DOCUMENTO 4-LNGCh

Page 1

documento DOCUMENTO Nº4 ES UNA PUBLICACION DE LNGCh RUMBO A DOCUMENTA 14, KASSEL 2017. CREEMOS TENER LOS MERITOS NECESARIOS Y QUEREMOS IR

die neue chilenische grafik

LNGCH DOCUMENTA 14 10. JUNI - 17. SEPTEMBER 2017 KASSEL La Nueva Crítica Chilena: Dogma Americano Javier Carrasco salas Artista. fundador y diseñador c o p i Antes de interesarme por la historia poco sabía de ella, un par de fechas, nombres y algunas batallas, lo que para un estudiante chileno promedio de clase media baja conformaban un pequeño universo. Intuyo que este desinterés fue generado por eso que tiene el colegio y nuestro sistema educacional que nos hace percibir que todo lo que te enseñan forma parte de un programa impuesto, ajeno como un plato de comida que debes terminar por obligación, porque si no lo haces habrá un castigo. Y dudo que a algún niño aprenda algo por castigos. Tuvieron que pasar años y ciertos eventos puntuales después del colegio, para detenerme a pensar en mi país, mi continente, en su gente y finalmente su historia. Chile vive aún en una dictadura. Una que carece de rostro visible, pero que si tiene imagen, o múltiples imágenes, logos y toda aquella figura impuesta autoritariamente por un discurso hegemónico, gracias a su efectivo «Ministerio de Propaganda», propulsado por la televisión, los diarios, la publicidad, las inmobiliarias, entre otros. Somos parte del país menos sudamericano de Sudamérica. El que menos va por lo suyo, el más vendido, el que hizo de la bandera del progreso un emblema propio, convirtiéndonos en un país de identidad confusa, un mestizo con complejo de criollo. Es más fácil entender esta idea cuando pensamos en el chileno y su relación con peruanos y bolivianos e incluso la propia cultura mapuche. Lo que prevalece internamente es esa sensación de no querer ser como ellos, rechazarlos como modelo a seguir, distanciarse de los primeros por motivos que van desde lo histórico, como la Guerra del Pacífico, hasta lo estético, lo que resulta irónico si se piensa que los primeros vestigios de cultura en nuestro país provienen de los incas. No tengo datos que puedan avalar esta ase-

veración, tampoco me importa tenerlos, pero es tan fácil como consultar los buscadores de internet y poner “Perú vs Chile”, elegir cualquier resumen de un partido de fútbol entre ambos paises y leer los comentarios emitidos por los usuarios. Nos encontraremos aquí con ese Chile iluso, que cree en los medios de comunicación masiva, la OCDE y el progreso en general, que ataca al pueblo peruano solo porque piensa ser de una raza superior. Si tuviéramos que volver al ejemplo del colegio tendríamos que decir que dentro del curso compuesto por todos los países de Sudamérica, Chile sería el estudiante lleva una manzana al «profesor país desarrollado», creyendo que con eso podrá obtener mejores resultados, cuando la realidad es que todavía no se da cuenta o no quiere asumir que está estudiando en un colegio rural, y que al profesor en realidad no le interesa si les va bien o mal porque sabe que de ellos no saldrán los hombres de aporten al conocimiento. ¿Por que habría de interesarle si en sus tierras hay cientos o miles de alumnos mejores estudiando en colegios mejores y con mejores profesores? Entonces surge una pregunta más profunda: ¿por qué somos así?, y su eventual réplica ¿de dónde venimos los chilenos? En ese minuto tomamos consciencia de lo oportuno que es leer lo que se ha escrito en el pasado sobre este lugar y su gente. Entonces pensamos en nuestros orígenes y cada uno de los relatos que nos ha construido. Y ahí está la historia, como dice Barros Arana en su Historia General de Chile (1884), para encontrar «en las relaciones del pasado algo que lo haga conocer más completamente, que explique su espíritu, su manera de >> CONTINÚA EN LA ÚLTIMA PÁGINA


Alles wird Damit man die Wer eine Id muss sie selbs Niemand w dich Das Sch produzie LNGCH ist ein


gut gehen e Armut sieht dee hat der st ausf端hren wird es f端r h tun heitern ert Mystik ne Bewegung www.translate.google.cl


>> CONTINUACIÓN

ser, y que revele las diversas fases por las que ha pasado la sociedad que se trata». Finalmente de eso se trata conocer los sucesos del lugar de dónde venimos: de aprender a entendernos a nosotros mismos, nuestras familias, amigos, enemigos y al resto de personajes desconocidos con los que compartimos el transporte público, una fila del banco, o el simple hecho de estar parados sobre este accidente geográfico llamado país. Después de haber leído varios libros sobre la historia de Chile debemos admitir que no ha cambiado mucho el panorama inicial. Nuestra historia ha sido construida bajo la misma lógica que la de América, es decir, por un tejido de relatos oscuros y mágicos, adobados por la pluma chismosa del autor de turno. Y los primeros que iniciaron este juego de anotar las cosas que pasaban en este lado del mundo fueron los europeos. Por ende la historia, e incluso las nociones de escritura y sus derivados, son propios de occidente y nada tienen que ver con la cosmovisión americana. Esto no quiere decir que los pueblos originarios de América no tuvieran sus propias formas de comunicación o lenguaje para contar su historia, sino que se trata de cómo el foráneo fue incompetente al momento de descifrar los métodos de transferencia del conocimiento que se practicaban en esta región. La imposición de un modelo de pensar que fue curtido por cargas de electrochoque a los habitantes de esta zona y que representa una de las deudas históricas fundamentales de América Latina: hacerse responsable de tener que expresarnos a través de estas líneas y no de otra forma. Por otro lado la globalización, ese escenario histórico en el que nos tocó vivir, permite ser parte del espectáculo mundial como si fuera una ilusión. Nos sentimos cerca de la vida de los famosos al seguirlos por alguna red social, creemos que podemos llegar a ser parte de ese elenco, en donde nos situamos en un contexto local donde queda poco claro si la energía puesta por los creadores jóvenes va enfocada más a la búsqueda de reconocimiento internacional que a las ganas de estremecer o impactar el espíritu de su país, de su gente y sus costumbres. Escuchamos «Me publicaron en una página gringa muy cool», «Voy a exponer en Kassel», «Me voy a estudiar a Nueva York», y un largo etcétera de escenas similares. Y no es que estemos en contra de exponer afuera o conocer el mundo, pero lo relevante es volver hacia adentro, al trabajo desde el lugar de origen, como el caso de Violeta Parra, que llegó a exponer en el Museo del Louvre en Paris, gracias a un trabajo completamente indiferente de las vanguardias artísticas europeas, apelando a una verdadera tradición sudamericana basada en la artesanía y la esencia de las clases campesinas del país, lo que le otorga autenticidad como artista a la vez de lograr unificar discurso, persona y obra. Creo que gran parte del verdadero éxito y reconocimiento del artista chileno está en volver con su gente y no trabajar tan solo para llegar a ser publicado afuera. Esto que podría parecer simple, es fundamental ya que al orientar todo tu potencial hacia la corriente mundial estás aportando a una máquina que se alimenta por sí sola, que realmente no te necesita, porque no le importas, pero más importante aún es que estás ignorando a los que si necesitan de tu obra, de tu energía, de tu intervención. Visto desde otro punto somos lo que somos gracias al lugar en que hemos desarrollado nuestra vida, gracias a nuestras familias,

nuestro barrio, nuestros compañeros de colegio y así una larga lista que va configurando nuestra forma de ser día a día, especialmente en nuestros primeros días. Somos nuestra propia historia. Un sudamericano se manifiesta La resistencia sudamericana consiste en «hacer nada» porque esa es nuestra naturaleza, tender a lo salvaje, lo primitivo, lo irracional, lo impredecible, o como lo quieran llamar. Constantemente, desde que encontramos la independencia como país, buscamos la aceptación del que nos impone las reglas del juego, lo que nos pone en la encrucijada del éxito o del fracaso. Nos hace creer que no somos tan buenos, cuando la realidad aquí en Latinoamérica ya había vida antes de que llegaran las exploraciones marítimas desde Europa, lo que nos hace levantarnos para decir que nosotros no los necesitábamos, pero si ellos a nosotros. Por eso nos obligaron a trabajar, a entregarles nuestro oro, un mineral brillante que tenía un valor benefactor y que fue convertido en un objeto codiciado, profano y doloroso. Un sufrimiento, una pena, el despojo de la vida misma que nuestros pueblos originarios vivieron en carne a través del trabajo forzado. Probablemente estos trabajos no deseados sean los que hayan generado las primeras envidias y los primeros pensamientos sediciosos en la mente del indígena en contra de forasteros y de coterráneos. Eventualmente españoles y naturales con el paso del tiempo se fueron mezclando, dando forma a lo que hoy llamamos «chilenos», los mestizos que fueron quedando a medio camino entre la civilización y el salvajismo. Algunos tomaron como modelo a seguir lo primero. Otros, los menos, el segundo. Los primeros cometieron la traición a la raíz, a la madre y a la tierra, la separación por la aspiración, la concepción del espejismo primero, la búsqueda de la mejor oportunidad, la diferenciación, y finalmente la aceptación del discurso oficial. Estoy convencido que el hacer en Chile heredó las marcas sin cicatrizar del trabajo forzado de nuestros originarios. Existe una energía interna, primitiva que nos disocia de lo que hacemos, porque en el fondo tenemos una grieta que brilla y nos susurra que no queremos estar ahí, por eso el cahuín, hablar mal de nuestros compañeros es una actitud degenerada de la imposición europea, de esa condición de esclavitud maquillada. El espíritu yanacona del indio de servicio, del que es capaz de pisotear a los suyos por tener la estima del hombre blanco. A veces siento que estoy en el lugar más yanacona de este lado del sur. Pero después se me pasa. Pienso en la lucha del pueblo mapuche, en la resistencia que con el pasar de los años se hace más grande, rozando tintes heróicos y creo que eso de resistir se hace más dulce cuando la situación es más adversa, porque tienes que poner más de tu parte para no ser llevado por la corriente. Lo mismo pasa hoy en Chile, las cosas están fáciles para el extranjero inversionista y la masa mayoritaria dormida crítica el discurso oficial y el estilo de vida actual, pero cada uno de los que luchamos nos hacemos más fuertes a cada adversidad que se va sumando. Y aunque nos cueste, una de nuestras luchas está en entender que acá tenemos todo para ser felices con lo que somos y lo que tenemos, sin depender de la aprobación de los estándares de otros, creando nuestro propio juego, con nuestras propias reglas y nuestra propia gente.

“This is fantastic” Dieter Roelstraete, Equipo Curatorial Documenta 14 DOCUMENTO Nº4, JULIO 2015, EXPOSICIÓN “SUBIR EL CERRO Y DESDE AHÍ VER DONDE ESTÁ NUESTRA CASA” MUSEO DE LA SOLIDARIDAD SALVADOR ALLENDE, SANTIAGO, CHILE. DOCUMENTO ES UNA PUBLICACIÓN ESPORÁDICA QUE REGISTRA EL CAMINO DEL LA NUEVA GRÁFICA CHILENA HACIA LA EXPOSICIÓN DOCUMENTA 14, A REALIZARSE EN LA CIUDAD ALEMANA DE KASSEL EL AÑO 2017 // LA NUEVA GRÁFICA CHILENA SON: RODRIGO SALINAS, RODRIGO LAGOS, TOMÁS VEGA, BEATRIZ SALINAS, CARLOS REYES, PABLO CASTRO Y RODRIGO DUEÑAS // SI USTED DESEA APOYAR O COLABORAR CON ESTA INICIATIVA, ENVÍENOS UN MAIL A SOMOS@LNGCH.CL // EN ESTA PUBLICACIÓN SE UTILIZARON LAS TIPOGRAFÍAS GROTA (CABECERA) Y ARQUITECTA (TEXTOS) DISEÑADAS POR LATINOTYPE (WWW.LATINOTYPE.COM) // TRADUCCIÓN TEXTOS: Quirin Krabichler & Tomás Vega // ESTA PUBLICACIÓN CONTÓ CON EL APOYO DEL ÁREA DISEÑO DEL CONSEJO NACIONAL DE LA CULTURA Y LAS ARTES. MAS INFORMACIÓN EN: WWW.LNGCH.CL Y WWW.GOOGLE.CL


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.