Cuentosde
Tehuma
LECTURAS DE SAN MANUEL PRIMER CICLO
EDUCACCIÓN es un programa implementado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Secretaría de Educación de Honduras, administrado por American Institutes for Research (AIR). La elaboración de este libro para las niñas y niños de Honduras ha sido posible gracias al generoso apoyo del Pueblo de los Estados Unidos de América a través de la USAID. El contenido del mismo es responsabilidad de las autoras y autores y no necesariamente refleja el punto de vista de la USAID o del Gobierno de los Estados Unidos.
Cuentosde
Tehuma
Ilustraci贸n: Elena S谩nchez.
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CREACIÓN ORIGINAL DE LAS NIÑAS Y LOS NIÑOS DE SAN MANUEL, CORTÉS Esta edición de CUENTOS DE TEHUMA, PRIMER CICLO, fue realizada por el PROYECTO EDUCACCIÓN, en coordinación con la Dirección Departamental de Educación de Cortés, y la Dirección Distrital de Educación de San Manuel, Cortés. ISBN: CUENTOS DE TEHUMA D.R. © SECRETARÍA DE EDUCACIÓN, REPÚBLICA DE HONDURAS 2014 © USAID Facilitador Literario: Javier Hernández Autoría: Scarleth Reyes, Ivis Wilfredo Chávez Peña, María Itzel Lozano, Alejandro Pineda, Davis Rolando García, Tiara Monge, Andrea Bardales, Geisy Nahomi Miranda, Dany Torres Oro, Dante Hernández, Ashley Bardales, Anderson Quiroz, Luis Ernesto Contreras, Lourdes Amador, Gabriela Acosta. Ilustración: Niñas y niños de la Escuela República de Guatemala, Tegucigalpa 2014. Cristian Valladares, Jesua Torres, Brayan Cedillos, Andrea Nahomy Orellana, Naidely Dariela Alvarado, Christian Alesandro Ochoa, Teresa Canales, Cristian Josué López, Gerson López, Luis Fernando Osorio, Alejandra Mariela Rodríguez, Mercy Daniela Márquez, Martha Martínez, Katherine Lagos, Melody Abigail Guardiola, Gissela Marbella Andino, Anthony Mendoza, Yadira Colindres, Bessy Padilla. Primera edición, 2014 Diseño de concepto: Proyecto EducAcción Edición: Jorge Martínez Mejía Hecho en Honduras Se permite la reproducción total o parcial de esta producción solo para fines educativos, por medios electrónicos o mecánicos, fotostáticos, por registro u otros métodos, siempre y cuando se respete la integridad de la misma, así como los créditos aquí registrados, mediante solicitud expresa y escrita ante los editores. Se prohíbe su reproducción con fines lucrativos.
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A MANERA DE PRESENTACIÓN CUENTOS DE TEHUMA En el proceso de la creación de textos inéditos, el proyecto EDUCACCIÓN ha tenido la fortuna de encontrar, en cada municipio, el talento adecuado. Es el caso del municipio de San Manuel, Cortés, donde el escritor hondureño Javier Hernández facilitó el desarrollo de un taller de lectura creativa y creación literaria con la participación de un selecto grupo de niños y niñas de distintos centros escolares. El resultado es una magnífica colección de cuentos y poemas que hemos editado bajo el título Cuentos de Tehuma, que hace referencia al antiguo nombre de San Manuel, Cortés, Tehuma Talpetate, que, según el historiador Perfecto H. Bobadilla, en lengua lenca significa: Agua de los magueyes divinos. Por conservar invaluables tesoros históricos comunes a los pueblos del Valle de Sula, como Santiago y Palenque, Tehuma representa el sitio de encuentro de los más antiguos y originales pobladores que habitaban en las márgenes del río Ulúa. Sin embargo, los textos que forman parte de la colección Cuentos de Tehuma no hacen referencia a ese pasado histórico común, los niños y niñas autores de los textos han dejado en libertad su imaginación creativa y desde su experiencia han inventado historias y personajes fantásticos que pueden viajar por sí mismos a cualquier ciudad o pueblo del país, llevando la frescura del asombroso talento infantil con el que afortunadamente contamos. Estamos seguros que la calidad literaria de esta colección despertará el interés por la lectura en nuestra niñez, por lo que recomendamos su utilización en cada centro escolar de los municipios a donde llegue. Conscientes de la calidad de los textos creados, textos que gozan de una inmensa riqueza lúdica, fino sentido del humor, variedad de recursos y sugestivos títulos; nos complace poner en las manos de nuestros niños y niñas los Cuentos de Tehuma.
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A LOS DOCENTES Y ESTUDIANTES Uno de los conocimientos más valiosos con que contamos, es que para aprender hay que leer. Los libros son las puertas al conocimiento y no podemos abrirlas si no sabemos leer. Los libros nos llevan a mundos de imaginación mientras satisfacen nuestra curiosidad natural, nuestro deseo de aprender. Lo primero es aprender a leer, porque solo la lectura permanente nos convierte en buenas y buenos lectores, por eso hay que leer todos los días. Esta colección de textos escritos por los niños y niñas del municipio de San Manuel, está llena de fantasía e imaginación, por eso creemos que despertará un gusto especial por la lectura, y logrará divertir a estudiantes y a los maestros y maestras. Fueron hechos para ser compartidos en la escuela, la familia y en los espacios públicos de la comunidad. Debemos hacer de la lectura una empresa colectiva hasta que juntos, niños y niñas, logren una lectura fluida y comprensiva, con la dicción adecuada, de esa manera lograremos mejores rendimientos académicos. Docentes de español han recomendado que las y los estudiantes propongan actividades para fomentar la lectura con este libro, que se realicen actividades no solo en el aula, sino en el patio de la escuela y en la casa. Por ello es recomendable crear un programa de lectura que funcione periódicamente, de manera semanal y mensual. Que se organicen las niñas y niños lectores y se realicen lecturas propuestas por ellos y ellas, que compartan sus experiencias de lectura en la casa y en la escuela y que siempre se comente lo que se haya leído.
¡DISFRUTEN UNA CREACIÓN MARAVILLOSA!
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RECOMENDACIONES PARA LEER EN FAMILIA La lectura en familia es la más recomendable porque en la convivencia podemos compartir dudas, sugerir ideas y solucionar dificultades. Algunas recomendaciones para la lectura en la familia son las siguientes: • Definir una hora en el día y un espacio en la casa para leer. • El lugar debe ser cómodo y estar iluminado. • Seleccionar juntos o juntas el texto que se va a leer. • A las niñas y niños pequeños hay que señalarles con el dedo las palabras mientras se leen, esto les servirá para relacionar lo escrito con lo que oyen. • Siempre hay que explorar el título, haciendo que la niña o niño lector participe intentando anticiparse al contenido del texto. • También hay que explorar lo que observan en las imágenes haciendo preguntas sobre qué ven y a qué se refiere. • Interrogarlos(as) cada vez que sea necesario para saber lo que imaginan sucederá a continuación. • Solicitarles que cambien el final de un cuento o relato si lo desean. • Al final de la lectura, preguntar sobre qué se leyó, a qué se refirió el texto, qué opina de él, si les gustó, entre otras.
¡LEER EN FAMILIA ES UNA GRAN IDEA!
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ÍNDICE El perro y el gato............................................................ 9 El topototopo................................................................ 11 El gallo y la gallina........................................................ 13 El viaje de la tía consentidora..................................... 15 La ilusión de un niño pobre.......................................... 17 El sapo y la hoja dorada.............................................. 18 El centro......................................................................... 20 El oso en la isla perdida................................................ 22 Yo quiero ser.................................................................. 25 El viejito del parque...................................................... 26 Los delfines..................................................................... 28 Los tres hermanos.......................................................... 30 La vaca y el lechero..................................................... 32 Niño en peligro.............................................................. 34 El corazón es un instrumento....................................... 35 A un amigo.................................................................... 37 Tehuma.......................................................................... 39 La rosa............................................................................ 41 Un pájaro con otro pájaro......................................... 42
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Cuentosde
Tehuma Lecturas de San Manuel
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Ilustraci贸n: Elena S谩nchez.
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Ilustración: El perro y el gato - Cristian Valladares, Jesua Torres, Brayan Cedillos.
EL PERRO Y EL GATO Había una vez un perro y un gato que siempre peleaban. Una tarde fueron al bosque y se perdieron. El perro cayó en una trampa, el gato aunque no lo quería lo salvó. Después regresaron a la casa. Desde ese día se hicieron grandes amigos. Se cuidan entre ellos. Se llevan muy bien. Scarleth Reyes. Escuela Nuestra Señora de Suyapa.
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10 Ilustraci贸n: El Topototopo - Andrea Nahomy Orellana.
EL TOPOTOTOPO Había una vez un topototopo que vivía en una madriguera. A topototopo le molestaba un ruido que producía temblores, eran unos hombres que estaban escarbando y cortando árboles cerca de su madriguera. Topototopo decidió irse a otro lugar, cerca de una escuela donde oía los niños cantar. Ivis Wilfredo Chávez Peña. Escuela BETHEL.
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12 Ilustraci贸n: El gallo y la gallina - Naidely Dariela Alvarado.
EL GALLO Y LA GALLINA Antes de acostarse el gallo Filiberto anduvo escarbando, buscando gusanitos para la gallina Dorotea, su gallina consentida. Las otras gallinas escarbaban muy cerca de ellos. En la tardecita, Filiberto y sus gallinas se subieron a dormir al árbol de guayabas. A la medianoche, un hombre vestido de negro se subió al árbol y se robó dos gallinas. Cuando amaneció, don Manuel el dueño de las gallinas estaba preocupado. Pero más preocupado estaba el gallo Filiberto, pues de las dos gallinas robadas, una era Dorotea. Ese día el gallo Filiberto se entristeció, estuvo a punto morir. Se salvó, porque el ladrón por lástima devolvió las gallinas.
María Itzel Lozano. Escuela Nuestra Señora de Suyapa.
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Ilustraci贸n: El viaje de la t铆a consentidora - Christian Alesandro Ochoa.
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EL VIAJE DE LA TÍA CONSENTIDORA Tengo una tía que le gusta consentir a todos sus sobrinos. Una vez hizo un viaje a la ciudad sureña de Choluteca, cuando regresó traía una caja llena de pequeños detalles. ¡Nos volvimos locos! A Gabriela le trajo un celular de conchitas de mar, que suena cuando sopla el viento. Roberto le había pedido una gorra de su equipo de fútbol preferido, pero a la tía le fue imposible conseguirla. Entonces le trajo una camisa con el rostro de un Tigre en la espalda, a Roberto le encantó. A Mauricio y a mí, nos trajo un ajedrez muy bonito de madera. Todavía no conocemos las reglas, pero las vamos a aprender, después, no habrá nadie que nos pueda ganar aquí en Tehuma.
Alejandro Pineda. Sexto grado. Escuela Nuestra Señora de Suyapa.
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16 Ilustraci贸n: La ilusi贸n del ni帽o pobre - Teresa Canales.
LA ILUSIÓN DE UN NIÑO POBRE Un día por la mañana los pájaros cantaban y el agua fluía por la corriente del arroyo. Cerca había una casa que apenas estaba en pie, en ella vivía un niño pobre el cual tenía una ilusión. —¡Mi ilusión es ser rico y vivir bien! —decía todas las mañanas. Los padres del niño eran muy pobres, y aunque trabajan, a veces no tenían ni para los frijoles. Un día los padres de Juanito ganaron un premio, razón la que se alegraron y festejaron. Cuando Juanito llegó a la escuela muy cambiado y aseado, los niños no querían jugar con él, por esa razón, regresó a su casa muy triste. —Tengo dinero y vivo bien. ¿Qué me hace falta para ser feliz? —preguntó. El niño vio que los vecinos querían mucho a sus hijos. Al darse cuenta los padres que Juanito prefería más su amor que al dinero, ellos, inmediatamente donaron todo el dinero en caridad. Davis Rolando García. Segundo curso, Instituto INTEH.
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Ilustración: El sapo y la hoja dorada - Cristian Josué López.
EL SAPO Y LA HOJA DORADA Había una vez un sapito llamado Toby. Era nuevo en la vecindad, nadie le hablaba. Él buscaba una hoja cómoda, bonita, suave y dorada. Todos se burlaban de él.
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—Estás loco y bien loco, nunca hallarás una hoja tan perfecta como esa —le decían. Una vez Toby, decidió ir al bosque a buscar su hoja perfecta. El bosque era oscuro con ruidos feos. Él siguió caminando, no le dio importancia a nada, iba a lo que iba. En el camino se encontró con un ratón. —¿Sabes dónde puedo encontrar una hoja dorada, cómoda, bonita y suave? —le preguntó Toby. —Tú estás loco —dijo el ratón. En el mundo no existen esas hojas. —¡Claro que existen! —dijo el Toby—, y siguió su camino. Más adelante encontró unos garrobos. —¿Saben dónde puedo encontrar una hoja dorada cómoda, suave y bonita? —preguntó Toby. —¡Jajá, ja! ¡Jajá, ja! —se burlaron los garrobos. Él no les dio mucha importancia. Toby había caminado bastante. Vio que algo brillaba, se acercó y se dio cuenta que era una hoja dorada, cómoda, suave y bonita. Toby saltó de alegría porque había hallado la hoja de sus sueños. Se dio cuenta de que quién busca sin desmayar, siempre podrá hallarlo todo. Tiara Monge.
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Ilustración: El centro - Gerson López.
EL CENTRO Ese día Rosa estaba sentada en el parque con sus amigas. Uno de los niños que correteaba con otro grupo, se cayó, por lo que sus compañeritos comenzaron a reírse. Las amigas de Rosa les dijeron: —Por favor no se burlen, cualquiera puede caerse, no tiene nada de gracia.
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Al día siguiente Rosa se levantó temprano, cepilló sus dientes, hizo algunos mandados, se bañó, se cambió y se fue hacía la escuela. Recibió sus clases regresó a casa y comenzó a hacer sus tareas. Luego pidió permiso a sus padres para ir a jugar al parque. —Puedes ir —dijeron sus padres— pero regresa temprano. Te queremos aquí antes de las cinco. Rosa se fue feliz porque se encontraría con sus amigas: Danna, Nahomi, Itzel y María. Comenzaron jugando a saltar la cuerda y después otros juegos. —¿Qué hora es? —preguntó Rosa a sus amigas, algo preocupada. —Faltan quince para las cinco —contestó Danna. —Me tengo que ir —dijo—. Mis padres me dijeron que regresara temprano. Sin más explicaciones se despidió de sus amigas. —Mañana nos vemos para seguir jugando. Andrea Bardales. Quinto grado. Escuela Nuestra Señora de Suyapa.
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Ilustración: El oso y la isla perdida - Luis Fernando Osorio.
EL OSO EN LA ISLA PERDIDA Este era un oso llamado Heber que vivía en un zoológico. Renegaba por estar ahí. Soñaba con ser libre, imaginaba que salía del zoológico y llegaba a una isla. Pasaron dos años y Heber seguía soñando.
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Un día, un señor compró el tiburón del zoológico, con la idea de liberarlo. Ese día pasaría a recogerlo. —Los tiburones son del mar —pensó Heber. —¡Y las islas están en el mar! —gritó muy contento. Inmediatamente se disfrazó de tiburón. Cuando estaban en alta mar, se dejó caer entre las olas y nadó hasta alcanzar tierra firme. Estaba muy feliz. Por las noches dormía bajo una palmera. Una mañana se levantó rápidamente, un cangrejo rojo le mordió la nariz, pero el cangrejo al instante se disculpó. —Siento haberte mordido —dijo el cangrejo muy asustado. —Me dolió —dijo el oso. Yo también siento mucho haberte asustado. —¿Quieres ser mi amigo? —preguntó el oso. —Sí —contestó el cangrejo. Después se volvieron grandes amigos. El oso le contaba al cangrejo lo triste que es estar encerrado, y lo feliz que era en la isla. Nunca más volvió a estar encerrado.
Dany Torres Oro. Comunidad El Edén.
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24 Ilustraci贸n: Yo quiero ser - Alejandra Mariela Rodr铆guez.
YO QUIERO SER En un pueblo llamado Tehuma, vivía un niño que soñaba con ser futbolista profesional. Aunque era pobre el niño no se rendía. Con un poco de suerte y dedicación lo llamaron a practicar en las reservas del Olimpia. En esos días el papá se enfermó, pero aun así, lo llevaba todos los días a practicar en su pequeña motocicleta hasta San Pedro Sula. De las reservas lo llamaron a jugar a la Liga Nacional y después a la selección de Honduras; jugó tan bien, que luego fue a jugar a México, Estados Unidos, después pasó a jugar a Inglaterra. Por último, llegó a jugar en el equipo de sus amores, “El Barza”, él siguió hasta alcanzar la meta. Salió adelante con su familia.
Dante Hernández. Primer ciclo. Instituto Tehuma.
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Ilustración: Un viejito en el parque - Mercy Daniela Márquez.
EL VIEJITO DEL PARQUE De todas las historias contadas o por contar, la que más me sorprende es la de Gonzalo Martínez. Chalo siempre está en el viejo parque bajo el árbol de hule o el árbol de tamarindo, con su escoba, o con su palo que usa a manera de bordón; sin importar si es un día soleado, nublado o lluvioso. Chalo anda a veces una camisa roja, pantalón viejo color verde, zapatos grandes, pelo canoso alborotado y barbón. Con el paso de los años su caminar se ha vuelto lento, a veces se le escucha renegar, al parecer siempre está peleando solo:
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—Vaya, pégale a chalo. ¡Jum! Chalo es Chalo —dice con voz amenazante. Cuentan, que en su juventud se ganó una beca que lo hizo viajar por todo Centro América. Dicen que en su tiempo, estudió un bachillerato en ciencias y letras. Ahora algunos jóvenes se burlan de él gritándole. —¡Chicharraaa… chicharraaa! La gente cree que a él le molesta ese apodo, más no saben que le agrada porque le hace recordar aquellos tiempos que jugaba futbol en el Españita o el Maratoncito, al lado de los hermanos Cofra y Nayo Caballero. —Cuando llegué a Tehuma, murió mi madre, —dice Chalo— me sentí mal, perdí el estudio, el amor de mi vida y a mi madre. —Hace cincuenta y dos años estoy viviendo esto. Agarré un mal camino. Desde muy joven, ando solo en el camino de la vida. En ese momento Chalo comienza a tararear una canción. Con lágrimas en los ojos aprieta la mano derecha contra su pecho, mientras la mano izquierda se eleva sobre su hombro, como si estuviera de verdad bailando con una mujer. Entre paso doble y medias vueltas se pierde en la oscuridad del parque. Esta historia es la que más me sorprende, no porque está llena de sufrimiento y dolor, sino, más bien, porque a pesar de todo, Chalo continúa cantando y bailando solo, en el parque y por las calles de Tehuma. Ashley Bardales. Primero de ciclo. Instituto Emanuel.
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LOS DELFINES Había una vez, una hermosa delfina rosada llamada Kiara. Vivía en el vasto océano, junto a maravillosos peces. Kiara, jamás había visto otro delfín como ella, había visto delfines rojos, amarillos, grises, café, verde y morados, pero nunca había visto delfines rosados. Una mañana encontró un grupo de peces rosados. —Delfines pequeños —Pensó Kiara. Se quedó un tiempo con ellos, y los peces no crecían. Llegó el tiempo en que los peces tenían que irse porque el lugar donde estaban ya no había comida. La delfina rosada se fue con ellos. Llegaron a un lugar feo, donde el océano ya no era azul, sino verde oscuro, la arena no era café claro, sino negra. Kiara no sabía si quedarse o alejarse de ese lugar, solo sabía que no quería estar sola. De repente vio un delfín rosado, o creyó que era otro delfín rosado, pero lastimosamente solo era su reflejo. Luego pensó que era realmente fea, que nadie la quería por su color. Pensó que si se disfrazaba nadie la molestaría. Al instante se puso una camisa rayada, un gorro de pirata y se fue del lugar dejando a los pequeños peces rosados. En su viaje se encontró con otro delfín rosado, pero no le dio importancia pues creyó que era nuevamente su reflejo. Siguió nadando, con la sorpresa que ahora el reflejo la seguía y hasta le habló:
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—Espérame —gritó—. Soy real, no soy tu reflejo. Kiara la delfina rosada se llenó de alegría al enterarse que existía alguien como ella y además quería ser su amigo. —¿Cómo te llamas? —Preguntó sorprendida. —Mi nombre es Fabián, gusto en conocerte. —El mío es Kiara —dijo aturdida. —¿Por qué tan sola? —Preguntó Fabián. —No tengo familia —respondió Kiara. —Si quieres te llevo donde yo vivo —propuso Fabián. —Me encantaría —dijo Kiara. Partieron enseguida. Al llegar, vio que todos eran hermosos delfines rosados. Sintió que tenía una familia. Tiempo después, Fabián y Kiara se alejaron mucho de los demás y encontraron a los pequeños peces rosados muertos. —No debemos nadar aquí —dijo Fabián. —¿Por qué? —Preguntó Kiara. —Está muy contaminado —respondió Fabián. Muy tristes, dieron la vuelta y regresaron con los demás delfines rosados. Anderson Quiroz. Primero de ciclo. Instituto Emanuel.
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LOS TRES HERMANOS En la época de caballeros y dragones había tres hermanos que gustaban de juegos y aventuras. El mayor se llamaba Santiago, tenía dieciocho años. El mediano tenía dieciséis y se llamaba Pedro, el menor se llamaba Juan y tenía catorce años. Un día se presentó una buena aventura. Esta consistía en llegar hasta un castillo, encontrar un dragón y pelear con él hasta encerrarlo. La recompensa era un montón de oro que serviría para ayudar a su familia. —Corramos —dijo el mayor. Los otros lo siguieron, hasta llegar a un río de lava con un puente de hamaca. Nunca desmayaron, sabían que sus padres necesitaban ayuda. Por fin llegaron al castillo, abrieron la puerta y comenzaron a gritar para llamar la atención del dragón. De repente se encontraron con un caballero guardián, al instante se puso en guardia, en posición de pelea. El mayor era mejor luchador así que se enfrentó al caballero, y lo capturó.
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Siguieron buscando en el castillo hasta encontrar una inmensa puerta de hierro, tenían que abrirla para enfrentar al temible dragón. Comenzó la lucha, uno de los hermanos traía un frasco de sedante. Rápidamente untó su lanza y se la clavó al dragón en la pierna derecha, así, lograron encerrar al dragón. Al finalizar la aventura cobraron su recompensa. —La salvación —dijeron los tres hermanos. El primero quería quedarse con todo el oro, pero sus hermanos lo persuadieron, y dividieron la recompensa en tres partes. El mayor tomó su parte y se marchó, los hermanos menores unieron sus partes y se la llevaron a su familia. Dos meses después el hermano mayor volvió a la casa sin dinero, pero a salvo. Luis Ernesto Contreras. Segundo curso. Instituto Tehuma.
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Ilustración: La vaca y el lechero - Martha Martínez, Katherine Lagos.
LA VACA Y EL LECHERO Pedro era alto, blanco y usaba sombrero. Por su trabajo siempre lucía sucio. Una mañana de primavera vio con mucho asombro que una vaca estaba enredada en el alambre de púas y mugía muy fuerte. Rápidamente les pidió ayuda a unos hombres que pasaban por ahí. —¡Ayúdenme! Ayúdenme! —Gritó Pedro.
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Los hombres inmediatamente le ayudaron a sacar la vaca. —Gracias —dijo Pedro, muy agradecido. Pedro muy contento se llevó la vaca para el corral donde él trabajaba, solicitó permiso al dueño del corral para tener unos días la vaca. Un día Pedro tuvo que renunciar al trabajo, llevando con él, la vaca. Pedro rentaba una casa en las afueras del pueblo. Ahí cuidaba su vaca y se sostenía con la venta de la leche. Una mañana luego de ordeñar se fue a vender la leche, pero al regresar se dio cuenta que la vaca no estaba. Una semana después la encontró pastando en los potreros de otro señor, que alegaba ser el dueño de la vaca. Pedro reconoció que él no era dueño. Por eso, en recompensa, el verdadero dueño le regaló una ternera. Desde ese día, Pedro vivió feliz con su ternera.
Lourdes Amador. Instituto Tehuma.
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Ilustración: Un niño en peligro - Martha Martínez, Katherine Lagos.
NIÑO EN PELIGRO Hay un niño en peligro. ¿Qué le pasará? Quizás es un huérfano, no tiene papá. Camina solo por las calles, pidiendo limosna por ciudades y valles. ¡Pobre está en peligro! ¿Quién lo ayudará? Tal vez sea yo, o quizás alguien más. Gabriela Acosta. Esc. Nuestra Señora de Suyapa.
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Ilustración: El corazón y un instrumento - Melody Abigail Guardiola.
EL CORAZÓN ES UN INSTRUMENTO El corazón es un bello instrumento con el que puedo cantar una dulce melodía. Cantar que te entrego a ti para vivir la vida en paz. La paz es muy hermosa Geisy Nahomi Miranda. Escuela Nuestra Señora de Suyapa.
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36 Ilustraci贸n: A un amigo - Gissela Marbella Andino.
A UN AMIGO ¿Por qué vuelves si te he tratado tan mal? Ni agua que te pongo, ni comida que te doy. ¿Por qué vuelves? Yo que te he intentado abandonar. Pero tú siempre vuelves, ligero, como un pedazo de metal hacia un imán, recuerda que hasta te quise regalar, si le hubiera hecho todo esto a mi gran amigo Juan, seguro ya ni me hablara, y haría cualquier cosa para poderse vengar. Pero tú siempre vuelves manso y alegre, presto a perdonar. No merezco ser tu amigo. Prometo que en adelante por nada del mundo te volveré a pegar. Me alegra saber, que tu cola me perdona.
Anderson Quiroz. Primer curso. Instituto Emanuel.
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Ilustraci贸n: Tehuma - Martha Mart铆nez, Katherine Lagos.
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TEHUMA Tú que abrazaste a los necesitados. Gran cantidad de oro verde nos diste. ¡Tierra hermosa! ¡Tierra querida! Le diste a los pobres algo en que trabajar. De esta tierra han salido hombres fuertes y mujeres bonitas. Así es Tehuma, unida. Nos caemos y nos volvemos a levantar. Así es Tehuma, mi tierra bendita.
Luis Ernesto Contreras. Instituto Tehuma.
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40 Ilustraci贸n: La rosa - Anthony Mendoza, Yadira Colindres.
LA ROSA En una montaña hay una rosa que si la miras te enamoras. Su pétalo suave, su tallo de púas. Los ojos del sol, la reflejan en mi cara. Sus púas lastiman mi corazón, pero su amor no lo cambio. El amor existe.
Davis Rolando García. Segundo curso. Instituto INTEH.
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Ilustración: Otro pájaro - Bessy Padilla.
UN PÁJARO CON OTRO PÁJARO Un pájaro se encontró con otro pájaro y se pusieron a pelear. Al día siguiente se hicieron amigos y se pusieron a jugar. Ahora cantan alegremente para mí y para usted, por todo San Manuel. Ivis Wilfredo Chávez. Esc. Nuestra Señora de Suyapa.
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CUENTOS DE TEHUMA se terminテウ de imprimir en PUBLIGRテ:ICAS, en el mes de diciembre de 2014, en Tegucigalpa, Honduras. Su tiraje consta de 3,250 ejemplares.
SI CREO Y LEO, ME RECREO Que los niños y niñas creen sus propios libros, que lean, jueguen y se diviertan construyendo un mundo a la altura de su imaginación. Que quien mire las imágenes y sus palabras en cada uno de estos cuentos, relatos y poemas de la colección SI CREO Y LEO, ME RECREO, tenga una invitación, una puerta abierta al increíble y fantástico universo de la imaginación infantil hondureña. El propósito de la colección SI CREO Y LEO, ME RECREO, es contribuir a fortalecer habilidades de lectura, que haya más libros en las escuelas de Honduras, más niños y niñas leyendo. Que la niña y el niño, en ese momento clave de la lectura, interrogue, reconozca su entorno, lo piense, lo invente y lo exprese; en fin, que se transforme en un buen lector, un estudiante sin limitaciones para entrar y salir de todos los mundos que ofrecen la escuela y la vida.