Nยบ 5 Julio 2014
ยกTAN CERCA, TAN LEJOS!
Marco Sotomayor Periodista Gestor del proyecto El Ágora
Luis Urrutia O´Nell (Chomsky) Periodista, académico y escritor de nueve libros sobre el fútbol chileno
Julio Salviat Periodista, escritor y académico de la UNAB
Daniel Pérez Periodista
Matías Alcántara Periodista, especializado en deportes y en comunicaciones corporativas
Francisco Coloane Sociólogo y comentarista internacional
Diseño y Producción Gráfica, VeoMarket
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M A R C O S O T O M AYO R , D I R E C T O R
Una hoja de ruta
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ablemos en serio, después de enjugar algunas lágrimas y aplaudir hasta rabiar los 120 minutos de Chile ante el Scratch: ¿y a partir de ahora, qué? Surge la Copa América en 2015 (seremos anfitriones) y, rápidamente, las nuevas Clasificatorias para acceder a un cupo para el Mundial de Rusia. Los desafíos se acercan, en inversa proporción al crepitar de los festejos y de las sonrisas por lo realizado en Brasil. Esta generación comenzará a desgranarse. Ya no será el mismo grupo. Incluso, hasta el estratego podría partir si recibe una oferta demasiado seductora para proseguir su carrera en otras latitudes. Asomarán cambios, de eso no cabe ninguna duda. ¿Perderemos todo lo avanzado? Porque es evidente que, a nivel de Selección, el fútbol chileno muestra una grata evolución. Lo primero es prever los nuevos escenarios; lo segundo, fortalecer los cimientos construidos y mantener una hoja de ruta inalterable. Esta planificación deberá hacerse con visión de mediano y de largo plazo; es decir, con una consistencia a prueba de las deserciones colectivas o individuales. Lo que suele llamarse política deportiva. Pienso en Holanda. Antes de la irrupción de esa generación excepcional, que encabezaron Rinus Michels y Johan Cruyff, ese país figuraba en los puestos secundarios o terciarios de las competencias europeas y mundiales. Todo cambió con el Ajax de fines de los '60 y con la Naranja Mecánica en Alemania '74, donde alcanzó el subcampeonato.
Luego, cuatro años más tarde, en Argentina '78, sin Michels y sin Cruyff... también llegó a la final. No estaban los artífices del "fútbol total", pero su trabajo resultó tan sólido, que la selección, con Ernst Happel en la banca, también rozó el título y la gloria. Hoy, los "tulipanes" siguen siendo respetados en el mundo entero, y ya están instalados en cuartos de final en Brasil 2014. La extrapolación es muy básica: hay que seguir ejemplos como ese. Nuestro estilo, matices más, matices menos, parece estar definido (futbolistas técnicamente bien dotados, jugando con intensidad). Hay que reforzar el tema disciplinario dentro y fuera de la cancha (ahí, escuchemos a Gary Medel), y replicar, en las selecciones menores un modelo parecido. Esbozo en pocas líneas un plan que debe tener muchas más resonancias, por supuesto. Pero apunto -creo- en la dirección correcta: no podemos perder lo que se ha conseguido en los últimos años, desde que José Sulantay tomó a gran parte de este plantel y la llevó al podio en el Mundial de Canadá Sub '20. Una línea de tiempo marcada por hitos como los de Colo Colo 2006 y de la Universidad de Chile 2011, y por los nombres de Marcelo Bielsa y Jorge Luis Sampaoli. Esto es lo mismo que le decía el fiel Sancho Panza a Don Quijote: "Porque la mayor locura que puede hacer un hombre en esta vida es dejarse morir, sin más ni más...". Deshacer el camino recorrido, entonces, sería más que una locura: una estupidez.
Ofrecemos cinco claves en la eliminación de la Roja. Nos sobró la actitud y el coraje, pero faltó trabajar una serie de detalles futbolísticos. Nos queda el consuelo de que, como nunca, tuvimos a Brasil al alcance de un remate.
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…DE NUEVO Y LA MISMA PIE Por Marco Sotomayor
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or tercera vez consecutiva, en la misma instancia y frente al mismo rival. Parece un chiste tonto, una mala película o una triste tradición. Lo concreto fue que los brasileños nuevamente nos mandaron para la casa en una Copa del Mundo. Como en el ’98 y en 2010. Sin embargo, en esta oportunidad, hubo matices: forzamos un alargue, luego de un 1-1 a lo largo de los 90 minutos; tuvimos un remate en el horizontal (Mauricio Pinilla, 119’) y, aunque en la definición por penales nos faltó jerarquía, terminamos la serie con otro palo -vertical izquierdo de Julio César- esta vez de Gonzalo Jara. Es decir, estuvimos más cerca que nunca de eliminar a los brasileños, aun concediendo de que se trata de uno de los peores Scratch de la historia. Hasta aquí, todo haría pensar que el “infortunio” jugó del lado enemigo y que, a pesar del resultado final, el coraje mostrado por los jugadores chilenos bien vale la pena una copa simbólica. Algo así como los campeones mundiales del temperamento y de la actitud. En parte, esa lectura es correcta, pues vimos una entrega realmente conmovedora: Gary Medel, con un muslo desgarrado; Arturo Vidal, jugando en un 50 o 60 por ciento de su plenitud física; Alexis Sánchez y Charles Aránguiz, acalambrados… Por eso, en Chile, se generó una suerte de histeria colectiva a la llegada de la Roja a Pudahuel. Desde el aeropuerto hasta La
Moneda, primero, y a Juan miles de personas, comenzan chelle Bachelet, dieron al pla ganadores. ¿Imaginan lo que pasará e mente conquistemos el título Pero el resultado no pasa, e la valentía ni por la mala sue muchos factores, incluyendo, y los aciertos de cada lado. V 1.- Esquema y elección de j en éste y en cualquier part mismo diagrama propuesto y con idénticos jugadores. E nuestros externos nos hacía d cinco. Dado que no teníamo generación de fútbol intentó (escaso aporte de Mauricio Is nio Mena) y gracias a la mov elaboración y en el finiquito) de Vidal. La ausencia de un Valdivia) restaba precisión en variantes ofensivas y propició para Eduardo Vargas, pese a q mala entrega de Hulk y hab (31’). Sampaoli nunca repitió el equipo, ese que arrancó ant Vidal, Aránguiz y Valdivia. D pero dejar en la banca al vola tidos tan importantes como f
CON EDRA
n Pinto Durán, después, ndo por la presidenta Miantel un recibimiento de
en este país cuando realo del mundo? en sentido estricto, ni por erte. Es una sumatoria de o, obviamente, los errores Veamos algunos: jugadores: Fundamentales tido. Sampaoli apeló al frente a España: 3-4-1-2, En rigor, el retroceso de defender con una línea de os un enganche clásico, la ó hacerse desde la bandas sla, algo más activo Eugevilidad de Sánchez (en la ) y el aporte intermitente n “10” (es decir, de Jorge n la entrega, disminuía las ó una evidente orfandad que “Edu” interceptó una bilitó a Sánchez en el gol
mediocampo “ideal” del te los australianos: Díaz, Desconocemos la razón, ante del Palmeiras en parfrente a Holanda (ingresó Sigue
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recién en el minuto 70) y contra Brasil, nos parece un grueso error. El ingreso de Felipe Gutiérrez por Vargas (55’) desconcertó a moros y a cristianos, excepto porque el volante del Twente se convirtió en uno de los caprichos del estratego. Si bien Chile controló más el trámite en el segundo tiempo, prácticamente no llegamos al arco de Julio César, de no mediar por esa pared entre Vidal e Isla, que conectó Aránguiz y que el portero brasileño envió al córner (64’). Nos quedamos con mayor posesión, pero sin profundidad. Una situación que cambiaría con el ingreso de Pinilla. Atrás, abrazado a la idea de convertir a Francisco Silva en un zaguero central, ubicó al “Gato”, acompañando a Medel y a Gonzalo Jara, desechando la línea de cuatro. Pues bien, en el primer tiempo, un alto porcentaje de la penetración brasileña se dio por el sector derecho, mal cubierto por Isla y por Silva. Menos mal
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que Neymar estuvo divorciado de la red… 2.- Juego aéreo defensivo: Antes de salir de Santiago, a Sampaoli se le advirtió en todos los tonos acerca de la estatura de nuestra defensa, la más baja del torneo. Resultado: nos marcaron cuatro goles, tres de ellos producto de nuestro mal juego aéreo defensivo. Brasil, por ejemplo, aprovechó la pasividad de nuestra defensa en esa materia para abrir la cuenta (17’). Thiago pivoteó por arriba un córner de Neymar y, en el segundo palo, Jara batió a Bravo, con un rechazo imperfecto. Ojo, que si no conectaba el zaguero, el gol era de David Luiz. Triple falta, entonces. 3.- Falta de jerarquía en los penales: Los lanzamientos penales están lejos de ser una lotería. Son una cuestión de categoría, de frialdad y de técnica. Chile pateó cinco y erró tres. Poco que decir. Extraño en jugadores como Pinilla (especialista en el Cagliari) y Sánchez, quien tal vez tiene la excusa de los calambres. Pero si no estaba en condiciones, no debió asumir la responsabilidad. Díaz y Aránguiz, en su nivel ¿Y Jara? Nos parece que su opción fue por descarte, pues jamás ha sido un especialista (ni en la Selección ni en sus equipos). Dos centímetros menos y la pelota entra. Dos centímetros que separan a un jugador preparado para esa esa instancia y otro que fue improvisado. 4.- Bravo y Medel: Son los nombres que resaltan en el balance. El primero, jugó uno de los mejores partidos de su carrera. Proyectó solvencia a sus compañeros; mezcló tapadas con rechazos a los costados y atrapando el balón; salidas con un timming perfecto; reflejos y sobriedad... Un repertorio que hace pensar
hasta en la titularidad de Bravo en el Barcelona. Sobre Medel, quizás el mejor elogio para un jugador: recursos futbolísticos notables, en equilibrio con un temperamento y una entrega fuera de todo lo normal. Un gigante. 5.- Sánchez y Pinilla: Alexis tuva una oportunidad clara y la mandó adentro. Ratificó, así, que su mayor área de influencia en cerca del pórtico enemigo. Debido a ese par de duelos jugado antes del viaje al Mundial (frente a Egipto y a Irlanda), la gente -y, al parecer, el cuerpo técnico- se entusiasmó con un Sánchez habilitador. Pero, una cosa son los amistosos y otra, los partidos “de verdad”, por puntos. Al no estar Valdivia, el hombre del Barca quiso asumir esa función, sólo con éxitos esporádicos (pase al propio Valdivia en el segundo tanto frente a Australia, por ejemplo). Respecto de Pinilla, también estuvo a dos centímetros de la gloria. El horizontal negó un gol trascendente. Tal vez el delantero debió optar por meterle más borde interno al derechazo (más ubicación y menos potencia). Como sea, esa jugada quedará en la historia del fútbol chileno. En los penales, fracasó con estruendo. He aquí algunas claves de esta nueva eliminación. Con un gusto diferente, es cierto. Sin embargo, nos queda claro que profundizando esta propuesta, sosteniéndola en el tiempo por sobre determinados nombres propios, nuestro equipo consolidará un nuevo estatus a nivel internacional: y de mendigo oscuro lo haremos rey... (acomodo, para cerrar, este verso de Vicente Huidobro, muy en consonancia con el ambiente épico que nos rodea).
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BRAVO, MEDEL Y ALEXIS CON LA BANDERA A TOPE Por Daniel Pérez Pavez
Chile se fue del Mundial con la frente en alto y varios nombres de “gran” nivel futbolístico. A continuación el balance individual del partido con Brasil.
Bravo: Jugó su mejor partido de esta Copa del Mundo y del último tiempo. Le tapó un penal a Hulk, fue líder del equipo desde su tremendo aporte futbolístico y frisó una actuación superlativa.
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Medel: Estaba desgarrado y jugó contra la opinión médica, que otra vez tuvo escaso poder de decisión. Guapo y eficiente, quedó entre las figuras relevantes del balance y terminó como estandarte.
Silva: Aplicado, cultades en sobre todo tiempo. A pondió a l de Sampo jugando u que ni él e
Sánchez: Un crack, im gol, se enga balón y siem chileno. Fue
pero con difin la marca, o en el primer Al cabo, resla confianza oli y terminó un Mundial esperaba.
Jara: El día y la noche, con dos errores que le impidieron consagrar un desempeño notable. Intervino en el gol de David Luiz que incluso se le atribuye como autogol y en el último penal el poste impidió que salvara la opción de Chile.
mparable para los brasileños. Hizo un anchó con claridad en el manejo del mpre empuñó la bandera del “asalto” e más que el Alexis del Barcelona.
Isla: Irregular, alejado del nivel óptimo y con altibajos en la banda derecha.
Aránguiz: Trajinador incansable, estuvo a punto de anotar un golazo de zurda en una jugada perfecta que desvió Julio César. Se ganó el puesto con despliegue y jerarquía.
Díaz: El temporizador del mediocampo mantuvo el orden y luchó sin claudicar pero no gravitó demasiado.
Vargas: Valioso para producir desgaste de la zaga rival, aunque carente de penetración y de presencia en el área.
Mena: Solvente en la marca y continuo agente ofensivo por la izquierda, tuvo más trabajo defensivo que opciones de proyectarse.
Vidal: El temperamento de siempre, sin el posicionamiento ideal en un esquema que le exigió sacrificio y le restó brillo y trascendencia.
SIN MAGIA NI “JOGO BONITO" El diario argentino Olé, sin soslayar la rivalidad endógena con los brasileños, tituló que Chile le propinó “una paliza táctica” a los pentacampeones del mundo, en una síntesis del empate que, al fin, devino en los penales que frustraron a todo un país. El deslucido Brasil de Belo Horizonte fue producto de sus limitaciones y de las exigencias que impuso un rival sin complejos. Salvo algunos faros de notable rendimiento, el gran equipo que reclama la “torcida” no apareció en el Mineirao y hasta genera cierto pudor la comparación con el “Scrtach” de las épocas más dulces. En rigor, el portero Julio César, el central David Luiz, el lateral Marcelo e inevitablemente el sobrevalorado Neymar, son claves en una fuerza colectiva de circuitos alternos, sin espacio para fulgores ni desbordes individuales. En contraposición a un Chile que siempre traduce una fuerza colectiva, este Brasil va en busca del título con chispazos y destellos que -definitivamente- no alcanzan para un juego de magia…
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Sobre héroeS y tumbaS Por Luis Urrutia O’Nell
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l primer peldaño de la actual generación de futbolistas lo construyó el coquimbano José Sulantay al seleccionarlos para el Mundial sub 20 de Canadá 2007. El segundo, fue los títulos obtenidos en el Colo Colo de Claudio Borghi. El tercero, la llegada de Marcelo Bielsa que significó un salto de calidad. Le siguió un retroceso cuando el Bichi Borghi asumió el mando de la Roja y un nuevo impulso con la ascensión de Jorge Luis Sampaoli. El estilo trabajólico del rosarino, el énfasis en las tareas tácticas, el vértigo para presionar e instalarse en el campo del enemigo y la experiencia de la Copa del Mundo Sudáfrica 2010 fue terreno fértil para el casildense, que retomó la posta de su compatriota y sumó el capital de todo el plantel compitiendo en Europa. Más allá de la campaña en Brasil, la selección de Sampaoli no repitió el juego exhibido en las eliminatorias ni en los amistosos frente a Inglaterra en Londres (2-0) y Alemania en Stuttgart (0-1). Se mantuvo la presión en el campo contrario, pero sin el vértigo de antes. Sus ocasiones de gol se redujeron, y sufrió goles en pelotas detenidas y de contragolpe. La lesión de Arturo Vidal conspiró contra el rendimiento del equipo, a lo que en octavos de final se sumó el desgarro de Gary Medel y al final el agotamiento de Charles Aránguiz y Alexis Sánchez.
En el estreno, Chile pasó 2-0 arriba de Australia casi sin saber leer ni escribir. Después cayó en un pozo y los oceánicos estuvieron a un paso del empate. Frente a España ofreció lo mejor de su repertorio, partiendo por la actitud reflejada en la concentración y aplicación, y en la solidaridad para imponer superioridad numérica en todos los sectores de la cancha, tal como hizo Universidad de Chile cuando conquistó la Copa Sudamericana 2011. Así y todo, con el campeón del mundo cayéndose a pedazos y abusando del toque, llamó la atención la cantidad de oportunidades de gol que se crearon los hispanos. Contra Holanda, Chile se vio impotente y dio la impresión de que aunque jugara dos días no iba a convertir un gol. Con el resultado en la mano, el técnico holandés Louis van Gaal se jactó de que había ganado el equipo más astuto. Otro gallo habría cantado si el empate hubiese clasificado primero en el grupo a Chile, idéntico objetivo al de Holanda para evitar el choque con Brasil, lo que obligó a Sampaoli a correr riegos y exponerse al contragolpe. Esa tarde lo que sorprendió fue la escasa profundidad en el ataque de Chile, que llevó a sus jugadores a preten-
der la sanción de un penal a favor una media docena de veces. Las declaraciones de futbolistas como Claudio Bravo, generalmente mesurado, criticando al árbitro fueron ejemplos de la impotencia. Uno no presencia los entrenamientos y entonces mal puede saber el motivo de la desafección de algunos jugadores, del real estado del zaguero Marco González, cuya presencia en el plantel se consideraba segura por su estatura y juego aéreo. Tampoco conoce los detalles del estado atlético de Jorge Valdivia, pero sí sabe que sin él en la cancha Eduardo Vargas se muere de frío. Los entrenadores gustan de darse algunos lujos, Sampaoli no fue la excepción y apostó a Francisco Silva y Felipe Gutiérrez. Otro asunto en el que no existe información es saber a cuánta exigencia fueron sometidos en los entrenamientos jugadores que venían de temporadas durísimas. ¿Cómo se produjo el desgarro de Medel?, por ejemplo. Hay quien dice que, visto fríamente, los números de Jorge Luis Sampaoli en Brasil 2014 resisten comparación con los de Marcelo Bielsa en Sudáfrica 2010 y con los del uruguayo nacionalizado Nelson Acosta en Francia 1998. Los tres clasificaron a la segunda fase de un Mundial y allí quedaron eliminados en el primer partido, ante el mismo rival: Brasil. Es cierto que este Brasil debe ser el peor de la historia, que se puede discutir acerca de la justicia de lo sucedido en el minuto 120, pero ya en la instancia de la definición por penales, el porcentaje de acierto fue de 40 contra 60 y ahí no se puede decir nada. En esta sociedad llena de vorágine que privilegia el presente, los medios nacionales decretaron que el de Belo Horizonte fue “el partido de mayor tensión futbolística de su historia”. Esto no puede ser compartido por quienes vimos Chile-Yugoslavia en 1962. Esa tarde, la selección de Fernando Riera quedó con ocho jugadores contra 11, había tres en una pierna (Jorge Toro, Carlos Campos y Manuel Rodríguez), no estaban permitidos los cambios y de prolongarse el 0-0 en los 90 minutos, correspondía disputar otros 30 en inferioridad numérica. En esas condiciones, Chile siguió jugando al ataque y en el minuto 81 hubo un penal a Eladio Rojas que no fue sancionado. Después, casi en los descuentos, el propio Eladio (autogol mediante) desató la locura, con 80 mil almas arrojando sus cojines al aire y saludando con pañuelos blancos…
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El mordisco dE la discordia La agresión canina del uruguayo Luis Suárez sobre el italiano Giorgio Chielini derivó en la más drástica sanción aplicada por la FIFA a un jugador en la fase final de la Copa del mundo. ¿Estuvo bien o fue exagerado? Aquí, algunas respuestas. Por Julio Salviat
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n la puja por ganar la posición, se dieron todos los manotazos acostumbrados hasta que el zaguero Giorgio Chieleni se puso de frente a su arco defendiendo la pelota y Luis Suárez quedó a sus espaldas. Impotente, el uruguayo bajó la cabeza hasta el hombro del italiano, abrió la boca y le clavó los dientes. De inmediato, el “charrúa” cayó sentado y se llevó la mano a la cara como si él hubiese sido el agredido, mientras el italiano mostraba el hombro con las huellas del mordisco. Los 39.706 espectadores que contemplaban el duelo en el estadio Arena das Dunas, en Natal, quedaron asombrados, pero no veían el detalle. El árbitro, el mexicano Marco Rodríguez, tampoco lo advirtió e hizo seguir el juego. Pero había unas veinte cámaras grabando desde distintos ángulos lo que sucedía en la cancha. Y fueron ellas las que acusaron a Suárez para que la Comisión Disciplinaria de la FIFA aplicara el castigo más drástico que recuerda la historia contra un infractor en una Copa del Mundo: suspendido por los próximos nueve partidos internacionales de la selección uruguaya, inhabilitado para ejercer cualquier actividad deportiva relacionada con el fútbol (deportiva, administrativa o cualquier otra) durante cuatro meses, impedido de ingresar a cualquier estadio durante ese mismo período (incluyendo los partidos de su selección), condenado a una multa de 82 mil euros (algo así como 60 millones de pesos). Y, además, puso en duda su ya inminente traspaso al Barcelona de España por unos 100 millones de dólares. “UN CHICO BUENO” Para quienes reclamaron que “si el árbitro no lo vio, no debieron sancionarlo”, ya había un buen argumento en contra: a comienzos de este año, Joseph Blatter se había referido al tema de las revisiones de imágenes. En una columna publicada en el semanario de la FIFA, el mandamás del fútbol escribió: “Las evidencias en video pueden contribuir enormemente al juego limpio, si los órganos disciplinarios están preparados para usarlas, y deberían estarlo". Para quienes lo trataron de “un chico bueno que a veces se desmadra”, como dijeron muchos de
sus defensores, había otra posición contraria y categórica: la reincidencia. Ese chico bueno ya había sido sancionado con diez partidos de suspensión por morder el brazo de Branislav Ivanovic, jugador del Chelsea, jugando por el Liverpool, en abril del año pasado. Anteriormente, en 2010, cuando jugaba por el Ajax holandés, lo castigaron con siete partidos de suspensión por morder a Otman Bakkal, del PSV. El Comité Disciplinario está constituido por 18 miembros. Por curiosa coincidencia, lo preside un suizo (en ese país está la sede de la FIFA) y lo secunda un paraguayo (en éste se encuentra la casa matriz de la Confederación Sudamericana). El juicio, si se puede llamar así cuando hay condena sin defensa del acusado, fue muy breve: dos días después de la agresión se comunicaba el fallo y se le quitaba a Suárez la credencial que lo acreditaba como jugador del Mundial. “No se puede tolerar este tipo de comportamiento en un terreno de juego, especialmente cuando millones de personas tienen la vista puesta en los jugadores”, argumentó la Comisión, mientras el castigado tomaba el primer avión con destino a Montevideo. POSIBLE APELACIÓN A dos días de su regreso al histórico Maracaná, donde el sábado Uruguay disputaría con Colombia su paso a los cuartos de final, la Celeste se quedó sin su goleador y máxima figura. Suárez no estuvo en el debut, frente a Costa Rica, y su equipo perdió por 3 a 1. Reapareció ante Inglaterra, y anotó los dos goles de la victoria. Volvió a jugar contra Italia, y provocó las mejores atajadas del arquero Buffon. Estaba llamado a ser uno de los máximos protagonistas en la gran cita. Eso, más la drasticidad de la sanción, produjo una polémica que se extendió por todo el mundo. ApareSigue
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cieron los memes en las redes sociales, se tomó como “cuestión de Estado” en Uruguay, se analizó el caso desde todos los ángulos jurídico-deportivos. Uruguay anunció de inmediato una apelación, para la que tenía 21 días de plazo, y no descartaba recurrir a un tribunal superior: el Tribunal de Arbitraje del Deporte. Sin embargo, sus dirigentes aclararon de inmediato que “no está contemplado el retiro nuestro del Mundial”. Una medida de ese tipo podría significar para el fútbol uruguayo una sanción tanto o más “pesada” que la aplicada a Chile por retirarse de la cancha en el partido con Brasil por las Clasificatorias del Mundial de Italia ‘90. Tal como ocurriera inicialmente en nuestro “Maracanazo”, con Roberto Rojas simulando haber recibido un bengalazo, los uruguayos consideraron “absolutamente exagerado” el castigo de la FIFA porque “no había prueba contundente para una sanción tan dura”. Y agregaban otra justificación. “Hemos visto jugadas más agresivas en las que el tribunal no ha actuado con esa severidad”. Se recordaba que, en Estados Unidos ’94, al italiano Mauro Tassotti se le aplicaron ocho partidos de suspensión por un codazo al español Luis Enrique (ver recuadro) y que el cabezazo del francés Zinedine Zedane al italiano Marco Materazzi, en la final de Alemania ’06, significó sólo tres encuentros. DEBATE JURÍDICO La FIFA tiene similitudes con el Vaticano: su palabra es ley. Y, a veces, dogma. Sus resoluciones son inapelables, aunque se haga la apelación. De ahí el irónico dicho “anda a reclamarle a la Fifa”, cuando se ha cometido una injusticia. La mayoría de los juristas chilenos que tiene relación con el fútbol concordaron con el fallo de la Comisión Disciplinaria. Uno de los más prestigiosos y serios, Luis Bates, que alguna vez presidió una sala del Tribunal de Disciplina de la ANFP y que fue ministro de Justicia durante el
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gobierno de Ricardo Lagos, lo encontró “un castigo razonable desde el punto de vista de la proporcionalidad de la pena”, según publicó El Mercurio. Consideró tres razones para justificar la pena: la reincidencia, la necesidad de dar un ejemplo educador y la intención de Suárez de provocar para luego victimizarse ante una posible reacción del rival. Con él coincide absolutamente un novato en el tribunal futbolístico, el fiscal Ernesto Vásquez. Un miembro del Tribunal de Honor del fútbol chileno, el abogado constitucionalista Eugenio Evans, sostuvo que si ese incidente se hubiera producido en Chile, en el misma situación y con las mismas agravantes de reiteración, “merecería un castigo a perpetuidad”. Pero no está de acuerdo en que se le prohíba asistir a espectáculos deportivos porque “eso es casi un atentado a la libertad individual de la persona, a la libertad de desplazamiento”. Punto de divergencia es también el hecho de que se sancione a un jugador sin que la falta esté tipificada en un código, como sostiene –también en El Mercurio- el penalista Luis Hermosilla, otro miembro del Tribunal de Honor. “Al no estar escrita, la pena genera la sensación de que la justicia es opinable y que hay arbitrariedad y discrecionalidad de parte de los que lo juzgaron”. A grandes rasgos, se puede sostener que el mundo deportivo está de acuerdo en que la sanción tenía que ser ejemplificadora. Que un mordisco se sale del “juego”: el fútbol se juega con varias partes del cuerpo, pero no con los dientes. El cabezazo, el codazo, el pancorazo, la zancadilla, el manotazo y hasta el escupitajo constituyen faltas graves y gravísimas. Pero el mordisco no tiene perdón de Dios, por lo alevoso y animal. Por eso no convence a los uruguayos, que ven en esto una maniobra de venganza por la eliminación de Inglaterra e Italia. Hasta el admirado y ejemplar Presidente Mujica traspapeló la cordura al decir que “a Suárez no lo elegimos para filósofo, ni para mecánico ni para que tenga buenos modales”.
Los capitanes de Argentina y Chile en el Mundial de Uruguay 1930: Nolo Ferreira y Chato Subiabre.
Peras con manzanas PorChomsky
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esultó increíble que Óscar Tabárez haya mandado al tacho de la basura sus años de pedagogo y las décadas de experiencia en el fútbol para reaccionar como un hincha. Más lamentable aún que haya utilizado las palabras “moralidad barata”. Lo mismo reza para el presidente de Uruguay. Hay que ponerse la venda en los ojos para pretender que el mordisco de Luis Suárez no existió. ¿Y el antecedente del castigo de siete partidos en Holanda y de 10 en Inglaterra? Las redes sociales se hicieron un festín con las ocurrencias graciosas respecto de la mordida de Suárez. Y los medios escarbaron en los archivos buscando otro tipo de agresiones, aunque fuese mezclar peras con manzanas, en la historia de los Mundiales. En el
primero de ellos, en Montevideo 1930, el delantero osornino Guillermo Subiabre, bautizado Chato por su estatura pequeña, noqueó de un puñetazo al argentino Luis Monti, apodado Doble Ancho por su musculatura. Así lo relató Subiabre años más tarde: “Todos recordarán nuestro partido con Argentina, que no encontró el fácil triunfo que esperaba; jugábamos de igual a igual. Doble Ancho Monti actuaba de centre-half; cada intervención conmigo resultaba un diálogo, y no de los más agradables, tanto en palabras como en mis canillas. Llegó un momento en que Monti recordó a toda mi familia, desde la que me dio la vida, entonces asomó el indio y reaccioné como tal: uno de mis combos, que guardo con más cariño, llegó hasta la mandíbula del gigante Monti, y costó algunos minutos recordarle que estaba en la cancha… Yo oía rugir la hinchada oriental, y al final del partido fui sacado en Sigue
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hombros. Monti, en actuaciones posteriores, bajó enormemente su estándar de juego, y en el partido final, debiendo ser la base de los argentinos, estuvo muy lejos de su juego acostumbrado”. Décadas después, con ocasión de un torneo sudamericano en Montevideo, un colega uruguayo tomó del brazo a un chileno y lo llevó a un lado: –Aquí –le dijo, mostrándole un sector de la cancha– fue donde Subiabre sentó a Monti de una trompada en el Mundial 1930. –Hombre –le respondió, bromeando–, es una lástima que no hayan colocado una placa conmemorativa… Otro golpe de puño, tan famoso como el del Chato Subiabre, fue el que le propinó Leonel Sánchez al italiano Mario David en la llamada Batalla de Santiago en 1962. Con el pretexto de sacarle la pelota que se hallaba entre las piernas de Sánchez sentado en el pasto, David lo pasó a llevar con un puntapié, entonces Leonel se paró y le aplicó un gancho de izquierda en el mentón que dio con David en tierra. Es
un error común, replicado en internet, repetir que el árbitro expulsó a David solamente. Los amonestó a los dos, no expulsó a ninguno. En la jugada siguiente David fue a buscar a Sánchez con un salto de karateca y lo golpeó detrás del hombro izquierdo. Entonces fue expulsado. La Copa del Mundo España 1982 registró una plancha del argentino Diego Maradona, ofuscado por la goleada de 3-0, al brasileño Batista en el estadio Sarriá, de Barcelona. El juez mexicano Rubio Vásquez le mostró la tarjeta roja (85’). La incidencia más peligrosa ocurrió en el estadio Ramón Sánchez Pizjuan, de Sevilla: el francés Patrick Battiston fue a buscar un pelotazo de Michel Platini y fue embestido violentamente por el arquero alemán Harald Schumacher (70’). A raíz del impacto, Battiston resultó con una conmoción cerebral, la rotura de una vértebra y de la mandíbula y dos dientes menos. Tan fuerte fue el encontronazo que hubo que retirarlo en camilla del terreno de juego. El árbitro holandés Charles Cover ni siquiera amonestó a Schumacher. En
colombia, por primera vez entre los 8 mejores El equipo de Pekerman buscó el triunfo desde los primeros minutos, mientras que Uruguay se replegó como esperando una oportunidad de contragolpe o un gol desde un balón detenido. La presión cafetera tuvo efecto con una insistencia reiterada que encontró premio en una genialidad del goleador del equipo y del Mundial, James Rodríguez. El 10 del Mónaco
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amortiguó de pecho y con un zurdazo desde fuera del área dejó sin chances a Muslera. Golazo a los ´28 que alimentaba el sueño colombiano de llegar por primera vez a cuartos de final de un Mundial. Uruguay tuvo un primer tiempo muy opaco. Casi no exigió a Ospina. Y en el segundo, los celestes entraron igual de dormidos porque Colombia siguió presionando hasta ampliar la diferencia en el minuto `50, luego de una extraordinaria jugada con toques de primera y con una habilitación perfecta de Cuadrado a James, que puso el 2 a 0 y su quinta conquista personal, que lo ubica al tope en la tabla de artilleros. El maestro Tabárez reemplazó a un casi inexistente Forlán por Stuani, y a “Palito” Pereira por Gastón Ramírez, cambios que le dieron algo de profundidad a los celestes, que llegaron con remates de media distancia y con un mano a mano de Maxi Pereira, conjurado por el arquero colombiano a `12 del final. La sanción de la FIFA a Suárez fue un golpe demasiado duro para el equipo, que se vio disminuido desde el primer minuto, al igual que su entrenador que no supo sobreponerse a la ausencia de su goleador, ni mucho menos a la superioridad de Colombia, que clasificó con merecimientos a los cuartos de final, y que tendrá a Brasil como próximo escollo, otro lindo duelo sudamericano en la copa del mundo.
ese instante, Francia ganaba 3-1 y correspondía sancionar penal y expulsar a Schumacher. Luego, Alemania Federal empató 3-3 y se impuso en la definición por penales, donde Schumacher detuvo dos lanzamientos. En la Copa del Mundo Estados Unidos 1994, el brasileño Leonardo golpeó con el codo izquierdo en la sien derecha del norteamericano Tab Ramos, lo que provocó convulsiones y una fractura de cráneo. Leonardo fue suspendido solo por cuatro partidos. También con un codazo, el italiano Mauro Tassotti le fracturó la nariz al español Luis Enrique dentro del área. El árbitro Sándor Puhl no señaló la infracción. La FIFA actuó de oficio y castigó a Tassotti con siete partidos de suspensión. En la Copa del Mundo Alemania 2006, el italiano Danielle de Rossi fue castigado con cuatro partidos de suspensión por el codazo que le dio en la cara al estadounidense Brian McBride. La noticia que acaparó los titulares fue el cabezazo en el pecho que le propinó el francés Zinedine Zidane al italiano Marco
Materazzi. El árbitro argentino Horacio Elizondo no vio la acción que sucedió a sus espaldas. En 2011 nos dijo en una entrevista: –Yo estaba siguiendo el juego y no podía percatarme de lo que sucedía detrás de mí. –Zidane había aplicado otros cabezazos durante su carrera y sufrido varias expulsiones. Incluso una vez pateó en la cabeza a un rival que se hallaba caído. Cuando él lo tomó desde atrás por el hombro izquierdo, ¿pensó que podía agredirlo? –No. Después de mostrarle la tarjeta roja, él me tomó el hombro, giré y me dijo: “No, no, quédese tranquilo, pero tendría que haber visto lo que pasó antes”. Y se marchó. –En una cancha se dicen muchas barbaridades. Por grave que haya sido el insulto de Materazzi (“prefiero a la puta de tu hermana”), la reacción de Zidane parece desproporcionada… –Me dijeron que la hermana de Zidane (Lila) se había metido con varios jugadores italianos y parece que entre ellos con Materazzi…
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BIENVENIDA
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FOTOS: Presidencia y Comunicaciones ANFP
PRESIDENCIAL
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El mediocampista que hace soñar a Colombia ames Rodríguez sin duda está en el pódium del Mundial. Tomó sin problemas el liderazgo que había dejado vacante Radamel Falcao, y también asumió la responsabilidad de anotar ante la ausencia de su compañero del Mónaco. Con cinco conquistas se ubica en el lugar más alto de los artilleros y tiene a su equipo entre los ocho mejores del torneo. El zurdo, que debutó profesionalmente en el Envigado, ha convertido dos de los goles más hermosos del campeonato: ante Japón, donde hizo gala de toda su habilidad; y ante Uruguay, con una amortiguación fenomenal de pecho y una definición soberbia desde fuera del área.
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El Mundial dE los golEs
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n la ronda inicial del Mundial se anotaron 136 goles, 35 más que en Sudáfrica, con un promedio de 2,83 por encuentro, el mejor desde 1970. Los árbitros han tenido criterio a la hora de aplicar la ley de la ventaja, y los técnicos –en general– han sido menos conservadores que en ediciones pasadas. Y lo más importante, los jugadores ha sido muy efectivos, incluso ante grandes arqueros que salvo excepciones, han tenido un buen desempeño. Este panorama permite vaticinar que la lucha por la Bota de Oro será muy pareja hasta el final.
La primera fase de Brasil 2014 fue generosa en goles, y desde los primeros partidos ya se han ido perfilando los posibles artilleros del certamen. El Ágora te muestra un panorama de los jugadores más efectivos a la hora de convertir.
Por Matías Alcántara
El alemán que huele sangre homas Müller es otro jugador que actúa en una selección que pretende llegar lejos en Brasil. El alemán, que alterna entre volante y delantero en el Bayern Múnich, ha acertado con el arco en cuatro oportunidades. Convirtió tres ante un decepcionante Portugal y el solitario gol a Estados Unidos. Con 24 años, es una amenaza que no solo atemoriza a sus rivales, sino que también es el gran candidato para convertirse en el máximo goleador de los Mundiales. Con nueve conquistas en su historial, está a solo seis de Ronaldo y Klose.
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Poder naranja Holanda fue el mejor equipo de la fase inicial del Mundial. Con un gran estratega como Louis van Gaal, los naranjas mostraron sus credenciales desde el debut, cuando aplastaron al campeón del mundo. Robin van Persie y Arjen Robben encabezan el poder asesino del equipo, con tres tantos cada uno, son capaces de superar cualquier sistema defensivo.
reció justo cuando su equipo más lo requería. Convirtió tres ante Honduras y con ello pudo abrochar el paso a la siguiente ronda. Entre las sorpresas del grupo de artilleros figura el ecuatoriano Enner Valencia. El delantero del Pachuca anotó tres veces. Se despidió de la competencia dejando muy buenas sensaciones e incluso clubes como el Arsenal ya lo tienen en carpeta. Tabla de goleadores
También con tres goles Karin Benzema es otro candidato que se perfila con buenas posibilidades de ser goleador, porque además de sus cualidades dentro del área, lo acompaña un equipo con aspiraciones. Ha sido el jugador más destacado de Francia en los primeros partidos, donde convirtió tres goles y estuvo muy cerca del cuarto, que incluso celebró como propio, pero fue en definitiva el arquero Valladares de Honduras el último en impulsar el balón dentro de su propia portería. Xherdan Shaquiri ha sido uno de los valores más destacados de Suiza, pero su capacidad goleadora apa-
5 James Rodríguez (Col) 4 Lionel Messi (Arg) Thomas Müller (Ale) Neymar (Bra) 3 Karin Benzema (Fra) Arjen Robben (Hol) Robin van Persie (Hol) Xherdan Shaqiri (Sui) Enner Valencia (Ecu)
Messi calienta motores oco a poco el capitán argentino se ha ido soltando. Sin ser el jugador que nos tiene acostumbrados en el Barcelona, es lejos el mejor del equipo. Logró sacarse toda la presión ante Bosnia con un gol que lo gritó con el alma, y le dio una dosis de confianza a sus compañeros en la última jugada contra Irán. Ante Nigeria también apareció para romper el arco y para acariciar la red con un magnífico tiro libre. Con cuatro conquistas en la fase de grupos, Lionel Messi quiere ser campeón y goleador.
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Goleador Mundial Cuando Alemania finalizó su participación en Sudáfrica parecía que el sueño de Miroslav Klose llegaba a su fin. Con 32 años cumplidos, el delantero teutón solo pudo anotar cuatro goles en la justa de 2010, sumando 14 en sus tres Mundiales disputados. Solo le faltaba un tanto para igualar la marca del brasileño Ronaldo. Sin embargo, el actual delantero de la Lazio volvería a aparecer. En el partido contra Portugal, pese a que el triunfo estaba prácticamente asegurado desde el primer tiempo, el entrenador Joachim Loew no envió a Klose al terreno de juego, pero sí lo hizo ante Ghana. Miroslav ingresó a los 69’, y solo le bastaron tres minutos para convertir el empate parcial y –de paso– quedar en la historia del fútbol. De los 15 goles de Miroslav Klose, 13 fueron con definición a un solo toque, siete con la pierna derecha, uno de zurda y siete de cabeza. Todos sus tantos los convirtió dentro del área. El goleador histórico de Alemania está a solo un gol de ser el exclusivo máximo artillero de los Mundiales. Pese a no ser titular, es muy probable que pueda lograrlo en Brasil 2014. Goles chilenos A diferencia de otras selecciones, los tantos chilenos están repartidos en cinco jugadores. El máximo artillero del equipo fue Alexis Sánchez, que anotó el primer tanto de Chile en el Mundial, contra Australia; y el último, ante Brasil. En el debut ante Australia, Sánchez, Jorge Valdivia y Jean Beausejour marcaron para nuestra selección. El tanto del zurdo del Wigan no solo sirvió para ratificar la victoria ante los oceánicos, sino que también para que un futbolista chileno anotara por primera vez en dos Mundiales. En la gran victoria ante España, marcaron Eduardo Vargas y Charles Aránguiz. Chile convirtió seis goles en el presente Mundial, tres más que en Sudáfrica y uno más que en Francia. Fue la segunda mejor cosecha anotadora en los Mundiales, siendo superada solo por el gran equipo de 1962, que convirtió en 10 oportunidades. Con su participación en Brasil, la Roja llegó a 40 goles en las Copas del Mundo.
Neymar y 10 más l 10 de Brasil es el jugador que entrega esperanza a los anfitriones, quizás el único. Pese a sus críticas por el bajo nivel exhibido en los últimos meses en el Barcelona, Neymar es el llamado a dirigir al Scratch a su sexta corona, al menos eso piensa la hinchada local. El futbolista demostró en la fase de grupos ser lejos el mejor del equipo, tanto en los momentos favorables como en los adversos. Ante Chile no brilló porque Sampaoli supo neutralizarlo, pero ante Colombia tendrá su revancha para seguir escalando en su cuenta de goles.
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REGALO HISTÓRICO
MEDALLA ORIGINAL PRIMER CAMPEONATO MUNDIAL DE FÚTBOL URUGUAY 1930
Exclusivo Suscriptores A quien traiga la mayor cantidad de nuevos suscriptores hasta el 14 de julio de 2014, *recibirá de regalo esta fantástica reliquia, que conmemora el Campeonato Mundial de Fútbol Uruguay 1930, donde los charrúas ganaron el primer título de la historia. *En caso de empates se realizará un sorteo para elegir al ganador.
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Por Francisco Coloane Sociólogo y comentarista internacional
La casa correccional de Tallahassee y la FIFA de Joseph Blatter
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entro de la mediocridad de este mundial, con equipos descompensados y jugadores llevando el peso de una temporada larga, algo notorio son las limitaciones de los laterales brasileños. Marcelo, por ejemplo, tiene un juego opaco en comparación con la tradición de laterales, uno de los tantos sellos futbolísticos de la tierra que ha producido el mejor fútbol y a los mejores jugadores del mundo. La vara de Djalma Santos, Carlos Alberto y Cafú, en la derecha, y de Nilton Santos, Junior, Branco y Roberto Carlos, en la izquierda, es demasiado alta y el rendimiento del ya mencionado Marcelo tampoco se le acerca. El peso de esa historia cae por toneladas y se refleja en el juego mordido y poco fluido por la izquierda de este Brasil, si no lo auxilia Neymar o algún volante. Recuerdo a otro Marcelo, brasileño y crack también, que jugaba en la selección de fútbol de la Universidad de Florida, en Gainesville. Era el Tostao del equipo. Un “9” mentiroso como se habla hoy. Los “9” que se recuerdan son de ese tipo. Van y vienen, entran y salen con visión periférica, gambetean y juegan de primera. El catálogo sudamericano es impresionante, partiendo con Pedernera y Di Stefano. A Leónidas Da Silva, el brasileño, algunos lo consideran el mejor de la
historia. Europa es pródiga. Raymond Kopa, antes de convertirse en alero del Real Madrid, el húngaro Florian Albert y el holandés Johan Cruyff, quien definitivamente reinventó el puesto. En Chile hay dos inolvidables e irrepetibles. Uno es Honorino Landa, que partía del círculo central gambeteando y repartiendo juego. El otro fue René Meléndez, para muchos el más talentoso jugador chileno de la historia. Cercano al arquetipo, está otro gigante como Marcelo Salas, aunque frecuentando las puntas. El equipo universitario de Florida enfrentaba al equipo de una casa correccional en Tallahassee, capital del estado, habitada por reclusos con problemas menores, y Marcelo brilló haciendo dos goles. Después del partido hubo una merienda de camaradería. Al caer la tarde, se terminaba la fiesta y debíamos regresar. En la despedida, antes de entrar al bus, un recluso se acercó y nos dijo: “Se ven tristes. Solo piensen que nosotros fuimos muy felices”. Termino aquí con Luis Suárez, la FIFA y sus medidas, como si fuera un estado con jurisdicción propia dentro de otros estados. Joseph Blatter y la cohorte que lo acompaña no estarán nunca en esa casa correccional. Bien por sus reclusos. Una lección fundamental, aprendida en la primavera de 1975.