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mural de Diego RivesaLos cardiólogos

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Editorial

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me contó que llegaba media hora antes de tener que reunirse con él, porque sabía que si algo le molestaba era la impuntualidad. Es que él valoraba el tiempo, ese que se le escapó este último año…

A un mes de su fallecimiento, quiero agradecer a todas y todos los que lo acompañaron, lo visitaron, lo llamaron y quiero agradecer que estén hoy acá acompañándonos en este momento tan difícil.

En 1944, el doctor Ignacio Chávez le pidió a Diego Rivera que pintase dos murales para decorar la entrada al auditorio del Instituto Nacional de Cardiología de la ciudad de México, que se acababa de crear. Su pedido fue bien explícito, ya que Chávez quería que quedaran inmortalizados los “momentos culminantes de la creación científica” y que los murales expusieran “la proyección ascendente del conocimiento”.

En la base del mural, cuya copia fue donada al Departamento de Humanidades Médicas por el Dr. Alfredo Buzzi, representó las dos etapas fundacionales de la medicina en China y Grecia.

LOS CARDIÓLOGOS, MURAL DE DIEGO RIVERA (CONTRATAPA)

Él insistía con que éramos el eslabón de una cadena, una sucesión de una especie, polvo cósmico, él creía que con la vida terminaba todo, que no tenía importancia para trascender, sin embargo sé que coincidimos en que dejó su huella en nosotras, en sus nietos y nietas, en sus bisnietos y bisnieta, en su hermano, en sus hijos políticos, en sus discípulos, en todos quienes lo conocieron.

Muchas gracias

Para representar la evolución del conocimiento cardiológico, en la base aparece el busto de Galeno que va subiendo hasta la esquina superior derecha. Cesalpino, quien desafió al dogma galénico y acuñó el término circulación, se observa al lado de Galeno. Harvey, quien sentó la idea de la circulación mayor, aparece a la izquierda palpando la arteria radial. Encima de Harvey, se ve a Morgagni dando clase a tres estudiantes con un paciente enfermo. Los tres anatomistas más importantes, Vesalio, Malpighi y Vieussens, están ubicados en la esquina inferior derecha de abajo hacia arriba. En la parte superior izquierda, llama la atención el fuego de una hoguera, que consume a Miguel Servet, condenado por Calvino a ser quemado por sus descubrimiento sobre la circulación pulmonar, consideradas opiniones heréticas. El lugar central, por encima de los anatomistas y fisiólogos, quedó reservado para los clínicos: Auerbrugger, Laennec y Corvisart. En este grupo también figura Skoda, uno de los primeros en estudiar la endocarditis.

Los anatomistas presentes en el mural son Aschoff, quien está hablando con Tawara y en la esquina superior derecha se los ve a Keith y Flack, junto a un microscopio. His, quien viste un guardapolvo, enseña a sus colaboradores y Purkinje da una confererencia.

En este mural priman los colores del fuego: rojo, naranja. Ese fuego que representa la luz y el conocimiento pero que a la vez quema y destruye.

Diego Rivera (1886-1957) fue un destacado muralista mexicano de ideología comunista, famoso por plasmar obras de alto contenido social en edificios públicos. Casado con Frida Kahlo, fue creador de diversos murales en distintos puntos del ahora llamado Centro Histórico de la Ciudad de México, así como en otras ciudades mexicanas, norteamericanas y sudamericanas (Buenos Aires, San Francisco, Detroit y Nueva York).

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