VIDA AZAROSA DE UN HACEDOR
Dr. Emilio Ramón Coni (4/3/1855-3/7/1928) Agustín F. García Puga
L
a vida de este incansable luchador ha sido muy rica en episodios gratificantes en lo científico aunque, como ha ocurrido con tantos hacedores, no siempre fue debidamente reconocido su esfuerzo por mejorar la calidad de vida de sus contemporáneos. Sus primeros años transcurrieron en la provincia de Corrientes, lugar de su nacimiento y, al cumplir cuatro años de edad, sus padres, de origen francés, decidieron viajar a su país. Después de comenzar sus estudios en Francia, retornaron a Buenos Aires, donde completó sus estudios primarios. Posteriormente ingresó en el Colegio Nacional de Buenos Aires egresando “con calificación sobresaliente” 1. Ingresó en la Facultad de Medicina en 1872 (ese mismo año también inició su carrera el doctor José M. Ramos Mejía) y “se destacó como el mejor de sus compañeros de promoción, siendo practicante del Hospital General de Hombres por concurso de oposición. Le tocó vivir la etapa sombría de donde la infección purulenta intrahospitalaria producía alta mortalidad entre los operados. Quizás percibió en ese momento que el porvenir de la medicina estaba cifrado en la higiene pública”. “Entre sus iniciativas deben consignarse: la creación de la Asistencia Pública: inclusión de la Medicina Legal en el plan de estudios de la Facultad de Medicina con el complemento de la Morgue; inspección higiénica y médica escolar, la vacunación obligatoria, la inspección veterinaria de las carnes de consumo: y la denuncia obligatoria de las enfermedades infectocontagiosas”. Su tesis de doctorado la tituló “Lepra anestésica” y se basó 12 | Médicos & Medicinas