El Ágora - El cóndor pasa

Nยบ 3 Junio 2014

La Roja, en octavos de final

ยกEL Cร NDOR PASA!

Marco Sotomayor Periodista Gestor del proyecto El Ágora

Luis Urrutia O´Nell (Chomsky) Periodista, académico y escritor de nueve libros sobre el fútbol chileno

Julio Salviat Periodista, escritor y académico de la UNAB

Matías Alcántara Periodista, especializado en deportes y en comunicaciones corporativas

Diseño y Producción Gráfica, VeoMarket

TAMB I É N

Daniel Pérez Periodista

E S CRI B E N:

René Naranjo Periodista y Editor de Contenidos

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M A R C O S O T O M AYO R , D I R E C T O R

La abdicación de los monarcas

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ientras en el Palacio Real de Madrid, el Rey Juan Carlos firmaba su propia abdicación, la selección española también vivía una ceremonia similar: sin reparos ni condiciones, entregaba la corona como monarca del fútbol planetario.

La actuación sólida de la Roja frenó cualquier intento de los europeos por revalidar el título conseguido hace cuatro años, en Sudáfrica.

Fuimos testigos, así, de un hecho histórico: nunca antes, eliminamos a un campeón del mundo. Habíamos tenido triunfos importantes; notables, en algunos casos (ante Francia, la ex Yugoeslavia o Italia, por ejemplo), pero el conseguido contra los ibéricos, en el Maracaná, nos deja un sabor demasiado dulce. Porque no sólo hablamos de una victoria inédita, sino de una clasificación.

Sé que es prematuro esbozar una proyección rigurosa de lo que nos espera en Brasil 2014. Y hasta dónde podremos avanzar. Sin embargo, sí somos capaces de afirmar que esta generación -que José Sulantay y Marcelo Bielsa la llevaron a niveles insospechados, a nivel juvenil y adulto, respectivamente- alcanzó un punto de maduración futbolística sorprendente.

Jorge Luis Sampaoli, con todos los

cuestionamientos que suele generar su, por momentos, actitud “absolutista”, ratifica que su estilo y sus conceptos superan a los del rosarino. Hay detalles que incomodan, decisiones inescrutables y órdenes que desorientan a una lógica elemental. Pero, al final del día, hay que coincidir en que sus propuestas, por estrambóticas que parezcan, suelen dar resultados.

El “Gato” Silva -doy un caso- respondió como central por la derecha, a pesar de sus características como jugador. En todo caso, no sé si volverá a ser confiable. Le fue bien frente a un ataque español altamente inofensivo y con un retroceso espectacular de los volantes chilenos (se dobló la marca en largos pasajes). Y agrego el excelente rendimiento de Gary Medel, siempre un aporte, sin importar qué función cumpla..

Como sea, disfrutamos de un instante histórico... con El Ágora como observador privilegiado y cronista del partido y de sus resonancias. En sus albores, nuestro medio recoge en las páginas que leerán a continuación, este momento que reposiciona al fútbol chileno en el escenario internacional más exigente -y más trascendente- de los últimos cuatro años.

Aunque falta mucho todavía en el torneo, por ahora nos quedamos mirando cómo nuestro cóndor pasa, volando cada vez más alto…

¡Chile ClasifiCa y elimina al Campeón del mundo!

Por Chomsky Dos triunfos en dos partidos le dieron a la Roja el pasaje a la segunda fase del Mundial Brasil 2014. Ahora solo resta disputar el primer lugar del grupo con Holanda, que tiene ventaja por la diferencia de gol (+5 contra +4). Los dos querrán evitar el duelo con Brasil, que no ha exhibido su mejor juego, pero es el dueño de casa.

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or mucho que la presentadora y estadística Rachel Riley hubiese pronosticado en la televisión británica que Chile será campeón del mundo en Brasil 2014, sobraban nervios durante el choque con España. Es verdad que los monarcas de Sudáfrica 2010 se cayeron a pedazos frente a Holanda y que muchos de sus mejores jugadores ya cumplieron su ciclo, pero la Roja de Jorge Sampaoli tampoco había cautivado ante Australia.

El técnico casildense eligió sumar a Francisco Silva entre los zagueros, con Gary Medel y Gonzalo Jara, y para ello dejó en el banco a Jorge Valdivia. Silva se

instaló entre Mauricio Isla y Medel, con Jara y Eugenio Mena a su izquierda, formando una línea de cinco. En otras ocasiones iba sobre Diego Costa mientras Medel esperaba libre. Delante de los zagueros se movía Marcelo Díaz, auxiliado por Charles Aránguiz, quien disponía de libertad para soltarse en el ataque. Más arriba, Arturo Vidal, detrás de Alexis Sánchez y Eduardo Vargas.

Confirmando que las personas son esclavas de su carácter, el entrenador español Vicente del Bosque ofreció un planteo tan moderado como él mismo. En instantes en que había que golpear la mesa a la hora de confeccionar la nómina titular, Del Bosque apenas sacó a Gerard Piqué y Xavi Hernández para poner a Javi Martínez y Pedro, respecto de la alineación que fue aplastada por Holanda, y mantuvo su libreto de 4-2-3-1 con un único atacante: Costa.

A los 45 segundos Chile abrió fuego con una entrada profunda de Vidal en la que le faltó con-

fianza para disparar al arco, y el remate de Vargas fue trabado al tiro de esquina.

La primera llegada de España tuvo por protagonista a Xabi Alonso, luego de un error de Aránguiz, pero Bravo achicó con éxito (14’). El mismo Alonso perdió la pelota al retrasarla, vino una combinación entre Sánchez, Vidal, Sánchez y Aránguiz y éste cedió a Vargas, el goleador esquivó la barrida con el pie de Iker Casillas y antes de que se recuperara Sergio Ramos empujó hacia la red: 1-0 (19’).

Fue el cuarto gol de Vargas a España en tres cotejos. Al cabo de los 90 minutos, el delantero de Renca sería elegido por la FIFA como el jugador del partido.

España se limitaba a establecer superioridad en la posesión del balón (68 por ciento contra 32 en la primera etapa; 67 por ciento contra 33 en el total), pero sin causar daño, sin intentar capitalizar el juego aéreo donde contaba con ventaja de estatura ni imponerse en las bandas.

Sigue

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El vuelo de Iker Casillas y el cruce de Sergio Ramos no alcanzan. Eduardo Vargas ya le dio a la pelota: 1-0.

Otra estirada de Casillas sin éxito. Impulsado por

Un nuevo fracaso de Casillas, sumado a la final de la Liga de Campeones y ante Holanda, se tradujo en el gol de Aránguiz. El tiro libre de Sánchez no era exigente y Casillas opuso una feble oposición con los puños y dejó la pelota en los pies del volante de Internacional de Porto Alegre: 2-0 (42’).

En el área de enfrente, Bravo controlaba el balón frente a la cabeza de Costa (37’) y Ramos (45’). En la segunda etapa, España se acercó con Costa, gran pase de Andrés Iniesta, pero Isla alcanzó a puntear al tiro de esquina (48’), y luego de una chilena de Costa en la que Sergio Busquets falló con la izquierda en el área penal (52’).

Lo demás, solamente disparos desde afuera del área y Bravo, flamante portero de Barcelona, respondió con acierto a los requerimientos de Santi Cazorla (79’ y 87’) y de Iniesta (83’).

En medio de ello, cuando la Roja recurría al contragolpe con Sánchez y Vargas, causaba estragos y pudo aumentar la cuenta a cifras categóricas. La más clara estuvo en los pies de Isla, quien bajo el arco elevó por mucho un centro de Mena (67’). Los dos laterales de Chile subieron juntos…

Felipe Gutiérrez por Aránguiz (63’), Valdivia por Vargas (84’) y Carlos Carmona por Vidal (87’) fueron los reemplazos de Sampaoli, cuyo comportamiento en la banca es la antípoda de Del Bosque, cuyo fuerte no se halla precisamente en navegar contra la corriente.

La superioridad numérica de Chile en todos los sectores del campo trajo a la memoria los mejores pasajes de Universidad de Chile en la Copa Sudamericana 2011 y desdibujó a España. El mérito de Sampaoli salta a la vista, sin puntos bajos y con Vidal mostrando su

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recuperación.

El triunfo de la Roja fue emotivo, aunque no requirió heroísmos. Si hasta hubo varios “ole… ole...” en el Maracaná y lo más llamativo fueron los ¡seis minutos! que agregó el cuarto árbitro. A esa altura, hacía rato que el público coreaba “¡e-li-mi-na-dos!” a los hispanos.

Viernes 13 de junio de 2014 Chile 3- Australia 1 Lo más importante en el debut de Chile ante Australia en el Mundial Brasil 2014 era sumar los tres puntos. Desde ese punto de vista, el partido frente al combinado oceánico fue un objetivo logrado. Si se repara en la actuación, abundan las críticas porque la selección dirigida por Jorge Sampaoli jugó parecido a las presentaciones ante Egipto (mayo 2014) e Irlanda del Norte (junio 2014), lejos de los rendimientos alcanzados en los amistosos contra Inglaterra en Londres (noviembre 2013) y Alemania en Stuttgart (marzo 2014).

En el cotejo con Australia en Cuiabá, Chile se puso arriba 2-0 antes del cuarto de hora inicial. La apertura del marcador nació en un cambio de frente de Jorge Valdivia hacia la derecha, allí Alexis Sánchez y Charles Aránguiz se colaron entre tres defensas, Aránguiz llegó hasta las barbas del portero Maty Ryan y metió el centro con la izquierda. Eduardo Vargas molestó al zaguero Mile Jedinak que rechazó con la cabeza y Sánchez apuntó con el borde interno entre arquero y poste: 1-0 (11’). Luego de muchos toques, en la segunda llegada Vargas arrastró dos marcas y Sánchez cedió a Valdivia, quien pisando el área pateó alto y

Charles Aránguiz, el balón ingresará cerca del vertical: 2-0.

a la derecha, en un gol como los que les vimos tantas veces a Cua-Cuá Hormazábal y Chamaco Valdés: 20 (14’).

A partir de la cómoda ventaja, Chile se fue quedando y era evidente que Arturo Vidal no participaba en el juego, que el nivel de Mauricio Isla, debido a su suplencia en la Juventus, distaba del de hace un año, y que Valdivia se apagaba.

La opción de Australia, que incurrió en el doble de faltas que Chile, radicaba en la envergadura física de sus jugadores y la apuesta al juego aéreo de Tim Cahill, no por nada nueve años centrodelantero de Everton en la liga de Inglaterra. Un error de Bravo con los pies y la marcación a distancia de Eugenio Mena dieron margen al centro destapado de Ivan Franjic desde la derecha. Cahill le sacó una cabeza de ventaja a Gary Medel en el área de meta y batió a Bravo, favorecido por la posición del arquero que vaciló entre salir o esperar en la valla: 2-1 (35’).

Pese a su baja estatura (1,70 metro), Medel es el zaguero de mayor rechazo en Chile. Claro que un asunto es anticipar en carrera y saltar en diagonal y otro esperar para saltar verticalmente. En la segunda etapa, en un centro desde la izquierda Medel volvió a fallar en el juego aéreo y Gonzalo Jara se vio obligado a tomar de la camiseta a Cahill que cabeceó hacia abajo (50’). Tres minutos después, se anuló el empate de Australia porque Cahill se hallaba en posición adelantada.

La hinchada de la Roja, abrumadoramente mayoritaria en el estadio Arena Pantanal, permanecía en silencio ante el crecimiento de Australia. La temperatura y la humedad de Cuiabá conspiraban contra Chile y

Alexis Sánchez fue uno de los cinco “españoles”, junto con Bravo, Silva, Medel y Vargas, que derrotó a España.

Bravo se rehabilitó con una gran tapada hacia su izquierda frente al disparo de zurda de Mark Bresciano y luego en el achique ante el mismo Bresciano que insistió con la derecha (56’).

El zurdo Felipe Gutiérrez reemplazó a Vidal (60’), quien no ocultó su malestar por salir, pateó una botella con la izquierda y arrojó al suelo el peto.

Chile recobró bríos en un gran pase de Sánchez a Vargas, cuyo débil remate fue salvado en la línea por Alex Wilkinson (61’). Jean Beausejour entró por Valdivia (67’) y se instaló abierto por la izquierda.

Nuevamente Cahill se impuso por una cabeza, ahora encima de Jara, pero conectó sobre el travesaño (69’).

Más tarde, Mauricio Pinilla ingresó por Vargas (87’).

En los descuentos, una jugada de Gutiérrez prolongada por Aránguiz permitió que Pinilla quedara mano a mano ante Ryan. El delantero le pegó el pelotazo al arquero y tras el rebote Beausejour tiró cruzado y marcó el tercer gol. Con ello se transformó en el primer futbolista chileno que anotó en dos Mundiales: en Sudáfrica 2010 había convertido ante Honduras.

Chile no hacía tres goles en una Copa del Mundo desde 1962, cuando se impuso también por 3-1 a Suiza en el partido inaugural.

De acuerdo con la FIFA, Sánchez fue el jugador del partido; es difícil no compartir esa elección. Y según sus estadísticas, Marcelo Díaz fue quien recorrió más kilómetros: casi 13. Dado el caudal de información que se maneja en la actualidad, es preciso recalcar que la distancia no es sinónimo de producción. El volante del Basilea no ha retomado el nivel que luciera antes de sufrir una fractura de costilla en noviembre pasado.

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RAREZAS ESTADÍSTICAS DE L Por Carlos Pérez Los 31 partidos jugados por nuestra selección, en este tipo de torneos, deparan una serie de registros numéricos muy conocidos, y que dicen relación con sus goleadores, las presencias de jugadores; cantidad de victorias, empates y derrotas; sin embargo, en el presente listado develamos datos (quizás rebuscados) que sirven para aumentar el registro de La Roja en los mundiales:

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Chile 1-Francia 0 (1930): Se anotó el primer penal perdido en la historia de estas copas, obra del chileno Carlos Vidal, quien –según reza la leyenda- se adelantó a Guillermo Subiabre y lanzó un tiro recto que se fue cómodo a las manos de francés Alexis Thepot.

En ese mismo partido: El gol del osornino Subiabre, de cabeza ante el buen arquero Thépot, está respaldado por un certero registro fotográfico que confirma la autoría de su conversión. De los 5 goles anotados por Chile en ese Mundial, es el único del que no se duda de quien convirtió.

Chile 1-Argentina 3 (1930): Ambas escuadras, con 4 puntos, definían a un semifinalista del mundial de Uruguay. A nuestra selección, como nunca, le servía el triunfo y el empate, pues llegaba con mejor goal average que los trasandinos (división de los goles a favor por los goles en contra; Chile, con 4; Argentina, con 2.3).

Chile 0-Inglaterra 2 (1950): Por vez primera, un jugador chileno que militaba en el extranjero se hacía presente en la nómina de la Selección: Jorge Robledo, El “Gringo”, llegaba desde Newcastle (Inglaterra) para reforzar al equipo nacional.

Chile 0-España 2 (1950): La primera versión del “Duelo de Rojas” se registró en idéntico escenario que el partido de Brasil 2014: El Maracaná. Y se definió antes de los 30 minutos, con goles de Basora (17’) y Zarra (30’).

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Chile 5-Estados Unidos 2 (1950): Chile sufrió 2 goles en un minuto; uno de ellos (el segundo) de penal, siendo el primero recibido por esa vía (Wallace 47’ y Maca 48’).

Además, Atilio Cremaschi señaló el primer “doblete” oficialmente reconocido (según las crónicas periodísticas) de un jugador de la Roja en los mundiales.

Chile 3-Suiza 1 (1962): Primer triunfo chileno en mundiales, remontando un marcador. Leonel Sánchez se inscribió con 2 de los 4 goles en su registro personal de aquel certamen.

Chile 2-Italia 0 (1962): Tres triunfos seguidos en mundiales. Nunca se vio algo similar en la participación chilena en la historia de las Copas del Mundo. Tras la mítica “Batalla de Santiago”, que el árbitro Ken Aston recordará tiempo después para crear las tarjetas (amarilla y roja).

Chile 0-Alemania 2 (1962): Segundo gol de penal que recibe nuestro país en su historia mundialista; obra de Szymaniak (21’). Al igual que en Suiza 1954, el anfitrión caía en un partido de fase de grupos: eso le valía a Chile “moverse” de Santiago a disputar su duelo de cuartos de final en Arica.

Chile 2-URSS 1 (1962): Partido que se resuelve con dos goles chilenos desde fuera del área; lo cual en ese tiempo constituye una rareza: el célebre tiro libre de Leonel Sánchez y el disparo rasante de Eladio Rojas, 27 segundos después de reiniciar el partido tras el empate transitorio de Chislenko.

Chile 2-Brasil 4 (1962): El partido más importante de la historia para la Roja. Fue la primera vez que nuestro representativo recibía cuatro goles en contra en un partido mundialista. Además, Leonel Sánchez señaló en ese partido el primer gol de penal para la selección en una cita planetaria.

Chile 1-Yugoeslavia 0 (1962): El inolvidable gol de Eladio Rojas, al filo del tiempo reglamentario; es la conversión más tardía de la selección en un duelo mundialista. Además, se firmó el mejor rendimiento nacional en un torneo planetario: 4 triunfos sobre 6 partidos.

Chile 0-Italia 2 (1966): Luis Eyzaguirre, Alberto Fouillioux y Leonel Sánchez fueron los tres sobrevivientes de “La Batalla de Santiago” que enfrentaron a la Squadra Azzurra en la revancha en Sunderland. Del seleccionado europeo, no había ningún jugador que se repitiera. Segunda vez que enfrentábamos a los italianos en una copa.

Chile 1-Corea del Norte 1 (1966): En el primer partido de la selección ante un seleccionado asiático, que sería la revelación del torneo. Rubén Mar-

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LA ROJA EN LOS MUNDIALES cos señaló el segundo gol chileno en mundiales vía penal.

Sin embargo, el postrero gol coreano complicaría las (hipotéticas) chances de avanzar a cuartos de final.

Chile 1-URSS 2 (1966): Segundo partido contra un mismo rival en la historia de las participaciones chilenas. Y se repite el marcador de 1962, pero se invierte el ganador. Rubén Marcos se convierte en uno de los jugadores chilenos que ha señalado más de un gol en la Copa del Mundo.

Chile 0- Alemania Federal 1 (1974): Por segunda vez en su historia, la selección anima el partido inaugural de un campeonato mundial. En Berlín, no se tiene el mismo destino que en Santiago (1962), y los dirigidos por Luis Álamos reciben el gol en contra número 23, que desequilibra la diferencia de gol histórica de Chile, dejándola en -1.

Chile 1-Alemania Oriental 1 (1974): Sergio Ahumada, por ese entonces en Colo Colo, convierte la única cifra de Chile en el evento; la participación nacional con menos goles a favor en un campeonato del mundo.

Chile 0-Australia 0 (1974): El exclusivo duelo ante un rival de Oceanía (para 2014, Australia clasificó como representante de la Confederación Asiática) ha sido hasta ahora el único empate 0-0 registrado por nuestro país en la historia de la Copa del Mundo. Y cortaba una racha de 5 partidos recibiendo goles. Al igual que lo observado entre 1930 (contra Argentina) y 1962 (ante Suiza).

Chile 0-Austria 1 (1982): Cuarto penal a favor en la historia de la selección en Mundiales, y segundo yerro. Por segunda vez en la historia, se completaban 2 partidos sin anotar en las copas.

Chile 1-Alemania Federal 4 (1982): Por tercera vez en la historia, un rival se repite ante La Roja. Y por segunda oportunidad, Chile recibe 4 goles en un partido.

Además, el de Rummenigge es el primer hat-trick que un jugador rival le anota a la selección en un partido mundialista.

Chile 2-Argelia 3 (1982): Además de perder en el primer partido ante un rival africano, Miguel Ángel Neira se convierte, hasta ahora, en el último jugador chileno en lanzar un penal en un Mundial.

Chile 2-Italia 2 (1998): Desde el partido con Corea del Norte (1966) que una selección chilena no disfrutaba de una ventaja en el marcador. La paridad italiana, lograda por Roberto Baggio, llegó a través del tercer penal cobrado en contra de Chile en la historia de las copas.

Chile 1-Austria 1 (1998): El gol austríaco, obra de Ivica Vastic; es el más tardío recibido por la selec-

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ción en sus nueve participaciones en mundiales. El reloj señalaba el segundo minuto de los tres de descuento que había señalado el árbitro egipcio Gamal Al Ghandour.

Chile 1-Camerún 1 (1998): El gol de José Luis Sierra se convirtió en la segunda anotación a través de tiro libre en las participaciones chilenas en la copa. ¿El primero? El soberbio derechazo de Jorge Toro ante Gilmar, en las semifinales de 1962.

Chile 1-Brasil 4 (1998): Por tercera (y última vez, hasta ahora) nuestro representativo recibía 4 goles en la Copa, repitiéndose, al igual que en 1962, el mismo verdugo. Era el decimotercer partido de la Roja sin ganar en un mundial.

Chile 1-Honduras 0 (2010): 13 partidos sin ganar en un mundial. Jean Beausejour (en ese entonces en el América de México) se transforma en el tercer jugador “extranjero” en anotar por la Roja en un Mundial, tras Robledo (1950) y Salas (1998).

Chile 1-Suiza 0 (2010): Al igual que en 1930 (frente a México y Francia), la selección enlazaba 2 partidos con el arco invicto, registro histórico para la Roja. Claudio Bravo, además, quedaba a un partido de superar a Roberto Cortés (1930) como el arquero chileno con más partidos con la valla invicta.

Chile 1-España 2 (2010): Por tercera vez en la historia, nuestro país enfrentó al futuro campeón de la Copa (antes Brasil en 1962 y Alemania Federal (1974).

Rodrigo Millar convierte el séptimo gol de un jugador colocolino en las participaciones mundialistas de Chile.

Chile 0-Brasil 3 (2010): Por primera vez nuestra selección enfrentaba por tercera ocasión a un rival en la historia de las copas. Y el saldo seguiría siendo negativo, tras la aplastante diferencia que el Scratch marca sobre la Roja.

Chile 3-Australia 1 (2014): Al sabido registro de Jean Beausejour (único chileno en anotar en dos copas del mundo), hay que agregar que con el gol de Cahill (2-1 transitorio) desde 1974, Chile siempre recibió goles de cabeza en estos torneos (Hoffmann en 1974; Schachner en 1982; Mboma y César Sampaio en 1998; Juan en 2010).

Chile 2-España 0 (2014): En el tercer duelo mundialista frente a los europeos, se logra una serie de hitos: Primer triunfo sobre España, primer triunfo sobre un campeón del mundo en la Copa, eliminando al Campeón vigente del torneo, avanzando a octavos de final en la segunda fecha. Los registros del elenco de Sampaoli en la feliz jornada de Maracaná son historia pura, aun cuando el recuerdo está fresco en el campo brasileño.

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HISTORIA

La NaraNja MecáNica Por Luis Urrutia O’Nell

A propósito del próximo duelo de Chile, recordamos a la mejor selección holandesa de todos los tiempos. Aquella que dio origen al concepto del "fútbol total", con Rinus Michels en la banca, y Johan Cryuff, como el cerebro de un equipo extraordinario.

Johan Cruyff, el cerebro de la Naranja Mecánica, perseguido por el alemán Berti Vogts. El arranque finalizará con el penal de Uli Hoeness y el primer gol de Holanda en la final 1974.

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uego del fracaso de Chile en la Copa del Mundo Inglaterra 1966, el dirigente Juan Goñi se despachó con dos frases para el bronce. Una, dijo que la solución del fútbol chileno requería bencina y fósforo. Dos, que Rubén Marcos había sido el mejor futbolista nacional porque era de Osorno y allí había sido alimentado con leche y queso. Los ingeniosos ironizaron con que entonces Holanda debería ser campeón del mundo dada su producción de lácteos…

En esos años, la selección de los Países Bajos no pasaba de ocupar un lugar secundario en Europa.

Ocho años después, le daba la razón a Goñi.

En el Mundial de Alemania Federal 1974, Holanda fue una revolución por su estilo de “fútbol total”. Bautizado como la Naranja Mecánica por el color de su camiseta y en alusión a la novela del británico Anthony Burgess llevada al cine por el estadounidense Stanley Kubrick, ese equipo fue forjado por Rinus Michels. El entrenador holandés había seguido toda la campaña de Brasil en México 1970, desde la sede de Guadalajara hasta la final en el Estadio Azteca, y llegó a la conclusión que la técnica del astro Pelé y compañía solo podía ser contrarrestada a través de la presión (pressing) en determinadas zonas de la cancha de dos o más jugadores contra uno del rival. Esto lo detalla Michels en un texto que tuve la pésima ocurrencia de prestarle a Juvenal Olmos, el flamante seleccionador chileno, en Juan Pinto Durán. Olmos no solamente no lo leyó, sino que lo extravió y en ese caso mal pudo devolver el libro…

El esquema de Holanda era un 4-3-3. En la defensa actuaban Wim Suurbier, Arie Haan, Wim Rijbergen y Ruud Krol. Rijbergen era el último zaguero y años más tarde dirigiría sin éxito a Universidad Católica. En el mediocampo jugaban Johann Neeskens, Win Jansen y Willem van Hanegem. Neeskens se movía de área a área, Jansen era volante de contención y el zurdo Van Ha-

negem sacrificaba su corte individual en función del colectivo. En el ataque, Johnny Rep, Johan Cruyff y Rob Rensenbrink. Rep actuaba en el ala derecha y era goleador, en tanto que Rensenbrink lo hacía en la izquierda. Cruyff fue el cerebro de la Naranja Mecánica, el futbolista más parecido a Alfredo di Stéfano, de quien imitaba su juego en toda la cancha. En el presente, cuando se halla de moda hablar del “falso 9” no está demás recordar que el transandino Adolfo Pedernera era “falso 9” hace más de 70 años, el argentino-hispano Di Stéfano hace 60, el inglés Bobby Charlton hace 50 y el holandés Cruyff hace 40 años.

Holanda sorprendió con el vértigo de su juego, la presión en el mediocampo y la velocidad para pasar al ataque. Cuando perdía el balón, no retrocedía y buscaba recuperarlo lo más lejos de su arco, corriendo riegos pero sin perder el equilibrio. El

talón de Aquiles de la formación era el arquero Jan Jongbloed. Michels lo eligió en lugar de Piet Schrijvers porque Jongbloed jugaba mejor con los pies, pero su nivel entre los palos era inferior. La final de la Copa del Mundo 1974 significó la victoria de los especialistas por sobre quienes jugaban de todo: Alemania Federal contaba con un mejor portero (Sepp Maier), un mejor líbero (Franz Beckenbauer) y un mejor goleador (Gerd Müller).

La Naranja Mecánica trascendió en la historia, pese a que perdió dos definiciones en Mundiales: en Alemania Federal 1974 y en Argentina 1978, donde ya no contaba con Cruyff y en la banca estaba el austriaco Ernst Happel. En ambos casos le tocó medirse con las selecciones dueñas de casa y le habría bastado trocar a los arqueros, a Jongbloed con el alemán Maier y el argentino Ubaldo Fillol, para coronarse campeón.

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REGALO HISTÓRICO

MEDALLA ORIGINAL PRIMER CAMPEONATO MUNDIAL DE FÚTBOL URUGUAY 1930

Exclusivo Suscriptores A quien traiga la mayor cantidad de nuevos suscriptores hasta el 14 de julio de 2014, *recibirá de regalo esta fantástica reliquia, que conmemora el Campeonato Mundial de Fútbol Uruguay 1930, donde los charrúas ganaron el primer título de la historia. *En caso de empates se realizará un sorteo para elegir al ganador.

MÁS INFORMACIÓN

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PERFILES Por Julio Salviat

PERFILES

UNA MARAVILLA DESDE

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los 15 años de edad fue dueño de sus primeros zapatos de fútbol, regalados por el entonces alcalde de Tocopilla, a quien le agradeció el gesto marcando ocho goles en un partido. A los 16, ya estaba jugando la Copa Libertadores con la camiseta de Cobreloa. A los 17 figuraba con subrayado en la lista de contrataciones del Udinese italiano. A los 18 formaba parte de un equipo de lujo en Colo Colo, con Matías Fernández, Jorge Valdivia, Humberto Suazo y otros jugadores de ese calibre, y además era titular en la selección adulta en una gira que realizó por Europa y que contempló partidos contra Irlanda, Costa de Marfil y Suecia. A los 19 eludía rivales y recibía aplausos en River Plate. A los 20 se incorporó al Udinese, donde poco tiempo después obtuvo el honorífico título de “mejor jugador de la liga italiana”.

Hoy, instalado en el Barcelona e indiscutido en la selección, Alexis Sánchez está por apagar 26 velitas (en diciembre) y ya cumplió varias de las metas que se propuso cuando niño. Le queda la más ambiciosa de las que formuló en voz alta cuando lavaba autos para ayudar en la casa: ser “el mejor del mundo”.

LAS PENAS DEL “DILLA”

COMUNICACIONES ANFP

“Dilla”, le decían cuando pequeño. ¿Significado? Hay varias versiones. No faltan los que se aseguran que era el diminutivo de ladilla, por lo rápido, inquieto y molestoso que era. Más probable es que provenga de ardilla, casi por las mismas características. Y hay quienes niegan lo anterior y aseguran que le pusieron así por la pesadilla que causaba a los defensores rivales con sus amagues y esquives Como sea, el talento quedó expuesto desde que iba a la escuela. En las pichangas de recreo era imposible quitarle la pelota. Y le gustaba tanto jugar en los picados vespertinos, que era el único que, anocheciendo, se atrevía a entrar al cementerio para recuperar el balón, con tal de seguir el partido.

Su destino pudo cambiar muchas veces.

Siendo niño, viviendo en Rancagua, se integró

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a la filial de Universidad Católica en esa ciudad. Y nadie se fijó…

Quemel Farías, un formador de jugadores que lo dirigió en un campeonato amateur en Taltal, lo recomendó en Colo Colo. Un esguince en el tobillo lo hizo volver casi inmediatamente a Tocopilla.

Pero era cuestión de tiempo. Cuando Nelson Acosta lo vio en un partido del campeonato sub 14, jugando por las inferiores de Cobreloa, lo citó para que entrenara con los mayores. Y al año siguiente, con apenas 15 años, ya estaba haciendo goles en el equipo superior.

ASTRO EN BARCELONA Su traspaso al Barcelona destrozó el récord que ostentaba Marcelo Salas en materia de traspasos. La cifra de 23,5 millones de dólares que pagó la Juve a la Lazio en el 2001 quedó chiquitita frente a los 43 millones que desembolsó Barcelona para quitárselo al Udinese.

Ahí comenzó una historia que aún no termina y que lo tiene encumbrado entre los mejores delanteros del mundo… a pesar de Messi.

Alexis nunca se ha referido al astro argentino con algún resentimiento. Pero es notorio que no hay reciprocidad en el juego: Sánchez hace lo posible para que el rosarino anote y se luzca; Messi hace lo imposible con tal de no habilitar al chileno.

Coincidentemente, los mejores partidos de Alexis por el Barcelona han sido cuando no está Messi. Con él ausente, funcionó muy bien la sociedad con Neymar, quien le procuró las habilitaciones que le permitieron ser el segundo goleador de su equipo y el cuarto anotador en la liga española en la última temporada.

En la Selección, en cambio, Alexis tiene más libertades y puede desplegar de mejor forma su indiscutido talento. Es ahí donde demuestra que puede ser el mejor del mundo.

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NIÑO

FORTALEZAS

Los que lo vieron con una pelota cuando iba a la escuela en Tocopilla ya sabían que llegaría a ser un jugador profesional. Lo que sólo él sabía -y lo pregonaba- es que estaba destinado a ser uno de los mejores delanteros del mundo.

Gran velocidad, buen esquive, remate duro, aceptable cabezazo, enorme solidaridad, espíritu de lucha. En las últimas temporadas hizo desaparecer su gran déficit inicial: la falta de finiquito. Ha perfeccionado las virtudes que lo hicieron destacar desde niño.

DEBILIDADES Se engolosina demasiado, a veces, y se pierden oportunidades aprovechables con una entrega pronta. Su afán de colaboración lo lleva a veces a desordenarse. Tiende también a simular faltas que no existen.

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COMUNICACIONES ANFP

FORTALEZAS Buena estatura, aceptable velocidad, gran precisión en los centros. Los entrenadores lo toman en cuenta por su ductibilidad táctica y porque puede desempeñarse en distintos puestos y funciones.

DEBILIDADES Es muy monotemático en sus maniobras, y defensores avispados pronto encuentran el modo de anularlo. Le falta dominar mejor la pierna derecha y perfeccionar el cabezazo.

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La alegría afroamericana y la serenidad mapuche se funden para darle características especiales a este jugador que ha hecho más carrera en el extranjero que en Chile y que fue descubierto por Marcelo Bielsa cuando nadie había reparado en él.

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Resistido por la mayoría de los hinchas y convocado por los tres últimos directores técnicos nacionales, Jean Beausejour cierra bocas reprobadoras cada cuatro años: en Sudáfrica 2010 anotó el gol con que Chile derrotó a Honduras en el debut mundialero. Y ahora, en Brasil 2014, selló una victoria que parecía escaparse al convertir el tercer tanto en la victoria sobre Australia.

Y, con eso, entró a la historia como el único futbolista chileno que anotó goles en dos Mundiales. Lo que no pudieron goleadores históricos como Eberardo Villalobos (1930), Jorge Robledo (1950), Honorino Landa (1962 y 1966), Carlos Caszely (en 1974 y 1982), Iván Zamorano (1998) y Humberto Suazo (2014), que nunca anotaron en la cita máxima, lo consiguió este hijo de haitiana y mapuche descubierto por Marcelo Bielsa cuando nadie había reparado en él.

Con 30 años de edad, Ningún futbolero puede asegurar que Beausejour no estará en el Mundial de Rusia, en 2018, ni que se quedará sin anotar si es que asiste como jugador. Para entonces habrá cumplido 34 años.

“Palmatoria” -así le dicen en recuerdo del célebre personaje de la revista Barrabases- parece capaz de todo. Si le ganó a la vida, no tiene por qué dejarse ganar por el fútbol.

blado de Pelleque, comuna de Teodoro Schmidt, en plena Araucanía. “Allí participé de sus ritos, de sus costumbres, sí es que me siento muy orgulloso de llevar un apellido mapuche. Si bien lo que más aflora en mí es la tez negra, africana, me siento muy identificado con el pueblo de mi madre”.

La alegría afroamericana y la serenidad mapuche son características que ha llevado al fútbol. Se le ve radiante en los entrenamientos, tranquilo en los momentos de apuro y serio al momento de jugar. Tal vez por su carácter pacífico, fue el que menos dio de qué hablar entre los cuatro del vergonzoso “Bautizazo”.

VIAJERO EMPEDERNIDO Así lo vieron cuando se probaba en la “U”, cuando debutó en la UC, cuando emigró al Servette suizo. De ahí en adelante fue un eterno viajero. Hasta en segunda división brasileña estuvo: ahí defendió al Gremio, de donde partió al Kaa Gent belga.

Tal vez ése ha sido problema de “Palmatoria”: ha jugado más afuera que en casa.

Al volver de Europa, en 2007, se integró a Cobreloa. Pero fue en O’Higgins, al año siguiente, donde encontró un nido más acogedor, como para quedarse un tiempo. Ahí, casi simultáneamente, lo descubrieron Marcelo Bielsa, que lo llamó a la Selección, y el América de México, que se lo llevó con un buen contrato por tres años.

Pero tampoco duró mucho allí: el Birmingham de Inglaterra le venía siguiendo los pasos y lo incorporó en 2010. Y después de ganar la Copa Carling con ese equipo, se fue el Wigan, en el que estuvo hasta hace poco en segunda división.

Ahora es jugador libre y dueño de sus destino.

Bielsa le tiene echado el ojo para llevarlo al Olimpique de Marsella, pero también hay interés en el Everton y el Hull City, de la Premier League.

Habrá que esperar un tiempo, entonces, antes de verlo en canchas locales.

PROFETA EN TIERRA AJENA

ORGULLO MAPUCHE Al revés de mucho, Beausejour no oculta sus orígenes y se agrega gustoso a la lista de futbolistas mapuche que destacaron en el fútbol profesional chileno.

En esa lista aparecen desde Miguel Ardiman hasta Mauricio Tampe, pasando -entre otros- por Dagoberto Currimilla, Gonzalo Fierro, Francisco Huaquipán, Alfonso Neculñir y Marcelo Salas.

En una entrevista que le hizo Felipe Camiroaga hace cuatro años en el programa Animal Nocturno, ya dejó establecido su apego por la raza materna.

Una explicación que dio para esos afectos era que desde niño veraneó en la casa de sus tíos, en el po-

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UN TURBO PARA GOLEAR FORTALEZAS Su gran velocidad le permite llegar a pases largos y superar a defensores poco avispados. Sabe esquivar en espacios reducidos, tiene gran sentido del juego de conjunto, es despierto para hacer diagonales en beneficio suyo o de los compañeros. Y es muy frío para resolver cuando enfrenta a los arqueros.

DEBILIDADES Él mismo reconoce que es inconstante y que se “quema” cuando las jugadas no le resultan como él quiere o cuando no recibe el pase cuando él pica a los espacios vacíos. Le falta mejorar la técnica del cabezazo y conseguir mejores porcentajes en la recuperación.

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Velocidad para superar a los defensores y frialdad para definir frente a los arqueros que achican (como ante Iker Casillas, en el Maracaná), son dos de las cualidades sobresalientes del delantero que se crió en Renca y que fue mirado en menos por entrenadores connotados, como Gerardo Pelusso y Claudio Borghi.

DE RENCA A LA GLORIA Destino común con otros futbolistas connotados: infancia transcurrida en hogares humildes y con diversión permanente en canchas de tierra.

A Eduardo Vargas le correspondió criarse en Renca y crecer futbolísticamente en el Internacional, de la Villa Sarmiento. Hoy están mano a mano: el club le dio lugar para desarrollar sus valiosas condiciones y el jugador le procuró un cheque por casi 150 millones de pesos por el mecanismo de solidaridad que aplica la FIFA a los clubes en que se formaron las estrellas.

Dicen los vecinos que “Edu” se llevaba el día entero en

la cancha, y que allí le vieron maniobras muy parecidas a las que han derivado en goles en competencias internacionales. Eludir al arquero no era difícil para él. Sorprenderlos con tiros de distancia, tampoco. Arrancar desde media cancha y definir con frialdad, menos.

Y lo acusan de haber estado condenado a sobresalir, porque tiene sangre de deportistas: su abuelo y su tío son dos de los personajes más representativos en la historia de ese club.

Su mamá se encargó también de cuidarle el camino en sectores donde era fácil desviarse. Si no llegó antes a un club grande fue solamente porque él no se creía demasiado el cuento.

SAMPAOLI EN SU CAMINO La Revista del Sábado, de El Mercurio, lo incluyó entre los futuros líderes del país hace un par de años. Y lo describía así: “Un dato para entender la mente de Eduardo Vargas: pese a que su pase está tasado en más de diez millones de dólares y a ser el principal candidato a ser elegido el mejor futbolista de América, pese a que los gigantes se lo pelean, él prefiere vivir con sus papás en Renca”.

A la larga, “Turbomán” llegó adonde debía llegar. Su tránsito por las divisiones menores de Palestino y Universidad Católica dejó poca huella, y fue en Cobreloa donde encontró mejor refugio. Pero fue Jorge Sampaoli el que pulsó la techa para que diera la mejor nota en el fútbol.

Ya estaba en la “U” cuando llegó el casildense, pero Gerardo Pelusso lo ponía de volante, o no lo ponía, y Claudio Borghi no quería ver sus virtudes para llamarlo a la Selección.

Sampaoli lo acomodó en la punta derecha, y era todo lo que él necesitaba.

De ahí a la Roja. Y en ella, todo el poder de gol desplegado en canchas locales y extranjeras.

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Sólo dos jugadores del plantel mundialista actual son menores que él: Miiko Albornoz y Felipe Gutiérrez. Con 24 años edad y en plena madurez futbolística, Eduardo Vargas se ha convertido en un jugador clave dentro del funcionamiento de la Roja.

Máximo goleador en la fase preparatoria, no pudo anotar en el debut mundialista. Pero anduvo cerca: un defensor australiano rechazó desde la línea un suave remate suyo que había superado al arquero y se encaminaba hacia la red, y un árbitro marfileño le abortó un ataque que lo enfrentaba al guardavallas rival, cobrando un posición adelantada inexistente.

Con una novia brasileña acompañándolo, ha jugado en cuatro clubes, de distintos países, en las últimas temporadas. Dejó a la “U” como campeón de la Copa Sudamericana, en la que se consagró como goleador-record con 11 dianas, y se fue el Napoli italiano a cambio de 15 millones de dólares. Como no fue considerado por el técnico, se fue a préstamo al Cruzeiro brasileño, donde reeditó su fama de romperredes. Y cuando estaba en muy buen momento, lo solicitó el Valencia español, y ahí le dio grandes dividendos a su técnico, Juan Antonio Pizzi, que lo recomendó con la etiqueta de “uno de los mejores delanteros del mundo”.

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uando Mauricio Pinilla estaba en el club escocés Heart of Midlotian, el multimillonario empresario ruso-lituano que había comprado las acciones del club quiso cambiar algunas cláusulas del contrato. Ya no tendría una remuneración fija, sino un sueldo base precario más premios por partido jugado y bonos por goles convertidos. Pero con un agregado: un guardia para vigilarlo día y noche, controlar su alimentación e informar sobre su comportamiento.

Razonablemente, “Pinigol” dejó el club. Como ha ocurrido durante toda su carrera, no le costaría mucho encontrar algún otro interesado en sus servicios. Pero nadie podía decir que el dueño de ese club estaba equivocado: desde siempre hubo que cuidarlo más allá de lo razonable para que no se perdiera en la noche.

La calidad futbolística mostrada por Pinilla desde que debutó en la “U” en 2002 para consagrarse meteóricamente como gran goleador ha chocado permanentemente con las lesiones y las indisciplinas.

AÑOS DE SEQUÍA Metro 85 de estatura, físico delgado, piernas ágiles, cabezazo letal, disparo fulminante. Casi todo lo que un delantero quisiera tener.

Y por eso es tan apreciado cuando está en buenas condiciones físicas.

El problema es que debió transcurrir mucho tiempo para que lo consiguiera. Mérito especial de su esposa, Gisella Gallardo, que sacrificó estudios para darle hijos, acompañarlo y enderezarlo.

Tenía 24 años cuando renunció en Escocia. Y ya había pasado por la “U”, el Chievo Verona (prestado por el Milan, que adquirió su pase), el Sporting de Lisboa (al que llegó a préstamo sin haber hecho goles en Italia), el Racing de Santander (donde estuvo un año y sólo tuvo un festejo) y había vuelto a la “U” (donde fue un desastre).

Entonces se fue a Brasil, al Vasco Da Gama. Balance: dos goles en cuatro partidos. De ahí, por seis meses, al Apollon Limasso, de Chipre: un gol en el debut, y nada más.

En la división B italiana encontró, en 2009, la buena senda. Pretendía jugar por el Brescia, pero recaló en el Grosseto. Y allí fue ídolo: 24 goles en 24 partidos. Y, aparte, quedó inscrito en la historia del fútbol italiano al batir el récord que ostentaba Gabriel Batistuta, que

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UN TALENTO DESPERDICIADO

Las condiciones que mostró el debutar en la “U” hace 12 año pensar en un fenómeno de clase mundial. Después de una d oscuridad, en la que no le faltaron clubes ni fiestas, retomó p su rumbo futbolístico y familiar.

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ños hacían década de por fin

FORTALEZAS

Pese a su físico espigado, sabe jugar con los pies, aunque su fuerte sigue siendo el cabezazo. Es hombre de área, pero también se mueve por los costados y se engancha para maniobras creativas. Es valiente y por lo general define bien.

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había anotado goles en 11 partidos consecutivos. Pinilla lo hizo en 12.

Con ese gran antecedente, escaló rápidamente. Lo contrató el Palermo, de la serie A, y respondió con 11 anotaciones en la temporada.

El 2012 se fue a préstamo al Cagliari, y allí en su primera temporada, fue elegido “el segundo mejor refuerzo de invierno” de la liga italiana.

Ahí estaba –todavía está- cuando Jorge Sampaoli se hizo cargo de la Selección y pensó en él. Pocos creían que llegaría a la lista final de 23. Pero el casildense necesitaba un jugador distinto para circunstancias especiales. Un jugador de área capaz de conectar en el

La falta de profesionalismo le ha jugado siempre en contra, y no siempre está en su mejor estado físico. Se lesiona con facilidad y eso lo hace jugar medido. Le queda mejorar el remate de zurda.

juego aéreo de las dos áreas y de impedir rechazos fáciles a los defensores adversarios, y capaz también de definir partidos estrechos.

Así ocurrió en el amistoso con Irlanda y estuvo a punto de suceder en el debut con Australia. Aprovechó una y desperdició otra, pero marcó presencia.

Hace tiempo que no aparece en páginas o programas no deportivos. Y lo confesó en un reciente programa de televisión: “Ahora sí que soy otro. Lo estaba botando todo por no se profesional ciento por ciento.

Entrenaba muy mal, me acostaba tarde, no me alimentaba como debía. Pero todo eso se acabó”.

Que Dios lo escuche.

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Por Daniel Pérez Pavez Periodista

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l Huaso Lalo, el Cristo y el Chapulín, entre otros, son personajes de la fauna futbolera que fueron germinando en los vericuetos de un medio de explosivo crecimiento económico y los intersticios que permite el sistema. Entre los viejos hinchas de la época romántica y los nuevos barristas que crecieron bajo la economía de libre mercado hay un abismo infranqueable que fija la frontera del honor y la moral, la pasión y la conveniencia, y establece aquellos caminos que jamás pueden cruzarse entre unos y otros…

De puro corazón, el entrañable Pelado Yuraidini se pasó cincuenta años tocando la trompeta para detonar los ceacheí en el estadio Nacional, durante los buenos y malos viejos tiempos en que la Selección era la suma de todos amores y no el “tesoro” para estrujar contratos millonarios de sponsoraje gracias al fervor popular. Es cierto, los barristas se fueron perfeccionando en la forma de acercarse al poder y obtener granjerías, como entradas, lienzos, buses y apoyo en dinero para mover masas según la conveniencia del momento y, en ese trance, perdieron la credibilidad y la gente de tablón dejó de someterse a su liderazgo. En aquella etapa intermedia entre Alemania ’74 y España ’82 el país cambió tanto que a golpes perdió la inocencia, los hinchas dejaron de gritar desde el corazón por sus colores y en la coyuntura profitaron los oportunistas que descubrieron como ser barristas profesionales sin pasar por una academia ni templarse en décadas de gitaneo por las canchas alentando a sus equipos.

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“Juego de Patriotas”, un reality mundialista Hoy, la televisión nos asombra con su incasable cobertura mundialista y, en esa distorsión de una realidad demasiado evidente, nos expone a un espejo de actitudes paradojales y absurdas.

Dieciocho horas al día de show mundialista pone a prueba la tolerancia y la inteligencia de cualquiera, pero afecta más que todo el sentido común y exige tomar distancia del fenómeno para no caer en un nacionalismo tan básico como enfermizo, que transforma el torneo de selecciones en una guerra (mediática) moderna, donde los chilenos viajan miles de kilómetros a “hacer patria” envueltos en una bandera roja y catalizados por el entusiasmo y una nutrida alacena, a “luchar” por el honor de la bandera y la insignia con el supuesto amateurismo que pregona Sampaoli…

De pronto, la cámara muestra el rostro contraído de un hincha de ojos llorosos mientras su puño apretado se posa sobre la pechera roja y vocifera el himno nacional en actitud aguerrida,

pero el plano se abre y lo desdramatiza todo, trasparentando la comodidad de las butacas bajo el sol fraterno de Río de Janeiro. Termina el partido y la noche es generosa en diversión y encantos con esos “legionarios” foráneos que pronto volverán en caravana de 80 horas por las carreteras de Sudamérica, enfocados con insistencia por la TV que ya los consagró como héroes de la patria. Y ellos, por cierto, lo asumen, se empoderan y actúan como tales, convencidos de que los valores más sublimes del amor a la nación están en juego mientras comparten una parrillada y vacían otra cerveza sin sacarse la “roja” del cuerpo. Y es que, tuerta, majadera y tozuda, la TV transmite ese mensaje precario, ninguneando a esos pobreschilenos (sólo casi 17 millones) que siguieron desafiando el trabajo, que no dejaron el colegio, que no se endeudaron por años y que miran el Mundial con esporádicos arrebatos de pasión y cierto desdén por una fiesta que sólo retumba en el vecindario lejano.

En rigor, la patria no se juega en un partido ni el Mundial es una moderna legión extranjera para patriotas de teleserie. Y las hazañas de la Selección tampoco tienen parentesco con el heroísmo épico de O’Higgins, Prat ni Manuel Rodríguez. Dar una dimensión sensata al espectáculo mundialista en su repercusión universal es tan trascendente como comprender que el fútbol y la vida están tan enlazados como lo definió Albert Camus (“lo que más sé acerca de moral y de las obligaciones de los hombres, se lo debo al fútbol”), pero que una Copa, definitivamente, no diploma a los barristas de patriotas…

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Por René Naranjo, Periodista y Editor de Contenidos

El poder de la voz

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asta hace no mucho, en el entretiempo de las transmisiones televisivas de los partidos mundialistas, había espacio para que los comentaristas hicieran sus análisis desde la comodidad del set. Los canales chilenos tiraban al aire sus tandas comerciales y luego siempre quedaban al menos cinco minutitos para que los analistas (a menudo personajes serios y bien encorbatados) desmenuzaran el juego y aportaran con un punto de vista más reflexivo y extenso que los que emitían durante el partido mismo.

Esos tiempos ya son historia. En las transmisiones televisivas de Brasil 2014, los entretiempos están reservados para los comerciales y algún brevísimos despacho en vivo desde fuera de los estadios, lo que provoca que comentaristas y relatores salgan poco y nada en cámara.

Ya no son rostros, son voces. Es la tele radial, y comotal, tiene nuevos códigos y exigencias.

En las transmisiones de este Mundial (y en los campeonatos que vendrán, sin duda) todo pasa por la voz. La imagen va con el partido, con cámaras que se multiplican para captar al instante todos los ángulos de una jugada, a velocidad normal y al ralenti. Las diferencias están en las voces. Y más aún, en las expresiones y emociones que transmiten esas voces.

Y es allí donde se ha impuesto Canal 13. Con voces bien fogueadas en la radio, como Aldo Rómulo Schiappacasse, Juan Cristóbal Guarello e Ignacio Valenzuela, más el relato vibrante, encendido, de Claudio Palma, las transmisiones mundialistas del ex canal católico han marcado claro liderazgo de sintonía sobre TVN.

Como en la radio, lo que importa aquí es ser directo, preciso y aportar contenido en cada una de las intervenciones de los comentaristas; en el caso del relator, se trata de una sola cosa: hacer que el espectador viva el partido como si estuviera sentado ahí mismo en el estadio.

Estamos en un momento en que vivir la experiencia cuenta más que analizarla, en que sentirse virtualmente en un determinado escenario está más cotizado que reflexionarla desde una cierta racionalidad. Y este estado de cosas lo entendieron bien en el 13. En ese canal optaron entonces por periodistas profesionales con oficio en esto de identificar, emocionar y analizar sólo cuando se da la ocasión; en TVN, en cambio, prefirieron nombres relevantes del fútbol, como Bonini y Pellegrini, que sin duda son grandes conversadores, pero que no poseen esa puntería que da la radio para acertar de inmediato, en el vértigo de la transmisión, con el contenido, el momento y el tono del apunte.

Hoy la voz tiene que ser oportuna y también empática. Debe tener fuerza y remecerte, para que desde la casa te sientas como si estuvieras en Río, Cuiabá o Sao Paulo. La voz tiene que transportarte y permitir que, en medio de la emoción, en el momento justo, aparezca el dato informativo o el comentario sobre el desarrollo del juego.No caben aquí las distancias.

Tampoco se trata de 'saber más de fútbol', sino de saber comunicar sin dejar de lado la pasión.

Todo debe conducir a la experiencia.

Como si tú estuvieras ahí.

Esa es la nueva ley de este fútbol en TV, que hoy le debe todo a la radio.