CEO de Hightelecom
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as llamadas telefónicas de los sábados universitarios eran la única forma para que los padres de Adrián Molina se enteraran de que estaba vivo. El quiteño de nacimiento, viajó (a los seis años) junto a su familia a Machala para acompañar la vida laboral de su padre. A los 17 años regresó a la capital a estudiar ingeniería electrónica en la Escuela Politécnica del Ejército (ESPE) y ahora, después de 25, es el CEO de Hightelecom, una compañía fundada -por él y cuatro socios más- en 2001.
“Si lo que vas a hacer allá, lo puedes hacer en Ecuador, hazlo aquí y apoya a tu país”
Al vivir solo, tenía dos opciones: perderse o seguir. Su vida universitaria fue un periodo de maduración: hasta cuándo, hasta qué hora… “no tenía a alguien cerca que vea por mí”. Sin celulares de por medio, una vez por semana debía ir a las cabinas de IETEL para llamar a Machala y hablar con su fami- bién desde la perspectiva del negocio. Desde lia, a quienes recuerda con gran admiración. sus inicios en el ámbito laboral, tuvo la fortuna de ocupar puestos orientados a la gestión; de hecho, en años posteriores realizó en Suecia, una especialización en Estrategia de Negocios.
Con espíritu innovador, el ingeniero - graduado en la Escuela Politécnica del Ejército- se aventuró a crear una empresa de telecomunicaciones en el 2001, año de riesgo y oportunidad económica en el país.
Cuando era adolescente quería ser piloto y su padre, a pesar de no estar de acuerdo, nunca le negó su apoyo. Sin embargo, tras una conversación con su tío militar, Adrián perdió el sueño de pilotear una nave de la FAE. “Si ingresas a la vida militar, es posible que una persona con más rango que tú te imponga su criterio”, le dijo su tío. Adrián no quiso perder su libertad.
Además, con una maestría en Administración Tecnológica en el exterior, en el 2001 tuvo la oportunidad de viajar a laborar en Estados Unidos. Su padre, nuevamente, intercedió. “Si lo que vas a hacer allá, lo puedes hacer en Ecuador, hazlo aquí y apoya a tu país”. Aceptó entonces la propuesta de sus cuatro compañeros de universidad y fundó junto a ellos Hightelecom. Sus primeras oficinas fueron los cuartos desocupados de su departamento de recién casado, lo único de propiedad de la empresa en esa época era el teléfono. El resto provenía como aporte de los socios.
Y es que cuando uno se lanza a un emprendimiento, no se debe pensar mucho. Adrián admite que si hubiese sabido todo lo que sabe ahora en estrategias de negocio, Hightelecom probablemente no existiría. “El emprendimiento requiere de mucha audacia y confianza en sí mismo, los análisis del negocio son para luego”. En el 2001 comenzó como gerente general; después de 12 Su padre es médico y Adrián se apegó a la bio- años pasó a la presidencia ejecutiva. logía desde pequeño; pero más tarde se apasionó por la tecnología, a la que vio como un mecanismo para inventar cosas nuevas. Ya en la ESPE, se convenció de que todo profesional se forma en el trabajo. Así comenzó a laborar en entidades bancarias y otras del sector TIC desde los primeros niveles. Después de graduarse emprendió el reto de crear, considerando que la creación tiene matices y que la innovación se puede aplicar tam-
AYUDANDO A LOS NEGOCIOS A SER DISRUPTIVOS c misión de la compañía. Figurando como consultores, Hightelecom no vende más cajas ni soluciones tecnológicas,
rear valor y comprender los procesos de negocios es la
ahora oferta soluciones de negocio.
A pesar de haber nacido en una época de crisis, la organización tuvo la visión de incluir líneas más sofisticadas que infraestructura básica en su portafolio, como Comunicaciones Unificadas, seguridad de la información, Contact Center, entre otras. El reto consiste en evangelizar con la idea de que la tecnología es una herramienta de innovación; la adopción tecnológica siempre debe ser en función de los logros de los clientes y debe generar un impacto positivo en el negocio. Hightelecom, a partir de una profunda transformación organizacional, se enfoca en colaborar con las empresas para mejorar la eficiencia operativa, mitigar los riesgos de negocios relacionados con la información y a mejorar la experiencia de sus clientes a partir de una metodología única, que permite desplegar soluciones innovadoras en tecnología de fácil adopción, implementadas de manera progresiva para revolucionar sus procesos de negocio. La empresa cree que la adopción tecnológica no debe ser traumática, sino adecuadamente orientada para satisfacer las necesidades del negocio.
CAPITAL HUMANO: La empresa, desde sus inicios, unió experiencias. Los socios venían de empresas en diferentes sectores estratégicos de la economía, lo que permitió – desde un principio- generar capital humano. Aunque Adrián Molina revela que los socios son diversos en aspectos personales como la música o la política, convergen en los valores fundamentales y empresariales, con los que guían la compañía.
VALORES CORPORATIVOS
PERMANENTE EVOLUCIÓN
Filosofía: “Hightelecom existe por y para sus clientes. Por lo
Puertas adentro, son autocríticos. Creen que los errores son una suerte de aprendizajes, pero minimizarlos sería errar dos veces. El crecimiento de la empresa los ha llevado a innovar en los procesos mismos de gestión y negocios.
tanto contribuimos con ellos con una propuesta de valor que, a través del entendimiento de su actividad, impacta positivamente en el negocio, utilizando la innovación y la adopción de la tecnología como medio para alcanzar sus objetivos. Desarrollamos relaciones comerciales éticas, socialmente responsables y sostenibles en el tiempo para generar beneficios mutuos.”
“No es lo mismo manejar el negocio de las pymes que el de las empresas grandes. El reto nos obligó a evolucionar y madurar”
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