HORIZONTES QUEBRADOS la luz de la tormenta
ANTONIO VÁZQUEZ FOTOGRAFÍAS
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todo pasa y todo queda pero lo nuestro es pasar pasar haciendo caminos caminos sobre la mar Antonio Machado
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SueĂąos que tejes en mi memoria, con cada golpe en el negro acantilado. Sentado en estas rocas, mar, te escucho, resplandor y abismo y viento y azar. Taracea de mitos, leyendas y miedos; incrustaciones en el tiempo. Devorando crepĂşsculos escucho narraciones de marejada y viento.
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El mar. La mar. El mar. ¡Sólo la mar! ¿Por qué me trajiste, padre, a la ciudad? ¿Por qué me desenterraste del mar? 41
En sueños, la marejada me tira del corazón. Se lo quisiera llevar. Padre, ¿por qué me trajiste acá?
Rafael Alberti
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marejada, olor a sal en el aire 48
aire y mar portan luces ex贸ticas
Al andar se hace camino, y al volver la vista atrรกs se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar.
Antonio Machado
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Sobre la franja rota del mar, desamparada se esfuma la bandada, en raudo vuelo sobre la espuma, buscando el cobijo de una ribera mas amable, antes que el temporal le despoje sus alas blancas
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Corazón azul y plata, cabellos de espuma, dorados al atardecer, tiñes de negro profundo compañero de la luna. 112
Fuerza de roca contra sal y oleaje, y apenas es cicatriz que ya nunca desaparecerá
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Que al hogar le de el sol del atardecer sin tener mas que escuchar el mar y ver los oropeles decrépitos del final del día. Para que engañados nos reconforte el sueño y oscuros lobos se mantengan lejos del fuego.
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De salitre son las quimeras del litoral, de algas, peces y sal en la alborada del puerto, en el oleaje de poniente. 149
De salitre son las penas de las hembras, en las noches de barcos, remendando ausencias de los que se fueron.
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