El Informador en la Política SANTIAGO DE QUERÉTARO / NÚM 8 / AÑO 0
noviembre 2013
Publicación trisemanal. Ejemplar gratuito.
Política y Economía, las dos caras de la moneda Reforma Hacendaria o Miscelanea Fiscal Por: Jorge Efraín Gómez Eichelmann La iniciativa del Poder Ejecutivo presentada como Reforma Hacendaria ha sido aprobada con ligeros cambios, que no modifican las espectativas de ingreso público que se tenía contemplado. No es la largamente pospuesta Reforma Hacendaria que hace mas de 25 años hemos venido esperando los mexicanos, si acaso tiene por objeto incrementar la recaudación de dinero para las arcas públicas. Tiene sin embargo algunas innovaciones que son de aplaudir y en dos casos en particular, se orienta a atender un problema grave de salud pública. Toca por ejemplo por primera vez las altísimas utilidades que se obtienen en la Bolsa Mexicana de Valores, algo que en el resto del mundo hace muchos años se viene gravando fiscalmente, lo que le permite mayor estabilidad a la inversión bursátil, reduciendo la especulación y se reflejará en menos cambios bruscos de la economía. Se grava aunque timidamente a las empresas mineras que extraen del subsuelo la riqueza de México, tal el caso de: oro, plata, cobre y demas minerales
que sin ser propiedad de las mineras, ellas obtienen y exportan con grandes ganacias. Establecer un impuesto a las utilidades obtenidas por la extracción de la riqueza mineral, por mas modesto que este sea es un buen principio. Homologar el impuesto al valor agregado (iva), en todo el territorio nacional restablece el principio de la generalidad de la aplicación del gravamen, sin privilegios. Ciertamente en la frontera norte sobre todo, empresarios se inconforman, pero el precio final al consumidor no es cierto que sea menor que en el resto del país, de la frontera precisamente se hace un “contrabando técnico” enviando producto que los empresarios obtienen con costo del iva. Del 11% al interior del país, para que éstos ganen un 5% de utilidad por ese medio. El consumidor nunca ha visto dicho beneficio, en todo caso programas de asistencia social deberán ser implementados complementariamente, para atenuar cualquier efecto negativo entre la población. Un caso que merece todo el apoyo, se refiere al cobro de impuestos especial sobre producción y servicio (ieps), en bebidas de alto poder calorífico (sobre todo bebidas carbonatadas
popularmente llamadas refrescos), galletas, pan, cereales y otras golosinas sin alto contenido nutricional, las cuales se les califica como “comida chatarra”, que independientemente de significar ingresos fiscales, su mayor beneficio sera desalentar entre el consumidor la ingesta de alimentos que producen gordura y generan riesgo de diabetes, crear en una palabra conciencia entre el pueblo sobre la necesidad de tomar alimentos sanos y nutritivos. De parte de los productores de dichos productos, ciertamente cuentan con los avances tecnológicos que les permitirán producir alimentos que se ajusten a la necesidad de una dieta alimentaria sana y nutritiva, lo cual harán en muy corto plazo. En suma una reforma que no hace feliz a ningún contribuyente, solo a aquellos que se desenvuelven en la economía informal, a quienes se les sigue becando en un país que tiene un alto costo de atención de sus necesidades, pero que ellos no cooperan en nada.