Cultura

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Cultura

Asociación Médica de Santiago 1964

El doctor Stern presenta el boletín de esta asociación editado por el doctor Andrés Peralta y los cursos sobre medicina que se impartieron para la fecha. P.2

El día en que Bosch declaró la guerra a Haití

A propósito de las discusiones sobre las relaciones domínico-haitianas, el profesor Zapata deja sentado el concepto sobre los límites fronterizos entre naciones P.6

Preparémonos para la Navidad (parte II)

Monseñor de la Rosa y Carpio presenta textos de grandes pensadores de la historia que se inspiran para el Adviento o tiempo de preparación para la Navidad. P.9

Recientemente, y aún perduran, los asuntos, “les affaires”, que en corrosión lingüística se transformó en “féferes”, de un muchachón que saltó a la fama de la mañana a la noche.

Me animo a inmortalizarlo, antes que sus acreedores, en este escrito porque él es, sin la mínima duda, el mejor representante de aquel estudio que hicieran los norteamericanos David Dunning and Justin Kruger y que, en el caso de Mantequilla, simboliza el espíritu de la dominicanidad. Ese espíritu, créanme, tiene raíces profundas y tan lejanas como la Edad Media o época Medieval.

Mantequilla, cual predicador y nuevo mesías, era capaz de multiplicar, no panes ni peces, sino el dinero mismo mediante una fórmula, más que mágica, milagrosa, que es como la entendieron los pobladores de Sabana Grande de Boyá, creyendo a ciegas, amas de casa, motoconchistas, albañiles, prestamistas, vagos, que es lo mismo; riferos, dominicanyor extraditados o desahuciados y hasta policías. Todo lo que sea fácil y sin trabajar.

A la oficina que abrió la llamó 3.14 que es el valor geométrico relacionado entre la longitud de una circunferencia y su diámetro, 3.1416 para ser exacto. Pero esto no tiene nada que ver con economía, ahorros, estadísticas, préstamos, usuras, una redundancia, y menos dinero. Él simplemente la usó para allantar, “dar un golpe publicitario” de imagen misteriosa en un mundo que él desconoce completamente y los compueblanos, sabanagrandeboyenses, peor. De lo que sí él está dotado es de un enorme talento de avivatez, que conoce el medio por lo que hablaba de darle lecciones a los banqueros sobre algunas formulitas que él amplió desde Gottfried Leibniz o Albert Einstein.

Hace varios lustros se conoció al “Muelú”, que convencía “mujere con cuaito” para administrárselos al tiempo que las conquistaba, o al revés. Preferiblemente viudas ricas y con herencias “buchúas”. l

La vaca de Mantequilla

Jeahan Bodel fue un poeta francés y se le reconoce por ser uno de los principales autores de “fabliaux” o fabulilla
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Jeahan Bodel. POR MERCADER CONTINÚA EN LA PÁGINA 3
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historia de la medicina

Asociación Médica de Santiago en 1964

salón de la fauna

cientes con tosferina, por ser un avión ventilado. También se informa que el 23 de marzo se inició en el país el Programa Nacional de Sangre. Ese día en el

cia sobre cardiopatía reumática a cargo del doctor Pablo Franco Santoni. Y el 26 de febrero de ese 1964 se presentó una charla en el local de la Asociación a cargo del doctor Manuel Morillo sobre reflujo besico uretral. Luego del final de la dictadura todos los espacios posibles se fueron llenando de actividades y agrupaciones, y así en ese año se formó la Asociación Médica de Valverde bajo la dirección del doctor Samuel de Moya Inoa.

En este boletín también conocemos el origen del local de la Asociación Médica de Santiago, ya que allí se planeó establecer el Instituto de Anatomía del Cibao. Esa idea se materializó en un terreno cedido por el doctor José Corominas, de unos 6,000 metros cuadrados en la entonces carretera a Montecristi en el 1962. La obra iniciada en 1962 con la presencia del doctor Alejandro Capellán se inauguró un año después, bajo la presidencia del doctor Luis Bonilla de la Asociación Médica de Santiago y con un discurso a cargo del doctor Félix Goico. El Consejo de Estado otorgó la personalidad jurídica a la Asociación y así ese local se convirtió en su sede oficial.

En abril de 1964 en el mismo boletín aparecen varias notas, entre ellas la disposición de las Fuerzas Armadas de poner a disposición del hospital Arturo Gru-

ro, fundador del banco de sangre y cubridor de los grupos sanguíneos. De igual forma el boletín señalaba: “El dia 10 de abril y en los salones del Ateneo Amantes de la Luz está programada una charla a cargo de los doctores Luis Fernández Martinez, José de Jesús Álvarez y Fausto Santos Coste.” La charla tuvo la intención de concitar apoyo de diversos sectores comerciales e industriales para conseguir apoyo para construir un banco de sangre en Santiago y el local de la Defensa Civil.

Las visitas eran frecuentes en esos años, así vemos que la Asociación Médica de Santiago visitó La Vega para estrechar lazos y que los doctores Federico Gómez y David Santos Atherton estaban invitando a la segunda convención nacional de pediatría. En ese mismo 1964 en el mes de noviembre inició sus operaciones el Instituto de Oncología, Departamento Norte, instalado en Santiago con un aporte de RD$36,000 de la Liga Dominicana Contra el Cáncer. La institución funcionaba en una dependencia del Hospital José María Cabral Y Báez y fue su primer director el doctor Andrés Peralta, quien tenía a su cargo el departamento de radioterapia. Un grupo de médicos prestaban servicios honoríficos a los pacientes que llegaban de todo el Cibao. Se establecía que todos los pacientes referidos serían tratados, y para conseguir fondos, se creó un patronato integrando a los clubes Rotarios, 20-30 entre otros. Es muy importante conocer como ha caminado la medicina en todas las regiones de nuestro país, con grandes y abnegados médicos. l DR. HERBERT STERN

Arciboldo

(DÉCIMA

CIBAEÑA)

Uno es lo que se come Sea papa o molondrón Puede ser naranja o none O un tremendo melón. ••••••

Siguiendo estos principios Arciboldo hizo retratos No eran faraones egipcios Ni tenían cara ‘e gato. ••••••

Usó verduras y frutas En to’ sus composiciones

Pa’ los ojos ponía uva Por eso veia visiones. ••••••

Nadie lo pudo imitar ¡ Cuánta originalidad ! Él solo quiso pintar Sin título de universidad. ••••••

A uno le puso un pescao Y en la oreja berenjena Una cola ‘e bacalao Y labio de vaina ‘e lenteja.

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l JOSÉ MERCADER

Cultura

Cuentos con el fin de causar risa

Mantequilla lo supera con mayor “gabela” aunque el destino de ambos coincide en el punto final del desvelamiento del engaño y las rejas. Aquel cogió cárcel y este se esconde más que una botija.

Jeahan Bodel D’Arras fue un trovero y poeta francés que vivió de 1165 a 1210 y se le reconoce por ser uno de los principales autores de “fabliaux”, o fabulillas, que eran cuentos cortos con el fin de provocar la risa basándose en personajes reales, vulgares, extravagantes, ambientados en sus entornos. La fábula pone a los animales como protagonistas de una anécdota, casi siempre con una moraleja que mostrar.

He traducido del francés el cuento siguiente que él elaboró cuando descubrió, en un pueblito, un cura Mantequilla. Este cuento forma parte de una selección de la Editorial Marabout titulada “LES 30 MEILLEURES NOUVELLES” (los 30 mejores cuentos, no novelas, que es “romain”).

BRUNAIN LA VACA DEL CURA

He oído contar la aventura de un campesino libre que un día de “Nuestra Señora” fue a la iglesia con su mujer.

Antes de iniciar el oficio, el cura, llamado don Constante, dio un sermón en el que clamaba por la caridad, planteando, entre otras cosas, que “hace muy bien dar a Dios, porque él, en muestra de reconocimiento, devolverá el doble”.

Este razonamiento sacudió al campesino.

-Hermana, le dijo a su mujer cuando salían de la iglesia, ¿entendiste bien lo que dijo el cura? Puesto que Dios paga tan buenos intereses, estoy de acuerdo, por su amor, darle a Blerain, nuestra vaca. Total, que ya ella casi no da leche… ¿qué te parece?

-Si eso es lo mejor, pues hazlo, dijo su mujer.

Es así que el campesino desató a Blerain y se la llevó al cura, quien les agradecía bendiciendo con las manos juntas.

-Es lo único que tengo, se la ofrezco en nombre de Dios, al mismo tiempo que le puso en sus manos la soga del animal. Constante agradeció muchísimo el gesto de su feligrés y esperaba que su sermón hubiese llegado también al corazón de los demás.

Cuando el campesino se fue, el cura le pidió al diácono llevar la vaca al corral y de amarrarla por los chifles con Brunain, la suya, para que se habituaran a estar juntas. El diácono obedeció. Brunain siguió comiendo su pasto tranquilamente, pero la nueva no se acomodó a esta asociación y comenzó a halar tratando de escaparse. A fuerza de sacudirla la arrastró fuera del corral y, de pradera en pradera, cañaverales en cañaverales, siempre halando, la llevó hasta la misma puerta de su propio establo. Cuando el campesino las vio llamó a su mujer para que viera ese milagro. Se felicitaron entonces de haberle dado al cura su vaca y admitieron que él tenía razón cuando les dijo que Dios duplicaría los dones. Sin embargo, como su establo era pequeño, decidieron sacrificar a la nueva y venderla lo más pronto posible.

Ver también https://www.elcaribe. com.do/gente/cultura/mondonguerismo-cultural-segun-david-dunning-y-justin-kruger/ l

Opinión

Mantequilla, cual predicador y nuevo mesías, era capaz de multiplicar no panes ni peces, sino el dinero mediante una fórmula, más que mágica, milagrosa”.

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Libro de Jeahan Bodel. F. E. Imagen mediaval de humor por Clement Marot Pastou. F. E. Humor medieval. F.UENTE EXTERNA <VIENE DE LA PORTADA

Cayo Confites era una especie de paraíso para las moscas y los mosquitos, un lugar surrealista que parecía haber sido elegido por el enemigo. Quizás el lugar perfecto para entrenar y endurecer a las tropas, que comenzaron a llegar a finales de julio de 1947.

“Al principio era —dice Tulio H. Arvelo—una línea en el horizonte. Pensaba que al acercarnos comenzarían a destacarse los accidentes de la costa con sus árboles y edificaciones; pero por más que nos aproximamos el cayo seguía siendo eso: una línea en el horizonte”. (1)

Cayo Confites se encuentra a una respetable distancia de la costa, apenas tiene la cuarta parte de un kilómetro cuadrado, cerca de novecientos metros de largo, menos de doscientos metros de ancho y escasamente un metro sobre el nivel del mar, casi como quien dice a ras de mar. Más que un cayo es un incordio, una balsa de piedra, de piedra y arena, como diría Saramago. Carece de agua dulce y tiene muy poca vegetación. En cambio el viento sopla continuamente, un viento necio, viento y arena que no dan paz ni tregua.

A los ojos de los expedicionarios se presentó un paisaje de mangles, de matojos, arrecifes y arenales, yerba rala y mosquitos infinitos, nubes y nubarrones de mosquitos a los que más tarde se unirían las apestosas moscas. Las nutritivas moscas que se tragaron o tuvieron que tragarse muchas veces al ingerir los alimentos.

En el cayo había una playa, por supuesto, una playa sin la cual un cayo no sería cayo por definición, había un anillo de arrecifes y manglares y había unos pocos árboles, en su mayoría uvas de playa y había pinos más o menos frondosos.

También había una casa de madera, una casa azul con techo de palma de guano y con jardín, que se convertiría en la sede del estado mayor del ejército revolucionario, y había unos cuantos bohíos miserables que habían dado cobijo a los anteriores pobladores del lugar. A los humildes pescadores que habían sido forzados a abandonar el cayo y gran parte de sus pertenencias para darle cabido al ejército de liberación.

Había, por cierto, unos cuantos puercos y gallinas que sus dueños no habían podido llevarse y que duraron poco tiempo vivos y había unos cuantos cocos en unas pocas matas que tampoco sobrevivieron al apetito de los recién llegados.

A ese lugar habían venido a parar en dos buques sobrecargados los primeros expedicionarios a eso del mediodía del 30 de julio de 1947. Otros se les unirían más adelante y allí permanecerían durante más de tres meses en condiciones que Fidel Castro califica de horribles:

Juancito Rodríguez y la expedición de Cayo Confites (5)

sico de grandes éxitos. Se trataba de una artimaña para amedrentar ya que por las condiciones en que se vivía se tenía el temor de que otros intentaran abandonar la empresa.

“Escaseaban el agua y la comida y las condiciones higiénicas eran sumamente malas. Se utilizaba como retrete una porción extrema del cayo detrás de unos arbustos y las materias fecales criaban una cantidad de moscas incalculable que constituían un grave foco de infección. Algunas personas, Cotubanamá Henríquez entre ellas, tuvieron que ser evacuadas con gastroenteritis o con fiebre tifoidea. Para comer con sosiego había que internarse en el mar hasta que el agua le llegara a la cintura. No sé por que extraña razón las moscas no llegaban hasta más de un metro de la orilla”. (3) l

(Historia criminal del trujillato [111]) Notas

Tulio H. Arvelo, “Cayo Confites y Luperón. Memorias de un expedicionario”, p. 53 Katiuska Blanco Castiñeira, “Fidel Castro Ruz, guerrillero del tiempo”, p. 385 Tulio H. Arvelo, op. cit., p. 65

Bibliografía:

Robert D. Crassweller, “The life and times of a caribbean dictator.

“Los reclutados para Cayo Confites estuvimos alrededor de 100 días —tres meses, por lo menos—, en condiciones horribles: no había agua, no existía un campamento. El agua se llevaba en bidones de petróleo, que ni siquiera habían sido lavados cuidadosamente, y sabía a combustible; la comida era pésima, teníamos que cocinarla nosotros mismos como pudiéramos, en tanques también, con mucho trabajo.

“Eran los meses de primavera y verano. Llovía mucho, no teníamos donde cobijarnos, sino en chabolas, unas pequeñas cabañitas de paja que protegían de los rayos del sol, pero no de la lluvia. Cuando llovía, como no teníamos capa ni protección alguna, nos empapábamos por completo. Además, apenas tenía árboles aquel cayo; era arenoso. Se extendía entre un kilómetro u 800 metros. De ancho eran unos 200 o 300 metros y hacia el sureste tenía una buena playita, más profunda, donde se acercaban los barcos provenientes del territorio nacional.

“Las condiciones materiales de la tropa eran miserables. ¡Increíble!, ¡con todo el dinero, con todos los recursos de que disponían! Mandaron a los hombres para un cayo desolado. Pienso que se hu-

biera podido organizar muy bien: llevar agua, alimentos adecuados. Los jefes permanecían en unas cabañitas... ¡No se sabe lo que ellos hicieron con todo aquel dinero!”. (2)

La versión de Tulio H. Arvelo, en lo esencial, no difiere mucho de la de Fidel Castro y añade algunos elementos que complementan y realzan la vívida descripción de aquel ambiente:

LA VIDA EN CAYO CONFITES

“Desde antes de mi llegada corría de boca en boca la versión de que habían fusilado a Billo Frómeta y a Manuel Álvarez porque intentaron desertar del cayo, un crimen que se castigaba con la muerte.

“Esa especie me causó un gran pesar porque los conocía a ambos. Billo Frómeta, una gloria de la música popular dominicana y Manuel Álvarez, un amigo de la infancia.

“Más tarde con alegría me enteré, después que pasó todo, que no era cierto lo del fusilamiento, Habían abandonado las filas de la expedición antes de llegar al cayo.

“Desde La Habana se les envió a Venezuela en donde todavía ejercen sus respectivas profesiones de médico y de mú-

Dr. Jorge Renato Ibarra Guitart. Instituto de Historia de Cuba, “La expedición de Cayo Confites, Su escenario hemisferico”

(https://www.institutomora.edu.mx/ amec/XVIII_Congreso/JORGE%20 RENATO.pdf)Robert D.

Los servicios de inteligencia de Trujillo y Cayo Confites

Bernardo Vega (https://catalogo. academiadominicanahistoria.org. do/opac-tmpl/files/ppcodice/ Clio-2020-200-033-049.pdf)

Expedición de Cayo Confites (https://www.ecured.cu/ Expedici%C3%B3n_de_Cayo_Confites)

Tulio H. Arvelo, “Cayo Confites y Luperón . Memorias de un expedicionario”. Katiuska Blanco Castiñeira, “Fidel Castro Ruz, guerrillero del tiempo”,

Humberto Vázquez García, “La expedición de Cayo Confites”

https://nuevotallerdeletras.blogspot.com/ Amazon.com: Pedro Conde Sturla: Books, Biography, Blog, Audiobooks, Kindle http://www.amazon.com/-/e/B01E60S6Z0.

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Foto de Fidel Castro en un lugar no precisado. F.E.

Apuntes de infraestructura

Albores y decadencias: Occidente en la picota

se desarrollan de forma independiente unas de otras. Como entes individuales que recorren un ciclo vital de cuatro etapas: juventud, crecimiento, florecimiento y decadencia. Tal si fuera el trayecto preciso de un ser vivo, con un inicio y un fin determinados.

“La decadencia llega cuando el hombre deja de fijarse en la naturaleza” (año 1508).

“Congreso de EE.UU. aprueba ley que protege el matrimonio homosexual” (año 2022).

Nunca imaginó el filósofo e historiador alemán Oswald Spengler (Blankenburg, 1880; Munich, 1936) el estrépito que la publicación de su libro La decadencia de Occidente causaría. El primer volumen circuló en julio de 1918. En abril de 1922 se habían vendido en Alemania 53,000 ejemplares, y en la misma fecha se imprimían 50,000 del segundo tomo.

Era ese el período en que desaparecía el imperio alemán y afloraba la República de Weimar. Tras la paz forzosa de Compiègne (en noviembre de 1918) la nación germánica se postraba. Las palabras de Spengler, empero, enlazaban el colapso alemán al inapelable contexto de los grandes reveses de la humanidad. A esa fase de marchitez ineludible en que las culturas apolínea, egipcia, india, babilónica, china, árabe (o mágica) y occidental (o fáustica) habrían de morir para luego transformarse en civilizaciones.

Ya él se interrogaba: “Pero ¿cuál es el momento de la muerte? Las sociedades mueren cuando de culturas, es decir de unidades orgánicas vivas, pasan a ser civilizaciones: es el momento al que ha llegado el Occidente. […] Las civilizaciones son los estados más exteriores y los más artificiales a los que puede llegar una especie humana superior. Son un fin; suceden al devenir como lo devenido, a la vida como la muerte, a la evolución como la cristalización; al paisaje y a la infancia del alma, visibles en el dórico y el gótico, como el envejecimiento a la ciudad mundial petrificada y petrificadora. Son un término irrevocable, pero al que se llega con una necesidad muy profunda”.

Spengler presenta la historia universal como un conjunto de culturas que

Es pesimista, con todo rigor, la visión filosófica de la historia que postula Spengler: la voluntad humana no puede invertir el curso fatal de los acontecimientos, el desenlace de las cosas. Con todo, muy pocas veces fue capaz el pensamiento humano de erigir un retablo ideológico de semejante brillantez. De alzar, acaso, las complexiones de una tan regia catedral de palabras como La decadencia de Occidente.

Ahora querría evocar aquel numen ardoroso (vasto, desmedido) de Oswald Spengler. Pensaré (quizá como Borges ante la ilusoria presencia de Lugones) que mi vanidad y mi pundonor han armado una escena imposible, y que usted, herr Oswald Spengler, no ha muerto de un ataque cardíaco a los 56 años en su apartamento de Munich; y que estamos aquí, fuera del tiempo, en un pétreo derrelicto en el mar de los Sargazos, en la inmensa soledad del universo (apartados de Werther y Petrarca, de Eurípides y Fausto y Parsifal…), cuando despunta en el corazón el terror a la muerte, al límite del mundo luminoso, al espacio rígido de lo inexorable… (PDM)

LA DECADENCIA DE OCCIDENTE

El ciclo vital de las culturas

OSWALD SPENGLER

Una cultura nace cuando un alma grande despierta de su estado primario y se desprende del eterno infantilismo humano; cuando una forma surge de lo informe; cuando algo limitado y efímero emerge de lo ilimitado y perdurable. Florece entonces sobre el suelo de una comarca, a la cual permanece adherida como una planta. Una cultura muere, cuando esa alma ha realizado la suma de sus posibilidades, en forma de pueblos, lenguas, dogmas, artes, estados, ciencias, y torna a sumergirse en la espiritualidad primitiva. Pero su existencia vivaz, esa serie de grandes épocas, cuyo riguroso diseño señala el progresivo cumplimiento de su destino, es una lucha íntima, profunda, apasionada, por afirmar la idea contra las potencias del caos en lo exterior y contra la inconsciencia interior adonde han ido éstas a refugiarse coléricas. No sólo el artista lucha contra la resistencia de la materia y el aniquilamiento de la idea. Toda cultura se halla en una profunda relación simbólica y casi mística con la extensión, con el espacio, en el cual y por el cual quiere realizarse. Cuando el término ha sido alcanzado, cuando la

idea, la muchedumbre de las posibilidades interiores se ha cumplido y realizado exteriormente, entonces, de pronto, la cultura se anquilosa y muere; su sangre se cuaja, sus fuerzas se agotan; se transforma en civilización. Esto es lo que sentirnos y comprendemos en las palabras Egipticismo, Bizantinismo, Mandarinismo. Y el cadáver gigantesco, tronco reseco y sin savia, puede permanecer erecto en el bosque siglos y siglos, alzando sus ramas muertas al cielo. Tal es el caso de China, de la India, del mundo del Islam. La civilización antigua de la época imperial se erguía gigantesca, con aparente riqueza y fuerza juvenil; pero en realidad lo que hacía era privar de aire y de luz a la joven cultura arábiga de Oriente.

Éste es el sentido de todas las decadencias en la historia (cumplimiento interior y exterior, acabamiento que inevitablemente sobreviene a toda cultura viva). La de más limpios contornos se halla ante nuestros ojos; es la “decadencia de la antigüedad”. Y ya hoy podemos rastrear claramente en nosotros y en torno a nosotros los primeros síntomas de la decadencia propia, de la “decadencia de Occidente”, acontecimiento que por su transcurso y duración coincide plenamente con la decadencia de la Antigüedad y se sitúa en los primeros siglos del próximo milenio.

Toda cultura pasa por los mismos estadios que el individuo, Tiene su niñez, su juventud, su virilidad, su vejez. En el orto del románico y del gótico se manifiesta un alma joven, tímida, henchida de presentimientos. Esta niñez del alma se expresa también, y con muy parecidos tonos, en el dórico de la época

homérica, en el arte cristiano primitivo, esto es, arábigo-primitivo, y en las obras del Antiguo Imperio egipcio, que comienza con la cuarta dinastía. Cuando una cultura se acerca al mediodía de su vida, su lenguaje de formas, al fin conquistado, se hace cada vez más viril, más áspero, más continente, más saturado, más convencido y lleno del sentimiento de su propia fuerza, más claro en sus rasgos.

En los comienzos, todo es aún vago, confuso, vacilante, lleno a un tiempo de anhelo y de terror pueriles. Considérese la ornamentación de las portadas en las iglesias románico–góticas de Sajonia y del sur de Francia. Piénsese en las catacumbas cristianas, en los vasos de estilo Dipylon. Pero luego, cuando ya el alma tiene conciencia de haber llegado a la plenitud de sus fuerzas plásticas, por ejemplo en la época en que comienza el Imperio Medio, en el tiempo de los Pisistrátidas, de Justiniano I, de la Contrarreforma, entonces todos los detalles de la expresión aparecen seleccionados, rigurosos, mesurados, llenos de admirable ligereza y como inevitables.

Entonces surgen, por doquiera, esos momentos de brillante perfección, en que se producen la cabeza de Amenemhet III (la esfinge del Hycso de Tanis), la bóveda de Santa Sofía, los cuadros del Tiziano. Luego vienen ya otras obras más tiernas, casi quebradizas, acariciadas por las suaves melancolías del otoño: la Afrodita de Cnido, las Corés del Erecteion, los arabescos de los arcos de herradura, el torreón de Dresde, Watteau, Mazan. Por último, en la senectud de la civilización incipiente extínguese el fuego del alma. La fuerza, que declina, se atreve aún, con éxito mediano –es el clasicismo que encontramos en toda cultura moribunda–, a acometer una creación magna; el alma piensa otra vez –es el romanticismo– con melancólica añoranza, en su niñez pasada, Al fin, rendida, hastiada y fría, pierde el gozo de vivir y anhela –como en la época romana-- alejarse de la luz milenaria y sumergirse de nuevo en la negrura mística de los estadios primitivos, en el seno materno, en la tumba.

El concepto de lo que dura la vida de un hombre, de una mariposa, de un roble o de una hierba, tiene un valor determinado, independiente de las contingencias del sino individual. Diez años son en la vida de los hombres un trecho que significa aproximadamente lo mismo para todos; la metamorfosis de los insectos en algunos casos se verifica en un número de días exactamente prefijado. Los romanos asociaban a sus conceptos de pueritia, adolescencia, juventus, virilitas, senectus, una representación casi matemática. Lo que dura una generación –de cualesquiera seres– tiene una significación casi mística. Estas relaciones pueden aplicarse también a las culturas, en un sentido que nadie, hasta ahora, ha sospechado. Toda cultura, toda época primitiva, todo florecimiento, toda decadencia, y cada una de sus fases y periodos necesarios, posee una duración fija, siempre la misma y que siempre se repite con la insistencia de un símbolo. l

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Oswald Spengler. F.E.

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Alguien podrá tildar de arriesgada la afirmación. Otros estarán contestes, para unos será una información nueva, les despertará el prurito de extender la investigación y cabe la posibilidad de que la mayoría dé esta afirmación como un hecho cierto. Lo que sí queremos dejar por sentado es que el concepto e ideal de soberanía se extiende más allá de los límites fronterizos entre naciones. Esto, a propósito de las manidas discusiones de hoy con respecto a las relaciones domínico/ haitianas, plagadas de prejuicios, sin sustentos que se puedan evidenciar y un marcado sesgo de análisis histórico.

Hay cinco aspectos fundamentales que los historiadores e historiógrafos han consensuado como causas del Golpe de Estado a Juan Bosch en 1963: conspiración militar, injerencia de Estados Unidos tratando de evitar una segunda Cuba en el Caribe, la nueva Constitución que ponía en peligro los derechos de propiedad – Usucapión- conflictos con la Iglesia y la destitución del entonces coronel Elías Wessin y Wessin, pero ninguno se ha detenido a analizar lo acontecido en Puerto Príncipe en 23 de abril de 1963, cuando un grupo de complotados intentó secuestrar a Jean Claude y Simone Duvalier, hijos de François Duvalier, a la sazón, presidente de Haití.

Previo a este acontecimiento, François Duvalier y Juan Bosch habían demostrado no tener lazos afectivos, sobre todo porque Duvalier dio asilo a la mayoría de los exmilitares trujillistas que quedaron con cuentas pendientes en la República Dominicana y haber nombrado a Michel Brady como encargado de negocios ante la Cancillería dominicana y Bosch lo rechazó.

El atentado contra los hijos del presidente haitiano ocurrió cuando llegaban al colegio Bird, en la Rue de l’Enterreme de Puerto Príncipe. En el acto fueron asesinados el sargento Paulin Montrouis, chofer de los hijos de Duvalier, el caporal Morille Mirville, el sargento Luc Azor, y un miembro del Voluntariado de la Seguridad Nacional Tontons-Macoutes, Richemond Poteau.

El presidente Duvalier dio la orden de búsqueda y captura de quien creía era el culpable del atentado, en principio, se pensó en François Benoit, un conocido opositor al gobierno de Duvalier, quien se había formado militarmente en Panamá, siendo expulsado de las Fuerzas Armadas Haitianas, a la cual sirvió por muchos años y luego cayó en desgracia con el régimen. Este caer en desgracia implicó que las milicias haitianas incendiaron la residencia del teniente François Benoit, mataran a sus padres, a su hijo de año y medio y a tres miembros del servicio doméstico. Los conflictos se inician cuando el teniente Benoit se refugió en la sede de la Embajada de la República Dominicana, ubicada en la avenida Panamericana 121, de Petion-Ville, tres días antes del atentado contra los Duvalier. Las fuerzas paramilitares de los Tontons-

El día en que Bosch declaró la guerra a Haití

Macoutes alegaron que Benoit había abandonado el complejo diplomático para perpetrar el atentado y había vuelto cuando falló. Esta fue la razón principal para que Juan Bosch alegara que la incursión de los militares haitianos en la sede de la Embajada fue un atentado a la soberanía nacional dominicana.

El presidente Bosch y el secretario de la Presidencia, doctor Abraham Jaar, se dirigieron al país para sentar la posición del Gobierno Dominicano ante esta realidad. Bosch afirmó: … “Hemos sido insultados sin haber provocado nosotros el insulto; se ha invadido nuestra embajada con Fuerzas Armadas, lo cual equivale a una invasión a nuestro país y es una ofensa imperdonable a nuestra dignidad. Se nos ha faltado el respeto y las naciones pequeñas que permiten eso, no son dignas de ser naciones, porque lo único que puede mantenernos como país soberano es la decisión de hacernos respetar de los pequeños y de los grandes, de los que pretendan abusar de su debilidad y de los que pretendan abusar de su fuerza. La dignidad dominicana ha sido ultrajada en Haití de manera indignante. Y no estamos dispuestos a tolerar esa situación y no la toleraremos por ningún motivo”.

El doctor Abraham Jaar advirtió: … “Estamos esperando que se cumpla el plazo de 24 horas que vence hoy a las 7 de la noche. Si la ofensa a la soberanía nacional no es reparada, el gobierno to-

mará las medidas necesarias para hacer respetar nuestra bandera”. Esto era, taxativamente, una declaración de guerra, que provocó reacciones en la comunidad internacional.

Ante este atentado a la soberanía nacional, el Presidente dominicano apostó todas las dependencias de las Fuerzas Armadas Dominicanas en el espacio fronterizo, pidiendo a los militares hacer un levantamiento del estado de situación en la zona. Los militares aludían que el presidente los empujaba a una guerra sin objetivo que contradecía los principios generalmente aceptados en el Arte de la Guerra y esta fue la principal razón de las contradicciones entre los grupos militares y el gobernante.

El Gobierno dominicano recibió un apoyo manifiesto de las fuerzas sociales dominicanas y de organismos hemisféricos cuando la contradicción fue llevada ante el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos, ante la cual República Dominicana acusó a Haití de realizar “actos violentos que ponen en peligro la paz del hemisferio”. El embajador dominicano Arturo Carventi también denunció un plan de Duvalier para asesinar al presidente Bosch. El representante haitiano ante la OEA era Joseph Baguidy, quien manifestó que el Gobierno dominicano hacía esas acusaciones para encontrar la excusa de una acción militar contra su país. Esta afir-

mación fue tildada siempre de falta de sustento, dado que las acciones fueron iniciadas en Haití y en desconocimiento del Estado Dominicano.

Los diarios de la época están repletos de noticias en las cuales se mostraba el apoyo al gobierno dominicano. Fue muy notoria la nota emitida por la Unión Cívica Nacional, apoyando al gobierno dominicano, partido que había perdido las elecciones de Juan Bosch en 1962 y que se entendía era su principal escollo en la gobernanza de la República Dominicana. Es notoria, además, una nota de prensa emitida por exiliados haitianos apoyando a los dominicanos, una fue del denominado Frente de Liberación, que dirigía el exiliado Fred Baptiste, y la otra fue del agrónomo Louis Dejoie, enemigo confeso de Duvalier, y líder del Partido Industrial Agrario Nacional. Esas son las expresiones características de un estado de guerra en donde los grupos se dividen a favor y en contra de las facciones encontrados. Esta situación es entendida como la principal causa del derrocamiento del presidente Juan Bosch, porque los militares dominicanos se vieron desautorizados cuando rindieron el informe de la situación fronteriza afirmando que todo estaba en paz y el gobernante, indignado y golpeando el escritorio afirmo: … ¨entonces el Presidente es un mentiroso¨. A partir de esta realidad, la historia será quien juzgue. l

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OGM Central de Datos zona retro

Presidente Joaquín Balaguer dio inicio a deportaciones masivas de haitianos en

en 1991

Documentos de la prensa dice que los niños se encontraban en el INFAS desde el 22 de mayo de 1991.

Segundo grupo deportado y muchos se van voluntariamente

Un segundo grupo de 200 personas, de edades entre 16 y 60 años fueron repatriadas hacia Haití. Y a medida que iban pasando los días y semanas se iban aumentando las deportaciones de haitianos ilegales, por lo que muchos por voluntad propia decidieron regresar a su país. Otros sin embargo, decidían huir “para los montes” por temor a ser atrapados.

La Zona Retro de esta semana comparte un reportaje especial sobre la expulsión masiva de migrantes haitianos con estancia irregular en el territorio dominicano en 1991, a propósito de las deportaciones masivas de extranjeros ilegales que viene realizando la Dirección General de Migración (DGM).

La noche del 13 de junio de 1991, el presidente Joaquín Balaguer emitió el decreto número 233-91, en el cual se estableció en su artículo uno, “la repatriación de todos los menores que no hayan alcanzado la edad de dieciséis (16) años, de nacionalidad extranjera, que venía trabajando como braceros en la siembra, cultivo, corte y acarreo de la caña”.

Asimismo en su artículo tres, disponía la deportación “de todo los trabajadores extranjeros, mayores de sesenta (60) años de edad de los bateyes, tanto los pertenecientes al Estado como los que son propiedad de empresas privadas”. Dicho decreto disponía el pago de todas las prestaciones laborales que les correspondía, a los trabajadores de la caña, de acuerdo a las leyes dominicanas.

Esta medida que para algunos fue considerada como abrupta o desesperada, fue tomada por el presidente Balaguer en respuesta a las acusaciones que se hicieron contra la República Dominicana en foros internacionales, tales como la Organización Internacional del Trabajo, con sede en Ginebra, Suiza, así como en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, por medio de sus comités.

De acuerdo con recortes de periódicos de la fecha, el último caso en el que fueron expuestas las denuncias fue en una sesión del Subcomité de Asuntos del Hemisferio Occidental, del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos conjuntamente con el Subcomité de Derechos Humanos y Asuntos Internacionales.

En esa sesión de vistas públicas se analizó y escuchó las acusaciones contra el Consejo Estatal del Azúcar (CEA), por la estación de televisión ABC, en el programa “Primertime Live”.

La República Dominicana fue acusada en esos organismos internacionales de incurrir en violaciones a los derechos de los trabajadores que laboraban en el corte y tiro de la caña, sobre todo en los ingenios del CEA.

Tras dar a conocer el decreto presidencial, el jefe de Estado dijo que las deportaciones de las personas señaladas se estarían realizando contras los menores y personas mayores que no estuvieran haciendo una labor útil en los bateyes del CEA. Dijo además, que el Gobierno no podía permitir esas acusaciones y calificó esas denuncias como “evidentemente injustas que casi no vale la pena tomarlas en consideración”. “El país entero sabe que aquí no se esclaviza a nadie”. Dijo también que el éxodo de haitianos en el país, era a consecuencias de los disturbios políticos que estaban ocurriendo en Haití.

Para dicha repatriación se creó una comisión oficial que se encargaría de localizar a los niños y ancianos haitianos en los bateyes cañeros, tanto público como privados, en fincas y proyectos de construcción, esta comisión estuvo compuesta por la Secretaría de Trabajo, el CEA, la Dirección General de Migración (DGM), las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.

La persona encargada del operativo fue el subsecretario de Trabajo, Tomás Bobadilla, coordinador general de la comisión, quien dijo: “Es bueno que se sepa que no es una cacería de brujas y que se aplicarán altos sentidos humanos”.

Títulos como “peinan las construcciones y fincas”, “siguen apresando haitianos para repatriarlos”, “haitianos abandonan RD”, “EN y PN confinan haitianos en Santiago”, “Migración repatria a otros 136 haitianos” eran las principales noticias que ocupaban las páginas de los diarios del año 1991.

Primer grupo repatriado

Quedó formalmente iniciada la repatriación de haitianos el 18 de junio de 1991, de-

portando a un primer grupo de treinta indocumentados menores de edad a la frontera de Jimaní, quienes aguardaban en el local del Instituto Nacional de Formación Agraria y Sindical (INFAS), en la ciudad capital. De acuerdo al documento periodístico de la época, los niños retenidos eran procedentes de las localidades de Jacmel, Juana Méndez, Hinche, Léogâne, y Las Caobas, comunidades cercanas de la frontera dominicana.

Estos jovencitos fueron alimentados en el INFAS, quienes dijeron que fueron traídos por “buscones” para trabajar en los ingenios Consuelo, Ozama, Quisqueya, Río Haina y Porvenir. Todos dijeron tener menos de 18 años de edad. Encabezó la delegación que llevaría al primer grupo a la frontera, el subsecretario de trabajo, el señor Bobadilla.

Llegado el día de la deportación, algunos de los niños comenzaron a llorar sin poder contener las lágrimas porque no llevaban consigo las ropas que se les había prometido. Está el caso del jovencito Felipe Delica, de 12 años de edad, quien iba descalzo y con una franela hecha harapos, este fue consolado por el Jean Marie Joe Stine, mientras que otros tres fueron acompañados de un agente policial a sus casas a buscar sus ropas en el poblado de Villa Mella. Sin embargo estos muchachos que aparecieron presos en el destacamento del kilómetro 12 de la carretera Sánchez, fueron buscados para su deportación, pero debido a que no tenían ropas tuvieron que dejarlos en el país.

Los demás infantes fueron trasladados en una guagua de las denominadas Banderitas y entregados a las autoridades haitianas en Malpaso, estos se encargaría se llevar a los niños a sus respetivos lugares.

Ante las primeras deportaciones realizadas por el Gobierno dominicano en junio de 1991, las autoridades haitianas reaccionaron al mismo calificándola como “una escalada evidente” de República Dominicana, y se dijo además, que el gobierno del padre Jean Bertrand Aristide estaba dispuesto a conseguir una “solución global y pacífica” a la situación, así habló la ministra de Información, Coordinación y Cultura y titular encargada de Relaciones Exteriores, de Haití, Marie-Laurence Josselin Lassegue.

Otros recintos al que eran llevados los haitianos indocumentados para luego ser repatriados era el Centro Sur de Desarrollo Agropecuario (Cesda), en San Cristóbal. Un tercer grupo que fue deportado a la vecina nación estuvo compuesto por 132 haitianos, entre ellos, hombres, mujeres y niños, quienes se habían preparado con sus equipajes.

Ante las contaste redadas y deportaciones de haitianos ilegales en los bateyes del país, la mano de obra estaba siendo afectada en la producción agropecuaria y en la industria de la construcción en el Cibao. Así lo refleja lo expresado por “Más o menos el 20 por ciento de los haitianos está trabajando en las parcelas de Jicomé y el cruce de Esperanza. La mayoría se ha ido o escondido, por temor a las repatriaciones de sus familiares”, dijo Chago Ferreiras, productor de arroz de Jicomé.

Virgilio Martinez, productor de arroz de esa misma comunidad dijo: “Yo estoy de acuerdo que se saque a los haitianos del país. Pero hay que reconocer que nadie nos ayuda a producir más que los haitianos”.

Organizaciones como el Movimiento Social y Cultural de los Trabajadores Haitianos (MOSCTHA), reaccionó de manera favorable a las repatriaciones de menores haitianos al vecino país, sin embargo condenó la deportación de ancianos mayores de 60 años, por considerar que estos tenían un fuerte vínculo en el país y que en Haití ya no tendrían a nadie.

Familias se dividen por repatriaciones Momentos de dolor vivieron muchos haitianos repatriados en 1991, debido a que habían creado lazos familiares en la República Dominicana. En su mayoría ya tenían toda una vida en este país. Muchos tenían más de tres décadas en esta nación, donde formaron un hogar con hijos y parejas y tener que separarse les producía una gran tristeza..

Al consultar con haitianos que vivieron las deportaciones masivas de 1991, nos contaron que el presidente Balaguer los trataba como “personas y respetaron sus derechos”. No hubo maltratos ni golpes. Muchos indocumentados se fueron del país de manera voluntaria. l

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el país
Las repatriaciones de ese año son consideradas por algunos haitianos que vivieron ese momento como “disciplinadas y con mucho respeto a los derechos humanos”
Parte de 160 haitianos que fueron depurados en el Centro Sur de Desarrollo Agropecuario, CESDA, de San Cristóbal, por las autoridades de Migración para repatriarlos. OGM

Tovar |Surrealismo Vivo XXXVII

La muestra de Iván Tovar presentada en la Galería de Arte Nader, en marzo de 1998, tuvo una gran recepción en los medios, gracias a las estrategias de comunicación encaminadas por el crítico y curador de arte Abil Peralta Agüero, que para entonces se encontraba como asesor del galerista George Nader.

Se preparó una carpeta para la prensa que fijó un orden para la difusión. Entre las reseñas, merece la pena destacar parte de lo publicado por Pedro Pablo Fernández en el desaparecido periódico El Siglo: “Tovar es de los pocos oficiantes de la plástica latinoamericana que tiene un sello inconfundible. Es fácil detectar su huella. Un estilo limpio, acogedor, seductor en grado sumo, un tratamiento muy original del cuerpo humano como emisor de sensualidades, un modo de entrecruzar volúmenes diversos, un lujo compositivo que da a sus cuadros una

crítica arte crítica cine

Siete prisioneros

Capitão do mato” (Capitán de la selva) en el Brasil esclavista se le llamaba así al negro que cazaba a todo rebelde o esclavo fugitivo. Este filme muestra cómo ciertas frases trascienden el contexto y hoy es significante de esclavitud moderna, de esa dominación social que opera desde una lógica propia: la de individuos que aseguran ventajas competitivas para patronos, para que siga teniendo acceso privilegiado y exclusivo a oportunidades sociales, y las migajas les pertenecen. La sociedad que conocemos, para que funcione, necesita estar permanentemente convencida de que para custodiar la pirámide socioeconómica debe salvaguardar a rajatablas a esos agentes sociales incondicionales y confiables. Y esa es la primicia. Para sostenerla se teje la historia en la ciudad de São Paulo, Brasil. SINOPSIS: Para brindar una vida mejor a su familia en el campo, un chico de 18 años, acepta un trabajo en un depósito de chatarra –simbólico–, pero queda atrapado en el tenebroso mundo de la trata de personas. La formidable actuación del chico protagonista hecha en capas va acorde con la narrativa del filme y cada secuencia nos retrotrae al proceso de trastorno de lo misericordioso que

majestuosidad, en la que el color es cómplice principal, -y- hacen de sus productos artísticos piezas codiciadas y apreciadas por todos los amantes del buen arte”. (7 de marzo 1998).

Otra referencia obligada es un fragmento de la publicación que hiciera el crítico de arte y, para mí, padre de la historia del arte dominicano, Danilo de los Santos, a saber: “La primera aproximación a la obra de Iván Tovar, fue en casa de Máximo Avilés Blonda (1931-1988), el poeta amigo que me ofreció la primera lección sobre Arte Dominicano, siendo director general de Bellas Artes. En el hogar de quien escribió Cantos a Helena y Los Profetas, entre otros libros, la mirada selló un trío de pinturas de tonalidad grisásea, escuchando las explicaciones del anfitrión que terminaron diciendo: ‘Tovar es un ser entrañable. Es un artista dominicano que cautiva e inquieta con las visiones que desarrolla su pintura. Él estudia en París, donde se consolida como pintor surrealista’”.

“Para el momento de la aproximación señalada, año 1970, el trayecto tovariano se aproxima al personaje de ‘Justine’, una mujer vista como una nueva esfinge, fabulosa,impenetrable y al mismo tiempo transparente y cambiante”. (28 de marzo 1998).Continuará. l

sufren las personas que quieren subir en la escala social, atestiguando que en cada peldaño las circunstancia le obligan a dejar atrás un poco de sí hasta convertirse en ese alicate que agarra a sus pares y se convierte en el individuo despojado de su humanidad, de uno que anula su ser, que apenas piensa y actúa conforme al interés de sus jefes. Cada secuencia muestra un espacio escénico con nueva perspectiva. Cada personaje responde a nuestras vivencias: hemos visto al líder del grupo pasarse al bando contrario tratando de que las cosas sean menos trágicas o con la idea de cambiar el mundo, también vemos al rebelde por todo o al que cree en la amistad y se desengaña, y ver en otro el analfabetismo pintado en toda su dimensión de vida estropajosa. Por entero, el filme desmenuza la trata de personas sin cliché ni estereotipos fáciles. Vemos cómo la trata es un mal con nuevas formas obscenas de opresión ligada a racismos, a xenofobias, a fascismos. La pobreza ya endémica facilita la clandestinidad de estos encadenados a una vida de miserias. El guion pone cada cosa en su lugar empezando por la simplicidad de escenas, y luego ahonda en una batalla compleja sobre la moral envuelta en una trama típica de thriller obviando cualquier atisbo de los seculares fundamentos eternos e inmutables del bien y del mal. En Netflix con ese título.l

HHHHH GÉNERO: Thriller. DURACIÓN: 93 minutos

obras el libro vive

Leyendas urbanas en literatura beisbolera criolla

EEn nuestra época, las guerras no se ganan en los campos de batallas sino en los medios de comunicación, que van desde los impresos, electrónicos, radio, televisión y las dinámicas redes sociales. Quien mejor vende su producto y logra restar mérito al competidor, tiene garantizada la victoria.

En la pelota dominicana, los fanáticos no se han ganado en el terreno de juego, sino con campañas en las que se le crea una leyenda negra al competidor, consciente de que el éxito deportivo y financiero lo determina el público consumidor del espectáculo, es decir, la fanaticada. Así lo veía René del Risco, poeta, publicista y fanático del Licey.

En una reciente columna, el periodista Nelson Encarnación destaca las debilidades en esta temporada del equipo de su predilección en la pelotadominicana, los Leones del Escogido, desplazado por las Águilas Cibaeñas de su condición de primer rival de los Tigres del Licey, en lo que han operado factores extradeportivos que muy pocos se han detenido a observar.

Tal como demostró el intelectual Cuqui Córdova en su libro Historia de los Leones del Escogido, la pregonada preferencia del dictador Trujillo por el equipo rojo no fue real. Mientras los estrategas del Licey lograron convencer de que en la dictadura solo ganaba el Escogido, porque su presidente era cuñado del “jefe”, lo cierto es que en la Era ganaron todas las novenas, incluidas las Estrellas Orientales.

Trujillo no era escogidista, a él no le gustaba la pelota, pero todos los equipos eran trujillistas. La tesorera del Licey era Marina Trujillo y Petán Trujillo era tan liceísta que abofeteó a un importado de su equipo porque se ponchó con las bases llenas.

La batalla perdida en los medios, dificulta la victoria con la fanaticada y por tanto en el terreno de juego. La debilidad del Escogido comenzó cuando no enfrentó a tiempo la leyenda negra. Tomás Troncoso y Bienvenido Rojas fueron escogidistas rabiosos, conquistados por Don Mochín Pichardo para el Licey. Lo débil se fortalece o desaparece, he dicho. l

El infinito Junco

En esta obra Irene Vallejo se adentra en la historia de un artefacto incomparable que nació hace cinco milenios, el potencial de un junco al que llamaron papiro.

AUTOR: IRENE VALLEJO EDITORA: DEBOLSILLO VENTA: CUESTA LIBROS PRECIO: RD$800

La Ecuación de Dios

El autor repasa la historia de la física hasta llegar a los debates actuales en torno a la búsqueda de esa teoría unificadora, la “ecuación de Dios”.

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Estuche La fórmula de la felicidad

Las gafas de la felicidad son la solución de Santandreu para superar los complejos y los problemas que dificultan y amargan la vida de las personas.

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8 Cultura elCaribe, SÁBADO 10 DE DICIEMBRE DE 2022 elcaribe.com.do
H H H H H EXCELENTE | H H H H MUY BUENA H H H BUENA | H H REGULAR | H MALA

Preparémonos para la navidad (II)

ti tus inquietudes trabajosas. Dedícate algún rato a Dios y descansa siquiera un momento en su presencia. Entra en el aposento de tu alma; excluye todo, excepto Dios y lo que pueda ayudarte para buscarle; y así, cerradas todas las puertas, ve en pos de él. Di, pues, alma mía, di a Dios: «Busco tu rostro; Señor, anhelo ver tu rostro».

Y ahora, Señor, mi Dios, enseña a mi corazón dónde y cómo buscarte, dónde y cómo encontrarte.

Introducción

En la vida hay que prepararse para todo. Preparación para metas que duran para toda la vida o cada año para grandes celebraciones como la Navidad. Aquí ofrecemos textos de grandes pensadores de la historia que inspiran para el Adviento o tiempo de preparación para la Navidad.

4-La esperanza nos sostiene

“Es saludable aviso del Señor, nuestro maestro, que el que persevere hasta el final se salvará. Y también este otro: Si os mantenéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos mios; conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

Hemos de tener paciencia, y perseverar, hermanos queridos, para que, después de haber sido admitidos a la esperanza de la verdad y de la libertad, podamos alcanzar la verdad y la libertad mismas. Porque el que seamos cristianos es por la fe y la esperanza; pero es necesaria la paciencia, para que esta fe y esta esperanza lleguen a dar su fruto.

Pues no vamos en pos de una gloria presente; buscamos la futura, conforme a la advertencia del apóstol Pablo cuando dice: En esperanza fuimos salvados. Y una esperanza que se ve ya no es esperanza. ¿Cómo seguirá esperando uno aquello que se ve? Cuando esperamos lo que no vemos, aguardamos con perseverancia. Así pues, la esperanza y la paciencia nos son necesarias para completar en nosotros lo que hemos empezado a ser, y para conseguir, por concesión de Dios, lo que creemos y esperamos.

En otra ocasión, el mismo Apóstol recomienda a los justos que obran el bien y guardan sus tesoros en el cielo, para obtener el ciento por uno, que tengan paciencia, diciendo: Mientras tenemos ocasión, trabajemos por el bien de todos, especialmente por el de la familia de la fe. No nos cansemos de hacer el bien, que, si no desmayamos, a su tiempo cosecharemos.

Estas palabras exhortan a que nadie, por impaciencia, decaiga en el bien obrar o, solicitado y vencido por la tentación, renuncie en medio de su brillante carrera, echando así a perder el fruto de lo ganado, por dejar sin terminar lo que empezó.

En fin, cuando el Apóstol habla de la

caridad, une inseparablemente con ella la constancia y la paciencia: La caridad es paciente, afable; no tiene envidia; no presume ni se engríe; no es mal educada ni egoísta; no se irrita, no lleva cuentas del mal; disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites. Indica, pues, que la caridad puede permanecer, porque es capaz de sufrirlo todo.

Y en otro pasaje escribe: Sobrellevaos mutuamente con amor; esforzaos en mantener la unidad del Espíritu, con el vínculo de la paz. Con esto enseña que no puede conservarse ni la unidad ni la paz si no se ayudan mutuamente los hermanos y no mantienen el vínculo de la unidad, con auxilio de la paciencia”. (Del tratado de San Cipriano, obispo y mártir, sobre los bienes de la paciencia, núms. 13 15: CSEL 3, 406-408. Año 210-258)

5-Vigilen, pues vendrá de nuevo “Para atajar toda pregunta de sus discípulos sobre el momento de su venida, Cristo dijo: Esa hora nadie la sabe, ni los ángeles ni el Hijo. No os toca a vosotros conocer los tiempos y las fechas. Quiso ocultarnos esto para que permanezcamos en vela y para que cada uno de nosotros pueda pensar que ese acontecimiento se producirá durante su vida. Si el tiempo de su venida hubiera sido revelado, vano sería su advenimiento, y las naciones y siglos en que se producirá ya no lo desearían. Ha dicho muy claramente que vendrá, pero sin precisar en qué momento. Así todas las generaciones y todas las épocas lo esperan ardientemente.

Aunque el Señor haya dado a conocer las señales de su venida, no se advierte con claridad el término de las mismas, pues, sometidas a un cambio constante, estas señales han aparecido y han pasado ya; más aún, continúan todavía. La última venida del Señor, en efecto, será semejante a la primera. Pues,

del mismo modo que los justos y los profetas lo deseaban, porque creían que aparecería en su tiempo, así también cada uno de los fieles de hoy desea recibirlo en su propio tiempo, por cuanto que Cristo no ha revelado el día de su aparición. Y no lo ha revelado para que nadie piense que él, dominador de la duración y del tiempo, está sometido a alguna necesidad o a alguna hora. Lo que el mismo Señor ha establecido, ¿cómo podría ocultársele, siendo así que él mismo ha detallado las señales de su venida? Ha puesto de relieve esas señales para que, desde entonces, todos los pueblos y todas las épocas pensaran que el advenimiento de Cristo se realizaría en su propio tiempo.

Velad, pues cuando el cuerpo duerme, es la naturaleza quien nos domina; y nuestra actividad entonces no está dirigida por la voluntad, sino por los impulsos de la naturaleza. Y cuando reina sobre el alma un pesado sopor -por ejemplo, la pusilanimidad o la melancolía-, es el enemigo quien domina al alma y la conduce contra su propio gusto. Se adueña del cuerpo la fuerza de la naturaleza, y del alma el enemigo.

Por eso ha hablado nuestro Señor de la vigilancia del alma y del cuerpo, para que el cuerpo no caiga en un pesado sopor ni el alma en el entorpecimiento y el temor, como dice la Escritura: Sacudíos la modorra, como es razón; y también: Me he levantado y estoy contigo; y todavía: No os acobardéis. Por todo ello, nosotros, encargados de este ministerio, no nos acobardamos”. (Del comentario de san Efrén, diácono, sobre el Diatésaron. Cap. 18,15-17: SC 121, 325-328. Año 306-373)

6-Deseo de buscar y contemplar “Ea, hombrecillo, deja un momento tus ocupaciones habituales; entra un instante en ti mismo, lejos del tumulto de tus pensamientos. Arroja fuera de ti las preocupaciones agobiantes; aparta de

Señor, si no estás aquí, ¿dónde te buscaré, estando ausente? Si estás por doquier, ¿cómo no descubro tu presencia? Cierto es que habitas en una claridad inaccesible. Pero ¿dónde se halla esa inaccesible claridad?, ¿cómo me acercaré a ella? ¿Quién me conducirá hasta ahí para verte en ella? Y luego, ¿con qué señales, bajo qué rasgo te buscaré? Nunca jamás te vi, Señor, Dios mío; no conozco tu rostro.

¿Qué hará, altísimo Señor, éste tu desterrado tan lejos de ti? ¿Qué hará tu servidor, ansioso de tu amor, y tan lejos de tu rostro? Anhela verte, y tu rostro está muy lejos de él. Desea acercarse a ti, y tu morada es inaccesible. Arde en el deseo de encontrarte, e ignora dónde vives. No suspira más que por ti, y jamás ha visto tu rostro.

Señor, tú eres mi Dios, mi dueño, y con todo, nunca te vi. Tú me has creado y renovado, me has concedido todos los bienes que poseo, y aún no te conozco. Me creaste, en fin, para verte, y todavía nada he hecho de aquello para lo que fui creado.

Entonces, Señor, ¿hasta cuándo? ¿Hasta cuándo te olvidarás de nosotros, apartando de nosotros tu rostro? ¿Cuándo, por fin, nos mirarás y escucharás? ¿Cuándo llenarás de luz nuestros ojos y nos mostrarás tu rostro? ¿Cuándo volverás a nosotros?

Míranos, Señor; escúchanos, ilumínanos, muéstrate a nosotros. Manifiéstanos de nuevo tu presencia para que todo nos vaya bien; sin eso todo será malo. Ten piedad de nuestros trabajos y esfuerzos para llegar a ti, porque sin ti nada podemos.

Enséñame a buscarte y muéstrate a quien te busca; porque no puedo ir en tu busca a menos que tú me enseñes, y no puedo encontrarte si tú no te manifiestas. Deseando te buscaré, buscando te desearé, amando te hallaré y hallándote te amaré”. (Del libro Proslógion de san Anselmo, obispo. Cap. 1: Opera omnia, edición Schmitt, Seckau [Austria] 1938, 1, 97-100. Año 1033-1109)

CONCLUSIÓN

CERTIFICO que los textos aquí reproducidos son copias textuales de sus originales.

DOY FE en Santiago de los Caballeros a los ocho (8) días del mes de diciembre del año del Señor dos mil veintidós (2022). l

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Cultura
RAMÓN DE LA ROSA Y CARPIO ARZOBISPO DE SANTIAGO
CERTIFICO Y DOY FE

Ana Mateo

Ana Mateo es un ser de luz que brota sensibilidad. Es una asidua lectora de elCaribe. Una tarde nos sorprendió con un ejemplar de la novela “Petronila”, que desde que estuvo en nuestras manos no la soltamos más hasta agotar la lectura de su última línea. Se trata de

una novela enriquecedora tanto desde el punto de vista sociohistórico como emocional. Ana se las arregla para imprimir un enfoque psicológico de cada personaje en función de una sociedad tradicional, llena de tabúes y convencionalismos. “La novela está ubicada

en la década de los años 40 y en una zona rural, el nombre de la protagonista debía ser producto de su entorno, y la llamé Juana Petronila, dos nombres comunes de la época”, dijo Mateo. Quisimos conocer un poco más de la autora y a continuación está el resultado.

“Petronila es el símbolo de la mujer latinoamericana”

l ¿Háblenos sobre su infancia?

l Nací en Maimón, Bonao, provincia Monseñor Noel en una familia muy tradicional y conservadora, muy apegada a todo lo establecido. Mis padres tenían ciertos recursos para darnos una vida estable, mi papá fue uno de los fundadores del pueblo y por eso gozaba del respeto de los comunitarios. Desde pequeña fui muy inquieta, cuestionaba todo lo que no le encontrara sentido lógico y por lo tanto fui la que más castigos recibí de mis hermanos. Era un ambiente muy religioso y uno tenía que vivir apegado a esas tradiciones y costumbres que laIglesia imponía. Me revelé muchas veces contra todas las imposiciones. La vida familiar era bonita, paseábamos por el campo, montábamos a caballo, nos bañábamos en los ríos a escondida y teníamos lo que un hogar necesita para tener una vida tranquila, pues mi papá era comerciante y buen proveedor. Mi mayor rebeldía fue porque tenía deseos de estudiar, soñaba con ser una gran abogada y mi padre me lo prohibió. Me casaron a los 15 años, eso fue nefasto para mí. Esa fue mi infancia a grandes rasgos. l ¿Cuéntenos de su formación, ya que finalmente logró ir a la universidad?

l Hice la primaria en el seno familiar, pero al casarme tan joven hice la secundaria cuando tenía dos hijos. Luego, me matriculé en la Universidad Autónoma de Santo Domingo y en la Pedro Henríquez Ureña para estudiar Matemáticas y Física, no obstante, esos estudios quedaron inconclusos, así que me terminé graduando en Meteorología. Más adelante viajé a Chile, donde fui aceptada en la Universidad Católica para estudiar Estadística y, finalmente, en la Universidad Nacional de Costa Rica estudié Teología.

l ¿Cómo surge su gusto por escribir?

l Eso fue por pura casualidad, en el campo literario era casi nula. Toda mi vida laboral fue a base de números, el área del hemisferio derecho de mi cerebro estaba sin estrenar (risas). No obstante, cuando inició la pandemia del Covid 19, tuve que regresar a Costa Rica en un vuelo de rescate organizado por el Consulado de Costa Rica en Santo Domingo, así que me correspondió aislarme en el campo por 14 días

Justicia

Desde pequeña fui muy inquieta, cuestionaba todo lo que no le encontrara sentido lógico y por lo tanto fui la que más castigo recibí de todos mis hermanos”.

Revelación

No toda la novela es mi vida, pero hay mucho de mí en ella, es una mezcla de mi vida personal con la laboral y experiencias de otras personas que he conocido”.

para cumplir con la norma establecida hasta ver que no estuviera contagiada con el virus. Unos amigos me aconsejaron que escribiera porque el aislamiento estaba haciendo estragos en mí. Les dije que de literatura no sabía nada en absoluto, solo los trabajos universitarios y que muchas veces no me quedaban bien. Motivada por la insistencia de familiares y amigos empecé a escribir la novela “Petronila”.

l ¿Por qué inició con una novela?

l Mi vida laboral es muy amplia. Comencé a trabajar desde pequeña, como a los 10 años haciendo manualidades, luego trabajé en varias instituciones tanto en República Dominicana como en Costa Rica en proyectos de vida muy significativos, como ayuda a personas de escasos recursos económicos y en apoyo a personas que han sufrido el flagelo del tráfico y trata de personas. También he colaborado en la orga-

nización de comunidades para proyectos de viviendas, entre otras actividades.

l ¿Por qué el nombre de “Petronila”?

l La novela está ubicada en la década de los años 40 y en una zona rural. El nombre de la protagonista debía ser producto de su entorno y la llamé Juana Petronila, dos nombres muy comunes de la época. Cuando terminaba de escribir, uno de mis editores me preguntó por el título para la novela y le envié decenas de opciones, pero ninguno era de su agrado. Desesperada le dije: “no sé qué nombre ponerle” y él me sugirió: “por qué no la llamas Petronila, porque petro significa piedra y esa mujer fue una piedra”. Me gustó la analogía que hizo y acepté que se llamara “Petronila”. l ¿Qué representa Petronila?

l Petronila es el símbolo de la mujer latinoamericana, producto de una época cuando tenía que estar sometida a todo lo establecido por la sociedad de entonces para ser considerada buena mujer.

l ¿Cómo se inspiró para recrear los capítulos?

l Eso fue un poco complicado para mí, pues tenía el argumento de la historia en mi cabeza, pero no sabía cómo plasmarlo en el papel, carecía de ese lenguaje que tienen los grandes escritores a la hora de expresar lo que sienten. Petronila tal vez se encuentre limitada de un lindo lenguaje poético, de belleza, el atractivo y sublimidad que se necesita para plasmar una armoniosa frase literaria. El diccionario de sinónimo y antónimo me ayudó mucho.

l ¿Tiene Petronila puntos que coinciden con su vida?

l Sí. No toda la novela es mi vida, pero hay mucho de mí en ella, es una mezcla de mi vida personal con la laboral y experiencias de otras personas que he podido conocer. l ¿Cuál ha sido el público meta de Petronila y su reacción?

l La novela ha tenido mucho impacto en el público en general. Muchos jóvenes me han felicitado porque dicen que hace falta que se hable de las relaciones sexuales sin timidez. Las señoras jóvenes me dicen que les ha ayudado tanto en su vida emocional como de pareja. Las personas muy religiosas me han dicho “tu novela me encanta, pero por qué le pusiste tanto erotismo, y muchos hombres han quedado fascinados. Para mi satisfacción, Petronila ha impactado a todos los que han tenido la oportunidad de reposar el libro en sus manos. l

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Ana dijo que “Petronila” está disponible en Librería Cuesta Santiago y Santo Domingo.

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