which the article was extracted • Entity(ies) economically supporting the project • Execution period 5. A footnote should be added for each author, indicating the following information: • Undergraduate degrees and institution, city, and country • Graduate degrees and institution, city, and country • Position and institution, city, and country • Participation in research group Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 235-238 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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• Postal address and telephone • Institutional e-mail 6. The article abstract should not exceed 140 words and the use of the following structure is suggested: • Article objective: Purpose of the author with this work. • Method: Method used for reaching the proposed objective. • Main results or conclusion. 7. All the articles should include key words (six as a maximum). Key words should be chosen with the purpose of assuring article appearance on search engines and databases. Key words are used by libraries and on journal indexes for classifying articles. In this way, people searching for specific topics can have access to the article. 8. Key words should be classified according to Journal of Economic Literature classification system codes, commonly known as “JEL Codes.” Such codes can be accesses at: http://www.aeaweb.org/journal/jel _ class _ system.html. 9. The content that is added to the article after de JEL classification, must not contain subtitles, only main titles including introduction, conclusions and bibliography should be included. This content must be organized in a continuous paragraph as it is shown in the following example: Introcuction; 1. What is an industry?; 2. Industry´s Environment; 3. The era of knowledge…………; Bibliography 10. Footnotes should be written with Times New Roman 10 letter, single space, justified, and aligned on the right side, and having indentation in such a way that text is aligned on the right side of the number and not under the number. Besides, when a page includes more than two footnotes, they should be separated by a space. 11. Footnotes should be used for definitions, clarifications of concepts or referring the reading to other works or authors who tackle more deeply the topic which the author, by any reason, cannot develop in the text but he/she considers it can be of interest for the reader. Footnotes should not be used for quoting works which are used as a supporting material for preparing the article. 12. The author is totally liable for statistical information established in tables or graphs. Tables and graphs should hold a number and totally referred in the text. Besides, lower part of them should include information sources. When they are 236

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Semestre Económico - Guide for the authors

prepared by tables, graphs or charts should be written in lowercase letter and not centered. 13. Quotes made in a text can be either direct or indirect. Direct quotes are those in which author’s concepts or opinions are taken textually, Indirect quotes are those in which author’s ideas are mentioned with own words of the article’s author. For introducing one of these kinds of quotes, the author should be paraphrased; for example: “in this regard, Velez (2005, p. 18) states …” 14. Whichever kind of quotes and footnotes used in the document should use the following moel: FIRST LAST NAME OF THE AUTHOR (YEAR, PAGE). For such purpose, the following recommendations should be followed: • To use only the author´s first last name • To use “p.” for indicating pages • When there are more than three authors in the same work, “et. al.” should be used. For example: Vélez et. al. (2002, p. 18). • Year and page appearing within parenthesis should be separated by a comma as follows: Vélez (2001, p. 107). • Page number should be placed when quotes are direct; when quotes are indirect, numbers are not necessary. 15. When direct quotes do not exceed five lines (short quote), the following recommendations should be taken into account: • Quote is placed in the same paragraph • Quote should be put in quotation marks and italics • Space between lines should be 1.5 • 12 size letter 16. When direct quotes exceed five lines (long quotes) the following recommendations should be taken into account: • Quote should be placed in a different paragraph • Paragraph(s) should be centered on both sides of the page; that is, wider margins should be used on both sides of the page. • Space between lines should be single • Letter size should be 10 • Quote should be put in quotations marks Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 235-238 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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17. Literature references at the end of the text should be written as follows: • Journals: Author’s last names, given names, (year), title of the article, journal’s name, volume (Vol.) and number (No), period, page numbering of the whole text. • Books: Author’s last names, given names, (year), title of the book, city of editing, editorial, number of pages of the book. • Internet: Author’s last names, given names, (year), title of article or document, (In Line) name of institution or electronic journal, place of publication, editor, publication date, number of pages, access route date of access or consultation.

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ORIENTAÇÕES PARA OS AUTORES A pessoa ou pessoas interessadas em presentear um artigo para sua publicação nesta revista terão que acolher as seguintes recomendações. 1. Enviar uma copia do artigo impresso, em folha tamanho carta, ao seguinte endereço: Universidad de Medellín, Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, Bloque 6, oficina 107, Apartado Aéreo 1983, Medellín, Colombia. Igualmente o autor pode enviar o artigo a um dos seguintes e-mails rdalvarez@ udem.edu.co o semestreeconomico@udem.edu.co 2. O documento deve cumprir com as seguintes condições • Ter sido escrita em letra Arial, tamanho 12 a 1.5 espaços. • Tem que estar paginado na parte inferior direita de cada página • Não pode exceder em nenhum dos casos as 10 000 palavras 3. Todo artigo deve incluir a seguinte informação: titulo do trabalho, nome do autor ou dos autores, resumo, palavras-chave (máximo seis) classificação JEL, conteúdo e desenvolvimento do artigo com a seguinte estrutura: Introdução, desenvolvimento, conclusões e bibliografia. 4. No titulo do artigo deve introduzir uma legenda de pé de página indicando ou explicando a origem do artigo (razões ou motivos e tipo de artigo: reflexão, debate, revisão bibliográfica ou pesquisa). No caso de que o artigo seja de pesquisa, a seguinte informação deve ser agregada no pé de pagina: Grupo de pesquisa e nível de classificação em COLCIENCIAS, no caso de estar classificado na Colômbia • Nome do projeto da pesquisa do qual o artigo é produto • Entidade ou entidades que financiam o projeto • Período de execução 5. Para cada um dos autores deve se agregar uma legenda de pé de página que contenha a seguinte informação. • Titulo (s) de graduação e instituição, cidade e país. • Titulo (s) de pós-graduação e instituição, cidade e país • Cargo é instituição, cidade e país Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 239-242 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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• Participação em grupo de pesquisa • Endereço postal e telefone • E-mail institucional. 6. O resumo do artigo não deve superar as 140 palavras e é sugerido usar a seguinte estrutura: • Objetivo do artigo: O propósito que os autores procuram com o trabalho • Método: método usado em argumentar e lograr o objetivo proposto • Principal resultado ou conclusão obtida 7. Todo artigo deve ter as palavras chave (máximo seis) o critério para escolher as palavras chave é que elas possam garantir a visibilidade do artigo nos motores de pesquisas e bases de data. Estas palavras são usadas pelas bibliotecas e os índices temáticos de revistas para classificar os artigos, desta maneira pode se garantir que quando alguém faz uma pesquisa por tema, ela poderá ter acesso ao artigo. 8. As palavras chave devem se classificar em concordância com os códigos encontrados no sistema de classificação do Journal of Economic Literature, conhecidos como os “Códigos JEL”, os quais podem ser pesquisados no seguinte endereço eletrônico http://www.aeaweb.org/journal/jel _ class _ system.html. 9. O conteúdo que é agregado ao artigo, depois da classificação JEL, não deve ter subtítulos, só os títulos principais incluindo a introdução, as conclusões e a bibliografia. O conteúdo deve ser arrumado num parágrafo de maneira continua, assim como está no seguinte exemplo: 1. Que é uma indústria? 2. Os contextos da industria 3. A era do conhecimento... 10. As legendas do pé de pagina devem ser presenteadas em letra Times New Roman, tamanho 10, espaço simples, justificadas e com uma sangria de maneira tal que o texto fique alinhado do lado direito do número e não embaixo do número. Além disto, quando numa pagina apareçam mas de dois pé de pagina, devem ser separados com um espaço. 11. As legendas de pé de página devem ser usadas para fazer definições, aclarar conceitos ou remitir ao leitor a outros trabalhos ou autores que tratem com uma maior profundidade aqueles temas que por algum motivo não podem ser desenvolvidos no texto, mas o autor considera que podem ser de interesse para 240

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Semestre Económico - Orientações para os autores

o leitor. As legendas de pé de pagina não devem ser usadas para citar trabalhos que sejam usados como material de apoio na elaboração do artigo. 12. A responsabilidade da informação estatística que se encontra nos quadros e gráficos são do autor. Estes quadros e gráficos devem ser numerados e referenciados na sua totalidade no texto; além disto, na parte inferior destes devem estar as fontes de informação; no caso em que seja elaborado pelos autores a fonte deve dizer: elaboração própria. Os títulos dos quadros, gráficos ou esquemas devem estar em letra minúscula e sem ser centrada. 13. As citações que são feitas num texto podem ser diretas ou indiretas, As citações diretas são aquelas nas quais e retomada em forma textual os conceitos ou opiniões do autor, entre quanto as citações indiretas são aquelas nas quais se mencionam as idéias do autor com as palavras de quem fez o trabalho. Para introduzir qualquer destes dois tipos de citações deve se parafrasear ao autor, assim, por exemplo: “al respecto Vélez (2005, p. 18) argumenta. 14. Qualquer um destes dos tipos de citações que sejam feitos no documento, e as documentações de pé de pagina devem usar a seguinte forma: PRIMER SOBRENOME DO AUTOR (ANO, PÁGINA). Por isto se aconselha seguir a seguintes recomendações: • Usar só o primeiro sobrenome do autor • Para indicar a pagina usar p. • Quando num mesmo trabalho apareçam mais de três autores, deve-se usar e outros, por exemplo: Velez e outros (2002p. 18) • O ano e a página, que apareçam entre aspas, devem se separar com vírgula da seguinte maneira: Vélez (2001, p 107) • O número da página deve-se colocar quando as citações sejam direitas, no caso das citações indiretas, não é sempre necessário. 15. Quando as citações diretas têm uma longitude inferior as cinco linhas do texto (é uma citação corta) deve se seguir as seguintes recomendações: • A citação é colocada no mesmo parágrafo • A citação deve estar entre aspas e em letra cursiva, • Letra tamanho 12 16. Quando as citações direitas têm uma longitude superior às cinco linhas, (são citações extensas) deve se seguir as seguintes recomendações: Semestre Económico, volumen 17, No. 35, pp. 239-242 • ISSN 0120-6346, enero-junio de 2014, Medellín, Colombia

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• Devem se colocar num parágrafo aparte • Deve se centrar o parágrafo em ambos dos lados da página, em outras palavras deve-se usar uma margem maior a ambos dos lados da página. • O entrelinhado (espaços entre linhas) deve ser simples • O tamanho de letra deve ser 10 • A citação é feita sem aspas 17. As referencias bibliográficas ao final do texto se apresentam em concordância ao seguinte formato: • Revistas: sobrenome do autor, nomes, (ano) título do artigo, nome da revista, volume e número (use abreviatura), período, paginação do artigo completo. • Livros: Sobrenomes do autor, nomes (ano) título do livro, cidade de edição, editorial, número de paginas do livro • Internet: Sobrenomes do autor, nomes (ano), título do artigo ou documento, (Em linha) nome da instituição ou revista eletrônica, lugar de publicação, editor, data da publicação, número de paginas, email onde possa ser consultado o trajeto de acesso (link) data de acesso ou consulta.

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