elCaribe, SÁBADO 26 DE OCTUBRE DE 2024 elcaribe.com.do
Doña María
Ugarte y la Fiesta del chivo
José Mercader recuerda la crítica de antología que escribió la editora de este periódico sobre la novela de Mario Vargas Llosa en su primera edición. P.10
La reelección restaurada en noviembre 1966
Una Asamblea Constituyente vuelve a permitir la respostulación de Balaguer para las elecciones de 1970, lo que origina un oscuro periodo para el país. P.7
“La arquitectura se nutre del arte y lo enriquece”
Gustavo Luis Moré, arquitecto especializado en Restauración de monumentos y ciudades históricas, habla de esa estrecha relación. P.11
Esta iniciativa, una de las más duraderas de carácter privado
60 años del Concurso de Arte Eduardo León Jimenes
Centro León presenta “Territorios de creatividad”, una exposición integrada por una selección de obras ganadoras de este importante certamen
LEANDRO A. SÁNCHEZ lsanchez@curado.do
En el marco de las celebraciones de su 21 aniversario, el Centro León invita a disfrutar la exposición “Territorios de creatividad: sesenta años del Concurso de Arte Eduardo León Jimenes”, que inauguró el pasado 10 de octubre y se extiende hasta el 27 de abril de 2025.
Al observar e integrar los puntos de vista de artistas, jurados y organizadores, este programa, que ha sido el Concurso de Arte Eduardo León Jimenes, ha trascendido según las exigencias más perentorias de la creación contemporánea nacional
en el campo de las artes visuales. Y esta muestra es fiel reflejo de ello.
Bajo la curaduría de Carlos Acero Ruiz, “Territorios de creatividad” explora una miríada de temas, entre ellos: retratos y autorretratos, cuerpo y género, iconografía y símbolos nacionales, historia y memoria, hibridación y mestizaje, paisajes rurales y urbanos, así como experimentación y nuevas tecnologías.
Las obras premiadas, creadas por artistas nacidos o residentes en la República Dominicana, reflejan las identidades en constante evolución y los procesos de interculturalidad que han marcado estas seis décadas del concurso.
La muestra, organizada de manera cronológica, está compuesta por cuatro grandes ámbitos:
Recorrido
Esta muestra histórica está organizada en cuatro secciones, donde las obras se agrupan cronológicamente entre 1964 y 2021, para abarcar seis décadas de la competencia artística”.
Carlos Acero Ruiz CURADOR DE LA EXPOSICIÓN
•1964-1971. Origen de la colección: un concurso anual. En ese entonces queda de manifiesto la transición y cambio de la sociedad dominicana.
•1981-1998. Consolidación del certamen: convocatoria con carácter bienal. En la que se percibe a una sociedad en estado de reordenamiento.
•2000-2008. Nueva evolución: inclusión de nuevas disciplinas artísticas. Protagonizada por la apertura del Centro León en 2003.
•2010-2022. Otras transformaciones: respuesta al contexto. En la que entran en juego nuevas manifestaciones artísticas para adaptarse a los nuevos tiempos. l
en América Latina, ha jugado un papel clave en el desarrollo del arte en la región. FUENTE EXTERNA
historia de la medicina
Tesis en el Instituto Profesional
Ese presentaron diversos trabajos de tesis que nos muestran los intereses y preocupaciones de los médicos y estudiantes de la época. República Dominicana. Instituto Profesional de Santo Domingo. sustentante: Julio A. Piñeyro (1912). Contribución al estudio del diagnóstico precoz de tuberculosis pulmonar crónica. Santo Domingo. En sus consideraciones escribió: “Esta humilde tesis que presento a la docta consideración del Jurado Examinador de la Facultad de Medicina i Cirujía, es una obra que quizás esté desprovista de la originalidad que es poderoso aliciente para todo el que cultiva las Ciencias o las Artes, pero que posee en cambio la eficacia bienhechora que le confiere su utilidad indiscutiblemente provechosa. Sin hacer ostentación de vastos conocimientos relacionados con la terrible enfermedad que nos ocupa, sólo me ha guiado el deseo de ofrecer al cuerpo médico de la República un medio fácil i seguro para sorprender en sus primeros pasos la sigilosa invasión de esta dolencia que al clavar profundamente sus garras en el indefenso organismo humano, no lo abandona sino cuando lo deja sepultado en el oscuro seno de la tumba”.
gular funcionamiento del organismo humano; y no porque esta funesta dolencia sea definitivamente incurable, sino porque dicha curabilidad es manifiesta-
salón de la fauna
En 1912 también presentó su tesis para optar por el título de licenciado en medicina el bachiller Elio Fiallo, con el tema “Estado actual de la terapéutica antituberculosa”. En la descripción señalaba: “ La sífilis, ha dicho Fournier, causa más estragos que la tuberculosis; esto es verdad con sólo pensar que la sífilis es positiva y frecuentemente hereditaria, luego de ser mucho más abundante que la tuberculosis en un mismo instante social. Pero, enseguida de la sífilis, ningún azote es tan temible para la salud pública como la tuberculosis. Cuando se aborda el problema de la curabilidad de la tuberculosis, el desaliento y la incertidumbre llenan de confusión y de dolor a los encargados de velar por el re-
En 1913 presentaba su tesis para la licenciatura en medicina el bachiller Emilio Rodriguez Oca, con el tema “Consideraciones sanitarias acerca de la tuberculosis”. En su presentación escribió: “Mucho se ha escrito, en todas partes del mundo, sobre Tuberculosis, y no hay país donde no se haya celebrado un congreso médico o donde no exista una asociación ó una liga contra la tuberculosis. Así es que, de modo alguno, podríamos tener la pretensión de aportar algo nuevo a tan importante cuestión; pero sí creemos que una exposición concreta de los preceptos sanitarios más indispensables contra tan terrible enfermedad, pueda ser de alguna utilidad práctica general y muy en particular para los que desgraciadamente sufren de dicha afección. La tuberculosis existe en Santo Domingo desde los tiempos más remotos, pero es un hecho indiscutible que se propaga de modo alarmante de diez años a esta parte”. Otra tesis la presentaba el bachiller Ramón Delgado Oller en 1914, con el tema Contribución al estudio del yoduro de potasio : tesis para la licenciatura. En sus motivaciones para el tema escribió: “ Dado el puesto preponderan te que en la terapéutica ocupan los yoduros alcalinos, cuya importancia aumenta cada día (especialmente la del yoduro de potasio), siendo tal vez la sustancia medicamentosa manejada con más frecuencia por el práctico, hasta el extremo de que, según Rabuteau, difícilmente existirá medicamento donde el ingenio farmacéutico se haya desarrollado de modo tan intenso, y, cuyos métodos de administración sean tan vanados. Desgraciadamente el inmenso valor de tan preciado producto químico resulta no pocas veces perjudicial en extremo, gracias al poco escrúpulo de fabricantes que todo lo posponen al lucro, importándoseles muy poco la salud de sus semejantes”. l DR. HERBERT STERN
Jochi Gómez
(DÉCIMA CIBAEÑA)
Jochi en rojo se pasó Creyendo que taba veide Sabía que éi no pieide En Aeromundo lo oyó Y tanto se lo creyó Que devino en camalión Rojo, mamei o marrón Gri, asui o rosadito Pero mejoi veidecito Ei coloi dei papeletón.
A Najayo éi llegó Y lo eperaron con bulla No e pa enredai la cabuya Eso e lo que creo yo Ei será ei sioretop Y también ei cuaito bate Fieta con café o con mate Pero detrá de laj reja 10 colore en las oreja Y un paquetón e diparate.
l JOSÉ MERCADER
Reflejo de procesos de interculturalidad
El Concurso de Arte Eduardo León Jimenes ha sido fundamental para dar visibilidad y apoyo a numerosas generaciones de artistas dominicanos, siendo un espacio clave para evaluar la evolución de las artes visuales y su relación con la identidad nacional. Hoy, luego de 60 años, la nación dominicana y sus artistas cuentan con un certamen que ha trascendido su geografía, que con rigor y profesionalismo ha crecido en todas sus dimensiones, constituyendo un esfuerzo colaborativo por la creatividad y la identidad dominicana y caribeña.
Una pléyade de artistas
Ramón Oviedo, Ada Balcácer, Clara Ledesma, Danilo de los Santos, Domingo Liz, Natalia Ortega, Soucy de Pellerano, Tony Capellán, Fermín Ceballos, Raúl Recio, Raquel Paiewonsky y Gerard Ellis, forman parte del más de un centenar de artistas que integran la exposición, muchos de los cuales han recibido posteriormente el Premio Nacional de Artes Visuales, el máximo reconocimiento otorgado por el Estado dominicano, lo que subraya la importancia de los primeros reconocimientos en el desarrollo de sus carreras.
Impronta del certamén
La década del sesenta marcó un período de grandes cambios políticos y sociales en la República Dominicana, donde uno de los más importantes fue la recuperación de la libertad de expresión. Este nuevo ambiente permitió a los artistas retomar el rol del arte como un medio para comunicar y reflexionar, y no solo como una búsqueda estética. Desde entonces, los creadores dominicanos han explorado sus identidades, las de su entorno y la del país, en un contexto de transformación histórica, social y cultural.
Génesis del concurso
El año 1964 marca un hito en la escena cultural dominicana. Nace el Concurso de Arte Eduardo León Jimenes, iniciativa privada de apoyo a las artes de mayor permanencia en Latinoamérica. Desde la celebración de este primer concurso, sus metas y sus principios estuvieron muy claros: incentivar el arte nacional según los estándares internacionales. Sesenta años han pasado desde aquel día en el que don Eduardo León
de Exposiciones Temporales
Asensio anticipó que, al cabo de los años, se tendría una importante colección de artes visuales que iba a demandar la creación de una institución para exponerla de manera permanente.
En el año 2003, año del centenario de la empresa La Aurora, origen del grupo empresarial León Jimenes, se crea el Centro Cultural Eduardo León Jimenes, haciendo realidad la idea visionaria de 1964. Desde su fundación, el Centro León ha sido la institución sede del concurso, responsable del resguardo de las obras ganadoras, así como de la gestión, organización y exposición de cada una de las ediciones del certamen cultural.
El concurso ha evolucionado a lo largo de seis décadas, con el propósito de adaptarse a las diversas circunstancias, a las condiciones del país, y los cambios que naturalmente surgen en el arte. Durante estos 60 años de existencia ha contado con 66 jurados de selección y premiación, y ha distinguido a 147 artistas en las diferentes categorías. Aquellos nóveles y emergentes artistas premiados ayer se fueron convirtiendo en los maestros y referentes de hoy para el arte contemporáneo.
Programa pedagógico
Esta exposición contempla dos espacios
EVOLUCIÓN
Un fiel termómetro de las artes visuales en RD
En palabras de María Amalia León, presidente de la Fundación Eduardo León Jimenes y Centro León: “Esta exposición es fruto de la experiencia vivida durante seis dé cadas y de una continua investigación y monitoreo en torno a la situación y evolución de las artes visuales en los contextos nacionales e internacionales”.
PONENCIA
La huella inconfundible del arte caribeño
La inauguración de la exposición contó con una conferencia impartida por el crítico, historiador y escritor independiente cubano, Gerardo Mosquera, titulada “Cartografiando el Caribe”.
que invitan a la imaginación, exploración y creación, bajo la Metodología para la Integración de las Artes (MIA), la cual propicia la creatividad a través de una experiencia lúdica y sensorial.
El primero, Jardin Funky, ubicado en el patio interior del Centro León, busca aflorar la imaginación y experimentación a través de materiales y recursos que estimulan el juego y la expresión artística.
El segundo, emplazado en el segundo nivel, presenta un área dedicada a la reflexión sobre el arte y su transformación a través del tiempo, donde se explora la evolución del Concurso de Arte Eduardo León Jimenes y su importancia en el ámbito artístico. A través de módulos informativos, se visibilizan procesos de trabajo interno, como la investigación y la preservación de las obras, invitando a reflexionar sobre los temas y transformaciones que han marcado el certamen a lo largo del tiempo.
Un programa de actividades de animación cultural complementa la muestra mediante visitas mediadas, diálogos en sala, conversatorios, conciertos musicales y encuentros en la Mediateca, que vinculan los temas abordados en las obras con los recursos que ofrece este espacio de documentación e información. l
La exposición se destaca por un exquisito y muy cuidado trabajo a nivel museográfico, a cargo de la especialista Paula Flores. F. E.
La muestra se encuentra alojada en la Sala
del Centro León, abierta al público de martes a domingo de 10:00 de la mañana a 7:00 de la noche . F. E.
<VIENE DE LA PORTADA
4 Cultura
Un enredo del diablo y de la diabla
PEDRO CONDE STURLA pinchepedro65@yahoo.es
El encuentro de Tom Walker con el diablo fue tan cordial que empezaron a hacerse amigos. Basta decir que el siniestro personaje tuvo la gentileza de acompañarlo hasta su casa y empezó a contarle de unos tesoros que había enterrado el pirata Kidd en un lugar cercano. Unos cuantiosos tesoros que él mismo custodiaba y que podía poner a su disposición a cambio de ciertas condiciones.
Ya podemos darnos cuenta que el diablo que fingía ser su amigo lo estaba tentando, le estaba pidiendo lo que siempre pide el diablo a todos los incautos que se avienen a negociar con él. Mi buen amigo Dinápoles hubiera sabido como aconsejar a Tom Walker si no hubiera estado corrigiendo exámenes, como de costumbre..
«Se cuenta, igualmente, que después hizo Tom el camino de regreso a su casa acompañado por el siniestro personaje, lo que propició una conversación más en profundidad entre ambos. El hombre oscuro le habló de los tesoros enterrados por el pirata Kidd, en aquella colina próxima al pantano; unos tesoros, le dijo, de cuya custodia se encargaba él mismo, y que ponía a su entera disposición, si así lo quería… Dijo el Demonio a Tom Walker, además, que lo hacía por nada, porque le había resultado simpático, aunque, naturalmente, habría de establecer unas condiciones previas para ofrecérselo… No es difícil suponer cuáles eran… Tom Walker, empero, jamás se las dijo a nadie; acaso se trató de condiciones muy exigentes, pues le pidió tiempo para pensárselas antes de darle una respuesta definitiva, y eso que no era un hombre de los que se entretienen en tonterías cuando hay dinero a la vista… Llegaban ya a las lindes del pantano con la tierra habitada, cuando el Demonio se paró en seco, para despedirse.
»—¿Qué garantía me ofreces de que cuanto me has dicho es verdad? —le preguntó entonces Tom Walker.
»—Aquí tienes mi sello —dijo el hombre oscuro tocando con un dedo la frente de Tom.
»De inmediato volvió sobre sus pasos para perderse en lo más espeso de la ciénaga; pareció, según lo narraba el propio Tom Walker, que al irse se hundía poco a poco en el barro, hasta que no pudo ver de él más que los hombros y la cabeza… Nada más llegar a su casa comprobó que el sello del Demonio le había dejado en la frente, en efecto, una especie de quemadura imposible de borrar».
***
Tom Walker no estaba dispuesto en principio a acceder a lo que le proponía
el maligno, pero cometió el error de contarle el cuento a su mujer, y a la mujer le pareció inmejorable el trato. Como no pudo convencer al marido decidió embarcarse sola en la empresa: «Apenas hubo aludido al oro enterrado se despertó en ella toda la avaricia de que era capaz; urgió de inmediato al marido, pues, a que aceptara las condiciones puestas por el hombre oscuro, segura de que con aquel tesoro se acabarían de por vida sus miserias. Tom, empero, no estaba muy convencido de un aspecto tan fundamental como lo era el de vender su alma, menos, además, si negándose a ello conseguía molestar a su mujer; así, tan serio asunto no pudo más que provocar una gran bronca entre los esposos, que se insultaron con mayor fiereza que nunca, amenazándose y echándose en cara cosas innumerables e indecibles… Cuanto más hablaban del asunto, más se reafirmaba Tom en su negativa de vender su alma. No es que le importara en exceso condenarse; simplemente, sentía la necesidad perentoria de no concederle semejante placer a su esposa.
»Al final decidió ella tomar las riendas del asunto y negociar directamente; si le salía bien el negocio, se decía, podría quedarse con todo sin tener que compartirlo con Tom«. ***
A ella también la hubiera podido aconsejar Dinápoles, si no hubiera estado ocupado corrigiendo exámenes, pero además ciertas mujeres de los relatos de Washington Irving son poco menos o poco más que arpías y no hay forma de ha-
cerlas entrar en razón:
«Era, no se olvide, de un temperamento valiente, muy parecido al de su marido. Así, una tarde de verano puso rumbo en dirección a la ciénaga, con la intención de ir hasta el viejo fuerte indio. Estuvo fuera de casa varias horas. Cuando regresó no contó gran cosa; dijo algo acerca de un hombre muy oscuro, al que apenas había podido vislumbrar en aquella penumbra, que parecía empeñado en tirar árboles a golpes de hacha… Y nada más; mantuvo un absoluto silencio sobre todo aquello; solo dijo que tenía que volver otro día para hacerle una oferta más convincente, sin otros detalles.
»Al día siguiente por la tarde salió de nuevo hacia la ciénaga llevando en su delantal varios útiles de cocina. Tom la esperó largamente, pero en vano; llegó la medianoche y seguía sin aparecer su esposa; se hizo la mañana siguiente, y nada; pasó la tarde y cayó otra vez la noche, sin que diera señales de vida. Entonces comenzó a preocuparse de verdad, temiendo que le hubiera ocurrido algo grave, aunque se tranquilizó al comprobar que entre las cosas que llevaba en su delantal estaba el juego de té de plata, cucharas, tenedores, y otros utensilios de valor, lo que podría servirle para negociar, acaso, con bien. Pero pasó otra noche entera y su mujer seguía sin regresar a casa… La verdad es que nunca volvió a tener nadie, en toda la comarca, noticia alguna de ella». ***
Lo poco que se sabe es que Tom Walker se pasó buscándola un día entero, recorriendo con notoria ansiedad los alrede-
dores y llamándola a gritos sin cesar, hasta que por fin descubrió «…algo que no pudo por menos que asombrarlo, algo que colgaba de la rama de un ciprés; algo, además, a medias envuelto en un delantal como el de su esposa… Un murciélago revoloteaba cerca, como si vigilase lo que tenía por suyo… Tom Walker, aun en aquellas circunstancias, y no obstante las aprensiones que sentía, experimentó cierta alegría al ver el delantal de su mujer… Mas no por otra cosa que porque supuso que aún contendría en su hatillo aquellos útiles de cocina. «Recuperaré primero lo que es mío, que ya sabré arreglármelas sin mi mujer, en caso de que no aparezca», se dijo.
»Comenzó a trepar por el árbol, y el murciélago, abriendo las alas cuanto le daban de sí, huyó para esconderse en lo más profundo del bosque… Alcanzó Tom Walker el delantal… mas al deshacer el hatillo no encontró otra cosa que un hígado y un corazón.
»Aquello, por cierto, y según lo refieren las más antañonas leyendas del lugar, que son las más fiables, fue cuanto se encontró de la pobre esposa de Tom. Es muy probable, por lo demás, que llegara a hacer un pacto con el hombre oscuro, y que discutiera con él, llegando incluso a gritarle y a insultarlo como hacía habitualmente con su marido, pues si bien una auténtica arpía como ella está de veras capacitada para librar un match con el mismísimo Diablo, acabó llevándose las de perder… Murió, pues, pero vendiendo cara su vida; no en balde encontró Tom Walker huellas numerosas de sus pies, como si se hubieran tratado de plantar firmemente en la tierra y en el barro, cerca y más allá del ciprés, y unos cuantos mechones de pelo negro, largo y reseco, que sin duda pertenecían a la cabellera de ése a quien llamaban el leñador negro… Bien había comprobado en sus carnes Tom, más de una vez, cuán diestra era su mujer para la pelea, y supo que, si bien junto a las huellas de los pies de ella había otras muchas de garras, al hombre oscuro le había costado bastante doblegarla. «¡Por todos los huevos de la serpiente! Hasta el Diablo se habrá llevado más de un mamporro», se dijo». ***
Al parecer, por alguna razón desconocida, lo que ocurrió es que el mismo diablo no quiso negociar con la diabla, los ánimos se caldearon y se trenzaron finalmente en una lucha feroz que dejó huellas visibles en el entorno. Aparte de insultarlo, la diabla le había tironeado los moños, lo había zarandeado, le había desgarrado el rabo y le había aruñado sin duda el pecho y la cara, hasta que finalmente sucumbió, como tenía que sucumbir. Nada hubiera podido hacer en este caso mi buen amigo Dinápoles, aunque no hubiera estado ocupado corrigiendo exámenes como de costumbre. l
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Apuntes de infraestructura
Albores y decadencias: Occidente en la picota
PEDRO DELGADO MALAGÓN pedrodelgado8@gmail.com
“La decadencia llega cuando el hombre deja de fijarse en la naturaleza”. LEONARDO DA VINCI
Nunca imaginó el filósofo e historiador alemán Oswald Spengler (Blankenburg, 1880; Munich, 1936) el estrépito que causaría la publicación de su libro ‘La decadencia de Occidente’. El primer volumen circuló en julio de 1918. En abril de 1922 se habían vendido en Alemania 53,000 ejemplares y, en la misma fecha, unos 50,000 volúmenes del segundo tomo surgían de la imprenta.
Era ese el momento en que desaparecía el imperio alemán y afloraba la República de Weimar. Tras la paz forzosa de Compiègne (en noviembre de 1918) la nación germánica se postraba. Las palabras de Spengler, empero, enlazaban el colapso alemán al inapelable contexto de los grandes reveses de la humanidad. A esa fase de marchitez ineludible en que las culturas apolínea, egipcia, india, babilónica, china, árabe (o mágica) y occidental (o fáustica) habrían de morir para luego transformarse en civilizaciones.
Ya él se interrogaba: “Pero ¿cuál es el momento de la muerte? Las sociedades mueren cuando de culturas, es decir de unidades orgánicas vivas, pasan a ser civilizaciones: es el momento al que ha llegado el Occidente. […] Las civilizaciones son los estados más exteriores y los más artificiales a los que puede llegar una especie humana superior. Son un fin; suceden al devenir como lo devenido, a la vida como la muerte, a la evolución como la cristalización; al paisaje y a la infancia del alma, visibles en el dórico y el gótico, como el envejecimiento a la ciudad mundial petrificada y petrificadora. Son un término irrevocable, pero al que se llega con una necesidad muy profunda”.
Spengler presenta la historia universal como un conjunto de culturas que se desarrollan de forma independiente unas de otras. Como entes individuales que recorren un ciclo vital de cuatro etapas: juventud, crecimiento, florecimiento y decadencia. Tal si fuera el trayecto preciso de un ser vivo, con un inicio y un fin determinados.
Es pesimista, con todo rigor, la visión filosófica de la historia que postula Spengler:
la voluntad humana no puede invertir el curso fatal de los acontecimientos, el desenlace de los hechos. Con todo, muy pocas veces fue capaz el pensamiento humano de erigir un retablo ideológico de semejante brillantez. De alzar, acaso, las complexiones de una tan regia catedral de palabras como La decadencia de Occidente Ahora querría evocar aquel numen desmedido (vasto, ardoroso) de Oswald Spengler. Pensaré (quizá como Borges ante la ilusoria presencia de Lugones) que mi vanidad y mi pundonor han armado una escena imposible, y que usted, herr Oswald Spengler, no ha muerto de un ataque cardíaco a los 56 años en su apartamento de Munich; y que estamos aquí, fuera del tiempo, en un pétreo derrelicto en el mar de los Sargazos, ante la inmensa soledad del universo (apartados de Werther y Petrarca, de Eurípides y Fausto y Parsifal), cuando despunta en el corazón el terror a la muerte, al límite del mundo luminoso, al rígido espacio de lo inexorable… (PDM)
LA DECADENCIA DE OCCIDENTE
El ciclo vital de las culturas
OSWALD SPENGLER
Una cultura nace cuando un alma grande despierta de su estado primario y se desprende del eterno infantilismo humano; cuando una forma surge de lo informe; cuando algo limitado y efímero emerge de lo ilimitado y perdurable. Florece entonces sobre el suelo de una comarca, a la cual permanece adherida como una planta. Una cultura muere, cuando esa alma ha realizado la suma de sus posibilidades, en forma de pueblos, lenguas, dogmas, artes, estados, ciencias, y torna a sumergirse en la espiritualidad primitiva. Pero su existencia vivaz, esa serie de grandes épocas, cuyo riguroso diseño señala el progresivo cumplimiento de su destino, es una lucha íntima, profunda, apasionada, por afirmar la idea contra las potencias del caos en lo exterior y contra la inconsciencia interior adonde han ido éstas a refugiarse coléricas. No sólo el artista lucha contra la resistencia de la materia y el aniquilamiento de la idea. Toda cultura se halla en una profunda relación simbólica y casi mística con la extensión, con el espacio, en el cual y por el cual quiere realizarse. Cuando el término ha sido alcanzado, cuando la idea, la muchedumbre de las posibilidades interiores se ha cumplido y realizado exteriormente, entonces, de pronto, la cultura se anquilosa y muere; su sangre se cuaja, sus fuerzas se agotan; se transforma en civilización. Esto es lo que sentirnos y comprendemos en las palabras
Egipticismo, Bizantinismo, Mandarinismo. Y el cadáver gigantesco, tronco reseco y sin savia, puede permanecer erecto en el bosque siglos y siglos, alzando sus ramas muertas al cielo. Tal es el caso de China, de la India, del mundo del Islam. La civilización antigua de la época imperial se erguía gigantesca, con aparente riqueza y fuerza juvenil; pero en realidad lo que hacía era privar de aire y de luz a la joven cultura arábiga de Oriente.
Éste es el sentido de todas las decadencias en la historia (cumplimiento interior y exterior, acabamiento que inevitablemente sobreviene a toda cultura viva). La de más limpios contornos se halla ante nuestros ojos; es la “decadencia de la antigüedad”. Y ya hoy podemos rastrear claramente en nosotros y en torno a nosotros los primeros síntomas de la decadencia propia, de la “decadencia de Occidente”, acontecimiento que por su transcurso y duración coincide plenamente con la decadencia de la Antigüedad y se sitúa en los primeros siglos del próximo milenio.
Toda cultura pasa por los mismos estadios que el individuo, Tiene su niñez, su juventud, su virilidad, su vejez. En el orto del románico y del gótico se manifiesta un alma joven, tímida, henchida de presentimientos. Esta niñez del alma se expresa también, y con muy parecidos tonos, en el dórico de la época homérica, en el arte cristiano primitivo, esto es, arábigo-primitivo, y en las obras del Antiguo Imperio egipcio, que comienza con la cuarta dinastía. Cuando una cultura se acerca al mediodía de su vida, su lenguaje de formas, al fin conquistado, se hace cada vez más viril, más áspero, más continente, más saturado, más convencido y lleno del sentimiento de su
propia fuerza, más claro en sus rasgos. En los comienzos, todo es aún vago, confuso, vacilante, lleno a un tiempo de anhelo y de terror pueriles. Considérese la ornamentación de las portadas en las iglesias románico–góticas de Sajonia y del sur de Francia. Piénsese en las catacumbas cristianas, en los vasos de estilo Dipylon. Pero luego, cuando ya el alma tiene conciencia de haber llegado a la plenitud de sus fuerzas plásticas, por ejemplo en la época en que comienza el Imperio Medio, en el tiempo de los Pisistrátidas, de Justiniano I, de la Contrarreforma, entonces todos los detalles de la expresión aparecen seleccionados, rigurosos, mesurados, llenos de admirable ligereza y como inevitables. Entonces surgen, por doquiera, esos momentos de brillante perfección, en que se producen la cabeza de Amenemhet III (la esfinge del Hycso de Tanis), la bóveda de Santa Sofía, los cuadros del Tiziano. Luego vienen ya otras obras más tiernas, casi quebradizas, acariciadas por las suaves melancolías del otoño: la Afrodita de Cnido, las Corés del Erecteion, los arabescos de los arcos de herradura, el torreón de Dresde, Watteau, Mazan. Por último, en la senectud de la civilización incipiente extínguese el fuego del alma. La fuerza, que declina, se atreve aún, con éxito mediano –es el clasicismo que encontramos en toda cultura moribunda–, a acometer una creación magna; el alma piensa otra vez –es el romanticismo– con melancólica añoranza, en su niñez pasada, Al fin, rendida, hastiada y fría, pierde el gozo de vivir y anhela –como en la época romana- alejarse de la luz milenaria y sumergirse de nuevo en la negrura mística de los estadios primitivos, en el seno materno, en la tumba. El concepto de lo que dura la vida de un hombre, de una mariposa, de un roble o de una hierba, tiene un valor determinado, independiente de las contingencias del sino individual. Diez años son en la vida de los hombres un trecho que significa aproximadamente lo mismo para todos; la metamorfosis de los insectos en algunos casos se verifica en un número de días exactamente prefijado. Los romanos asociaban a sus conceptos de pueritia, adolescencia, juventus, virilitas, senectus, una representación casi matemática. Lo que dura una generación –de cualesquiera seres– tiene una significación casi mística. Estas relaciones pueden aplicarse también a las culturas, en un sentido que nadie, hasta ahora, ha sospechado. Toda cultura, toda época primitiva, todo florecimiento, toda decadencia, y cada una de sus fases y periodos necesarios, posee una duración fija, siempre la misma y que siempre se repite con la insistencia de un símbolo. l
Oswald Spengler. F.E.
El Gran Caribe y la Sociedad de Naciones
WILSON ENRIQUE GENAO NÚÑEZ
PROFESOR INVESTIGADOR CENTRO
DE ESTUDIOS CARIBEÑOS wilsongenao@pucmm.edu.do
La Sociedad de Naciones o Liga de las Naciones (SDN) antecedente inmediato de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) fue creada por las potencias victoriosas de la Primera Guerra Mundial en la llamada Conferencia de Paz de París. El Pacto de la Sociedad de Naciones que se basó en uno de los Catorce Puntos presentado por el presidente de los Estados Unidos Woodrow Wilson en 1918 y que dio paso a la SDN, fue incluido en el Tratado de Versalles firmado en 1919 y entró en vigor el 10 de enero de 1920.
La carta fundacional de esta organización llamado Pacto de la Sociedad de Naciones fue escrita durante las negociaciones de paz. El Pacto estaba compuesto por 26 artículos y abarcaba diversos aspectos de la organización. Establecía las condiciones para ser miembro, la estructura y las funciones de cada organismo, los mecanismos de solución cuando surgieran disputas entre los miembros, el régimen de los mandatos, las obligaciones de los estados miembros con relación al trato justo a los habitantes nativos de los territorios bajo su control, entre otros aspectos.
La SDN estaba compuesta por tres organismos principales. La Asamblea era el principal órgano representativo, formada por cada miembro y donde cada Estado tenía un voto. Este organismo podía tratar en sus reuniones cualquier asunto dentro de la esfera de acción de la Liga o que afectara la paz del mundo. El Consejo al igual que la Asamblea tenía facultades pa-
ra tratar en sus reuniones cualquier asunto dentro de la esfera de acción de la Liga o que afectara la paz del mundo. Estaba formado por miembros permanentes y no permanentes. En 1920, los cuatro miembros permanentes eran el Imperio Británico, Francia, Italia y Japón. Estados Unidos nunca se incorporó a la Sociedad, debido a la negativa del Congreso estadounidense. La composición del Consejo varió con el tiempo. En las reuniones, cada miembro de la Liga representado en el Consejo tenía un voto y no podía tener más de un representante. La Secretaría era el órgano administrativo y estaba a cargo de organizar el trabajo de los diferentes órganos, velar por el buen desarrollo de las reuniones y dar seguimiento a las decisiones tomadas por los Estados miembros.
Diversos países del Gran Caribe estuvieron presentes en esta organización. Formaron parte los países de Guatemala, Colombia, Haití, Venezuela, Cuba, Honduras, Nicaragua, Panamá, Costa Rica, México (entra en 1931) y la República Dominicana. Sin embargo, por diversos motivos en la década de los años veinte, treinta y cuarenta varios países se fueron retirando de la organización incluyendo los casos de Costa Rica 1925, Guatemala, Honduras y Nicaragua en 1936, Venezuela en 1938 y Haití en 1942.
En el caso de la República Dominicana su integración a este organismo internacional fue posterior a 1920. El pasado 29 de septiembre se cumplieron 100 años de la entrada del país en esta organización. Al crearse la SDN, la República Dominicana estaba intervenida por los Estados Unidos quien había invadido el país en 1916. Tras el proceso de desocupación de las tropas norteamericanas a través del acuerdo Hughes-Peynado y la juramentación el 12 de julio de 1924, de Horacio Vásquez y Federico Velázquez como pre-
sidente y vicepresidente (ganaron las elecciones del 15 de marzo de 1924) se inició un rápido proceso diplomático para integrar el país en la Sociedad de Naciones. Al mes siguiente de la juramentación fue aprobado en el Congreso la autorización para que el Poder Ejecutivo encabezado por Horario Vásquez solicitara el ingreso de la República Dominicana en la Sociedad de Naciones. En la solicitud se hacía una valoración positiva y se enfatizaba que esta organización “estaba produciendo el bienestar general, ensanchando los fundamentos de la paz, asegurando la leal ejecución de las convenciones y promoviendo la cooperación moral, intelectual y económica de los Estados”.
Con la aprobación del Congreso las gestiones fueron dirigidas por el secretario de Estado de Relaciones Exteriores, Ángel María Soler quien a su vez nombró delegado a la 5ta. Asamblea de la Sociedad de Naciones al licenciado Jacinto R. de Castro. Con un excelente manejo diplomático defendió la capacidad soberana de la República Dominicana para formar parte de la SDN ante la subcomisión designada para estudiar la cuestión de la integración dominicana a dicho organismo. Del Gran Caribe participaron y dieron el visto bueno para la integración dominicana Colombia, Venezuela y Cuba.
Lucy Arraya señala que tras “el informe favorable de las subcomisiones y de la Comisión Permanente Consultiva fue presentado para fines de aprobación en la Asamblea en la reunión del 29 de septiembre de 1924”. El historiador y experto en relaciones internacionales Reynaldo Espinal afirma que el “informe fue leído por el Embajador cubano Agüero Betancourt de la siguiente forma: La Sexta Comisión, después de conocer el informe de la Subcomisión Encargada de exa-
minar la solicitud de admisión de la República Dominicana, aprueba este informe y propone a la Asamblea, a unanimidad, la admisión de la República Dominicana en la Sociedad de Naciones”.
La integración dominicana representó un triunfo diplomático al lograr incorporarse en una organización cuya creación tuvo un impacto en la cooperación multilateral, las relaciones y el derecho internacional.
Durante su existencia esta organización tuvo sus logros en la solución de diversos conflictos en la década de los años veinte y treinta. Sin embargo, la incapacidad de impedir el inicio de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) tuvo un impacto decisivo en el fin de esta organización. A partir del 20 de abril de 1946, la Sociedad de las Naciones dejó de existir, entregando todos sus activos a la nueva organización que surgió de las cenizas de la guerra: Organización de las Naciones Unidas. Del Gran Caribe además de República Dominicana fueron miembros fundadores de la ONU, Cuba, Haití, Nicaragua, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá y Venezuela. Es decir, todos los países del Caribe independiente en esa época.
La importancia de la SDN en la diplomacia internacional como primera organización intergubernamental establecida para promover la cooperación internacional, lograr la paz y la seguridad internacional, ha sido poco estudiada con relación a los países del Gran Caribe. En ese sentido, el papel desempeñado por los países del Gran Caribe en el seno de este organismo internacional sigue siendo un tema pendiente de estudios rigurosos por la historiografía caribeña y en particular por la historiografía dominicana. l
Centro estudios caribeños. PUCMM.
Miembros de la SDN en Ginebra en 1920. Fuente: NATIONAL GEOGRAPHIC.
elCaribe, SÁBADO 26 DE OCTUBRE DE 2024 elcaribe.com.do
Central de Datos
Moción Contra la Constitución de 1963 para Autorizar la Reelección
Tras la suspensión de la Constitución promulgada en 1963, se aprobó una moción que permitió la reelección presidencial, lo cual facilitó que Joaquín Balaguer continuara en el poder por otro período consecutivo.
LENIN RAMOS lramos@elcaribe.com.do
Esta semana, la Zona Retro recuerda la suspensión de la Constitución promulgada el 29 de abril de 1963 por Juan Bosch. Al asumir la presidencia de la República, Bosch instauró una nueva Carta Magna considerada muy progresista debido a sus disposiciones sobre derechos sociales y limitación de poderes; sin embargo, fue suspendida tras el golpe de estado que lo derrocó.
Moción
La moción presentada por el senador Alberto Dimaggio M. (PR) sugería que la nueva Constitución no contemplara ninguna disposición sobre la reelección presidencial. Solo el artículo 49 del proyecto de Constitución fue aprobado por la Asamblea Constituyente, luego de una sesión que se extendió por más de cuatro horas.
El artículo 49, utilizado como base para la redacción de la nueva Constitución, establecía: “El Poder Ejecutivo será ejercido por el Presidente de la República, quien será elegido cada cuatro años mediante voto directo y no podrá ser reelegido para el período siguiente”.
Días antes, el senador por San Cristóbal, Adriano Uribe Silva (PR), había sugerido que la Constitución no incluyera disposiciones sobre la reelección presidencial, argumentando que esto permitiría al pueblo elegir a la persona que considerara más adecuada. Sin embargo, esta moción fue retirada cuando la Comisión Especial Mixta aprobó por mayoría la inclusión de la reelección en la Constitución. Posteriormente, este informe fue ignorado tras la presentación de la moción de Dimaggio, reformista por San Juan de la Maguana.
Votos
Para lograr la aprobación de su moción, Dimaggio necesitaba alcanzar 65 votos, es decir, dos tercios de los constituyentes presentes, que sumaban un total de 98. En la asamblea, había 70 legisladores reformistas y 28 del PRD. Se registraron 69 votos a favor y 21 en contra, lo que llevó a la Asamblea Constituyente a aprobar la moción para que el tema de la reelección no apareciera en la Constitución. Al parecer, en el momento de la votación, uno de los miembros del sector mayoritario había salido de la sala de sesiones. Varios congresistas del partido en el gobierno expresaron la necesidad de la
Legisladores del Partido Reformista apoyan una moción que permitiría al doctor Joaquín Balaguer postularse nuevamente en las elecciones de 1970. OGM
El licenciado Máximo Lovatón Pittaluga se dirigió a los miembros de la Asamblea Nacional en calidad de Constituyente, para pedirles que rechazaran la inclusión de la reelección presidencial en la Carta Magna. OGM
reelección presidencial del doctor Joaquín Balaguer, argumentando que esto completaría la obra de su gobierno.
Puntos de vista
A favor
En respaldo a la moción de Dimaggio, Rafael Bienvenido Brache Guzmán (PR) afirmó que “la alternancia lograda con un período de cuatro años no sería suficiente para disimular los problemas que conlleva una interrupción tan frecuente en la gestión administrativa del Estado”. Además, el médico de Salcedo manifestó que “el período presidencial debe ser lo suficientemente corto para cumplir con esas responsabilidades, lo suficientemente largo para garantizar la regularidad administrativa y lo suficientemente frecuen-
te para que el cambio de funcionarios mantenga en la mente de las masas populares la idea de que el poder pertenece a toda la sociedad”. Por ello, consideraba que la reelección debía ser consagrada constitucionalmente, ya que es la única manera de reunir esas tres condiciones esenciales para el Poder Ejecutivo.
A pesar de defender la idea de que la reelección debía ser consagrada en la Constitución, Brache votó en contra de esta propuesta cuando el tema fue sometido a votación. El senador Rodríguez, por Salcedo, expresó su apoyo a la reelección por un período adicional, afirmando que “creo que el pueblo tiene la capacidad de elegir nuevamente al Presidente sin que eso implique continuismo ni dictadura”.
También se manifestaron a favor de la moción de Dimaggio el diputado César J. Heyaime y los congresistas Merette Santana, Jesús María García Morales, Uribe Silva, la senadora Pimentel, Ramírez Abreu, entre otros.
Opositores
La oposición parlamentaria argumentó constantemente que la Constitución de 1963 era la que regía el Gobierno actual y que esta impedía al doctor Balaguer postularse en las elecciones de 1970.
El doctor Arístides Victoria José (PRD) expresó en la Asamblea Nacional, que el régimen se regía por la Constitución de 1963 y que fue ese documento el que dio base a los comicios en los cuales fue elegido el actual Primer Mandatario.
En esta línea, señaló el legislador y abogado que únicamente podría ser reelegido, de acuerdo con la nueva Constitución, el Presidente que resultara triunfante en los comicios de 1970.
Conclusión de la sesión
Tras la aprobación del artículo 49 junto con la moción de Dimaggio, el licenciado Gil Morales (PRD) solicitó que se registraran en acta los nombres de los congresistas de la oposición que estaban presentes. El senador Suberví Espinosa comentó que esto sería “un testimonio para sus hijos”.
La sesión concluyó con el debate sobre el artículo 50, que se refería a los requisitos necesarios para ser Presidente de la República. l
crítica arte
LILIAN CARRASCO
lilycarrascor@hotmail.com
Clara Ledesma, a los 100 años de su nacimiento IV
Estudiar la obra de cualquier artista es un proceso delicado y riguroso que implica una dedicación y esfuerzo constante. Desde 2004 vengo siguiendo con especial interés la vida y obra de la genial creadora dominicana Clara Ledesma. A veinte años de esta titánica labor compilatoria, todavía nos quedan muchas interrogantes y vacíos que serán difíciles de suplir en el tiempo en su totalidad dado que a pesar de algunos intentos, la investigación en nuestro medio ha sido limitada y las publicaciones se centran más en la parte crítica tendiendo la observación como método por excelencia para generar referencias formales y estéticas.
Otro punto en contra en este caso concreto es que ya no contamos con la artista con la que se podría en el mejor de los escenarios validar información, pero hay que
recordar que la memoria es selectiva y las entrevistas son un medio más no una fuente definitiva.
Me he permitido este preliminar, porque solo el estudio sistematizado y pormenorizado de la labor de un artista nos permite comprender los periodos, estilos y movimientos por los que ahondó en cada etapa y, al hacerlo, comprendemos mejor su obra para su puesta en valor.
En el caso concreto de Clara Ledesma, en reiteradas ocasiones hemos referido que fue una artista que trabajó un poco de todo. No solo hizo dibujos de una factura “exquisita”, sino que además trabajó la pintura, la acuarela, la escultura y la obra mural.
Más todavía, cuando decidió fijar su domicilio en la ciudad de Nueva York a inicios de la década de 1960, se dedicó junto a la artista Ada Balcácer al diseño de telas, labor que ejerció durante años y cuyas prácticas enriquecieron su proceso creativo. Al analizar cronológicamente la obra de Clara Ledesma, es impresionante observar cómo se entrelazan sus discursos y cómo las transiciones temáticas y estilísticas se vuelven más evidentes. Sin embargo, es crucial tener cuidado con lo que se exhibe, ya que, sin proponérnoslo muchas veces atentamos contra la memoria de los artistas y su legado. l
crítica cine
ETZEL BÁEZ etzelbaez@gmail.com
Justice
Desde el inicio, nos muestra el atraco a un banco y la ejecución de una mujer. Luego se va desvaneciendo la relevancia del atraco per se, que es lo que impulsa originalmente la historia, que es la coartada para abordar asuntos como el fomento del debido proceso judicial, el análisis de las dinámicas de poder y fidelidad en un escenario de dilemas, y ponen de telón de fondo a las fusiones bancarias en Polonia durante los años 90, y que generaron el descenso de puestos de trabajo, pues las fusiones, y reestructuraciones, ocasionaron despidos en masa de los trabajadores. Durante los años 90, que constituyen el periodo de desarrollo de la trama del filme, tuvo tasas que iban del 12% en 1991 al 20.7% en los 10 años subsiguientes. De manera que no es por acaso que la narrativa del filme se aleje de las convenciones estereotipadas del cine de acción y del thriller. Más bien, es un drama delictivo sombrío y diferenciado que sobresale por su brutal realismo y su ambigüedad ética. Consigue mantener el interés a pesar de un ritmo pausado y una trama compleja. La historia se centra en un exoficial retirado de policía que, con el apoyo de una joven inspectora, es encargado de arrestar a un grupo de ladro-
el libro vive
FRANK NÚÑEZ franknunez463@gmail.com
El escritor de Navas
Manuel Mora Serrano, gran escritor dominicano nacido en Pimentel, municipio de la provincia Duarte, habría disfrutado en su turismo literario con un recorrido por Navas, comunidad de Puerto Plata, donde uno de sus hijos pone en alto las letras dominicanas con obras como Patas pa´arriba, que hemos comentado anteriormente, cargadas de sabiduría criolla y calidad literaria. Nos referimos a Lorenzo Gómez Marín, quien ahora nos sorprende con Historias mansas y cimarronas, junto a “Ponchao”: Cumbo, una promesa del béisbol.
SANTIAGO
ALMADA
salmada@elcaribe.com.do o
El arte de meter el cuento
La relación entre cuento y mentira es tan añeja que resulta difícil establecer la diferencia, se dice que meter un cuento es mentir, y en esa misma línea entra también el chisme, que incluye la indiscreción; o sea revelar detalles de la vida ajena que pueden ser ciertos o no, porque en cada chismoso hay un fabulador que siempre inventa de más.
nes de un banco en proceso de fusión. Los dos personajes, con enfoques y puntos de vista contrarios, se complementan y generan una tensión y dilemas ininterrumpidos. La cinta sobresale por la intensidad de sus personajes, y todo eso es distintivo del cine polaco al abordar temáticas profundas y filosóficas, influenciado por la historia y política y con un estilo visual y narrativo que se enfoca en la realidad social y política. Esa profundidad temática parte de influencias históricas del arte de representar que originan, a su vez, su innovador estilo visual, lo que vemos plasmado en este filme. Ese estilo visual en las películas polacas se destaca por su creatividad y profundidad. Se caracteriza por el uso del simbolismo y metáforas visuales para transmitir significados complejos, una estética minimalista que enfoca la atención en los personajes y en sus emociones, y una fotografía expresiva que utiliza técnicas únicas para crear una atmósfera impactante. En fin, las tramas como la motivación de los ladrones, la política y sucesos sociales no consiguen solucionar de forma eficiente la puesta en escena. Aunque cuenta con una excelente labor técnica y actuaciones sobresalientes, la ausencia de interés emocional y el desarrollo de ciertos personajes la sitúan en una posición intermedia en términos de calidad. l
HHH GÉNERO: documental. DURACIÓN: 113 minutos
En Historias mansas y cimarronas se percibe el rigor sociológico de Patas pa’rriba, con perfiles de los pueblos provincianos que los nuevos tiempos amenazan con extinguir, tanto con las nuevas tecnologías como con las culturas exógenas que se van convirtiendo en costumbres hasta en las familias más conservadoras.
El propio Gómez Marín invita al lector a descubrir personajes como “Gaspar tirando p’almonte, Colas Pegón el biconvexo, Amable con su harén, Tuntún y Pulguita objetados por la presencia de vellos púbicos alrededor de sus piezas varoniles, Moralita y su incomparable grajo, Casimiro el uñú escarbando batatas, Berito el rezador y su ¡Oh, virgen de los dolores oh!, Pistola y sus pedradas, Pepo y Pepa razonando, Gallito afincando, y una caterva más, todos adobados con sabor y cultura de pueblo”.
En “Ponchao”: Cumbo, una promesa del béisbol, nos encontramos con un drama que retrata el alma beisbolera del pueblo dominicano. Mis excompañeros de redacción Bienvenido Rojas y Héctor J. Cruz me darían la razón si se encontraran con este emocionante opúsculo, con prólogo del Salón de la Fama Pedro Martínez y su esposa, la periodista Carolina Cruz. “Cumbo representa el diario vivir el diario vivir que toma lugar en cualquier ‘pley’ de la capital, de un pueblo remoto, de un barrio singular, donde conversaciones y expectativas colindan, donde proyectos y planes de la vida de un ‘peloterito’ son hilvanados sin saber a ciencia cierta si el final será el esperado”, dice la ilustre pareja de prologuistas. Las nuevas publicaciones de Gómez Marín ameritan de una exhaustiva lectura y ponderación. l
De ahí que acaso no sea tan desacertado definir a los escritores, en su mayoría, como fabuladores consuetudinarios, aunque los cuentos literarios no se consideren chismes ni mentiras, sino invenciones que tienen un objetivo ulterior, como entretener, criticar o transmitir un mensaje.
Borges escribió una vez un cuento tan genial, un resumen de una novela que no existe, escrita por un novelista que tampoco existió, pero comentada por críticos literarios que sí existieron y a los que él cita sin ningún pudor. Esos párrafos iniciales de El acercamiento a Al-motásim, le dieron tanta credibilidad al relato que su amigo Bioy Casares mandó a pedir un ejemplar de la novela a la editorial que supuestamente la había publicado. Es que Borges sí sabía “meter el cuento”. En estos tiempos de redes sociales, cuando las noticias circulan a una velocidad exponencial, las fake news llenan páginas virtuales con chismes y mentiras; todos los días matan a José Luis Rodríguez “El Puma”, a Leo Dan, o le inventan un hijo a cualquier galán de moda, ni hablar de los romances de los famosos y otras zarandajas que nutren el morbo de los lectores de la prensa rosa. Cuando se habla de “meter el cuento” la gente piensa primero en los políticos, y con razón, porque los proyectos que presentan en sus campañas se les parecen, y se comprueba después, cuando ganan y asumen su cargo, al cambiar el discurso por otro que explica que todo eso que prometieron no se va a poder, así que todo lo anterior era puro cuento. Las declaraciones (léase cuentos) de los ministros de economía incorporan el eufemismo, con eso explican que habrá crecimiento cero o crecimiento negativo, es decir un crecimiento que no crece o en realidad retrocede. Así que, si “meter el cuento” es un arte, yo me quedo con los que lo saben hacer; Cortázar, García Márquez, Augusto Céspedes, Roa Bastos, Saki, Juan Bosch o Manuel del Cabral, cuyos cuentos sí merecen figurar en la eternidad.l
CERTIFICO Y DOY FE
El árbol, símbolo de valores
Introducción
1El ser humano comparado con un árbol
El valor de la reciedumbre en una persona se simboliza en la reciedumbre de un árbol en general o de un árbol específico: “recio como un árbol”, “recio como un roble”. Así se dice de un hombre que ha sabido enfrentar grandes dificultades con firmeza y sin amilanarse.
Un ser humano, hombre o mujer, corrupto es “un árbol podrido”. Aquel que es improductivo, parásito de la sociedad, es “un árbol que no da frutos y que merece ser cortado”.
El salmo primero del salterio bíblico llama dichosa a la persona que no sigue los caminos de la maldad ni se reúne con los cínicos de doble moral, sino que, al revés, se goza en la ley de Dios, en los Diez Mandamientos. De esa persona afirma que “será como un árbol plantado al borde de un arroyo: da fruto a su tiempo y no se marchitan sus hojas; y cuanto emprende tiene buen fin”.
También el profeta Jeremías dice algo semejante de aquel que pone su confianza en el Señor y no en los ídolos ni en los hombres ni en las cosas: ese “será un árbol plantado junto al agua, que junto a la corriente echa raíces; cuando llegue el verano (las pruebas de la vida) no lo sentirá, su hoja estará verde; en año de sequía no se inquieta, no deja de dar fruto (siempre encontrará una solución, una salida)” (Jeremías 17, 7-8).
En su sabiduría, el pueblo ha resumido su experiencia milenaria sobre la educación del niño y del joven en el siguiente refrán: “árbol que crece torcido, nunca su rama endereza”. En una frase simple en la que se toma al árbol como símbolo del ser humano, se plasma, de manera gráfica, la importancia de una adecuada educación desde los primeros años de la existencia.
Cuando quiso, igualmente, recoger el valor de la protección de nuevo la sabiduría popular recurrió al símbolo del árbol y dijo: “Quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija”.
2- El árbol del bien y del mal
La expresión “el árbol del bien y del mal” resume la dimensión ética de la vida: entre todos los aspectos de la existencia humana, entre todos los árboles plantados en la persona humana, está la obligación ética y moral.
“Leemos en el libro del Génesis: “Dios impuso al hombre este mandamiento: “De cualquier árbol del jardín puedes comer, mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que comieres de él, morirás sin remedio”” (Génesis 2, 16-17).
Con esta imagen, la Revelación enseña que el poder de decidir sobre el bien y el mal no pertenece al hombre, sino sólo a Dios. El hombre es ciertamente libre, desde el momento en que puede comprender y acoger los mandamientos de Dios. Y posee una libertad muy amplia, porque puede comer “de cualquier árbol del jardín”. Pero esta libertad no es ilimitada. El hombre debe detenerse ante el “árbol de la ciencia del bien y del mal”, por estar llamado a aceptar la ley moral que Dios le da. En realidad, la libertad del hombre encuentra su verdadera y plena realización en esta acepción. Dios, que sólo Él es Bueno, conoce perfectamente lo que es bueno para el hombre, y en virtud de su mismo amor se lo propone en los mandamientos” (Juan Pablo II, Carta Encíclica “El esplendor de la verdad”, sobre algunas cuestiones fundamentales de la enseñanza moral de la Iglesia, #35).
A la luz de este criterio orientador podremos releer con mucho provecho el siguiente relato del Génesis, en el que se pinta el proceso que conduce a la violación de las normas morales (comer del ár-
bol del bien y del mal) y las consecuencias dañinas y perturbadoras que se siguen para la relación de la pareja, para el hombre y la mujer en particular y para el mundo entero, todo ello enseñado bajo la simbología del “árbol del bien y del mal”: “La serpiente era más astuta que todos los animales salvajes que Dios el Señor había creado, y le preguntó a la mujer: –¿Así que Dios les ha dicho que no coman del fruto de ningún árbol del jardín?
Y la mujer le contestó: –Podemos comer del fruto de cualquier árbol, menos del árbol que está en medio del jardín. Dios nos ha dicho que no debemos comer ni tocar el fruto de ese árbol, porque si lo hacemos, moriremos. Pero la serpiente le dijo a la mujer: –No es cierto. No morirán. Dios sabe muy bien que cuando ustedes coman del fruto de ese árbol podrán saber lo que es bueno y lo que es malo, y que entonces serán como Dios.
La mujer vio que el fruto del árbol era hermoso, y le dieron ganas de comerlo y de llegar a tener entendimiento. Así que cortó uno de los frutos y se lo comió. Luego le dio a su esposo, y él también comió. En ese momento se les abrieron los ojos, y los dos se dieron cuenta de que estaban desnudos. Entonces cosieron hojas de higuera y se cubrieron con ellas.
El hombre y su mujer escucharon que Dios el Señor andaba por el jardín a la ho-
ra en que sopla el viento de la tarde, y corrieron a esconderse de Él entre los árboles del jardín. Pero Dios el Señor llamó al hombre y le preguntó:
–¿Dónde estás?
El hombre contestó:
–Escuché que andabas por el jardín y tuve miedo, porque estoy desnudo; por eso me escondí.
Entonces Dios le preguntó:
–¿Y quién te ha dicho que estás desnudo? ¿Acaso has comido del fruto del árbol del que te dije que no comieras?
El hombre contestó:
–La mujer que me diste por compañera me dio de ese fruto, y yo lo comí.
Entonces Dios el Señor le preguntó a la mujer:
–¿Por qué lo hiciste?
Y ella respondió:
–La serpiente me engañó, y por eso comí del fruto.
Entonces Dios el Señor dijo a la serpiente:
–Por esto que has hecho, maldita serás entre todos los demás animales. De hoy en adelante caminarás arrastrándote y comerás tierra. Haré que tú y la mujer sean enemigas, lo mismo que tu descendencia y su descendencia. Su descendencia te aplastará la cabeza, y tú le morderás el talón.
A la mujer le dijo:
–Aumentaré tus dolores cuando tengas hijos, y con dolor los darás a luz. Pero tu deseo te llevará a tu marido, y él tendrá autoridad sobre ti.
Al hombre le dijo:
–Como le hiciste caso a tu mujer y comiste del fruto del árbol del que te dije que no comieras, ahora la tierra va a estar bajo maldición por tu culpa; con duro trabajo la harás producir tu alimento durante toda tu vida. La tierra te dará espinos y cardos, y tendrás que comer plantas silvestres. Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la misma tierra de la cual fuiste formado, pues tierra eres y en tierra te convertirás” (Génesis 3, 1-19).
3- El árbol de la vida
La expresión “el árbol de la vida” recoge el tema de la inmortalidad y de la eternidad (Génesis 3, 22).
Para “tener derecho al árbol de la vida”, a la eternidad, hay que llevar una vida moralmente limpia, es decir, con otro símbolo, tener “lavadas las ropas”. Los que así viven son vencedores. “A los que salgan vencedores, les daré a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso” (ver Apocalipsis 2, 7 y 22, 14).
Conclusión
CERTIFICO que el contenido de este trabajo fue extraído de mi libro “Valores y virtudes”, páginas 181-186.
DOY FE en Santiago de los Caballeros a los veinticuatro (24) días del mes de octubre del año del Señor dos mil veinticuatro (2024). l
RAMÓN DE LA ROSA Y CARPIO ARZOBISPO DE SANTIAGO
María Ugarte en la fiesta del chivo
JOSÉ MERCADER 666mercader@gmail.com
Doña María Ugarte, para los dominicanos cultos, no necesita presentación porque tuvo una presencia, como luz solar en el Sahara, en nuestros medios impresos, esos que hoy batallan para no extinguirse y que luchan contra tanta mediocridad improvisada en la era en que “todos somos artistas”, “todos somos fotógrafos”, “todos somos periodistas”.
Cuando doña María llegó al país se convirtió en la primera mujer en ejercer el periodismo aunque nuestra historia ya registraba otra María, pero no era más que el pseudónimo del presidente azul y restaurador Ulises Francisco Espaillat.
La calidad literaria y de contenido de su vasta obra se diferencia notablemente de otras plumas que llegaron desde la España lejana y colonialista. Y, sin uno querer clasificar nada, sí hay que entender que esa calidad tiene que ver con su formación rigurosa y sus orígenes republicanos y no falangistas, los otros que apoyaron, y apoyan, el franquismo fascista. Por eso su interés en Antonio Machado y por eso la aguda crítica a Vargas Llosa.
Se inició en La Nación en 1944 y en El Caribe hasta el 2000.
Doña María Ugarte es una de las figuras más sobresalientes de ese capítulo interactivo con la España, que sin entrar en la Segunda Guerra Mundial, ya se desgarraba. Nadie mejor que Doña María, tan dominicana después, como la que más, para describirnos la situación que vivía el país a su llegada y especialmente el ambiente en los periódicos. Doña María Ugarte explica en su libro “La huella española en el arte moderno dominicano” lo siguiente: “La República Dominicana se hallaba alejada de los movimientos literarios y artísticos de la época. Y la llegada de aquellos europeos iba a remover, a sacudir, el país, produciéndose en Santo Domingo una explosión cultural”. Muchas veces se piensa que por el hecho de haber venido en esa época todos eran realmente refugiados políticos o que eran opuestos al régimen del dictador fascista Francisco Franco. Hay que distinguir este hecho para entender la obra de los que se dedicaron al arte. Muchos de ellos fueron de ideología fascista, como es el caso del caricaturista Kin, Joaquín de Alba, que vino más tar-
de. En ese momento la caricatura en España pasaba por un gran momento, con caricaturistas destacados como Manuel del Arco Álvarez, que influenció a más de un dibujante por su trazo preciso y nítido. Mantenía una columna conocida como “Mano a Mano” que él escribía e ilustraba. Como sabemos que muchos de estos españoles contribuyeron con su arte en el país, es importante a su vez conocer las fuentes que ellos tuvieron para beber la sabiduría que luego enseñarían aquí. ¿Qué se publicaba en España a su arribo en aquellos momentos? (…) Yo vine a República Dominicana como refugiada, porque no tenía para dónde ir. Estaba casada entonces con Constant Brusiloff, un ruso que venía también exiliado de España. Yo vine con mi pequeña hija Carmenchu. Tuve la mala suerte de llegar después de todos los españoles. Por eso todos los trabajos que podía realizar ya estaban cubiertos. Imagínese a mil personas de golpe en un país peque-
ño como éste. Cogieron a un grupo y nos enviaron a diferentes puntos. Nos enviaban a unos campos, yo viví cuatro o cinco meses en la colonia Medina, pero pude salir adelante gracias a la gran generosidad del dominicano.
La familia Piantini me acogió en su propia casa mientras mi esposo se quedaba en Sosúa. Y ellos fueron los que me contactaron con Julio Ortega Frier. Por eso fue que decidí quedarme y no partí a otros países como lo hicieron muchos de mis compatriotas. Había una tiranía tremenda, es cierto, pero la seguridad que encontraba entre las gentes me hizo quedarme; eso compensaba. Me sentía muy bien con los dominicanos. Yo no hacía vida con la colonia española, sino con los dominicanos. El dominicano, sin ser rico, ayuda a los demás. El periódico atrae mucho. Es un vicio y se aguantan muchísimas cosas. Es de las profesiones más difíciles. Mientras una lo ejerce, no puede tener siquiera un plan de vida priva-
da, pero produce una gran satisfacción…”. Cuando salió “La Fiesta del Chivo”, un mar de críticas inundó el mundo de las letras. Pedro Conde fue el más agudo, pero doña María no se quedó atrás. Con la elegancia que la caracterizaba, puso las cosas en su justo lugar y escribió un artículo el 29 de abril del año 2000 que es una joya del periodismo. A continuación algunos detalles de ese maravilloso trabajo. “…El novelista, con la patente de corso que disfruta, puede impunemente decir todo aquello que le viene en gana con tal de dramatizar o enriquecer el contenido de la obra o de responder a determinados intereses o intenciones, literarias o no.
De este modo, se puede llegar fácilmente a la difamación y a la calumnia. Porque el riesgo de caer en falsedades que hieren, en mentiras que ofenden y en juicios que destrozan reputaciones es grave y provoca irritación, crea situaciones delicadas y convierte a la obra en un arma emponzoñada , por muy atractiva que ella sea”.
(…)“Hechos que deshonran o avergüenzan a quienes se les atribuyen, detalles morbosos que, aunque agregan dramatismo a la novela, hieren el honor de quienes no los cometieron o los cometieron en otra forma”.
“Todo esto ha provocado –y sigue provocando- un profundo disgusto en parte considerable de la sociedad dominicana, que se siente ofendida, vapuleada, ultrajada”.
(…)“Nada les importa el dolor y la indignación de muchos ciudadanos que se preguntan si en una sociedad democrática como la nuestra deben ser permitidas y toleradas impunemente la ofensa gratuita y la calumnia aviesa por parte de quien se ampara en su posición de novelista para decir cosas que en la boca y la pluma de cualquier otro serían pasibles de demandas judiciales por difamación”.
“La Fiesta del Chivo es, sin lugar a dudas, una gran novela, quizás la mejor de Vargas Llosa, pero el precio pagado por los dominicanos para que el laureado escritor haya logrado el éxito ha sido demasiado alto y demasiado amargo”.
Después de esta famosa “fiesta” el escritor peruano nos volvió a ofender con un artículo en El País que nos tildaba de racistas, y sigue sus andanzas de viejo amargado y resentido por su eterna envidia a García Márquez y su frustración de ser repudiado en su propio país, donde quiso ser presidente. La Psicología no falla. l
vargas Llosa. F. E.
María ugarte. F. E.
Vargas Llosa 1342. F. E.
Vargas Llosa Dina. F. E.
María Ugarte periodista de elCaribe F.E.
Gustavo Luis Moré
ARQUITECTO, MÁSTER EN RESTAURACIÓN DE MONUMENTOS Y CIUDADES HISTÓRICAS
Gustavo Luis Moré es arquitecto, hijo de padre cubano y de madre italiana, es también el mayor de cuatro hermanos, nacido en Santo Domingo, vivió sus primeros tres años en la Ciudad Colonial, luego la familia se mudó a Arroyo Hondo en los
años sesenta, una zona suburbana en la que en aquel entonces abundaban los árboles y los solares deshabitados llenos de verde, lo que conformaba un paisaje bucólico que él evoca con un dejo de nostalgia. En ese lugar vivió hasta los años ochenta.
11 Cultura
Según su relato, el haber cursado una maestría en Restauración de monumentos y ciudades históricas influiría en su carrera y también en el enfoque de cada uno de los proyectos en los que le tocó trabajar cuado regresó a República Dominicana.
“La arquitectura se nutre del arte y a su vez lo enriquece”
ALMADA
SANTIAGO
FOTO: SERVIDA
l ¿Dónde cursaste el bachillerato y después la carrera de arquitectura?
l El bachillerato lo hice en el colegio San Juan Bautista de La Salle, que era una institución de mucho prestigio en América Latina y en otros países, tuve una educación muy humanista, se puede decir que fue admirable y libre, sobre todo en esos momentos que marcaron una época muy caliente para nuestro país, posiblemente se debió a que muchos de los hermanos lasallanos eran cubanos, y tenían una visión diferente sobre el fenómeno de la Guerra Fría, por ejemplo. La carrera de arquitecto la cursé en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña desde el año 73 hasta el año 79, cuando me gradué viajé a Florencia, Italia, donde hice una maestría en Restauración de monumentos y ciudades históricas.
l ¿Qué fue lo que te impulsó a especializarte en restauración de monumentos y ciudades históricas?
l Aunque ya había nacido en mí el interés por esa rama durante las clases de historia de la arquitectura que me dieron los arquitectos Eugenio Pérez Montás y César Iván Feris, recientemente fallecido, me resultó un tema muy estimulante, yo siempre he sido un diseñador, pero no había descubierto esa posibilidad de trabajar en cuestiones de investigación histórica, de escritura, de crítica, del conocimiento de la historia como un instrumento del presente e incluso como un instrumento del futuro. Así que cuando me gradué y apareció esta beca de las Naciones Unidas, acepté, aunque en principio no era lo que yo hubiera querido, me hubiera gustado más estudiar diseño en alguna universidad americana, pero cuando comencé a cursar esa maestría no me arrepentí. l ¿Qué fue lo que encontraste en esa maestría y en la ciudad de Florencia? l Lo primero fue descubrir que la historia de la arquitectura era un mundo fascinante, hasta cierto punto un mundo autocontenido, era todo un universo de constelaciones intelectuales de estudios, de textos fundamentales que habían sido escritos desde los persas hasta los ro-
manos, la lectura de la misma arquitectura como un hecho cultural era una representación de las ideas fundamentales de cada civilización, era como un enorme libro abierto para la lectura, sobre todo de Occidente, para conocer su pasado, eso fue lo que aprendí en Florencia, para mí el edificio, a partir de entonces, dejó de ser un hecho construido materialmente, para ser un hecho construido culturalmente, espiritualmente si se quiere, porque en esos edificios que tuve que estudiar pude apreciar los valores de esas civilizaciones, a través de los materiales utilizados, el manejo del espacio, los estilos y todos los elementos.
l Cuando regresas a Dominicana, ¿cuáles son las ideas y los diseños, la impronta de los trabajos que encaras en el país?
l La arquitectura colonial, que es un inventario limitado pero muy rico, me atrajo desde un primer momento, pero también me interesó la arquitectura moderna, sobre todo a partir de la revolución industrial, con el cambio de materiales, con todo lo que significa dejar de lado los academicismos, por ejemplo se dejan de lado temas como la decoración, comienzan a trabajarse interiores desnudos, austeros, cada vez más abstractos, más puristas, y hasta se puede decir que más racionalistas. Hay un predominio de la razón frente al predominio de la emoción que era lo que primaba en la arquitectura clásica. A esa arquitectura moderna no se le daba importancia entonces en el país. Fui el
primero en trabajar en investigación sobre el tema, participé en los congresos del Icomos (Consejo Internacional de Moumentos y Sitios) y me atreví a hablar de ese tema en ese sitio. Después comencé a publicar una revista llamada Arquivoz, de la que llegué a hacer cinco números. También profundicé en el tema de la arquitectura moderna, he escrito varios libros, uno de ellos dedicado al maestro de la arquitectura moderna dominicana que fue Guillermo González, que estudió en Yale y construyó muchas de las obras más representativas del país, El Jaragua, El Jaragüita, las escalinatas de El Conde, el Centro de los Héroes, fue un personaje transformador…
l ¿Cuál es tu opinión sobre los que podríamos llamar “grandes ídolos” de la arquitectura moderna como Frank Lloyd Wright, Le Corbusier, Calatrava y otros?
l Se puede decir que Wright, Le Corbusier y toda una pléyade de arquitectos, Mies van der Rohe que fue el que acuñó la frase “menos es más” son la generación iniciadora de la modernidad, pero la arquitectura evoluciona a un ritmo que cada generación le aporta nuevos elementos, incluso a partir de los años ochenta se habla ya de una arquitectura posmoderna, que ha dejado atrás ese menos es más, entonces se vuelven a aceptar elementos artísticos suntuarios, como columnitas con capiteles, arcadas y otros elementos, incluso se agregan elementos locales, y después aparece una nueva ge-
neración de arquitectos que puede hacer diseños con más componentes gracias al uso de la tecnología esa categoría pertenece Calatrava, por ejemplo. l ¿Qué relación hay entre la arquitectura y el arte?
l El arte y la arquitectura pertenecen a un mismo cuerpo de creación humana, son producto ambos de la imaginación, de la destreza y de la capacidad de soñar que tiene el ser humano, incluso a la arquitectura clásica se la consideraba la madre de todas las artes. Hay una relación tan estrecha que la arquitectura se nutre del arte y a su vez lo enriquece, se puede notar por ejemplo en las enormes esculturas de Alexander Calder, los muros cerámicos de Cándido Portinari en Brasil, los murales de Vela Zanetti en República Dominicana, Alfaro Siqueiros o Diego Rivera en México. No siempre la arquitectura tiene presupuesto suficiente como para sumar el aporte de artistas, como por ejemplo los proyectos inmobiliarios, pero los edificios públicos, por ejemplo, deberían tener elementos de los artistas locales, para dar una imagen de los valores y de la cultura del país. l ¿Qué consejo les darías a los jóvenes que se deciden por esta carrera? l Lo primero es que abracen la nueva tecnología sin miedo, como un elemento que les permitirá trasladar el diseño a la obra, esto significa que tienen que capacitarse en el dominio de esa tecnología para sacarle el mayor provecho, Yo formo parte de una generación que llegó a la tecnología cuando ya habíamos aprendido a hacer las cosas de otra manera, pero aun así, me asomé a ese mundo y aprendí a manejarlo lo mejor que pude, lo segundo es que esa tecnología que abre un mundo de posibilidades no debe hacer que se abandonen las raíces culturales que tiene cada arquitecto, cada obra tiene que tener una contextualización con su medio ambiente, cada arquitecto debe saber cuál es su contexto climático, geográfico y cultural y lo tercero es que mientras más formado esté y mientras más sepa de literatura, de música, de cultura general, mejor podrá responder al desafío de hacer una arquitectura adaptada a su medio. Eso de hacer de cada obra un mundo nuevo, desconocido, para mí no es real. l
Gustavo Luis Moré es un reconocido profesional, autor de varios libros sobre su especialidad.F.E.