Lecturas de Sabá

Cuentos e ilustraciones de niñas y niños de Sabá

Ilustraci贸n. Elena S谩nchez

¡MANGO SÍ, MANGO NO...AHORA LEO YO! D.R. PROYECTO EDUCACCIÓN © PROYECTO EDUCACCIÓN Conceptualización: EducAcción Autores: Ana Chirinos , Ana C. Macías , Ana Y. Murillo, Anderson Hernández, Anner del Cid, Anny C. Almendárez , Alex E. Fúnez, Astrid Montoya R., Brendys Bonilla, Cecilia Y. Canales, Cecilia, Cesia Villafranca, Cintia Y. Montoya, Danely Andrade, Danely Villalobos, Delmi G. Figueroa, Eda Figueroa, Emily Almendárez, Gabriela Murguía, Grissel Galdámez, Jaydy Padilla, Jervin Jeferson Rodas, Jostin Murillo, Mauricio Martínez, Marbeli Osorio M., Óscar R. Hernández, Perla A. Rodríguez, Skarleth Zavala D., Vicky P. Chirinos, Vera de la Trinidad, Welbin E. Guzmán, Xavier A. Hernández, Yajaira Palma, Yajaira Caballero.

Diagramación y corrección de estilo : www.delmareditores.com Primera edición, 2013 D.R. © AIR/EDUCACCIÓN, 2013

Sabá, Colón.

Se permite la reproducción total o parcial de esta producción sólo para fines educativos, por medios electrónicos, mecánicos, fotostáticos, por registro u otros métodos, siempre y cuando se respete la integridad de la misma, así como los créditos aquí registrados, mediante solicitud expresa y por escrito ante los editores. Se prohibe su reproducción para finalidades lucrativas.

PRESENTACIÓN UN TESORO PARA LAS NIÑAS Y NIÑOS DE SABÁ ___________________________________

Uno de los conocimientos más valiosos con que contamos, es que para aprender hay que leer. Los libros son las puertas al conocimiento y no podemos abrirlas si no sabemos leer. Los libros nos llevan a mundos de imaginación mientras satisfacen nuestra curiosidad natural, nuestro deseo de aprender.

Lo primero es aprender a leer, y sólo se puede lograr leyendo. Sólo la lectura permanente nos convierte en buenos lectores, por eso hay que leer todos los días.

Esta colección de textos escritos por las niñas y los niños de Sabá está llena de fantasía e imaginación, por eso creemos que despertará un gusto especial por la lectura, y logrará divertir al alumnado y a las maestras y maestros. Fueron hechos para ser compartidos por la niñez, la familia y los maestros.

Debemos hacer de la lectura una empresa de todos hasta que todas las niñas y niños logren una lectura fluida y comprensiva, con la dicción adecuada, de esa manera lograremos mejores rendimientos académicos.

Las profesoras y profesores de español han recomendado que las niñas y niños propongan actividades para fomentar la lectura con este libro, que se realicen actividades no sólo en el aula, sino en el patio de la escuela y en la casa. Por ello es recomendable crear un programa de lectura que funcione periódicamente, de manera semanal y mensual.

Que se organicen la niñez lectora y se realicen lecturas propuestas por ellos, que compartan sus experiencias de lectura en la casa y en la escuela y que siempre se comente lo que se haya leído. ¡Disfruten una creación maravillosa!

Proyecto EducAcción

CARTA DE LOS PROFESORES Y PROFESORAS DE ESPAÑOL Sabá Colón, 14 de marzo de 2013.

Las profesoras y profesores de Letras del municipio de Sabá, Colón, participantes del Taller de Adaptación de Textos Inéditos y escrito por las niñas y los niños del municipio, nos dimos cuenta de su capacidad manifiesta a través de sus escritos, por lo cual felicitamos a las niñas y los niños autores de las distintas escuelas del distrito, por su talento creativo, imaginación, y sensibilidad humana.

Estos escritos contribuirán a motivar a otros a leer y escribir a partir de sus propias experiencias y del entorno en que viven.

Motivamos a seguir con este tipo de talleres, para promover una vez más, la iniciativa en la producción de textos literarios para los niñas y niños, y forjar valores artísticos.

RECOMENDACIONES PARA LEER EN FAMILIA La lectura en familia es la más recomendable porque en la convivencia podemos compartir dudas, sugerir ideas y solucionar dificultades.

Algunas recomendaciones para la lectura en la familia son las siguientes: • Definir una hora en el día y un espacio en la casa para leer.

• El lugar debe ser cómodo y estar iluminado.

• Seleccionar juntos el texto que se va a leer.

• A las niñas y niños pequeños hay que señalarles con el dedo las palabras mientras se leen, esto les servirá para relacionar lo escrito con lo que oyen.

• Siempre hay que explorar el título, haciendo que las niñas y niños lectores participen intentando anticiparse al contenido del texto.

• También hay que explorar lo que observan en las imágenes haciendo preguntas sobre qué ven y a qué se refiere.

• Interrogarlos cada vez que sea necesario para saber lo que imaginan, sucederá a continuación.

• Solicitarles que cambien el final de un cuento o relato si lo desean.

• Al final de la lectura, preguntar sobre qué se leyó, a qué se refirió el texto, qué opina de él y si les gustó.

Ilustraci贸n: Marbeli Osorio M

INDICE La ciudad tecnológica La hormiga con alas El leñador La abeja zumbadora Un conejito travieso Un día en el campo El niño y el planeta La hormiga El sol El tiburón que no quería ser tiburón La princesa asustada El leñador El atleta Sol El árbol llorando La ciudad tecnológica 2 El árbol de la vida La luna y el sol El pescador que murió en el mar Un cuento loco El árbol y la hoja Botellita, botellita El último niño El soL Mango sí, mango no La niña El árbol de raíz de río

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El conejo En el bosque La flor mágica El h ach a voladora Un niño en la terraza El zapote navegante La raíz de un árbol La cosa desconocida La tumba desconocida El misterioso ramo de flores El barco loco La maceta extraña El pétalo más bello La ranita y el perro La hormiga luch adora La cámara El castillo, el higo y la rosa El sol es tan verdadero como la flor El mango quiere tocar el cielo Las plantas son bellas El leñador Palabras mágicas Voces extrañas El amor de una princesa La hormiga, la abeja y la hoja Respiremos aire puro

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Ilustraci贸n. Elena S谩nchez

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Ilustración: Astrid Montoy a R

La Ciudad Tecnológica Astrid Montoy a R., Mauricio Martínez, Anderson Hernández

En una ciudad extraña, estuvieron personas importantes del planeta Tierra. Habían decidido ir a otro planeta y encontraron esta hermosa ciudad tecnológica, donde podían ir lejos con sólo pensarlo. No había delincuencia, ni armas, ni robos, ni necesidad de ropa. En la ciudad tecnológica había enormes edificios y hermosas casas y todos los habitantes vivían contentos y en paz.

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La Hormiga con Alas Marbeli Osorio M.

Cu ando la hormiga volaba, el viento sus alas cortó, y cayó.

Entonces la hormiga se entristeció. Caminó y caminó en busca del duende. Lo halló, y le pidió que le devolviera las alas para volver a volar. Y se las dio.

El Leñador Perla A. Rodríguez

En el árbol, un leñador subiendo para cortar el tronco que le dará la leña de su casa.

La Abeja Zumbadora Perla A. Rodríguez

En la flor hay una abeja recogiendo el néctar con el que hará la miel de su colmena.

Un Conejito Travieso Gabriela Munguía

Había una vez un conejito muy bonito, pero también muy travieso. Hasta que un día, vino un cazador de conejos, lo cazó, y lo vendió a un zoológico. Y en el zoológico de tristeza se enfermó porque le hacían falta su familia y sus amigos.

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Ilustración: Vicky P. Chirinos

Un Día en El Campo Skarleth Zavala D.

En un día soleado, el papá de Lucía estaba a punto de irse al campo, y ella quería ir con él. La madrastra le dijo que no podía ir porque no había hecho la tarea. La tarea se trataba de preguntarle a su papá la mejor carrera para sus hijos. Entonces el papá decidió llevarla para que le explicara lo de la tarea en el campo. Y tuvieron un día maravilloso.

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El Niño y El Planeta Astrid Montoya R.

Un niño tiró basura en la tierra y ella le preguntó: ¿Por qué me tiras basura?

Y el niño se asustó y nunca más volvió a tirarla.

La Hormiga Welbin E. Guzmán

La hormiga iba caminando, entró a una cueva de la que no pudo salir, pero pidió ayuda, hasta que la rescataron sus compañeras hormigas.

El So l Ana Chirinos

El sol brilla desde el cielo rodeado de luceros, y al

amanecer, en mi ventana, brilla toda la semana.

El Tiburón que no quería ser Tiburón Anónimo

Un príncipe tiburón quería ser delfín y su familia lo rechazó.

Entonces decidió ir donde los delfines, y también lo rechazaron.

Sin pensarlo mucho decidió convertirse en tiburón. Fin.

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Ilustraci贸n: Skarleth Zavala

La Princesa Asustada Cesia Villafranca

Ella dorm铆a y despert贸 asustada, pues un grito en el castillo se escuch贸.

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El Leñador Vicky P. Chirinos

Una vez, a un leñador que vendía leña, le querían quitar la leña, y él no se dejó. Entonces empezó a gritar: ¡Ay, ay, ay! ¡Me quieren quitar la leña!

Todos los vecinos salieron corriendo a ver qué pasaba, pero los hombres y a se habían id0.

El Atle ta Jostin Murillo

De sed cayó el atleta sin estar en el desierto.

So l Cesia Villafranca

Anocheció. Durante el día todos clamando para que llegara el sol.

Y al amanecer, en mi ventana, me despertó la luz.

E l Á r bo l L lo ran do Vera de la Trinidad

Un día un leñador fue a cortar un árbol, pero el árbol gritó con el primer golpe.

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L a C i udad Te cn o ló gi ca 2 Astrid Montoy a R.

En una ciudad extraña vivían las mejores personas, las más educadas. Estaban contentos porque en este lugar existía todo tipo de trabajo tecnológico, para el cu al se habían preparado.

Todos trabajaban en su oficio para vivir dignamente y sacar adelante a su familia.

Ilustración: Alex E. Fúnez

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E l Á r bo l de L a V i da Ana Chirinos

Estando en el parque, cortaron sus ramas. El aire ya no purificaba porque era el árbol de la vida.

L a L u n a y El So l Astrid Montoy a R

Una vez el sol peleó con la luna, y la luna ganó la pelea.

E l P e s c a d or q ue muri ó en El M ar Astrid Montoy a R

En el mar, sin poder salir, quedó atrapado el pescador.

Un Cue n to L o co Perla A. Rodríguez, Emily Lanza

El pájaro rosa brilla en la sombra, en el sol, en las nubes. Tiene lágrimas cu ando come sus semillas.

Su corazón es bello, es de estrellas amarillas.

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El Árbol y La Hoja Astrid Montoy a R.

La hoja cayó del árbol, y murió de tristeza.

B o t elli ta, B o telli ta

Anner del Cid, Ana Chirinos, Jaydy Padilla

Botellita, botellita, vos estabas tirada en la basura y yo te recogí con una pluma anaranjada y negra.

Tiempo después me encontré con una hoja seca, también estaba abandonada en el suelo. Los tres nos sentimos alegres. Ahora: yo, la hoja y la pluma, sólo bebemos en botellita.

El Último Niño Grissel Galdámez, Eda Figueroa, Vicky P. Chirinos, Cecilia Y. Canales

Cuando el último niño miró a su alrededor, todo estaba limpio, como una lágrima.

El Sol Ana Chirinos

Al amanecer, el sol brilla desde el cielo acompañado de un lucero; en mi ventana, brilla toda la semana.

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Ilustración. Cesia Villafranca

M a n g o Sí , M an go N o Cesia Villafranca, Gabriela Munguía y Anderson Hernández

Era un árbol de mango hermoso y muy rica la fruta. El dueño estaba cortándolo, cuando de pronto cayó al suelo. El hombre escuchó una voz que venía del árbol, decía: Mango sí, mango no. El árbol se levantó mágicamente. El hombre quedó asombrado, y se fue corriendo.

Jamás volvió a cortar ningún árbol.

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La Niña Xavier A. Hernández y Danely Villalobos

En el jardín hay una niña que juega a cortar una flor para ponerla en el jarrón, le gustan las flores pero más le gustan los elotes y cuando pasa por el campo, los mira y le dan ganas de comerse uno asado.

El carro pasa por el puente, en el va la niña cuando regresa de noche, olvida las flores y los elotes cuando mira la luna y las estrellas.

El Árbol de Raíz de Río Óscar R. Hernández, Anderson Hernández y Welbin E. Guzmán

El día y la noche son como luceros y la montaña es como el corazón del cielo. Ayer vi una nube de estrellas ocultas en la luna y el árbol de raíces de río.

La flor es un sol en el mar.

El Conejo Vicky P. Chirinos

Yo tenía un conejo, lo llevé al bosque y se me perdió. Les pregunté a las personas y me dijeron que no lo habían visto. Al día siguiente lo volví a buscar, y lo hallé flaco y feo pero me alegré mucho de volver a tener mi conejito. Ahora lo cuidaré para que sea como antes.

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Ilustraci贸n: Welbin E. Guzm谩n

En el Bosque Jaydy Padilla, Yajaira Palma, Emily Almend谩rez y Jostin Murillo

En el bosque se han construido calles y edificios, olvidando que las plantas y sus flores son el pulm贸n de nuestro planeta Tierra.

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La Flor Mágica Ana Chirinos

Había una flor mágica en medio de otras flores, todo mundo iba a comprar y nadie le hacía caso porque era fea; y no sabían que era una flor mágica. Al hacerse de noche se convertía en la flor más linda.

Ilustración: Jostin Murillo

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Ilustración: Vera de la Trinidad

El Hacha Voladora Welbin E. Guzmán, Marbeli Osorio M. y Vera de la Trinidad

Una vez, en un lejano bosque vivía un leñador que cortaba los árboles. Un domingo por la mañana salió a cortar un árbol grande. Cu ando terminó de cortar el árbol, el hacha se le fue volando. Otro día por la mañana, el hacha y un duende estaban a la puerta de su cabaña. El duende le dio el hacha y le dijo: Si volvés a cortar un árbol, no volverás a ver tu hacha. Y nunca más volvió a cortar árboles.

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Ilustración: Delmi G. Figueroa

Un N i ñ o en L a Terraz a Anner del Cid, Vicky P. Chirinos, Yajaira Caballero y Ana Chirinos

En unas rocas rodeadas de flores, entre un pabellón de hojas, hay un tesoro escondido.

Detrás de la montaña hay una fuente con un cielo azul, y más allá, un lucero y un caballo sobre un barco.

En la escuela hay un camino que va directo al mar.

El niño ve todo, desde la terraza.

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Ilustración: Anny C. Almendárez

E l Z a p o te Navegan te Grissel Galdámez, Anny C. Almendárez y Óscar R. Hernández

Había una vez un barco llamado Carminda que iba a pescar, pero se le descontroló la brújula en el mar abierto. Luego se formó una gran tormenta y las olas inmensas casi lo hicieron naufragar. El Capitán Zapote no encontraba la manera de controlarlo. Hasta que recordó que su barco no se hundía porque estaba hecho con semillas de zapote.

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Ilustración: Anderson Hernández

L a Ra í z de un Árb o l Perla A. Rodríguez

La raíz de un árbol se expande hacia los lados y va tomando fuerza para seguir creciendo.

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Ilustración: Danely Andrade

La Cosa Desconocida Brendys Bonilla y Danely Villalobos

En la noche, en una casa abandonada vimos una cosa tan extraña que nunca supimos qué era. Como no tenía dueño, la recogimos. Yo me la llevé a casa y estuve investigando, pero nunca tuvo ningún nombre. Por eso tuve que llamarla “la cosa desconocida”.

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Ilustración: Ana Y. Murillo

La Tumba Desconocida Ana Y. Murillo y Delmi G. Figueroa

En un lugar llamado Vallala, había un solar abandonado al que nadie le tenía ningún cuidado.

Pero un día fue un hombre a limpiarlo y encontró una tumba desconocida. Miró algo raro y se asustó. Era una enorme tumba con un enorme ramo de flores encima, algo parecido a una llama de fuego. Y esa llama se fue secando poco a poco.

La tumba estaba sucia y el hombre la limpió.

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El Misterioso Ramo de Flores Perla A. Rodríguez, Cintia Y. Montoy a y Emily Almendárez

Un Rey llamado Julián estaba enamorado de la Princesa Saraí. Un día le mandó un precioso ramo de flores y cu ando la princesa lo vio, sin ninguna razón se desmayó.

Al siguiente día estaba tan sorprendida porque el regalo que le habían enviado no era tan extraño.

Y para su sorpresa, se dio cuenta que el Rey Julián había hecho el ramo de flores con sus propias manos.

A pesar del raro incidente, siempre fueron felices.

Ilustración: Perla A. Rodríguez

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Ilustración: Jaydy Padilla

El Barco Loco Anner del Cid, Jaydy Padilla y Ana Y. Murillo

Una mañana lluviosa fuimos a la play a. Vimos un barco tan pero tan loco, que nos sorprendió por ser tan extraño.

No tenía tripulación, a veces tenía la forma de un pájaro o la de un delfín, y a veces parecía un barco común. Se hundía en el agu a, y al momento salía disparado como un delfín, o volaba un rato como pájaro. Luego se estrellaba en el agu a. Por eso le puse el barco loco.

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La Maceta Extraña Eda Figueroa, Jostin Murillo y Yajaira Palma

Una vez, en una concha de chata cayeron unas semillitas. Cinco días después comenzaron a nacer unas flores tan bellas que cu ando los niños las vieron quedaron asombrados. Uno de los niños le preguntó a su mamá: Mamá, ¿Cómo se llama donde nace una flor? La mamá le respondió que se llamaba maceta. Pero si eso no parece maceta, replicó el niño. Si querés vamos a ver, le dijo a la mamá. Y fueron a ver. La mamá dijo que eso no parecía maceta, pero era maceta, sólo que era una maceta extraña.

Ilustración: Yajaira Palma

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El Pétalo más Bello Cinthia Y. Montoy a

Cayó de la rosa el pétalo más bello, y se secó.

La Ranita y El Perro Perla R. Chinchilla y Emily Lanza

Había una vez una ranita pequeñita y juguetona.

Ese día se puso a jugar con un perro al que se le miraba cara de perro bueno. Cu ando estaban jugando, el perro la mordió y la dejó herida. Al día siguiente la ranita y a no abrió sus ojitos. Al perro le avisaron que la ranita se había enfermado. Cu ando la vió se echó a llorar y le pidió perdón, el perro la mojaba con sus lágrimas y de pronto la ranita despertó y lo perdonó.

la Hormiga Luch adora Vera de la Trinidad

Un día, a una hormiguita un hombre le deshizo la casita.

Y la hormiguita, muy furiosa, muy fuerte lo picó.

La Cámara Gabriela Munguía

Él paseaba y la cargaba, pero fotos no tomó porque andaba muy cansado.

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El Castillo, El Higo y La Rosa Perla Rodríguez y Skarleth Zavala

En un castillo vivía una princesa, un higo y una rosa.

La princesa admiraba al higo y a la rosa, al verlos le brillaban los ojos. La gente que pasaba por ahí los quería cortar. Cu ando la princesa miraba a la gente con esas intenciones, se ponía a llorar y les pedía que por favor no le fueran a cortar ni a su higo ni a su rosa. Así vivieron por siempre.

Ilustración: Jervin Jeferson Rodas

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Ilustración: Emily Almendárez

E l S o l e s Ta n Ve r d a d e r o C o m o l a Fl o r Astrid Montoy a R. y Anny C. Almendárez

Una vez un mago puso su mano en un árbol, vio al cielo y dijo: El sol es tan verdadero como la flor. Volteó la cabeza para el lado derecho, y en el río se reflejó un corazón de nube, y al lado izquierdo estaba un castillo y adentro había una hoja con gotas de lluvia.

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El Mango Quiere Tocar el Cielo Jaydy Padilla, Gabriela Munguía, y Emily Almendárez

Las hojas del mango quieren tocar el cielo.

Las ramas quieren llegar hasta la nube para tocar la luna.

Mi corazón alrededor del árbol lo convierte en una planta bella.

Tengo un muñeco en el tallo al que le da la luz del sol.

Cuando cae la nieve, congela al río que lleva su hielo hasta el mar.

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Ilustración: Cintia Y. Montoy a

Las Plantas son Bellas Perla A. Rodríguez

En la huerta de mi casa hay muchas plantas bellas que crecen y toman fuerza, y siguen creciendo, más, más…

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El Leñador Óscar R. Hernández

El leñador salió a buscar leña a la orilla del río, cuando encontró una balsera, y corrió a sacar la leña. De pronto encontró un lagarto debajo de una balsa y se asustó. El lagarto le dijo: Sacame de aquí que ya llevo dos semanas sin comer. Y el leñador lo sacó. Al verse libre, el lagarto le dijo: De aquí a que vaya a buscar qué comer… ¡mejor te como a vos! El leñador preocupado le contestó ¿Por qué vas a hacer eso si yo te acabo de salvar? Me parece una injusticia. Al menos preguntémosle a alguien qué opina. Y en eso iba pasando Tío Conejo, y el leñador le contó todo.

Tío Conejo dijo: A ver ¿Cómo estaba el lagarto? Y el lagarto se volvió a meter debajo de la balsa. Yo estaba así, dijo. Y Tío Conejo le dijo al leñador que le echara diez vigas encima. Luego aconsejó al leñador: Nunca ayudés a un animal que te puede comer, le dijo. Y siguió su camino.

Palabras Mágicas Mauricio Martínez, Astrid Montoy a R. y Alex E. Fúnez

¡Ábrete Mano! ¡ciérrate Mano!

Se trata de un mago que llegó a Sabá y quería acaparar todo el territorio. Como la gente se sentía amenazada decidieron no ver ni escuchar al mago. El mago así murió olvidado. Donde sepultaron el cuerpo nació un árbol, un indio desnudo que tiene la forma de la mano del mago.

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Voces Extrañas Cecilia, Skarleth y Jeferson

Un día en la iglesia, con mis compañeros, escuchamos voces extrañas, como de muerto.

De pronto estaba en el parque y no encontré el camino, era de noche. De la nada salió un hombre que sacaba y sacaba tela de araña. Me asusté y salí corriendo. Me escondí detrás de una pila y entonces desperté.

Ilustración: Cecilia Y. Canales

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El Amor de Una Princesa Anner del Cid, Ana Chirinos y Jaydy Padilla

Hay una princesa que vive en un castillo dorado y sale a ver las estrellas de la noche. Está enamorada del cazador de conejos. Cuando mira a su enamorado, siente que el viento sopla las nubes del cielo.

La Hormiga, La Abeja y La Hoja Anner del Cid, Ana Chirinos y Jaydy Padilla

Como un río sin peces, como una estrella sin luz, como el silencio, como un árbol sin hojas, como una

montaña

sin

árboles,

como

una

hoja

despegada y seca. Como una flor que se marcha y se marchita. Tan solas, que hasta la lluvia que no llora, llueve viento.

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IlustraciĂłn: Ana C. MacĂ­as

Respiremos Aire Puro Queridos amigos y amigas: Queremos que nos ayuden a no contaminar el medio ambiente y el aire que nosotros mismos respiramos. Colaboremos a combatir ese mal hĂĄbito que tenemos de tirar la basura a las calles, mares, parques, y otros lugares, y aprendamos a tirar la basura en su lugar. Esperamos que colaboren con el medio ambiente.

Atentamente: Los autores

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Educacción es un programa implementado por la agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Secretaría de Educación de Honduras, administrado por American Institutes for Research (AIR).

Las opiniones de las autoras y autores así como los puntos de vista expresados en esta publicación no reflejan la opinión de USAID. Esta publicación es posible gracias al financiamiento y asistencia técnica de USAID, convenio de cooperación No. 522-A-11-00003.