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Viejas ilusiones
Viejas ilusiones
Juancho Plaza
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NADIYA y KSENIA hablan como dos abuelas. Si las escuchas desde detrás de la pared, o cierras los ojos mientras ellas se afanan en sus charlas, no podrás adivinar su verdadera edad. Nadiya y Ksenia han vivido mucho, más quizá de lo que deberían haberlo hecho. Nadiya huele todavía a bosque de cedros, a mercado de especias, a jena fresca. Ksenia tiene la piel de hielo y el azul del mar Báltico en la mirada. Nadiya y Ksenia han recorrido medio mundo, han conocido muchos hombres, han tenido que aprender a decir no. Nadiya quiere ser madre, no tiene prisa, pero sueña para sus hijos una vida diferente a la suya; mejor. Ksenia quiere ser actriz, o cantante, y volver a su tierra convertida en una estrella. Nadiya y Ksenia trabajan mucho, a veces sin contrato, y ganan poco, pero tienen la cabeza repleta de ilusiones. Nadiya estudia en la escuela de adultos. Para terminar el graduado se quita horas de sueño y de salir por ahí como otras chicas de su edad. Ksenia ahorra todo lo que puede para pagar la academia de canto y de interpretación. Nadiya y Ksenia friegan escaleras o cuidan ancianos para vivir en la habitación que comparten en un piso de las afueras de Madrid, y para mandar a sus familias algo de dinero que alivie sus angustias. Nadiya y Ksenia una vez al mes se acercan a la peluquería de Yong, y allí, mientras les pintan las uñas y les alisan el pelo, fantasean sobre cómo se verán cuando envejezcan y se imaginan una vida nueva al otro lado del espejo.
Juancho Plaza Gómez (España) Blog: lalevitadellagarto.blogspot.com