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Guardianes de la barrera coralina
Con motivo del Día Mundial de los Arrecifes, EL ISLEÑO dialogó con Maria Fernanda Maya, cofundadora de Blue Indigo Foundation, acerca de su –entre otras– valiosa labor de restauración de corales a través de ‘guarderías’; acción en la que San Andrés ha sido pionera en el país.
Por Janeth Raga
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Cabe recordar que dicha fundación es liderada igualmente por la bióloga sanandresana Mariana Gnecco, y que en la actualidad cuentan con un equipo de trabajo conformado por los biólogos marinos locales: Trisha Forbes, Leonardo Arango y Bruce Hoyos (también instructor de buceo); además de Naida Castellón, quien está próxima a graduarse como profesional de biología.
Así mismo, que la organización viene adelantando proyectos de restauración desde hace tres años; y que desde 2022 son aliados de la iniciativa ‘Un Millón de Corales por Colombia’ del Ministerio de Ambiente, liderada por Conservación Internacional en asocio con la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Archipiélago (Coralina).
‘Guarderías’ de coral
Es importante indicar, que las labores de restauración del arrecife se desarrollan a través de estructuras dentro del mar a las cuales se les denomina ‘guarderías’: se trata de una especie de sala-cuna donde pequeños fragmentos de coral se cuelgan o se fijan a diferentes elementos, de modo que cuando alcanzan un tamaño estipulado, son trasplantados al gran arrecife para que unos y otros, de forma increíblemente mancomunada, aporten a la construcción de ‘colonias’.
Según Maya, con los recursos de Minambiente y de otros proyectos, la fundación ha instalado cinco guarderías flotantes en la zona conocida como Nirvana (suroeste de San Andrés). Básicamente son cuerdas, de 15 metros de largo por tres de ancho, con la capacidad de albergar aproximadamente 2.000 fragmentos de coral.
Adicionalmente tienen otro spot muy cerca del punto de buceo conocido como La Pirámide (al Norte de la isla), pero allí se maneja un estilo diferente de guardería: no son cuerdas sino una estructura, similar a una mesa, que no es flotante sino que queda fija en el fondo del mar.
“Allí tenemos 13 mesas donde ubicamos plugs (comúnmente llamadas ‘galletas’, dada su apariencia), que son soportes para el cultivo de microfragmentos de coral”, explicó la bióloga.
De acuerdo con la profesional, el tipo de estructura a emplear depende de la estrategia de cultivo de coral que se vaya a realizar: si se elige una guardería flotante, los fragmentos deben tener entre 3 y 5 centímetros; mientras que en las mesas solo se ponen individuos de un cm2 de tamaño, en promedio (microfragmentos), pudiendo poner en un plug hasta cinco de estos pequeños para que se atraigan entre sí y crezcan más rápido, conformando una colonia.
“Importante recalcar que todos estos procedimientos se hacen de la mano con
Coralina. La entidad, como autoridad ambiental de las islas, es quien determina las áreas para restaurar y trasplantar, y avala las acciones a realizar”, enfatizó.
Metas consolidadas
‘Un millón de Corales por Colombia’ es un proyecto a nivel nacional, que cuenta con aliados locales en cada región donde se desarrolla; cada una con sus particularidades y objetivos a alcanzar.
Para el caso de Blue Indigo, su meta era cultivar en guarderías 100 mil fragmentos, la cual se cumplió en noviembre del año pasado. Igualmente, a la fecha se han trasplantado, desde las guarderías al arrecife, 40 mil fragmentos.
La cofundadora indicó, además, que el proyecto incluye también labores de mantenimiento y monitoreo de las guarderías, para estar alerta frente a cambios de temperatura en el agua, aumento de la corriente marina, y (muy importante) la remoción de las algas que suelen irse apoderando de las estructuras y de los fragmentos.
“Para estas acciones de limpieza nos valemos de pescadores artesanales, apneistas natos, quienes son conocedores del tema de restauración coralina desde hace varios años, así que son cruciales en nuestra labor”, añadió.
Múltiples amenazas
Para finalizar, Maya se refirió a la temida enfermedad de pérdida de tejido coralino. Si bien Blue Indigo –en coordinación con Coralina– ha sido pionera en realizar acciones para hacerle frente en San Andrés, los esfuerzos no han sido suficientes ante la velocidad con que ésta se propaga y mata colonias enteras.
En efecto, la fundación promovió una colecta, con el apoyo de Agenda del Mar y varios personajes de la farándula colombiana (como Pirry y Claudia Bahamón) para comprar antibióticos, método que se usa actualmente en el Caribe para combatir el virus y tratar de salvar algunos arrecifes importantes de la isla.
En esa ocasión se recolectaron 10 millones de pesos, con lo que se desarrollaron, junto al Perry Institute de Bahamas, unos monitoreos para evaluar la presencia y el estado de la enfermedad; y se aplicaron antibióticos en algunas colonias en el arrecife.
“Aún queda mucho trabajo por hacer frente a la enfermedad, así que seguimos formulando proyectos con otras organizaciones, en busca de recursos para atender esta situación que avanza a pasos agigantados. Tristemente hemos visto la pérdida de colonias completas de coral ‘cerebro’ y ‘pilar’, de más de un metro de diámetro, en tan sólo mes y medio; lo cual es altamente preocupante”, concluyó la bióloga.
EXPERIENCIA CONJUNTA DE ANATO, CORALINA Y LA FUNDACIÓN
EARTHGREEN