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El corazón del Padre en una generación huerfana

Desde Adán y Eva en el Jardín del Edén fuimos separados del amor de Dios y a partir de ese momento el espíritu de orfandad ha permeado toda la tierra, causando un daño indecible a toda la humanidad, convirtiéndonos desde entonces en generaciones que han padecido y aun padecen de “orfandad” y cuando hablamos de orfandad me refiero a ese sentido de abandono, soledad, separación y aislamiento, que hemos sufrido como seres humanos.

A pesar de que el tiempo ha pasado vemos generaciones que ha sido terriblemente lastimadas, por el abandono y el maltrato de sus padres, jóvenes hombres y mujeres que han crecido con lo que yo

Los siguientes 6 rasgos hacen un contraste entre el espíritu de orfandad con el espíritu de aquel que ha sido declarado hijo:

El espíritu de orfandad opera desde la inseguridad y los celos. El espíritu de aquel que ha sido declarado hijo opera desde el amor y la aceptación.

El espíritu de orfandad es celoso del éxito de los demás, mientras que aquel que se sabe hijo se alegra con el éxito de los demás.

El espíritu de orfandad es impulsado por la necesidad de éxito; el Espíritu guía al hijo maduro a su llamado y misión.

El espíritu huérfano tiene una falta de autoestima. El espíritu de aquel que se sabe hijo camina en el amor y en la aceptación del Dios Padre llamo corazones huérfanos.

Por esto muchos caminan por el mundo sintiendo que no tienen dirección alguna en la vida, pues crecieron sin el cariño y el amor de un padre biológico siendo esta la causa de males físicos y emocionales pues a lo largo de sus vidas pasan por largos y amargos periodos intentando hacer conexión con sus parejas, sus hijos y, al mismo tiempo, tienen dificultades para aceptarse y amarse a sí mismos.

El espíritu de orfandad está siempre compitiendo con otros; el espíritu del hijo siempre bendice a otros.

El espíritu de orfandad recibe su identidad primaria a través de sus posesiones materiales, su apariencia física y su activismo, el espíritu del hijo obtiene su identidad en el fundamento de haber sido declarado hijo y por la aceptación del Padre

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Pero cuando nos acercamos a Dios el espíritu de orfandad se va pues su palabra nos dice en el libro de Jeremías 31:3 NVI con amor eterno te he amado. ¿Sabes cuánto dura lo eterno? Es para siempre. No puedes hacer que Dios deje de amarte; Él te amará para siempre. Su amor no está basado en tu pasado, en tu soledad y desamor Está basado en quién es Él. La única razón por la que estás vivo es porque Dios te hizo para amarte como padre.

Él quiere que tú sientas su amor. La única forma de quebrantar a este espíritu de orfandad, es que las personas sean llenas del amor del Padre. 4 6

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