Cultura 30 noviembre 2024

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Cultura

El sueño de una dinastía en la mente de Trujillo

Pedro Conde Sturla relata, sobre la base de los escritos de Crassweller, cómo el tirano intentó entronizar a su dilecto hijo Ramfis en el poder. P.4

Ecos de aquella primera fiesta del merengue

La sección de OGM evoca el primer festival de ese género musical típicamente caribeño y profundamente dominicano, celebrado en 1969. P.7

“La cultura en RD no está al alcance de todos”

Yini Rodríguez Díaz, gestora cultural y creadora de la fundación Yard, formada en el extranjero, habla de sus planes y del actual panorama cultural. P.11

Fundarte, un compromiso con la cultura y los valores dominicanos

La fundación dicta cursos y programas para niños, niñas y jóvenes de escasos recursos con deseos de superación

MARÍA E. PÉREZ ROQUE meperez@elcaribe.com.do

La Fundación para el Desarrollo de la Artesanía (Fundarte) comenzó como un proyecto en 1993 con el propósito de que la juventud dominicana aprenda el arte de la artesanía.

En sus casi 31 años de tradición y creatividad, la institución trabaja incansablemente para difundir el arte y la cultura, pues su misión sigue siendo la de preservar y promover las diversas ramas de la

elCaribe, SÁBADO 30 DE NOVIEMBRE DE 2024 elcaribe.com.do CONTINÚA EN LA PÁGINA 3

artesanía y de esta forma asegurar que el conocimiento y las técnicas se transmitan a las futuras y nuevas generaciones.

Con el liderazgo y visión de su fundador y presidente Jorge Caridad, Fundarte ha capacitado a miles de niños, niñas y jóvenes a través de talleres de orfebrería y artes plásticas, entre otros.

“Con esta fundación lo que quiero es transmitir mis conocimientos, no solo a los residentes de la Ciudad Colonial, sino llegar a todos los sectores de la sociedad dominicana para que aprendan el oficio de la artesanía y de esta forma mantengan viva nuestra identidad cul-

Compromiso

Los campamentos de verano son una muestra del compromiso de Fundarte con la educación artística y cultural, un espacio donde los participantes aprenden, se expresan y conectan con su entorno cultural”.

tural dominicana”, expresó el artesano. Además, consideró que esto también les permitirá a los niños, niñas y jóvenes no caer en la delincuencia, ni en los malos vicios.

En ese sentido, Jorge Caridad lamentó que en los 31 años de la institución sin fines de lucro, aún persiste la falta de apoyo al sector y “básicamente ahora que ha desaparecido una cantidad importante de artesanos, que además tenían la tradición de maestros”.

Es por ello que Jorge Caridad considera que, como fundación, su misión es tratar de crear una generación nueva de actores, artesanos, joyeros, pintores, entre otros que reproduzcan esa parte cultural nuestra en la República Dominicana. l

En sus casi 31 años de tradición y creatividad, la institución sin fines de lucro se dedica a promocionar el arte en todas sus manifestaciones. FÉLIX DE LA CRUZ

historia de la medicina

Sanidad en 1937

salón de la fauna

Las asilos o sociedades que recibían fondos del Estado eran

bres, Nuestra Señora de la Caridad, Nuestra Señora del Amparo, Santa sidente Trujillo y Julia Molina. En Puerto Plata el Asilo El Carmen, en

comio de Nigua. En La Vega el hospital La Humanitaria, mientras que en la ciudad de Santiago se contaba con el hospital San Rafael y el hospital de la Fortaleza San Luis. En Azua el hospital 19 de Marzo era el único centro oficial al igual que en San Francisco de Macorís que tenía el hospital san Vicente de Paúl, en Puerto Plata el hospital Ricardo Limardo y en Montecristi el hospital Ventura Ricardo. También se encontraban listados dos centros pensionados por el Estado, o subvencionados, como diríamos en estos tiempos, el Hospital San Antonio en San Pedro de Macorís y la Clínica de Maternidad en Puerto Plata. El hospital San Antonio dirigido por el doctor Carl Georg y en Puerto Plata las enfermeras o comadronas norteamericanas ofrecían servicios en ese centro.

Como clínicas y hospitales particulares aparecen listados en Ciudad Trujillo las clínicas de los doctores Elmudesi, Peguero, Contreras, Garrido y Soñé. En Santiago por su parte aparecen las clínicas San Antonio, Santiago y las clínicas de los doctores Luque, Guzmán y Pellerano. En San Pedro de Macorís los hospitales de los ingenios Santa Fe, Porvenir y Quisqueya. En La Romana la Clínica América y el hospital del Central Romana. En Hato Mayor el Hospital del Ingenio Las Pajas. Por su parte en San Juan de la Maguana, la clínica Santa Teresita, en Puerto Plata la clínica San José y en San Francisco de Macorís la clínica

ta Clara, En Santiago Santa Ana y San Vicente de Paul mientras que en San Francisco de Macorís operaba el asilo Nuestra Señora de la Altagracia. En San Pedro de Macorís el San Benito Abad y en Salcedo el asilo Sagrado Corazón de Jesús. Aparece listado igualmente el manicomio Padre Billini en Ciudad Trujillo. Estos asilos estaban asociados a sociedades caritativas o a organizaciones religiosas, que ofrecían ayuda y consuelo a personas que no tenían recursos.

Otros datos estadísticos de interés se refieren al movimiento de los centros médicos en el 1936. Ingresaron en clínicas y hospitales en ese año 15,715 personas con una mortalidad de 514. Se despacharon 112,034 recetas en las farmacias de esos centros y se realizaron 3,008 radiografías. De igual manera estas estadisticas nos muestran que se ofrecieron 96,461 consultas médicas y que se realizaron 6,371 cirugías de baja complejidad y 3,205 cirugías de alta complejidad. Por otro lado, los dispensarios, salas de socorro y los médicos de pobres realizaron 24,917 visitas a domicilio y 106,335 consultas. En esos centros y de acuerdo a esta estadistica se expidieron 107,157 recetas de medicamentos. Nos llama la atención que se adminsitraron cerca de 40,000 vacunas mayormente la atitifica y la antituberculosa. Esta publicación nos da una idea de la situación sanitaria de esos años, cuando una población de millón y medio de habitantes contaba con cerca de 200 médicos. l DR. HERBERT STERN

Dominique Dupuy

(DÉCIMA CIBAEÑA)

Blinken, a Dominique quitó

Aunque uté no me lo crea

No era que era muy fea

E que en la clave falló

En crítica se sobregiró

Hablando en contra de aquí

Defendía su Haití

A favoi de depoitao

Decía, son maitratao

Dejde Higüey a Jimaní

Dominique también decía

Que aquí ello se han fajao

Mucho blok ello han pegao

Sudando de noche y día

Bucándose su comía

Dijo que somoj ingrato

Que se oividó lo barato

Pa’ subí la economía

Haití seguirá paitía

Aunque pongan otro gato.

l JOSÉ MERCADER

elCaribe,

Escuela de formación artesanal y cultural

Mesas donde se confeccionan las piezas de los cursos que ofrece Fundarte. F.

Diversos programas

Fundarte ofrece programas para niños, niñas y jóvenes de escasos recursos con deseos de integrarse al mercado laboral de la artesanía, orfebrería, platería, artes, pintura, elaboración de joyas, así como en valores para incorporarlos a la sociedad de una manera que puedan ganarse su sustento.

Para tales fines, cuenta con las instalaciones y facilitadores profesionales para habilitar e impartir talleres en las diferentes disciplinas artísticas, dirigidos a niños, niñas y adolescentes de 6 a 15 años de edad tanto de la Zona Colonial como de otros sectores del país. Los chicos disfrutan del programa en las instalaciones del legendario Museo del Ámbar.

“Los niños son la parte crucial para el fomento del arte, porque ellos serán los próximos actores del futuro de los negocios de la zona. Es por ello que Fundarte promueve actividades que los ayuden a servir para que aprendan un oficio y de esta manera puedan ayudar a mejorar el entorno y su condición de vida”, explicó Jorge Caridad, y dijo que esto además les brinda la oportunidad de que puedan incorporarse a la actividad turística de la Zona Colonial.

“Lo que pasa es que en los últimos años está el tema de los jóvenes en desventaja social o muchachos en recepción escolar, entonces hay que incorporarlos al trabajo y eso es lo que nosotros como fundación estamos haciendo a través de nuestros programas, cursos y talleres”, afirmó el presidente de Fundarte, cuya escuela funciona los sábados.

Manifestó con orgullo que a la fundación llegan hijos y nietos de los “muchachos y muchachas” que se prepararon con los cursos y talleres, los cuales, al igual que sus padres y madres se interesan por aprender el arte de la artesanía.

Campamentos de verano Fundarte realiza campamentos de verano, donde los participantes aprenden, se expresan y conectan con su entorno cultural. “Casi estamos celebrando no solo nuestro aniversario 31, sino la fuerza de una comunidad unida por el arte”, resaltó Jorge Caridad.

Maquinaria donde los participantes de los programas tallan sus piezas.

Algunas de las artesanías hechas por los niños que participan de los cursos. F.

Opinión

Fundarte ha capacitado a miles de niños, niñas y jóvenes, a través de los cuales mantiene vivas las tradiciones, cultura y valores de la República Dominicana”.

En ese sentido, indicó: “Estos campamentos de verano buscan crearles el hábito a esa generación de niños, niñas y jóvenes que van subiendo y se va enganchando en la medida que van creciendo”, y afirmó que en estos participan de 140 a 150 en diferentes áreas y proyectos de emprendimiento.

“La modalidad que tenemos es que durante las cinco semanas que dura el campamento, los trabajos que realizan esos muchachos y muchachas se los llevan a sus casas como una forma de incentivarlos a que emprendan con lo aprendido”, resaltó el fundador y presidente de la fundación.

Durante el campamento, cada niño termina aprendiendo hasta cinco técnicas diferentes, entre pintura, dibujo, papel maché, cerámica, porque lo que busca la fundación es que en dichas discipli-

nas expresen sus emociones y sirva para incentivarlos a que puedan considerar lo aprendido como un medio de vida.

Expresó con orgullo cómo algunos de los que han participado en dichos campamentos hoy en día son grandes artesanos y joyeros con negocios propios y ta-

Durante los cursos, los participanntes realizan una amplia colección de arte.

lleres, mientras que otros se especializan en universidades fuera del país.

Motivación

Jorge Caridad consideró que se hace necesario motivar a las autoridades para que entiendan la verdadera necesidad de reforzar el sector, y “aunque no me gusta hablar mucho del Estado, considero que debería ver el sector artesanal como un plan de negocios para atraer al turismo”, afirma, es por ello que aboga por que se les dé la oportunidad a los artesanos, así como a los que están incursionando en el tema.

“Se hace necesaria una inversión en la formación de una generación de actores que motiven y tengan la creatividad y de producir, tiene que ser una parte más industriosa, la parte de las artes culturales, de que la gente vea que es un negocio realmente productivo y beneficioso para el país”, consideró Caridad.

En ese orden, subrayó: “Yo sé que a lo mejor el Estado no es un buen gerente de negocio, pero es un proyecto para inversión de 10 a 15 años de formar ese sector y tiene que invertir en eso, verlo como un plan de negocio en el cual se haga la inversión necesaria en escuelas de formación. Eso va a permitir que se genere una fuente de riqueza en todo ese segmento del turismo”.

El experto resaltó que el país ha avanzado en el tema de orfebrería, el ámbar y el larimar, pero que eso no es suficiente, ya que hay que invertir en infraestructuras formativas, en industrializar los equipos, en crear programas que ayuden a esos empresarios que trabajan en masificar su producción, “porque para eso hay que fajarse”.

Consideró Caridad que esa terapia ocupacional para jóvenes dinamiza la economía y baja delincuencia, por lo que reiteró su llamado a ayudar a las fundaciones para que creen y generen más áreas formativas, por entender que será un avance de impacto impacto turístico para el país, así como para las demás áreas de la economía de la República Dominicana, y “pienso que eso sería básicamente parte de lo que hay que hacer con este esfuerzo que estamos haciendo nosotros a través de la Fundación”. l

E.
F. E.
E.
F. E.
Al fondo, Jorge Caridad junto a los niños y niñas que participaron del campamento. F. E.
Jorge Caridad, fundador y director de Fundarte. FÉLIX DE LA CRUZ
Muñecas sin rostro. <

4 Cultura

El sueño de la bestia

PEDRO CONDE STURLA pinchepedro65@yahoo.es

La bestia tuvo una vez un sueño. El de perpetuar a su descendencia en el poder, perpetuar su estirpe, crear una dinastía. En el trono pensaba entronizar al niño de sus ojos: Rafael Leónidas Trujillo Martínez, alias Ramfis, el hijo adulterino que tuvo con «La Españolita», su primer macho.

Ramfis Trujillo, el engendro de la bestia y de María Martínez, nació en 1929, cuando la agraciada vivía o estaba casada con un cubano llamado Rafael Dominici y la bestia con Bienvenida Ricardo. Eventualmente Dominici desapareció o lo desaparecieron del mapa. Hay quien dice que probablemente puso pies en polvorosa, que prudentemente abandonó el país de manera precipitada. Lo cierto es que no se lo volvió a mencionar o a dejarse ver por estos lugares.

El adulterio daría lugar durante años a especulaciones sobre la paternidad de Ramfis, pero lo cierto es que a la larga el parecido desmentiría cualquier duda. La bestia había engendrado a su primer bestezuelo. Una versión mejorada físicamente de sí mismo.

En 1935, cuando ya tenía cinco años en el poder, Trujillo se casó con María Martínez, y reconoció al niño, lo convirtió en su hijo legítimo. En ese niño proyectó sus más grandes sueños y esperanzas. Lo veía quizás en su imaginación cubierto de gloria, cubierto de pies a cabeza de laureles. Debía ser, ante sus ojos, un niño prodigio, de una inteligencia y precocidad fuera de serie. Para alimentar su ambición lo nombró coronel a los cuatro años. Un nombramiento con el salario y los privilegios correspondientes. Aun así, todo parece indicar que Ramfis Trujillo no respondió al estímulo, pero de cualquier manera fue el inicio de una brillante carrera militar. Tan brillante que a los nueve años fue ascendido a general. Después llegaría a ser comandante de las fuerzas de aire, mar y tierra.

Lamentablemente, muy pronto empezaría el general Ramfis Trujillo a dar muestras de inestabilidad emocional, de conducta antisocial. Empezaría en breve a dar muestras de su naturaleza perversa, a dirigir raptos y violaciones grupales de jóvenes estudiantes, a demostrar su total carencia de cualquier tipo de escrúpulos o freno moral, carencia de aptitudes, de responsabilidad e iniciativa, y a demostrar en definitiva que no servía para nada, ni siquiera para guardia, ni siquiera para general.

La bestia ya se estaba sintiendo frustrado, desencantado. Amaba a su hijo, pero se estaba dando cuenta de que era un vago, un inútil, un irresponsable. Además, como afirma Crassweller, ese amor de la bestia por su hijo era más bien una proyección de su ego, una extensión de sí mismo. Un amor que muchas veces era remoto e impersonal. Pretendía moldearlo a su imagen y semejanza, quería que fuera igual a él, un hombre de Estado, un militar de carrera. Pretendía quizás inútilmente la bestia obligar al bestezuelo a dominar los mismos instintos primarios que él no dominaba. Seguramente lo sometía a todo tipo de presiones y exigencias. Pretendía que se adaptara, como dice Crassweller al molde parental, y solo logró crear entre ambos un distanciamiento insalvable. El resulta-

do, dice Crassweller, fue frustrante para el padre y provocó una desgarradora inseguridad emocional en el hijo. «Esto no era todo. No hubo ningún ejemplo constructivo que Ramfis pudiera seguir. Su padre, tan complaciente y al mismo tiempo tan exigente, era el vivo espejo de muchos de sus vicios. La avaricia, el materialismo, la crueldad, la frialdad, el disimulo y la indulgencia sexual fueron los ejemplos dados ante el hijo. El patrón que él debía observar era aun peor si miraba más allá de su padre hacia sus tíos carentes de escrúpulos, que tenían todos y cada uno de los vicios de Trujillo y ninguna de sus cualidades creativas. Si Ramfis miraba aun más lejos, sólo veía círculo tras círculo de cortesanos, egoístas y sinvergüenzas ambiciosos, casi todos

los cuales intentaban utilizarlo como cuña para entrar en contacto con su padre. Casi nadie, desde el propio Trujillo hasta el lamebotas más humilde y la mujer más complaciente de la noche, le hizo el cumplido de considerarlo un ser humano digno por derecho propio». (1) Sólo era el hijo de su padre. Ramfis únicamente mostraba interés en la juerga, en las mujeres y en la bebida, en la vida disipada, exenta de responsabilidades. Había heredado del padre sus vicios y su instinto asesino. Sólo en eso se le parecía. Trujillo era inmoral y un disoluto, pero era también trabajador, madrugador, un hombre organizado. Ramfis era un poco lo que habían hecho de él, un perfecto inútil. El resultado de una crianza excesivamente complaciente, la de un niño mimado y consentido en extremo, y además endiosado.

A su alrededor gravitaba un círculo de complacientes cortesanos y cortesanas que le hacían cumplidos a granel y satisfacían todos sus caprichos. Durante su vida fue tratado con indulgencia, con extrema complacencia. Vivía rodeado de guardias y sirvientes que se desvivían por él. Nada se le negaba. La madre, más que amarlo, lo idolatraba. Lo abrumaba con un amor desmedido. Ramfis creció —como dice Crassweller— en el ambiente menos propicio para el fomento de cualquier sentido de disciplina y responsabilidad. En aquel ambiente cortesano, un ambiente tóxico, aunque pareciera paradisiaco, las condiciones eran adversas para la buena crianza de un muchacho. A la larga, tanto amor y tantos mimos y tanta indulgencia y complacencia y la conflictiva relación con su padre no convirtieron al muchacho en un ser feliz y equilibrado. Ramfis resultó ser —como ya se dijo— un tipo inseguro, incluso tímido, y para colmo tenía una salud quebradiza. En un futuro, además, sufriría de serios problemas siquiátricos y sería sometido a terapia electroconvulsiva, tratado con electroshok en una clínica de Bélgica. Es posible que entre la madre y el padre y los parientes y amigos y todo tipo de aduladores lo echaran a perder, lo dañaron por completo, si acaso no había nacido así.

Según Crassweller, fue el toque fatal de Trujillo que, por una ironía suprema, destruyó su propio sueño. Y quizás fue lo mejor que pudo suceder.

Francisco de Goya advirtió hace ya mucho tiempo: «El sueño de la razón produce monstruos»… Vaya usted a saber qué monstruosidades producirán los sueños de los monstruos. l

(Historia criminal del trujillato [156])

(1) Robert D. Crassweller, «The life and times of a caribbean dictator», p. 203.

https://nuevotallerdeletras.blogspot.com/ Amazon.com: Pedro Conde Sturla: Books, Biography, Blog, Audiobooks, Kindle http://www.amazon.com/-/e/B01E60S6Z0.

elCaribe, SÁBADO 30 DE NOVIEMBRE DE 2024 elcaribe.com.do

Apuntes de infraestructura

América: una quimera incesante

PEDRO DELGADO MALAGÓN pedrodelgado8@gmail.com

Media humanidad lavó sus ropas, hace algo más de treinta años, al conmemorar la llegada de don Cristóbal a estos confines. Aunque todavía se discute en torno a cómo calificar aquel suceso precursor, la polémica está centrada ahora en los vocablos: Descubrimiento o Encuentro de Culturas, Conquista o Evangelización. Asoma aquí un conflicto largamente postergado. Habrá que revisar y cuestionar entonces el papel representado por Europa y América en este drama inacabado.

Cuando Copérnico destrona la idea ptolemaica, el mundo -–Europa, digamos— pierde su perspectiva geocéntrica. Ya no habrá sol, ni luna ni estrellas dando vueltas en torno al hombre. La tierra ha de ser apenas un cuerpo más, tan solo una piedra más que gira y bailotea ingrávidos alejamientos siderales. El universo físico ha perdido prestigio. Será necesario un nuevo ámbito donde reconstruir las viejas creencias demolidas por la revolución copernicana. La Europa que surge comienza a soñar, así, con una Arcadia reverdecida.

Pero el medioevo no vislumbra realidades nuevas. En aquel universo existe, con igual certidumbre, un gigante, un gnomo, un ángel caído o gente de la calle. Nada falta, nada sobra en ese mundo que se apaga. Antes de pisar Las Lucayas, el Renacimiento anhela, necesita y forja la idea de un mundo nuevo. El ideal humanístico anticipa América a imagen y similitud de sus apremios éticos (Carlos Marx dirá, luego, que a semejanza de sus apetitos económicos). Con América se colma un desiderátum del Cinquecento.

Las carabelas adelantan –seguras, implacables– en la dirección de un orbe mágico, aunque previsible. Los tres barquichuelos no avanzan hacia lo desconocido: caminan hacia la fábula, que es cosa distinta. Dos pasajeros diferentes comparten la travesía; la Edad Media y el Renacimiento viajan juntos a las nuevas tierras: Colón y Vespucio, el cardenal Pierre D’Ailly y Tomás Moro, el Imago Mundi y Utopía. Junto a la tripulación, agazapados, navegan asimismo la piedra filosofal, el mundo de las siete esferas transparentes, el mar de lodo, Platón, Toscanelli…

El grito viene de La Pinta. Son las dos de la madrugada del viernes 12 de octubre. Un marinero ha divisado el horizonte inmóvil. Guanahaní es la isla de

Parejas en Arcadia: reino rural mítico gobernado por el dios Pan. F.E.

las iguanas. Únicamente ven personas pintarrajeadas de negro y colorado. Al cerrar el diario ese día, el Almirante escribe: “Ninguna bestia, de ninguna manera vide, salvo papagayos”

Al pisar Cuba, días más tarde, noventa marineros juran estar en la Tierra Firme de las Indias Asiáticas (Japón y China). Colón supone haber llegado a las aguas del Cipango (Japón), y la Edad Media cree correr el velo, en aquel instante, de la ruta más corta a un lugar (en las orillas del mar de China) adonde sobran piedras preciosas y perlas rosadas. El Renacimiento, en cambio, imagina un arribo a la Arcadia, región imaginaria habitada por pastores que viven idílicamente, en comunión con la naturaleza. Y este será el mundo que Américo Vespucio, quien también pensó en haber llegado a los confines del Asia oriental, anuncia y celebra en su carta Mundus Novus.

Europa llega al nuevo mundo procurando riquezas naturales. El Viejo Mundo se apropia, transforma y mira, pero no percibe al hombre. Solo ve minerales, troncos de caoba, esclavos y artefactos para fabricar azúcar. En una primera instancia, liberar América no parecía distinto a recuperar de toda intervención extraña esta naturaleza enajenada. Aunque aquel rescate era apenas un arrimo de la mirada mercantil. Únicamente hacerse de las plantaciones, los trapiches y los encadenados salvajes traídos del África. Así se pensaba a sí misma aquella América primera.

De este modo, y durante casi tres siglos, América existe apenas como intelección europea, sin percatarse de sí misma. El razonar propiamente americano emerge en las postrimerías del siglo XVIII. Y comienza como un discurso de libertad: Miranda, Bolívar, Sucre, Santander… Miranda inventa un nombre: Colombia. Después, sueña él un imperio independiente, desde el estrecho de Maga-

llanes hasta el paralelo 45 en la América del Norte; con un emperador descendiente de los Incas; una Cámara de los Comunes (como en Inglaterra) elegida por el pueblo; un Senado de caciques y un enemigo mortal: España. Miranda y su desvarío mueren, prisioneros en un calabozo gaditano -–en La Carraca-–, al caer la primera República venezolana. La de Bolívar es otra historia. Dirá él: “Bajo la sombra de la Gran Bretaña podremos crecer, hacernos hombres, instruirnos y fortalecernos para presentarnos entre las naciones en el grado de civilización y de poder que son necesarios a un gran pueblo…”. “La alianza de la Gran Bretaña nos dará una grande importancia y respetabilidad. A su sombre creceremos…”. “Toda la América junta no vale una armada inglesa…”. Aunque, en 1829, Bolívar le escribe a Castillo y Rada: “No quiero ser más la víctima de mi consagración al más infame pueblo que ha tenido la tierra: ¡La América!”. Germán Arciniegas apunta: “Entre Bolívar y Colón hay extraños parecidos. Uno y otro mueren dejando dos creaciones destinadas a torcer el curso de siglos desorientados, pero sus hazañas son tan fabulosas que sobrepasan su propia credulidad. Colón no cree en América, ni Bolívar en la Independencia…”. Muere el Almirante persuadido de haber llegado al Japón, y el Libertador lamentándose de haber arado en el mar y de haber edificado en el viento. Santa Marta, en aquel instante, será lugar de pesadumbre y de muerte del ideal bolivariano.

Otras percepciones de la americanidad surgen después, en Domingo Faustino Sarmiento y en José Martí, en José Vasconcelos, en Eugenio María de Hostos y en Pedro Henríquez Ureña. Estos discernimientos perfilan, no tanto la independencia política como la plataforma cultural del universo que surge. Pero los grandes ideales americanos sucumben ante las dictaduras militares y las oligarquías nativas. En los caudi-

llos militares del pasado siglo reviven demonios medievales. Las dictaduras actúan a modo de empresas de conquista o de “pacificación”. Así, Alonso de Ojeda reencarna en Juan Vicente Gómez, Hernán Cortés en Porfirio Díaz, los Colón en los Trujillo… La América hispana tampoco se percibe a sí misma en la literatura. Hasta algunos años atrás, nuestra máxima expresión lo fue la novelística de la tierra. “Los devoró la selva”, exclamaba el colombiano José Eustasio Rivera al cerrar el último folio de La vorágine: un relato en que la naturaleza abrumadora y la humana fiereza protagonizan episodios de violencia y de maltrato en el seno de la selva amazónica. Más reciente es la novela de símbolos. La Comala, delineada con verbo irreprochable en el Pedro Páramo de Juan Rulfo, deviene aquí en recinto ocupado por sombras espectrales; en tanto el Macondo de Gabriel García Márquez se puebla de imprevisibles arquetipos fluyendo hacia lo inexorable. Con todo, la filosofía y la literatura no han logrado aún sustanciar al individuo hispanoamericano. Como tampoco, tras dos siglos de independencia, la praxis social ha logrado crear un sujeto de derecho que brinde soporte esencial al estatuto de ciudadanía en estas naciones descuadernadas.

Medio mundo festejó los quinientos años de aquel viaje inaugural. Pero no fue ésta, en realidad, una celebración americana. Muy poco ha de aclamar nuestro continente, tan incipiente como abatido. Muchas cosas agravian. Muchas y muy hondas. Sería preciso avistar, intuir y forjar un pretexto común, ponerse en pie, caminar, madurar y hasta quizás arrinconar ciertos episodios del ayer…

De no ser así, una mañana no tan distante, tras un sueño intranquilo, este continente abrirá los ojos, ahora convertido (como el Gregorio Samsa de la Metamorfosis de Kafka) en un grotesco escarabajo. l

Día Mundial de la Filosofía: Una reflexión desde el Caribe

WILSON ENRIQUE GENAO DOCTORANDO wilsongenao@pucmm.edu.do

El pasado jueves 21 de noviembre se celebró el Día Mundial de la Filosofía. La Escuela de Filosofía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), la Escuela de Humanidades y Ciencias Sociales y el Departamento de Estudios Generales de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), el Seminario Pontificio Santo Tomás de Aquino y la Asociación Dominicana de Filosofía (ADOFIL), a través de diversas actividades celebraron este día que es una forma de resaltar la importancia de la Filosofía y su papel en el desarrollo de la humanidad. Aunque la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) comenzó a celebrar el Día de la Filosofía en 2002, no fue hasta el año 2005 que en la 18ª sesión de su 33ª Conferencia General en París 2005, previo informe de la Comisión III se estableció oficialmente su conmemoración el tercer jueves del mes de noviembre.

La celebración es una oportunidad para resaltar el papel de la Filosofía y fue establecida según la Unesco para “renovar el compromiso regional, subregional, e internacional en favor de la Filosofía; alentar el análisis, la investigación y los estudios filosóficos sobre los grandes problemas contemporáneos para responder mejor a los desafíos con que se enfrenta

hoy en día la humanidad; sensibilizar a la opinión pública de la importancia de la Filosofía y de su utilización crítica en las elecciones que plantean a múltiples sociedades los efectos de la mundialización o la incorporación a la modernidad”. Además, fue creado “para hacer un balance de la situación de la enseñanza de la Filosofía en el mundo, insistiendo particularmente en las dificultades de acceso y subrayar la importancia de la generalización de la enseñanza filosófica para las generaciones futuras”.

En el documento sometido que crea oficialmente el Día Mundial de la Filosofía también se establecen como resultados esperados lograr “una mayor sensibilización de la opinión pública internacional de la necesidad de una reflexión filosófica libre, crítica y responsable; la movilización de la comunidad intelectual, los encargados de la adopción de decisiones, las instituciones pedagógicas y los medios de comunicación en favor de la promoción de la Filosofía”. Además, “el fortalecimiento de la cooperación internacional en los campos de la Filosofía, la Ética y las ciencias humanas y sociales; la elaboración de enfoques y modalidades de tipo innovador en materia de enseñanza y práctica de la Filosofía”. De igual forma se pide a los Estados miembros que se empeñen en “la promoción de la Filosofía en su propio país; se asocien a la proclamación de un día mundial de la Filosofía para consolidar el que ha sido el lugar tradicional de esta disciplina en la vida cívica y para que se perpetúe su vocación de universalidad al servicio de la diversidad cultural y de la paz

en el mundo”. También, que se “refuerce la enseñanza de esta disciplina dentro de su país y alienten las iniciativas de actividades filosóficas de los distintos interlocutores de la disciplina”.

La celebración es un espacio para reflexionar sobre los desafíos de la región del Caribe en relación con el fortalecimiento de la democracia, el desarrollo sostenible, la desigualdad social, y el cambio climático. De igual forma, la Filosofía es fundamental para comprender la realidad del mundo actual y las implicaciones éticas en el campo de la inteligencia artificial y la ingeniería genética, el tema de la ciudadanía, los riesgos éticos que plantean la biotecnología y la nanotecnología, así como los efectos de la posverdad y el impacto de la globalización política, económica y cultural en cuestiones morales y la identidad nacional.

La Filosofía que promueve el desarrollo del pensamiento crítico es clave para abordar desde el Caribe el tema de la racialización, la caribeñidad, pero también para trabajar su influencia en los grandes procesos que ha vivido la región incluyendo las independencias y las revoluciones.

En un mundo marcado por el predominio del paradigma tecnocientífico y el modelo neoliberal donde cada vez más relegan de los planes de estudios de muchas universidades (incluidos diversos países del Caribe) las humanidades y por tanto la Filosofía; en el contexto de la celebración del Día Mundial de la Filosofa es necesario resaltar su relevancia en la comprensión de la so-

ciedad del presente. Además, resaltar el llamado de la UNESCO a los Estados miembros a promover la Filosofía dentro de sus países y la necesidad de “reforzar la enseñanza de esta disciplina dentro de su país, promoviendo iniciativas de actividades filosóficas de los distintos interlocutores de la disciplina”.

En los últimos años los conflictos han ido creciendo a nivel mundial. Los conflictos en Libia, Siria y Yemen, provocado por las revueltas árabes de 2011, los efectos de la guerra azerbaiyano-armenia de 2020 por el enclave de NagornoKarabaj, los efectos del golpe de Estado en Birmania en 2021, la invasión de Rusia a Ucrania en 2022 así como el conflicto de Israel y Hamas, la situación en Sudán, Sudán del Sur, entre otros, es una muestra de la creciente tensión internacional y de la necesidad de luchar cada vez más por la paz.

En el Gran Caribe en mayor o menor grado también existen problemáticas que afectan la paz social, relacionadas con los efectos del narcotráfico, la violencia de las pandillas en Haití, la desigualdad social, el impacto de las migraciones, los efectos del cambio climático y las tensiones fronterizas y políticas. Frente a esta realidad es necesario recordar el papel de la Filosofía en el desarrollo de un espíritu crítico para comprender la realidad y su papel en la promoción de la tolerancia y la paz que son esenciales para el desarrollo de la humanidad. l

Centro estudios caribeños. PUCMM.

FUENTE: UNESCO

elCaribe, SÁBADO 30 DE NOVIEMBRE DE 2024 elcaribe.com.do

Central de Datos

Finales de los 60: El Primer Festival del Merengue premia en grande la música

Uno de los ganadores de la primera edición del Primer Festival del Merengue fue un tema inspirado en la ‘Revolución de Abril de 1965’, según explicó su compositor, que vivió de cerca los desafíos de esa lucha

Pedro José Mendoza, originario de San Francisco de Macorís y autor del merengue “La Chiva Blanca”, primer premio. OGM

LENIN RAMOS

El 26 de noviembre de 1969, con motivo del Día del Músico, se llevó a cabo el Primer Festival del Merengue en la ciudad capital, donde más de veinte agrupaciones mostraron su talento y resaltaron “el sabor dominicano”. En honor al aniversario de esta celebración del talento y ritmo nacional, la Zona Retro de esta semana recuerda aquella histórica primera edición.

Primera edición

El evento tuvo lugar en el Palacio de Bellas Artes y se extendió durante dos días. Fue organizado por la Asociación de Músicos, Cantantes, Bailarines y Locutores (AMUCABA), donde se seleccionaron los tres mejores merengues entre las veinte propuestas presentadas.

El primer premio fue otorgado a la canción “La Chiva Blanca”, compuesta por Pedro José Mendoza. Los segundo y tercero lugares fueron para los merengues “Se acabó la esclavitud” y “Chumba la chumba”, de Ciriaco Stubbs y un compositor conocido únicamente por el seudónimo de “Valito”.

El festival comenzó con un discurso del doctor Almanzor González Canahuate, presidente de Amucaba, quien resaltó los esfuerzos del gremio para hacer posible el evento.

En esta línea, el locutor Manuel Mota Castillo presentó un trabajo sobre la evolución del merengue, elaborado por Casandra Damirón y González Canahuate. Mientras leía el texto, se exhibieron al público y al jurado los instrumentos tradicionales del merengue típico: el acordeón, la güira, la tambora y el saxofón, interpretados por el conjunto típico de Dionisio Mejía (Guandulito).

Antes de iniciarse el festival, la pare-

Las Hermanas Cruz durante su actuación frente al público y al jurado del certamen. OGM

Eduardo Martínez y Johnny Ventura ocuparon el segundo y tercer lugar en el Primer Festival del Merengue. OGM

En la primera y segunda fila se encontraba parte del jurado calificador, cuyos integrantes, con paletas en mano, seleccionaron a los tres mejores participantes para ser presentados como ganadores. OGM

Ventura. OGM.

ja Ormenio y Cenia bailaron un merengue interpretado por la orquesta dirigida por Bienvenido Bustamante, integrada por 17 profesores.

Participaciones y selección

El certamen dio inicio con la presentación de veinte merengues al público y al jurado calificador. Esa misma noche se eligieron doce semifinalistas, de los cuales se seleccionaron seis para el grupo de ganadores. Finalmente, entre estos últimos, se determinaron los tres primeros lugares. Las doce propuestas semifinalistas fueron: “Se acabó la esclavitud”, interpretado por Eduardo Martínez y compuesto por el compositor que utilizó el seudónimo Alexis; “La verdad” por Rafaelito Villafaña de Sufrir; “Reliquias Quisqueyanas”, por Carmencita Severino, de Ámbar; “La negra del Jardín”, por Joseito Mateo de El anticuado; “Santo Domingo”, por Ricardo López, de El deferente; “La Chiva Blanca, Juan R. Santos, de Sancocho Prieto. También, Chumba la chumba, Johnny Ventura, Valito; Merengue Festival, Miguelito Mieses, Hipólito; El Turista, Vinicio Franco, El exótico; El cien, Hermanas Iludee, El Matemático; Orgullo Nacional,

Carmencita Severino y Vinicio Franco durante su interpretación en el espectáculo. OGM

Negrito Truman, El Defraudado y Como mi patria no hay dos. Luis Ramón Veras y parte del Coro estudiantil y Chonguito. Las doce canciones semifinalistas fueron grabadas en un disco de larga duración, que fue puesto a la venta con el propósito de recaudar fondos para la construcción de la Casa del Artista. Este disco fue editado por Grabaciones Fabiola. Difusión

Los detalles del espectáculo se dieron a conocer a través de Radio Comercial y una red de emisoras en distintas regiones del país.

La conducción estuvo a cargo del locutor Homero León Díaz, con la asistencia de Manuel Mota Castillo, mientras que los intérpretes fueron presentados por los locutores Hilda Colón y Jesús Rivera.

Al concluir el Segundo Festival de la Canción Popular, que se desarrolló simultáneamente con el Primer Festival del Merengue, se pondrían en circulación los discos de larga duración con las canciones que ocuparon los doce primeros lugares en ambos eventos.

Jurados y comisiones

La comisión computadora estuvo integrada por Onésimo Robiou, Hugo Adames y Luisa Carvajal. En tanto que el doctor Juan Ulises Lantigua, designado por la Asociación Dominicana de Abogados (ADOMA), actuó como notario público. Fabio Inoa participó como técnico de sonido.

El jurado calificador estuvo integrado por los señores Cesar Pichardo, Dionisio Mejía (Guandulito), Almanzor González Canahuate, Otto Rivera, Alejandro Dandrades, Gregorio (Goyo) Rivas, Antonio Morel, Hilda Kelly, Casandra Damirón. Manuel PlaCocco, Julio Cesar Curiel, Manuel M. Miniño, Pedro Medrano Hinojosa, Luis Rivera, Luis Newman, Ramón Gallardo, Nelio Rosario, Luis Alberti y tres personas que cada noche eran escogidas del público. l

Johnny

Alejandro, “Asina ej el arte”

Alejandro Alsina es, quizás, uno de los pocos pintores auténticos que nos quedan.

De mirada triste, como perro callejero, sonrisa sincera, pero cansada; pelo que no sabe lo que es un peine y que cualquier bruja de cuentos de hadas envidiaría, ropa a lo Sancho Panza de Doré, con más anillos que una poeta de pacotilla, repleto de collares y reguindales; de poco hablar y una mano suelta… tan suelta, que ni él mismo domina, por libre. Esa libertad es el sello del arte, por más discursos cursis y explicaciones innecesarias. Un artista auténtico y, que se respete a sí mismo, redundancia, nunca explica su obra.

¿Descendiente de Ramón Martí Alsina, aquel famoso pintor catalán? Cuando viene a ver…

Alsina forma parte de un cuarteto de mosqueteros indomables de la Zona Colonial de Santo Domingo, junto a Goico, Cestero y Enmanuel. Mirinda podría ser el quinto, cuando pasó de marchand a usar los pinceles, ahora en una pasola que le sirve para su autodelivery.

Cuando le compré a Daniel y a Máximo, en la librería del Conde al aire libre, con su baticueva incluida, dos paisajes impresionistas, supe que era un maestro porque mi ojo no me engaña y, sin querer, hice el paralelo con Cestero, quien anda sin rumbo desde que le quitaron su ínsula, La Cafetera, después de haber perdido a Rocinante “en la Primera Guerra Mundial” y cuando a los molinos les borraron a Cruz Diez. Alejandro no se pone sombrero para parecer pintor, no cree en aquella teoría de cuando Copito que, él era la causa de locura, si no se usaba.

Con una fuerza vangoghiana, emula al holandés sin saberlo; sus girasoles es el Sol mismo de su Caribe. De sus colores escasos, sucios, precarios, saca las luces que encienden el alma de los seres sensibles, los pocos que sobrevivieron a la embestida de las bestias urbanas. En sus colores se escuchan los violines en notas suaves que detiene el tiempo, que nos hacen cabalgar por “les ateliers des grandes maîtres de la peinture”, como lo hizo Giacometti, acorralado en una fama que le cayó de repente y que él no sabía qué hacer más que seguir moldeando figurines flacos de barro, hasta el fin de su canción, como la cantó Léonard Cohen.

Cada día se instala en el banco debajo del árbol que enfrenta el Palacio de la Esquizofrenia en el Parque Colón. Allí llega con su caballete en bandolera y un saco lleno de latas de pintura. Aunque los politurs lo sacaron a patá limpia por “ensuciar el entorno propiedad de los turistas del culo el mundo”, tuvieron que pedirle cacao simplemente porque el Parque Colón sin Alsina es una desolación, como en la época de la plaza de armas, antes de Lilís. Alsina, las palomas y el Colón de Gilbert, por ahora, son el Parque. Con su mirada de rayos X perfora sus recuerdos buscando la imagen del día, pero cuando se le descarga la pila, simplemente esboza cualquier perro de los que cohabitan con él, en una supervivencia de náufragos. Sobre el perro descarga su destreza que automáticamente le da vida como los ácidos en el papel fotográfico que van sacando la imagen de la nada en el cuarto oscuro o, como la llama que revela los secretos de algún mensaje escrito con jugo de limón.

Allí se queda a la espera de un comprador que se llevará una obra invaluable por varios pesos equivalente a un pica-pollo chino.

Ya no lo molestan porque, tanto Turismo como el Ayuntamiento, lo usan como atractivo turístico que les sale muy barato. Esa es la miseria de la mentalidad de los que administran los espacios públicos. En época de los Médici, comería en Palacio y llevaría la cruz de los hidalgos del arte.

Pero digamos que Alsina es “dichoso” que no le cobran un pago por instalarse allí, como me hacía a mí la ciudad de Quebec. En vez de que se les pague a los artistas que engalanan el ambiente y les sirven a los comerciantes, dueños de restaurantes, para que esos lugares sean oasis visuales y un atractivo sano. Sí, a Alsina debieran darle un sueldo para que haga lo que hace, que tiene el valor, después de pasar por Bellas Artes, de vivir del arte. Pelletier está de acuerdo.

A Alsina no le da el tiempo para hacer una exposición, la velocidad de su supervivencia se lo impide, tiene que comer cada día como todo el mundo, tiene que abastecerse de colores que esparce a los cuatro vientos.

Su energía se descarga matando el tiempo “a pincelazos limpios” y, al caer la noche, cuando su cerebro queda en 4%, se va a guardar sus herramientas y a cargarse, como celular, en un rincón que comparte con las ratas que ya ni caso le hacen cuando les quitan el de ellos. Duerme, ronca, defeca, se lava la cara y vuelve a su rutina creativa que no lleva contabilidad ni conexión con el mundo real y menos del virtual. Porque Alejandro no pierde su tiempo punchando o sobando un teléfono celular. Él, como Aladino, soba la tela con la

caricia del pincel y, desde los colores, brota el genio que le pide que pida tres deseos y que él repite cada día: 1. Un hambergazo, 2. Un plato de papa fritas y 3. Una gaseosa con hielo, no importa que sea de “las aguas cloacales del imperio”. Como mosquetero al fin, un cuarto deseo: que aparezca un comprador y que nadie me joda. El arte de Alsina no está en ningún museo, él no es parte del engranaje social que fabrica “artistas” para exhibir sus “genialidades” en el Naco que sigue siendo Naco. Tampoco tiene con qué pagar una payola y/o “crítico” de arte y menos es parte del troupeau disponible a los gobiernos para hacer regalitos a visitanticos distinguiditos y plenipotenciaritos; él simplemente es Alsina, “el pintor loco del parque”, admirado por José Pelletier que le dice maestro… con eso basta. Pero, “¿Qué puede hacer él solo en piyama contra un ejército de hormigas?”. Vivir. l

Vendedor por Alsina.
Alsina por Mercader.
La Catedral por Alsina.
Paisaje por Alsina Colección de Mercader 2.
Alsina y King por Cestero.
Paisaje por Alsina Colección de Mercader.
Alsina. F.E.
Alsina, colección de Carlos José Rosario. F.E.

CERTIFICO Y DOY FE

Luces sobre la paz y la guerra

Introducción

Guerras, terrorismo, violencias: realidades de ayer, que hoy se tornan más amenazantes y terribles. Paz, tranquilidad, concordia: ansias de todo ser humano de ayer y de hoy. He aquí una serie de textos sobre guerra y paz, extraídos del Concilio Vaticano II,que fueron hechos públicos en 1965, pero que hoy siguen teniendo una palpitante actualidad. He creído útil y conveniente reproducirlos de nuevo hoy.

Ellos recogen criterios que, como un fuego, iluminan nuestra cruenta realidad y reavivan nuestras más auténticas ansias. Realmente, nos muestran el camino que hemos de seguir en el laberinto de opiniones e intereses, plagados de minas explosivas, por el que transitamos actualmente.

Son, pues, todos citas textuales. Mi único mérito está en haberlos recogido y organizado.

1- Naturaleza de la paz

a) La paz no es la mera ausencia de la guerra, ni se reduce al solo equilibrio de las fuerzas adversarias, ni surge de una hegemonía despótica, sino que con toda exactitud y propiedad se llama obra de la justicia.

b) El bien común del género humano se rige primariamente por la ley eterna, pero en sus exigencies concretas, durante el transcurso del tiempo, está sometido a continuos cambios; por eso la paz jamás es una cosa del todo hecha, sino un perpetuo quehacer. Dada la fragilidad de la voluntad humana, herida por el pecado, el cuidado por la paz reclama de cada uno constante dominio de sí mismo y vigilancia por parte de la autoridad legítima.

c) Esto, sin embargo, no basta. Esta paz en la tierra no se puede lograr si no se asegura el bien de las personas y la comunicación espontánea entre los hombres de sus riquezas de orden intelectual y espiritual. Es absolutamente necesario el firme propósito de respetar a los demás hombres y pueblos, así como su dignidad, y el apasionado ejercicio de la fraternidad en orden a construir la paz. Así, la paz es también fruto del amor, el cual sobrepasa todo lo que la justicia puede realizar.

2- Hay que frenar la crueldad de las guerras

a) A pesar de que las guerras recientes

han traído a nuestro mundo daños gravísimos materiales y mo rales, todavía a diario en algunas zonas del mundo la guerra continúa sus devastaciones. Es más, al emplear en la guerra armas científicas de todo género, su crueldad intrínseca amenaza llevar a los que luchan a tal barbarie, que supere, enormemente la de los tiempos pasados. La complejidad de la situación actual y el laberinto de las relaciones internacionales permiten prolongar guerras disfrazadas con nuevos métodos insidiosos y subversivos. En muchos casos se admite como nuevo sistema de guerra el uso de los métodos del terrorismo.

b) Teniendo presente esta postración de la humanidad el Concilio pretende recordar ante todo la vigencia permanente del derecho natural de gentes y de sus principios universales. La misma conciencia del género humano proclama con firmeza, cada vez más, estos principios. Los actos, pues, que se oponen deliberadamente a tales principios y las órdenes que mandan tales actos, son criminales y la obediencia ciega no puede excusar a quienes las acatan. Entre estos actos hay que enumerar ante todo aquellos con los que metódicamente se extermina a todo un pueblo, raza o minoría étnica: hay que condenar con energía tales actos como crímenes horrendos; se ha de encomiar, en cambio, al máximo la valentía de los que no temen oponerse abiertamente a los que ordenan semejantes cosas.

3- El horror de la guerra a) El horror y la maldad de la guerra se acrecientan inmensamente con el incremento de las armas científicas. Con tales armas, las operaciones bélicas pueden producir destrucciones enormes e indiscriminadas, las cuales, por tanto, sobrepasan excesivamente los límites de la legítima defensa. Es más, si se empleasen a fondo estos medios, que ya se encuentran en los depósitos de armas de las grandes naciones, sobrevendría la matanza casi plena y totalmente recíproca de parte a parte enemiga, sin tener en cuenta las mil devastaciones que aparecerían en el mundo y los perniciosos efectos nacidos del uso de tales armas.

b) Toda acción bélica que tienda indiscriminadamente a la destrucción de ciudades enteras o de extensas regiones junto con sus habitantes, es un crimen contra Dios y la humanidad que hay que condenar con firmeza y sin vacilaciones.

4- La carrera de armamentos

a) Convénzanse los hombres de que la carrera de armamentos, a la que acuden tantas naciones, no es camino seguro para conservar firmemente la paz, y que el llamado equilibrio de que ella proviene no es la paz segura y auténtica. De ahí que no sólo no se eliminan

las causas de conflicto, sino que más bien se corre el riesgo de agravarlas poco a poco. Al gastar inmensas cantidades en tener siempre a punto nuevas armas, no se pueden remediar suficientemente tantas miserias del mundo entero. En vez de restañar verdadera y radicalmente las disensiones entre las naciones, otras zonas del mundo quedan afectadas por ellas. Hay que elegir nuevas rutas que partan de una Renovación de la mentalidad para eliminar este escándalo y poder restablecer la verdadera paz, quedando el mundo liberado de la ansiedad que le oprime. b) Por lo tanto, hay que declarar de nuevo: la carrera de armamentos es la plaga más grave de la humanidad y perjudica a los pobres de manera intolerable. Hay que temer seriamente que, si perdure engendre todos los estragos funestos cuyos medios ya prepara.

5- Prohibición absoluta de la guerra a) Bien claro queda, por tanto, que debemos procurar con todas nuestras fuerzas preparar una época en que, por acuerdo de las naciones, pueda ser absolutamente prohibida cualquier guerra. Esto requiere el establecimiento de una autoridad pública universal reconocida por todos, con poder eficaz para garantizar la seguridad, el cumplimiento de la justicia y el respeto de los derechos. Pero antes de que se pueda establecer tan deseada autoridad es necesario que las actuales asociaciones internacionales supremas se dediquen de lleno a estudiar los medios más aptos para la seguridad común. La paz ha de nacer de la mutua confianza de los pueblos y no debe ser impuesta a las naciones por el terror de las armas; por ello, todos han de trabajar para que la carrera de armamentos cese finalmente, para que comience ya en realidad la reducción de armamentos, no unilateral, sino simultánea, de mutuo acuerdo, con auténticas y eficaces garantías. b) Nada aprovecha trabajar en la construcción de la paz mientras los sentimientos de hostilidad, de menosprecio y de desconfianza, los odios raciales y las ideologías obstinadas, dividen a los hombres y los enfrentan entre sí. Es de suma urgencia proceder a una renovación en la educación de la mentalidad y a una nueva orientación en la opinión pública. Los que se entregan a la tarea de la educación, principalmente de la juventud, o forman la opinión pública, tengan como gravísima obligación la preocupación de formar las mentes de todos en nuevos sentimientos pacíficos. Tenemos todos que cambiar nuestros corazones, con los ojos puestos en el orbe entero y en aquellos trabajos que todos juntos podemos llevar a cabo para que nuestra generación mejore.

6- Causas y remedios de la discordia a) Para edificar la paz se requiere an-

te todo que se desarraiguen las causas de discordia entre los hombres, que son las que alimentan las guerras. Entre esas causas deben desaparecer principalmente las injusticias. No pocas de éstas provienen de las excesivas desigualdades económicas y de la lentitud en la aplicación de las soluciones necesarias. Otras nacen del deseo de dominio y del desprecio por las personas, y, si ahondamos en los motivos más profundos, brotan de la envidia, de la desconfianza, de la soberbia y demás pasiones egoístas. Como el hombre no puede soportar tantas deficiencias en el orden, éstas hacen que, aun sin haber guerras, el mundo esté plagado sin cesar de luchas y violencias entre los hombres. Como, además, existen los mismos males en las relaciones internacionales, es totalmente necesario que, para vencer y prevenir semejantes males y para reprimir las violencias desenfrenadas, las instituciones internacionales cooperen y se coordinen major y más firmemente y se estimule sin descanso la creación de organismos que promuevan la paz.

b) La actual unión del género humano exige que se establezca también una mayor cooperación internacional en el orden económico. Pues la realidad es que, aunque casi todos los pueblos han alcanzado la independencia, distan mucho de verse libres de excesivas desigualdades y de toda suerte de inadmisibles dependencias, así como de alejar de sí el peligro de las dificultades internas.

7- Presencia eficaz de la Iglesia

a) La Iglesia, cuando predica, basada en su misión divina, el Evangelio a todos los hombres y ofrece los tesoros de la gracia, contribuye a la consolidación de nla paz en todas partes y al establecimiento de la base firme de la convivencia fraterna entre los hombres y los pueblos, esto es, el conocimiento de la ley divina y natural.

b) Es de desear, finalmente, que los católicos, para ejercer como es debido su función en la comunidad internacional, procuren cooperar activa y positivamente con los hermanos separados que juntamente con ellos practican la caridad evangélica, y también con todos los hombres que tienen sed de auténtica paz.

Conclusión

CERTIFICO que todos los textos de “Luces sobre la paz y la guerra” están tomados literalmente de la Constitución Apostólica “Gozo y Esperanza. La Iglesia en el mundo actual” del Concilio Vaticano II, concretamente del Capítulo V, Nos. 77-90.

DOY FE en Santiago de los Caballeros, a los veintinueve (29) días del mes de noviembre del año del Señor dos mil veinticuatro (2024). l

RAMÓN DE LA ROSA Y CARPIO ARZOBISPO DE SANTIAGO

10 Cultura

crítica arte

LILIAN CARRASCO lilycarrascor@hotmail.com

“Marejada” de Luis Muñoz, a medio siglo de producción visual III

Cada pincelada en la obra de Luis Muñoz parece evocar una ola, y cada ola una marea que arrastra consigo recuerdos, emociones y reflexiones. En este sentido, su exposición en el Museo de Arte Moderno de Santo Domingo no solo es manifestación de su evolución técnica, sino también un viaje a través de sus mundos internos, de su estética, al ver la isla con los ojos del alma desde un área continental.

La sensibilidad de Muñoz hacia los aspectos sociales de la vida también queda reflejada en su arte. Desde su deseo por que sus obras formen parte integral para la educación, hasta su aspiración de crear espacios para que los artistas puedan convivir y crear juntos. De esta forma, demuestra un profundo compromi-

so con el bienestar colectivo y con el rol del arte en la sociedad. Estas preocupaciones se perciben también en la forma en que aborda sus composiciones, donde cada cuadro parece ser un regalo, una ofrenda a la humanidad.

En una revisión de sus trabajos en el tiempo hay que hacer una parada en “Composición” (1974), un grafito sobre cartulina donde se apropia de partes de un todo. Un pie derecho es el protagonista, pero al mismo tiempo, es anónimo, porque desconocemos a quién corresponde. Se integra a la composición como parte de un imaginario surrealista, para dar paso a formas geométricas y a ciertos rejuegos de luces y sombras que asocian algunas áreas con el vacío. Pareciera en conjunto un dictamen hacia los vagos recuerdos de la existencia y la referencia a los planos inconclusos en nuestro universo interno.

Las formas vegetales, animales y las siluetas femeninas van a primar en buena parte de su discurso pictográfico, que analiza lo humano desde las partes que lo integran. El artista nos remite a planos superpuestos, entre figuración y abstracción, y devela pasajes históricos, religiosos y hasta de la vida cotidiana. Todo ello nos remite a un proceso documental cargado de referencias y memoria. l

crítica cine

ETZEL

BÁEZ etzelbaez@gmail.com

Adiós señor

Haffmann

¿Es posible armar el propio destino? Sí y no. Este filme muestra que esa carga es colectiva. En las relaciones que establecemos se muestra que somos corresponsables por todo lo que ocurre. La historia de este filme se desarrolla en la Francia invadida por las tropas nazis, y muestra cómo ocurren las cosas para que se dé el momento ideal para registrar cómo el fascismo saca lo peor del ser humano. No es que lo establece sino que nos hace notar que la naturaleza humana no ha cambiado y que lo que cambia son las circunstancias. El destino de uno es el destino también de los demás, y este viene dado por acciones sociales que revelan al ser que llevamos dentro y que bien puede hacernos una jugada adversa de las manos propias. Veamos la sinopsis: “París, 1942”. François Mercier es un hombre corriente que solo aspira a formar una familia con la mujer que ama, Blanche. También es el empleado de un talentoso joyero, el señor Haffmann. Pero ante la ocupación alemana, los dos hombres no tendrán más remedio que concluir un acuerdo cuyas consecuencias, a lo largo de los meses, alterarán el destino de nues-

el libro vive

Navidad, política y literatura

Tdesde mi ventana

SANTIAGO

ALMADA

salmada@elcaribe.com.do o

Vida de perro

odos los pueblos mantienen tradiciones que definen su identidad, cuyas raíces se profundizan en creencias, mitos y en el devenir histórico. Escritores dominicanos que llegaron a alcanzar reconocimiento internacional, como Fabio Fiallo y Juan Bosch, produjeron textos que merecen ser recordados en estos días que nuestra gente comienza a disfrutar del ambiente que el mismo presidente Luis Abinader ha bautizado como “La Brisita”, con anuncios de que aumentará significativamente este año.

D

escendiente de los lobos, emparentado con los coyotes, el canis lupus familiaris, es decir el perro, es la mascota más común, aunque el mundo está tan loco que muchos tienen gatos, hamsters, conejos, loros y hasta lagartos.

Según el profesor Australio Pithecus, el perro es tan sabio que su primer aprendizaje es no esperar que el humano se comporte como él, porque si así fuera no haría falta cuidarlo, por eso el perro desarrolla una solidaridad con el humano de la que ningún humano es capaz ni siquiera con sus semejantes.

tros tres personajes. Bien, hay una secuencia que inicia las mudanzas de los personajes cuando se intercambian los roles de obrero y patrón que notamos con este diálogo: Pregunta el expatrón: —¿Cuánto me pagará? —Lo mismo que usted me pagaba. Le responde el otrora obrero. Cada escena descubre una capa de los personajes, con sus motivaciones justificadas expresadas en diálogos sutiles que van delineando la cuasi magia del comportamiento humano y de sus creencias; por ejemplo la escena entre Haffmann y Blanche: —¿Cree en Dios? —No. Pero creo en el paraíso. —¿Y en el infierno? —No lo sé. Pero, por las dudas, es mejor obrar bien. De manera que cada escena es de una placidez inmensa. Y, por supuesto, estos tres personajes centrales brindan las herramientas para una actuación coral de chuparse los dedos. Se lucen al final de cada escena con diálogos finalizadores que les vienen como anillo al dedo, como aquel: —Todos tienen algún talento. Solo deben encontrarlo. O este otro: —La suerte es como la guerra. No dura mucho. O una frase premonitoria: — El miedo puede cambiar de bando. Obvio que la lección moral de quien escupe para arriba… o de quien a hierro mata… termina el filme con un toque de elegancia. En Netflix como Farewell, Mr. Haffmann.l

HHHHH GÉNERO: Drama – II Guerra Mundial .

DURACIÓN: 115 minutos .

En su Cuento de Navidad, Bosch reescribe el nacimiento de Jesús, el Hijo de Dios, como un acto de extrema preocupación por el destino de la Humanidad, inmersa en guerras que conducen al mundo a la autodestrucción. Las amenazas que se ciernen sobre la vida en el planeta tierra le dan actualidad al relato del escritor y político, pese a que su imaginación no llegaba a pronosticar la capacidad destructiva de las armas que se utilizan en los conflictos de Gaza y Ucrania.

Bosch describe a un Creador molesto con las tonterías humanas, de ahí que escogiera a la humilde María, de Nazaret, para que trajera en Belén de Judá a su hijo unigénito, para que “predicara en ese mundo de locos la ley del amor, la del perdón, la de la paz”. En tanto que Fiallo, el Genial Cantor del Amor, describe en un poema su tristeza al tener que pasar una Nochebuena en su exilio de Puerto Rico, debido a que como su compatriota cuentista fue extrañado de su tierra por razones políticas. “El que lejos de su casa/ ve pasar la Nochebuena, / ese sabe lo que es frío, / y sabe lo que es tristeza. / Estrellita que en el cielo/ me pareces una lágrima, / cuéntame si estás mirando/ lo que cenan en mi casa. / Dando tumbos dos borrachos/ pasaron frente a mi puerta/ y esta vez sentí en el alma/ ¡Envidia a la dicha ajena! Faltan a unos el vino,/ a los otros falta el pan,/ infeliz de mí que solo/ me falta con quien cenar”. Estas lecturas revelan el espíritu navideño a la manera dominicana. l

El investigador hace notar que estos animalitos generalmente tienen una cama propia para descansar (casi no hacen otra cosa) pero también consideran que el sofá puede ser útil para eso, y de nada sirve correrlos de ahí porque al menor descuido regresarán y nos ganarán por cansancio… (pobrecito, es apenas un perro, quizás considera normal desparramar restos de pelos por todas partes).

Algunos tienen juguetes propios, pero si se aburren con esos huesos de plástico o pelotas rellenas, descubren que los tenis, zapatos y chancletas también sirven para jugar, y simplemente se los apropian.

Si se los saca a pasear por las calles o por algún parque, hay que llevar una bolsita para recoger sus heces, so pena de ser amonestado por cualquier tipo o tipa, de esos que no tienen nada que hacer y andan paveando por ahí, y están atentos a ver si el perro dejó su pupú y se ponen a joder con que la contaminación y mantener las aceras limpias y todas esas vainas ¿vio?

Cuando el animalito reclama atención, casi siempre mientras uno mira la tele o lee el periódico, no crea que un par de caricias bastarán para dejarlo tranquilo, el tipo insistirá hasta que dejemos todo y nos ocupemos exclusivamente de sus necesidades afectivas, porque a él no le interesa el béisbol, ni el fútbol ni la política (es que son sabios los perros).

Habrá que mantener siempre su plato de comida y de agua llenos, porque a él le da hambre o sed en cualquier momento, también hay que bañarlo regularmente, con su propio champú, y cortarles las uñas además; de ahí que la pregunta del millón, según el erudito investigador Australio Pithecus es esta: ¿No será que el que verdaderamente lleva una vida de perro es el dueño? l

elCaribe, SÁBADO 30 DE NOVIEMBRE DE 2024 elcaribe.com.do

Yini soñaba con ser escritora, pero su vocabulario tanto en español como en inglés era muy limitado porque dejó los estudios a temprana edad. A los 29 años volvió a estudiar, y después de completar su licenciatura en Multilingual Journalist hizo una maestría en Literatura Hispánica para afianzar su español y co-

nocer las obras de los grandes escritores. Sus profesores, Gerardo Piña-Rosales, Ana Diz, Daniel Fernández y Susana Reiz, fueron claves en su desarrollo intelectual durante la maestría en Lehman College, sin embargo, gracias a su amiga Omira Bellizzio-Poyer comenzó a escribir a través de un blog que ella creó.

11 Cultura

Cuando tuvo suficientes escritos, ella la conectó con sus amigos en Perú Johnnie Barbieri, Lily Cuadra y Danilo Lihón-Sánchez y con su ayuda presentó su libro en la Casa de la Literatura en Lima. En 2017, gracias a Valentín Amaro, participó en la Feria del Libro de Santo Domingo, dedicada a la poetisa Salomé Ureña.

“En RD hay mucha cultura, pero lamentablemente no está al alcance de todos”

FOTO:

l ¿Cómo visualiza la cultura desde el exterior?

l Observo que cada día surgen más instituciones y se están desarrollando muchos proyectos e iniciativas interesantes, pero quien no se involucra no se beneficia de estos programas. A través de Cancillería, por ejemplo hay varios concursos súper interesantes para los dominicanos en la diáspora, donde además de contar tu historia, también exploras diversas plataformas creativas como la escritura y la cinematografía. Si ganas recibes premios en metálico, lo cual siempre es bienvenido. Sin embargo, como dice el refrán: “El que no sabe es como el que no ve”. Antes era muy ingenua y no me enteraba de nada, pero ahora es diferente. Mi objetivo es aprender todo lo que se ha hecho en los últimos años y comenzar a documentar lo que se hará en los próximos. Quiero conocer el presupuesto, los proyectos que se llevan a cabo en la diáspora, quiénes los manejan y qué impacto tendrán en las comunidades y nuestros jóvenes en los años venideros. Es un tema que me interesa mucho y me ilusiona aprender más al respecto.

l ¿Qué opina de la realidad que vive RD en materia de arte y cultura y qué propuestas considera se deben complementar o mejorar dicha realidad?

l No me siento completamente competente para responder esta pregunta, pero creo que existen dos mundos: el de aquellos que han tenido acceso a la educación, que pueden darse ciertos lujos y vivir cómodamente, y el de quienes no tienen aspiraciones, expectativas ni valoran la educación, conformándose con vivir en jaulas imaginarias, víctimas de su propia ignorancia. En la República Dominicana hay mucha cultura, pero lamentablemente no está al alcance de todos, y tal vez eso siempre será así. Cada uno debe poner de su parte para alcanzar sus metas, porque todos merecemos una vida digna.

l ¿Cuál es su mayor reto?

l Mi mayor reto es jubilarme a los 55 años para regresar a vivir a mi tierra, pero antes quiero pasar un par de años en Méxi-

Yini Rodríguez apoya el arte y la cultura desde la Yard Fundation.

co y Argentina, con mi base en la República Dominicana. Afortunadamente, soy propietaria de un apartamento en un excelente sector de Las Praderas, donde ya pertenezco a una linda comunidad. Mi objetivo es contribuir llevando a cabo proyectos comunitarios para los jóvenes de

las escuelas cercanas, y sé que podré contar con el apoyo de mis amistades cuando lo necesite. Además, he adquirido un terreno en Jarabacoa, donde tengo planes de desarrollar el Centro Cultural Yard, una galería de arte y mi pent-house. El apartamento en Las Praderas será el cen-

tro operativo. Estoy convencida de que sí se puede lograr, porque no solo de sueños vive el hombre; las palabras deben ir acompañadas de acciones. De lo contrario, vivimos en mundos imaginarios, y los problemas de salud mental que son muy reales, no se pueden ignorar.

l ¿Es fundadora de Yard Foundation, de dónde viene el nombre y cuándo surgio la idea?

l La fundación lleva mi nombre completo: Yini Altagracia Rodríguez Díaz, y sus siglas forman la palabra Yard que en español significa “patio o yarda”. Como me crié en un patio de Villa Francisca, “Yard” me hizo mucha resonancia como conexión con mis orígenes. Sin embargo, en ese ambiente inhóspito la gran mayoría de las niñas nos criamos sin acceso al arte, que es tan importante en el desarrollo del ser humano. The Yard Foundation nace formalmente en 2015 con una motivación puramente genuina hacia el arte, el conocimiento y el aprendizaje. La institución está destinada a tocar y cambiar vidas a través de las palabras, las experiencias, los colores, los ritmos y el intercambio más rico e intangible que puede proveer el ser humano.

l ¿Cuál es la misión de la fundación? l Su misión es enseñar, educar y ayudar a transformar. Además de la República Dominicana, la Yard Foundation opera en el Bronx, Nueva York con el objetivo de realizar actividades educativas y culturales para las familias, niños, niñas y adolescentes de comunidades rurales y urbanas necesitadas. Cabe destacar que la Yard Foundation ha estado realizando una labor social en el Batey Yabacao, en Yamasá, con la entrega de ropa durante tres años consecutivos. Además, siempre se incluye un programa artístico para los niños y adolescentes de esta comunidad que vive en condiciones paupérrimas. Hace un par de meses se organizó un taller de pintura en Yabacao, y ya tenemos programada otra entrega de ropa para finales de enero de 2025. l

Proyecto

Mi mayor reto es jubilarme a los 55 años para regresar a vivir a mi tierra, pero antes quiero pasar un par de años en México y Argentina”.

Propósito

Mi objetivo es aprender todo lo que se ha hecho en los últimos años en la cultura y comenzar a documentar lo que se hará en los próximos”.

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