El Informador en la Política SANTIAGO DE QUERÉTARO / NÚM 9 / AÑO 0
diciembre 2013
Publicación trisemanal. Ejemplar gratuito.
50 aniversario
Política y Economía, las dos caras de la moneda Conjuntar política y economía es una ecuación hasta ahora muy difícil de resolver Por: Jorge Efraín Gómez Eichelmann Cuando iniciamos esta colaboración periodística expresamos que política y economía son las dos caras de una moneda, hoy vemos al paso del año cuan difícil está resultando poder armonizar ambas fuerzas en el entramado nacional, mas aún cuando el tema social no ha sido atendido adecuadamente por lo que la pobreza ha seguido creciendo en México. El fin supremo del estado, es propugnar por el bienestar de la colectividad y política es el arte de hacer posible ello, de manera que economía es un elemento subordinado al fin supremo de la sociedad. Tan simple y complejo a la vez, el poder entender y desarrollar la rectoría económica del Estado en la búsqueda del bien común. Las fuerzas económicas en el mundo están desatadas y ellas reclaman para si el derecho de decidir el destino de la humanidad, en el caso mexicano esos poderes llamados “fácticos” se hacen presentes todos los días y su fuerza se refleja en la tendencia de todas las reformas llamadas estructurales que ha
venido impulsando el gobierno federal en los últimos doce meses. La Reforma Laboral, acotada por los intereses corporativos de los sindicatos no arrojo los beneficios que ofreció el gobierno, o sea la creación de 400,000 empleos adicionales a los que por su evolución genera la economía mexicana. La reforma en telecomunicaciones fue aprobada, sin embargo la elaboración de las leyes secundarias que hacen posible su implementación se ha detenido y ahora se ve poco probable que se apruebe o que llegue a reflejar la intención de los legisladores al aprobar la ley principal, los poderes reales de los interesados en mantener sus actividades monopólicas lo ha impedido. La Reforma Financiera, que recién ha sido aprobada, fue elaborada desde las oficinas de los grandes corporativos bancarios y financieros, siendo el estado mexicano solamente el conducto para que fuese presentada y aprobada por el Congreso de la Unión, desde luego no arrojará abaratamiento del crédito y los servicios bancarios y financieros ni tampoco que el financiamiento sea más abundante. Toca otras reformas ser discutidas y aprobadas como la enésima Reforma
Electoral que no refleja el interés ciudadano, sino más bien las posiciones e intereses de los partidos políticos y la “gran Reforma Energética”, en la que los mexicanos seremos sólo observadores de las pasiones que esta desatando y que muy difícilmente reflejará el mejor interés de México y sus ciudadanos, pues las grandes compañías petroleras harán valer todo su peso económico y político para torcerla en su mejor beneficio. Lo dicho, economía y política son la cara de una sola moneda, el jamón del sándwich es el tema social que por más que se le mencione, sólo es un instrumento de la actividad política que cotidianamente llevan a cabo los gobiernos y partidos políticos en México, por cierto muy alejada de las verdaderas necesidades sociales del pueblo.