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DESARROLLAR UN EMPRENDIMIENTO SOCIAL EN RD
A través de la Fundación Dominicana de Apoyo a la Fibrosis Quística, Alexandra Tabarayuda a más de 100 niños
María del Carmen Guillén mguillen@eldinero.com.do
El emprendimiento social responde a una necesidad vital que está asociada a experiencias de vida. Su principal objetivo: buscar contribuir con alguna necesidad colectiva.
Para Alexandra Tabar, presidenta de la Fundación Dominicana de Apoyo a la Fibrosis Quística (FUNDOFQ), impulsar un proyecto con fines sociales requiere desprendimiento, esfuerzo, dedicación y pasión.
Plantea que lejos de lo que muchos puedan pensar, emprender ayudando a las personas es un trayecto largo, donde hay altas y bajas para alcanzar metas colectivas.
“A veces pienso que la vida se me ha pasado muy rápido porque siempre estaba ocupada preparando alguna logística para ayudar a los demás. Es una labor incansable que requiere de una generosidad especial”, comenta.
Tabar descubrió que su deseo de contribuir con los demás iba más allá del hecho de regalar una prenda de vestir o de acompañar a un amigo a realizarse un proceso médico.
Relata que, durante su infancia, sentía la necesidad de ayudar a los demás y, para satisfacer eso, recogía de su closet la ropa nueva que guardaba para ocasiones especiales y las regalaba a otras niñas de su sector.
En su adolescencia se destacó en su centro de estudios por ser dinámica e ingeniosa a la hora de recaudar fondos para su promoción y tras culminar sus estudios, no dejó de buscar alternativas para ayudar a los demás.
“Pasada esa etapa de mi vida, a los 18 años, entonces me motivé a pedirles dinero a mis familiares para hacer compras de juguetes en diciembre y llevárselo a los niños de menos recursos de la zona”, sostuvo.
El gran paso
El compromiso de representar y trabajar en la fundación sin fines de lucro inició por la invitación de una amiga pediatra, Leandra Cordero, quien realizó una investigación donde se demuestra que en el país hay pacientes con fibrosis. Desde que Leandra le cuenta sobre esta condición, sus características y lo costoso que es el tratamiento de estos pacientes, se interesó por conocer más y le dijo que contara con ella en lo que fuera necesario. Al tomar la decisión de materializar la idea de Cordero, no pensó en la responsabilidad que conlleva dirigir una institución de esa índole, pero sí en el impacto que generaría en las familias de los pacientes con fibrosis. Tabar es licenciada en mercadotecnia, con un posgrado en relaciones públicas y combina sus conocimientos con el deseo de ayudar a los demás para impulsar la fundación.
“Pienso que todo lo que uno empieza tiene que terminarlo. Me involucré bastante con la carrera y de todos sus aspectos, el área de relaciones públicas dentro de la empresa fue lo que más me gustó”, dijo.
Como presidenta de FUNDOFQ, institución que impacta a más de 100 niños, indica que para sostener un proyecto de emprendimiento social se requiere de tiempo y sacrificio, sobre todo durante los primeros años en los que las personas aún no conocen el propósito de la entidad.
Explica que, como cualquier otro negocio, una fundación sin fines de lucro necesita dedicación, por lo que ha tenido que dejar en pausa su profesión para emprender.
Lleva unos diez años trabajando en beneficio de los pacientes con esta afección y resalta que una enseñanza que le ha quedado clara es distribuir el tiempo para que la vida personal y profesional no queden desplazadas por los requerimientos de una organización de este tipo.
Recomendación
Tabar recomienda a las emprendedoras que tengan alguna iniciativa de beneficio colectivo que aprendan a manejar sus emociones, a dividir su tiempo y a ignorar las cosas que puedan interferir con el desenvolvimiento de su labor social.
Ante los obstáculos para alcanzar las metas de compromiso social expresa que “lo más difícil para mí, al principio, han sido las críticas porque a veces para las personas nunca es suficiente”.
Tabar explica que un aspecto relevante que deben tomar en cuenta las personas que quieren emprender en la parte social es la capacitación para que los proyectos comiencen a encaminarse.
Destaca que para entender el funcionamiento y objetivo de la organización es necesario educarse sobre la problemática a la que se le pretende buscar solución, definir las prioridades y capacitarse para agregarle valor al trabajo.