El Informador en la Política SANTIAGO DE QUERÉTARO / NÚM 2 / AÑO 0
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mayo 2013 Política y Economía, las dos caras de la moneda La Hora de la Verdad Por: Jorge Efraín Gómez Eichelmann En política los tiempos son cruciales, si una buena iniciativa se presenta a destiempo, solo causa desatino, rechazo y en ocasiones polarización y encono, otro tanto ocurre cuando una iniciativa solo atiende a un segmento pequeño de la sociedad, de tal manera que cuando se habla de reformas, como en la actualidad en México, deben éstas proponerse en el momento oportuno, pero también abarcar a la sociedad mexicana en su conjunto, ya que la mayoría, que por lo general es la que soporta en la realidad los cambios que se proponen, poco es escuchada y muy poco representada en estas discusiones. Hemos transitado por la Reforma Laboral, que mucho tiene que ver con el desarrollo económico nacional, sirviendo como mediadora entre el capital y el trabajo, si el equilibrio de esa relación no es el adecuado, pronto generaría fricciones que darían por tierra con las buenas intenciones de los Legisladores.
Si la tendencia es favorecer solo al capital, el trabajador entrará en una zona de conflicto que podría generar desinversión y pérdida de empleos, pero si el enfoque de la reforma se inclina por apoyar en demasía al trabajador, dándole ventajas frente al capital, los inversionistas detectarán la falla y emigraran con su dinero a otros países en los cuales las condiciones laborares sean más justas. El valor de la acción política en este caso se refleja claramente en términos económicos. Otras reformas como la educativa, tienen un altísimo impacto también en el ámbito económico, basta reconocer que el desempleo se genera mayormente por la falta de preparación y capacitación del trabajador, otro tanto ocurre con la productividad de las empresas, si sus trabajadores no tienen una buena base educativa, si no están capacitados adecuadamente es imposible acceder a mejores niveles de productividad y rentabilidad. Esta reforma enlazada con
la laboral deben dar un adecuado marco para que los salarios se encadenen a la mayor productividad laboral, que genera mayor rentabilidad de los negocios, pues si no se atiende el estimulo al trabajo con mejor nivel de preparación y educación, no estará estimulando el mayor esfuerzo del trabajador. Estamos iniciando una nueva Administración Federal, el Congreso de la Unión ha terminado su primer período ordinario de sesiones, falta mucho por recorrer, ahora se cocina en las negociaciones privadas de los grupos políticos, el contenido de las otras reformas que aún están por venir: la Financiera, la Energética (recién se aprobó una insuficiente Reforma Energética) y la Hacendaria. La advertencia es clara, los grupos políticos deben sentarse a negociar, es correcto que a los grupos de poder les tomen su opinión, pero lo que es imprescindible, es que tomen en cuenta a la sociedad y su sentir, de otra suerte, serán reformas envenenadas que solo provocarán división en enfrentamiento entre Mexicanos.