La reina de la lluvia by EducAcción

La reina

lluvia

EL JARDÍN de la DE JOSUÉ

Lecturas de Olancho PRIMER CICLO

La reina

de la

lluvia

Ilustraci贸n: Elena S谩nchez.

CREACIÓN ORIGINAL DE LOS NIÑOS Y NIÑAS DE SAN ESTEBAN, GUALACO Y SAN FRANCISCO DE LA PAZ Esta edición de EL JARDÍN DE JOSUÉ, LECTURAS DE OLANCHO, PRIMER CICLO, fue realizada por el PROYECTO EDUCACCIÓN, en coordinación con la Dirección Departamental de Educación de Olancho y la Dirección Distrital de Educación de cada municipio. ISBN: EL JARDÍN DE JOSUÉ, LECTURAS DE OLANCHO © USAID D.R. © SECRETARÍA DE EDUCACION, REPUBLICA DE HONDURAS 2014 AUTORES Y AUTORAS: Niños y niñas de los municipios de San Esteban, Gualaco y San Francisco de La Paz. ILUSTRADORES(AS): Niños y niñas del Centro de Educación Básica Timoteo Muñoz, de la comunidad de La Empalizada, en Juticalpa. MEDIADORES Y MEDIADORAS David García Morán, María Auxiliadora Osorto, Ruth Peralta Betancourt, Glena Xiomara Portillo, Diana Lily Osorio, Sandra Galo Ordóñez, Óscar Sierra, Sandra Galo, Ciriaco Lezama, Edna Lavinia Banegas, José Santos Gómez Primera edición, 2014 Diseño de concepto: Proyecto EducAcción Edición: Rebeca Becerra Hecho en Honduras Se permite la reproducción total o parcial de esta producción sólo para fines educativos, por medios electrónicos o mecánicos, fotostáticos, por registro u otros métodos, siempre y cuando se respete la integridad de la misma, así como los créditos aquí registrados, mediante solicitud expresa y escrita ante los editores. Se prohíbe su reproducción con fines lucrativos.

A MANERA DE PRESENTACIÓN La reina de la lluvia En el proyecto EDUCACCIÓN, al realizar la labor de facilitar la creación de textos inéditos, tuvimos la fortuna de encontrar una enorme veta de creadores y creadoras en los municipios San Esteban, Gualaco y San Francisco de la Paz, en el departamento de Olancho. Sin embargo el proceso creativo necesitó la intervención oportuna de las y los docentes de distintos municipios. El producto original de cientos de niños y niñas fue finalmente mediado literaria y pedagógicamente hasta convertirlo en admirables piezas de lectura. Cada una representa la admiración por las manifestaciones culturales de Olancho, sus paisajes, sus vivencias, sus tradiciones, su historia y sus leyendas; una preciosa colección que indudablemente contribuirá a fortalecer las habilidades de lectura de la niñez en el primer ciclo escolar. Los textos fueron ilustrados por niños y niñas del Centro de Educación Básica Timoteo Muñoz, de la comunidad de La Empalizada, en Juticalpa; una complementación armoniosa que por sí misma habla del talento, la creatividad y el buen gusto de nuestros niños y niñas. Para el proyecto EDUCACCIÓN ha sido grato constatar la capacidad creativa de nuestra niñez, lo mismo que la capacidad profesional de nuestras y nuestros docentes, cuyo talento constituye un recurso propio de nuestras comunidades, indispensable para hacer avanzar la educación en el país. Conscientes de la calidad de los textos creados en este proceso participativo, de la riqueza de experiencias y de la bella muestra de la cultura en el departamento más grande del país; nos complace presentar La reina de la lluvia. Recomendamos la lectura de este libro que estamos seguros despertará en nuestra niñez el interés por la lectura.

A LOS MAESTROS, MAESTRAS Y ESTUDIANTES Uno de los conocimientos más valiosos con que contamos, es que para aprender hay que leer. Los libros son las puertas al conocimiento y no podemos abrirlas si no sabemos leer. Los libros nos llevan a mundos de imaginación mientras satisfacen nuestra curiosidad natural, nuestro deseo de aprender. Lo primero es aprender a leer, y solo se puede lograr leyendo. Solo la lectura permanente nos convierte en buenas y buenos lectores, por eso hay que leer todos los días. Esta colección de textos escritos por los niños y niñas de San Esteban, Gualaco y San Francisco de la Paz, y mediados pedagógicamente por un importante equipo de docentes de distintos municipios del mismo departamento, está llena de fantasía e imaginación, por eso creemos que despertará un gusto especial por la lectura, y logrará divertir a las y los estudiantes y a los maestros y maestras. Fueron hechos para ser compartidos en la escuela, la familia y en los espacios públicos de la comunidad. Debemos hacer de la lectura una empresa de todas y todos hasta que niñas y niños logren una lectura fluida y comprensiva, con la dicción adecuada, de esa manera lograremos mejores rendimientos académicos. Docentes de español han recomendado que las y los estudiantes propongan actividades para fomentar la lectura con este libro, que se realicen actividades no solo en el aula, sino en el patio de la escuela y en la casa. Por ello es recomendable crear un programa de lectura que funcione periódicamente, de manera semanal y mensual. Que se organicen las niñas y niños lectores y se realicen lecturas propuestas por ellos y ellas, que compartan sus experiencias de lectura en la casa y en la escuela y que siempre se comente lo que se haya leído. ¡DISFRUTEN UNA CREACIÓN MARAVILLOSA!

RECOMENDACIONES PARA LEER EN FAMILIA La lectura en familia es la más recomendable porque en la convivencia podemos compartir dudas, sugerir ideas y solucionar dificultades. Algunas recomendaciones para la lectura en la familia son las siguientes: • Definir una hora en el día y un espacio en la casa para leer. • El lugar debe ser cómodo y estar iluminado. • Seleccionar juntos o juntas el texto que se va a leer. • A las niñas y niños pequeños hay que señalarles con el dedo las palabras mientras se leen, esto les servirá para relacionar lo escrito con lo que oyen. • Siempre hay que explorar el título, haciendo que la niña o el niño lector participe intentando anticiparse al contenido del texto. • También hay que explorar lo que observan en las imágenes haciendo preguntas sobre qué ven y a qué se refiere. • Interrogarlos(as) cada vez que sea necesario para saber lo que imaginan sucederá a continuación. • Solicitarles que cambien el final de un cuento o relato si lo desean. • Al final de la lectura, preguntar sobre qué se leyó, a qué se refirió el texto, qué opina de él, si les gustó, entre otros. ¡LEER EN FAMILIA ES UNA GRAN IDEA!

ÍNDICE La diseñadora escondida........................................... 11 El perro callejero........................................................... 13 Mejores amigas............................................................ 15 La niña y la guacamaya............................................. 17 El jardín de Josué.......................................................... 19 La Hacienda Vieja........................................................ 22 La leyenda del barco embrujado............................. 24 El ratón y la hormiga.................................................... 25 El sapo feo..................................................................... 26 La reina de la lluvia...................................................... 29 La niña perdida............................................................ 31 Los animales.................................................................. 33 El Gigante Amistoso..................................................... 34 El delfín........................................................................... 35 Aprendiendo a reciclar en familia............................. 36 El astronauta................................................................. 38 Pedro el reciclador....................................................... 39 La leyenda de Macizo................................................. 42 El Bosque Negro............................................................ 44 La ranita......................................................................... 46 Alejandrina.................................................................... 48 La felicidad................................................................... 49 La paz............................................................................ 51 Honduras por la paz..................................................... 52 Qué es la paz................................................................ 53

La reina

de la

lluvia

Lecturas de San Esteban, Olancho y San Francisco de La Paz

Ilustraci贸n: Elena S谩nchez

LA DISEÑADORA ESCONDIDA En un pintoresco lugarcito donde las mariposas gustaban ir a extender sus alas para mostrar sus bellos colores al sol, vivía una linda jovencita con sus padres y su cerdito Cosme; la casita estaba ubicada en lo alto de una colina desde donde se podía ver la ciudad. Todos los días Sofía, que así se llamaba la joven, soñaba con ir a trabajar a la ciudad. Solicitó permiso a sus padres, y una mañana se citó con su amiga la libélula para que la llevara volando. Cuando llegó a la ciudad buscó trabajo de puerta en puerta hasta que encontró de aseadora en la mansión encantada de doña Amalia. En su primer día de trabajo Amalia le dijo que solo ellas dos podían entrar en la habitación más grande de la mansión.La primera vez que Sofía entró en la habitación se sorprendió cuando un sillón la saludó muy alegre, la mesa le pidió que la bajara de la pared, las ventanas se reían detrás de las cortinas y un lindo armario de caoba abría sus puertas para abrazarla. Al principio Sofía se asustó, pero luego se dio cuenta que era un lugar mágico y abrazó al armario. Vio dentro de él muchas telas de lindos colores que le recordaban las mariposas de su aldea; también había varios rollos de papel, tomó uno y se lo puso en el ojo como si fuera un telescopio y pudo ver a través de éste dibujos de hermosos vestidos. Sofía se emocionó mucho, se acordó de su sueño de ser algún día diseñadora, de inmediato comenzó a

trazar líneas y cortes en las telas y con una máquina de coser que se movía con el pensamiento costuró los hermosos vestidos jamás vistos en esos lugares. Pasada la emoción se acordó que había tocado lo que no era suyo y escondió los vestidos. Salió a comprar telas para reponerlas. En su ausencia llegó doña Amalia, subió a la habitación, buscó un joyero en su armario, al moverlo cayeron los vestidos más preciosos que ni en sus sueños había visto. El llavín de la puerta le dijo que Sofía los había hecho. Doña Amalia y las cosas mágicas organizaron un desfile para mostrar los vestidos de Sofía. De modelo participaron el trapeador, la escoba, una pala, el escobón y el basurero. Asistieron doña Amalia y todas sus amistades de la ciudad. Al regresar Sofía ya todos habían desfilado, doña Amalia anunció a la diseñadora llamando a Sofía; todas y todos los asistentes le aplaudieron de pie a la nueva diseñadora y desde ese día se volvió muy famosa.

Martha Celeste Antúnez Herrera.

El perro callejero. Ilustración: Yulissa Ruiz.

EL PERRO CALLEJERO En el barrio La Cruz de Catacamas, cerca, muy cerca de la casa de doña Juana, la que hace y vende deliciosos jugos naturales, me encontré un lindo cachorrito color blanco con orejas largas de color café, su cuerpo parecía estar cubierto con algodón, limpio y muy suave; al verlo, lo primero que hice fue acariciarle su linda y pequeña cabecita, al rato de acariciarlo, chinearlo y hablar con él me di cuenta que estaba solito, entonces fui y toqué la puerta de doña Juana:

—¡Toc-toc-toc! —Hola niña qué jugos querés hoy —dijo doña Juana cuando abrió la puerta. —No doña Juana, solo paso para preguntar si es suyo este perrito, lo acabo de encontrar aquí cerca de su casa. —¡Ay qué lindo! No tita, no es mío, a saber de qué casa se ha venido. Dejé a doña Juana y pregunté casa por casa en toda la cuadra y nadie sabía nada sobre el perrito. Solo el hijo de don Chunga dijo que era de él, pero claro, para venderlo y comprar vino de coyol donde la Martita, por supuesto que no se lo di y me lo llevé a mi casa. —Pero cómo voy a hacer si mi mamá y mi hermanita son alérgicas a los perros y los gatos. Ni perros de peluche puedo tener. Pasé por donde mi amiga Luz que vive cerca de mi casa, exactamente en la barbería de don Chevito, su papá y le enseñé lo que me encontré, pegó un grito de emoción y el perrito se puso feliz con todas las caricias que le dio mi amiga. Luz me preguntó de dónde lo había sacado y le conté la historia. Luego le pusimos nombre y lo llamamos Cosito. Le dije a Luz que no podía llevarlo a casa y que fuéramos donde su abuela Julia. La abuelita Julia aceptó cuidar a Cosito y desde ese día vive en su casa, ya han pasado siete años y siempre lo visito cuando puedo. Dreshler Salazar murillo.

MEJORES AMIGAS Así comienza la historia de dos buenas amigas: Elena y Martha. Ellas fueron compañeras desde su infancia, estudiaron juntas desde la escuela primaria hasta terminar el colegio. En sus pláticas soñaban con ser grandes y excelentes profesionales. Martha quería ser doctora y Elena chef, hicieron planes para el futuro. Después del transcurso del tiempo se volvieron a encontrar en un hospital donde Martha trabajaba de doctora y Elena de chef. Las dos amigas estaban felices por aquel encuentro, se abrazaron fuertemente y comentaron sobre los esfuerzos que habían realizado para estudiar lo que realmente querían y desde entonces Elena, la chef, sirve la comida a su amiga la doctora Martha, en su lugar de trabajo, el hospital. Tarssi Ginelle Turcios Antúnez.

16 La ni帽a y la guacamaya. Ilustraci贸n: Cristy Mahely Figueroa.

LA NIÑA Y LA GUACAMAYA En una casa en el campo vivía una pareja que tenían una niña llamada Angie. Un día Angie amaneció triste porque sus amiguitas y amiguitos tenían una mascota a quien cuidar pero ella no. Su mamá al verla sollozando le pregunto: —¿Qué te pasa Angie! Angie le contestó preocupada: —Mamá mis amigos y amigas tienen una mascota para cuidarla y jugar con ella y yo no tengo. ¿Me comprarías una? —Dijo con alegría. La mamá algo enojada le contestó que no porque a ella no le gustaban las mascotas. Angie muy triste, se puso a llorar debajo de un frondoso árbol de mango, sin saber que en medio de sus ramas se encontraba una linda guacamaya con sus colores radiantes. La guacamaya se confundía entre las hojas y los sabrosos mangos. Angie miró hacia arriba pensativa cuando de pronto de entre las hojas y los mangos salió aquélla hermosa ave. —¡Oh! ¡Qué bella guacamaya! —Exclamó Angie y llamó a su mamá— ¡Mamá, mamá!, ¡ven, ven! He encontrado mi mascota preferida, me das permiso de llevarla a la casa. La mamá le contestó: —Ay, hija no puedes tener una mascota con plumas porque te puedes enfermar, además un ave necesita mucho cuidado.

—No te preocupes —dijo Angie— yo lo puedo hacer. —Si tu papá te descubre la echará de la casa porque no le gustan los animales —dijo su madre. La niña muy triste regresó a su cuarto, lloró y pensó qué haría con la hermosa guacamaya, de tanto pensar se quedó dormida. A la mañana siguiente que despertó, fue a la cocina y sin que sus padres se dieran cuanta, buscó comida para llevarle a la guacamaya y así pasó el tiempo, Angie y la guacamaya se hicieron amigas. Un día su padre la invitó a salir al parque pero Angie no quiso ir. —Hija me estás ocultando algo que te veo pensativa, triste, sin deseos de jugar —dijo su padre. —No papá —dijo Angie. —Pero sí lo estás, por favor dime lo que te pasa —dijo su padre. —No sé de qué estás hablando papá —dijo Angie. Después de tanta insistencia Angie le contó llorando que se había encontrado una hermosa guacamaya en un árbol de mango. Su padre le dijo que dejaría que la guacamaya se quedara un mes en la casa y después la llevarían a un zoológico para que estuviera más segura y que la visitarían los fines de semana. Angie saltó de alegría y abrazó a su padre.

Angie Nicol Pineda.

EL JARDÍN DE JOSUÉ En un pueblo desértico vivía un niño llamado Josué, le gustaba mucho cuidar su pequeño jardín en el que día a día se esmeraba en proporcionar lo necesario para que la belleza de sus flores fuera la atracción del pueblo. Le encantaba salir de paseo donde hubiera vegetación para aprovechar trasplantar diferentes especies de plantas para su jardín. No le importaba caminar grandes distancias si al final encontraba los tesoros que iluminaban sus ojos. Los bellos colores, las diferentes formas y los olores despertaban en Josué el deseo de tener todas las flores en su jardín, aunque para él la flor más hermosa eran las rosas. Un día como de costumbre alistó un bote con agua, una burrita* para el camino y salió muy temprano en busca de sus flores preferidas. Caminó y caminó hasta lograr ver en lo alto de un cerro una variedad de plantas que no tenía en su jardín, apuró el paso hasta llegar al lugar. La frescura del ambiente, lo verde de las hojas lo hacía imaginar cómo sería si su casa estuviera en ese lugar tan hermoso. Cuando volvió a la realidad se dio cuenta que detrás de un árbol habían crecido unas hermosas rosas de diferentes colores, emocionado expresó: —¡Mis tesoros! ¿Qué hacen aquí tan solas? Cortó una con emoción pero una gran espina hirió su mano. Con un profundo dolor y sangrando regresó a su casa. Al llegar buscó vendas y alcohol para

curarse, al paso de unas horas la mano parecía un globo de inflamada. —No podré ir a la escuela —dijo— porque no podré escribir. Triste por el acontecimiento decidió que las rosas ya no serían sus flores preferidas. Salió a su jardín y con tristeza y dijo: —Escogeré otra flor. Al verlas todas escogió un imponente girasol y tomó la decisión inmediata. —Esta será mi favorita —dijo. El jardín de Josué se embelleció con muchas variedades de girasoles que encontraba durante sus caminatas. Su jardín siguió siendo la atracción del pueblo.

*Comida

María Fernanda Rodríguez Cabrera.

LA RANITA La linda ranita estaba muy asustada. Se marchó del lado de sus hermanitas y su mamá, y por descuidadita se perdió en el bosque. Caminó todo el día, al llegar la noche se acostó rendida y cansada, se quedó dormida con mucha hambre y miedo. Al siguiente día al despertar escuchó que le gritaban: —¡Ranita!, ¡ranita!, despertate y levantate porque tus hermanitas están preocupadas. La ranita se despertó asustada, abrió sus ojos y vio a sus hermanas que no habían dormido toda la noche porque habían estado llorando y buscándola. La pequeña ranita amaba a su mamá por lo que al encontrarse se abrazaron fuerte, muy fuerte. La madre exclamó: —Pobre mi muchachita. ¿Tenés hambre? La ranita se sintió feliz al estar con su mamá. Pidió disculpas a sus hermanas y prometió no ser tan descuidada. Yeison Imanol Cálix Matute.

La hacienda vieja. Ilustraci贸n: Iv谩n Lobo.

LA HACIENDA VIEJA En una hacienda llamada Hacienda Vieja vivía un humilde matrimonio, la esposa se llamaba Geimy y el esposo José. Una mañana no tenían que comer, entonces José salió al pueblo en busca de comida acompañado de su burro llamado Pinolillo. Cuando José venía de regreso miró hacia la hacienda y se sorprendió cuando vio a una mujer muy sucia y despeinada, era una bruja que se quería adueñar de Hacienda Vieja, pero José no sintió miedo y le dijo a Pinolillo: —Buscaremos como correrla. De pronto sin darse cuenta José se había convertido en un pino, alto y viejo. Cuando la bruja vio lo que sucedió comenzó a reírse con grandes carcajadas que se escuchaban por todo el lugar. Geimy escuchó sonidos extraños y salió a buscar a José, mientras la bruja se dirigía hacia Hacienda Vieja, pero la bruja no sabía que la hacienda estaba encantada. Entró a la sala y aparecieron muchos fantasmas, la bruja quiso convertirlos en polvo pero todos los hechizos que hacía, los fantasmas los deshacían inmediatamente. La bruja se cansó de hacer tanto hechizo que terminó hecha polvo. José se alegró mucho porque desapareció el hechizo, su esposa Geimy lo encontró y le preguntó por qué había tardado tanto en regresar, José le contó todo lo que había sucedido y regresaron juntos a Hacienda Vieja. Ángela Nicole Padilla D.

24 La leyenda del barco embrujado. Ilustraci贸n: Herlin Manuel Mej铆a.

LA LEYENDA DEL BARCO EMBRUJADO En el hermoso puerto de San Lorenzo en el sur de Honduras, había un barco anclado desde hacía muchos años. Un hombre que no tenía donde vivir decidió ir al barco, pero por las noches escuchaba ruidos extraños. Una noche se levantó de su cama, para ver qué era lo que ocurría, llegó a la cabina del capitán pero no encontró a nadie. Regresó a su cama y volvió a escuchar otro ruido, esta vez en la cocina y de prisa fue a ver pero no encontró nada; de repente sintió que el barco se movía rápido, al rato, escuchó unos pasos que venían hacia él, fue a esconderse a su cuarto y el fantasma salió de debajo de la cama, le extendió la mano, el hombre se asustó mucho, salió del cuarto pero el fantasma lo persiguió por todos lados, el hombre sufrió un golpe en la cabeza por andar distraído y en ese momento el fantasma lo atrapó. El fantasma era el capitán del barco que le gustaba hacer bromas a las personas que se subían a bordo. Desde entonces el capitán juró que ya no haría más bromas y el hombre que no tenía casa se quedó viviendo en el barco embrujado.

Carlos Adolfo Antúnez.

El sapito feo. Ilustración: Fabricio García.

EL SAPO FEO En un pantano vivía un sapito que decían que era muy feo. Un día pasó una niña, lo miró tan triste que lo llevó a su casa y le dijo: —¿Qué te pasa lindo sapito? —Es que estoy triste porque cuando me ven me dicen que soy feo —le dijo el sapito.

—Yo te cuidaré, siempre vivirás en mi casa —dijo la niña. —Pero yo quiero vivir en el bosque —dijo el sapito muy triste. —Te llevaré al bosque —dijo la niña— para que tengas muchas y muchos amigos. Los dos encantados se fueron al bosque, durante el camino cantaban y saltaban felices. De pronto pasó un cisne y cuando miró al sapito llamó a los otros amigos y les dijo: —¡Miren ese sapo qué feo es! Todos los cisnes rieron. La niña se molestó mucho y les dijo que no se burlaran porque cada ser es diferente. Entonces llegó la mamá cisne extendiendo sus grandes y hermosas alas que nublaron la luz del sol y dijo: —No es feo, es un bello sapito —y lo acarició con sus grandes alas. —Ya es muy tarde y tengo que regresar a casa —dijo la niña. Mamá cisne le dijo que se fuera tranquila que ella iba a cuidar al sapito, le iba a enseñar cómo vivir en el bosque y donde encontrar buena comida. La niña se sintió muy feliz. El sapito subió al lomo de mamá cisne y volaron para encaminar a la niña a su casa. —Podes venir a verme cuando querrás —le dijo el sapito a la niña. Ella respondió que lo visitaría todos los fines de semana después de ir a la escuela y hacer sus tareas. Alex Ramón Rodríguez.

28 La reina de la lluvia. Ilustraci贸n: Velkis Ma. Cerrato.

LA REINA DE LA LLUVIA Un día lluvioso del mes de diciembre, iba para donde mis abuelitos, en el camino percibí un ruido muy extraño, entonces fui a averiguar qué era; cuando iba acercándome lo escuché más fuerte, me empecé a asustar, pero escuché una voz dulce que me dijo: —Ven conmigo no te haré daño. Fue cuando se me quitó el miedo. Cuando llegué al final del camino, miré una reina muy bonita, tenía un pelo muy negro y brillante, su vestido era azul celeste, su corona estaba hecha de flores y hojas de plantas y árboles del bosque. Estando frente a ella me dijo: —Vamos a mi castillo te enseñaré como ser una princesa de la lluvia. Me fui con ella pero recordé que tenía que ir a visitar a mis abuelitos y le dije: —No puedo ir contigo. —Por qué no quieres ir conmigo —dijo la Reina de la Lluvia— yo no te haré daño. —Lo sé —le respondí— pero tengo que llegar a la casa de mis abuelitos. Ella me dijo que no me preocupara, que me llevaría con mis abuelos. —Repite las palabras mágicas —dijo— y cierra tus ojos. Yo repetí las palabras mágicas ¡plis, plas, plus!. Cuando abrí los ojos estaba en la puerta de la casa de mis abuelos y les conté lo que me había sucedido en el bosque. Nissa Leandra Mejía.

30 La niña perdida. Ilustración. Cristian Bladimir Martínez.

LA NIÑA PERDIDA Una niña llamada Alejandra siempre iba con su mamá a trabajar a la orilla de un carril, juntas sembraban y cosechaban yuca para comer y para venderla. Un día la mamá salió temprano acompañada de Alejandra, iban a limpiar la siembra de yuca, tomaron el carril derecho; como había llovido la carretera estaba bloqueada por tierra y piedras que se habían desprendido de los cerros, entonces la niña, sin que su mamá se diera cuenta, cambió de carril, se dirigió al lado izquierdo de la carretera. Había muchas personas transitando y carros detenidos que no podían pasar, la niña se perdió y no podía llegar al sembradío de yuca; su madre se puso muy preocupada y la esperó a la orilla del carril donde tenían sembrada la yuca. Alejandra vio unas huellas en la tierra húmeda y decidió seguirlas, al poco tiempo las huellas la condujeron al sembradío donde su madre llorando la estaba esperando. Se abrazaron fuerte, y juntas comenzaron a limpiar las plantas de yuca para cosechar. Keylin Euceda.

32 Los animales. Ilustraci贸n: Oscar Ismael Padilla.

LOS ANIMALES En un bosque muy bonito vivían animales de toda clase pero estaban divididos, a un lado vivían los animales más grandes y feroces y, al otro lado estaban los animales más pequeños. Cierto día un lagarto se preguntó: —¿Por qué hay tanta rivalidad si todos somos iguales? En el otro lado estaba un ratón buscando comida, de terror se resbaló y cayó al río cuando vio al cocodrilo. El cocodrilo sin perder tiempo se fue al rescate del ratoncito que pensó que se lo iba a comer pero en vez comérselo lo puso a salvo. —Gracias por haberme salvado —le dijo el ratoncito— casi me ahogo. Desde ese momento se hicieron los mejores amigos, se olvidaron de la rivalidad que tenían los dos grupos. El ratón le propuso que platicara cada quien por su lado con las y los demás miembros de cada grupo y que todas y todos fueran a las orillas del río. Así lo hicieron, se reunieron en el río, sin decir una palabra los animales entendieron que debían hacer un puente para pasar de un lado a otro del río. Así se resolvió todo el problema y se creó una gran amistad.

Bessi Karolina Corrales Melara.

EL GIGANTE AMISTOSO En el fondo oscuro de una gruta vivía un gigante que se había molestado con las personas que vivían en el bosque, decidió no salir de su cueva para no ver a nadie, porque pensaba que nadie lo quería. Cerca de la gruta vivía una pareja de campesinos cuya esposa estaba embarazada. La campesina dio a luz a gemelos que crecieron jugando con los animales del bosque. Un día hicieron una carrera para ver quien ganaba y llegaron a la cueva. Se encontraron con el gigante, quien gritó y saltó tan fuerte que todo tembló haciendo salir despavoridos a todos los insectos de la cueva. Asustados los niños trataron de huir pero el gigante los invitó a su casa, les ofreció sentarse en unas sillas en forma de ranitas y les dio caramelos del árbol de dulces que él tenía sembrado. Después los llevó a la quebrada y recogieron piedrecillas de colores. Los niños se hicieron muy amigos del gigante, lo llevaron al caserío a presentarlo a las personas. Desde ese día aprendieron a ver al gigante como un amigo. Ahora se conoce como el Gigante Amistoso. Litzy Waleska Oliva.

EL RATÓN Y LA HORMIGA En la ciudad a la orilla de una calle vivía una hormiga, trabajaba todo el día, así que solo en las noches pasaba en su agujero. Trabajaba en un lugar cercano a la casa de un ratón, quien acababa de llegar a la ciudad y no había hecho amigos. Un mañana mientras la hormiga se dirigía a su trabajo, se acercó a la casa del ratón que se alistaba para ir a su trabajo también, los dos trabajaban en la misma carretera, cuando la hormiga pasó por la calle escuchó una voz. —¡Ho..., ho…, hola! —dijo el ratón, pues era muy tímido. —No temas. ¿Por qué eres tan tímido? —dijo la hormiga. —Lo que pasa —dijo el ratón— es que nos fuimos de la casa donde yo vivía y ahora se me hace difícil vivir en la ciudad. —No te preocupes —dijo la hormiga— si quieres mejor podes quedarte conmigo por un tiempo mientras viene mi abuela. —Está bien —dijo el ratón— ¡Gracias! Pasaron los días, el ratón poco a poco se fue adaptando a la ciudad, platicaba con los demás ratones y así fue como se hicieron amigos el ratón y la hormiga. Santa Gladis Santos Cálix.

EL DELFÍN Un día muy soleado, el padre y su hija fueron a la playa; mientras contemplaban el mar vieron un delfín que hacia formas cuando salía y entraba entre las olas. Se acercó donde el padre y la hija llamada Michel que descansaban en la arena, muy alegre el delfín le hizo una forma a Michel y le dijo: —Súbete a mi lomo. —¡Papá me das permiso! —dijo Michel sorprendida. —Claro que sí —le contestó su padre— pero ten mucho cuidado. El delfín la llevó a lo más profundo del océano, conoció muchas cosas bellas como algas, peces de diferentes especies y lindos colores, los hermosos corales, las conchas de mar donde crecen las brillantes perlas y montañas escondidas debajo del agua. Michel estaba encantada con las maravillas que encontró debajo del mar. —Es tiempo de volver —le dijo el delfín— pero cualquier día puedes venir y nos iremos de paseo bajo del mar. En la noche Michel le contó a su padre que le encantó andar con el delfín debajo del agua, y lo más importante fue que el delfín le dijo que era su amigo y siempre estaría para lo que ella necesitara. Samanta Berenice Stothar Rivera.

EL ASTRONAUTA ¡Ah!, dijo Luis un científico muy trabajador, ya es tiempo de probar mi experimento. Llamó al grupo de colaboradores y colaboradoras y les dijo que tenían que entrenar al astronauta que enviarían al espacio a buscar vida en otros planetas, porque la nave ya estaba lista. Pusieron avisos por toda la ciudad solicitando personas con habilidades y conocimientos espaciales, pero lo que más solicitaban era una persona soñadora para participar en el proyecto científico. Muchas personas hicieron la prueba pero solo Ricardo, un joven de muy corta edad pero muy inteligente, la pasó. Después de días de entrenamiento llegó el día del lanzamiento, Ricardo estaba muy nervioso porque pensó que no podría realizar su misión. Como estaba tan asustado pidió a las y los científicos que lo durmieran y sin que él se diera cuenta lo metieran a la nave y así lo hicieron. Ricardo despertó en el espacio donde por una ventanilla podía observar lo hermoso que es nuestro sistema solar, era maravilloso como en un sueño. —Cuando encuentre vida en otro planeta llamaré a la tierra —dijo Ricardo. Solamente envío un pequeño mensaje diciendo que todo estaba bien. Las y los científicos celebraron en la ciudad por la valentía que había demostrado Ricardo. Sherlly Michelle Escobar.

APRENDIENDO A RECICLAR EN FAMILIA Una mañana, María y su familia se fueron de paseo al campo. Desde una linda loma, observaron un gran lago. Cuando bajaron al lago, vieron que el lugar estaba destruido por la contaminación. María, al observar tanta basura, dijo a su familia: —¡Estoy triste!, —y luego comentó— En la escuela me enseñaron algo acerca de juntar la basura para hacer nuevas cosas con ella. —¿Tú sabes cómo se le llama a eso papá? —preguntó María. —Sí hija —contestó el papá— Se le llama reciclar, y significa: juntar y clasificar la basura. Entonces María y su familia comentaron que ellos podrían limpiar el lugar, y decidieron ir a casa para traer bolsas en las que recogerían y clasificarían la basura. Cuando regresaron, mientras juntaban los desperdicios, vieron a una familia tirar basura. Carlos el hermano de María les dijo: —Por favor no arrojen basura, porque causa mucho daño. —Eso no importa —dijo el padre de la otra familia. —¡Claro que sí importa!, y se lo vamos a demostrar — expresó María algo molesta.

Ellos continuaron entusiasmados recogiendo y clasificando la basura, mientras la otra familia bañaba, comía y jugaba. Al finalizar, María pregunto: —¿Y ahora como se ve el ambiente? Los niños de la otra familia respondieron: —Muy limpio y agradable. —Tenías razón María —dijo la madre de los otros niños— es muy importante no arrojar la basura. A partir de ahora nosotros también reciclaremos en familia. Las dos familias disfrutaron mucho de su día de campo y regresaron felices a casa porque ahora el lugar se veía más hermoso. Alisson Xiomara Meza Sauceda.

40 La leyenda de Macizo. Ilustración: Óscar David Chavarría.

LA LEYENDA DE MACIZO Cuentan que en el departamento de Olancho, había un hombre llamado Macizo, que tenía una bonita familia pero eran muy pobres, no tenían ni para comer. La familia sufría de hambre. Un día Macizo se cansó de que su familia fuera pobre, y a las doce de la noche salió a invocar al diablo. Macizo dijo: —Diablooooo, diablooooo. —¿Quién me busca? —dijo el diablo—No tengas miedo, no te haré daño. Poco a poco, Macizo fue levantando la cara y le dijo: —Quiero que me prestes dinero y dentro de cinco años te pagaré con mi alma. —¡Está bien! —le contestó el diablo. Macizo regresó a su casa y dijo: —Tenemos dinero. Todos muy alegres se compraron una casa, caballos, ropa, comida y muchas cosas más. Pasaron cuatro años y faltaba una semana para que se cumplieran los cinco años que el diablo le había dado. Macizo andaba en su caballo y se encontró con el diablo. —La otra semana vendré a traer tu alma —le dijo el diablo. Macizo no quería ni hablar. La familia estaba muy asustada, cuando pasaron siete días y solo quedaba una hora, Macizo le contó todo a su familia. Después de esto no volvieron a ver a Macizo, lo buscaron y solo escuchaban sus lamentos que decían: —¡No me lleves!, ¡no me lleves! Y la familia vivió pobre y triste. Cinthia Maribel Flores.

42 El Bosque Negro. Ilustraci贸n: V铆ctor Guerrero.

EL BOSQUE NEGRO Carlos, un pastor de mi pueblo, tenía muchas cabras, un día se le perdió una y la buscó por todas partes pero no la encontró. El pastor se puso muy triste. —He buscado por todas partes y no he podido encontrarla —dijo— seguramente se fue al Bosque Negro. El pastor sabía que todo mundo tenía miedo de ir allí, porque era muy oscuro, pero quería encontrar a su cabra, entonces decidió aventurarse en el Bosque Negro. Caminó horas y horas hasta que la encontró pero terminó extraviado y ya no sabía cómo volver a casa. Llegando el silencio de la noche, el bosque se puso más oscuro y tenebroso, Carlos sentía mucho miedo, también se escuchaban ruidos terroríficos. El pastor abrazó a su cabra para no tener miedo y así los dos pudieron dormir. Pasó una semana, las personas del pueblo a quienes les vendía leche de cabra comenzaron a preguntar qué le habría pasado, fueron a su casa y solo encontraron a las demás cabras, así que organizaron una expedición y salieron a buscarlo al Bosque Negro. Después de tanto buscar escucharon los gritos del pastor quien decía: —¡Auxilio!, ¡auxilio!, ¡auxilio! Cuando lo escucharon, una mujer dijo:

—Lo tenemos que ayudar, pero necesitamos saber cómo volver y no perdernos nosotros también. —Y por qué no dejamos un rastro de ramas, así no nos perdemos —dijo un hombre. Y así lo hicieron hasta que hallaron al pastor y a su cabra. Finalmente, las personas regresaron a sus casas y Carlos, el pastor, volvió al pueblo todas las mañanas a vender su leche de cabra. Escarleth Nicol Guifarro.

LA PAZ La paz que tanto anhelamos la podemos encontrar en mi casa, en la escuela y en mi comunidad. Saludando al que encontramos y ayudando al que necesita, respe tando a todo el mundo, comenzando en mi casita. Paz anhelada ¿Dónde estás? Yo sé que un día en mi nación ya no habrá tanta injusticia, impunidad y corrupción. Y así podremos vivir en un país de hermandad, donde el odio y la violencia no afecte a la humanidad. Bertha Lourdes Santos.

HONDURAS POR LA PAZ Trabajemos y luchemos por un país de amistad, donde el odio y la violencia no le demos hospitalidad. Cuando estés en la escuela en la fábrica, en la universidad regala una sonrisa sincera demuestra tu amistad. La paz de mi pueblo y Honduras solo la podremos alcanzar con justicia y tolerancia combatiendo la impunidad. Este país se merece personas de buen corazón, cuando lo logremos cambiará nuestra nación. Mary Libeth Andino.

¿QUÉ ES LA PAZ? La paz es felicidad, yo les ofrezco mi sincera amistad. La paz es amor porque éste es un mundo de dolor, hay muchos que tienen rencor pero tienen que tener amor. Tenemos que buscar la felicidad, la bondad, la humildad, para que nuestro país esté en tranquilidad. Evelin Paola Rodríguez Cruz.

48 Alejandrina. Ilustraci贸n: Genesis Ma. Hern谩ndez.

ALEJANDRINA En un bosque alejado de la ciudad, Alejandrina buscaba animalitos para jugar, llegó hasta una quebrada muy bonita pero se entristeció cuando vio que en sus orillas había mucha basura. Alejandrina salió corriendo a la ciudad a buscar a sus amiguitos y amiguitas para que le ayudaran a limpiar la quebrada. Formaron un equipo, recogieron los desechos y los transformaron en cosas útiles. A partir de ese día todos los domingos van a la quebrada a bañar y jugar. Dany Josué Romero.

LA FELICIDAD Cuenta una leyenda, que un hombre escuchó que la felicidad era un tesoro; a partir de ese momento comenzó a buscarla. Se fue primero a las fiestas, donde la gente siempre parece estar alegre, pero no la encontró y así siguió buscándola por varios lugares alrededor del mundo sin obtener ningún resultado. Luego creyó que donde había dinero la iba a encontrar, pues los ricos siempre parecen ser felices. Empezó a hacer negocios y poco a poco llegó a tener una gran fortuna. Conforme se iba haciendo más y más rico, se iba transformando en un hombre egoísta y orgulloso. A ratos se sentía solo, pero tenía tanto dinero que siempre encontraba alguna cosa con que divertirse. Así continuó con su vida trabajando sin pensar en nadie, solo en hacer dinero, y más dinero, ya no le importaba si para obtenerlo tenía que pasar por encima de los demás. Un día amaneció enfermo y fue donde el médico, quien después de examinarlo le mandó a hacer todos los exámenes, cuando regresó a ver al médico, éste le dijo que le quedaban seis meses de vida, y que lamentablemente no había ningún tratamiento para su enfermedad. Al salir del consultorio, pensó que por andar buscando la felicidad, se había olvidado de su familia, amigos y todas aquellas personas que trabajaban con él por un salario miserable.

Tarde se dio cuenta de lo egoísta, orgulloso y ciego que había sido. Lo que había logrado, era su soledad que ahora la sentía hasta en sus huesos. No tenía nada, y empezó a llorar desconsoladamente. Llegó a su casa y continuó llorando hasta que se quedó dormido. Cuando despertó, algo le había sucedido, el llanto le había dado una paz muy hermosa; el llanto hizo que su corazón se abriera de par en par y entendió que pese a lo equivocado que había estado todavía podía cambiar de rumbo. Decidió entonces, ayudarles a los demás con su experiencia, para que no cometieran sus mismos errores. También compartió sus riquezas y tendió su mano a todas las personas que la necesitaban. Al final de sus días fue un hombre feliz y comprendió que el gran tesoro de la felicidad, era el tiempo que les había dedicado a los demás. Cristian Rafael Meza.

PEDRO EL RECICLADOR Pedrito siempre tiraba la basura en la calle. Un día que fue a la escuela, durante el recreo se compró un churro, cuando terminó tiró el envoltorio en el patio. La Directora llegó y dijo: —¿Quién ha tirado este envoltorio? —Fue Pedro —contestó una niña llamada Sofía. Entonces la Directora convocó a una reunión a padres de familia, alumnos y alumnas. Al iniciar la reunión, la Directora dijo: —Queridos padres y estudiantes, los he convocado a esta reunión porque sus hijos e hijas arrojan la basura en diferentes lugares de la escuela, en especial un niño llamado Pedrito, a quien pido por favor que pase al frente. Pedrito muy apenado pasó al frente, ella le preguntó: —¿Qué es reciclar? —¿Qué es reciclar…? ¿Qué es reciclar…? —murmuró temeroso Pedrito. —Directora —dijo Sofía— reciclar es reutilizar las cosas que ya están viejas para hacer cosas nuevas, por ejemplo con las bolsas, botellas, tapones, vidrios, chapas, semillas, pedazos de tela, las maestras de la clase de artística, la bibliotecaria y niños y niñas, hemos elaborado lindos murales; a la vez hemos aprendido a no contaminar el ambiente con la basura.

—¡Muy bien Sofía —dijo la Directora— eso es lo que esperamos que todos los niños, niñas y sus familias hagan, para vivir mejor! Los padres y madres prometieron comenzar a reciclar en todos los lugares a donde ellos fueran. Desde entonces, Pedrito aprendió a reciclar, y se convirtió en un exitoso alumno. Por su espíritu de protección al ambiente, ganó muchas medallas y hoy lo llaman: ¡Pedro el Reciclador! Lidia Paola Sevilla.

EDUCACCIÓN es un programa implementado por la agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Secretaría de Educación de Honduras, administrado por American Institutes for Research (AIR). Las opiniones de las autoras y autores así como los puntos de vista expresados en esta publicación no reflejan la opinión de USAID. Esta publicación es posible gracias al financiamiento y asistencia técnica de USAID, convenio de cooperación EDUCACCIÓN No. 522-A-11-00003.

LA REINA DE LA LLUVIA se termin贸 de imprimir en PUBLIGRAFICAS, en el mes de diciembre de 2014 en Tegucigalpa, Honduras. Su tiraje consta de 2,250 ejemplares.

SI CREO Y LEO, ME RECREO Que los niños y niñas creen sus propios libros, que lean, jueguen y se diviertan construyendo un mundo a la altura de su imaginación. Que quien mire las imágenes y sus palabras en cada uno de estos cuentos, relatos y poemas de la colección SI CREO Y LEO, ME

El propósito de la colección SI CREO Y LEO, ME RECREO, es contribuir a fortalecer habilidades de lectura, que haya más libros en las escuelas de Honduras, más niños y niñas leyendo. Que la niña y el niño, en ese momento clave de la lectura, interrogue, reconozca su entorno, lo piense, lo invente y lo exprese; en ﬁn, que se transforme en un buen lector, un estudiante sin limitaciones para entrar y salir de todos los mundos que ofrecen la escuela y la vida.